SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El programa de “Jóvenes construyendo el futuro”, lanzado por el gobierno federal para rescatar a muchachos de entre 18 y 29 años que carezcan de empleo, y que no hayan concluido su educación técnica o universitaria, augura que será todo un éxito en Guerrero, no sólo porque decenas de jóvenes están esperando esta oportunidad, sino porque las empresas están también esperando el arranque del programa para aprovechar que no pagarán sueldos de los trabajadores que reciban para capacitarlos.

Es interesante este proceso, estimado lector, porque hay que reconocer que la capacitación de los trabajadores es uno de los gastos más elevados de cualquier empresa, sin contar que siempre están haciéndolo, porque en cuando las personas saben un poco del oficio, se van para poner su propio negocio o bien para trabajar en algún lado que les ofrezcan más.

Es común entre empresas de cualquier ramo el robo de trabajadores, y todos piden empleados con experiencia en sus anuncios de empleo, porque no quieran absorber el proceso de capacitación. Entonces es más fácil piratearlos de otras empresas que ya invirtieron muchos años en su formación.

Esto es cierto y muy penoso, pero es una realidad. Los empleados no son esclavos y no se les puede retener por la fuerza, no importa cuánto se haya invertido en su capacitación y adiestramiento.

Y es que aunque una persona haya salido de la universidad, eso no lo capacita totalmente para trabajar en alguna empresa, porque una cosa es haber sido capacitado “para el trabajo”, y otra “en el trabajo”. Sin contar que cada negocio tiene sus propios procesos internos, y aunque los conocimientos son generales, la aplicación en el trabajo es específica.

Este último modelo es el que está optando López Obrador para que las personas sin educación formal, obtengan la experiencia y los conocimientos que los hará expertos en alguna área, sin que eso le cueste a las empresas, que por lo demás –hay que decirlo-, ya no pueden con sus propios gastos.

Durante un año, los trabajadores podrán capacitarse en alguna empresa y recibir su sueldo del gobierno. Y también durante un año, las empresas tendrán un empleado más, sin que eso se refleje en sus nóminas.

Este año, entonces, es de una tremenda oportunidad para los empresarios guerrerenses. Mientras más puestos de trabajo abran, mayor ayuda tendrán. Y mientras que el gobierno paga los sueldos de los jóvenes, la empresa puede aumentar su producción, o bien generar ahorros para destinarlo a otra cosa, como el pago de adeudos, por ejemplo.

Pasado un año, tanto el trabajador como la empresa decidirán qué hacer. Si sale o es contratado; y aquí viene otro proceso interesante, porque obviamente los dueños de los negocios optarán por quedarse con los jóvenes que tengan la mejor actitud y disposición, más que los mayores conocimientos. ¿Cómo? Así es. Si preguntamos entre los empresarios, no quieren gente sabelotodo, sino gente que sepa obedecer órdenes, porque otra triste realidad hoy en día es que la gente necesita de un empleo, pero no le gusta que lo manden. Necesita ingresos, pero no quiere trabajar por ellos.

Los empresarios se quejan por igual de que tienen que lidiar con los vicios que cargan los milenialls; por ejemplo, el excesivo uso del celular en horas de trabajo, así como el robo de tiempo mediante el uso de redes sociales, al grado de que de las 8 horas que tiene una jornada laboral, terminan rindiendo la mitad o menos.

Decíamos que este programa es importante, sobre todo para Guerrero, pues la mayoría de las empresas tenemos que capacitar a nuestros trabajadores, prácticamente de cero, pagándoles desde el primer momento. No es como antes, en que las personas ingresaban a las empresas como aprendices, y hasta que demostraban tener los conocimientos necesarios, eran contratados o podían acceder a un sueldo formal.

Ojalá que todos los involucrados –jóvenes y empresarios- comprendan que hoy en día las oportunidades son escasas, y que las pocas que hay deben aprovecharse.

¿Y a dónde está el carnaval?

Cuentan lo oriundos de Zihuatanejo que hace muchos años, el carnaval era la festividad más importante de la región. Participaban lo mismo pobres que ricos. Autoridades y ciudadanos.

Sin embargo, en algún punto de la transición del Zihua pueblo al Zihua ciudad, el carnaval se perdió. Y cuando digo “se perdió”, hablo en términos de identidad cultural. De ser la fiesta más esperada del año, pasó a convertirse en meros intentos de feria patronal. De ser una fecha en donde la gente convivía y fortalecía la personalidad costeña (algo, por cierto, ninguna autoridad ha atendido, o cuando menos, analizado), pasó al olvido, hasta el punto de que, actualmente, la gente no tiene bien claro cuál es la fecha exacta del carnaval.

Todos los intento han quedado en eso, en meros intentos por revivir algo que parece extinto. Y es que, para el fortalecimiento de la identidad costeña no basta con un puñado de cargos en una oficina como la Casa de la Cultura; tampoco basta una regiduría de Cultura y espectáculos que, generalmente, ocupa una persona que ni siquiera sabe definir “cultura”; no es suficiente un programa populachero que más parece feria de barrio. Hace falta, para empezar, una introspección sobre el tema para saber porqué lo perdimos y empezar a buscar estrategias para recuperarlo. Pero ahí está el problema: la reflexión se ve, utópica.

Desde principios del año 2000, muchos gobiernos municipales en todo el país, descubrieron que desde la cultura, pueden fortalecer su imagen pública, como por arte de magia. Un buen festival, una buena colección de libros, una temporada de teatro, algunas buenas esculturas o uno que otro mural, durará más tiempo en la memoria colectiva, que cualquier imagen política, por muy costosa que esta sea.

Sin embargo, en Zihuatanejo, los gobiernos municipales han tenido una visión decimonónica del quehacer cultural. Algunas administraciones se ha remitido a meter todo en el mismo cesto “cultural”: esculturas de arenas, pastorelas, bailes populares, tianguis, danzas tradicionales, manualidades y todo lo que se les ocurra a los funcionarios en turno.

Una de las obligaciones de un gobierno es contar con una oferta cultural seria, amplia y profesional, encaminada a incidir en la población. Y lo deben hacer no porque ellos quieran, sino porque están obligados a ello. El Instituto Municipal de Cultura de Zihuatanejo, debe ser precisamente eso y no un tinglado donde se “enseña” lo mismo zumba, que punto de cruz. No es que lo anterior no sirva. Sí sirve y mucho, pero no es arte. Una ciudad donde el arte es relegada, se condena a si mismo a la ignominia.

No es posible que Zihuatanejo, un lugar con cierta fama a nivel internacional, no cuente con espectáculos, ni espacios para la reflexión artística. No tanto para su gente (porque ya sabemos que la gente les importa un comino), sino por el turismo. Vivir con la idea de que el turismo solo quiere playa, es pecar de reduccionista. Y en estos tiempos de convulsión económica y social, no podemos darnos ese lujo.

EL PASQUIN de Verónica

Como uno de los principales compromisos de gobierno de Jorge Sánchez, de devolver el orden a Zihuatanejo y convertirlo nuevamente en un municipio próspero y una ciudad de calidad turística; desde los primeros días de su administración se implementó un programa de limpieza y ordenamiento del comercio ambulante alrededor del mercado municipal, en el que autoridades de reglamentos y vendedores semifijos acordaron que los días miércoles estos descansarían para liberar las banquetas y dar un mejor aspecto a la vía pública y, desde entonces, los días jueves los mismos comerciantes realizan una campaña de limpieza que incluye el lavado de banquetas, con este pequeño avance cambió mucho la imagen de la zona, pero sobre todo se mantiene más despeja: tránsito, ecología y desarrollo urbano, no trabajan en coordinación con la Dirección de Reglamentos, Espectáculos y Actividades Comerciales, que y continúan permitiendo la invasión de la vía pública con triciclos, mercancía y hasta basura; la venta de alimentos preparados por los vendedores de frutas ambulantes, y la colocación de mercancía en banquetas. Mientras las dependencias no trabajen coordinadas y no asuman cada una su responsabilidad, será imposible que el director de Reglamentos, Edgar Alberto Nava López, de resultados cien por ciento favorables. Todos los esfuerzos por ordenar la ciudad, erradicar el comercio informal y regular a los negocios establecidos, serán infructuosos, pues no toda la responsabilidad recae en las funciones de la dependencia a su cargo, ni tiene facultades para resolver todos estos problemas que son competencia de los otros directores, que no están cumpliendo con su trabajo. Aun con lo complejo que resulta esta situación, Nava López, informó que en un par de semanas el alcalde dará a conocer un Programa de Tianguis Itinerante denominado “Tianguis en tu Colonia”, con el que se combatirá definitivamente el comercio ambulante alrededor del mercado central y las calles del primer cuadro de la ciudad, con esto se logrará mantener las banquetas despejadas y las calles con mejor afluencia vial. El proyecto consta de involucrar a vendedores ambulantes, semifijos e incluso si algún comerciante establecido se quiere sumar podrá hacerlo para participar de este tianguis itinerante que se instalara un día de cada semana en diferente colonia o comunidad rural, estando cada día en un lugar diferente a donde llevaran hasta la puerta de los hogares de las amas de casa sus productos o artículos. Las colonias y comunidades que están programadas para iniciar con este programa, son: Infonavit El Hujal, La Noria, El Coacoyul, se trata de llegar a núcleos poblacionales donde no se vean afectados los mercados que ya están en función y beneficiar a la mayor cantidad posible de amas de casa. Se pretende iniciar con un censo de cien comerciantes e ir incrementándolo, poco a poco, hasta llegar a unos trescientos. Para comodidad de las amas de casa y consumidores el “Tianguis en tu Colonia” se instalará un día en específico en cada lugar de 6:00 a.m. a 18:00 p.m. Ahí las amas de casa tendrán la oportunidad de adquirir productos frescos del día, como: frutas, verduras, especies, alimentos, pescado, carnes y también artículos, utensilios, enseres para el hogar, ropa, zapatos, y todo lo que ofrecen los comerciantes de manera ambulante pero en un lugar fijo y a los mismos precios, sin que las señoras tengan que salir de su comunidad o colonia, pagar pasaje y perder tiempo, que pueden aprovechar para otras actividades. Esto beneficia a los ambulantes tanto como a los comerciantes establecidos, pues estos últimos ya no tendrán la competencia desleal que representan los vendedores semifijos, quienes muchas veces los acaparan antes de entrar a los mercados o comercios. Este ambicioso proyecto del gobierno municipal impactará de manera positiva en la economía de los vendedores ambulantes, del comercio establecido y de las familias consumidoras, pues los tianguis itinerantes en muchas grandes ciudades suelen instalarse con cierta periodicidad de días, los vendedores llegan desde el campo para vender sus productos agrícolas, de comunidades rurales o los mismos comerciantes fijos salen a ofertar sus productos, estos mercados son activos escenarios de integración social y se desarrollan como formas de intercambio ambulante e itinerante o como venta móvil al menudeo de diversas mercancías y productos de primera necesidad. Es sin duda una buena opción para la compra venta de productos básicos, especialmente para las amas de casa que residen en sectores poblacionales más alejados del mercado municipal o que en sus comunidades o colonias no hay pequeños mercados. Con este proyecto el gobierno de Jorge Sánchez se anota un diez, la idea de acercar los productos a la casa de los consumidores es excelente, por ejemplo cuando el tianguis se instale en el Infonavit el Hujal se verán beneficiadas también las familias de las colonias Fovissste, Vaso de Miraflores, Mata de Sandía, El Limón, Paraíso Limón, quienes podrán acudir a adquirir productos frescos, de calidad y a excelentes costos. Este tianguis será de gran beneficio para los vendedores semifijos que se ubicaban alrededor del mercado central y los ambulantes, que fueron desplazados de las calles, pues al reubicarlos en este proyecto tienen la oportunidad de continuar con su actividad económica que les permite procurar el sustento familiar. Además de que en estos tianguis se ofertaran productos cultivados y cosechados en granjas y huertos familiares, sin duda un gran apoyo a la economía familiar y que en cuestión de semanas será una gran realidad para comerciantes y amas de casa.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Negros pesares viven centenares de mexicanos

“El rencor genera rencor, el odio provoca odio, y la amargura provoca a ambos”: Proverbio.

Mis estimados, habíamos vivido tragedias en nuestro México lindo y querido por explosiones de pipas en plena carretera, donde chocaron y explotaron provocando la muerte de varias personas. Hemos visto explosiones en mercados por venta de cohetes, etcétera; sin embargo, nunca como lo que se vivió el pasado viernes en el estado de Hidalgo (salvo la explosión de la planta gasera de San Juanico en la Ciudad de México, y las explosiones del 22 de abril de 1992 en Guadalajara).

En cualquier accidente en general, no hay soldados ni marinos tratando de evitarlo, a diferencia de lo que sucedió en Tlahuelilpan, Hidalgo, la tarde del pasado viernes 18 de enero, cuando elementos militares ni siquiera trataron de evitar el paso de los vecinos, quienes se arremolinaron al lugar al ver el géiser de la gran fuga provocada por grupos delincuenciales en el ducto.

Hasta ayer, esta tragedia había cobrado la muerte de 85 personas (79 personas al momento de la explosión y 6 más en el hospital), así como 60 heridos de gravedad, y un puñado de desaparecidos.

Lo más penoso del suceso es que los elementos del Ejército y Marina que estaban ahí, pudieron evitar la tragedia, pero los soldados se excusaron diciendo que la gente no hizo caso del peligro, que no entendieron y por lo contrario corrieron a traer tambos, tinas y cubetas para llenarlas de gasolina.

Esto es verdad, pues se ve en videos cómo la gente llega con tambos, bidones y cubetas, y se meten al terreno donde estaba la fuga de gasolina para llenar los contenedores. Andaban empapaos de gasolina, con gran algarabía, mientras la muerte les rondaba. Eso muestran los videos que circulan en redes, algunos bastantes espantosos por cierto.

Es verdad que en otros incidentes un gran número de personas afrentan a la milicia y los han exhibido en videos burlándose de ellos. Los bloquean en carreteras hasta que suelten a sus detenidos, o los corren cuando andan destruyendo plantíos.

Los militares y marinos han vivido tragedias que también indignan, por eso aclaro mi sentir en esta entrega, pues hubiera deseado que usaran las armas con firmeza contra la gente, para replegarlas y evitar que murieran.

Pero el hubiera no existe y entiendo a los soldados, porque en otros videos se ve cómo los amenazan con quemarlos, y además ellos tienen órdenes de no enfrentarse con el pueblo. Por lo tanto, en esta ocasión lo que hicieron fue replegarse hacia la carretera.

Pero no dejo de pensar en que los soldados pudieron evitar la tragedia. Ante el peligro que significaba esa fuga de hidrocarburo, debieron acordonar el área y la persona que violara el cerco, detenerla por la fuerza, porque cuando ellos quieren usan la fuerza, la usan. Y en este caso la milicia sabía del peligro que una fuga de ese tamaño implicaba.

Al contrario, los soldados se quedaron viendo cómo la explosión convertía en cenizas a decenas de personas.

Pero más pavoroso de esta explosión, mis estimados, es ver los memes y fotografías que circulan en redes sociales de las personas calcinadas, y leer comentarios tan desagradables que da pena que las personas que se expresen de esa manera de gente muerta de manera cruel.

La tragedia enlutó a casi 200 hogares de personas que viven en extrema pobreza, que desde hace una década hicieron del robo de combustible su forma de vida. Son miles de familias en varios estados de la República que viven de ese fraudulento negocio, como los hay muchos en México de otro tipo; por ejemplo, las invasiones en las ciudades son propiciadas por una mafia imposible de erradicar por los alcaldes, y así hay muchas otras irrupciones de las que me reservo por obvias razones.

En todos esos saqueos fraudulentos hay personas que los dirigen y se dicen líderes, pero no lo son, porque un verdadero líder no lleva a sus seguidores al matadero.

Los dirigentes “sociales” son personas vividoras y mañosas que usan a estas personas pobres para enriquecerse, y les pagan unos cuantos pesos. El gobierno sabe bien el hilo negro del robo de combustible, y debió -antes de aplicar la mano dura combatiendo el delito-, enviar programas sociales y otros apoyos a esas personas, para que ya no siguieran obedeciendo a su jefes y robando el combustible, pues de ese saqueo recibían un salario era su forma de vida, y se los quitaron de la noche a la mañana.

Después de la tragedia de Tlahuelimpan, Hidalgo, llevaron apoyos y programas a los deudos, para consolarlos y que entierren a sus muertos. Sin duda, que combatir la corrupción e impunidad tendrá sus costos, mis estimados, pues casi eso sucede en todo. Pero lo grave es que siempre salen perdiendo los pobres, ellos pagan los platos rotos, como lo vivimos el pasado viernes.

Negros momentos vive el país, mis estimados, no son tiempos de memes y burlas, unamos esfuerzos pero para evitar que sigan mandando al matadero a los pobres de este jodido país.

En otro tema, mis estimados, les comento lo siguiente, porque puede ocurrirnos a nosotros mismos. Decía mi padre que en la vida procuremos tener un amigo doctor y un profesor, pues el doctor cuando te enfermas siempre está ahí y aunque no tengas dinero, te atiende; y el profesor es un líder de opinión y tiene voz hasta en el ámbito político. Los presidentes escuchan más a un profesor que a un simple ciudadano. Entonces la recomendación de mi padre era procurar tener estos dos amigos. Bueno, su servidora hizo caso al consejo y tengo buenos amigos doctores y también profesores. El asunto que voy a tratar es el de Susy Mendoza, y por favor no quiero lastimar a nadie, pero es una falta grave la que se cometió con Susy. Penoso que en pleno Siglo XXI una persona muera porque le reventó la apéndice. La locutora, desde el 31 de diciembre se sintió mal y fue al doctor, y el doctor seguramente estaba urgido por irse a pasar Año Nuevo con su familia, así que ordenó que le aplicaran una inyección para el dolor. Listo, son síntomas de una infección, le dijeron. Pero como ella continuó con el dolor, recurrió a otro doctor, quien le dio medicamento para la infección. Así como lo lee. Y siguió con el dolor durante casi ocho días, pero no había un bendito doctor que le ordenara hacerse los estudios pertinentes. Ella seguía con el dolor y bien inflamada, hasta que un doctor le dijo: “Ve pronto a tomarte una tomografía y vienes para verte”. Fue al Hospital General, y al llegar un individuo le dijo ¿Dónde está tu orden? Ella le dijo -No traigo, me mandó el doctor, tómame la tomografía me siento muy mal.

El sujeto le contestó: “Pues no, hasta que traigas la orden”.

Se salieron de ahí y fueron en busca del doctor, quien les dio la orden. Aun así, por sus talegas, el técnico no le tomó la tomografía.

Esto lo platica su familia y la amiga que asistió en todo momento a Susy. Entonces, llegó el doctor y le dijo: “Toma la tomografía”. El tipo le contesto: “No tengo material”. El doctor salió corriendo y consiguió el material y el angelito contestó: “No me sirve”. Y se sentó en las gradas a jugar su celular. Dos días perdió ahí la paciente. Ya se iban al puerto de Lázaro Cárdenas, cuando alguien les habló para informarles que en el laboratorio Núcleo Diagnóstico del Pacífico (NDP), ubicado en Paseo del Riscal, en Zihuatanejo, tenían ese servicio. Fueron ahí y bien rápido le tomaron la tomografía. La atendieron de inmediato y se fue al Hospital de Especialidades, donde encontró dos ángeles, cuenta su mamá, el doctor Quintero y el doctor Mendoza, quienes después de Dios salvaron a su hija, pues hacía días que le había reventado la apéndice y tenía regado el líquido.

El doctor Quintero de inmediato le dijo “Vámonos al Hospital General, pues es muy grave lo que tienes”.

A Dios gracias poco a poco se recupera Susy. Aún no está del todo bien, pero los doctores dicen que si sigue evolucionando como hasta ahora, la pueden mantener aquí en Zihuatanejo; de lo contrario, la van a trasladar a la Ciudad de México.

Personalmente la vi ayer y esperamos en Dios se recupere pronto. Susy es una mujer guerrera, fuerte, entusiasta, alegre, y eso está a su favor para que se recupere pronto.

El relato es, mis estimados, para que no permitamos ningún deceso más de ninguna persona y menos por negligencia médica en el Hospital General y en el Instituto del Seguro Social (IMSS). De este último hay denuncias de derechohabientes por falta de atención.

Todos los empleados del sector salud reciben un salario que obtienen de los impuestos que pagamos los contribuyentes. El dinero no les cae del cielo, y la gente tiene derecho a exigir resultados. Que alcen la voz sin temor a represalias de los doctores, porque a quienes los denuncian lo atienden de mala manera, por eso nadie los denuncia, y por eso se mueren sus pacientes, porque no defienden sus derechos.

Ya saben, mis estimados, que hay un laboratorio que hace tomografías. Tome el dato, para que ya no vaya a lamer las talegas a ese pedante del Hospital General. ¡Feliz día, mis estimados!      

Editorial

¿Qué hay detrás de la rapiña?

No es casual que las tragedias se desaten en lugares impronunciables o inéditos para el resto de los citadinos. Ayotzinapa, Tlatlaya o ahora Tlahuelilpan terminan por convertirse en nombres familiares por las razones más siniestras, a golpe de muertos. Y tampoco es casual que sean nombres indígenas; los desastres suelen presentarse allá donde el hambre es mayor, donde los poderes reinantes son más salvajes y la vida de los personas es más vulnerable ante las fuerzas naturales o de las otras que los vapulean. Así como las grandes epidemias, las hambrunas o los genocidios tienen lugar en los sótanos del planeta, en las zonas atrasadas de África o de Medio Oriente, en nuestro país se ceba sobre nuestro tercer mundo local.

Alrededor de setenta muertos y contando es el saldo que ha dejado la explosión en Tlahuelilpan (y sí, apréndase este nombre porque desde ahora formará parte, junto huachicol o Ayotzinapa, del léxico rojo con el que intentamos nombrar lo innombrable).

Las tragedias suelen atribuirse a muchos padres, dependiendo del lugar en donde estemos parados. Algunos aprovecharán el dolor y la indignación para cargarlo a la factura política de López Obrador, insistiendo en que esto no se habría presentado si el Gobierno hubiera encarado de otra manera la batalla contra las mafias que trafican con el hidrocarburo. Otros apuntarán el dedo flamígero contra el Ejército por no haber impedido que la gente convirtiera en una romería la fuga de gasolina. Otros responsabilizarán, en primera instancia, a la propia población que mire por donde se mire estaba cometiendo un acto de rapiña en contra de las órdenes de la autoridad. Y algún exigente, incluso, podrá argumentar que tampoco esto se habría presentado si los gobernadores de la región Centro Occidente no hubieran exigido tan categóricamente la reactivación de los ductos, a pesar de que el Gobierno federal no había terminado el operativo de revisión de fugas y blindaje de seguridad.

Todos estos no son más que seudoargumentos. No nos engañemos, el responsable es el crimen organizado y la guerra que ha desatado aparentemente en contra del Gobierno federal, pero en realidad en contra de la sociedad en su conjunto. Los huachicoleros no sólo sabotean los ductos para provocar desabasto en las ciudades y desencadenar la indignación de los habitantes en contra de la campaña que el Gobierno ha puesto en marcha; además usan a la población literalmente como carne de cañón para encarecer los saldos de esta guerra.

Lo de Tlahuelilpan es un ejemplo típico de esta estrategia. Una perforación con la consiguiente fuga y una convocatoria a la población para que acuda a la rapiña. Un crimen tan astuto como cobarde. Buscar ahora otros responsables no hace sino seguirle el juego a este perverso montaje.

El crimen organizado es resultado de la impunidad que se ha instalado en la vida pública en México; la ausencia de Estado de Derecho y la corrupción de las policías han prohijado el surgimiento de poderosos sindicatos dedicados a la delincuencia. Pero en el huachicoleo existe un factor adicional: la extendida cultura de rapiña entre la población.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El fin de semana anterior nos sorprendió con una tragedia por guachicoleo. Tarde o temprano, las hordas de ladrones de combustible –lamento usar esa frase pero es real-, se auto-inmolarían en aras de sostener un negocio que en realidad les es ajeno, pues mientras ellos se ganan unos cuantos pesos por los bidones que logran recolectar, los verdaderos dueños del negocio y que mueven a miles de familias en zonas rurales de varios municipios del país, están actuando con cálculo y sigilo, movilizando a su favor a los pauperizados, los habitantes de los traspatios de este país, a donde el desarrollo no ha llegado, y donde se viven niveles de pobreza catastróficos.

Esta es la herencia maldita del gobierno que recién dejó la presidencia de la República. Imposible no decirlo. Sabemos que esto provoca prurito entre los priístas del país, pero para ser sinceros, las bases del partido son inocentes de lo que desde las cúpulas se haya fraguado. Además, no están solos, pues en este negocito también figuran los panistas, quienes gobernaron desde el año 2000 al 2012. Y aunque Vicente Fox Quezada diga que en su sexenio no se conocía de ese delito, en efecto hubo pocas tomas clandestinas, pero el guachicoleo de cuello blanco, el que opera desde dentro de Pemex y en todas las áreas, ya existía.

¿Alguien recuerda, por ejemplo, las explosiones del 22 de abril en Guadalajara? Esa tragedia registrada en la perla tapatía en 1992, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y del priísta gobernador Guillermo Cosío Vidaurri, también fue provocada por los guachicoleros de cuello blanco, quienes quedaron en la total impunidad porque todo el aparato de justicia y de gobierno se confabuló para protegerlos.

Los guachicoleros se habían robado tanto combustible, que ante la amenaza de una auditoría de la cual recibieron el pitazo, derramaron millones de litros de gasolina al drenaje, desde la planta de la colonia La Nogalera, situada en un lugar alto de la ciudad. El combustible corrió por el drenaje aguas abajo, pero se taponó justo en la avenida Independencia, donde en su cruce con la avenida Juárez, frente al mercado de San Juan de Dios, tuvieron que hacer un sifón en el colector de aguas negras para construir el paso del tren ligero.

Este sifón permitía el paso del agua, pero no de los mortales vapores de la gasolina. Calles arriba, en varias colonias del Sector Reforma de la ciudad, la gente comenzó a denunciar que de los drenajes de sus baños y regaderas salía olor a gasolina. Incluso de las losetas de sus pisos fluía el olor. Fueron varios días lo que los expertos de Protección Civil trabajaron, tratando de encontrar el origen de esos olores. Sólo detectaron la presencia de gasolina y otros hidrocarburos, pero no con el origen de ello. Una tarde, cuando ya era el olor insoportable y viendo que incluso salía vapor de las alcantarillas, Protección Civil Estatal comenzó a quitar todas las tapas del drenaje, dejándolas abiertas. Era un día martes. Al día siguiente, a las 10:00 de la mañana comenzaron a reventar las calles del céntrico barrio de Analco, afectando también a las colonias Atlas, San Carlos y Las Conchas, y otras de más arriba.

En un instante, 15 kilómetros de calles estallaron y aquello parecía una zona de guerra. Y es que levantaron las tapas del drenaje, pero no impidieron el paso de vehículos ni de personas, porque los expertos de Pemex no se dignaron a dar instrucciones, sabiendo que la gasolina es volátil y altamente inflamable. Tampoco evacuaron porque el alcalde de Guadalajara determinó que no había riesgo. Además eran días de asueto –Semana Santa-, y los niños estaban en sus hogares. Según cifras oficiales, esas explosiones que se registraron una a una ininterrumpidamente, ocasionaron la muerte de más de 700 personas, dejaron casi 800 heridos y 15 mil personas sin hogar. Sin embargo, periodistas y civiles que estuvieron cubriendo la tragedia reportan por lo menos el doble de muertos, siguiendo su propia contabilidad en los lugares que se habilitaron como morgues, donde se les iba colocando un número a los cuerpos, sin contar los que murieron en clínicas y hospitales posteriormente.

Pero el caso no paró ahí. Esas explosiones abrieron una verdadera cloaca que de haberse combatido en su época, se le hubiera cortado el pescuezo al monstruo guachicolero que ahora conocemos. Días después de estas explosiones, los expertos de la paraestatal –que para entonces ya estaban involucrados en las investigaciones- detectaron gasolina en el subsuelo de la colonia La Nogalera, precisamente donde se ubica la planta de Pemex en Guadalajara, y otras aledañas. Para recuperar el combustible, cavaron pozos de absorción para captar el agua del nivel freático y con ella la gasolina que se fugó por los drenajes rotos. Como consecuencia, al ser el suelo de Guadalajara de xal (piedra liviana y porosa), y al quedar sin agua porque la drenaron, el subsuelo se hundió provocando que cientos de casas se cuartearan.

Las pérdidas fueron incuantificables. Veamos la explicación del gobierno salinista: “Tubos de agua nuevos, hechos de hierro revestido de zinc, fueron emplazados cerca de una tubería de acero perteneciente a Pemex. La humedad de la tierra hizo que los metales tuvieran una reacción electrolítica, que eventualmente ocasionó la corrosión de esta última, creando un agujero que provocó que la gasolina se fugase al subsuelo y en la tubería principal municipal”. Un vil cuento, para tan grande tragedia. Eran tiempos salinistas, y lo que fue la evidencia de un robo hormiga, aumentó hasta convertirse en lo que ahora conocemos como “guachicoleo”.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

México, en riesgo de dejar de recibir turismo extranjero

Mis estimados, les informo que el secretario de Turismo Federal, Miguel Torruco Marqués, dio el tiro de gracia a más 124 destinos turísticos de México, pues confirmó el funcionario durante la inauguración de las Perspectivas Turísticas para México en 2019, presentada por la Universidad Anáhuac, que por instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, todo el recurso recabado por el Derecho de No Residente (DNR), que correspondía a la promoción turística, se destinará para la construcción del Tren Maya.

Lo que parecía una idea, ya es un hecho por disposición presidencial, dijo el secretario de turismo.

Lo dicho por Torruco Marqués creo molestia en el sector privado, al grado de que recibió airados reclamos. Le dijeron que la iniciativa privada tenían planeada una reunión con el presidente AMLO para solicitarle 2 mil 200 millones de pesos precisamente del impuesto denominado Derecho de No Residente (DNR), para destinarlos a la promoción turística; pero les contestó Torruco Marqués: “Les recuerdo que se harán propuestas sobre un nuevo modelo, donde se trasparenten todos los recursos y sobre cómo llevar a cabo las representaciones turísticas en diferentes países, pero ya manejadas por el sector privado, con la concesión de la marca México, la cual tenemos nosotros en la Sectur”.

Es decir, quien quiera publicitar sus destinos turísticos tendrán que hacerlo con recursos propios. Torruco lo dejó bien clarito, como el agua clara.

Sin embargo, la iniciativa privada no se rinde y al conocer la decisión presidencial de desviar el recurso del DNR para la contrición del Tren Maya, los empresarios repararon como caballos briosos, y dijeron que el dinero recaudado a través del DNR no puede, por Ley, destinarse a otros fines que no sean los de la promoción de los destinos turísticos del país.

No obstante, el decreto está firmado y el secretario de turismo Federal ni suda ni se acongoja, y ante el reclamo de la iniciativa privada dio cifras alegres para halagarse a sí mismo. Afirmó que el turismo en México seguirá creciendo, aunque al mismo tiempo reculó el funcionario federal y aceptó que el sector tendrá un ritmo de crecimiento menor que antes, pero aclaró que no es por la escasez de gasolina.

“Hemos tenido un poco de problemas en Guanajuato, pero se han venido solucionando poco a poco”, indicó. Pero los empresarios no se referían al turismo nacional y siguieron cuestionando al secretario de Turismo, que bien mono dijo que no crecerá el turismo debido a “factores cíclicos”, observados desde 50 años, y por otros factores, como las alertas de seguridad de viaje emitidas por el gobierno de Estados Unidos.

¿Cómo ven al secretario de Turismo federal? Se aventó una pluma fuerte. Pero le sigo contando lo choros del secretario Miguel Torruco, que casi hace que se infarten los empresarios de un coraje, pues el funcionario recordó que el turismo interno representa en nuestro país un 80 por ciento de la ocupación hotelera; y para consolarlos, les anticipó que en este año van a construir 23 mil nuevos cuartos de hotel, lo que genera entre 140 mil y 150 mil nuevos empleos directos. ¡Que chulada!, como dicen los calentanos. Bien reza el adagio que el prometer no empobrece, cumplir es lo difícil.

El titular de la SECTUR mencionó que en 2018 vinieron al país 41 millones 535 mil turistas extranjeros, dejando una derrama económica de 22 mil 440 millones de dólares. No obstante, Torruco Marqué se quejó de que esos turistas extranjeros se concentraron en sólo 5 destinos de los 124 con vocación turística que tiene el país. ¡Rayos!

Qué bonita manera de contentarnos por la desviación del recurso destinado a la promoción turística del país para la construcción del Tren Maya. Eso es ser cabeza dura, ya que los funcionarios de turismo reconocen que los viajeros internacionales dejan una derrama económica considerable; entonces, ¿por qué la necedad de desaviar el billete a una obra que no saben si va a funcionar? En serio que se necesita ser muy bruto para no aceptar una realidad que está comprobada, para ir experimentar a una nueva. Neta, ahora sí se volaron la barda.  

El que pegó el grito al cielo -no es la primera vez que lo hace, desde que el gobierno de AMLO decidió finiquitar el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET)-, y que no para de decir que el turismo internacional va a disminuir en el país por falta de promoción, es Pablo Azcárraga.

Incluso, el directivo añadió que el país podría perder unos 20 millones de visitantes internacionales, en el mediano plazo, si insisten en desviar el recurso destinado para la promoción de las joyas turísticas nacionales, para a la construcción del Tren Maya.

“Estamos molestos –dijo Pablo Azcárraga-, y también gritando, porque cómo se les ocurre ahorita quitar el dinero para la promoción en un momento crítico, no tiene sentido”.

Y terminó su participación augurando que el turismo se puede desplomar entre 20 y 30 por ciento en el verano de este año, si continúan paradas las campañas de promoción turística. Remató

De por si no hacen promoción a todos los destinos turísticos, porque promueven sólo los de Quintana Roo.

Los empresarios están bien enfurecidos con la decisión presidencial de AMLO, pues a decir de ellos el Tren Maya no augura nada bueno y menos en lo que respecta al medio ambiente. ¡Me lleva la que me trajo!

Mientras son peras o manzanas, la decisión está tomada y el decreto lanzado: el recurso por el Derecho de No Residente (DNR), va completo a la construcción del Tren Maya.

Ni hablar, donde manda capitán, no gobierna marinero.

Bien dice el dicho, que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver. En lo personal, me alegré cuando el presidente AMLO nombró a Miguel Torruco Marqués como secretario de Turismo, pues el ahora secretario es experto en el área turística. Leí un libro de él y en serio tiene mucha capacidad en el ramo turístico, y conoce perfectamente los 124 destinos que tiene el país, sabe de las carencias y conoce las necesidades de cada una de ellos. Pero al escucharlo, da entender que no habrá ningún avance. Peor aún, muchos de estos destinos quedarán estancados, pues si recibiendo ese impuesto que ahora tienen para su promoción, están enanos, imaginemos si les quitan el recurso para destinarlo a otro fin, seguro que van a tener problemas para sobrevivir, y entre ellos se encuentran los destinos del estado de Guerrero, sobre todo Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo, Playa Troncones, del municipio de La Unión, y Barra de Potosí, del municipio de Petatlán. Estos son destinos que más viajeros internacionales reciben.

Sin embargo, los empresarios tienen tiempo para buscar soluciones, pues tampoco se pueden quedar llorando sus penas. Hay que buscar soluciones ante la nueva realidad. La iniciativa privada tiene que buscar la forma de promover los destinos turísticos del estado de Guerrero; digo, porque no tiene otra alternativa. A lo hacho pecho, como dice el dicho popular.

Es viernes mis estimados, disfruten a sus hijos. Ya ven que en familia todo es mejor. ¡Feliz fin de semana!

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los partidos del Frente por México: PAN, PRD y MC, votaron el pasado miércoles en contra del proyecto de reforma constitucional para crear la Guardia Nacional, con el argumento de que, aunque se le antepuso un mando civil, dependerá en estricto sentido de una junta mayor integrada por mandos militares.

Consideran los diputados de lo que fue el Frente por México en la pasada elección presidencial, que la seguridad pública no debe ser “militarizada”.

Fue el diputado panista Jorge Romero, quien dio el posicionamiento de su grupo parlamentario: “Se nos quiere vender aquí que (la Guardia Nacional) va a tener un mando civil. Ajá. Todos los demás artículos de su dictamen señalan, sin duda, la naturaleza militar, castrense, de esa guardia.

“Ejemplo: su máximo órgano deliberativo habrá de ser una Junta de Estado Mayor con mandos militares. Ustedes dicen que (la SSP) se encargará de lo administrativo, lo estratégico, de la planeación”.

Bueno, los argumentos son válidos viniendo de alguien que no tuviera cola que le pisen, que no es el caso de estos partidos. Que nos expliquen estos señores –que además firmaron orondos el Pacto por México para despojar al país de su soberanía energética-, cómo es que el modelo calderonista, basado en la militarización del país, no fue refutado. Y por qué el modelo de Enrique Peña Nieto tampoco fue observado, aunque éste eliminó la Secretaría de Seguridad Pública (obviamente por la podredumbre en que la dejó Genaro García Luna, el súper policía del calderonato), y concentró todo en la Secretaría de Gobernación, haciendo de ésta una “Súpersecretaría de Estado”, pero inútil, porque en estricto sentido, el modelo de Peña Nieto fue también un esquema militar disfrazado.

Recordemos que EPN dividió al país por regiones, y en cada entidad impuso a los secretarios de seguridad pública, todos mandos militares de alto rango, que operan por encima de los gobernadores, y quienes han venido haciendo de las entidades federativas su coto de poder. Guerrero es un claro ejemplo de ello, pues hasta la fecha, desde que se fue el General Pedro Almazán, impuesto desde la defenestración de Ángel Aguirre Rivero, todavía no se nombra al titular de Seguridad Pública, sino que se tiene a un encargado de despacho.

En resumen, el gobernador Héctor Astudillo no ha tenido la facultad de nombrar a su secretario de seguridad pública, y por lo tanto tampoco ha tenido la opción de tener un plan de seguridad propio, sino que le fue impuesto desde la Federación, a través de un General del Ejército Mexicano.

Sabido es que Pedro Almazán dio órdenes a los mandos de la Policía Estatal para que no hicieran detenciones en ciertos cuadrantes de la entidad. De ahí muchas noticias en donde sabemos del hallazgo de droga y armas, pero ningún detenido.

Y valdría la pena preguntarse si Pedro Almazán, siendo un General en activo de la Sedena, a quién le rendía cuentas; si a su General, Salvador Cienfuegos, o al gobernador del estado de Guerrero. Bueno, con eso de que dicen que un soldado nunca deja de serlo, aunque esté en retiro…y mucho menos si está de comisión.

Por si fuera poco, además de imponer a los titulares de Seguridad, el gobierno de EPN diseñó lo que se conoce como los Grupos de Coordinación estatales, todos dirigidos por mandos militares, quienes ni siquiera dan la cara al pueblo, pues tienen un vocero que sale a explicar lo que está sucediendo en la entidad, pero que no es otra cosa que un recuento absurdo de daños. Nada de prevención, nada de nada.

En Guerrero todo ha empeorado y el mismo gobernador ha lanzado varios SOS a la Federación, obviamente sin dar detalles del problema, pero es evidente que lo tienen atado, en medio de un hormiguero.

Se necesita ser ciego, sordo y mudo para no enterarnos de la trama que urdieron para apoderarse de los estados, algo que Felipe Calderón no hizo porque si de algo se quejó el ex presidente panista, es que los gobernadores no se alinearon con su política de seguridad y de ahí el fracaso, en lo cual tenía harta razón.

Quizás por ello Peña Nieto cambió de estrategia y en lugar de estar peleando con los gobernadores, o dejando que estos tomaran decisiones en los asuntos de seguridad, les amarró las manos y tomó el control prácticamente de todo el país, a través de Cienfuegos. Bueno, hasta una ley a modo les iba a dar a los militares, para que México entrara de lleno en un estado de excepción.

Lo peor que nos puede suceder como país es continuar por la misma ruta. Algo se tiene que hacer para recuperar los territorios perdidos, y quienes ya tuvieron la oportunidad de trabajar por México, pero fracasaron, sería bueno que optaran por el silencio en lugar de exhibirse.

Porque resulta abrumador que se hayan aliado para enterrar a este país en el más ignominioso de los destinos, pero que ahora que se está tratando de sacarlo a flote se resistan, revestidos de un hipócrita manto democrático.

México ya no tiene remedio, señores. Ya se lo tragaron, o dejaron que se lo tragaran los más terribles devoradores. La militarización ya no es una opción para nosotros, sino que es el único camino posible, pues todo en la vida pública de este país está contaminado. Y como ejemplo tenemos Pemex.

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