Editorial

El desaire del presidente a la Marina

El juego de artificios creado por el presidente Andrés Manuel López Obrador con pretexto de la conquista española, ocultó un hecho que provocó decepción y molestia entre los mandos de la Armada de México.

El lunes 25 de marzo, López Obrador viajó a su tierra, Tabasco. Tenía programados dos compromisos en el municipio de Centla. El primero, condecorar al secretario de Marina, Almirante José Rafael Ojeda Durán, en las instalaciones de la Marina en el lugar. El segundo, conmemorar los 500 años de Batalla de Centla, entre los maya-chontales y las huestes del conquistador Hernán Cortés.

Aunque en el fondo su propósito era abonar en su compromiso de convertir a Tabasco en la capital petrolera del país, según lo adelantó en campaña, el presidente cambió la agenda y decidió trasladarse con su esposa, Beatriz Gutiérrez Müeller, a la zona arqueológica de Comalcalco, donde grabó el polémico video de la petición de perdón por parte de España.

Los convocados a la gira se sorprendieron por el repentino viaje del presidente y su esposa, una doctora en literatura a la que designó presidenta del proyecto “Memoria Histórica y Cultural de México”.

El recorrido entre Centla y Comalcalco requiere de casi dos horas de camino. Por eso fue que el presidente canceló su primer evento: la ceremonia de protocolo militar para entregar la Condecoración de Perseverancia Excepcional de Primera Clase nada menos que al Alto Mando de la Marina, el Almirante Ojeda Durán, el hombre de mayor ascendencia en la Armada de México.

Por ese mero hecho, que significa ser el marino de mayor antigüedad en México, el Almirante se convirtió en el titular de la Secretaría de Marina, aun cuando López Obrador pensara diferente.

Es una convención contra la que no pudo ir, a diferencia de su designación al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), donde nombró al general Luis C. Sandoval, a pesar tener apenas un año como divisionario y de que había generales con mayor antigüedad.

Todo estaba puesto en la Quinta Zona Naval, en el puerto de Frontera, en Centla, para el reconocimiento al jefe militar más respetado entre los marinos. Pero el presidente, como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, se desentendió del simbolismo y valores entre los militares y decidió apuntalar las inquietudes intelectuales de su esposa.
“Era una condecoración, pero se pasa para el 21 de abril, cuando vamos a Veracruz”, dijo el presidente minimizando la frustrada ceremonia, sin considerar que los militares son hombres de símbolos.

Más que una descortesía fue un desaire de quien ha apostado a los militares como solución a la crisis de inseguridad del país y por la que se evaluará en parte a su gobierno. Su creación, la Guardia Nacional, tiene entre sus componentes a la Policía Naval.

López Obrador tiene una clara tendencia hacia el Ejército. Cuando en noviembre pasado, a dos semanas de asumir la Presidencia de la República, dio a conocer su plan de seguridad, quien habló a nombre de los militares fue el general Sandoval. El Almirante parecía un convidado de piedra.

Ya en Palacio Nacional, ha llenado de atribuciones y recursos al Ejército. La Marina, que en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña estuvo a cargo de las detenciones de jefes del narcotráfico, parecen ahora jugar de comparsa en la visión presidencial.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

En una década, pese a lo que nos informan oficialmente, el turismo en Guerrero se ha colapsado. Datos proporcionados ayer por Macario Schettino, en su columna “La Caja Fuerte” de El Financiero, revela que hay muy pocos indicadores que nos permita revisar el crecimiento real del turismo en México, pero basta revisar el indicador “noches-turista”, para enterarnos de cómo nuestra entidad ha venido a menos de manera dramática.

Schettino señala que el caso de Guerrero es “trágico”, pues pasó de 1.3 millones “noches-turista” en 2007, a 0.7 millones en 2017, esto a pesar de contar con el lugar más representativo del turismo por décadas, Acapulco.

“Algo similar le pasa a Colima, que tenía 225 mil turistas-noche en 2007 y ahora apenas pasa de 100 mil”, refirió.

Se nos podrá decir que esto es normal, que en todo el territorio nacional se vive la misma tendencia pero no es así.

En la misma década, se registra un crecimiento inusitado a escala nacional, pues en 2007 se registraron cerca de 60 millones de noches-turista, mientras que para 2017 casi llegaron a 90 millones.

Se refiere que en esa década hubo para nuestro país un crecimiento anual promedio de 4 por ciento.

Es decir, que mientras la media nacional aumentaba, en Guerrero ese mismo indicador decrecía, hasta llegar a menos de tres cuartos de millón de noches-turista.

¿Por qué ese indicador? Porque siempre se mide la ocupación hotelera para definir si una playa está llena o vacía, y en ese sentido vemos que se presume llenos totales en temporadas para Guerrero, pero nada más. En el promedio anual nacional, casi no pintamos.

Señala Schettino que los mayores incrementos entre 2007 y 2017 se registraron en ciudades medias y no en la zona de playas.

Aguascalientes y en Puebla ocupan el primer lugar con 16 y 10 por ciento, respectivamente. Y explica: “Muy probable que en Aguascalientes el impacto de los viajeros de negocios sea significativo, porque en ese periodo la entidad ha multiplicado su presencia en exportación de vehículos. En Puebla ese movimiento ha sido menor, de forma que el turismo de placer puede explicar parte del crecimiento”.

¿Entonces qué pasa con los destinos del Sureste? En términos de volumen, la entidad más importante sigue siendo Quintana Roo, que representa más de la mitad del turismo nacional, con 53 de los 90 millones de noches-turista que hay en todo el territorio.

Pero estamos hablando de crecimiento y aunque Cancún y sus playas vecinas se mantiene en su nivel, no necesariamente ha crecido al ritmo que se proyectó.

La desgracia de Guerrero y sus destinos turísticos es evidente, si nos atenemos a las cifras. Nos pueden decir que vamos bien, que todo está en orden, que seguimos creciendo, pero la realidad es otra. Los números son fríos, no mienten.

Esto es entendible, por la extrema violencia que ha azotado a Guerrero precisamente en la década referida, y la caída que registró Acapulco desde tiempos de Zeferino Torreblanca, con el retiro de los spring-brakers, así como la reducción al mínimo del turismo de cruceros, simplemente no se ha podido recuperar.

Sabemos, con sólo platicar con la gente, que estamos en tiempos de vacas flacas y ahora ya sabemos la razón. Sobrevivimos por temporadas y nos entretienen con cifras temporaleras, dando la idea de que ¡wow!, todo marcha sobre ruedas, pero esconden las cifras duras que revelan la caía.

¡En una década hemos perdido 600 mil noches-turista! ¿Entonces, de dónde sacan que estamos bien en materia turística?

Editorial

Andrés y el qué dirán

Sorprende –y preocupa en serio—que el Presidente de México parezca más obsesionado con el qué dirán de aquellos al que considera sus adversarios que en mantener firmemente las riendas de este país. Grave si sus decisiones las toma –o las cambia— en fusión de lo que puedan pensar sus detractores. Lo cierto es que esa ha sido una constante en las últimas semanas y especialmente explícito ante el conflicto con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en torno a la aprobación de la contra Reforma Educativa.

Andrés Manuel aseguró este jueves que “dio instrucciones” [sic] para que se saque del dictamen correspondiente todo aquello que “afecte” a los maestros… para que no se diga que su Gobierno es igual al anterior. Lo más grave es que, al hacerlo, pasa por encima del Poder Legislativo, en cuyas manos supuestamente está la aprobación de la reforma. Y que lejos de argumentar motivos razonables de su imposición arbitraria, la refiera machaconamente a su afán de demostrar que él es diferente.

El tabasqueño fue enfático al afirmar en su monólogo matutino que “en todo aquello que pueda significar afectar a los maestros he dado instrucciones de que se quite todo… porque no les voy a dar el gusto a los conservadores de que digan de que somos iguales, no”.

Insistió una y otra vez en que los conservadores tratan de hacer ver a su Gobierno igual al anterior. Y recalcó: “Hay grupos que son conservadores, con apariencia de radicales y lo que quieren es hacer sentir o proyectar la idea de que somos iguales nosotros. Entonces no, no somos iguales, no somos simuladores”.

La obsesión de López Obrador ha aflorado repetidas veces. Cada vez más parece actuar no en función de sus convicciones o su proyecto de Nación, sino en no parecerse a los neoliberales y conservadores y en que éstos no tengan pretexto para “vociferar” en su contra. Recientemente ocurrió en la inauguración del estadio de beisbol de los Diablos Rojos del México, en la capital, así como en sus giras por Sonora y Baja California y en sus conferencias mañaneras.

Es temor al qué dirán.

Qué dirán del Tren Maya, decidido como una panacea turística para el sureste mexicano sin tener siquiera a estas alturas los indispensables estudios de impacto ambiental, costo-beneficio y viabilidad económica y operativa.

Qué dirán en fin quienes escucharon varias veces a López Obrador afirmar que las pistas de Santa Lucía empezarían a construirse en dos meses, y cuando ya han transcurrido cuatro resulta que ni siquiera existe un estudio aeronáutico ni un proyecto ejecutivo ni se ha ejecutado un metro de terraplén.

Qué dirán aquellos que confían en las promesas presidenciales sobre un respeto absoluto a la libertad de expresión y a las opiniones diferentes cuando escuchan a AMLO un día sí y otro también denostando a los medios y a los periodistas que según acusa lo “golpean” al ejercer su obligación de informar, así como a los analistas e intelectuales que difieren de sus postulados por que unos y otros obedecen a intereses ligados a la mafia del poder y al neoliberalismo que se resiste a morir.

Qué dirán de muchos de los nombramientos por dedazo vil de funcionarios que no responden precisamente a un perfil de honestidad y capacidad, sino al compadrazgo y al pago de favores que recuerda las peores prácticas de los “oscuros años” de los gobiernos del PRI y del PAN.

Qué dirán en fin quienes creen que de veras en este país se acabó la corrupción. Válgame.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memoriam)

El gobernador Héctor Astudillo informó ayer que el mes de marzo es uno de los menos violentos de los últimos tres años, al registrarse 120 homicidios, comparados, por ejemplo, con los 191 de enero de 2018.

De hecho, marzo es el tercer mes en que se registra una reducción de homicidios violentos en lo que va de 2019. Esta reducción comenzó desde el mes de enero y coincide con la llegada al poder del nuevo gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador, con quien el gobernador Astudillo afirma que está trabajando de manera coordinada en materia de seguridad.

Todavía en el mes de diciembre se registraron 154 muertes violentas en Guerrero; 167 en noviembre y 159 en octubre, para abarcar el periodo de los nuevos gobiernos municipales.

El promedio estatal durante todo 2018 fue de 165 casos por mes, aunque todo 2017 fue terrible, racha que abarcó hasta el primer trimestre del año pasado, luego de lo cual comenzó una reducción importante que, sin embargo, se mantuvo en los 150 asesinatos, salvo el mes de agosto, cuando se registraron 148 decesos violentos.

El homicidio, si bien no es el único referente de violencia en Guerrero –porque falta revisar asuntos de secuestro, extorsiones, desaparición de personas, etcétera-, sí es el de mayor impacto.

¿A qué se debe la disminución de homicidios? Definitivamente tiene que ver con el reforzamiento de la seguridad en Acapulco, donde ya operan desde hace tiempo grupos de lo que será la Guardia Nacional.

Al ser Acapulco el municipio donde más delitos de este tipo se comenten, es obvio que al reforzar la seguridad el impacto fue global, lográndose la reducción de 3 por ciento, dijo el mandatario estatal.

Se espera que tras la puesta en marcha de la Zona Prioritaria Chilpancingo, por parte de los tres órdenes de gobierno, se pacifique la capital del estado y los municipios de Zumpango y otros del filo mayor, como Tlacotepec, donde la violencia azota a tal grado que cientos de familias han tenido que dejar sus propiedades y estuvieron protestando frente al Palacio de Gobierno en la Ciudad de México, en demanda de garantías para volver a sus tierras.

A diferencia de lo que había sucedido con otros desplazados –fenómeno que comenzó a registrarse desde el gobierno de Ángel Aguirre Rivero-, esta vez los pobladores del Filo Mayor exigieron que las autoridades asumieran su responsabilidad y actuaran contra los grupos que se disputan la zona, colocando a las familias en una constante persecución, hasta que se vieron obligados a dejar sus hogares para salvar la vida.

Recordemos también que un grupo delincuencial del Filo Mayor había amenazado con incursionar en Chilpancingo si no se detenía a uno de sus adversarios, quien por cierto estaba como representante de los desplazados en México, y quien se defendió diciendo que el verdadero conflicto en la sierra no era propiamente la siembra de amapola, sino un proyecto minero que está por ser desarrollado.

Son 600 elementos (400 policías militares y 200 policías federales) los que se esforzarán por frenar la violencia que está afectando a Chilpancingo, pero que fluye desde la Sierra, pues los grupos que se disputan esa parte, se pelean por la capital con los que están en la Montaña baja, convirtiendo desde hace años a la capital del estado en una ciudad violenta.

Ojalá que la estrategia funcione y se adopte algo parecido para Chilapa y la región de la Montaña, donde también los pueblos están desde hace años a merced de por lo menos dos grupos delincuenciales, que mantienen a la zona indígena asolada.

Siempre hemos dicho que la paz de México pasa por Guerrero. Si el gobierno federal, en coordinación con el estado y los municipios, logra pacificar esta entidad, habrán avanzado mucho en la paz del país.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

*Autoridad en San Lázaro, cuento chino

*Tricolores no hallan como levantarse

“La soberbia es una discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales que se encuentran de golpe con una miserable cuota de poder”: José de San Martín.

Mis estimados, a partir de que los miembros de la 64 Legislatura de la Cámara de Diputados tomaron el cargo, hicieron creer a los mexicanos que habían establecido un plan de austeridad; incluso algunos legisladores hasta dijeron que ya no convenia ser diputado federal, pues era muy poco recurso el que recibían, aunado a que ya no les autorizaban recursos para obras a sus distritos y que les concedían mas recursos a los diputados locales que a federales. Sin embargo, de acuerdo a los datos publicados por la Cámara de Diputados, la dichosa austeridad que tanto cacaraquearon, es un cuento chino.

Miren porqué se los digo: Los diputados se aprobaron para la compra de vales de despensa y alimentos, de legisladores federales, empleados y colaboradores, 162 millones 831 mil 729 pesos. La empresa que dará esa prestación se denomina Sí Vale México S.A de C.V.

Y tal parece que el nuevo gobierno y los poderes, persistirán con el mismo sistema, pues ya vieron que les funciona a la perfección y el pueblo les cree lo que ellos dicen. No obstante, como ellos publican, la ignorancia mata a los pueblos, y es preciso matar a la ignorancia. Por eso el pueblo debe saber que en San Lázaro lo que cambió fue conforme a los intereses de los diputados; lo que autorizan es para ellos, sin darle nada a sus distritos.

Lean bien: Cada legislador federal recibe mes a mes en su cuenta bancaria 73 mil 910 pesos por su dieta; además 45 786 por Asistencia Legislativa y 28 mil 772 por Atención Ciudadana. Estos dos rubros deben ser comprobados.

Peor tantito, acuérdense que son 500 diputados y nunca asisten los 500, y los mexicanos nunca hemos sabido qué se hace con ese dinero que no les entregan a los faltantes; además, los diputados les deben a los ciudadanos una oferta, ya que prometieron en campaña aprobar una ley para reducir el número de diputados en la Cámara, pero no han cumplido a su palabra; la cámara sigue siendo demasiado costosa para los mexicanos. E imagínense, les dan un bono a los diputados por asistir a la cámara. Esto es una gran burla, porque se supone que fueron votados por sus distritos para legislar y defender a sus representados, por trabajar, pues. Pero no van, escudándose en que no les conviene, porque ya no hay dinero.

¿Cómo ven a los angelitos diputados? No tienen vergüenza, porque ni la conocen.

En otro tema, mis estimados, se dice mucho de la división que hay al interior del PRI en Guerrero, según es porque el poder lo concentran tres personajes que no tienen buena imagen con los guerrerenses; sin embargo, ellos sienten que pueden conservar el poder en 2021.

Pero como en política no hay nada escrito y las circunstancias son distintas de cuando ellos eran cabeza y no cola, se complica las aspiraciones de los viejos lobos de mar. Incluso ni su gran experiencia les sirve en estos tiempos, que muestran que son tiempos de los jóvenes, de las nuevas generaciones, pero no de sus hijos, tienen que abrir las puertas a nuevos elementos con brillo e inteligencia para asegurar que el tricolor se mantenga vivo en 2021; de lo contrario se comienzan a despedir de este mundo cruel.

Si el PRI no aprovecha su estructura -porque es el único partido que tiene estructura, Morena no tiene, el PRD está muerto y la chiquillada no cuenta- entonces los tricolores no aprovechan la formación no tienen futuro. Pero si lo hacen, tienen con qué ganarle a Morena.

Los priístas tienen que seguir haciendo lo que les funcionó durante más de 80 años: dividir a sus partidos adversarios; pero lo dejaron de lado, y ahora se pelean entre ellos. En vez de unirse los hijos de la guayaba, andan en pleitos entre tricolores comprando problemas, cuando ellos tienen hasta para regalar.

El PRI, sin embargo, tiene un grave problema: no ha podido levantarse del gancho al hígado que le propino Morena –aunque con candidatos chocolates.

Por su parte, los morenos siguen tirados y el 2021 se acerca rápidamente. Cabe hacer mención que no se hace un gobernador en dos años, y a los tricolores se los está comiendo el tiempo y no se mueven.

Otros angelitos que sueñan con la silla de Héctor Astudillo, pero no tienen balsas para nadar, y todo indica que se va a hacer realidad el sueño del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues el mandatario añora gobernar esta entidad porque, para AMLO, Guerrero es un estado especial y hace todo para ganarlo, mientras que los tricolores están pasmados, tirados, no reaccionan. Y los dirigentes de dicho partido siguen aferrados a sus propios intereses, no abren las puertas del partido a nuevos talentos para conservar la gobernatura en 2021.

Siendo un partido bien estructurado, es el instituto político con mayor riego de desaparecer. Le podría suceder al PRI lo mismo que a los caballos finos: ya de viejos, sólo les va a quedar el pedo y el relinchido.

Les decía que el presidente AMLO quiere Guerrero para su anhelado Morena, sólo que la caballada está muy flaca y quemada, peor que los del frente, porque los vecinos no niegan la cruz de su parroquia, pero los colindantes que añoran la silla grande del estado de Guerrero, se asustan el muerto y se abrazan de la mortaja; tienen una cola más larga que la Costera Miguel Alemán.

Figúrense que los de Morena están preparando a la senadora Nestora Salgado para jugar la gubernatura, por aquello de la equidad de género. Dicen que por si le toca a Guerrero jugar con mujer, ya tienen candidata, pero la señora tiene antecedentes tan oscuros como la noche.

Y los demás morenos ni se digan, están igual o peor que los otros gallitos alaquines. A los demás nombres, ustedes los conocen, de todos no hay cual irle. De plano tienen que haber gente nueva para que los electores les pueda dar el voto.

Por eso el PRI tiene la oportunidad de conservar el gobierno, porque tiene con qué hacerlo. Su organización es buena, sólo que tienen que dar oportunidad a nuevas generaciones.

Guerrero tiene mujeres y hombres bien preparados, capaces de gobernar una entidad. No necesitan experiencia, eso es un cuento. La tarea de los tricolores es de liberar al partido de caciques acedos, que sólo han jodido al pueblo.

Y ya se escucha en los corrillos del estado por priistas viejos, que indican que si los dirigentes no dan cabida a nuevas personas al PRI, van a perder en 2021 y van a perder el estado de Guerrero; y no solo eso, va a desaparecer el PRI.

Les digo, traen pleito casado los tricolores. ¡Feliz inicio de semana, mis estimados!

Editorial

La pugna sobre el trabajo docente

El centro de la reforma al artículo 3º de la Constitución vuelve a ser el carácter del trabajo docente. Este tema oscurece el debate más general sobre el sistema educativo. Por ello, es preciso concluirlo pronto.

El punto es cómo se organiza el ingreso y la promoción a la carrera magisterial. La reforma de Peña Nieto montó un aparato de inspección, premiación y sanción sobre cada maestro y maestra. No era un sistema para evaluar colectivos y reformar contenidos y métodos, como se dijo, sino de reestructuración administrativa para aplicar una típica receta neoliberal basada en la competencia individual, con el máximo esfuerzo, para obtener mayor utilidad.

La nueva reforma que se procesa en el Congreso postula que el ingreso, la promoción y el reconocimiento de los maestros y directivos se base en procesos de selección marcados por la ley sin que éstos se encuentren vinculados a la permanencia de los maestros y maestras en el empleo. Es decir, que la legislación no sea punitiva ni el sistema sea vertical.

La cuestión consiste entonces en que los sindicatos no podrían proponer candidatos a ingresar a la docencia o a desempeñar puestos de dirección y de supervisión. Se crearía, por tanto, un derecho académico-profesional, paralelo a los derechos laborales. Desde luego que va a existir un cruce conflictivo entre ambos derechos, como ocurre en las universidades autónomas, pero no es aceptable seguir con la gremialización de la academia, mucho menos cuando predomina un sindicalismo corrompido.

Las instituciones de enseñanza superior no han estado a salvo de burocracias académicas que administran el ingreso y la definitividad de profesores e investigadores, pero al menos no se advierte un comercio de plazas como el que se produjo en el sistema educativo básico.

Crear una nueva ley para definir las instancias y procedimientos de ingreso, promoción y reconocimiento alcanzaría justificación plena sólo si se incorpora la participación de los maestros y maestras, es decir, si se construye un sistema democrático y horizontal. Como instancia burocrática, al estilo de la reforma de Peña Nieto, la carrera docente estaría destinada a ser de nuevo totalmente instrumental, sin relación sustantiva con el proceso educativo visto en su conjunto.

La CNTE tiene razón en temer que con una nueva ley se siga sin incorporar al magisterio en los diversos procesos de selección. No hay, por el momento, manera de convencer a esa organización sindical, o a cualquier otra, que se trata de lograr que los educadores como tales vayan reasumiendo la función propiamente educativa y propiciar que los sindicatos ejerzan bien su carácter de organizaciones democráticas de defensa laboral.

En otras palabras, no es aceptable que una burocracia política controle el sistema de ingreso y promoción, pero tampoco se puede consentir que los líderes sindicales –la otra burocracia— sigan gremializando el sistema educativo nacional.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La marabunta de migrantes cubanos y centroamericanos, la más grande de todas las caravanas que se hayan registrado en América, es una preocupación para los ciudadanos de este país, pero sobre todo para el gobierno de los Estados Unidos, al grado de que el presidente Donald Trump incluso ya amenazó con bloquear a México por la vía económica si no detiene a los migrantes.

Los migrantes no vienen juntos, sino que viajan en grupos pequeños, de mil a dos mil personas, y se componen de hombres, mujeres y niños.

Ya se sabía de la organización de esta caravana desde inicios del mes de marzo. Incluso el gobierno de México anunció que se estaba organizando lo que sería conocido como “la caravana madre” de migrantes centroamericanos, que inicialmente buscarían llegar a los Estados Unidos por territorio mexicano.

Al paso de los días se comenzaron a dispersar las noticias por las redes, del avance de los grupos, uno de los cuales llegó este fin de semana al sur de Chiapas.

La semana pasada, ante el avance de cubanos y centroamericanos rumbo a la frontera sur de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo que dar su postura al respecto, sobre todo por las amenazas de Donald Trump, a quien no le ha querido contestar directamente, sino que sólo ha afirmado que cada país tiene sus políticas y leyes, y que deben ser respetadas.

Pero Trump no se traga este cuento, y para eso es que tiene al gobierno de México al sur de su frontera, la más larga y porosa del mundo, para que le sostenga a raya a los migrantes centroamericanos.

De no hacerlo, dijo Donald, cerraría la frontera con México y también cerraría las fuentes de recursos. La amenaza no fue velada, fue clara. Estados Unidos quiere que México le sirva de policía migratoria porque sencillamente no quiere lidiar con su realidad como imperio, que por consumir los recursos de los países periféricos, en estos hay una terrible pobreza que no se solucionará cambiando presidentes –como pretenden hacerlo en Venezuela-, sino modificando sus políticas económicas globales.

Para los mexicanos, sin embargo, la nueva caravana es una verdadera preocupación, por todo lo que implica. Todos los países que son ruta o destino de migrantes, saben de lo que estamos hablando, porque la experiencia dicta que las migraciones masivas son incluso provocadas por poderes fácticos –en este caso terroristas, tratantes de personas y narcotraficantes. Es decir, que en medio de familias que están huyendo de la extrema pobreza de Honduras y países vecinos, viene camuflada gente que no viene con buenas intenciones.

Estados Unidos tiene razón en pedir que México actúe, porque de todos modos dependemos de ellos, y cuando al país vecino le da un catarrito, a nuestro país le da una neumonía.

Nada de lo que pudiera sucederle a Estados Unidos en materia de terrorismo nos es ajeno, sobre todo porque millones de mexicanos están en el vecino país, algunos de manera legal, otros ilegalmente.

¿Pero qué dijo el presidente López Obrador con relación a la caravana? Pues, nada, que aquí habría suficientes puestos de empleos para recibirlos, y puso de ejemplo la obra del Tren Maya, donde se necesitará la fuerza de más de 300 mil obreros. El mandatario dijo que no serían expulsados, pero únicamente ofreció que todo se hiciera de manera ordenada y con respeto al Estado de Derecho. ¿De veras? Éramos muchos y parió la abuela.

Cierto que no será la primera vez que México reciba migrantes en calidad de refugiados, pues nuestro país siempre se ha distinguido por ser una nación de refugio para todo tipo de perseguidos políticos. Desde los españoles que migraron cuando la dictadura de Francisco Franco, los judíos, así como la gente de Sudamérica que llegó escapando de la Operación Cóndor, fraguada por las fuerzas militares de Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y esporádicamente, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela –obviamente con el apoyo de los Estados Unidos-, en lo que fue la decena trágica de un Terrorismo de Estado, dirigido desde Washington por Henry Kissinger.

Pero una cosa es que lleguen personas que vienen huyendo de la persecución de sus gobiernos, pero que tienen alguna formación profesional, y otra que lleguen a este país miles de familias que vienen huyendo del hambre provocada precisamente por los regímenes que Estados Unidos ha ayudado a sostener, porque así conviene a sus intereses. Tal es el caso, que como en Venezuela no le conviene que exista un gobierno “no alineado”, entonces el gran imperio le está dando total apoyo al opositor Guaidó, para derrocar a Nicolás Maduro. Pero nada tiene que ver con la democracia, sino que están de por medio, ya decíamos, los yacimientos de petróleo más grandes de América, así como vetas de diamantes que son la delicia de cualquier gobierno cuya economía se alimenta de las guerras, del narcotráfico y, en general, de todo lo ilegal.

El reto de los migrantes no es cualquier cosa. Es un arma de doble filo que AMLO debe manejar con mucha cautela. De pronto, su gobierno queda en medio del sándwich.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

 Está aprobado el nuevo modelo educativo para México

“Libre y para mi sagrado, es el derecho de pensar. La educación es fundamental para la felicidad social; es el principio en el que descansan la libertad y el engrandecimiento de los pueblos”: Benito Juárez

Apropósito, mis estimados, de los problemas que surgen con el sector educativo SEP- CNTE, al no aceptar los profesores el dictamen de la reforma constitucional en materia educativa aprobado ayer en San Lázaro, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, bloqueó ese recinto legislativo y durante tres horas los maestros disidentes mantuvieron el cerco.

Fue hasta que levantaron su plantón que abrieron los accesos para que salieran los trabajadores y medios de comunicación del edificio.

Por cierto, en sus cuentas de Twitter, los diputados de la fracción parlamentaria del PRI en la Cámara de Diputados, llamaron al presidente del órgano legislativo, Porfirio Muñoz Ledo, y a las autoridades competentes, para que garanticen la integridad física de cerca de 300 personas que se encontraban al interior del Palacio de San Lázaro, a fin de que pudieran salir libremente y no se expusieran físicamente.

Los comentarios de los diputados en las redes alarmaron a diputadas mujeres, quienes mostraron mucho miedo de quedar encerradas, pues dijeron tenerles pavor a los maestros de la CNTE, ya que se conducen con mucha agresividad, dijeron.

Bien dice el dicho: Cría y fama y échate a dormir.

Sí estaban enojados los docentes de la CNTE; sin embargo, en San Lázaro no pasaron de bloquear los accesos, pues hay mucha seguridad, y como decía mi madre, el frío sabe dónde se acomoda.

Sin embargo, mis estimados, para dejar claro estos desencuentros y el rompimiento del diálogo entre dirigentes de la CNTE y diputados, les expongo que los maestros rechazaron el dictamen aprobado por las comisiones unidas de Educación y Puntos Constitucionales, para la reforma educativa.

Señalan que los legisladores no consideraron en el dictamen a los trabajadores de la educación como empleados del Estado, de la Federación, pues.

De ahí el rechazo al plan. Es decir, los legisladores pretendieron chamaquear a los dirigentes de la Coordinadora y estos, enfurecidos, salieron disparados del recinto y avisaron a sus compañeros, y se armó el bloqueo.

Así manifiestan los docentes disidentes su inconformidad a lo ya aprobado. Dijeron que era una simulación, pues no habían tomado en cuenta las propuestas del magisterio.

Otro de los conceptos que ellos piden y que no cambian, son los temas relacionados con la admisión, promoción y mantenimiento de las plazas. Insisten en la creación del nuevo instituto de evaluación para los docentes.

Sin embargo, los maestros de la Coordinadora, después de tres horas de bloqueos, dejaron libres los accesos, pero dijeron que se mantendrán en las calles hasta que sus propuestas sean tomadas en cuanta.

Y la mera verdad, la Coordinadora ha logrado mediante manifestaciones que el gobierno sostenga la educación en el país, aunque sea un modelo educativo arcaico, porque de no existir la disidencia magisterial, ya no hubiera educación gratuita en México. Los gobernantes vieron en ese rubro un buen negocio y su ambición es privatizar la educación en México. Que estudie el rico, el pobre que se joda.

Hablando de educación, el gobernador Héctor Astudillo Flores asistió al Foro La Educación Pública en México. En su ponencia el mandatario mencionó que para alcanzar el mejoramiento en la educación en Guerrero, “necesitamos una mayor inversión del gobierno federal, la cual debe estar enfocada en mejores condiciones para las y los docentes, mayores oportunidades de profesionalización y mejoramiento de la infraestructura educativa”.

Héctor Astudillo dio su espaldarazo al gobernador de Michoacán, Silvano Aurales, pues también el mandatario michoacano tiene un problema grande con los docentes no FONE y juntos están pariendo cuates y desembolsando millones de pesos cada mes para solventar las quincenas de docentes y administrativos.

Sin embargo, el gobernador Astudillo Flores volvió a pedir consideración por parte de la Federación para que ingresen a la nómina a los docentes y administrativos no FONE. Expuso que ha trascendido que sólo contemplarán a los docentes, porque los administrativos no son empleados de la SEP, “pero yo digo que las secretarias, veladores, intendentes y prefectos sí trabajan en una escuela, son empleados de la SEP, son empleados del gobierno”, dijo.

En pocas palabras deben ingresar a la nómina a los 5 mil 743 docentes de Guerrero, y por lo menos 36 mil de Michoacán. A ese número agréguele los demás docentes no FONE de otros estados.

Con todo esto, mis estimados, se avecina un problemón para la SEP y la federación.

Ante estos desacuerdos desafortunados a la educación, recordé la expresión de Benito Juárez, y la compartí porque es preocupante lo que estamos viviendo en el sector educativo. Y no son cortinas de humo -como dicen algunos internautas en redes sociales-, el problema de la educación en nuestro país va más allá de puestas en escena. La educación en México hace muchos años que la dejaron de lado los gobernantes. No les importa y se pasaron el artículo 3 de la Constitución por el arco del triunfo; se hicieron mercenarios de la educación y hoy el país sufre las consecuencias, debido que dejó de importarle al gobierno la educación y siempre están quejándose de que no hay dinero para invertir en ese rubro; sin embargo, para la educación no es gastar más, sino saber invertir.

Y la recomendación de Benito Juárez, es atender la educación, pues es fundamental para la felicidad social, la libertad y el engrandecimiento de los pueblos.

No obstante, el gobierno federal bien rápido olvidó el encargo de un personaje que fue presidente de México y que pensó que en el futuro, conforme pasaban los años, en nuestro país la ciencia y la tecnología avanzarían y, por ende, la educación en México debía transformarse y mejorarse, pues la formación es un recurso indispensable.

En pleno Siglo XXI, el problema en México es la falta de educación. Nos guste o no nos guste, tiene que haber un cambio en el sistema educativo del país, pues por años se ha criticado este viejo modelo educativo.

Al contrario, se divisa por parte del gobierno federal que no tiene voluntad de poner fin a sus intereses y acordar procedimientos claros por el bien del sector educativo del país. Al gobierno de por si no le gusta  invertir en la educación de los mexicanos, y es justo y necesario que inviertan en educación para darle una nueva cara al sector, pues la formación para los alumnos no sólo es ir a aprender al salón de clases, sino a descubrir nuevas cosas que nutran su aprendizaje, investigar y comprender lo aprendido, así como aplicarlo en su vida cotidiana. Y si dudan lo que les digo, recuerden la historia del niño genio de 12 años que no sabían los docentes qué más enseñarle, no estaban a la altura de ese reto. Y de ahí a la fecha han surgido varios casos de alumnos en el país con un intelectual impresionante, y ocurre mucho en instituciones rurales, donde niños de escasos recursos son muy inteligentes y meten en aprietos a los maestros. Se han registrado casos en que los docentes no saben qué hacer con estos alumnos y mandan llamar a los padres del niño para decirle que su hijo es muy inquieto y travieso, que se lo lleve, pero en realidad el niño requiere otro nivel de aprendizaje y esto es lo que falta al país, un modelo educativo de acuerdo a los tiempos que vivimos.

Salir de la versión móvil