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SERAPIO

Jorge Luis Reyes López

Pregunté al abuelo qué sabía de la fundación de la escuela secundaria Eva Sámano de López Mateos, la primera de ese nivel académico creada en Zihuatanejo. Con el entrecejo fruncido me invitó a sentarme. Empezó diciendo que muchos partos son dolorosos. Era un fin de semana del mes de noviembre de 1961, que pasaría a ser de trágicos recuerdos para los guerrerenses, y de un enorme dolor para los habitantes del poblados de Nuxco, municipio de Tecpan de Galeana, el viernes 10 el cielo se veía encapotado, preludio de una gran desgracia, el huracán Tara convirtió la aparente paz pueblerina en un infierno. La catástrofe obligó al presidente de la república Adolfo López Mateos a brindar ayuda urgente.

Días después su esposa Eva Sámano Bishop, visitó la zona del desastre y pernoctó en Zihuatanejo. Cuatro circunstancias se conjugaron para parir a la citada escuela: La tragedia de Nuxco. La visita del presidente de la república; el origen guerrerense de doña Eva Sámano que nació en un pueblito situado a más de mil seiscientos metros sobre el nivel del mar, llamado San Nicolás del Oro, municipio de San Miguel Totolapan, y la generación de alumnos del ciclo escolar 1960-1961 de la escuela primaria Vicente Guerrero que aprovecharon para solicitar la intervención de la señora Eva Sámano Bishop ante la Secretaría de Educación Pública, para que autorizara la creación de la secundaria. La petición fue hecha en forma solemne por los alumnos de sexto grado coordinados por el director de la primaria Raúl Mora González. La voz de los alumnos fue expresada a través de Nicolás Rodríguez Luviano. Lejano se veía el 1963, año oficial en que nació la secundaria. 

Interrumpo al abuelo para preguntar ¿Qué sucedió entre la petición hecha a Doña Eva Sámano y el inicio oficial de clases?, Prácticamente dos años. Hacia allá voy, respondió. Esa generación de alumnos de la primaria fueron los pioneros de la actual secundaria. En las instalaciones de la escuela primaria tomaban clases por las tardes. Algunos días las clases se suspendían para ir a trabajar a la parcela escolar donada por el Ejido de Zihuatanejo, para que ahí se construyera la escuela. Tarecuas, machetes y azadones eran utilizados por los alumnos en su tarea de limpieza. El 9 de septiembre de 1962 se constituye el patronato pro secundaria, reuniéndose en los corredores del palacio federal. Ahí eligen a Salvador Espino como presidente; a Juan Ayvar Romero como secretario y a Sofía C. de Chávez como la tesorera.

El primer vocal fue Baltazar Castro Villalpando y el segundo vocal Alfonso Palacios Velarde. Ahí mismo la asamblea acuerda ponerle el nombre a la escuela y este es el de Profesora Eva Sámano de López Mateos, inmediatamente la asamblea nombra como encargado de la dirección al profesor Eustolio Encarnación Vélez. Ocho días después, el diecisiete de septiembre a las dos de la tarde con cinco minutos se da la autorización para iniciar las clases. Maestros, Padres de familia y alumnos pusieron toda la carne en el asador. La secretaria de educación pública no había respondido a la petición hecha a la maestra Eva Sámano.

Era una aventura sembrada de riesgos: Los alumnos perderían un año lectivo y los maestros no tendrían remuneración económica si las autoridades educativas no reconocían los esfuerzos conjuntos de todos los involucrados en ese año de mil novecientos sesenta y dos. Cincuenta y seis alumnos y once profesores apostándole al futuro. No solo al futuro de ellos. Su apuesta era para todas las generaciones siguientes. Habían decidido invertir tiempo y esfuerzo, conscientes de que podían sufrir un descalabro, pero decididos a continuar hasta lograr el éxito. Angel Tellechea Pineda Impartió la primera clase. La materia fue llamada talleres, “… Que al dar sus primeras órdenes y explicaciones quedaron desde luego inaugurados los trabajos de la secundaria de este puerto y desde este día y hora, se seguirán impartiendo treinta y tres horas a la semana…” así reza el acta levantada por docentes, autoridades municipales y miembros de la comunidad.

Esa plantilla magisterial junto con los cincuenta y seis alumnos fueron los fundadores sembradores de un brillante futuro del que goza en la actualidad la institución educativa. Abuelo ¿recuerda algunos nombres de maestros y alumnos? Algunos, si. Pero ten presente que aquí se unieron más esfuerzos, más personas. De los profesores recuerdo a Eduardo Icaza Jiménez que daba la clase de español; Eustolio Encarnación Vélez, Matemáticas; Francisco Ortíz Castillo, Biología; Felipe Valle, lengua extranjera y dibujo;  Daniel Bravo Avila, geografía; J. Guadalupe García Ayala, Historia; Antonio Valencia Hernández, educación cívica; Rubén Ambario Reséndiz, Educación musical; Ema Castro Bracamontes, Corte y Confección; Angel Tellechea Pineda, Talleres, y Lázaro Ramírez Cervantes Educación Física.

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