SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Inmersos en la tragedia de Tlahuelilpan, que ayer sumaba 100 muertos, quizá ha pasado desapercibido para nosotros los mexicanos que estamos al borde de un conflicto armado en el continente americano, que indudablemente repercutirá en todos los países del hemisferio occidental, sobre todo en Latinoamérica.

De hecho, la posición de México frente al conflicto interno de Venezuela comienza a arrancar críticas, tanto dentro como fuera del país, y sobre todo de los mismos venezolanos, quienes tienen años pidiendo por la intervención externa para aliviar lo que ellos consideran es una dictadura que comenzó con Hugo Chávez y continuó con Nicolás Maduro, quien hace unas semanas se hizo reelegir en el cargo, desatando una reacción en cadena internacional.

Primero, el Grupo de Lima (organismo que se fundó en 2017 en la capital de Perú, para tratar la crisis venezolana), desconoció el triunfo de Maduro. Y el pasado miércoles el presidente del Congreso de ese país, Juan Guaidó, se declaró como presidente “encargado” de la nación, mientras se convoca a nuevos comicios.

Esto era lo que esperaban países como Estados Unidos y Canadá, que de hecho, tienen años imponiendo y recrudeciendo un bloqueo económico y comercial en contra de Venezuela desde la época de Chávez, por considerar que es un país no alineado con su política exterior, acusándolo de violación a los derechos humanos y de conculcar los principios de la democracia, algo que el país vecino se ha negado a declarar contra México, pese a las masacres, al latrocinio institucional y a la corrupción política imperante.

El bloqueo comercial exterior provocó, en parte, una tremenda crisis política, económica y de derechos humanos en Venezuela, al grado de que la gente vive en hambruna, mientras que otros han decidido salir a los países vecinos.

La solución es la salida de Maduro, pero éste se resiste a dejar el cargo, y está acusando a Donald Trump de fraguar un golpe de Estado. Lo que es cierto, es que desde el año pasado Trump pidió a las Naciones Unidas permiso para intervenir en Venezuela, y hacer lo que hicieron en diciembre de 1989 con el presidente de Panamá, el General Manuel Antonio Noriega, a quien acusaron por narcotráfico, pero para disfrazar un conflicto por el control del canal interoceánico de ese país, dado que estaban por vencer los acuerdos que le daban a Estados Unidos la facultad de operar el canal a su antojo, sin que eso se refleje en la economía panameña, que sigue siendo una de las más pobres de América Latina.

En cuanto Guaidó se proclamó presidente “encargado”, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo reconoció como tal y ofreció todo el apoyo de su gobierno para sostener la oposición contra Maduro.

Lo mismo hicieron los países miembros del Grupo Lima (GL), con excepción de México, pues si bien este país se integró al organismo en 2017 -que entre otras cosas exige la liberación de los presos políticos, elecciones libres, ofrece ayuda humanitaria y critica la ruptura del orden institucional en el país sudamericano-, con la llegada de AMLO al poder el reciente documento para desconocer el triunfo de Maduro y aislarlo aún más, a fin de obligarlo a firmar una salida negociada a la crisis, ya no lo firmó nuestro país.

Y esto, en lugar de colocar a México en un plano neutral, partiendo de la política de “no intervención” que había distinguido a nuestro país antes del año 2000, como pretende el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo está exponiendo a todo tipo de críticas, al grado de que los venezolanos opositores están catalogando a AMLO como a Maduro y advierten que dentro de poco estaremos igual que ellos.

Y es que aunque con Enrique Peña Nieto México trabajó para convencer a otros países de que abandonaran el apoyo al gobierno de Nicolás Maduro, a su llegada el 1 de diciembre pasado, López Obrador retomó la política exterior de no intervención (conocida como “Doctrina Estrada”), y de hecho invitó a Maduro a su toma de protesta, si bien hicieron maniobras para que éste llegara tarde a la ceremonia y se fuera antes alegando compromisos inaplazables, de modo que no asistió a la comida en Palacio Nacional y no se cruzó con otros mandatarios, mucho menos con la hija de Donald Trump y el secretario de Estado del gobierno estadounidense.

Hoy, mientras todos los países del GL desconocen a Maduro como presidente de Venezuela, México lo reconoce como tal.

Washington ya sabía que el triunfo de AMLO en México limitaría su estrategia para cercar a Maduro. Y México no necesariamente apoya a Maduro, pero tampoco pondrá presión sobre él, ni denunciará los abusos y violaciones de los derechos humanos de su régimen. Entonces, esto da oxígeno a Maduro, que en su toma de posesión para un nuevo mandato gritó “¡Viva México!”

Lo bueno de todo es que cuando la crisis se agrave, México será el único país capaz de mediar entre las fuerzas políticas venezolanas, por su neutralidad. Bueno, esperemos que así sea, y que no prosperen las críticas de panistas y priístas, que acusan a AMLO de ser padrino de Maduro.

También esperemos que Washington le dé la lectura correcta a la posición del gobierno de AMLO, y no la tome contra nosotros.

Tlahuelilpan: todos tienen culpa

Martín Moreno

Como en la aclamada película Roma, veamos las cosas en blanco y negro. Sin radicalismos que ciegan o crucifixiones que exacerban.

En la aterradora muerte de 93 personas quemadas – hasta la hora de entrega de esta columna-, hay un coctel de irresponsabilidad, negligencia y criminalidad que, a pesar de su alta peligrosidad y a la luz de los hechos revelados, se pudo haber evitado. Pero no ocurrió así.

De nada sirven, ahora, ni acusaciones viscerales ni disculpas huecas o fanatismos extraviados.

Es momento de asumir responsabilidades por que, solo así, se podrán evitar este tipo de tragedias a futuro. Sería, sin duda, un primer paso.

*****

Echemos un vistazo a la postragedia, a las omisiones criminales, a las imprudencias mortales:

PUEBLO. No nos confundamos: una alta dosis de irresponsabilidad hubo en la mayoría de las víctimas en Tlahuelilpan. Cierto: la desesperación lleva al ser humano a cometer locuras. Muchos de ellos no tenían gasolina por días y se conformaban con un garrafón para uso personal. Eso sería entendible y hasta justificable. Sin embargo, había otros dos grupos: los que hacían negocio abiertamente cargando varios bidones para venderlos en la carretera, y los civiles que de forma irresponsable bailaban, se bañaban – literal- y festejaban estar en torno a un chorro de gasolina cuyos olores embotaban sus sentidos y los hacía naufragar en la inconsciencia. Esa imprudencia no puede ser atribuible a nadie más, tan solo a ellos mismos. “La gente no atendió las advertencias”, aseguró el presidente municipal, Juan Pedro Cruz. Se acercaron a libre albedrío y murieron en el intento. Algunos, justificados. Unos, irresponsables. Otros, para lucrar. Sin más.

EJÉRCITO. La omnipresencia de los militares – la hacen de policías, de ingenieros y albañiles en Santa Lucía, de reclutadores de piperos y más chambas que se acumulen-, nada más no acaba de cuajar. Poco aprieta el que mucho abarca, y sin leyes definidas, mucho peor. Y como la pongan: los soldados no pudieron contener a quienes se arremolinaron en torno al ducto mortal. Que quede claro: no estamos hablando de represión, sino de contención. No hablamos de atacar, sino de estrategia. No hablamos de golpear, sino de eficacia. Para eso hay planes, equipos y adiestramientos, y se deben aplicar a rajatabla, precisamente, para evitar tragedias. Pero cuando hay descoordinación, se le abre la puerta a la tragedia. “El Ejército mexicano supo de la toma ilegal de gasolina casi cuatro horas y media antes de la explosión”, es la cabeza del diario El País (a reserva de que lo llamen fifí). Con ese tiempo de anticipación, se pudo haber acordonado la zona y aquí no pasa nadie. Pero se reaccionó tarde. Nada más no se hizo. Las líneas militares fueron rebasadas por la muchedumbre, y allí están las consecuencias. El secretario de la Defensa Nacional debe aclarar a sus generales, capitanes, tenientes y sargentos cuál es la diferencia entre reprimir y contener. Mientras siga esa confusión, que no nos extrañen más tragedias. En Tlahuelilpan, los soldados fueron un cero a la izquierda. Inoperantes. Invisibles. Fallaron.

PEMEX. “El viernes a las 14:30 horas, Sedena detecta la toma clandestina. A las 18:20 se cierran las válvulas. A las 18:52 es la explosión y esto se debe a que la zona de las válvulas está en la parte baja del ducto y se conserva una buena parte del producto y de la presión. A las 18:52 horas, el cuerpo de bomberos de Tlahuelilpan recibe el reporte de explosión en toma clandestina”, palabras del propio secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo. Casi 4 horas se tardó Pemex en cerrar el ducto y evitar así mayor acumulación de combustible. (El lunes pasado, en Teocalco, Hidalgo, cerca de Tlahuelilpan, se registró otra fuga en ductos, pero allí sí se reaccionó rápidamente: se cerraron válvulas a tiempo y se acordonó la zona. No hubo desgracias. ¿Verdad que sí se puede?).

CRIMEN ORGANIZADO. A estos criminales se les debe cercar, arrinconar, detener y encarcelar. Mientras no haya un escarmiento en contra de los huachicoleros – mostrándolos públicamente al ser detenidos, exhibiéndolos con nombres y apellidos-, seguirán bajo el manto de la impunidad, que es la madre de las tragedias. ¿A cuántos huachicoleros se han detenido? ¿Quiénes son? ¿Dónde están? ¿Qué procesos enfrentarán? Mientras el gobierno no responda a estas interrogantes que están en la boca de millones, persistirá la percepción de que no se les está castigando de manera ejemplar.

AMLO. El presidente de México no debe llamar públicamente “traviesos” a los huachicoleros, como ya lo ha hecho. No, señor López Obrador: son criminales a los que hay que enfrentar con dureza y un primer paso es identificarlos ante el mundo por su nombre. Tampoco debe AMLO seguir confundiendo conceptos y orígenes, cuando recalca que “la pobreza obliga a la gente a robar gasolina…”. Tal vez haya algunos casos así, pero la mayoría de quienes participan en el huachicoleo pertenecen a estructuras criminales que no responden precisamente al concepto de pobreza y sí, en cambio, a los parámetros del crimen organizado: el robo, el dinero fácil, la violencia, la impunidad. Ni todos los pobres son buenos ni todos roban por necesidad. Y mientras AMLO siga con esa confusión, seguirá contagiando de incertidumbre a su equipo y generando decisiones erróneas.

Van 93 muertos y contando en Tlahuelilpan. Otro tanto de heridos, algunos graves. Mientras autoridad irrelevante y pueblo irresponsable se mezclen, continuarán las tragedias. Esa es una ecuación mortal.

Los fanáticos que todo le aplauden al gobierno trepados en 93 cadáveres, seguirán así, cegados por la adoración. No tienen remedio.

Los enemigos a muerte del gobierno de AMLO trepados en 93 cadáveres, seguirán así, cegados por el odio. Tampoco tienen remedio.

Y quienes estamos en medio, intentemos entender las cosas para poder explicarlas y así evitar que la autocomplacencia o el juicio precipitado también nos cieguen.

Por lo pronto, a seguir rezando para evitar otro Tlahuelilpan.

Editorial

Romero Deschamps, cuenta regresiva

Es cuestión de tiempo y las manecillas del reloj caminan en contra del millonario líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, quien se ha convertido en símbolo emblemático de la corrupción del sistema político priista y de la descomposición de Petróleos Mexicanos de la que se ha servido para sus intereses particulares desde 1996.

Romero Deschamps es el representante de la sección 35 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) que abarca Azcapotzalco, en la Ciudad de México, y Tula de Allende, Hidalgo, entidad donde ocurrió la tragedia del incendio de Tlahuelilpan el viernes pasado.

Este lamentable evento con 93 muertos y 49 heridos podría acelerar la salida de Romero Deschamps del STPRM y también el inicio de las investigaciones judiciales pendientes sobre la riqueza inexplicable que ha acumulado en 23 años al frente de la representación sindical.

Originario de Tampico, el poder de Romero Deschamps ha crecido bajo la egida del PRI del que ha sido cinco veces legislador: tres veces diputado federal (1979-1982, 1991-1994 y 2000-2003) y dos veces senador (1994-2000 y 2012-2018).

En la pasada campaña presidencial, se presentó un par de ocasiones en los actos del candidato del PRI, José Antonio Meade, a quien le reiteró su apoyo incondicional y el voto del sindicato petrolero. A pesar de este respaldo, el aspirante ciudadano con camiseta priista perdió.

En el 2000 Romero Deschamps hizo lo mismo con el candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida, a quien le entregó no solo el voto petrolero sino mil 500 millones de pesos de los fondos sindicales para su campaña.

En 2003 la Procuraduría General de la República inició un proceso judicial por el delito de peculado electoral, el famoso Pemexgate, el cual fue suspendido en 2006 por falta de pruebas y en 2011 cerrado de manera inapelable. Aunque la justicia no se aplicó a Romero Deschamps, en términos electorales el Instituto Nacional Electoral le aplicó una multa al PRI por mil millones de pesos.

Reflejo del desgaste del PRI, la figura poderosa de Romero Deschamps también ha menguado con el tiempo, ya no tiene el mismo control sobre el sindicato petrolero. Hay varios grupos disidentes que solo están esperando a que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador inicie las investigaciones judiciales para desconocerlo como su representante sindical.

Entre los grupos disidentes se encuentran el Movimiento Regeneración Nacional Obrero y Sindical (Morenos), Coalición Nacional de Trabajadores Petroleros, Gran Alianza Petrolera y el Frente Nacional Petrolero. Estas agrupaciones representan una buena parte de los 113 mil que forman el STPRM y que ya no están dispuestos a seguir apoyando a Romero Deschamps.

La cuenta regresiva del líder petrolero ya empezó. Su destino depende de la voluntad de López Obrador, si se atreve a aplicar la justicia en lugar del perdón. Hasta ahora Romero Deschamps no se ha presentado a la toma de nota del sindicato por parte de la Secretaría de Trabajo, pues según algunas versiones, se encuentra fuera del país para evitar las denuncias que ya se preparan en su contra.

Por cierto… El 18 de marzo entrante, en el 81 aniversario de la expropiación petrolera, podría ser la hora cero para Romero Deschamps, es una fecha propicia para anunciar una nueva etapa de Pemex y su sindicato.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Ahora que el gobernador de Guerrero está en España, promoviendo a la entidad como destino turístico ideal para los europeos, y en general de otros continentes participantes en la Fitur, vale la pena preguntarse por qué siempre se suman a ese contingente personajes del mundo de la política que poco o nada tienen que ver con la promoción turística.

En estricto sentido, se trata de una actividad ejecutiva. Luego entonces, ¿por qué vemos diputados acompañando al gobernador en España? Podrán decir que sus actividades están relacionadas con el turismo, como es el caso de la diputada Guadalupe González Suástegui, presidenta de la Comisión de turismo en el Congreso local, y el secretario del mismo organismo, Zeferino Gómez Valdovinos.

Hasta ahí todo bien. Parece que se trata de lo mismo y que es necesario que estos legisladores acudieran a acompañar al mandatario estatal a la Fitur 2019.

Pero un análisis riguroso muestra que los diputados nada tienen que hacer ahí, salvo turistear y, obvio, con recursos del pueblo de Guerrero. Porque los diputados se llenan la boca diciendo que sus actividades son estrictamente legislativas, sobre todo ahora en que enfrentan una obligada reducción de sus sueldos y prestaciones, lo cual les impide ser generosos como antes, en que la gente los buscaba por que se decían “gestores” de obras, programas y servicios.

Lo que esperamos de los diputados en materia turística es que se legisle para, por ejemplo, obligar al gobierno a que sea más equitativo en la distribución del recurso del sector, pues el dinero casi siempre se concentra en el triángulo dorado, dejando a municipios con vocación turística fuera de todos los programas de desarrollo.

Mínimo lo que deben es exhortar al gobierno de todos los niveles, para que se atienda la actividad turística en todas sus modalidades, y se dote a todos los destinos de playa de instrumentos de desarrollo, partiendo de la planificación. Porque es un hecho que fuera de Acapulco y Zihuatanejo, que han tenido cierta planificación en su desarrollo –pero insuficiente-, el resto de los centros de recreo están creciendo de manera arbitraria, invadiendo la Zona Federal Marítimo Terrestre, sin siquiera trazo de calles, mucho menos una adecuada dotación de servicios básicos.

Es terrible ir a visitar lugares paradisiacos abiertos al turismo por los mismos lugareños, pero cuyos desechos van a dar a lagunas y manglares. Los palaperos tiran sus desechos sólidos a la intemperie, y los lugares están contaminados de basura.

Conviene también que los diputados obliguen a los ayuntamientos a dotar mínimo de recolección de basura a los centros turísticos, donde es común la quema de basura, o bien la tiran donde pueden, siempre a bordo de carreteras.

Todo esto es competencia de los legisladores, más que el glamour y los paseos. Al contrario, es su tarea pedir cuentas al titular de Turismo, para que una vez que concluya la Fitur, informe de los logros y avances.

Además, su tarea es incidir desde el presupuesto de egresos anual, en el desarrollo turístico, a partir de etiquetar más recursos al sector, pero no sólo eso, sino que también se debe cuidar su distribución.

Los ayuntamientos, por ejemplo, salvo los que tienen buenos ingresos propios como Acapulco y Zihuatanejo, carecen de un presupuesto específico para los sectores productivos, incluido el turismo, pues sólo se les dota de dinero para tres ramos: obras, seguridad y gasto corriente. Y entonces andan sacando del gasto corriente los apoyos mínimos que otorgan al turismo, pues ni siquiera cuentan con un cuerpo de salvavidas, mucho menos tienen dinero para promover sus bellezas naturales y sus actividades turísticas en general. O bien para capacitar a los prestadores de servicios profesionales, mucho menos para construir obras de alto impacto.

Insistimos que al sector turístico en Guerrero le hace falta una clara planificación, para saber dónde va qué cosa, pues se trata de intervenir en ecosistemas muy vulnerables, y otros vitales para la vida, como los manglares, que vienen siendo como los riñones del planeta. Sin ellos, las inundaciones de las costas son inevitables.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Acapulco cerca del abismo

Nuevos partidos políticos

Los problemas de inseguridad que vive el municipio de Acapulco, mis estimados, tienen impacientes a los miembros del sector turístico y la sociedad, al grado que piden la destitución de la alcaldesa Adela Román Ocampo. “Nos falló, no sirve para nada”, se quejan.

Sin embargo, siendo sinceros, es muy pronto para exigir resultados en materia de seguridad a la presidenta porteña. Ella hace lo propio en ese rubro. Además, la violencia en el municipio de Acapulco, no es de octubre pasado a la fecha., sino que la inseguridad en el municipio porteño tiene varios años. Los datos oficiales muestran cómo se han venido dando los altos índices de muertos, secuestros, robos, extorsión, trata de blancas y un largo etcétera.

El municipio acapulqueño se tiño de sangre desde hace años; son imparables los crímenes. Lo mismo resultan asesinados hombres, que mujeres, niños y ancianos. En el puerto, los demonios invisibles andan como Pedro por su casa; ninguna autoridad, ni federal o estatal, mucho menos local, los miran; y si los ven, hacen como que no los vieron. Por eso son imparables los ríos de sangre en el municipio de Acapulco.

Desgraciadamente, el gobierno en sus tres niveles dejó  crecer el monstruo de la inseguridad en el puerto, a tal grado que contaminó al municipio completo, ya que según datos oficiales, en cada colonia hay un grupo criminal bien armado hasta los dientes, que seguramente es resguardado por los mismos colonos; y eso hace que resulte complicado atrapar a los delincuentes, y todo por el descuido gubernamental, pues desde hace años debieron meter mano dura, pero no lo hicieron y a la fecha la violencia tiene a pasos del abismo al municipio de Acapulco, con todos y sus buenos pronósticos del Tianguis Turístico.

Por otra parte, debemos advertir que al dividirse el gobierno municipal y sus gobernados, es muy difícil que peleados concreten acuerdos para seguir avanzando como destino turístico. También bien pronto se divorciaron los acapulqueños de la alcaldesa Adela Román, le llovieron insultos a la presidenta luego de decir que en materia de seguridad pública su gobierno estaba dando resultados, pues no hay secuestros ni robo de vehículos, reveló.

Las palabras de la alcaldesa Román Ocampo calaron fuerte en acapulqueños que han sido víctimas de los delincuentes, y la colmaron de insultos en redes sociales, diciendo que le quedó grande el municipio de Acapulco, que ella dice que no hay seguridad porque anda bien resguardada con federales, “pero los que hemos padecido violencia sabemos lo que significa ser amenazado con un arma de alto poder, y varias personas han sido víctimas de robo de autos, robo en tiendas departamentales, pues llegan asaltantes a Sanborns, Starbucks, a 100 por Ciento Natural, asaltan a comensales y dueños del negocio en plena Costera Miguel Alemán y eso que la presidenta presume que tiene blindada la Costera Miguel Alemán pero roban en la narices de los policías”, replican.

Sin duda, mis estimados, le ha pegado fuerte al gobierno de Adela Román Ocampo la violencia en el municipio de Acapulco, pues ella ha minimizado hechos como el ataque violento contra vendedores ambulantes ocurrido en el malecón, que dejó cuatro personas heridas. Ella continúa minimizando la violencia y eso tiene enfurecidos a un sector de acapulqueños que también la señalan de pedante y soberbia, pues quiere mandar en todo, no delega responsabilidades ni respeta la función de cada director, “por eso ya se le fueron varios y se le van a seguir yendo porque ella manda en todos los departamentos, acapara todo, concentra todo el recurso en sus familiares, corrió mucho personal según ella por aviadores, pero ingresó a su familia, tiene a todos en la nómina y son ellos los que administran el dinero. Y eso se llama nepotismo y ¿eso no es lo que tanto criticaron ellos? Eso es corrupción. Adela Román, es más del PRI que de Morena”, se lamentan acapulqueños.

¡A que caray! Que rápido se les acabo el amor. Bien dice el dicho, que en el principio, jarrito nuevo dónde te pondré; y luego, jarrito viejo dónde te aventaré. Jojojo.

Lo cierto, mis estimados, es que la violencia no cesa en Acapulco y falta poco para el Tianguis Turístico; pero también es verdad, que la responsabilidad de la violencia no es sólo de la alcaldesa Adela Román, sino que la sociedad juega un papel bien importante para que ese flagelo lo puedan combatir y antes de seguir peleando deben juntos, sociedad y gobierno, cada uno desde su trinchera, aportar tácticas para bajar los índices de violencia, pues los únicos afectados son todos los acapulqueños.

El destino de playa no soporta más ríos de sangre y terminará inundado. Por eso, por el bien del puerto, mis estimados acapulqueños, palmo a palmo, manténganse unidos en cadenas. Así será más difícil que los aviente al abismo la violencia.

El puerto acapulqueño cayó, pero aun con todos los ríos de sangren que corren en sus avenidas, se resiste a morir, está vivo, el turismo sigue llegando al puerto, y mientras haya vida hay esperanza. Que no les gane el coraje y rencor contra la autoridad municipal, porque el puerto de Acapulco es de todos, no se lo dejen a los delincuentes, son más los que quieren ganarse la vida trabajando y no robando, ni matando, entonces únanse para rescatar a Acapulco de los criminales. Recuerden que la unidad hace la fuerza.

En otro tema, mis estimados, casi me desmayo al ver que ya andan en franca campaña varios monitos, que buscan la alcaldía de sus municipios. Otros sueñan con ser diputados locales o federales. ¿Qué canijos les hace que les redujeron el salario? Lo cierto es que a los diputados para nada les inquieta la recomendación de la diputada Federal Maricarmen Cabrera Lagunas, quien mencionó que ya no era redituable ser diputado federal, pues no les daban recursos, a ver quién quiere ser diputado en 2021, dijo.

Pero miren, son varios lo que ya andan en busca de la curul. Pues con tanto dinero que les asignan a los partidos políticos, cualquiera le entra a la lotería, a ver si le pega al gordo.

Ya ven que el Consejo General del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Guerrero (IEPC), aprobó financiamiento público a los particos políticos por al menos 134 millones 577 mil 650 pesos, de los que Morena obtendrá 3 millones 437 mil 413 pesos, y de prerrogativas recibirá Morena en Guerrero 248 mil 959 pesos, lo que significa cinco veces más que en 2018. A su vez, el Revolucionario Institucional (PRI), que ocupa la segunda posición, tendrá 26 millones 816 mil pesos, seguido por el PRD, que obtuvo 23 millones 403 mil 581 pesos.

El Partido del Trabajo, que ocupa el tercer lugar, 12 millones 158 mil pesos.

Para los partidos políticos no hay crisis no hay austeridad. Es mucho dinero el que se establece para partidos, esto es exagerado porque en este año no hay campañas en Guerrero; sin embargo con crisis o sin ella, a los partidos políticos siempre se les dan muchos millones de pesos.

A los institutos políticos que les tocó menos financiamiento son Movimiento Ciudadano (MC), 9 millones 730 mil 481 pesos;  PAN, 10 millones 377 mil 955 pesos; y el Partido Verde, 10 millones 842 mil 74 pesos.

Este último partido mordió la mano que le dio de comer por muchos años, pues traicionó al PRI y apoyó a Morena, aunque en los corrillos del mundo bajo dicen que fue estrategia de los dueños de ambos partidos, ya que para las siguientes elecciones van de la mano Morena-Verde. ¡Qué linda familia de chapulines!

Y no quiero hacerlos sentir mal, pero ya se rumora que van tres partidos en uno: PRI-Morena y Verde. ¡Ajúa  !, que viva la política mexicana. Y no lo duden que así sea, pues ya ven lo que dice el dicho: piensa mal y acertarás.

Pero lo más nefasto que ustedes pueden ver, es el nuevo partido político de Margarita Zavala, registrado el lunes como México Libre. Neta, creí que la señora estaba más cuerda que su marido; pero no, resulto peor. Con un cinismo que ni ella se aguanta, invitó a los mexicanos a afiliarse a su partido político. Dijo: “Estamos abriendo un canal de participación ciudadana en la vida pública de México, para los mexicanos que quieran participar”. ¿Qué tal? Ojalá nos haga justicia la Revolución y no alcancen el número de afiliados para que les niegue el INE el registro.

También la profesora Elva Esther Gordillo tendrá su nuevo partido, que lo encabezarán su yerno y nieto, Fernando González y René Fujiwará. El nombre del partido es Redes Sociales Progresistas, partido que estaría muy cercano a AMLO o MORENA, tal como fue en un tiempo el PRI-VERDE.

Y faltan más partidos que se unirán a Morena, apenas comienza a desgranarse la mazorca. Veremos peores cosas en Morena, que en otros partidos, pues ninguno logra pisar tierra, todos andan volando muy alto, y también todos quieren ser generales, ninguno quiere el puesto de soldado. Por lo mismo, bien pronto veremos formándose las tribus al interior de Morena, pues los pleitos entre morenos suben de tono cada día.

Espérense tantito y verán lo que les digo. Ya merito comienzan las ranuras, pues las muecas no se pueden aparentar y se divisan a lo lejos. ¡Feliz día, mis estimados!

Editorial

Estado huachicol

El robo de hidrocarburos no ha sido efecto de unas bandas delincuenciales que lograban eludir la vigilancia de la autoridad. Ya se ha visto y comentado con amplitud. Es preciso, por tanto, examinar el asunto desde el ángulo del Estado, su estructura y sus formas de gobernanza.

El robo de gasolinas, así como de otros muchos bienes públicos, es parte del funcionamiento del Estado corrupto y sus maneras de gobernar a través de la corrupción directa y el reparto de canonjías, fondos, bienes y resoluciones gubernativas, legislativas y judiciales, a favor de personas con quienes se gobierna, funcionarios y líderes de organizaciones sociales.

El huachicol es una expresión radiografiada de ese Estado corrupto que ha existido en México desde los años cincuenta del siglo XX. La organización estatal funciona mediante repartos, de tal manera que se conforma un sistema de distribución de riqueza pública. Al mismo tiempo, opera mediante la adjudicación de funciones en las cuales es posible el cobro de sobornos.

Bajo este método de gobernar, la corrupción baja hasta los eslabones más finos de la sociedad. Ya no sólo el Estado es corrupto, sino que muchas personas entran en contacto con la corrupción y de alguna manera admiten ese funcionamiento estatal.

No existe otro país en el que durante lustros hubiera sido robada todos los días una gran parte del combustible hasta el grado de construir un sistema. Hay muchos expendios que vendían más gasolina robada que la recibida legalmente de Pemex. La corrupción oficial se convertía en privada. Los expendedores recibían un grato descuento, pero tenían que aceptar como algo normal y cotidiano que los funcionarios públicos siguieran robando a la nación, sencillamente porque así eran las cosas.

Al mismo tiempo, los transvasadores de los ductos tomaban el combustible de válvulas y vías paralelas construidas o toleradas por empleados y funcionarios de la paraestatal petrolera.

El producto ilegal de las ventas de gasolina se tenía que repartir entre todos los integrantes de la industria del huachicol.

El gobierno estaba al tanto con detalles de ese saqueo, en el cual también participaba la policía. El huachicol ha sido una actividad de Estado.

Cuando se abran al público los mecanismos ilegales imperantes en energía eléctrica y otros bienes y servicios se verá que el problema no se ha limitado a Pemex.

El sistema político de la corrupción que hemos llamado Estado corrupto no es un fenómeno circunstancial ni corresponde a una u otra administración. Como parte integrante de la forma de gobernar, la corrupción ha permeado todo el entramado político y el espacio público. No existe ámbito en el cual la corrupción no se exprese de alguna manera y, por tanto, por lo regular, es ampliamente conocida.

La tolerancia social a la corrupción no sólo ha tenido su base en el reparto de beneficios y en las facilidades que se otorgan, sino principalmente en la ausencia de un relevo en el poder que tuviera como una de sus motivaciones justamente la de desmontar el Estado corrupto. Ahora, por fin, tenemos un gobierno que asume, como parte relevante de su programa, el acabar con la corrupción.

Las tareas políticas para superar el Estado corrupto son muy grandes y diversas, pero todas deben cumplirse. Si no fuera así, el aparato estatal volvería una y otra vez sobre sus mismos pasos, aquellos métodos ampliamente conocidos y arraigados.

No hay derecho de fallar.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó ayer una gira por la “Ruta del Huachicol”, donde anunció un plan de rescate económico para esa zona. “Ya no habrá excusa ni necesidad de huachicoleo”, les dijo en torno paternal, no acusatorio.

En el marco de una serie de críticas de opositores a su gobierno, que han venido resistiéndose a la estrategia “antihuachicol”, y que le están endilgando la tragedia de Tlahuelilpan, presentándola como un saldo negativo de su corta gestión, AMLO decidió ir personalmente a la región donde más fugas clandestinas existen en los poliductos de Pemex, para hacer una diferencia entre los que se robaban desde dentro de la empresa lo equivalente a 1,200 pipas diariamente, y los que llenan sus garrafones acopiando el combustible directamente de las fugas provocadas en los ductos de la paraestatal.

Cierto que muchos deseábamos que el gobierno federal se fuera a la yugular de los que incitaron el robo de combustible en Tlahuelilpan y otros pueblos, en medio de la indignación por las víctimas del estallido del ducto, registrado el pasado viernes 18 de enero.

Pero muy a su estilo, el presidente de la República expuso: “Estoy hablando de la gente humilde, porque los que se meten en este comercio negro no llenan recipientes de 20 litros, llenan pipas; porque hay que diferencias, ahora ya no va a ser necesario llenar el recipiente de 20 litros o ir a una toma clandestina a correr peligro; por eso no queremos ya esa actividad”.

Ahí tienen los que querían ver a AMLO castigando al pueblo, mientras los huachicoleros de cuello blanco se escapan del brazo largo de la justicia.

En lo personal estoy en desacuerdo con el presidente, desde que estaba en campaña, cuando decía que el pueblo de México era “sabio y bueno”. Pero eso no fue lo que vimos el pasado viernes ni a lo largo de esta negra historia del huachicol, sino a un pueblo perverso y ladrón, totalmente réprobo, que ni siquiera se detuvo ante soldados y policías armados. Ese pueblo es la entraña de traficantes de drogas, tratantes de blancas, asesinos, secuestradores, descuartizadores y toda la caterva de mafiosos que han infestado al país.

En lo corto vemos cómo los padres que deberían estar avergonzados porque sus hijos están afuera matando gente y asolando al pueblo, se ufanan de ello, se enorgullecen y más cuando sus retoños les arriman harto dinero mal habido.

Por lo tanto, no podemos negar que el pueblo no es bueno por sí mismo, y que ya está de tal modo corrompido también, que desde hace mucho tiempo a lo malo comenzamos a llamarle bueno, y a lo bueno malo. De ahí el éxito de los narco-corridos, por ejemplo, o el surgimiento de mitos religiosos como Malverde, la santa muerte y ahora también el Santo Niño Hachicolero.

Este pueblo bueno y sabio es capaz incluso de inventarse un santo para adorarlo, ante el azoro de la iglesia católica.

Hay en el fondo un doble discurso, tanto de parte del gobierno como de parte del pueblo. Es como si estuviéramos jugando al gato y al ratón: un pueblo bueno y sabio, maltratado por un gobierno corrupto, despótico y nepótico. Una historia de buenos y malos. ¡Pero del pueblo sale todo!

Ya antes habíamos visto a la gente de la “Ruta del Huachicol”, desafiante contra los uniformados, a quienes incluso detuvieron y golpearon. A otros los amenazaron con quemarlos. ¿Es este el pueblo bueno y sabio que decía el presidente?, nos preguntábamos.

Por eso es preocupante que el presidente esté centrando su estrategia de seguridad en el Ejército y la Marina, porque a fuerza de desgastarlos durante tantos años de guerra contra el narco, la gente aprendió a verlos como soldados de palo, mientras que por otro lado demandan seguridad y acusan al Ejército de no proporcionarla.

AMLO reiteró, sin embargo, su decisión de combatir el delito de robo de combustible, mismo que en esa ruta delincuencial va de la mano con asesinatos, trata, secuestros y más.

Es decir, que al combatir el huachicol, AMLO dará también asestando un duro golpe a las bandas delincuenciales que se nutrieron de esa actividad ilícita que, hay que aclarar, aunque es grave, apenas representa 20 por ciento de las pérdidas de Pemex por robo de combustible, pues el verdadero robo se comete desde dentro de la empresa.

Pese a este acto de buena voluntad del presidente, insistimos desde este espacio que la escalera se barre de arriba hacia abajo. Y está bien que se le ayude a ese pueblo bueno y sabio, pero que también se les advierta que de continuar con sus actividades ilícitas, provocando tragedias como la que sucedió en Tlahuelilpan, se atengan a las consecuencias, porque el gobierno debe hacer su trabajo, para eso fue electo, no para apapachar a los que delinquen.

Tan sólo en Hidalgo siguen funcionando 1,723 tomas clandestinas (eran 1,726) Y eso suponiendo que ninguna más se agregó después del 1 de diciembre.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Acapulco, Zihuatanejo y Taxco en la FITUR

Cada año que empieza la Feria Internacional de Turismo (Fitur), en Madrid, España, mis estimados, también ganan críticas los funcionarios del ramo turístico, especialmente en el estado de Guerrero, pues no les gusta a varios ciudadanos que viajen los funcionarios del ramo turístico y menos los alcaldes.

Sin embargo, la Feria Turística es una de las más importantes para el sector a nivel mundial, donde se registra la participación de al menos 886 expositores de 165 países; entonces, es un evento importante para el sector y los destinos turísticos deben estar representados. Se debe hacer inversión para su desarrollo y tienen que gastar los funcionarios para asistir a esos eventos, donde aparte de promover los destinos de playa locales, se promueven otras áreas del estado de Guerrero, ya que la entidad suriana no sólo oferta sol, mar y arena, pues recordemos que las riquezas del estado son muchas y debemos darlas a conocer, muy a pesar de los desacuerdos de algunos críticos, que no dejan de tener razón porque cuando los funcionarios comienzan a innovar en su trabajo, se desfasan los gastos con cargo al erario público.

No obstante, es necesario gastar para innovar, invertir para aprender otras ideas para dar atención al turismo, máxime en España, donde son expertos en la actividad turística.

El estado de Guerrero tendrá una destacada participación en la Feria Internacional de Turismo (Fitur), que inicia mañana miércoles 23 y concluye el domingo 27 de enero. Nuestra entidad contará con un pabellón propio para promover el Tianguis Turístico 2019 a realizarse en Acapulco, así como para promover los destinos turísticos más importantes del estado, como Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo, y el Pueblo Mágico, Taxco de Alarcón.

La distinción al estado de Guerrero de tener su propio pabellón, es por la importancia de los destinos turísticos con los que cuenta la entidad. Por eso le asignan un pabellón especial, el cual ha sido muy reconocido. Recuerden el año pasado, cuando el pabellón del estado de Guerrero fue premiado como el mejor.

Y esta vez el estandarte que promueve el estado de Guerrero lleva el texto: “La Magia de Olinalá está presente en Fitur Madrid, España”.

Pues, éxito. Y esperamos que el estado suriano vuelva a atraer la mirada de millones de personas en el mundo.

El gobernador Héctor Astudillo Flores, viajó a Madrid acompañado del secretario de Turismo, Ernesto Rodríguez Escalona; del presidente, de Zihuatanejo, Jorge Sánchez Allec, así como el director de la Oficina de Convenciones y Visitantes de Zihuatanejo, Pedro Castelán, además del director General del Grupo Standex, José Aguirre, empresa que construyó el pabellón de Guerrero.

Por parte de Acapulco, el presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA), José Luis Smithers Jiménez, dijo que la delegación de la Secretaría de Turismo la integran el titular del ramo, junto con el presidente y director del Fideicomiso de Promoción Turística, Pedro Haces y Abraham Garay, y que también asistió el subsecretario de Promoción Turística de Sectur estatal, Jesús Radilla. Ellos cubrirán el viaje del vuelo con recursos propios y los alimentos y hospedaje los cubrirá AHETA, aclaró. ¿Qué tal?

La aclaración es seguramente porque los acapulqueños están muy molestos con sus funcionarios, más con la presidenta Adela Román, pues señalan que no está cumpliendo con las promesas de campaña; y lo peor, que tiene a toda su familia en la nómina del ayuntamiento.

Seguimos con el tema de Fitur: El mandatario estatal auguró una participación por parte del contingente del estado de Guerrero, mejor que la del año pasado. La verdad era imposible que el contingente del estado suriano faltara a la FITUR, después de que el estado de Guerrero recibió de manera oficial su constancia de afiliación a la Organización Mundial de Turismo (OMT). Y es que ya entrando a ese organismo, el sector turístico en el estado mejorará y fortalecerá todo lo relacionado a la principal actividad económica en el estado.

Según empresarios y funcionarios de ramo, la Fitur sí ha dejado buenos resultados al estado de Guerrero, pues se han incrementado los vuelos internacionales y cruceros (esto en Acapulco, ya que Zihuatanejo no tiene muelle), así como la llegada de turismo en las temporadas de vacaciones de verano e invierno.

En esto tienen razón, que han aumentado los vuelos internacionales y nacionales en Zihuatanejo.

En otro tema, mis estimados, una persona me dio una gran lección que quiero compartirla con ustedes; primero, me reclamó por culpar al Ejército en el suceso de Hidalgo, me dijo que ellos tienen códigos y que no los pueden violar porque si los transgreden paran en la cárcel y que la gente antes de la explosión los corrieron. Dijo: “Pero lo que le quiero decir, es que por más pobres que estemos no nos da derecho a robar y lo que las personas hacían es que estaban robando el combustible, entraron a una propiedad federal; si hubiera estado en la avenida, está bien, que lo tomen, pero ellos ingresaron a una propiedad federal. No deben pedir indemnización, pues estaban violando la Ley. Yo no acepto lo que dicen varios compañeros que todos robamos en un momento, que porque compramos cosas robadas, como piratería, o que no pagamos impuestos, que eso es robo. Así será, pero lo que hace el presidente AMLO es bueno, está combatiendo el robo de la gasolina y esas personas que saquean gasolina están robando al país y ellos buscaron su propia muerte. Es doloroso, pero ellos no entendieron y ahora quieren que el presidente López Obrador les dé dinero. Mire qué suave. Ese es mi desacuerdo. Míreme a mí, soy pobre y no ando robando para comer”.

El costo al combatir el huachicol está siendo muy alto y le tocó al presiente AMLO enfrentar ese flagelo, y así como el robo del combustible hay muchos otros delitos que también se tienen que comenzar a combatir en los estados y municipios, como el pago de impuestos; por ejemplo, el ISR en los ayuntamientos, universidades y empresas, pues hablamos de cifras millonarias que no se reciben en el SAT por este impuesto. En los municipios las listas de deudores de los impuestos son muy grandes y mejor no les doy ideas a los alcaldes, que por más impuestos que recauden nunca tienen dinero.

Y mis estimados, el Financiero Bloomberg deja perplejo a cualquiera con su información más reciente: Según son 50 mil puntos de venta ilícita de gasolina en el país y que las gasolineras que hay en la República mexicana son al menos 12 mil 500. Entonces, la red ilícita de venta de combustible es más grande de lo que imaginamos los mexicanos. Estamos hablando de puntos en carretera que anuncian la venta del combustible con un mechero, relata el texto.

Muy delicado el tema, pero como dice el señor del relato, quien roba que pague con cárcel; y si mueren por andar robando, no es culpa del gobierno de AMLO.

Sin embargo, en el caso de Hidalgo, no somos nadie para juzgar a las personas, son crueles los videos que circulan, y en mi opinión Gobernación deberían obligar a esas personas a bajar de la red esos videos, pues también dañan la imagen al país. Y es que los mexicanos nos distinguimos por ser de buen corazón, entonces no la chiflen, porque es cantada. ¡Feliz día, mis estimados!

Salir de la versión móvil