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SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Guerrero continuará 2 semanas más en semáforo verde, lo cual implica que para principios de diciembre nuestra entidad estará en su mejor momento para recibir a los visitantes por la temporada de Navidad 2021.

Este estatus lo tendremos hasta el 28 de noviembre, y sólo esperemos que el puente largo del 20 de noviembre (que se adelantó una semana, pues la celebración cae en sábado, días en que además estará lo fuerte del Buen Fin), no traiga consecuencias funestas y nos reporte incrementos graves de casos de Covid-19.

Es que en este fin de semana largo por las fiestas de la Revolución Mexicana registró una ocupación hotelera de 73 por ciento en promedio, la cifra más alta desde que se dispersó el Covid-19 en México.

Y claramente eso se sintió en los puertos, donde la gente tenía que esperar su turno para entrar a comer a los restaurantes, y donde las tiendas departamentales estaban a reventar.

Si todo esto se hizo sin el debido cuidado de parte de la población, que sigue dando muestras de que ya no le teme a la pandemia, podríamos tener un incremento de casos Covid, eso no se descarta pues lo cierto es que el coronavirus sigue entre nosotros, no se ha ido, y los cuidados y precauciones se deben de mantener.
La gente debe saber que todo depende de nosotros, no del gobierno. La prevención la hacemos nosotros.

Y también debemos entender que la entidad está ante una severa crisis económica, y eso se resiente aún más en el sector salud, donde la gente tiene que comprar hasta la anestesia para las operaciones, si es que tiene la suerte de encontrar un quirófano operando.

De verdad, qué lamentable situación la que heredó el actual gobierno y será hasta el siguiente año que se tengan recursos frescos. De modo que si se desatara un repunte de Covid-19, sepan que toparemos con una muy cruda realidad.

Entre tanto, podemos decir que tras la desastrosa tercera oleada que vivimos entre julio, agosto y septiembre, Guerrero descansa de la pandemia. En las últimas 24 horas se registraron sólo seis casos nuevos para sumar 217 casos activos, de los cuales Acapulco presenta 55, Iguala 30, Taxco 30 y Chilpancingo 23.

En cuanto a defunciones, en estas dos semanas de noviembre suman 26 casos, y se tienen 48 pacientes hospitalizados.

Como consecuencia, las playas y aforos de personas a hoteles, restaurantes y bares se mantienen, y por ahora el sector turístico se muestra optimista, porque es muy probable que la Navidad pueda ser disfrutada de nuevo en Guerrero, tras dos años de restricciones.

Sólo con el fantasma de la violencia parece que se resiste y comenzó de nuevo a azotar no sólo a Acapulco, sino también a la Costa Chica, sobre todo San Marcos, Cruz Grande y Copala, así como a municipios de la Costa Grande cercanos al puerto.

Eso para nadie es un secreto y el gobierno tendrá que hacer su parte si quiere rescatar la Navidad, que se nos puede cebar si la criminalidad aumenta.

La gobernadora Evelyn Salgado Pineda, recordemos, anunció el reforzamiento de la seguridad para Acapulco y Chilpancingo con la llegada de más elementos de la Marina, pero eso no ha sido obstáculo para que los grupos delincuenciales asesten golpes a sus adversarios, sin dar tregua.

El pasado fin de semana, por cierto, fue extremadamente violento. Hubo tres quemados en San Marcos, un descuartizado en Copala, así como vehículos incendiados también en San Marcos, además de ejecuciones en Acapulco y Chilpancingo, entre estos una mujer adulta mayor, empleada administrativa de la Secretaría de Seguridad Pública, quien fue asesinada en su propio hogar.

Aunque ya estemos acostumbrados a estas noticias, de todos modos son de alto impacto. Ahora imaginemos lo que ocurre entre los extranjeros que posiblemente ya tengan sus reservaciones hechas.

Sería muy prudente que la gobernadora revise su plan de seguridad, porque además hay quejas en el sentido de que el nuevo titular del ramo despacha desde la Base Naval, y quien realmente manda es el subsecretario.

Los comandantes y jefes de grupo de la Policía Estatal ya están resintiendo el cambio y señalan que hay una grave escasez de combustible. No tarda y también les darán cartuchos contados.

Todo esto ocurre mientras las bandas delincuenciales andan armadas hasta los dientes.

Señores, si quieren salvar la Navidad, no sólo importa el Covid. La seguridad es algo ineludible.

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