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Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

*Guerrerenses no aprenden de los desastres

*Diputados pelean presidir la Cámara Baja

“Mientras que la pobreza, la injusticia y la desigualdad existan en nuestro mundo, ninguno de nosotros podrá realmente descansar”: Nelson Mandela.

Mis estimados, luego de la noticia de que el estado de Guerrero pasaba al semáforo epidemiológico amarillo, surgieron distintas reacciones de los sectores sociales, políticos y económicos. Sobre todo, reaccionaron los profesionistas que ejercen labores desde casa y que obviamente perciben un salario sin mayor problema; para ellos, la entidad aún no debe entrar al semáforo amarillo porque se corre el riesgo de contagios masivos.

Sin embargo, otros sectores recibieron emocionados la noticia, sobre todo las personas que tienen negocios con actividades no esenciales, ya que el semáforo amarillo les permite abrir sus negocios en un 35 por ciento.

Otros que se dedican a ventas en la calle festejaron el que Guerrero alcance el semáforo amarillo y están esperanzados, pues dicen que antes de la temporada de invierno la entidad puede alcanzar semáforo epidemiológico verde, para que todos volvamos a la nueva normalidad, y podamos recibir todo el turismo que venga a los destinos a disfrutar las playas, y que los niños vuelvan a la escuela.

Pero, ojo, mis estimados: semáforo amarillo no significa que la pandemia se retiró del estado. El coronavirus sigue en el estado y municipios; por lo tanto, la ciudadanía debe conducirse con prudencia y mantener las medidas de higiene y sana distancia para no volver atrás. Esta es una responsabilidad de todo guerrerense, cada uno es responsable de su salud y la de sus familias.

De hoy en adelante somos los guerrerenses responsables de nuestra salud, te cuidas tú y cuidas a los tuyos; las autoridades no van andar cuidándonos a todos; pero tampoco podemos mantenernos encerrados y morirnos de hambre, vamos aprender a vivir y convivir con el virus, pues tenemos que trabajar, la vida sigue.

Si tomamos las medidas sanitarias correspondientes, la entidad alcanzará semáforo verde. Sí se puede. Si logramos el semáforo amarillo, podemos lograr el verde, sólo hay que ser responsables y que cada guerrerense tome su parte. saldremos juntos adelante.

Y como si fuera poco el mal que acarreó el Covid-19 al estado de Guerrero, la tormenta Hernán remató a las costas del estado suriano.

El Covid-19, dio tremenda sacudida a estas regiones y sigue dándoles duro y tupido. Pero no habían respirado aire puro los pobladores, cuando de repente apareció la tormenta que dejó a varias familias en cueros, sobre todo aquellas que están establecidas en los márgenes de los ríos, y las que viven en asentamientos irregulares.

Según el Secretario de Protección Civil Estatal, Marco César Mayares Salvador, hay al menos 15 mil habitantes en la Costa Grande que viven en zonas vulnerables a inundaciones, zonas de riesgo, mientras que en Guerrero la cifra de familias que habitan en este tipo de lugares se eleva a 30 mil.

El funcionario estatal señaló que son los asentamientos ubicados en cauces de ríos y arroyos, los que representan más vulnerabilidad.

En la región de la Costa Grande, sobre todo, se vive esa difícil realidad. Y vaya que cada temporada de lluvias nos llevamos sustos, mayormente cuando hay tormentas, ocurren los mismos desastres a los habitantes que habitan en márgenes de ríos, arroyos y pendientes, pero no se mueven de ahí, y las autoridades tampoco se preocupan por reubicarlos.

En la Costa Grande -para recordar, la tragedia que se vivió con el huracán Ingrid y la tormenta Manuel en 2013-, padeció un desastre terrible, pues hubo muchas pérdidas humanas.

Cómo olvidar el derrumbe del cerro de La Pintada, que enterró al pueblo y donde según testigos serranos hubo más de 150 muertos e incuantificables los daños materiales.

Sin embargo, a casi siete años de ese suceso que marcó a Guerrero, los guerrerenses no hemos aprendido nada. La tormenta Hernán no cobró vidas humanas, pero sí causó cuantiosas pérdidas materiales, miles de casas inundadas puentes rotos y carreteras partidas.

Todo caiga en lo material, decía mi madre, pero el fondo va más allá: no aprendemos los ciudadanos de los desastres. Han sido varias las tormentas que han azotado al estado de Guerrero: el Paulina, en Acapulco, por ejemplo, abrió el río El Camarón llevándose todo a su paso. Casas con muros altísimos que pensaban los habitantes jamás los podrán derribar una corriente, cayeron y muchas familias fueron arrastradas por la fuerza de la corriente y se las trago el mar.

Sin embargo, no hemos aprendido nada y siguen las familias asentándose en zonas peligrosas. Como también siguen los vendedores de terrenos ocupando esas áreas, que son realmente de control federal.

Tras el Paulina, se repitió la historia de la tormenta Manuel en la Costa Grande. Los municipios de Coyuca de Benítez, Atoyac de Álvarez, San Jerónimo de Juárez, Tecpan de Galeana, Petatlán, Zihutanejo, La Unión y Coahuayutla, todos padecieron los estragos del exceso de lluvias.

En los municipios se desbordaron los ríos y en otros los arroyos; se partieron las carreteras y se registró la caída de puentes. Se desgajaron cerros y se dañaron viviendas, redes de telefonía y electricidad, etcétera.

Hablo de los municipios en general, pues no me alcanza el espacio para mencionar los pueblos afectados por los torrenciales aguaceros, desastres de puentes, carreteras y viviendas inundadas.

Pero lo que quiero destacar con esta entrega, mis estimados, es que año tras año sucede lo mismo con las familias que habitan en zonas de riesgo, y en la Costa Grande la gente sigue creyendo que nada le va pasar, aun cuando ya sobrevivieron una tragedia como fue la del huracán Ingrid y la Tormenta Manuel.

Hoy, otra vez quedaron incomunicadas varias comunidades serranas: incluso, en el municipio de Zihutanejo, debido al desbordamiento del río de Barrio Nuevo, los pozos de agua quedaron con mucho lodo y las bombas se dañaron, y no están funcionando normal hace falta agua en el puerto, por la tormenta tropical Hernán.

Pero este meteoro apenas puso sobre aviso a la población de lo que puede suceder, pues en septiembre es cuando más llueve y se pronostican tormentas y hasta huracanes, por eso más vale prevenir que lamentar.

Sopa de grillos

En otro tema, mis estimados, le cuento que bien pronto veremos al PRIMOR en acción. Ustedes preparen mente corazón y tripas, por aquello del entripado, pues se avizora en política un plan buenísimo del que muchos dudaban, pero que bien pronto quedará confirmado.

Por lo pronto, le adelanto tantito: en la Cámara de Diputados, siguen los jaloneos peleándose la Mesa Directiva de San Lázaro. Recuerden que hace días el PT, con Gerardo Fernández Noroña, andaba comprando diputados para ser tercera fuerza y quedarse con ese cargo, pero ayer le dio su estate quieto el presidente Andrés Manuel López Obrador a Fernández Noroña; ¿y saben qué le dijo el mandatario federal? Que la Cámara de Diputados va a ser presidida por el PRI. Jojojo.

Ante esta decisión del mandatario federal, el diputado petista casi se infarta de coraje, pero como ordenó el rey del Palacio Nacional, el diputado Noroña no hizo circo ni aulló tampoco, pero se embadurnó diciendo que es un error dejar que el PRI presida la Cámara de Diputados.

¿Y saben que, mis estimados? El PRIMOR está a la puerta y se viene lo bueno en esa Cámara Baja, pues cuatro diputados del PRD se pasaron al PRI, y con ello serán los tricolores los que dirijan la Mesa Directiva de San Lázaro, con la diputada yucateca Dulce María Sauri Riancho.

Todos, menos el PAN, se dieron cuenta de tremendo descubrimiento. Con razón el diputado René Juárez Cisneros, con toda la calma dijo un día antes que el PRI iba a presidir la Cámara de Diputados. Jojojo.

Les dije que en estas elecciones veríamos hartas cosas, sobre todo pactos de amor en contra, porque ¿saben quién regreso al PRD y con bandera alta? Sí, ese que destruyó al PRD, Jesús Zambrano Grijalva, uno de Los Chuchos. Ese mero regresó como dirigente nacional del Sol Azteca.

¡Charros! Apenas estaba saboreándome la unidad PRI-PRD, pero porque estaba el costachiquense Ángel Aguirre Rivero, perfilado para dirigir ese partido. Pero mira, le hicieron de chivo los tamales al costachiquense y se puso en riesgo la alianza PRI-PRD, pues también el PRD tiene que eliminar algunos puntos en sus estatutos para poder aliarse con el PRI; de lo contrario es puro cuento.

Pero con la llegada de Zambrano, dudo se haga la alianza, y más bien veo cerca de Morena a Aguirre Rivero, para que se cocine mejor el PRIMOR. ¡Ajúa!, que viva México, cuarones. Ahora si ya puedo gritar, porque estamos en septiembre, el mes patrio, y en semáforo amarillo. Jejeje, Feliz martes, mis estimados.

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