SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Se va el titular de Hacienda. Carlos Manuel Urzúa Macías es el tercer funcionario que en siete meses de gobierno se retiran de la administración federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Primero, salió Josefa González Blanco Ortiz Meza, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat; después Germán Martínez Cázares, director general del IMSS, el 21 de mayo, y finalmente Urzúa Macías el día de ayer.

El ex secretario presentó su carta de renuncia a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en la que expone las razones de su salida de la dependencia más importante del gabinete económico del gobierno federal.

Primero, destaca que se han tomado políticas públicas sin sustento. “Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda la política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que esta pueda tener y libre de todo extremismo, sea este de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones no encontraron eco”, señaló en el texto.

Pero también se quejó por imposiciones de gente inepta en su organigrama, que favorece a recomendados de influyentes del actual gobierno, sin decir nombres.

“Me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”, dijo.

Qué interesante. Se supone que los morenistas sostuvieron durante su campaña y aún durante este gobierno que este asunto de las recomendaciones, gestiones y moches terminaría de tajo, pues estábamos ante un proyecto de transformación nacional, lo cual implica la restauración de los valores primordiales de la política.

Pero ahora nos enteramos de que sigue la pugna soterrada por el poder, y aunque ya se había denunciado de otras maneras que los morenistas estaban abusando de sus atribuciones, cayendo en actos de nepotismo, eso aún no es aceptado públicamente por el presidente de la República, quien insiste en que está encabezando un gobierno transparente, al grado de que puede ponerse en vitrina.

Pero todos conocemos lo que deriva del ejercicio del poder. El dinero no es lo único en el mundo que es capaz de transformar la mente y el corazón humanos. El poder en sí mismo ya es seductor. Conozco historias de personas que lo tienen todo, dinero a raudales, pero son capaces de entregar su fortuna a cambio de un espacio de poder.

¿Cuál es la seducción del poder entonces? El control, el mando, la necesidad de que le llamen “Señor”, la urgencia de la fama.

Hay un dicho popular que dice que al hombre lo pierden tres cosas: la fama, la lana y la dama. Y si AMLO no se apura, sus funcionarios le amargarán la miel de los coacoyules.

Por supuesto que la renuncia del secretario de Hacienda hizo estragos en el mundillo financiero. De entrada, en pocos minutos el peso borró las ganancias que llevaba en el día de más de 0.5% y se hundió 2.25%, a 19.3400 por dólar, su nivel más débil desde finales de mayo.

A su vez, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) extendió una caída de más de 1.2% y opera en torno a los 43,000 puntos.

¿Quién sustituye a Urzúa? El subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, será a partir de hoy el titular de la dependencia, conforme lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.

¿Pero qué dice el presidente acerca de esto? En un video publicado en Facebook, el mandatario indicó que recibió la renuncia de Carlos Urzúa a su cargo de secretario, por no estar conforme con las decisiones que se están tomando en materia económica.

“Como se están llevando a cabo estos cambios, hay a veces la incomprensión o dudas y titubeos incluso al interior del gobierno, del mismo equipo. Por eso acepto la renuncia del secretario de Hacienda, a quien agradezco por su colaboración, por su apoyo y lo respeto”, afirmó secamente, para dar paso al nombramiento de Arturo Herrera.

El tiempo y un ganchito nos dirán a quién le asiste la razón, si al secretario o al presidente. Y no olvidamos a los infames secretarios de Hacienda del gobierno anterior, sobre todo al que nos recetó el gasolinazo y luego quiso ser presidente de la República. O al que renunció para ser canciller, habiendo dejado toda una estela de desfalcos a su paso, sobre todo en Pemex.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Dentro de los procesos de formación espiritual, estimado lector, me acaban de enseñar algo tan valioso que quiero compartírselos, porque considero que los principios de alta espiritualidad van más allá de lo que la religión en sí misma ofrece, ya que se relacionan con el ideal de individuos y, por ende, de la sociedad que estamos obligados a construir, partiendo de los preceptos que hace miles de años recibió el pueblo hebreo.

Se trata de la tzedaká o caridad, la ayuda al prójimo. Este precepto se mide en ocho niveles, siendo el más bajo el número 1, y el más alto el número 8.

Así pues, el máximo nivel de caridad es el invitar a alguien a hacer una sociedad en algún negocio o proyecto productivo. Aunque va implícito el interés de tener una ganancia de parte de quien practica este tipo de caridad, lo verdaderamente valioso de esto es ofrecerle a alguien que está en necesidad, pero que tiene habilidades y conocimientos suficientes, la oportunidad de convertirse en un empresario, aunque sea en pequeño, financiándole y garantizándole un porcentaje de las ganancias.

Hay bien poco que agregar a esto, salvo que la gente que recibe este tipo de ayuda suele no agradecerlo y termina cometiendo fraudes, pero aun cuando así sea, el que hizo la caridad recibe la recompensa en el terreno espiritual, ésta no se invalidad; y obviamente el que cometió el fraude también recibe su paga, que es del mismo nivel.

El nivel que sigue, el 7, que también es muy alto, es el ofrecer un empleo a alguien que pide ayuda. Es decir, que en lugar de ayudarle con algunas monedas o darle alguna despensa, se le ofrece un puesto de trabajo.

¿Qué sucede con esta forma de caridad? El individuo no mendiga, sino que usando sus habilidades, conocimientos y fuerza física, toma un trabajo que le es pagado periódicamente.

Entonces, el valor de esta caridad es que se le ofrece al individuo la oportunidad de ganarse su manutención y la de su familia de manera digna, sin necesidad de estar pasando la vergüenza de caridad.

Los siguientes 6 niveles de caridad también son valiosos, pero a mi juicio estos dos son de lo más importante, a propósito de que el gobierno federal ha diseñado programas para que la gente se levante, pero alejándonos del pobre concepto de asistencialismo, y acercándonos más al concepto de desarrollo social.

Ahora, en lugar de que se convoque a la gente a alguna plaza pública para darles una pobre despensa, se le está entregando directamente a los jóvenes menores de hasta 29 años la  oportunidad de emplearse y al mismo tiempo capacitarse, para que al término de un año esté en condiciones de solicitar un empleo o poner su propio negocio.

Como ya dijimos, dependerá de los beneficiarios si agradecen este tipo de apoyos, o lo echan a la basura. Si aprovechan el año de capacitación para renovar su vida y reencauzarla, o terminan el año siendo los mismos individuos mediocres y sin capacidades que como ingresaron.

En este caso, la sociedad habrá perdido dinero, pero el individuo habrá condenado a sus descendientes a vivir en pobreza permanente, hasta por 5 generaciones, que es cuando se considera que se rompen los esquemas de esclavitud espiritual heredados.

Es decir, que el no agradecer una caridad, venga de donde venga, se convierte en una maldición, más que en una bendición.

Y por favor, no se espante, que no estábamos hablando de asuntos espirituales, sino de una ciencia, de un arte, que debiera ser retomado por la clase política, para descontaminarse de corrupción, latrocinio, ambición y todo lo que está aparejado con el desfalco del erario público.

Los otros niveles de caridad son buenos, se deben practicar, pero ninguno tan valiosos como los dos primeros. Por ejemplo, se le puede dar a alguien sin que la persona beneficiada sepa quién es su benefactor. También se le puede dar apoyo a alguien, aunque éste sepa quién se lo dio.

Incluso se le puede dar apoyo a un necesitado aunque de mala gana, y también cuenta porque aunque a regañadientes, se cumplió con el precepto. Éste, sería el nivel más bajo de una caridad, de hecho, pero igualmente le es contado al que lo practica. Es el caso de cuando se acercan a  nuestra puerta a pedir algo, y uno que está en sus trabajos no quiere interrupciones, pero igualmente apoya. Por el sólo hecho de haber ayudado, ya es suficiente.

Concluyo entonces, que a los políticos les hace muchísima falta aprender algo del pueblo hebreo –que no de los judíos, aunque los judíos son los únicos practicantes de este conocimiento que le fue dado a 12 tribus. Recordemos que el pueblo judío sólo se compone de 2 de las 12 tribus de Israel, las otras 10 están dispersas en el planeta, asimiladas con diferentes culturas-.

Practicar caridad nos hace mejores personas. Dicen los sabios hebreos que el cumplir con este precepto ayuda a rectificar el alma. Por eso decimos que el dar algo nos hace sentir bien.

Si la sociedad cumpliera con este precepto, entonces, no habría nadie mendigando pan.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los policías federales que se fueron al paro laboral, en contra de su integración a la Guardia Nacional, quieren en su mayoría ser indemnizados. No quieren ser liquidados, lo cual los echaría a la calle como cualquier hizo de vecino, sino permanecer en el servicio policial nacional, para emplearse en corporaciones estatales o municipales. Lo que quieren es retirarse de manera digna, con recursos y, sobre todo, con la libertad de emplearse por su cuenta en otros niveles de gobierno.

Indican que al acceder a una indemnización y tener sus papeles en regla, les permitirá continuar laborando en otras instituciones de seguridad. Al contrario, si se quedan en la Guardia Nacional o alguna otra dependencia del gobierno federal, perderán sus beneficios laborales.

Sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aprieta la tuerca. En el marco de las negociaciones -que este lunes serán reanudadas-, las autoridades señalan que en caso de que algún policía federal opte por retirarse, sólo les toca un finiquito conforme a la ley, pues “nadie los está corriendo”, se están corriendo solos.

Y es que los policías federales habían optado por su liquidación, pero las autoridades no les presentaron los tabuladores al plazo límite que habían dado, el sábado a las 10:00 de la noche. Entonces ahora exigen una indemnización, asesorados por su abogado.

Sin embargo, el gobierno alega que no los está corriendo; al contrario, ha dicho que los necesita en otras áreas y les propone su traslado, respetándoles sueldos, prestaciones y antigüedad. Vamos, ni siquiera los está obligando a que entren a la Guardia Nacional, sino que libremente elegirán dónde quieren trabajar. Ellos, en cambio, tienen otros planes.

La Policía Federal será desmantelada en un plazo de 18 meses. Eso es inevitable, pues no se pueden mantener dos corporaciones de seguridad pública. Y por lo mismo, los agentes federales deben optar por incrustarse en la Guardia Nacional o en cualquier otro sistema de seguridad del país, como Aduanas, Migración y el Servicio de Protección Federal.

Pero por el rigor de los nuevos requisitos, y porque algunos ya están llegando o superando la edad de 50 años, los policías en paro no quieren continuar en el servicio público federal, ya que alegan que quedarán en desventaja.

Sobre todo recalcan que no quieren pertenecer a un esquema militarizado, ni depender de militares en su desempeño, mucho menos ser evaluados por ellos.

Están emplazando a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que les presenten y firmen los tabuladores, a fin de que puedan ser indemnizados.

En parte, los policías federales tienen razón, pues los exámenes de control para pertenecer a la Guardia Nacional son muy rigurosos. Por ejemplo, hay muchos que califican, pero por la edad ya no pueden ser aceptados. Otros que están obesos y aunque pasaron los exámenes de control, los mantendrán bajo régimen dietético por mucho tiempo.

Pero quizá lo que más les afecta es que ya no dependerán de un mando civil, sino militar. Y eso los someterá a un constante escrutinio y sobre todo terminarán los beneficios de que gozaban al ser comisionados a lugares fuera de su lugar de adscripción, como el pago de hoteles y comidas, pues los militares tienen un modo de vida mucho más riguroso.

La gente ya comienza a preocuparse, y señala que quedarán en el desempleo miles de policías federales, acusando al presidente Andrés Manuel López Obrador de estarlos empujando a la criminalidad.

Pero remato, como lo que al respecto escribió ayer un internauta: “La mayor pendejada del mundo, ya están como el imbécil de Lozano que argumentaba que si no les pagaban más entonces podían volverse corruptos. Y ahí tienes a Lozoya que ganaba una millonada estando en Pemex y es corrupto hasta el tuétano. Entiendan una cosa, si es corrupto o es un criminal, no los vas a corregir ni dándoles más dinero ni manteniéndoles el trabajo. Igualmente será corrupto, igualmente se volverá un criminal. ¿Cuántos policías no pertenecían a bandas de secuestradores y se aprovechaban de información privilegiada al interior de dichas instituciones?”

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Qué sucedió en la Policía Federal, que devino en ruptura con el régimen lópezobradorista?

La pregunta pesa porque no es posible que al presidente y sus colaboradores, comenzando por el Secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo Montaño, se les haya pasado ese pequeño gran detalle de sujetar a los elementos de la Policía Federal a los nuevos lineamientos.

Lo que podemos deducir, es que los policías federales pensaron que su pase a la Guardia Nacional sería automático, y cuando se enteraron que tendrían que pasar por las pruebas del polígrafo, entre otros exámenes de control y confianza, se fueron a encabezar un movimiento nacional alegando violaciones a sus derechos laborales, que son aspectos meramente administrativos.

Lo peor, es que se llevaron patrullas y armas de cargo. Luego entonces, tenemos en las calles del país a un ejército de policías federales armados y con capacidad de movilización, y en caso de que no lleguen a algún acuerdo con el gobierno federal –toda vez que ayer reventaron la mesa de negociación que encabezó el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja-, el riesgo es que se queden por ahí dispersos, en calidad de desertores.

Con sus movilizaciones y paros, los policías federales pusieron sobre la mesa un pliego petitorio de 15 exigencias, pero mezclando lo laboral, que tiene que ver con sueldos, prestaciones y antigüedades. Pero el mismo presidente de la República dijo que no se les conculcarían esos derechos, sino que todo a aquel que pase a la Guardia Nacional, le serán respetados todos sus logros laborales.

Luego entonces, ¿por qué los policías federales continúan con su protesta?

Aquí viene el “pero”. Es que no quieren, de entrada, tener un mando militar, mucho menos ser evaluados por militares, con el argumento de que estos no conocen la función policial.

“No seremos evaluados y pasaremos en automático a la Guardia Nacional y el mando saldrá de las filas de la Policía Federal sin parentesco con la escala de mandos”, expusieron.

Con la pena pero esto es un descaro. Como policías, están sujetos a un régimen de obediencia; y por ley, todo aquel que repruebe los exámenes de control y vigilancia pueden ser despedidos sin cargo para la parte patronal. Porque éste es el requisito primordial para formar parte de todo cuerpo de seguridad, desde el nivel municipal hasta nivel federal y simplemente no pueden borrarlo de un plumazo, porque es una disposición legal incluso para las policías civiles, mucho más para la Guardia Nacional, que nace como un cuerpo de seguridad debidamente acreditado y saneado.

Ricardo Mejía Berdeja ha atendido las mesas de diálogo con los representantes de la Policía y dijo que se sigue estando la disposición de atender todas las quejas, pero obviamente una cosa son quejas y otra cosa son caprichos.

Ellos piden:

1.- Respeto a la dignidad de todos los que conforman la Policía Federal.

2.- Respeto a la antigüedad laboral.

3.- Respeto a las prestaciones laborales.

4.- Devolución de la operatividad de 9 mil 800 pesos, cada 25 días laborados.

5.- Rechazo a la evaluación por parte de personal militar porque desconocen la función policial.

6.- Rechazo a ser trasladados administrativamente a la Secretaría de la Defensa Nacional.

7.- Rechazo a vivir en cuarteles militares.

8.- Exigen sueldo quincenal mínimo de 15 mil 000 pesos libre de impuesto, a partir de la segunda quincena de julio de 2019.

9.- Exigen la desaparición del sueldo base de 2 mil 300 pesos.

10.- Exigen la desaparición de la prueba del polígrafo.

11.- Exigen respeto a los horarios establecidos en la Ley Federal del Trabajo.

12.- Exigen la renuncia de los mandos medios, desde comandantes hasta directores, que estén relacionados con actos de corrupción y con el crimen organizado.

13.- Instalación de una oficina de derechos humanos para los policías en el Centro de Mando.

14.- Los policías federales quien conformar un sindicato.

15.- Entrega de uniformes dos veces por año.

Como podemos observar, hay por lo menos 2 exigencias que pueden ser la verdadera causa de la revuelta de policías federales; a saber: Eliminación de la prueba del polígrafo y rechazo a la evaluación policial.

Se suman otras descabelladas como el cubrir horarios regulares, previstos en la Ley Federal del Trabajo (de 8 horas), pues ellos están bajo un régimen distinto; y la libertad para constituirse en un sindicato.

Veremos en qué para todo este desaguisado. Lo cierto es que el plan es la desaparición de la Policía Federal para 2020, dando 18 meses a sus integrantes para que se agreguen a la Guardia Nacional –sólo 10 mil ya lo hicieron-, o bien optar por la policía aduanal o la policía migratoria.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Por fin, después de tanto estira y afloja, y a pesar de tantos desaguisados, marchas, protestas y hartas declaraciones en contra del programa de fertilizante que ahora maneja el gobierno federal; por fin, decíamos, vinieron a Guerrero tanto el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, como el responsable del programa, Jorge Gage Francois, para reunirse con el gobernador y los 81 presidentes municipales de Guerrero, para revisar junto con estos los nudos gordianos del plan de distribución del insumo.

En pocas palabras, ambos funcionarios federales terminaron por reconocer que falló la logística, la coordinación, el abasto y en general todo lo relativo al programa.

Por ejemplo, Villalobos reconoció que no se tiene un padrón como tal, porque en efecto nunca lo construyeron; sólo hay listados que nadie quiere dar a conocer, que no se han transparentado, y que los manejan con celo los servidores de la nación, quienes ante los reclamos le echan la bolita a los de la Sader o a los de la empresa Segalmex, la comercializadora del fertilizante.

Villalobos Arámbula dijo que el padrón real del fertilizante comenzará a construirse en cuanto cierre la fase 2019, y estará vigente para 2020. Es decir, que en esta fase se aventaron como El Borras, aunque tuvieron suficiente tiempo para construir un padrón real y confiable.

También es cierto que hubo un grave intervencionismo de gobiernos y partidos, así como de organizaciones de productores con vocación política, que obligaron al gobierno federal a frenar la creación de un padrón real, y al contrario, pidieron que se abrieran las ventanillas para todos, que se ampliara además el tiempo de entrega de documentos, y que se le diera fertilizante aún a aquellos que no podían acreditar la posesión de las parcelas, argumentando que muchos rentan los predios.

Afortunadamente ya hubo este acercamiento y el secretario pidió ayuda del gobierno estatal y los gobiernos municipales –como desde un inicio debió hacerlo-, para conseguir la meta de distribuir todo el fertilizante que falta al 15 de julio.

En parte, Villalobos Arámbula tiene razón: se necesita resolver el problema, no prolongarlo ni mucho menos echarle más leña al fuego. Y sin duda, con una efectiva coordinación, en la que se involucren los ayuntamientos, todo será más rápido.

Pero hay una pequeñísima observación: ¿Quién les dirá a los servidores de la nación que se dejen ayudar? Y es que si no lo saben –o se hacen-, en ellos precisamente se atoró el programa, porque ni siquiera a los empleados de los CADER les entregaron los listados, mucho menos a los alcaldes o a los directores de Desarrollo Rural.

Tampoco permiten ningún tipo de diálogo con nadie. Incluso en algunos municipios exigieron que la policía municipal dejara de cuidar las bodegas, y hay reclamos a lo largo y ancho de la geografía estatal en el sentido de que les recortaron la dotación, mientras que a otros se las aumentaron, pero sobre todo que les están dando fertilizante a campesinos fake, falsos, gente que más bien trabajó como promotores en la campaña de candidatos de Morena en 2018.

Lo cierto es que los servidores trabajan para el delegado de programas de Bienestar en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, a través de las delegaciones regionales, y están siguiendo la instrucción de acaparar el programa. ¿Por qué razón? La respuesta es obvia. Los servidores se están convirtiendo en un ejército electoral, como en su momento lo fue la estructura del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, con el cual éste logró quitarle todo su poder a los grupos de poder del PRI, creando precisamente una estructura paralela, que sólo le rendía cuentas a él.

Recordemos que Pronasol se dedicó a hacer obras en pueblos y comunidades, pero también manejaba otros programas de desarrollo social.

De este programa se crearon después los fondos de inversión para obras sociales en estados y municipios, que ya en tiempos de Fox fueron descentralizados.

Y si el cálculo no nos falla, los servidores de la nación van por este mismo camino y en pos del mismo objetivo. Perdón por la comparación, pero ya se les conoce como “los perros bravos de la nación”, por aquello que hasta los de casa muerden.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La Guardia Nacional ya está aquí. El gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, presidió ayer la ceremonia de bienvenida de la Guardia Nacional, en las instalaciones del 50 Batallón de Infantería de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Ésta es la gran apuesta del gobierno federal por reducir los niveles de violencia en el país, que se salieron de control desde el sexenio de Calderón y que con Peña Nieto no se lograron revertir.

La dirige el general Luis Rodríguez Bucio, quien cuenta con el respaldo del secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, y del general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena.

Este cuerpo policial masivo, comenzó a gestarse desde noviembre pasado, y fue aprobado en el Congreso de la Unión con una votación histórica.

Ningún asunto en el Congreso había tenido tanta afinidad, pues aunque había algunas reticencias de parte de diputados y senadores de los partidos de oposición, los gobernadores empujaron fuerte hacia su aprobación, dado que son estos los que están sufriendo en carne propia los altos niveles de violencia e inseguridad en sus territorios, donde además los municipios están perdidos en sus propios problemas, incapaces ni siquiera de organizar operativos regionales conjuntos para inhibir el delito, como antes se hacía.

La violencia ligada al tráfico de estupefacientes y otros delitos como los homicidios violentos y el secuestro –por citar algunos- fue cerrando la pinza y paralizando a los gobiernos e instituciones.

Se necesitaba, pues, de un golpe de timón para revertir los índices de violencia que se salieron de control desde el gobierno de Felipe Calderón, y que el gobierno de Enrique Peña Nieto fue incapaz de revertir, pues ni siquiera se pudo cambiar el modelo de seguridad.

Esta vez, se optó por un modelo semi-militar, y sin la participación de las policías civiles. De hecho, la Policía Federal desaparecerá, y a los elementos se les dará la opción de integrarse a la Guardia, o bien integrarse al Instituto Nacional de Migración.

Los guardias provienen tanto de la Sedena como de la Marina, pero desempeñarán tareas civiles. También se integrarán a este cuerpo nuevos reclutas de la sociedad civil, previo entrenamiento y adiestramiento. Se sigue convocando a los jóvenes para que se enlisten.

De manera extraordinaria, la Guardia Nacional tiene la aceptación por ahora de 60 de cada 100 mexicanos, de acuerdo con una encuesta elaborada por El Financiero, en el marco de la evaluación que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador, a un año de su triunfo.

Pero para ser sinceros, considero que no será suficiente. Los guardias estarán atacando a los que actúan fuera de la ley, pero ¿qué pasará con la cultura que ya se creó en torno a ellos, y que permeó todas las fibras de la sociedad mexicana? Desde los años 80-90 viene gestándose este fenómeno y definitivamente en los últimos 12 años se metió hasta la conciencia de la gente, de modo que no bastará la actuación de este nuevo cuerpo policial para darnos una paz duradera.

Hace falta trabajar en distintos frentes, sobre todo en el ámbito judicial, que es donde la actuación en la calle de los guardias nacionales puede echarse por tierra, como actualmente ocurre.

También es necesario ir destruyendo las fortalezas de la narco-cultura, hoy por hoy tan sublimada por los jóvenes y adolescentes, incluso por los niños.

Como dijo ayer el presidente en su conferencia mañanera, llegó el tiempo de dejar esas cosas que sólo causan dolor a las familias, pues hay “muchas mamacitas sufriendo por sus hijos”.

Agregó: “Hay que hacer a un lado el lujo barato, esa felicidad efímera de sentirse muy gallitos, prepotentes, durante un tiempo que tienen dinero, las trocas, las alhajas, eso no es felicidad verdadera, eso lo que produce es sufrimiento”, enfatizó el mandatario.

Entonces, las familias y las escuelas tendrán que convertirse en un ejército paralelo, que usando las armas de la educación y la impartición de nuevos valores, como tolerancia y el respeto, derriben la cultura de la agresión, el bullying, el robo y la perversión. Padres, tenemos mucho por hacer.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Hay buenas noticias en materia de puertos en el país. A siete meses del inicio de la administración federal actual, y a un año del triunfo de Morena y su candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador (ayer festejaron en el zócalo capitalino), se anuncian inversiones oficiales y privadas harto esperadas, para comenzar a revertir la debacle económica del país, y aliviar la dependencia que tenemos del exterior en todos los órdenes de la vida pública, y el sistema de puertos y aeropuertos no es la excepción.

Le comento, amable lector, que por la falta de inversión en la infraestructura aeroportuaria, las mercaderías con destino a México que llegan procedentes de Europa, descargan en Estados Unidos, y luego son introducidas a México por carretera o ferrocarril, con el consiguiente sobreprecio de ellas.

Pero con el inicio de operaciones comerciales de la nueva terminal marítima del puerto de Veracruz, la cual se puso en funcionamiento ayer 1 de julio, los empresarios consideran que podrá recuperarse la carga que se desvía hacia Estados Unidos.

Además, se está considerando que se creará un corredor industrial que produciría 150 mil nuevos empleos desde hoy y hasta 2024; es decir, que durante todo el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, esa terminal estará dando frutos. Veamos lo vital que resulta que se invierta en infraestructura productiva en cualquier país, en lugar de desviar el dinero para engordar a la burocracia.

Manuel Óscar Enciso Villarreal, director general de Corporativo Enciso, Agencia Aduanal dedicada a la importación y exportación con más de 68 años de experiencia, resumió respecto de esta obra: “Vamos a lograr una añoranza de muchos años que era traer barcos muy grandes que antes no llegaban y también ganarle terreno a toda aquella carga que llega a los puertos americanos como Houston y baja por la frontera a México”.

Aseguró que con la ampliación del Puerto se le dará seguridad al importador y exportador, además de generar empleos en todos los servicios alternos.

En la nueva terminal marítima se podrán recibir y exportar productos líquidos, granos, carga suelta, contenerizada, y consolidar carga desde México hacia el mundo. ¿Qué tal?

Los empresarios consideran que esta obra de logística es la más grande del país, y que permitirá recuperar la carga que de manera natural le pertenece al cuerpo de Veracruz.

¡Caray! Cuando los puertos del país fueron privatizados, se pensó que eso sería garantía para que la economía de México detonara. Pero fue todo lo contrario. Más temprano que tarde, los mexicanos estábamos pagando el rescate de casi todo, incluido los bancos, porque sus nuevos dueños –a pesar de que se les dieron todas las garantías para recuperar su inversión-, fueron incapaces de convertirlos en empresas productivas; de hecho, una vez rescatados los bancos mexicanos, fueron vendido a extranjeros y es fecha de que no hay bancos nacionales, salvo unos cuantos que se dedican a colocar tarjetas de crédito, como Inbursa, pero cobrando los intereses más altos del mercado; o para acaparar diversos servicios que los bancos extranjeros no quieren proporcionar, como los envíos de dinero del extranjero o en el territorio nacional, negocio en el que está enfocado Banco Azteca.

¿Cómo se construirá el corredor industrial? Es fácil suponerlo: de manera natural se irán proyectando y construyendo naves colindantes a la aduana, almacenes, propiedad de las empresas exportadoras e importadoras, las cuales además gozarán de una zona fiscal sin impuestos, bajo el régimen de mercancía temporal para exportación.

Y que conste que el estado de Veracruz es uno de los más inseguros del país. De ser una entidad denominada “santuario de capos”, porque ahí huían todos los perseguidos, pasó a ser territorio disputado y está plagada de fosas clandestinas.

Pero con la creación de fuentes de empleo, los empresarios aduaneros se congratulan, porque eso implica dar opciones a la gente.

Ahora bien, todo esto va más allá. Un corredor industrial se crea para que en ellos se ensamblen y empaquen cosas, antes de ser embarcadas, de modo que  lleguen a su destino final casi listas para su venta directa.

Con ello, los costos de producción se podrían reducir hasta en un 60 o 70 por ciento para el consumidor final.

¡Wow! Todo esto se le había negado a México. Los gobiernos anteriores se dedicaron a dejarnos morir dentro de nuestras propias fronteras, teniendo tanto potencial de desarrollo.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Este domingo celebraron la tercera marcha fifí en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. Pero a diferencia de la primera y la segunda, en que prácticamente se declaró un rotundo fracaso, en esta ocasión los marchistas fueron más, como también fueron más consistentes sus reclamos.

Exigen al presidente López Obrador que modifique sus políticas públicas, sobre todo lo relacionado con la austeridad, que está golpeando a las pequeñas, medianas y microempresas, que está boicoteando la generación de empleos, y que está impactando negativamente en los índices de crecimiento.

Para los ciudadanos de a pie, estos argumentos son reales y más que válidos. Nadie que no tenga un pequeño negocio puede decir que todo le va viento en popa. Sabíamos que el cambio sería duro, pero no nos dijeron qué tan difícil resultaría; y, sobre todo, no nos dijeron que la política de austeridad sería la bandera de otros funcionarios para desembarazarse de compromisos.

El caso es que a pesar del discurso del presidente de  la República, la casta de privilegios continúa. Sigue la corrupción y no hay hasta el momento ningún personaje del viejo régimen en la cárcel. Aunque se tiene el caso Lozoya, que por sí mismo es escandaloso, está lejos de ser lo más importante y más bien parece –como dice su abogado-, un chivo expiatorio, y la pantalla para cobijar a muchos otros que se hincharon los bolsillos y las cuentas del erario público.

Es decir, que es muy escasa la cosecha para tan grande sacrificio del pueblo, que por un lado ve una economía paralizada, la gente no tiene recursos, los gobiernos municipales y estatales alegan recortes, y el caso es que las obras y servicios gubernamentales, que cada año reactivan la economía local, este año se están retrasando.

Posiblemente eso es algo deliberado, para echarle toda la frustración social a las espaldas de AMLO y su partido, como lo estamos viendo en el caso del fertilizante. Pero también es verdad que el gobierno federal, los secretarios y delegados, están haciendo las cosas de mala manera, usando a los servidores de la nación como alfiles, por un sueldo de 200 pesos diarios.

Todo esto contrasta con la noticia de que se les dará apoyo a los migrantes, y que se están gestionando 40 mil empleos para ellos en las maquiladoras del norte del país, mientras que para los mexicanos hay recortes y malos modos.

Entre tanto, los programas sociales se topan con una sociedad corrupta –porque la verdad es que estamos lejos de ser el pueblo bueno y sabio que dice el presidente-, profundizando el problema de escasez. El programa diseñado para rescatar a los que no estudian ni trabajan, tiene grandes lagunas que están aprovechando la mayoría de los beneficiarios para tener dinero, pero sin cumplir con las metas del programa, y un largo etcétera.

¿Qué sigue? Es arriesgado decirlo, pero sin duda que con AMLO se cumple la máxima de que el ejercicio del poder desgasta. A seis meses de que inició su gestión, las marchas “fifís” ya no son sólo de ricos, ya no son tan fifís, y no tarda y nos veremos mezclados fifís y chairos, exigiendo resultados.

Hay un clamor de la gente que votó por Morena, que no sólo no ha visto cambios, sino que está sufriendo las consecuencias del proceso de sentar las bases de la cuarta transformación.

Sobre todo en cuanto a la prensa, se nos ha satanizado al máximo, y se está priorizando a los youtuberos y blogueros, quien tienen como objetivo desmenuzar todos los mensajes de la oposición y deslegitimarlos.

Se le olvida a AMLO y a su gente, que en sus tres campañas la prensa de pueblo, como la nuestra, fue fundamental para dar a conocer su proyecto de gobierno, y obviamente sin dinero de por medio. Sus giras fueron cubiertas por ser información, y ningún peso se le cobró por eso, sino que los medios absorbieron todos los gastos correspondientes a la cobertura.

Creo que están confundiendo la amnesia con la magnesia, y de eso se están valiendo los gobiernos locales, para hacer lo propio.

No le conviene a nadie que se desmantele la prensa tradicional. Sabemos que a nivel nacional hay pulpos que sí deben ser desvezados, como las televisoras, las redes de radio, algunos periódicos y sobre todo los opinadores profesionales, que cobraban por opinar todo a favor, para lo cual hicieron empresas y consorcios de comunicación.

Pero no es el caso de la prensa de pueblo, lo que nosotros llamamos medios alternativos, que en su momento cumplieron con su función de democratizar zonas de nadie, regiones y estados en poder de cacicazgos añejos y duros, incluso pagando el precio por ello.

Inicia julio y la gente comienza a perder la calma. El presidente hoy festeja su triunfo, su partido también. La oposición marchó ayer, todavía en menor número, pero los analistas ya observan un creciente descontento social.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La Guardia Nacional inicia formalmente operaciones este domingo 30 de junio en todo el territorio nacional, con el despliegue de 70 mil elementos.

Cabe decir que aunque en el esquema de seguridad de la Guardia Nacional no estaba considerada la Ciudad de México, salvo algunos puntos neurálgicos, el presidente anunció que sí se atenderá la megápolis en su conjunto, reconociendo que en las últimas diez años se descuidó esa parte en la administración de la ciudad, y permitieron que echaran raíces bandas delincuenciales que pretenden operar desde el centro del país el resto del territorio.

Por esa razón, el índice de criminalidad creció de manera desproporcionada en la Ciudad de México, al pasar en el renglón de homicidios, de 2 a 6 diarios.

La puesta en marcha de la Guardia Nacional será gradual. Comenzará con 70 mil efectivos, pero se irán agregando más hasta completar 140 mil.

El domingo, en el marco de su lanzamiento, el presidente dará a conocer detalles de la estrategia, sobre todo cuántos elementos estarán destinándose a cada entidad, y las coordinaciones micro-regionales en que iniciarán los operativos de seguridad.

Hasta este momento, dijo, las secretarías de Marina, Defensa Nacional y Seguridad Ciudadana “han estado trabajando, ya se tienen todos los reglamentos, los protocolos de actuación. Y están por terminar hoy o mañana los primeros cursos de formación”.

En general, todos los gobiernos estatales y municipales están esperando el despliegue de la Guardia Nacional.

En Guerrero, por ejemplo, el gobernador espera que la Guardia Nacional venga a poner orden entre las autodefensas, que no cejan en confrontarse bajo acusaciones mutuas.

Pareciera que los gobiernos están atados, tan sólo esperando que el gobierno federal eche a andar de lleno su estrategia de seguridad. Están en un impase desde el año pasado.

Pero como lo decíamos en otras entregas, estados y municipios tendrán que hacer su parte, haciendo lo propio con sus policías.

Sale a relucir este tema, luego de que esta semana el jefe de la Octava Zona Naval aceptó que en Acapulco la crisis de inseguridad se puso color de hormiga, pero que unos 500 policías municipales son parte del problema; es decir, que no son elementos confiables y reportó que el asunto data desde gobiernos anteriores. Incluso recordó el episodio de cuando la Marina intervino a la Policía Preventiva del puerto, para detener a tres funcionarios, cuyos tentáculos dentro de la corporación están vigentes, reconoció.

Eso sucedió durante el gobierno del perredista Evodio Velázquez

De inmediato, detractores de la alcaldesa Adela Román comenzaron a incriminarla, señalando incluso que su gobierno está bajo sospecha, tratando de encajonar esta penosa realidad en el gobierno municipal, que data del 1 de octubre pasado a la fecha.

Nada más alejado de la realidad. ¿Cómo ocultar lo que ha sucedido desde 2006 a la fecha? ¿Incluso antes de eso? La desinformación y el manejo sesgado de la información a nadie le ayuda, salvo a los que buscan cobijarse con el blanco plumaje de lo incorruptible.

Para el conocimiento de los detractores de Adela, sólo Luis Walton Aburto mantuvo a raya a la policía municipal, a la que incluso sacó de circulación. Fue Evodio el que les volvió a dar armas y charolas, y los volvió a sacar a la calle, y ya conocemos el resultado de su gestión en materia de seguridad, en que uno de los casos más sonados fue el asesinato de la Youtuber “La Nana Pelucas”, en hechos registrados en el restaurante de la víctima, hasta donde se presentaron dos sujetos a asesinarla delante de su esposo.

La Nana había tenido fuertes diferencias con Evodio, pero tras el crimen nadie se inmutó.

No olvidar también que el diputado Ricardo Mejía Berdeja usó siempre la tribuna del Congreso local para advertir que el de Evodio era un gobierno en entredicho en materia de seguridad. Hoy, Mejía Berdeja es subsecretario de Seguridad Pública federal, y sin duda tiene datos mucho más concisos acerca del puerto.

Pues, bueno, no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla. El domingo, México entra a otra dimensión en materia de seguridad, y entonces veremos de qué lado masca la iguana en estados y municipios.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El futuro del país se juega en muchos sentidos en la elección intermedia de 2021. Por eso la oposición está reagrupándose, siguiendo diversos patrones, pero todos con la mira de evitar que Morena mantenga la hegemonía en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, instancias que constituyen el Congreso de la Unión, en la cual están representados los ciudadanos de todo el país.

La próxima elección del PRI –abortada de antemano por las sospechas de imposiciones y fraudes entre diversos líderes-, era una oportunidad única para sentar las bases de una verdadera oposición, pero al paso que van es más de lo mismo.

Los panistas están desarticulados, con liderazgos confrontados entre sí, y medio partido fuera, siguiendo los pasos de Felipe Calderón.

El PRD, por su parte, va camino a su refundación, pero como un nuevo partido; incluso con nuevas siglas, para despecho de los que añoran las glorias del ex partidazo de izquierda.

Y pese a que hay nuevos partidos en proceso de formación, entre ellos el que estará bajo el liderazgo de Elba Esther Gordillo Morales, ninguno de ellos tendrá suficiente peso como para revertir la realidad actual.

En este contexto, la oposición da risa, pues pretenden con marchas como la del próximo domingo influir en el pueblo, para ir incubando la notición de que hay una real oposición en contra del régimen lópezobradorista, lo cual está lejos de ocurrir.

El desgaste de Morena y el gobierno actual sin duda viene, pero no ahora. Tampoco lo veremos en la elección de 2021, aunque lo intenten. Al contrario, hay el riesgo de que los partidos ya existentes se desfonden más, pues en ese año habrá elecciones locales en varios estados, y la tentación de los cargos de elección popular mantiene a los morenistas peleándose pero aún juntos en torno a la figura de AMLO.

De hecho, ni siquiera hay que buscar fuera del partido para buscar el germen de su destrucción, porque en realidad está dentro.

Por si no se han dado cuenta, no tarda y Ricardo Monreal deja Morena. El zacatecano encabeza claramente un grupo interno de oposición, y su relación con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, es buena dentro de lo que cabe, pero porque sabe que el mandatario será el fiel de la balanza en la presidencial de 2024.

Sin embargo, las recientes elecciones en Puebla demostraron de qué es capaz Monreal, cuyo pasado priísta-perredista-petista lo delata, y el vox populi es que el tricolor lo anda seduciendo; o al menos están esperando la mínima oportunidad para quebrar a Morena desde dentro, aprovechando la enemistad de Monreal con la líder de Morena, Yeidkol Polevsnsky.

Todo esto lo saben los ideólogos del PRI, PAN y PRD. A fuerza de ejercer una política de rapiña, y siguiendo su propia experiencia, los tres alegres compadres ni sudan ni se abochornan. Por eso no cambian ellos, porque saben que es mejor que otros cambien. Es mejor aprovechar la debilidad del enemigo, que pasar por proceso de cambio que son dolorosos, casi como el parto de los montes, pues eso requiere no sólo cambiar las formas de hacer política interna, sino también de eliminar cacicazgos y repartir el poder de manea más equitativa entre organizaciones y sectores.

Todo esto les pesa a los caciques que se amañaron en los partidos políticos. Luego entonces, es más fácil esperar que Morena caiga por su propio peso, y lo que estarán buscando es la primera fractura –que ya existe con Monreal- para provocar desde fuera un terremoto.

Eso ya sucedió con el PRI en 1988, dando lugar al PRD. También sucedió con el PRD en la era de Los Chuchos, que no pararon hasta que se acabaron al partido. Y también ya sucedió con el PAN, el año pasado, con la salida de los Calderón y su grupo político.

Por eso, amable lector, no espere ningún cambio en los partidos tradicionales. Más bien espere más de lo mismo.

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