SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Sucedió lo inevitable. Retrocedimos al semáforo rojo. Eso significa que las actividades “no esenciales” se cierran de nueva cuenta, y las demás se restringen al 30 por ciento.

Esto es lo que es: un duro golpe a nuestra economía, que sucedió precisamente porque en determinado momento decidimos que también la pobreza mata. 

Desde hace días que el gobierno del estado venía alertando acerca de esta posibilidad, al ver el incremento exponencial de contagios en por lo menos 4 regiones de la entidad, así como en Acapulco, que vuelve a ser el epicentro de la pandemia por el simple hecho de que es el municipio con mayor densidad poblacional, pero también porque en Acapulco confluimos todos, lo mismo los de casa que los visitantes.

Antenoche, el gobernador emitió un comunicado de su reunión con miembros del gabinete federal. Era una reunión inusual, y  supusimos que se trataba de la revisión cotidiana de los temas que se debaten diariamente en la mesa de seguridad. 

Pero ayer el mandatario anunció la vuelta al semáforo rojo, sin más, y el decreto se publicó en el Diario Oficial del Estando, con las nuevas indicaciones para todos, incluidos los presidentes municipales, quienes tendrán que involucrarse de lleno en labores específicas, para contener la pandemia.

Por ejemplo, sanitizar las áreas públicas de mayor afluencia poblacional, como mercados, calles, centros comerciales, transporte público.

Además, vigilar que cierren las actividades no esenciales y que las que sí deben abrir lo hagan a 30 por ciento de su ocupación.

Particularmente, el decreto prohíbe las reuniones políticas en lugares cerrados, y sólo se autorizan en lugares abiertos, pero en razón de 100 personas por 700 metros cuadrados.

Para ello, ojo, los dueños de estos espacios, que suelen rentarlos para eventos de todo tipo, tendrán que registrarse ante la autoridad competente y comprometerse a acatar las disposiciones sanitarias.

En este punto, amable lector, conviene detenernos un poco. ¿Qué tanto los recientes y masivos mítines de los precandidatos a gobernador, de todos los partidos, coaliciones y alianzas, así como los aspirantes a diputados y alcaldes, ayudaron a acelerar la pandemia en Guerrero?

De sobra está preguntarlo. Basta revisar la hemeroteca para saber que nunca se cuidaron las reglas básicas anti-Covid, como la sana distancia, pues vimos gente abrazándose de los precandidatos, tomarse de las manos, acercarse para selfies, etcétera. 

Mucho menos usaban cubrebocas, cuando se debió prohibir a la gente que no llevaba el cubrebocas entrar a los lugares de reunión. Y del uso del gel antibacterial ni hablamos.

Y es que si le pasó al presidente de la República, que siempre dijo que estaba a salvo del contagio porque guardaba las recomendaciones de los médicos, ¿qué no le puede suceder a quien acude a un mitin, sin los debidos cuidados? Ya de por sí es un riesgo que estén aglomerados en un mismo sitio, como para que también se abracen y se besen como si nada.

Lo bueno que los incluyeron en la regulación. Ya no es cosa de pedirles permiso. Todos coludos o todos chincolos, dijera el ex gobernador Zeferino Torreblanca. 

Y es que el reto es frenar la pandemia sí o si. De lo contrario, con la pena señores candidatos, tendrán que hacer campaña muy limitados y quizás ni hagan. Recordemos que en la primera oleada tardamos meses para aplanar la curva y ni siquiera lo logramos del todo. Y si como dice el gobernador, esta segunda oleada es peor, tanto en número de casos como en letalidad, definitivamente nos tomará más tiempo, dinero y esfuerzo dejar el pico máximo de contagios y defunciones.

El gobernador explicó que las nuevas disposiciones son para el 15 de febrero, pero es dudoso que en dos semanas tengamos algún logro, pues la pandemia apenas está acelerándose. Es bueno decirlo para que la gente no piensa que en dos semanas volveremos a la normalidad. Claro que no. No debemos bajar la guardia porque debido a eso vino el rebrote. Al contrario, estamos obligados a redoblar esfuerzos, y no sólo las autoridades, sino sobre todo nosotros como ciudadanos.

La salud depende de cada uno de nosotros. Prevenir el contagio debe ser la meta, porque ya contagiados nadie tiene algo seguro.

Debemos ser radicales en la toma de decisiones. Los padres de familia deben corregir a los hijos, y los hijos tomar responsabilidad de que no por ser jóvenes pueden hacer lo que les plazca e ir a donde quieran.

Por último, decirles que el sistema de salud de Guerrero es endeble. Si en este momento Acapulco ya está sufriendo el estrago de la pandemia, con hospitales saturados y escasez de oxígeno y medicinas, ni le cuento lo que pudiera pasar si en las regiones se desborda la pandemia. Cuídese, cuidémonos y, como dicen los viejos: Que Dios nos agarre confesados.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La próxima semana serán evaluados Evodio Velázquez Aguirre, precandidato del PRD; y Mario Moreno Arcos, precandidato del PRI, para determinar quién de ellos resultar ser el candidato a gobernador de Guerrero, por la alianza de ambos partidos.

Ayer se reunieron en la Ciudad de México con sus dirigentes nacionales para acordar el método, así como los tiempos. De acuerdo con Esteban Albarrán, líder del PRI en Guerrero, será entre el 10 y el 15 de febrero cuando esté definido el candidato común con el PRD al gobierno de Guerrero, y que el tricolor aceptará los resultados si no favorecieran a Mario Moreno Arcos. Además, apoyarían sin cortapisas a Evodio Velázquez Aguirre.

Los perredistas, por su parte, hicieron el mismo compromiso de apoyar sin limitación alguna al precandidato del PRI, en caso de resultar favorecido en las encuestas.

La pregunta es si el precandidato perredista, Evodio Velázquez Aguirre, tiene reales posibilidades de competir con Mario Moreno Arcos, que si bien no era el mejor posicionado en su partido, pero sí el de mayores positivos o el de menos negativos (comparándolo con el senador Manuel Añorve Baños), sigue siendo el precandidato del partido en el poder en este momento y también el de mayor votación.

Aunque Evodio Velázquez hizo una muy buena precampaña, y sigue recorriendo el estado ahora como coordinador de unidad de su partido, vigilando sobre todo el proceso interno de precandidatos a diputados locales, federales y alcaldías, quizás no le alcance para encabezar la alianza con el PRI.

¿Pero qué pasaría si resultara ser el candidato? Él exige que no haya imposiciones. Es decir, que el PRI no quiera agandallar y que en caso de que el precandidato del PRD gane la encuesta, se le reconozca. El tricolor se ha comprometido a ello y no hay lugar a dudas de que los dirigentes de ambos partidos no se arriesgarían a la ruptura en este momento en que Morena se debate entre mantener a Félix Salgado Macedonio como candidato, o nombrar a un tercero en discordia, ahora que el partido prácticamente se vio obligado a abrir un procedimiento sancionador de oficio por las denuncias de acoso y violación sexual que hay en su contra.

Eso implica que aunque las autoridades judiciales exoneren a Félix Salgado, la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena, integrada por 5 miembros, 3 de ellos mujeres, tienen facultades para sancionarlo e incluso expulsarlo del partido, por “atentar” contra los principios de Morena. En caso de que Félix quisiera acudir al Tribunal Electoral Federal, no habría tiempo ya de salvar su candidatura.

Tan sólo desahogar el procedimiento interno le ocupará al partido lópezobradorista prácticamente todo el mes de febrero, mientras la alianza PRI-PRD tendrá todo el tiempo del mundo para tejer la unidad en torno a quien resulte ser el candidato.

En ese lapso, difícilmente Morena se arriesgará a ratificar a Félix como candidato, como pretendían hacerlo este domingo 31 de enero, y para lo cual ya convocaron al Consejo Político Estatal. Es posible, incluso, que ese día la historia dé un giro, pues tanto waltonistas como amilcaristas meterán mano en ese consejo extraordinario.

Volviendo al tema de la alianza, aunque en el tricolor existe aún la desconfianza por un choque de trenes en Acapulco, donde Ricardo Taja Ramírez está de nuevo en la pelea, lo mismo que la esposa de Añorve, la ex diputada Julieta Fernández Márquez, sabemos cómo los priístas son especialistas en curar heridas y, por lo tanto, se descarta la ruptura en el principal municipio de la entidad.

El PRI resolvería un posible conflicto Añorve-Taja con sólo anunciar  que va mujer por Acapulco, y donde de parte del PRD no se observa candidato fuerte, porque los que tenía ya todos migraron a Morena.

Por lo tanto, Taja tendrá que acatar la decisión que tomen sus dirigentes, si es que quieren retener a Añorve en la unidad. De lo contrario, si no va su mujer en Acapulco, el Senador prepará maletas. Y quien lo dude, que se arriesgue.

Por lo tanto, a Ricardo tendrán que ofrecerle algo equivalente. Tal vez una secretaría de esas donde se manejan dinero y obras, y para lo cual ya tienen la experiencia de su hermano Javier, titular de la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del estado de Guerrero.

Así el escenario político hoy.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Como se esperaba, la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ) de Morena, admitió el procedimiento sancionador de oficio en contra del precandidato de ese partido a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio.

Eso sucedió el pasado viernes 22 de enero, y Salgado Macedonio tiene hasta el miércoles 27 para comparecer en persona y no a través de terceros, ante ese órgano interno del partido lópezobradorista, para contestar por los hechos que se le imputan.

La comisión aceptó seguir el procedimiento bajo cuatro agravios referentes a violaciones relacionados con violencia de género. 

¿Qué significa todo esto? En principio, desde que se hizo la denuncia correspondiente y antes de que la Comisión resolviera si daba paso o no al procedimiento, se pensaba que este órgano desecharía el caso, pues carecía de elementos para juzgar un asunto que ya está en proceso ante la autoridad jurisdiccional, o que sería hasta que la Fiscalía de Justicia de Guerrero resolviera, que el partido podría a su vez actuar en consecuencia.
Pero no fue así. Al contrario, aunque los miembros de la Comisión de Honestidad y Justicia que votaron a favor del procedimiento reconocieron que Félix Salgado tiene la presunción de inocencia, las conductas señaladas por sí mismas afectan al partido.

“Es cierto que por las conductas señaladas de manera reiterada ha atentado voluntariamente contra su buena fama y en consecuencia no ha demostrado un compromiso real con los ideales del partido”, expusieron en la justificación de motivos.

En parte eso es verdad, que lo que hagan los miembros de un partido afectan al partido mismo, pero eso es siempre subjetivo y ante todo debe prevalecer el sentido de justicia. ¿Y qué si resulta ser verdad que la acusación por violación a una ex empleada de La Jornada Guerrero es falsa? ¿Qué sucederá si, como lo dijo el abogado de Félix Salgado Macedonio, la ex trabajadora recurrió por consejo de sus abogados a instalar una denuncia por violación en contra de su ex patrón y amigo, para doblegarlo en una denuncia laboral por despido injustificado que ella misma instaló meses antes, y en la cual pedía la reinstalación? 

¿Puede un empleado ser tan perverso a ese grado? La experiencia como patrones dicta que sí, que un empleado es capaz de inventar que trabaja 24 horas, 7 días a la semana, 365 días al año, para cobrar jugosos laudos. Y como principal ejemplo tenemos a los ayuntamientos quebrados por este tipo de demandas.

Volviendo al tema, y más allá de si esto es verdad o mentira, el caso es que la Comisión de Honor y Justicia se tomará prácticamente todo el mes de febrero para desahogar este asunto. Es decir, Félix tiene hasta mañana miércoles 27 de septiembre para comparecer ante los miembros de la comisión. También habrá un periodo de 15 días para la presentación de alegatos, y otros 15 días que se tomará la Comisión para dar una decisión final.

Entre tanto, el partido estará impedido para avanzar en el proceso interno, pues se tiene entendido que mientras la Comisión tenga el caso, el partido no podrá ratificar a Félix Salgado como candidato a gobernador, y mucho menos registrarlo como tal en el plazo legal.

Desde ahora, entonces, Morena entra en una especie de limbo, pues no se podrá ratificar a Félix en el Consejo Político convocado para el 31 de enero, o al menos eso es lo que ha estado circulando, aunque también hay versiones que señalan que el Consejo como tal no tiene las facultades para ratificar a nadie.

O puede ser que el partido avance en su programación electoral, de manera paralela al procedimiento interno, con el riesgo de que la Comisión declare a Félix no elegible.

Ahora bien, ¿en qué se basó la Comisión de Honestidad para aceptar el procedimiento “de oficio”? Realmente el organismo carece de pruebas contundentes, pues se basó en 15 hechos publicados en notas periodísticas relacionados con las dos acusaciones de violación en contra Salgado Macedonio, así como en una entrevista radiofónica con la periodista Adela Micha, en la que coqueteó con la entrevistadora estando su esposa presente, así como en la declaración del ex fiscal de Guerrero, Xavier Olea Peláez, quien reveló que la carpeta de investigación por violación no se judicializó por motivos políticos.

¿Es eso suficiente para que la Comisión de Honestidad tome una decisión? La lógica dicta que no. Que una publicación periodística no es prueba de ningún delito, pues los medios solamente nos dedicamos a divulgar noticias que generan los actores políticos y sociales, así como las autoridades. Y en este caso, el debate que se ha generado en los medios no ha concluido, para nada, que el precandidato morenista es culpable de algo.

Veremos, dijo un ciego. 

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Morena se entrampa. Mientras que la candidatura de Félix Salgado Macedonio es cuestionada por los asuntos que él arrastra, el método de selección de candidato también está siendo bombardeado por tres frentes por lo menos. El primero, y que les ha funcionado bastante bien, es el frente político-mediático. El segundo es el frente legal, mediante la impugnación del proceso, ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Y el tercero y más reciente, la intentona de quitarle al CEN del partido el control de la selección del candidato a gobernador, y para ello ya está convocado el Consejo Político Estatal, de parte de su presidente, el diputado local Luis Enrique Ríos Saucedo.

El Consejo se convoca para que el delegado del Comité Ejecutivo Nacional de Morena para Guerrero, el senador Salomón Jara, junto con miembros de la Comisión de Elecciones, den un informe de la selección del precandidato a gobernador.

Este encuentro se celebrará el próximo domingo 31 de enero y se espera que ese día se unja a Félix Salgado Macedonio como candidato a gobernador, adelantando un poco los tiempos. Esto no está confirmado pero es el rumor que se dispersó este fin de semana entre los morenistas.

En este Consejo, que no sesiona desde hace 40 meses (más de 4 años), y que debió renovarse hace más de un año, el grupo de Luis Walton Aburto empujará la creación de la Comisión Estatal de Elecciones, con base en el artículo 44 de los Estatutos.

Esto lo anunció ayer en su red social Sergio Montes Carrillo, ex representante de Morena ante el IEPC, y actual aspirante a diputado federal.

Expuso: “Muchos están inmersos en una ilegalidad, los que usufructúan al partido van de ilegalidad en ilegalidad y muchos militantes por desconocimiento o por conveniencia hasta les aplauden. Mi posición va contra corriente de todo esto, pero eso ayuda a esos seudo líderes a seguirse beneficiando del conflicto interno y aprovecharse de la división”.

Entonces plantea una modificación a su postura: “Apoyaré a la sesión de este consejo extraordinario y el orden del día, todos tenemos que crear “contra-pesos”. Participaré y apoyaré la creación de comisión estatal de elecciones, tal como lo establece el 44 de los estatutos.  No vamos a cambiar internamente a un grupo corrupto, por otro más corrupto; aunque negocien entre ellos los vamos a exhibir si esa es la intención. 

Pondremos todo de nuestra parte, para parar el conflicto intestinal,que sólo beneficia a los seudo líderes y a los partidos de enfrente, tendremos altura de miras. Morena, va”.

No queda claro que Montes Carrillo está refiriéndose a que el proceso de selección del candidato a gobernador puede ser modificado desde lo local, o si la comisión estatal de elecciones es necesaria para que el proceso de selección de los candidatos a diputados locales  y presidentes municipales no quede secuestrado por ninguno de los grupos políticos que ya se crearon al interior de Morena, pero a los cuales parece que se suma el grupo del externo Luis Walton Aburto, y de la también aspirante a gobernadora Beatriz  Mojica Morga, aunque hay que decir que ella guarda una actitud mucho más institucional, mientras que el ex alcalde acapulqueño está realmente decidido a reventar a Félix Salgado Macedonio, jugando el juego del “todo o nada”, y el ex delegado de programas sociales, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, le sigue los pasos, pues este fin de semana pidió desde la Costa Grande que el partido se reorganice aprovechando la coyuntura por la que está atravesando.

Walton, por su parte, recorrió la Montaña y de nuevo estuvo en la Costa Chica, posicionando a la gente de su grupo en esos municipios, todos ex miembros del partido Movimiento Ciudadano.

Entre tanto, el fin de semana también se supo que Ernesto Fidel Payán Cortinas impugnó ante el TEPJF el método de selección de candidatos de Morena en Guerrero, con lo cual ya suman 3 las impugnaciones ante ese organismo, si sumamos la de Luis Walton y la de Pablo Amílcar.

Alberto López Rosas, por su parte, anunció que también impugnará, aprovechando que el TEPJF ya resolvió que se reponga el proceso en Baja California Sur.

“He solicitado a la dirigencia de Morena, la reposición del proceso interno, para la Candidatura del gobierno de Guerrero. 

No se mostró la encuesta, nadie la vio, independientemente, de los escándalos que han contaminado la decisión de esa  dirigencia. Sólo silencio al respecto”, escribió.

De esta manera, Morena se entrampa y el tiempo corre en contra, mientras los precandidatos de la alianza PRI-PRD logran candidaturas de unidad en distritos y municipios.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Cuánto falta por saber del horror de Ayotzinapa? ¿Qué más tenemos que saber para que nos demos cuenta de que en Iguala se cocinó una de las peores masacres de que tengamos memoria, incomparable con ninguna otra, por inútil, y que ni siquiera se compara con los crímenes de la Guerra Sucia, que era uno de los capítulos más negros de la historia de este país, perpetrada a manos del gobierno.

En Iguala, se juntaron por lo menos tres cosas que tienen postrado a este país: la corrupción gubernamental en todos sus niveles, y el uso de la fuerza pública para ponerla al servicio de delincuentes a cambio de sobornos, y obviamente la impunidad y el descaro con que los criminales operan sabiendo que tienen a su favor la protección de quienes deben combatirlos.

Las declaraciones del testigo protegido “Juan”, que según Ricardo Raphael, columnista de Milenio, se trata de Gildardo López Astudillo, alias “El Cabo Gil”, quien se acogió al beneficio de ser testigo de oportunidad el año pasado, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que les daría garantías a cambio de que dijeran la verdad; esas declaraciones, decíamos, vinieron a romper el pacto de silencio que existía entre todos los involucrados en aquella carnicería, que ahora sabemos no sólo afectó a los 43 estudiantes normalistas, sino a otros 30 o 40 enemigos de Guerreros Unidos.

Pero, algo peor se supo ayer: que para arreglar el entuerto de la matanza de estudiantes, los criminales, por recomendación del entonces procurador de justicia del estado, Iñaki Blanco, y usando a un comandante de la Policía Investigadora Ministerial como interlocutor entre ambos bandos, sacrificaron a 20 indigentes de Iguala para ir a enterrarlos a las fosas clandestinas de Pueblo Viejo, haciéndolos pasar como los jóvenes.

Pero cuando se dieron cuenta de que eso no funcionaría, entonces fueron a recoger los restos de los estudiantes quemados, a los lugares donde ya los habían tirado, para entregárselos al comandante Wenceslao Elizalde Zempoalteca, quien por órdenes de Iñaki, y acompañado de policías, fue a dispersarlos por el basurero de Cocula, para que la PGR, a cargo de Jesús Murillo Karam, tejiera la trama de la “verdad histórica”, que indicaba que los muchachos fueron detenidos por policías de Iguala y luego entregados a un grupo criminal, que a su vez los sacrificó y los incineró en ese punto.

La opinión de expertos y la resistencia de los padres de familia impidió que esa “mentira histórica” del gobierno de Peña Nieto, con el contubernio del gobierno del estado, fuera aceptada y se le diera carpetazo al asunto, que era lo que se pretendía.

De algo han servido 6 y medio años de resistencia de parte de los padres de los 43, así como de las organizaciones sociales que los han acompañado -aunque a veces con excesos- en este peregrinar.

Afortunadamente, hubo un cambio de gobierno federal y se reabrió el caso, instalándose también una comisión especial para el caso, que llevó a cabo indagatorias que si bien no surten efecto para vincular a nadie a proceso, sí permiten tejer una historia alterna.

Pese a ello, la comisión a cargo de Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, poco había logrado porque había un pacto de silencio entre todos los involucrados. Entonces, el presidente lanzó la propuesta a los que participaron en la masacre, para que hablaran a cambio de garantías. Y funcionó: Un alto mando de Guerreros Unidos accedió a dar detalles de cómo operaba este grupo delincuencial, quiénes desde el gobierno los apoyaba, y qué sucedió aquella noche de entre el 26 y 27 de septiembre ce 2014.

Sobre todo, reveló qué sucedió después y cómo se organizaron autoridades y delincuentes para tapar el hoyo abismal que habían abierto. Y lo hicieron derramando más sangre inocente.

Si según el testigo la noche del 26 de septiembre murieron entre 70 y 80 personas, entre estudiantes y presuntos criminales, si le agregamos los 20 indigentes estamos hablando del sacrificio de un centenar de personas, en un lapso de entre 3 días y una semana.

¿Quién pagará por todo esto? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el presidente de la República para devolverle a este país la dignidad? ¿Se conformará AMLO con una simulación?

Él dijo ayer, a propósito de que están involucrando a Omar Harfuch, secretario de seguridad de la Ciudad de México en esta trama, que se investigará a todo, porque no hay pactos de complicidad con nadie. Si el presidente cumple su palabra, veremos a exfuncionarios de Guerrero en la cárcel. Si no, todo quedará en otra “mentira histórica”.

Y, bueno, no olvidemos que la Fiscalía General de la República ya había solicitado órdenes de aprehensión para detener a unos 50 ex funcionarios y policías de Guerrero, pero fueron denegadas por un juez. Falta entonces destrabar el pacto de silencio en el Poder Judicial.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Filtraciones de la investigación por el Caso Ayotzinapa volvieron ayer a revivir el horror de aquella “negra noche de Iguala”, en que fueron cazados y desaparecidos 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, y hay detalles que nos indican que nunca veremos sus restos, como tampoco el de cientos de personas cuyos familiares aún las buscan, sencillamente porque las técnicas de desaparición de Guerreros Unidos incluían la incineración y el uso de ácidos para deshacer los cuerpos.

Lo que narra un alto mando de Guerreros Unidos que se acogió a los beneficios de ser “testigo de oportunidad” (recordemos que el presidente hizo esa oferta el año pasado), es el horror de un genocidio perpetrado por el Estado, ya que hubo la participación de policías y militares, e incluso se usó una funeraria que el gobierno estatal solía usar como Servicio Médico Forense (Semefo), y donde a pesar de que se sabía de que los narcos de Iguala utilizaban esos hornos para cremar a sus víctimas, el lugar gozaba de protección oficial. 

Se revive la teoría de que los muchachos no eran el blanco del ataque de Guerreros Unidos, sino que grupos delincuenciales de la Sierra de Tlacotepec aprovecharon su movilización y su desplazamiento de Chilpancingo hacia Iguala, una vez que la Policía Estatal les impidió tomar camiones en la capital del estado, y se infiltraron entre ellos cuando fueron detectados por halcones de Guerreros Unidos, condenando a los muchachos a la misma suerte de los sicarios de Onésimo Marquina e Isaac Navarrate Celis.

Guerreros Unidos se enteró de la movilización de los estudiantes por la misma Policía Estatal, que se lo comunicó a los halcones que vigilaban la carretera de acceso a Iguala, desde Chilpancingo. Estos mismos fueron los que detectaron que camionetas con hombres fuertemente armados iban detrás de los camiones en que se trasladaban los estudiantes, vehículos que bajaron de la Sierra de Tlacotepec.

Ahora ahora, recordemos, se nos había dicho que los camiones de estudiantes iban infiltrados por gente de Los Rojos, otro grupo criminal rival de Guerreros Unidos, desde su salida de Ayotzinapa, pero en realidad se trataba del grupo que comanda la Sierra central del estado.

Una vez perseguidos y cazados, pues unos 100 sicarios de Guerreros Unidos cercaron la ciudad por 4 puntos, los muchachos fueron divididos en 3 grupos e interrogados unos por narcos, otros por militares y otros por policías, pero todos hallaron finalmente la muerte, aunque en circunstancias distintas, ya que los cadáveres de un grupo fueron disueltos en ácido y sosa cáustica y echados al drenaje, mientras que otros fueron destazados y cremados en una funeraria ubicada en las afueras de Iguala.

Hay un tercer grupo de estudiantes del que todavía no se sabe qué sucedió. Recordemos que hace meses la comisión especial para el Caso Ayotzinapa presentó resultados de estudios hechos en el fragmento de un hueso hallado en la Barranca del Muerto, lugar muy distante de los demás, a menos que los hayan esparcido ahí después de quemarlos, porque el testigo narra que los tiraron por Taxco, cerca de una mina abandonada, así como en  un punto de Iguala.

¿Y los del basurero de Cocula? Ahí nunca sucedió nada, con lo que se afianza el dicho del Grupo Independiente que investigó los hechos y determinó que no hay indicios de que en ese lugar hayan incinerado a 43 personas, como lo afirmó la Procuraduría General de la República en sus “verdad histórica”.

Luego entonces, ¿porqué Jesús Murillo Karam, el ex procurador general, se centró en el basurero de Cocula? Todo fue una burda puesta en escena, en la que participaron policías estatales y ministeriales de Guerrero, y obviamente miembros de Guerreros Unidos, para ayudarle al gobierno federal a tejar la “verdad histórica” en corto tiempo.

Para ello necesitaban evidencias, las cuales las proporcionaron los mismos narcos, a principios de octubre de ese año, cuando según el testigo protegido entregaron bolsas con restos a un comandante de la Policía Investigadora Ministerial, identificado como Wenceslao Cempoalteca, quien a su vez lo entregó a sus superiores.

Y fueron policías del estado quienes fueron a “sembrar” los restos al basurero de Cocula, e incluso “sembraron” cartuchos percutidos entre las piedras, siempre según el testimonio del testigo protegido.

Con eso, la PGR pudo demostrar que uno de los muertos en ese lugar era un estudiante vecino de Tecoanapa, una vez que el fragmento de un hueso fue analizado en Europa, y procedió a detener a unos 200 miembros de Guerreros Unidos, así como policías municipales, al alcalde José Luis Abarca Velázquez y su esposa (presos aún), pero ningún militar, ni policía estatal, ni ministerial. 

Tampoco aparecen los videos del sistema de videovigilancia de Ciudad Judicial, con los que se comprobaría la participación de militares y policías.

Huelga decir que la filtración de estos avances molestó a activistas de derechos humanos, mientras los padres estaban citados hasta el mes de marzo para darles avances de la indagatoria, así como se espera también la detención de 17 militares, además del capitán Crespo, quien ya está detenido.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Si no es burra, es burro? Si no es Chana, es Juana? Esa parece ser la brújula de Miguel Torruco Márquez, titular de Turismo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien recién presentó las expectativas que se tienen para la industria en 2021.

Dijo que se están considerando tres escenarios con previsiones que dependen de las medidas implementadas por Estados Unidos, como las restricciones de viaje, la solicitud de pruebas de Covid-19 negativas y el cierre de tránsito no esencial en la frontera, temas que forzosamente impactarán también a nuestro país.

Y sabiondo como suele ser, aunque en realidad está entrampado, Torruco indicó que los escenarios previstos por Sectur son el optimista, el conservador y el pesimista. Y que estos escenario se irán definiendo conforme evolucione la crisis por la pandemia.

Este sesudo análisis nos deja boquiabiertos. Optimista, conservador y pesimista. ¡Wow!

Y explica, que el escenario optimista contempla una ocupación hotelera de 56.6 por ciento. El escenario conservador prevé una ocupación de 50 por ciento en los destinos turísticos del país. Y el pesimista incluye la previsión de una ocupación hotelera de 46 por ciento; es decir, más o menos como lo que vivimos en Guerrero en las fiestas decembrinas, pese a que se optó por el semáforo amarillo diferenciado para favorecer a Acapulco, Chilpancingo e Ixtapa-Zihuatanejo.

Pese a la apertura, decíamos, no alcanzamos el 60 por ciento de ocupación, como se esperaba.

Siguiendo la sesuda medición de Torruco, podemos decir entonces que Guerrero vive un escenario “pesimista”, y que no hay para cuándo mejore la situación.

En todos sentidos 2021 pinta mal para las zonas turísticas del país. A decir verdad, es algo que ya nos habían dicho los expertos, que este año sería peor que 2020, porque los efectos de la pandemia se resentirán con mayor fuerza en estos meses en que se vive una segunda oleada de contagios y parece que más fuerte que la primera.

Podríamos incluso esperar estos efectos hasta para 2022, hasta que la mayor parte de la gente reciba la vacuna contra el Covid-19, y la gente vuelva a vivir con normalidad, si es que se logra, pues recordemos que hay varias cepas nuevas de este coronavirus que amenazan con boicotear la buena noticia de las vacunas que se diseñaron para anular a la cepa original.

Esto implica que tendría que diseñarse una vacuna para varias cepas, o bien una para cada cual. En este momento, la nueva cepa detectada en Inglaterra ya está en 20 países del planeta, México incluido. De acuerdo con expertos, sus manifestaciones son similares a la de la primera muestra, pero con mayor capacidad de contagio.

Lástima, porque no hemos aprendido las reglas básicas de contención de la pandemia, y está sucediendo aquí lo que ocurrió en la segunda oleada en Europa, cuando los jóvenes comenzaron a vivir su vida de desenfreno en fiestas y pachangas, provocando el repunte de casos.

Aunque eso sucedió allá primero, no aprendimos, y acá repetimos los esquemas.

Por lo tanto, estando México en la segunda oleada, con sólo 2 entidades en semáforo verde, la mayoría en naranja y unos 8 estados en semáforo rojo, incluida la Ciudad de México y las ciudades más grandes del país, como Guadalajara y Monterrey, es obvio que 2021 será más crítico que 2020, porque a estas alturas se nos está juntando el hambre con la necesidad. Ya no tenemos las reservas que teníamos al inicio de la pandemia, y los negocios están al filo de la quiebra, sin apoyos ni de la banca privada, ni de la parte oficial.

En un escenario como éste, ¿a dónde vamos que más valgamos?

Por eso Torruco se mueve en un escenario sin salidas. Y se ahoga en su propia estrechez. Es el empleado de un presidente que optó por  la “austeridad”, la cual también mata, en lugar de buscar apoyos para sostener la planta productiva del país, sobre todo a los negocios pequeños.

Prefirieron ampliar los programas sociales, que sólo son paliativos y que se manejan con dinero público que proviene de las actividades económicas, que resolver el problema de fondo, algo que todavía no comprendemos.

De parte de la banca privada, están apresurándose a rescatar su dinero que dieron vía créditos y tarjetas de consumo, que en ayudar a las empresas. Miles de ellas estuvieron buscando alternativas para el cierre de año, pero no encontraron más que la promesa de que hasta enero se abrirían opciones.

No en balde Torruco parece la Chimoltrufia, que como dice una cosa, dice otra.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El presidente Andrés Manuel López Obrador no se reunió con ninguno de los aspirantes al gobierno de Guerrero por Morena. Ni con el precandidato, Félix Salgado Macedonio, ni con los que aspiran a ocupar ese puesto y están todavía en campaña.

Eso generó una especie de trending topic en redes sociales ayer, con la noticia de que AMLO despreció a Félix Salgado, y tampoco se pronunció a su favor, lo cual implica -dicen- que no es su favorito.

Uno ve esas notas y se pregunta cuál es la fuente, porque las presentan como noticia, y uno espera que, en efecto, haya sucedido algún momento durante la gira del presidente algo que nos indicara que estaba interesado en mostrar apoyo o desprecio por algún candidateable.

Al contrario, AMLO siempre lo ha dicho que no es igual que sus antecesores. Si así fuera, el proceso interno habría sido distinto. De hecho, todos apostaban a que el delegado de programas sociales era su favorito, y ya lo daban como seguro candidato.

La voltereta en Morena sorprendió a los propios aludidos, que no consideraron que el presidente sacaría las manos del proceso electoral de veras, no de palabra, y que inclinaría la balanza por alguno.

Claro, ni siquiera podemos decir que apoya a Félix. Y más bien está dejando que el partido resuelva el problemón en el que está metido el candidato, porque sólo él sabe cómo resolverá las demandas que tiene en sus manos la Fiscalía -léase el gobierno del estado- y que puede usar como instrumento político-electoral en cualquier rato.

De hecho, ya lo están haciendo, pues mientras la alianza PRI-PRD avanza en su proceso de unidad, proceso muy aceitadito desde Casa Guerrero, al grado de que hasta el senador Manuel Añorve Baños tuvo que bajarle dos rayitas a su muina, Morena se despedaza.

Lo que no aceptan los que argumentan que el presidente ni caso le hizo a Félix Salgado, es que no peló a nadie. El señor vino a lo que vino y aunque todos le hicieron guiños, ni se inmutó.

Félix se fue a la Quebrada a escuchar el estruendo del mar rompiendo en las rocas, y por la tarde se fue a cortar el pelo con su estilista favorita.

Pero Walton hizo un evento masivo, lo mismo que Pablo Amílcar, enviando señales de humo que, sin embargo, no les fueron tomadas en cuenta.

Así se quedaron esperando el espaldarazo presidencial tanto Amílcar Sandoval Ballesteros como “el amigo del presidente”, Luis Walton Aburto, quien hizo campaña con esa bandera, diciendo incluso que AMLO lo había mandado a competir, a medirse, para en caso de que  fuese aceptado en Morena, pudiera obtener la candidatura.

¿Quién mintió? Todos. Ahora sabemos que tomarse fotos con el presidente o decir que son amigos, no es garantía de nada, sino todo lo contrario: suele ser un truco engaña-bobos, porque definitivamente estamos en otros tiempos, muy distintos a cuando el tapado de cada entidad la determinaba el inquilino de Los Pinoles. E, incluso, el mismo AMLO dice que el jefe del PRI se daba el lujo de poner candidatos incluso de otros partidos, con la complacencia de los líderes de estos institutos políticos. 

Y claro que sucedía. El sistema PRIANISTA (al que ahora también pertenece el PRD), iba moviendo las piezas del ajedrez como le iba conviniendo, y el que se movía, no salía en la foto.

Todavía en la elección pasada, Guerrero fue “entregado”por el PRD a cambio de Michoacán, según declaraciones de Beatriz Mojica Morga. Y así fue, porque nadie del partido la acompañó en su campaña, señal inequívoca de que la dejaron a su suerte.

En resumen, ninguno de los morenistas pudo presumir de la unción presidencial, el espaldarazo de AMLO o algo por el estilo, lo cual es harto saludable.

 Nadie de los aspirantes, tanto los que ya están en la ruta de la unidad, como los que siguen como chivas desbalagadas, puede decir que AMLO le llamó, lo mandó a traer o siquiera si les hizo algún guiño. Nada. 

Al contrario, el presidente hizo lo suyo y estuvo acompañado por el gobernador Héctor Astudillo, con el cual se ve que se lleva de maravilla, luego de aquel bochornoso episodio en donde el otrora poderoso súperdelegado para programas sociales le arrimó gente para que lo abuchearan, y en el que AMLO tuvo que pedir disculpas.

Bien por el presidente, que sabe con qué se come eso de la investidura presidencial. Y mal por los morenistas, si es que esperaban que el mandatario actuara como sus antecesores. 

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El presidente AMLO no será la etiqueta permanente de la Cuarta Transformación de México y mucho menos de Morena. Dijo ayer que se retirará en cuanto termine su mandato,  y dejará en manos de otros la continuidad de su proyecto transformador de México.

Fuentes del partido señalan que el mandatario está muy decepcionado, al ver la manera en que sus compañeros de partido se comportan, y porque han hecho del movimiento más importante de este siglo en materia político-electoral, un centro de rapiña por los cargos públicos.

Y el mejor ejemplo está en Guerrero, una de las entidades más lópezobradoristas del país, donde los líderes políticos comenzaron a mostrar el cobre desde la elección de 2018.

Si recordamos, la elección interna de 2015, en la que se eligieron a los candidatos del partido para participar por gubernatura, diputaciones locales y federales, así como alcaldías, fue hasta algo infantil, de ternura, pues no recurrieron a encuestas como ahora, ni tampoco buscaron candidaturas “de unidad” como en 2018, sino que no habiendo casi nadie interesado en participar, usaron la “tómbola”, para designar a los candidatos y candidatas, dejándole a la suerte la selección de estos.

El método fue harto criticado pero fue la manera que encontraron para enviar al campo de batalla electoral a rostros nuevos de la política, a quienes les tocó picar piedra.
Pero de esa elección derivó todo lo demás. El partido logró su registro en el estado y a nivel nacional, y entonces todo fue empatándose con la movilización de AMLO rumbo a la campaña presidencial de 2018.

Ahí fue que el partido, que dicen es de todos, que es de la sociedad, que es un instrumento de empoderamiento del pueblo, comenzó a centralizarse, al más puro estilo del PRD, partido que se movía y se mueve aún a partir de “tribus”, o mal llamados grupos políticos, que actúan sin respeto de los lineamientos partidistas o estatutos.

Pablo Amílcar Sandoval dijo la semana anterior que Morena se está convirtiendo en otro PRD. Pero quienes asistimos al nacimiento del partido amarillo, podemos atestiguar que no, que Morena se está convirtiendo en algo peor, y que su pudrición será más veloz.

Del PRD podemos recordar el entusiasmo inicial, la masificación de sus bases, que al paso de los años se fueron aglutinando en torno a figurines municipales, regionales, estatales y nacionales, que además fueron siendo cooptados por el régimen prianista.

Pero el PRD tuvo que luchar a brazo partido por ganar sus primeros puestos de poder, y eso les permitió una lucha de largo aliento.

Al contrario, Morena nace prácticamente con el poder en la mano. A diferencia del PRD, que nunca llegó a alcanzar la presidencia de la República, y que quedó en unos cuantos gobernadores, así como un puñado de diputados y senadores que se estuvieron rolando el poder por 3 decenios, el partido lópezobradorista sólo tardó 3 años, desde su primera elección, para convertirse en el principal partido del país, el de mayor votación y, por lo tanto, el de mayores prerrogativas (financiamiento público).

La disputa en Morena está en todos los frentes. A causa de esa actitud troglodita, es hora que el partido carece de un dirigente estatal, así como tampoco exigen los comités municipales. Hay quienes se adjudican estos espacios, pero la verdad es que el proceso de renovación de las dirigencias nunca se concretó, porque allá arriba andaban como perros y gatos, hasta que el Tribunal Electoral les enmendó la página y los obligó a elegir a su presidente nacional mediante encuesta, proceso que también se convirtió en una rebatinga, sobre todo entre los favoritos de la militancia: Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo.

Será hasta pasada la elección de este año cuando se renueven las dirigencias estatales, y para esto ya hay varios haciendo cola en la fila de las tortillas, tal y como sucedió en la elección para gobernador, que vergonzosamente la cola acumuló a 18 prospectos. ¡18! 

Hoy, algunos están sujetos por conveniencia a la decisión del CEN de Morena, otros ya volvieron a sus actividades y están indiferentes, pero otros de plano andan que el sol no los calienta y siguen en campaña.

Lo peor, que hasta demandaron al Comité Ejecutivo Nacional alegando que se violaron sus derechos políticos, cuando hay documentos firmados ellos (Pablo Amílcar y Luis Walton), para aceptar primero la encuesta como método de selección; y, segundo, para aceptar los resultados. Pero ni lo uno ni lo otro cumplieron.

Luego entonces, hay profundas diferencias entre el PRD y Morena. Podemos agregar muchas más, pero una de las más desagradables es la reactividad hacia los medios de comunicación de parte de Morena, sus miembros y  funcionarios, en contraste con lo que sucedió con el PRD, que fue un partido abierto y siempre respetuoso de la prensa.

Gracias al perredismo de los años 90 la prensa también tuvo que abrirse y democratizarse. De hecho, en esos tiempos nacieron muchos medios regionales y estatales, y fue un bum de la prensa escrita, antes demasiado centralizada.

Con el Morena de 2020 es todo lo contrario: tenemos las puertas cerradas en muchos aspectos y se ha sembrado en la sociedad la idea de que los medios con corruptos y que sacan noticias en contra de la actuación de los funcionarios morenistas porque somos antiAMLO, porque somos parte del PRIAN, y cosas peores.

Estas fallas son grotescas, porque incluso las están replicando personajes que antes fueron del PRD y que tenían una relación buena con al prensa, pero que una vez que se empoderaron marcaron distancia a conveniencia.

Así sucede cuando un político cambia de amarrillo a guinda, se siente más pejista que el Peje. Veremos en qué terminan.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Las “benditas” redes sociales le están dando una lección a los poderosos del mundo, y es una advertencia para los políticos locales, quienes le han apostado todo al espacio cibernético sin considerar que está sumamente centralizado y lo manejan los súpermillonarios del mundo.

Hoy, estos personajes se toparon con pared, mientras se dan cuenta que estaban metidos en la matrix de la tierra, el gran engaño de la aldea global, el mejor instrumento de dominio, que sirve no solamente para divulgar “al instante” lo que sucede en alguna parte del mundo -eso ya se había logrado con la radio y la televisión- sino que además le da a la audiencia la preciosa posibilidad de intervenir en el momento, opinando, compartiendo, etcétera, creando una especie de espejismo de poder del pueblo, al grado de que han sido considerados estos sistemas como la máxima expresión de la democracia.

Lo que es peor, se dieron cuenta que las “benditas” redes sociales sirven lo mismo para informar que para desinformar. Lo mismo para denostar que para ensalsar. Y que lo que antes llevaba días o meses planificar, hoy ocurre en cuestión de horas.

Tras el ¡bum! de las “benditas” redes sociales, sus creadores se preocuparon. En Estados Unidos hace años que los senadores y diputados buscan acotarlas y regularlas. Poco a poco han ido añadiendo elementos de censura, alegando que hay asuntos, palabras y tópicos que van en contra de la “comunidad”.

Esa es la palabra correcta. Las redes sociales son una “comunidad”, gente de todo el mundo conectada al mismo tiempo, bajo los mismos intereses.

Hasta ahora no lo habían logrado, pues siempre había quién defendiera este derecho ya creado de las amplísimas audiencias, que obligaron a los medios de comunicación masiva tradicionales a adaptarse en este nuevo esquema de divulgación. Incluso grandes y centenarias firmas del periodismo cerraron, y dejaron de imprimir sus rotativos, para pasar de lleno a colgarse de la WEB, tomando las redes sociales como el tren más seguro para llega a más y más gente,  superando toda frontera política, religiosa, cultural y física.

Pero, ¡oh!, sorpresa. Sin más que la decisión unilateral de los dueños de las redes, en estos días nos dimos cuenta cuán vulnerables somos, pues incluso fueron capaces de cancelar las redes sociales del presidente del país más poderoso del mundo.

Twitter, Facebook, Instragram, Snatchap, etcétera, cancelaron las cuentas de Donald Trump, alegando que se trata de un asunto de “seguridad nacional”, luego de que se le responsabiliza por la toma del Capitolio, a manos de una turba enardecida por la idea de un fraude electoral, a favor del demócrata Joe Biden.

Fue así que esas plataformas, llamadas “benditas” redes sociales dejaron sin voz al hombre más poderoso del planeta. Y si a eso le agregamos que los medios tradicionales -que también se mueven a través de las redes- hace mucho que lo persiguen y atosigan, Donald Trump está prácticamente silenciado, acorralado, en medio de un juicio político enderezado en su contra por los demócratas y algunos republicanos furibundos, que quieren quitarle el poder antes de que se lo entregue a Biden, e incluso encarcelarlo por la toma del Capitolio.

Eso preocupó a los jerarcas de otros países. Ángela Merkel, de Alemania, es una de las que más ha defendido la apertura de las redes sociales, como garantía de libertad para las audiencias.

El presidente Andrés Manuel López Obrador fue de los primeros en pronunciarse en contra de este perverso control político de las “benditas” redes sociales, que así como le ayudaron a Trump a impulsar su triunfo hace 4 años, ahora lo entierran en los abismos del silencio y la censura.

AMLO indicó que en la próxima reunión del G-20 planteará que se evite la censura en redes sociales, en busca de la libertad de expresión. 

En conferencia mañanera, AMLO expresó: “En la próxima reunión que tengamos del G20 voy a hacer un planteamiento sobre este asunto. No deben usarse las redes para incitar a la violencia, todo eso; pero eso no puede ser motivo de suspender la libertad de expresión, no debe ser usado de excusa. Hay que garantizar la libertad, no a la censura”.

López Obrador aseguró que no puede haber un organismo particular que decida quitar el derecho a la libre manifestación de las ideas, según su conveniencia.

Bueno, me gustaría decirles “se los dije”. Cada vez hay más quejas de personas a las que les suspenden sus cuentas o se las bloquean.

Y cada vez es más notoria la perversión de las redes. Hablando de medios, todos quedamos muy vulnerables, pues basta que alguien reporte alguna publicación, para que Facebook la baje y mande advertencias.

Lo bueno que ya nos dimos cuenta de quiénes son los que controlan a las “benditas” redes sociales, y no tarda y veremos cómo la WEB y sus instrumentos de difusión creados se exponen abiertamente también, sin tapujos, como instrumentos de franco dominio, control y manipulación.

Salir de la versión móvil