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SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El panismo nacional acaba de darse un tiro en el pie. Su líder, Marko Cortés, confesó que para las elecciones estatales de 2021 tienen muy pobres posibilidades de triunfo, salvo quizás en Aguascalientes, según testimonio del gobernador de esa entidad, Martín Orozco Sandoval, 

Además, también anticipó la derrota de su partido y de la “Alianza Va por México” para las elecciones presidenciales del 2024, ante Morena.

Y aunque ayer Marko Cortés dijo que el gobernador Orozco Sandoval miente, y que le está haciendo el juego al presidente Andrés Manuel López Obrador, el mandatario se mantuvo en su dicho y no se retractó. Al contrario, lamentó que el PAN tenga a semejante mediocre como líder.

Pero más allá de este pleito de comadres, lo que revela la confesión de Marko Cortés es el desaliento que hay entre la oposición del país, pues en 2018 no sólo perdieron la presidencia, sino que ese año marcó el inicio de una debacle sin fin que se ratificó en este 2021.

Por más que intentaron frenar el avance de Morena, las elecciones estatales de este año fueron catastróficas para los aliados del PRI, PAN y PRD, aunque mejoraron las expectativas del MC y del Verde,  partidos que consiguieron cada uno las gubernaturas de Nuevo León y San Luis Potosí, los cuales fueron las sorpresas de la campaña, pues realmente no estaban contemplados como triunfadores y más bien fueron errores de los candidatos morenistas los que catapultaron a Samuel García en el estado neoleonés, y a Ricardo El Pollo Gallardo en el potosí.

Volviendo al tema, en 2022 habrá elecciones para gobernador en Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Oaxaca. En todas esas entidades, el enemigo a vencer es el partido lópezobradorista, donde por cierto las pugnas están al mil y es natural porque es el partido con tendencia ganadora. Hoy por hoy, es el partido guinda el árbol que tiene frutos y, por lo tanto, se ha convertido en una especie de árbol del bien y del mal, el árbol de la tentación aún para quienes pululan en la derecha y en la izquierda prostituida.

La claridad de Marko Cortés es buena. No hay delito en ello. Es de sabios reconocer cuando no se tienen posibilidades de triunfo. Pero, en su papel de dirigente del partido es fatal su sinceridad. Se le olvidó que nadie vende pan frío, y que los pocos que aún quedan en el partido lo que menos quieren escuchar es de una derrota anticipada.

Por lo menos les hubiera dorado la píldora y les hubiera echado mentirillas piadosas, por lo menos de cara al 2024, donde ya anunció que sus gallos y gallinas son Diego Sinhue, de Guanajuato; Mauricio Vila, de Yucatán, y Maru Campos, de Chihuahua. 

Pero hasta este juego echó a perder el tal Marko (con K), porque aceptó que optaron por estas fichas “para ver qué se puede rescatar”. O sea, nada.

Lo que demostró la confesión del gobernador de Aguascalientes es que ya están hartos de que Marko Cortés viva haciéndose “pedazo”, viviendo de su pleito estéril contra el inquilino de Palacio Nacional, en lugar de trabajar por el rescate del partido, lo cual pasa por dejar de seguirle el juego al artífice de la alianza “Va Por México”, el empresario Claudio X González, quien definitivamente trae una agenda auspiciada desde el exterior, como siempre ocurre cuando algún gobierno deja de ser lacayo de los capitales extranjeros.

Traigo todo esto a colación, amable lector para reiterar que la alianza de Claudio X González va a estallar hacia el interior de los propios partidos que la integran, no sólo porque es una agenda política que únicamente está utilizando a los institutos políticos nacionales (que financiamos con nuestros impuestos todos los mexicanos) para que sobreviva un puñado de empresarios corruptos, sino también porque la gente no puede ser engañada por siempre, ya comenzaron a darse cuenta del juego perverso y no están dispuestos a consentir más engaños de parte de sus supuestos líderes nacionales, tal cual ocurre en el PRD con Jesús Ortega, y en el PRI, con Alejandro Moreno.

En Guerrero tenemos 2 voces opositoras: la de Evodio Velázquez Aguirre, quien ha estado convocando a un frente nacional por el rescate del PRD. Y la de Eloy Salmerón Díaz, líder del PAN recientemente reelecto, quien se negó a caer en el engaño de la alianza con el PRI y con el PRD. Y aunque en la recta final de la campaña para gobernador la candidata traicionó a su partido haciendo una alianza de facto con el candidato aliancista, Mario Moreno Arcos, no lograron su cometido ni uno ni otro.

Todo al final es un tema de inmoralidad política, y aunque los líderes nacionales aliancistas no se hayan dado cuenta aún, tienen sus días contados. Si el pronóstico de Marko Cortés se confirma en 2022, pasando por las estatales de 2023, será muy difícil que la gente les siga el juego hasta 2024. Y menos si los candidatos que están preparando son de baja monta o están salpicados de corrupción.

“¿Cuál es la esperanza que (Marko) le brinda a la militancia en un 22 y 24? Que me lo dijo y lo sostengo ante cualquier órgano del partido, que también está difícil. Hay muchos panistas que no vemos resultados y no vemos una visión clara del partido. Entonces ¿Qué está haciendo ahí?”, sentenció el gobernador de Aguascalientes. 

Y esto apenas comienza, amable lector. Faltan 3 años para verlos caer en sus mentiras.

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