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Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Tren Maya se lleva mitad de presupuesto para el Turismo

“El remordimiento duerme durante la prosperidad, pero despierta como una conciencia amarga durante la adversidad”: Jean Jacques Rousseau.

Mis estimados, la construcción del Tren Maya va viento en popa, pues la consulta -verdadera u simulada- obtuvo un rotundo éxito.

Según Adelfo Regino Montes, director General del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), se hicieron más de 55 acuerdos generales y participaron 5 mil 237 autoridades tradicionales de 987 comunidades indígenas, con una participación de al menos 70 por ciento de la población.

Y de manera adicional se realizó una consulta a la población en general que incluyó a 84 municipios, de Campeche, Quintana Roo, Chiapas, Yucatán y Tabasco. De esta consulta, 92.3 por ciento de la población votó la aprobación de la construcción del tren. Lo confirmó la subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaria de Gobernación (Segob), Diana Álvarez Maury.

Sin embargo, activistas opuestos a la construcción del tren maya dijeron a la agencia Reuters que la consulta estuvo plagada de irregularidades, en un proceso que calificaron de simulación, y que busca dar una legitimidad al proyecto.

Según los inconformes, durante las asambleas no se daba la información clara y accesible, o que no respondían a la críticas y duda de la gente de las comunidades.

Carlos Escoffiè, defensor de Derechos Humanos que trabaja con comunidades mayas, se quejó de ello.

No obstante, haya sido como haya sido, el proyecto del tren maya se ejecutará, se oponga quien se oponga, pues es el gigante de obra del sexenio del presidente AMLO. Así lo señala el documento del presupuesto de Egresos de la Federación 2020.

Desde agosto se dio a conocer que el Consorcio Integrado por Key Capital, Sernemex Ingeniería y Sistemas ganó la licitación para realizar los estudios de ingeniería básica para el Tren Maya. Estos datos indican que con consulta o sin ella, el tren maya se iba a desarrollar, aunque esta magna obra se lleve la mitad del recurso destinados a la promoción del turismo, pues así lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El mandatario contó que cuentan con un presupuesto de alrededor de 120 mil millones de pesos. “Ya tenemos seguros alrededor de 60 mil millones de pesos, ambos montos de ingresos se han obtenido por el cobro de impuestos a los turistas”.

Y añadió: “Ese dinero se usaba supuestamente para promover el turismo, y se demostró que no se le daba ese uso, la mayor parte se usaba para pagar publicidad del gobierno a empresas de comunicación; ahora se decide que ese fondo, que es de alrededor de 8 mil millones de pesos, se utilice para la construcción de esta obra, por eso hablo de los 60 mil millones de pesos que tenemos seguros, hasta el 2024. El resto será financiado con presupuesto público, no deuda”, aclaró.

Estaría bien, sin embargo, que se pusiera de acuerdo el mandatario con el titular de SECTUR, ya que Miguel Torruco Marqués aseguró que la obra del Tren Maya será edificada en su mayoría con inversión privada.

Todo, ante la angustia del sector turístico, principalmente de Quintana Roo, quienes fueron los primeros en oponerse a que el dinero recaudado por los impuestos al turismo sea invertido en la obra del Tren Maya. En ese entonces, los empresarios hicieron declaraciones fuertes al gobierno del presidente AMLO, por dar otro uso a los recursos destinados a la promoción del país. Asimismo, los empresarios criticaron al mandatario por impulsar una controversial consulta pública antes de asumir el poder para cancelar la construcción de un millonario aeropuerto en la Ciudad de México, sin el aval del organismo como árbitro electoral.

“Es preocupante los que hace el presidente AMLO, pues para la consulta del proyecto del tren debió respaldar la consulta el organismo; es preocupante las decisiones que toma el presidente AMLO, sobre todo por la desviación de los fondos recabados por el impuesto al turismo”, dijeron.

No obstante, el mandatario anunció con una sonrisa de oreja a oreja, que la primera semana de enero inicia la primera licitación para la construcción de aproximadamente 800 kilómetros, tramo en donde ya existe ingeniería básica, mencionó el mandatario en su conferencia matutina.

Además dijo el mandatario que las obras comenzarán a finales de marzo y principio de abril, “por lo que convocaremos a los grandes empresarios de México”.

Y lanzó el llamado a las empresas para que vayan preparándose para la licitación, pues el pasado 13 de diciembre le fueron entregados al gobierno los estudios de ingeniería básica, y es sólo cuestión de trámite para arrancar con la obra.

Se auguró por la Federación que dicha obra del Tren Maya estaba orientada a incrementar el turismo en el Sureste; no obstante, el proyecto -según activistas- va orientado a incrementar la derrama económica del turismo mayormente en la Península de Yucatán, para crear empleos e impulsar el desarrollo sostenible y propiciar el reordenamiento territorial de esa región, pues en sí la ruta por donde va pasar el tren es Yucatán.

Sin duda, mis estimados, el Tren Maya es la obra de infraestructura más importante del sexenio lópezobradorista, un ambicioso plan de desarrollo socioeconómico y turístico increíble, de eso no queda duda. Seguro que será enriquecedora la obra para esa zona del Sureste.

Pero lo incongruente de la Federación es desviar el fondo destinado para la promoción del turismo de otros destinos, para usarlo en esa obra, porque finamente sin promoción turística, aunque tengan un tren maya de súper lujo, no hay nada garantizado. Sin contar con el posible daño al medio ambiente, ya que los expertos señalan que partirá en dos 8 importantes áreas naturales protegidas.

Y para muestras, de falta de promoción, un botón: muy a pesar de lo que presume diariamente el secretario de Turismo Federal, Miguel Torruco Marqués, en el sentido de que millones de turistas extranjeros arriban al país, en realidad México cayó en el ranking mundial del turismo si lo comparamos con 2018, ya que los aeropuertos del país recibieron a 8 millones 616 mil estadunidenses entre enero y octubre del presente año, equivalente a 25 mil personas; es decir, 0.3 por ciento menos que en el mismo periodo de 2018, siendo la primera vez que baja el flujo de viajeros de ese país en ocho años.

De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaria de Gobernación (Segob), no es significativa esa baja. Pero, con la pena, le digo al funcionario que por la inseguridad y por la falta de promoción, los turistas de Estados Unidos y Reino Unido se alejaron de México este año, y el asunto puede empeorar.

No pueden negar las autoridades que la Unión Americana históricamente ha sido el mercado más importante de turistas para el país, al enviar 6 de cada 10 viajeros por avión a México. Y Reino Unido sigue como el principal mercado europeo. Los turistas estadunidenses son los segundos después del turismo chino que más gastan, y los ingresos ocupan el cuarto lugar en ese tema, según la Organización Mundial del Turismo.

Pero lo grave del cuadro, es que el turismo estadunidense, desde el gobierno del presidente AMLO, desprecian a nuestro país, le miran todos los defectos a pesar que presume el presidente Trump mucha amistad y aprecio con el mandatario mexicano, pero es pura lengua, pues las alertas de no viajar a México por la inseguridad y violencia siguen siendo contantes por el gobierno estadounidense a sus connacionales; incluso, menciona a los estados y puertos por su nombre, y les dicen que no viajen a esos lugares por los altos índices delictivos que los acechan.

Cabe hacer mención que las mismas autoridades de Sectur mencionan que por la quiebra y cierre de la Agencia Thomas Cook, el pasado mes de septiembre menos británicos visitaran a México, y calcularon los funcionarios que nuestro país dejará de recibir 23 millones de dólares por el cierre de esta empresa.

Sin embargo, ni por eso toman medidas. El secretario de Turismo, por el contrario, no piensa en la promoción del país y tampoco en limpiarlo de los ríos de sangre que lo tiñen a diario. Prefieren destinar los recursos del impuesto al turista para el Tren Maya, y la promoción del país que siga pendiente. Incongruencia pura de los funcionarios.              

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