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SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Este jueves cerró la convocatoria para aspirantes a dirigir la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), y según el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Alfredo Sánchez Esquivel, se registraron 30 abogados, entre ellos Héctor Salvador Calleja, actual encargado de despacho de la Fiscalía, tras la renuncia de Jorge Zuriel de los Santos Barilla.

Esta semana fue que se dispararon los registros, hasta alcanzar las tres decenas. A partir de ahora, los diputados se centrarán en la revisión de perfiles para elegir a los 3 que se presentarán ante el Pleno, para la elección de quien será el nuevo fiscal.

Posiblemente la terna la elija la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, pero será de entre los que seleccione el Congreso. Digamos que de los 30 registrados se descarten 20, y entonces de los 10 restantes saldrá la terna dela que saldrá el nuevo fiscal titular.

El caso es que para diciembre se debe elegir al nuevo fiscal.

Recordar que el Congreso local tiene todavía el pendiente de nombrar también al nuevo auditor general del estado, pero seguramente eso lo dejarán para el año siguiente, pues se atravesó la renuncia de Jorge Zuriel.

Muchas opiniones se han vertido respecto a las características que debe tener el nuevo fiscal. Y lo decimos porque la mayoría de los que se registró fue a presumir sus logros académicos y laborales. Los hay con doctorados y maestrías en derecho penal. Los hay abogados litigantes o gente con experiencia en la procuración de justicia. Por ejemplo, se registró un coordinador antisecuestros comisionado a las dos costas y Acapulco, y eso ya es mucho decir, porque para resolver un secuestro no sólo se necesita conocer la ley, sino también tener el temple para lidiar con la familia de las víctimas, así como con los mismos secuestradores.

Lo cierto es que para fungir como fiscal de una entidad como Guerrero, no sólo se necesita preparación académica. No es un concurso de conocimientos tal cual. No es una pasarela de doctores, maestros licenciados en derecho.

Lo que los diputados deben analizar es, primero, que le nuevo fiscal tenga suficiente independencia del Poder Ejecutivo. De lo contrario, será un “fiscal carnal”, como lo fue el propio Jorge Zuriel de los Santos, que fue sacado de las oficinas del secretario general de Gobierno, siendo amigo de uno de los hijos del gobernador Héctor Astudillo.

Su antecesor, Xavier Olea Peláez, también fue un “fiscal carnal”. Fue nombrado contra todo pronóstico y su elección sostenida incluso con el voto vendido de los diputados perredistas, en lo que fue un escándalo de grandes proporciones que derivó en la renuncia de Sebastián de la Rosa como coordinador de la bancada amarilla.

Era obvio que Olea era un “fiscal carnal” y el propósito de su nombramiento llevaba como objetivo liberar al ex alcalde de Tlapa, Willy Reyes, de quien fue como abogado defensor. Una vez cumplido ese cometido, fue despedido para dar paso a Zuriel de los Santos, quien vino de menos a más, vendiéndose ante la opinión pública como un fiscal súper efectivo y poco dado a los reflectores….así hasta que el mes pasado le filtraron un video en el que aparece dialogando con un presunto jefe de la delincuencia organizada.

Al día siguiente hizo pública su renuncia, aunque le faltaban varios años para concluir su mandato al frente de la FGJE. La renuncia surtió efecto el 15 de noviembre; y mientras tanto el Congreso abrió la convocatoria para seleccionar al su sucesor.

De nada nos sirve a los guerrerenses un fiscal que traiga el sello del Poder Ejecutivo. Necesitamos un fiscal que ejerza su cargo con independencia y decisión. Que no esté al mande usted del Poder Ejecutivo. Que actúe sin línea, pues.

Pero no sólo eso. Es necesario que tenga la visión de reivindicar la función del Ministerio Público, que consiste fundamentalmente en defender a las víctimas de delitos, lo cual pasa, primeramente, por integrar de manera honesta las carpetas de investigación, que son la base de todo juicio. Si una carpeta está mal integrada, los jueces van a encontrar siempre deficiencias para liberar a los delincuentes, trastocando con ello todo principio de derecho.

Hay mucho más que un aspirante a fiscal debe presumir y garantizar, y que son asuntos más importantes que su currículum vitae. No sirve de nada que tengan cursos en el extranjero, si ignoran la realidad que priva en el estado, y si omiten la urgente necesidad de un cambio. 

Todos prometen “relanzar” a la Fiscalía. La pregunta es, ¿hay recursos para ello? ¿O sólo les va a alcanzar para asignarse jugosos sueldos y traer camionetas blindadas? 

¿Cómo van a resolver la triste situación de la Policía Investigadora Ministerial, que es cada vez más enana y opaca? 

Ojalá que los diputados sean lo suficientemente honestos y le den a Guerrero un fiscal completo, alguien que no llegue atado de manos y pies, al servicio del poder, sino del pueblo.

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