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EL REZAGO DEL NOMBRAMIENTO DE LA PERSONA TITULAR DE LA AUDITORÍA SUPERIOR DEL ESTADO DE GUERRERO

“FALTA DE OFICIO POLÍTICO DEL PRESIDENTE DE LA JUCOPO”

César Antonio Aguirre Noyola

El Congreso del Estado Libre y Soberano de Guerrero, desde la Legislatura pasada viene arrastrando, entre otros nombramientos, el de la persona titular de la Auditoría Superior del Estado. El presidente de la Junta de Coordinación Política del Poder Legislativo del Estado es el morenista Alfredo Sánchez Esquivel —quien llega a la curul a través de la reelección inmediata presentando de un dudoso y polémico documento de auto adscripción a un grupo indígena de Región de la Costa Chica, situación que generó que le asignaran el seudónimo de “El Indio Blanco”. En la legislatura era también diputado del Movimiento de Regeneración Nacional y, a la sazón, presidente de la misma Junta de Coordinación Política de ese cuerpo deliberativo colegiado estatal.

Para que se den una idea del jaloneo, zancadillas, empujones, manitas de puerco y escupitajos entre los diputados y las diputadas del MORENA en la Cámara de Diputados local, periodo 2018-2021, Alfredo Sánchez Esquivel fue elegido coordinador de la fracción del MORENA, siendo el número cuatro en esa representación: el primero fue Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, el segundo Antonio Helguera Jiménez y el tercero fue J. Jesús Villanueva Vega.

Alfredo Sánchez Esquivel ha demostrado incompetencia y desinterés en un asunto tan importante como lo es la titularidad de la persona titular de la Auditoría Superior del Estado. Pero, ¿por qué es tan relevante el auditor o la auditora para los partidos políticos representados al seno del Congreso del Estado?, la respuesta la encontramos en que esta persona es la que revisa todas las comprobaciones que lo Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, organismos autónomos, órganos descentralizados y todo ente público, presentan sobre el destino y aplicación de los recursos económicos públicos que reciben. En otras palabras, es la persona fiscalizadora de todos los dineros provenientes del erario.

Cabe precisar que la persona que sea designada en esta responsabilidad, no sólo tiene que someterse y librar las etapas de un proceso derivado de una convocatoria abierta, ser aprobada por las dos terceras partes de los legisladores y legisladoras presentes en sesión, sino que debe ser producto de un consenso, de una negociación, de un acuerdo, pues todos los actores políticos buscan que sus representantes populares, servidores públicos de designación directa y toda aquella persona que administre los recursos provenientes de los fondos públicos no sean observados, mucho menos sancionados. Es una especie de “amor con amor se paga”, traducido al castellano “te voy a apoyar pero, cuando ocupe de ti, tú me apoyas”, es decir, tiene que haber valores entendidos.

Desde la Legislatura anterior, se había emitido una convocatoria para el tema que nos ocupa, se registraron varias personas, Alfredo Sánchez Esquivel escondió los expedientes de los y las aspirantes, hace unos días quiso aprovechar la madrugada y el cansancio de sus pares para imponer a una persona aparentando que presentaba una terna, pero le dieron para atrás. Ahora habla de borrón y cuenta nueva, o sea, desconocer o desechar a la basura todo el proceso anterior y lanzar una nueva convocatoria.

Mientras eso ocurre, el Congreso del Estado se está exhibiendo, sobre todo por el historial de ciertos personajes que integran la presente Legislatura que indica que ya estuvieron al frente de la presidencia de esa soberanía popular: Héctor Apreza Patrón, Bernardo Ortega Jiménez, Carlos Reyes Torres y el propio Alfredo Sánchez Esquivel.

Para confirmar la falta de oficio político de Alfredo Sánchez Esquivel al frente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, basta con recordar que fue incapaz de tejer fino con sus pares y sacar la designación de la fiscal General del Justicia del Estado, puesto que el plazo legal se venció y ninguna persona integrante de la terna obtuvo las dos terceras partes de los votos de los diputados y diputadas presentes en sesión, situación que delegó tal facultad a la gobernadora de Estado.

Ojalá y alguien pudiera avisarle al diputado morenista la importancia que tiene la designación del auditor o de la auditora Superior del Estado, puesto que si hay un renglón pendiente en la administración de los recursos públicos, es precisamente el que tiene relación directa con la rendición de cuentas, con la transparencia y con el informe pormenorizado de su destino y aplicación.

Sabia virtud de conocer el tiempo.

César Antonio Aguirre Noyola

Investigador en materias política y electoral.

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