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Los Procesos Internos de los Partidos, no son democráticos y dividen a la militancia

Trinidad Zamacona López

“En México, no hay partido político que presuma que sus procesos internos son democráticos”

En nuestro país, tenemos un sistema de partidos políticos que están en el ocaso de su función, ninguno puede presumir que sus procesos democráticos son los más legales, transparentes, equitativos o que no hubo intervención de grupos de poder, o que son ejemplos para los demás partidos, es más ni siquiera saben cómo cerrar heridas con los que se quedan resentidos porque el piso no estuvo parejo.

El claro ejemplo de eso es el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, su proceso en algunos lugares del país será anulado por el cumulo de irregularidades que se dieron, antes, durante y después de las votaciones, unos días antes el dirigente nacional Mario Delgado, anunciaba que eso iba a ser una fiesta cívica, que solo era cuestión de que te registraras en su proforma con la credencial de elector, y listo; eso fue un anuncio con buenas intenciones, pero los resultados fueron desastrosos, hicieron todo lo contrario, demostraron lo que verdaderamente son, una copia del viejo régimen de partidos políticos, de donde vienen las mayorías de esos que echaron a perder un proceso que debió ser ejemplar en todo el país.

Por una lado son de acuerdo a la Constitución Federal, y la Ley General de Partidos Políticos, el instrumento para hacer participar a la sociedad en los procesos electorales para competir y conquistar el poder, todos compiten para ganar elecciones, y que sus candidatos que conviertan en eso que se llama anhelo de transformación, eso es por un lado, por el otro cumple la función de mantenerse con militantes y simpatizantes y de ellos sacar a los dirigentes que integran el comité de su partido o bien los que tiene a su cargo los máximos órganos de gobierno.

La pregunta es ¿Dónde fallan entonces? La respuesta en sencilla, quien llega al poder, ya no quiere soltar ni para ir al baño. Cierto o falso, esa es la verdad en cualquier parte del mundo, es más existen partidos políticos dirigidos en México, por familias por décadas; así son su estatutos y los militantes así lo establecen que estos deben de ser dirigidos o más bien que esos dirigentes pueden ser reelectos las veces que se pueda reelegir, ¿no pasa nada?, claro que sí, los militantes y simpatizantes se cansan de los mismos, porque esos son los que propones y quitan a personas las posibilidades de tener un cargo de elección popular. Se cansan de eso emigran a otros partidos, y es así como nacen otros institutos que cumpliendo los requisitos empiezan a formarse, y una vez formados a darles recursos públicos para hacer campañas, proponer candidatos y llegar al poder.

Pero así como se forman, también así desaparecen, uno de los requisitos que se les impone, es que en la primera elección, que para conservar el registro no vayan en alianza, que vayan solos a las contiendas, eso lo establece el artículo 41 fracción I, último párrafo de la Constitución Federal, el cual prescribe que los partidos políticos nación ales que no obtengan al menos el 3% de la votación valida emitida en la elección anterior perderán su registro. Este porcentaje se refiere al padrón de electores, por ello es que muchos en la primera elección pierden el registro.

México tiene según el Instituto Nacional Electoral, al menos 10 partidos políticos que jugaran en las elecciones del 2024, súmele los que se están gestando en estos momentos, no crea que es falso lo que le digo. Espérese a que se llegue el proceso electoral federal.

Regresando a los procesos internos, no nada más Morena padece de ese terrible mal que es la falta de democracia interna. Echemos un vistazo hacia el pasado, a los morenos no les gusta que se les compare con otros partidos, pero miren:

Comenzaremos hablando del Partido de la Revolución Democrática, este instituto político quiso en algún momento ser democrático, como su nombre lo dice, existió un momento que se abrió a los procesos democráticos para elegir sus dirigencias, en el 2018, siendo Andrés Manuel López Obrador Dirigente del PRD, organizó un proceso interno para renovar la dirigencia de del PRD, compitieron  Amalia García Medina, Ex Gobernadora de Zacatecas, se disputó la dirigencia nacional del PRD, con Jesús Ortega Martínez, fue tal el cochinero que vino un interino, Pablo Gómez, a ser el dirigente porque se anuló el proceso por el montón de irregularidades, no pudieron ponerse de acuerdo, además de que no pudieron contar bien los votos, se acusaron de los mismo que se acusan ahora los Morenos, urnas embazadas, de mapaches, acarreo, compra de votos, violencia, robo de urnas, de eso sabe –López Obrador– entonces tiene conocimiento de todo esto el mandatario federal.

En el 2008, se vuelve a repetir la historia en el PRD, pero ahora Alejandro Encinas con Jesús Ortega, de nuevo se metieron en un proceso de impugnación, primero sale que gana Encinas, se anula y meses después el TRIFE le da el gane a Ortega Martínez; hubo urnas quemadas, golpes, y un sinfín de denuncias en dicho tribunal electoral, si ese tribunal que los Morenos quieren desaparecer, les ha enmendado las planas a los partidos políticos que han practicado los procesos internos, no tan solo para elegir a los dirigentes, también para los candidatos cargos de elección popular.

La democracia no ha construido un solo hombre en México, las instituciones con el IFE, ahora INE, el TRIFE y los institutos electorales en los estados, son testigos de que ellas forman parte de la democracia en este país.

Quien está fijando el método de selección de candidatos de Morena para elegir a quien lo va a relevar, en ese cargo, pues es el mismo –Presidente–quien está diciendo cómo será la forma, de elegir el candidato a la Presidencia de la Republica, él sabe que la encuesta es la mejor forma, a esa se tienen  que someter todos, incluido Ricardo Monreal Ávila, si se van a un proceso interno, la lección la tiene frente a sus ojos, por eso es que impulsa ese método, porque tiene experiencia en los internos y podría e incluso haber muertos si se van a un proceso interno para elegir al candidato a la grande, por su partido Morena. La experiencia que tiene el PRD y Morena, es clara; no saben sacar un proceso interno, sin que queden fracturados, así se fue acabando el PRD, con procesos internos amañados, los inconformes se salen le hacen un gran boquete y forman otros partidos, o bien engruesan las filas de esos partidos. Morena se ha alimentado más de militantes del PRD que del PRI, porque viene de la izquierda recalcitrante de los años pasados, y –López Obrador– los conoce muy bien, por eso sabe cómo controlarlos, por ello tenemos un Presidente que es mandatario del país, pero a la vez es dirigente de un partido político.

Por su parte el PAN, Ricardo Anaya Cortes, y Javier Corral, en el 2015 se disputaron la dirigencia nacional de Acción Nacional, no pasó a mayores acordaron dividirse los cargos del CEN de ese partido y asunto arreglado; para el año 2018, Acción Nacional realizó una elección interna para renovar la dirigencia nacional del partido. En aquel entonces Marko Cortés era el candidato ganador del proceso con el 79% de los votos, y Manuel Gómez Morín, también candidato para ocupar el puesto, llevaba la segunda con 21% de los votos, la elección se realizó en el 99% de las casillas instaladas en todas las sedes de ese partido en todo el país, igual llegaron a cuerdos y listo no pasó nada.

Vamos con el PRI, la más reciente es que en agosto sacó una convocatoria para elegir al dirigente 2019-2023, las fórmulas que participaron fueron Alejandro Moreno y Carolina Viggiano, Ivonne Ortega y José Encarnación Alfaro, así como Lorena Piñón y David Santos, por supuesto que este proceso estuvo señalado de los mismos actos deshonestos, urnas embarazadas, acarreo de votantes, compra de votos, coacción de voto, entre otros muchos más, esto dio cabida a que Ortega Pacheco, dejara el PRI.

Como se ve, en ninguno de esos tres que hemos mencionado en donde se han realizado procesos internos, existe una verdadera democracia interna, por lo tanto como partidos políticos no pueden presumir que sus procesos internos son democráticos, al contrario están plagados de irregularidades, pero con eso de la autonomía partidaria, los órganos electorales solo actúan hasta la etapa de impugnación.

No hay nada de que puedan presumir estos institutos políticos, no son ejemplo de transparencia, legalidad, imparcialidad, igualdad en sus procesos internos, por eso se quejan sus militantes, y en consecuencias por eso nacen otros partidos políticos, la clase política de nuestro país, es la tramposa de toda América Latina.

Somos ejemplo de democracia electoral constitucional a nivel mundial, pero no de forma interna en los partidos políticos.

Los partidos de oposición están en la lona, no están en los medios de comunicación porque no saben cómo atacar las acciones del gobierno, no es necesario desaparecerlos, solitos se están borrando del mapa electoral. Todos los espacios los ocupa el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y ellos saben que no tienen opción de debatir, con que les diga el mandatario que son los responsables de la pobreza en México, con eso basta para espantarlos. 

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