fbpx

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Ahora que el gobernador de Guerrero está en España, promoviendo a la entidad como destino turístico ideal para los europeos, y en general de otros continentes participantes en la Fitur, vale la pena preguntarse por qué siempre se suman a ese contingente personajes del mundo de la política que poco o nada tienen que ver con la promoción turística.

En estricto sentido, se trata de una actividad ejecutiva. Luego entonces, ¿por qué vemos diputados acompañando al gobernador en España? Podrán decir que sus actividades están relacionadas con el turismo, como es el caso de la diputada Guadalupe González Suástegui, presidenta de la Comisión de turismo en el Congreso local, y el secretario del mismo organismo, Zeferino Gómez Valdovinos.

Hasta ahí todo bien. Parece que se trata de lo mismo y que es necesario que estos legisladores acudieran a acompañar al mandatario estatal a la Fitur 2019.

Pero un análisis riguroso muestra que los diputados nada tienen que hacer ahí, salvo turistear y, obvio, con recursos del pueblo de Guerrero. Porque los diputados se llenan la boca diciendo que sus actividades son estrictamente legislativas, sobre todo ahora en que enfrentan una obligada reducción de sus sueldos y prestaciones, lo cual les impide ser generosos como antes, en que la gente los buscaba por que se decían “gestores” de obras, programas y servicios.

Lo que esperamos de los diputados en materia turística es que se legisle para, por ejemplo, obligar al gobierno a que sea más equitativo en la distribución del recurso del sector, pues el dinero casi siempre se concentra en el triángulo dorado, dejando a municipios con vocación turística fuera de todos los programas de desarrollo.

Mínimo lo que deben es exhortar al gobierno de todos los niveles, para que se atienda la actividad turística en todas sus modalidades, y se dote a todos los destinos de playa de instrumentos de desarrollo, partiendo de la planificación. Porque es un hecho que fuera de Acapulco y Zihuatanejo, que han tenido cierta planificación en su desarrollo –pero insuficiente-, el resto de los centros de recreo están creciendo de manera arbitraria, invadiendo la Zona Federal Marítimo Terrestre, sin siquiera trazo de calles, mucho menos una adecuada dotación de servicios básicos.

Es terrible ir a visitar lugares paradisiacos abiertos al turismo por los mismos lugareños, pero cuyos desechos van a dar a lagunas y manglares. Los palaperos tiran sus desechos sólidos a la intemperie, y los lugares están contaminados de basura.

Conviene también que los diputados obliguen a los ayuntamientos a dotar mínimo de recolección de basura a los centros turísticos, donde es común la quema de basura, o bien la tiran donde pueden, siempre a bordo de carreteras.

Todo esto es competencia de los legisladores, más que el glamour y los paseos. Al contrario, es su tarea pedir cuentas al titular de Turismo, para que una vez que concluya la Fitur, informe de los logros y avances.

Además, su tarea es incidir desde el presupuesto de egresos anual, en el desarrollo turístico, a partir de etiquetar más recursos al sector, pero no sólo eso, sino que también se debe cuidar su distribución.

Los ayuntamientos, por ejemplo, salvo los que tienen buenos ingresos propios como Acapulco y Zihuatanejo, carecen de un presupuesto específico para los sectores productivos, incluido el turismo, pues sólo se les dota de dinero para tres ramos: obras, seguridad y gasto corriente. Y entonces andan sacando del gasto corriente los apoyos mínimos que otorgan al turismo, pues ni siquiera cuentan con un cuerpo de salvavidas, mucho menos tienen dinero para promover sus bellezas naturales y sus actividades turísticas en general. O bien para capacitar a los prestadores de servicios profesionales, mucho menos para construir obras de alto impacto.

Insistimos que al sector turístico en Guerrero le hace falta una clara planificación, para saber dónde va qué cosa, pues se trata de intervenir en ecosistemas muy vulnerables, y otros vitales para la vida, como los manglares, que vienen siendo como los riñones del planeta. Sin ellos, las inundaciones de las costas son inevitables.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *