SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Ya hay fecha para el regreso a clases. El 10 de octubre, si las autoridades no indican lo contrario, todos los planteles deberán retornar a clases presenciales, de acuerdo a lo que ayer anunció el gobernador Héctor Astudillo Flores.

Previamente, para el día 4, Guerrero ascenderá al semáforo verde, dado que han bajado drásticamente los casos de contagios y hospitalizaciones por Covid-19, lo cual hace apta a la entidad para autorizar el regreso a clases presenciales.

Sin embargo, ojo, amble lector. Ene este momento, en Tierra Caliente hay por lo menos 3 planteles cerrados por brotes del coronavirus. Y sin ánimo de alarmar, lo informo para que estén conscientes de que no porque se nos diga que estamos en semáforo verde, el peligro de contraer la enfermedad está anulado.

No es así. Lo que indica el semáforo es el nivel de riesgo de ser contagiados. Rojo es máximo riego; naranja, riesgo alto. Amarillo, riesgo medio y verde, riesgo bajo. Por lo tanto, aunque estaremos en riesgo bajo, y seguramente escucharemos de pocos casos de la enfermedad, eso no significa que no vaya a estar el virus rondando entre nosotros, pues una cosa es que no estemos ante una oleada de la pandemia, y otra que ya se haya retirado.

De hecho, los epidemiólogos han aventurado la idea de que el Covid-19 llegó para quedarse entre nosotros, como en su momento sucedió con el dengue, que irrumpió sobre todo en los países tropicales y sigue causando muchos problemas año con año, sobre todo en época de lluvias.

Así también sucedió con la influenza, que aunque no llegó a los niveles del Covid-19, sí alcanzó niveles de pandemia. Hoy por hoy, está entre nosotros y sus síntomas, por cierto, son muy similares a los del Covid.

Las familias tendrán que extremar precauciones con el retorno de sus hijos a clases. ¿Por qué? Porque aunque se nos diga que en las escuelas hay más cuidado que cuando llevamos a nuestros hijos al súpermercado, no es lo mismo tener contacto esporádicamente con alguien, a una convivencia de 6 horas como mínimo no con una persona, sino con decenas de ellas, tanto en las aulas como en los patios de recreo.

De verdad que el tema no es tan simple. Y aunque tampoco es tan complejo como para no entenderlo, todo se reduce a una verdad: El Covid-19 sigue entre nosotros, y estamos obligados a tomar precauciones.

Ahora hay una nueva variedad en México, la “Ñú”, y aunque los epidemiólogos no han dicho si tiene suficiente virulencia para causar una cuarta oleada, tampoco se descarta.

En nuestro caso, recordemos que Guerrero es una entidad muy visitad por turistas. Que aunque no hemos alcanzados los niveles de antes de la pandemia, siguen visitando nuestras playas vecinos de otras entidades y países, y eso nos hace más vulnerables.

Si nos fijamos, la pandemia descendió drásticamente en cuanto los turistas dejaron de llegar y volvieron a sus ciudades. Por lo tanto, ya en octubre se reanudan clases.

En cuanto al turismo, las autoridades consideran que estaremos en condiciones de reactivar la economía, pero también eso es un espejismo, porque la etapa fuerte ya pasó, estamos en los meses bajos y será hasta diciembre cuando tengamos un respiro en materia económica.

La verdad, los guerrerenses ya no sabemos que elegir, si pedir que la economía se reactive, lo cual implica la apertura de todo el proceso turístico, o simplemente quedarnos como estamos. Finalmente, en esta tercera oleada fueron tan altos los contagios, que los únicos que ganaron fueron los revendedores de oxígeno y obviamente los médicos, porque tuvieron muchas consultas que atender.

En cuanto al sector turístico, les salió lo dado por lo servido. Lo que ganaron con la llegada de visitantes, muy seguramente lo perdieron pagando medicinas, oxígeno, hospitalizaciones. O, en el peor de los casos, hayan resentido alguna muerte entre ellos, empleados o familiares.

Me resta decirles algo que decía mi padre. Que si te dan a escoger entre el dinero y la vida, elijas la vida. De hecho, es un mandamiento bíblico. Cada quien tiene la responsabilidad de cuidar su vida, porque es su máximo derecho. Ante la muerte, no hay reparación posible, porque la vida no tiene precio.

Cuidémonos, no bajemos la guardia, que la pandemia no vuelva a tomarnos con la guardia baja.

La Celac y AMLO: ¿Hacía dónde?

Carlos Pérez Ricart

“Nunca se eleva más alto un hombre que cuando ignora hacia dónde va” dicen que dijo Oliver Cromwell, aquel personaje que supo elevarse con las mejores intenciones y que, hasta el día de su muerte, nunca supo muy bien hacia dónde iba.

El pasado 24 de julio, desde el Castillo de Chapultepec, se elevó el presidente de México durante el discurso que ofreció a representantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en el marco del aniversario del natalicio de Simón Bolívar. Aquel día, López Obrador señaló, sobre todo, tres cosas. La primera, que era momento “de hacer a un lado la disyuntiva de integrarnos a Estados Unidos o de oponernos en forma defensiva”. La segunda, que para lograrlo había que dialogar con “los gobernantes estadounidenses y convencerlos y persuadirlos de que una nueva relación entre los países de América es posible”. La tercera, que, en el espíritu de esa nueva relación, “no debe descartarse la sustitución de la Organización de los Estados Americanos (OEA) por un organismo verdaderamente autónomo…”. La prensa subrayó —quizás con razón— la mención a la OEA, pero pasó por alto la encrucijada que delineaba López Obrador en el que ha sido uno de los mejores discursos de su presidencia.

El pasado sábado López Obrador volvió a elevarse. Esta vez lo hizo en Palacio Nacional durante el discurso inaugural de la IV Cumbre de la Celac. En esta ocasión, frente a otros lideres de la región, el mandatario mexicano se refirió a esta Comunidad como el “principal instrumento” para “alcanzar el ideal de una integración económica con Estados Unidos y Canadá. Es decir, construir en el continente americano algo parecido a lo que fue la comunidad económica que dio origen a la actual unión europea”. El presidente se eleva con sus palabras, pero ¿sabe hacia dónde va?

Ambos discursos se dan en el marco de la discusión general sobre el papel que debe jugar América Latina en el contexto de la disputa hegemónica que mantienen Estados Unidos y China. El presidente López Obrador se elevó al entender el reto geopolítico que supone (y supondrá) para la región esta lucha; sin embargo, al apostar por el encumbramiento de la Celac como mecanismo para atender la disyuntiva corre —como Cromwell— el riesgo de perderse.

Quizás valga la pena comenzar por el principio. La Celac fue creada en 2010 con la intención de avanzar hacia procesos de integración regional entre países latinoamericanos y caribeños. En 2011 asistieron, a su primera cumbre (y se sentaron milagrosamente en una misma mesa) Felipe Calderón, Juan Manuel Santos, Hugo Chávez, Evo Morales y Cristina Kirchner. Ay namás.

Los primeros cinco años de la Celac fueron de apogeo. La presidencia pro tempore de la misma se distribuyó de forma más o menos equitativa entre gobiernos de diferente signo ideológico y se logró que fuera el consenso —y no el disenso— el motor de su existencia. Esto terminó en 2015. Las crisis políticas en Venezuela y Colombia, la inefable intervención de la OEA en la elección en Bolivia de 2019 y el ascenso de Jair Bolsonaro en Brasil rompieron el débil espíritu de concordia en el que descansaba la Celac. Poco a poco el organismo se fue volviendo irrelevante y un espacio de conflicto. A su cumbre de 2017 en República Dominicana apenas asistieron un puñado de jefes de gobierno y en los últimos años ni siquiera se logró concertar un encuentro entre jefes de estado de la región.

La Celac de hoy nada tiene que ver con la que imaginaron sus líderes hace una década. Es víctima de la polarización regional y está, para bien o para mal, inserta en un clivaje ideológico del que no puede escapar. Hoy por hoy, el apoyo o rechazo de cada país hacia la Celac depende en gran medida del signo ideológico del presidente en turno. Asombra —por decir lo menos— que en su mayor momento de debilidad estructural haya quien piense que la Celac puede sustituir a la OEA.

Hoy celebramos que México, Perú y Argentina se apunten como los principales promotores de la Celac. Olvidamos, sin embargo, que solo ocupan el lugar abandonado por Brasil, Uruguay y Chile, ayer alineados a la izquierda y hoy ordenados en el núcleo conservador. Así, por ejemplo, el sábado escuchamos, en un triste espectáculo, al presidente de Uruguay desdecir todo lo que sus dos últimos predecesores del Frente Amplio repitieron como verdadero durante tres lustros. Los presidentes de Colombia y Chile —cuarta y quinta economía en importancia en la región— no solo no viajaron a México, sino que enviaron como delegados, el primero, a una ministra de transportes que apenas abrió la boca y el segundo a un subsecretario de bajo perfil. Al hacerlo, Iván Duque y Sebastián Piñera dejaron ver lo mucho que les tiene sin cuidado lo que pase en la Celac. Brasil, por su parte, el país más grande de América, otrora gobernado por dos entusiastas promotores de la integración regional, dejó de ser miembro de la Celac desde hace dos años. Vaya, no hubo necesidad que Palacio Nacional gastara en interprete traductor del portugués.   ¿Puede haber integración regional sin Brasil a bordo? La pregunta duele precisamente por la crudeza de su respuesta.

La Celac de hoy solo puede ofrecer inestabilidad, sectarismo y división. Es presa de la extrema politización de la región y apenas deja espacios para la cooperación pragmática con los Estados Unidos —dinámica tan odiada como necesaria para nuestro país. Lo anterior no implica, por supuesto, romper una lanza en favor de la OEA: tampoco lo hace, por cierto, Luis Almagro quien no hace sino debilitar a la organización que preside cada vez que toca un micrófono. Por lo demás, no es un secreto que la OEA, al ser sobreviviente de la guerra fría, está estructuralmente impedida para hacer frente a los retos geopolíticos que impone la disputa comercial y política entre Beijing y Washington.

El presidente de México se eleva y tiene razón al considerar que la OEA no ofrece respuestas adecuadas a la delicada tarea que supone construir una posición equidistante entre el acoplamiento comercial con Washington y la integración económica y política con el resto del subcontinente. Al mismo tiempo, sin embargo, al elegir a la Celac para salir de la encrucijada esbozada en sus discursos del Castillo de Chapultepec y Palacio Nacional, López Obrador parece haberse equivocado de vehículo: esperemos que sepa a dónde ir.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso local presentó ayer su agenda legislativa para los próximos tres años en que estará vigente la 63 Legislatura, que será presidida por el diputado ayutlense Alfredo Sánchez Esquivel.

La agenda incluye tres temas pendientes, dos de ellos altamente polémicos, pero a los que el Congreso local se tendrá que adaptar, pues por lo menos en el caso del aborto la tendencia nacional es a la aceptación, una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió hace tres semanas que cualquier legislación que penalice el aborto es inconstitucional, tomando el ejemplo del estado de Coahuila.

Además, con base en una controversia constitucional contra el estado de Sinaloa, se decretó ilegal prohibir el aborto. Es decir, algo así como prohibido prohibir la interrupción legal del embarazo.

Además, ayer, los magistrados “tumbaron” el derecho que tienen los médicos de negarse a praticar un aborto, derecho llamado objeción de conciencia, que se había consagrado en las reformas recientes.

Y es que si bien el derecho de objeción de conciencia fue aceptado como un derecho constitucional, quedó acotado a lo individual, no así a la obligación del Estado para garantizar que toda mujer que desee practicarse un aborto, lo haga en las condiciones sanitarias óptimas y bajo tutela oficial.

Esto significa, por lo menos, que los empleados del Sector Salud, en cualquiera de sus instituciones, no podrán negarse a practicar un aborto.

Con todo esto avanzado en la esfera federal, al Congreso de Guerrero le corresponderá únicamente adaptar el Código Penal local, y aunque ayer los diputados señalaron que definirán en qué grado despenalizan el aborto, la verdad es que ya hay muy poco que hacer.

En cuanto al matrimonio igualitario, que se refiere al matrimonio entre personas del mismo sexo, es un tema pendiente no de ésta, sino de anteriores legislaturas.

Por ejemplo, en la pasada Legislatura fue el diputado Moisés Reyes Sandoval el que abanderaba esa causa, como promesa a la comunidad LGBT, pero no pudo hacerlo avanzar en la agenda.

Al final, los miembros de esta comunidad protestaron en la sede del Congreso para denunciar que no fueron escuchados.

Pues bueno, parece ser que Guerrero levantará en esta Legislatura que comienza el paliacate verde por el aborto legal, así como la bandera del arcoiris, por los que piden se les respete su derecho a contraer matrimonio.

A nvel nacional, cabe decir, esta agenda está harto avanzada, pues ya son varios estados los que han legalizado el aborto y también el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Claro, habrá voces en contra y a favor. Veremos incluso marchas de personas que se oponen a que se pierda la esencia del matrimonio, que es el núcleo de una familia, y la cual hasta ahora se reconoce solamente entre un hombre y una mujer. 

Por supuesto, también escucharemos voces contrarias al aborto legal, que no sea en los casos en que ya reconoce la ley, como a causa de enfermedad o cuando el bebé sea producto de una violación, pues no se le podría exigir a una mujer violentada sexualmente que acepte el producto de ese delito.

Sin embargo, como ya lo expusimos líneas arriba, en el caso de la legalización del aborto hay muy poco que se pueda hacer en lo local para evitarlo, pues seguramente no tarda y los diputados recibirán la orden de parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, o de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, para que adapten simplemente el Código Penal a la jurisprudencia que ya están estableciendo.

Y es que por regla general, cuando un asunto es resuelto por unanimidad (10 votos de 10), en automático lo que se resuelva es de observancia nacional, salvando los debidos procedimientos de cada entidad, respetando la soberanía de los estados.

La transparencia, dijeron, es otro asunto pendiente y eso pasa por el nombramiento del nuevo auditor general del estado, asunto que quedó bajo reserva de la Legislatura pasada, y el nombramiento de los coordinadores de los organismos que tienen que ver con transparencia e información.

Valdría la pena, si es que la intención es llevar al estado a otro nivel en materia de transparencia, que se revisen las entrañas de la Auditoría Superior del Estado, pues no basta con nombrar a un titular, sino también revisar la actuación de los auditores que son los que se entienden con los gobiernos y funcionarios de todos los niveles.

Mientras esto no se haga, sucederá lo que pasa en la Fiscalía General de Justicia del Estado, donde se nombra al fiscal pero se deja intacto todo el organigrama, sin reforzar tampoco los programas de transparencia.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Tremendo escándalo causó la muerte de un profesor de artes marciales y su esposa, en el libramiento a Tixtla, el pasado viernes, cuando el bochito en el que viajaban fue embestido por un autobús que transportaba a estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa.

Desde ese momento se desató la exigencia generalizada entre la población de un obligatorio alto a las manifestaciones de los “ayotzinapos”, como les llaman, quienes ese día se manifestaron en Chilpancingo por los escasos resultados del caso de la desaparición de 43 estudiantes, cuya apertura y solución prometió el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Parece que se agota la tolerancia que la sociedad había estado teniendo con los normalistas, quienes desde el 27 de septiembre de 2014, al darse a conocer los hechos de Iguala, comenzaron a manifestarse bloqueando sobre todo la autopista del sol, secuestrando autobuses, tomando casetas de peaje para cobrar el cruce de los vehículos, etcétera.

Casi 7 años después, los normalistas siguen en sus reclamos y recurriendo a las mismas prácticas que llevaron a sus compañeros a la muerte, en aquella noche de 26 de septiembre de 2014, lamentablemente.

Y, paradógicamente, partiendo de testimonios de que los muchachos fueron calcinados, esta vez se acusa a un grupo de ellos de haber provocado la muerte de un profesor de artes marciales y su mujer, también quemados.

Con base a información policiaca, Jacinto y Raquel viajaban el viernes pasado en un coche Volkswagen Sedan color gris, con dirección a Chilpancingo, sobre el nuevo libramiento, cuando a la altura del kilómetro 10, el autobús en el que iban los estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos, cuando se dirigían a Tixtla, invadió el carril contrario e impactó de frente al bochito.

Tras el severo choque, el autobús arrastró más de cien metros al Sedan, provocando un incendio que envolvió a las dos unidades, pero sobre todo al coche compacto.

Los cuerpos de Jacinto y Raquel se calcinaron en el Sedan, mientras que los estudiantes abandonaron el autobús y estuvieron observando a prudente distancia.

Fotos tomadas por otros automovilistas los muestran replegados, cuando el incendio apenas comenzaba, y consideran que pudieron ayudar al profesor Jacinto y a su esposa.

Por lo tanto, de lo que se les acusa no es del accidente propiamente, sino de no haber ayudado a las víctimas,sino que solamente se apresuraron a bajar del autobús para resguardarse ellos.

La ira de la sociedad se desató y ayer le echaron chapopote al “antimonumento” que se alzó en Chilpancingo en memoria de los 43 desaparecidos hace 7 años. Además, exigieron que se acoten de una vez por todas las manifestaciones que cotidianamente están realizando los estudiantes, quienes toman camiones de empresas privadas para desplazarse.

En respuesta, los estudiantes pidieron se investigue el accidente. Exigieron que no se les criminalice por ello, y aclararon que por acuerdo con las empresas dueñas de los camiones en los que se transportan, son los choferes de las propias empresas los que conducen los vehículos.

Con esto, Ayotzinapa le echa la carga a la empresa cuyo camión fue secuestrado para que se manifestaran en Chilpancingo, pues la técnica es tomar el camión, bajar a la gente, y obligar al chofer a llevarlos a su destino.

Pero, insistimos, no se les está acusando del accidente, sino de haberse resguardado ellos, siendo jóvenes, y haber dejado quemar a la pareja en el bochito.

Al principio se pensaba que la mujer era un niño, porque quedó bajo los pies del hombre, dicen que posiblemente tratando de sacarlo, porque quedó prensado.

Parecería una exageración de parte de la sociedad civil, sobre todo de la capital del estado, que es la que siempre ha sido rehén de todo tipo de manifestaciones, pero no lo es cuando hay vidas de por medio.

No pueden, los estudiantes de Ayotzinapa, alegar que se les haga justicia, si su lucha está sembrada de injusticias.

Hasta ahora, lo que se les echaba en cara era la manera violenta de manifestarse, encapuchados, y destruyendo bienes muebles e inmuebles, pero lo de menos son las pérdidas materiales. En esta ocasión se trata de dos personas, un hombre y una mujer, que además eran gente útil a la sociedad, honorables, quienes perdieron la vida de la pero manera: quemados.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Fiel a su promesa de que encabezará un gobierno para todos los guerrerenses, la gobernadora electa, Evelyn Salgado Pineda está tejiendo fino.

Claro, asesorada por su padre, el senador Félix Salgado Macedonio, quien difícilmente la dejaría sola en estos momentos previos a la asunción al poder, que son claves en el arranque de su gobierno.

De estos contactos y acuerdos que la gobernadora electa está haciendo dependerá en gran medida el inicio de su gobierno. Y recuerde, amable lector, que dice un dicho que lo que bien comienza, bien termina.

A Evelyn se la visto reuniéndose con empresarios del turismo y con jóvenes, pero sobre todo ha estado reuniéndose con líderes políticos, gente de la oposición que le será útil en su arranque de gobierno.

Y aunque estos personajes están siendo criticados, porque bastante pronto andan de “nalgas prontas” (Armando Ríos Piter dixit), la gobernadora electa está haciendo lo propio. Y, lo más importante, lo está haciendo de manera abierta, sin esconderse, sin pactos bajo la mesa.

Ella, como abogada, como mujer de leyes, sabe lo que es la institucionalidad. Y ya siendo gobernadora electa, y más cuando asuma el poder, su obligación será escuchar a todos los guerrerenses, estén en la posición que estén.

Lo grave será si se deja comer el mandado. Si permite que los dinosaurios de la política que en esta semana se les vio por todos lados junto a ella, o tratando de coincidir, metan aguja por sacar hebra. Es decir, que se dejen ver con ella y ser palmeados, pero a cambio de favores, como cargos en el gobierno, obras, negocios, que es lo que se estila.

Y, claro, a cambio de todos estos beneficios la rancia clase política de nuestro amado guerrero es capaz de todo, hasta de exponerse a la crítica por adelantarse a los tiempos y por ni siquiera disimular sus intenciones.

Retomo lo que dijo Félix Bautista Matías, luchador social y ex compañero de Lucio Cabañas Barrientos, sobreviviente a la Guerra Sucia de los años setenta, en el sentido de que el gobierno de Evelyn Salgado Pineda debe ser distinto.

Bautista Matías dijo que Evelyn tendrá el reto de reivindicar la izquierda en el poder y no convertirse en una frustración para el pueblo, como lo fueron las administraciones de Zeferino Torreblanca Galindo y Ángel Aguirre Rivero.

El luchador social se refiere a que el gobierno de Evelyn ha levantado muy altas expectativas entre la población, que fueron los que a pesar de que no la conocían en todo el estado, la arroparon en cuanto se anunció que sustituiría a su padre en su candidatura. Y esto se debe precisamente a que la gente tiene sed de cambio, de que la clase política que pulula en el estado desde hace 30 o 40 años, se renueve, se vaya a la banca por un tiempo y permita un cambio generacional y, por lo tanto, de formas de gobernar y hacer política.

Eso es urgente y necesario en esta entidad que, por más que participe en política provocando la alternancia, siempre termina desencantada y traicionada.

Sucede en todos los niveles. Nos ha sucedido hartas veces a nivel municipal, donde los buenos proyectos se quedan en buenas intenciones. También a nivel estatal, donde en 2005 el pueblo derrotó 70 años del priísmo, pero luego también nos desencantamos del perredismo y regresamos al PRI.

Esta vez, la gente le apostó al partido lópezobradorista, y de todas las opciones, eligió la que representa Félix Salgado Macedonio, quien se decía que tenía más negativos que positivos en su carta electoral. Al final, en un giro inesperado del destino, Morena compitió y ganó con una mujer.

La gobernadora electa es bastante joven y quizás esté ajena a la maraña política, así como a las mañas de cada representante de grupos. Posiblemente también carezca de la fuerza para contener la presión de otros grupos, sobre todo las clases empresariales y los sindicatos, que por cierto ya le están pidiendo cargos, pues se estila que Transportes sea para un líder transportista. O que turismo sea para un turistero. Cosas así que equivalen a dejan la iglesia en manos de Lutero, porque obviamente el que  llegue al cargo se dedicará más a cuidar sus intereses que los del gobierno. Y, obviamente jamás sujetará a su sector, que en el caso de transportes requiere de una inmediata y fuerte regulación.

El luchador Félix Bautista Matías afirma que Evelyn tendrá dos primeras oportunidades para demostrar que hará un gobierno distinto. La primera, con las figuras con que se integre su gabinete, que deben mandar un mensaje de experiencia, conocimiento de las áreas y cercanía con la gente.

La segunda, dijo que está relacionada con la correcta aplicación de los principios de la política implementada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, atendiendo siempre las demandas fundamentales del pueblo guerrerense. 

Y lo primero impactará en lo segundo. Dependiendo de quién llegue al gobierno, dependerá la profundidad de los cambios. No basta la figura de la gobernadora. Es importante también de qué gente se rodea, y que se le sujeten. 

De lo contrario, en esta tercera oportunidad de cambio, nos volveremos a quedar en el “pa’ la otra”.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Algo está dando un giro en la política nacional. Parece que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, se cansó de fajarse con priístas y panistas, y en esta segunda etapa de su gobierno reacomodó piezas para impulsar una muy obvia política de reconciliación con sus adversarios, los neoliberales.

Por ejemplo, sorprendió antier que el nuevo titular de Gobernación, Adán Augusto López, se haya acercado al gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, contra quien la Fiscalía General de la República tiene abierta una investigación por enriquecimiento ilícito, lo cual incluye el delito de delincuencia organizada para robar bienes del estado tamaulipeco.

Por este asunto Cabeza de Vaca fue desaforado en el mes de abril de este año por los diputados federales, dejándolo a merced de la Fiscalía para ser enjuiciado.

Ante la embestida de la Federación, Cabeza de Vaca se pertrechó en su entidad y obligó a los diputados de su partido, el PAN, que son mayoría en el Congreso local, para hacer modificaciones legales que se opusieron al desafuero del gobernador, con fundamento en la soberanía que la Constitución concede a los estados confederados.

Incluso, como el año próximo entregará el poder a quien resulte electo, Cabeza de Vaca promovió una reforma legal que le permitirá tener protección policial pagada por el gobierno “de por vida”. ¿Qué tal? ¿Así o más chipocludo?

Y no estamos hablando de dos o tres guardaespaldas, sino de seguridad de alto nivel, usando incluso vehículos y agentes policiales especializados que en esta ocasión lo rodearon en su casa e impidieron su detención.

Debido a todos estos antecedentes, sorprendió muchísimo a propios y extraños el acercamiento del titular de Gobernación con Cabeza de Vaca, y sobre todo la noticia de que hablaron de diálogo y acercamientos políticos.

Dicen los sabios que ante circunstancias inexplicables nunca debemos preguntar ¿por qué, si no ¿para qué? Siguiendo esta lógica, ¿para qué golpear por un lado a un gobernador en funciones, incluso judicialmente, si por otro lado lo vas a ir a apapachar mandando un ominoso mensaje a la nación?

No tarda entonces y veremos a AMLO reunido con su acérrimo acusador, Silvano Aureoles Conejo, gobernador de Michoacán, quien este jueves estará en las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para denunciar que está siendo perseguido políticamente por el gobierno federal, como antes acudió a la FGR y a la Organización de Estados Americanos para denunciar que en México priva un narcogobierno, de lo cual los líderes del PRI, PAN y PRD (Alito, Cortés y Zambrano) se encargaron de presentar pruebas de la más reciente elección ante el titular de la OEA, José Luis Almagro.

No quisiéramos pensar que esa denuncia le movió el tapete al presidente y está tratando de apagar los fuegos que él mismo encendió. Digo, es que ese giro tan brusco en su política interna realmente es preocupante.

Aureoles, como antes Cabeza de Vaca, está desesperado por un acercamiento con el presidente, o de perdida, con alguno de sus subordinados.

Y no se necesita mucho para saber qué es lo que buscan los gobernadores salientes, que ante el inevitable avance de Morena se quedaron sin aliados con lo cuales pactar la transición.

¿Pero la transición se pacta? ¿Qué no es suficiente el voto en las urnas? Tradicionalmente, el voto en las urnas es para darle el triunfo a alguien, del partido que sea, o incluso independiente. Pero tanto el que gana, como el que pierde, se ven obligados a tomar “acuerdos” en los que ya no interviene el pueblo, porque se trata, en el caso del que llega, de garantizar la gobernabilidad y un comienzo menos infartado que de costumbre. Y en el caso del que se va, lo que busca generalmente es que no se les esculquen sus cuentas y le saquen a relucir los prietitos en el arroz de su administración, que siempre los hay.

Esto no lo ha logrado Aureoles y está a punto de quedarse sin fuero constitucional. Su adversario, el gobernador electo de Morena, Alfredo Ramírez, ha anunciado ya que hará justicia al pueblo michoacano por los excesos de su antecesor. Lo más reciente fue la intentona de vender bienes estatales a precio de ganga, para tratar de tapar el gigantesco hoyo financiero por un presunto desfalco imputable a Silvano.

Por su parte, ya acorralado, aunque con más tiempo para negociar, el tamaulipeco Cabeza de Vaca aprovechará al máximo la apertura del gobierno de AMLO para hacer lo que se le pida. ¿Qué? Lo primero es no meterse en la elección de 2022, donde Morena tiene asegurado el triunfo, pues en este 2021 ya ganó la mayoría en el Congreso local.

¿Por qué tanto rigor contra Cabeza de Vaca? Recordemos que fue delos panistas que encabezó el Grupo de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN), al que también se aliaron el perredista Silvano Aureoles y el emecista de Jalisco, Enrique Alfaro. Desde esta plataforma, alterna a la Comisión Nacional de Gobernadores (Conago), se pusieron como meta reventar al presidente en casi todas sus iniciativas. 

Por ejemplo, se opusieron a la extinción del Seguro Popular y la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), y con la llegada de la pandemia amenazaron con comprar las vacunas por su cuenta, y por lo cual exigían que se les transfirieran a sus tesorerías el dinero que les correspondía de ese sector.

El presidente no cedió a tales chantajes y cuando todo parecía que iba viento en popa, la Fiscalía destapó la cloaca en Tamaulipas, donde Cabeza de Vaca construyó -lo mismo que otros gobernadores- una red de robo de recursos públicos a través de empresas familiares y de fachada, para apoderarse del dinero de los tamaulipecos.

De paso, está involucrado en el Caso Odebretch, donde tanto él como Ricardo Anaya y el gobernador de Querétaro, pues en sus tiempos de senadores de la República recibieron millonarias partidas para garantizar el voto de los panistas en la reforma energética.

No sabemos hasta dónde AMLO pueda intervenir para frenar la querella contra Cabeza de Vaca, sobre todo luego de tanto escándalo, pero si lo hiciese, sería más que obvio que la justicia en este país se negocia, por un lado. Por el otro, veríamos que el fiscal Carlos Gertz Manero, para nada es un fiscal independiente, sino un “fiscal carnal”, que hace lo que el presiente le ordena.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La administración de Guerrero está llena de conflictos internos, cuando falta un mes para el traspaso del poder y de la alternancia. Ayer, empleados sindicalizados del sector salud de todo el estado pararon labores, estando todavía en plena pandemia, para exigir el pago de su fondo de ahorros, por un monto de 17 mil pesos por persona.

Son 4 mil trabajadores los afectados por esa retención de sus ahorros, que sumarían unos 68 millones de pesos que a estas alturas el gobierno del estado ya no tiene, o al menos así lo ha expresado el gobernador.

El día anterior los policías estatales se manifestaron, tanto en Chilpancingo como en la Ciudad de México, para denunciar la retención de sus viáticos y otros problemas que enfrentan como empleados del estado.

Pidieron también una auditoría a la Secretaría de Seguridad Pública, ya que esta dependencia tiene recursos del fondo de seguridad federal, y no se justifica que ni siquiera un uniforme completo le hayan dado a lo largo de este año.

Proveedores de diversos giros también han estado levantando la voz para reclamar sus pagos. Pueblos de diversas regiones están esperando la culminación de las obras programadas, sobre todo carreteras. ¿Qué está pasando?

El gobernador ha explicado en reiteradas ocasiones que el gobierno estatal entró en crisis porque la Federación les hizo recortes por 1,400 millones de pesos. 

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, dijo ayer por su parte que, por el contrario, están a cuentas con los gobiernos estatales, pues se les han remitido sus partidas en tiempo y forma.

Lo que dejó de fluir hacia los estados fue el fondo de estabilización, recursos que la Secretaría de Hacienda entrega a los estados en tiempos de crisis, pero que sin embargo no es permanente.

Es decir, que se entregó en el marco de la pandemia, pero este año no se ha dicho nada al respecto.

Los municipios también han sido perjudicados por recortes en su gasto corriente, lo que les ha limitado en el caso del sostenimiento de la nómina y en la prestación de los servicios básicos para la población.

Recordemos, amable lector, que los gobiernos no tienen dinero. Sólo administran lo que se recauda de nuestros impuestos, y que se les transfiere con base en el presupuesto anual aprobado por la Cámara de Diputados cada año.

Además, el presupuesto ya no se entrega como mucho antes se hacía, por montón, sino que vienen por bolsas y ramos de inversión, y en el caso de las obras gestionadas ante la Federación, el dinero ya viene estrictamente etiquetado para ello, si es que el gobierno estatal las ejecuta. Si no, lo más probable es que las ejecuten constructoras contratadas por el gobierno federal.

Para los alcaldes, sobre todo la presidenta de Acapulco, la situación es peor. Si ya la pandemia había arrasado con todos los intentos de sobrevivencia política para Adela Román, el sismo vino a quebrar cualquier vestigio de buen gobierno que ella haya podido ejercer.

Sus adversarios se regodean ahora señalando que la magistrada morenista ha encabezado el peor gobierno de que se tenga memoria en el puerto, algo que por supuesto no es cierto. Parecen olvidar el sembradero de muertos en tiempos de Manuel Añorve Baños y Luis Walton Aburto, estando en pleno sexenio de Felipe Calderón.

También olvidan los acaulqueños el escándalo por el saqueo y desfalcos a Capama en tiempos añejos, desde el primer gobierno interino de Añorve, cuando también se le acusó de robar los apoyos para los damnificados por el huracán Paulina.

Walton no pudo hacer mucho en ninguna área, salvo lo cotidiano, aunque le tocó un tiempo relativamente bueno, y sobre todo tenía a Ángel Aguirre como gobernador amigo.

Los escándalos de Evodio Velázquez Aguirre tampoco los recuerdan, lo cual incluye, por supuesto, el sempiterno saqueo de la Comisión de Agua Potable del Municipio de Acapulco, que se ha convertido en el talón de Aquiles de todos los alcaldes, aún del mas avezado y chipocludo.

El caso es que este último trienio ha sido caótico, y ningún alcalde, de ningún partido, hubiera podido salir indemne. La diferencia es que, durante la pandemia, Adela fue la única alcaldesa que montó comedores comunitarios y los sostuvo con recursos propios del ayuntamiento porteño, a diferencia de los comedores del gobierno estatal, que fueron manejados por la Sedena.

Estuvo dando también despensas a familias que se quedaron sin trabajo por el cierre de playas, sobre todo de los pescadores.

También debemos tomar en cuenta que el municipio porteño fue el más afectado por el cierre del sector turístico, pues los empresarios y propietarios de negocios dejaron de pagar sus impuestos municipales.

No se puede medir con vara distinta al gobierno estatal y a los gobiernos municipales. Para todos hubo crisis. Hay muy pocos de los que se van, que pueden presumir que hicieron un manejo formidable de finanzas, en medio de la más terrible de las crisis económicas y de salud. Realmente todos se quedaron cortos: gobierno federal, estatal y municipales. 

El cierre de gobierno es caótico y el inicio de las nuevas administraciones será peor. Preparémonos para un duro comienzo.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Mucha escama levantó este fin de semana el presidente Andrés Manuel López Obrador, entre sus adversarios, pero también entre los “puros” de la Cuarta Transformación, al anunciar que está invitando al gobernador saliente de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, al cargo de embajador de México en España.

Luego diría que también al gobernador saliente de Nayarit, el panista Antonio Echeverría, tendría un lugar en su administración.

Los “chairos” se quedaron callados. También los “fifís”. Ante semejante maridaje entre el PRI y Morena, obvio ya en el Pode Legislativo, lo que queda es el silencio estupefacto de tirios y troyanos.

Los primeros y únicos en reaccionar fueron los perredistas. El líder del PRD, Jesús Zambrano, así como el gobernador saliente de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, señalaron que esa es la paga de AMLO al gobernador sinaloense, para inclinar el voto a favor de Morena y en contra de los candidatos de la alianza Va por México.

Pero también acusaron al presidente de estar devolviéndole un favor a Cartel de Sinaloa, que dirigen los hijos de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán.

A este señalamiento se añade la liberación de Ovidio, uno de los hijos del Chapo, así como el saludo a la madre de Guzmán Loera, en uno de sus recorridos por Sinaloa, lo que los opositores a Morena consideran que se trata de demasiadas deferencias demasiado para un grupo de los varios que constituyen los poderes fácticos de este país.

E insisten en que el premio a Quirino Ordaz, quien por cierto fue uno de los gobernadores más sobresalientes del sexenio, siempre ocupando los primeros lugares del “top ten” de los mandatarios estatales, también representa un pago a sus buenos servicios por operar contra el interés de su propio partido, el tricolor, y dar paso a la victoria de Morena en Sinaloa, que junto con Sonora, Nayarit y las dos californias representan la conquista de una de las regiones más violentas del país a favor del partido lópezobradorista.

Otros comentaristas también señalan que mandar a Quirino Ordaz a España, no sólo es un pago por sus buenos servicios a favor del partido de AMLO y en contra del PRI, sino que se hace para sacarlo del país y protegerlo de cualquier represalia de los grupos delincuenciales, como le sucedió el ex gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, quien fue asesinado en Puerto Vallarta.

Este manto de protección sobre Quirino Ordaz, mandatario que está por dejar el poder en Sinaloa, es un revés para los morenistas “puros” -por cierto, ¿alguien ha visto al rijoso ex diputado federal Rubén Cayetano García?-, quienes seguramente estarán rasgándose vestiduras, considerando que “nadie sabe para quien trabaja”, pues en lugar de que AMLO mande a España a alguno de los máximos ungidos de la Cuarta Transformación, enviará ni más ni menos que a un ex gobernador priísta con sospechas de colusión con grupos delincuenciales. ¿Qué tal?

Esto no es nuevo, señores. Recordemos cuando el siempre bien ponderado ex priísta, ex perredista, ex parmista y ahora morenista renegado, Porfirio Muñoz Ledo, traicionó a Cuauhtémoc Cárdenas, apoyando a Vicente Fox Quezada en el año 2000, y a cambio obtuvo grandes favores.

Al no obtener la candidatura a la jefatura del Distrito Federal, Muñoz Ledo deja el PRD. Y para el año 2000 contendió por la Presidencia de la República Mexicana como candidato del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, un pequeño partido ahora inexistente, en donde al ver perdida su aspiración, al final de la campaña declinó su candidatura en favor de Vicente Fox, argumentando la necesidad de un cambio de régimen en el país, y su fractura personal con el candidato del PRD.

Después del triunfo electoral de Fox, Muñoz Ledo fue nombrado coordinador de la Comisión de Estudios para la Reforma del Estado, comisión presidencial convocada por Fox para tratar el tema. Posteriormente, lo nombraron embajador de México ante la Unión Europea. Así lo consolaron los panistas, hasta que se adhirió al proyecto de López Obrador, del cual ahora reniega y lo acusa de ser poco menos que un dictador.

Luego entonces, los morenistas no tienen de qué espantarse, eso de los premios de consolación y pagos de facturas son muy comunes en la izquierda. ¿Por qué no habría de usar esa estrategia el presidente AMLO? Quieran o no, estemos de acuerdo con él o no,  ha demostrado ser un buen estratega político. Primero desmanteló al Grupo de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN), exhibiendo las corruptelas del gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, así como el de Querétaro, ambos vinculados a Ricardo Anaya en el Caso Odebretch..

Luego, se ha dado a la tarea de desmantelar a la alianza diseñada por el empresario Claudio X González, de cara a 2024.  Y en la guerra, como en el amor, todo se vale.

AMLO sabe que meter a priístas en su gobierno, aunque sea enviándolos al exterior, no es la mejor opción para retroalimentar su administración, claro, pero sí es la mejor forma de minar los cimientos de la Alianza Va por México, que ya se prepara para la elección de 2024, y en donde los gobernadores que están dejando el poder jugarán un papel sumamente importante, dado que sus bastiones políticos estarán intactos y frescos para la justa electoral dentro de tres años.

Si les quita a los gobernadores Javier Corral, de Chihuahua; Quirino Ordaz, de Sinaloa; Toño Echevarría, de Nayarit, y Héctor Astudillo, de Guerrero….más los que se acumulen, sencillamente la citada alianza queda sin cimiento en la mitad de los estados del país. ¡Jaque mate!

Lo malo será cuando a los gobernadores les exhiban algún trapo sucio. ¿Será capaz de sostenerlos, a pesar de todo? Veremos.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El gobernador Héctor Astudillo estaba preocupado por la forma en que tendrá que dejar el gobierno de Guerrero, que detenta desde 2015. Se refería a la escasez de recursos, así como al cúmulo de obligaciones patronales que, debido al gasto extraordinario de la pandemia por Covid-19, no pudo concretar. Por lo tanto, ha dicho en repetidas ocasiones que el gobierno entrante de Evelyn Salgado Pineda se hará cargo de todo. Les pedía a los trabajadores que reclaman pagos de bonos, aguinaldos y prestaciones diversas, que guarden la calma.
Pero, todos esos problemillas eran cosa nimia en comparación con el caos que dejó el sismo del 7 de septiembre y que tuvo como epicentro el Norte de Acapulco. Los daños son incuantificables todavía, pero estamos hablando de por lo menos 15 mil damnificados, muchos de los cuales se quedaron sin hogar porque el daño que sus viviendas es generalizado y están registradas como “de alto riesgo”.

La mayoría de las 5 mil viviendas, aproximadamente, que fueron dañadas por el sismo, sin que sea todavía una cifra definitiva, entran en la categoría de riesgo medio, lo cual indica que sí hay daños pero se pueden remediar.

Y otro tanto está catalogada como de “riesgo bajo”, y son las menos.

Aunque en lo personal sigo diciendo que vivimos un milagro, porque pese a la magnitud del terremoto no hubo colapso de edificios y hasta hoy se tiene conocimiento de 3 personas que murieron como consecuencia de este movimiento telúrico. Eso es muy poco comparando con el daño en vidas humanas pudo haber causado un sismo de esa magnitud.

El gobierno del estado se ocupa del recuento de los daños materiales. La infraestructura del sector salud, por cierto, está muy dañada. Los dos hospitales generales del ISSSTE, el de Acapulco y el de Chilpancingo, están inutilizados. Ambos edificios se tienen que reconstruir.

El IMSS reportó que sus oficinas delegacionales y su tienda en el puerto también registran daños de que ponen en riesgo a los trabajadores.

Hoteles, plazas comerciales, restaurantes, viviendas de todo tipo de nivel económico….el sismo golpeó con fuerza en el puerto y las réplicas siguen, hay más de 700 de ellas hasta ayer por la noche, la mayoría de baja intensidad, pero al menos dos de riesgo: una de 5 y otra de 4 grados. Una réplica mayor de eso terminaría de colapsar las viviendas dañadas y resentidas en su estructura, por eso la gente está durmiendo en los patios o zonas de estacionamiento en colonias de Acapulco.

¿Y AMLO, apá?

Pese a estas grandes necesidades y al clamor de la gente, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está de gira por estados del Occidente del país, haciendo política de alto nivel. 

AMLO está sonsacando a los gobernadores priístas y panistas que están por concluir su mandato a integrarse ya sea a su gobierno, o bien al servicio exterior mexicano, como embajadores en otros países.

Por eso no se le ha visto ni en la zona de inundaciones en Hidalgo, ni tampoco en la zona de desastres del sismo.

¿Qué pasa? En otras épocas los presidentes de la República eran los primeros en llegar a las zonas de desastre, junto con sus secretarios y funcionarios de las Fuerzas Armadas, para coordinar los trabajos de apoyo.

Ya pasaron casi 8 días y el presidente de la República ni se inmutó. Sólo dio un menaje a la nación, el pasado martes por la noche, diciendo que no había daños. En su mañanera del día siguiente, se alegró porque los daños eran menores y jaló para el norte del país a seguir con su agenda, dejando solo al gobernador Héctor Astudillo y a la alcaldesa de su partido, Adela Román Ocampo, que están resintiendo los reclamos de la gente porque los apoyos no llegan y porque ni siquiera les han ido a revisar sus casas.

Al pasado jueves, el gobernador pidió a la Federación poner los ojos en Guerrero. El fin de semana, Astudillo anunció que la CFE ya estaba concluyendo los trabajos de rehabilitación de los sistemas de alumbrado público dañados por el sismo, así como también la Sedena y la SCT estaban habilitando carreteras.

Pero no basta. La gente necesita albergues para resistir mientras les dan una respuesta. No pueden estar durmiendo a la intemperie, con riesgo incluso de que los edificios de las unidades habitacionales se les caigan encima. 

¿Dónde está el presidente de la República ahora que el estado más lópezobradorista del país lo necesita? Es pregunta seria.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La Brecha de Guerrero sigue dando de qué hablar. El diario El País publicó, con base en una entrevista con Víctor Manuel Cruz-Atienza, investigador de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que esta porción de la costa guerrerense, que tiene más de 100 años sin liberar energía geofísica, no se rompió con el sismo del martes. Si hubiera sido de esa manera, dijo Cruz-Atienza, habríamos tenido un terremoto de mayor magnitud y obviamente de consecuencias catrastróficas.

Eso es cierto. La brecha no se rompió, pero ya se activó. El sismo del 7 de septiembre fue precisamente en la parte sur de la brecha, considerada también el punto más cercano a la Ciudad de México desde las costas de Guerrero. 

Aún ignoramos qué consecuencias esto puede traer en una de las zonas de mayor riesgo sísmico en el mundo, que no libera energía desde 2011. Un terremoto mayor a 8 grados en esa región llegaría en segundos a la megalópolis, con consecuencias severas, y obviamente impactaría de manera impredecible al estado de Guerrero, tanto desde el punto de vista humano como económico, sobre todo en sus dos principales centros turísticos, como Acapulco e Ixtapa Zihuatanejo.

En lo general, la Brecha de Guerrero corre a lo largo de el litoral del Pacífico, abarcando desde Jalisco hasta Chiapas, que es la zona donde interactúan las placas de Cocos y la Norteamericana. Si nos vamos mar adentro en el Océano, la placa de Cocos es impulsada o influenciada también por la Placa del Pacífico, que a su vez se interconecta con otras placas mayores y menores rumbo a Asia, hasta Japón, China y sus islas. Hacia el sur, la placa de Cocos interactúa con la Placa de Nazca,que corre por Centro América y Sudámerica.

Pero en un concepto más focalizado, la brecha guerrerense se concentra en 200 kilómetros de Acapulco a Zihuatanejo y concretamente de las afueras del puerto acapulqueño a Papanoa. Por efecto dominó, se interconecta con otras fallas, sobre todo hacia la Costa Chica.

Esta gran brecha es realmente una zona de subducción entre las placas de Coco (marítima) y la Norteamericana (continental), en la que la primera subduce o se mete bajo la segunda.

Es en ese proceso de subducción que el roce o choque de placas puede ocurrir y provocar terremotos.

Aunque Guerrero está constantemente registrando movimientos telúricos, para los sismólogos del mundo preocupa que esa franja específicamente no ha liberado suficiente energía a lo largo de 110 años. Temen, por lo tanto que las placas estén atoradas en algún punto, de modo que al destrabarse desaten un megaterremoto. O, por el contrario, que se esté preparando un choque de tal magnitud, que incluso quiebre alguna de las placas, sobre todo la marítima.

Por eso se considera que la Brecha de Guerrero es la región de mayor riesgo en todo México, porque por la energía acumulada por más de 100 años, podría desatar un terremoto magnitud 8 o mayor. Incluso un “Meruto”, esto es un mega terremoto de ruptura total, lo que implica que la placa de Cocos se fisure en toda su longitud, que abarca cinco estados de la República, proceso que duraría varios minutos y desataría un tsunami colosal, pues el agua del Oceáno entraría a la nueva grieta para luego rebotar hacia la superficie marítima, provocando las gigantescas, como sucedió con el terremoto de Indonesia, donde el tsunami mató más gente que el propio sismo.

A menor escala, algo así sucedió en el terremoto de Chiapas, del 7 de septiembre de 2017. Los científicos detallaron que en ese punto del Istmo de Tehuantepec, la placa de Cocos se rompió al chocar con la Norteamericana, lo cual no debió suceder porque la placa estaba lo suficientemente caliente como para deslizarse, dicen.

Debido a ello, el sismo fue mayor a magnitud 8, y por eso también fue el precursor del sismo del 19 de septiembre de ese año, conocido como el terremoto de Puebla. Este sismo ya es de los conocidos como “intra placas”.

Las descripciones de los científicos son bastante técnicas, en este sentido, pero en palabras llanas, la placa continental por debajo de Puebla se quebró a determinado nivel de profundidad por efecto del sismo de Chiapas. Y es como si estuviera lanzando al abismo marítimo pedazos de ella. Obviamente, las consecuencias a largo plazo son impredecibles, sobre todo en esa zona donde se ubica el volcán Popocatépetl.

En cuanto a los daños de un terremoto de ruptura, en caso de que se origine en la Brecha de Guerrero, el mayor impacto será para la Ciudad de México, zona densamente poblada, y donde el suelo es poco firme porque se trata en realidad del lecho del lago de Texcoco y sus afluentes.

Para entender esto, recordemos que el terremoto de Chiapas hizo menos daño en la Ciudad de México, que el que sucedió 12 días después, en Puebla. Eso se debió a la cercanía del epicentro, a la velocidad con que viajó la onda expansiva del choque, entre otros aspectos que los científicos conocen.

En resumen, la Brecha de Guerrero no ha reventado. Sigue la preocupación de los simólogos por esa franja y recordemos que incluso han venido desde Japón a realizar monitoreos de la zona de subducción en Costa Grande.

De nuestra parte, estemos conscientes de esto, y atentos. Nuestras deben ser reforzadas. Los edificios de hospedaje, mucho más, y eso es tarea del gobierno del estado, por cierto, pues la ley especifica que las supervisiones en hoteles se hagan cada 4 años.

A ver si con este último terremoto que se registró, ya nos ponemos las pilas.

Salir de la versión móvil