(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)
Una madre hincada frente al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, resume la crisis humanitaria que hunde a México en una ruta de desesperanza, por la inseguridad. Esta mujer, identificada como María Icela Valdez Chaidez, no sólo perdió a su hijo mediante el método de desaparición forzada, sino que además, las autoridades de Tamaulipas, comenzando por el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el fiscal especial para desaparecidos, y el fiscal general de esa entidad, son sus principales enemigos, al prohibirle continuar buscando a su hijo, Roberto Quiroa Flores Valdez, quien desde el 10 de marzo de 2014, hace ya 5 años, fue secuestrado.
María Icela tuvo que salir de Tamaulipas y vive en la Ciudad de México, y sólo retorna con protección especial para continuar su labor de búsqueda.
La mujer luce desesperada y angustiada. Le suplicó al presidente ayuda y protección; ayuda para continuar buscando a su hijo. Pero lo más alarmante es que pidió protección contra las amenazas de un gobernador, y dos fiscales, los mismos que deberían apoyarla y protegerla.
Es increíble cómo el poder se contaminó a un nivel de contubernio en muchas partes de la República. Los gobernantes están haciendo el trabajo sucio de los grupos delincuenciales, victimizando doblemente a las familias que sufren la pérdida de sus seres queridos.
Lo peor, es que cuando estuvo en Tamaulipas, a María Icela el gobierno le dio medidas cautelares, pero en realidad la puso en un mayor peligro, pues ella se dio cuenta que los policías que la cuidaban estaban acusados de secuestro. Debido a esto, ella rechazó la vigilancia.
“No tenemos confianza, por eso es que las víctimas no denuncian. ¿Por qué vamos a esperar a que nos pase lo que le pasó a Miriam?”, dijo ella.
La mujer se refiere a que el 10 de mayo de 2017, en San Fernando, Tamaulipas, fue asesinada Miriam Rodríguez, otra activista cuya hija fue desaparecida y fue su madre quien localizó sus restos. Miriam había denunciado ante la subsecretaria de Gobierno, Gloria Garza Jiménez, su temor a ser asesinada por los reos que habían escapado del penal localizado en la capital del estado, pese a ello no pudo evitarse que la atacaran y muriera.
¿Qué quieren los familiares de desaparecidos? En primer lugar, que se identifiquen todos los restos que permanecen en fosas comunes en los panteones de Tamaulipas, así como los que se vayan encontrando en las fosas clandestinas.
Que las autoridades preserven los restos, y que los clasifiquen de tal manera que sea fácil su identificación y cotejamiento con sus familiares.
En ese momento, de acuerdo con el gobierno federal, hay más de 8 mil cuerpos sin identificar en los Semefos del país.
En respuesta a esta exigencia, el presidente de la República anunció una inversión histórica para fortalecer al Servicio Médico Forense, que en las entidades está a cargo de la Secretaría de Salud.
En Guerrero, por ejemplo, el gobernador anunció que invertirá este año 35 millones de pesos para la construcción de un nuevo Servicio Médico Forense que dé cobertura a la recepción de cadáveres que en los últimos meses han saturado las morgues de la entidad.
Este Semefo estará ubicado en Acapulco, y gracias a la creación de una fundación entre las embajadas de Chile y México, la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) y el Conacyt, se trabajará para profesionalizar al personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) y contar con especialistas en estudios de ADN, dactiloscopia y antropología forense.
Ya en Guerrero existe el panteón forense, donde se depositan los restos de personas son identificadas, pero a las que ya se le han tomado las muestras de ADN, para en caso de que sean reclamadas en el futuro. La medida se tomó ante la prohibición de lanzarlos a la fosa común, y ante la incapacidad de tenerlos en las morgues, preservándolos mediante refrigeración.
Todos los estados están en esta misma dinámica. En Jalisco, recordemos, se armó un escándalo por la existencia de 2 tráileres con cadáveres, que fueron rentados para mantenerlos en refrigeración.
La terrible realidad de la violencia en México, decíamos, se resume en la fotografía de una mujer hincada frente al presidente de la República, y quien desde hace 5 años busca a su hijos, pero la cual está en condición de desplazada y cuidándose de las autoridades de su lugar de origen.