SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está en todo. Si pensaron gobernadores y alcaldes que no le metería mano al fondo que reciben para seguridad pública, pues se equivocaron. Ayer, en su conferencia mañanera, el mandatario anunció que ya tiene un pre-acuerdo con los gobernadores para modificar y reorientar el fondo de seguridad pública que se les asigna, a fin de mejorar los salarios y prestaciones de los policías, y para contratar más.

En pocas palabras, de una manera diplomática, el presidente intervendrá el fondo de seguridad para estados y municipios, y comenzará a monitorearlo de una manera estricta.

Pero, sobre todo, mediante acuerdos –para que no se sientan invadidos-, se encargará de que los policías reciban beneficios salariales y laborales. Y esa es una buena noticia de navidad y año nuevo para los policías, a los que la Revolución no les ha hecho justicia.

Hoy por hoy, con excepciones honrosas, el manejo de fondo de seguridad en estados y municipios es opaco. Se usa para mil cosas, menos para lo que se debe. Se dan casos tan lamentables, en que los policías tienen que parar labores, para exigir sus sueldos y prestaciones, porque el dinero que la Federación envía para sostener los sueldos de sus policías, instalaciones, patrullas, balas, armas, pertrechos, uniformes, equipos de radio comunicación y los centros de comunicación y comando, pues los usan para pagos del recibo del alumbrado público, por ejemplo; y hasta para el pago de laudos laborales.

Platicando con un jefe policial del estado, comentó que los municipios no cuentan con el número de elementos que por norma deben tener. La mayoría se mantiene con el menor número de empleados, aunque eso les represente un problema de prevención del delito. Tampoco se actualiza el parque vehicular, y menos el armamento.

AMLO dijo que este miércoles se estará concretando el convenio con los gobernadores, para reorientar el fondo de seguridad.

Será hoy miércoles cuando se discuta el tema de los salarios y capacitaciones a los policías del país, y de acuerdo con el jefe del Ejecutivo federal se busca un “acuerdo nacional”.

Durante su conferencia de prensa de este martes en Palacio Nacional, el mandatario federal sostuvo que incluso ya se llegó a un pre-acuerdo con los gobernadores; es decir, ya tiene avanzados los trámites y sólo será cuestión de protocolo para que en 2020 otro gallo les cante a los policías.

Los directamente beneficiados serán los policías estatales, que por la inseguridad se han ido haciendo menos. Recordemos que desde el inicio, el gobierno astudillista se fijó una meta de contratación para fortalecer a la Policía Estatal, pero no se logró. Al contrario, muchos elementos fueron despedidos porque comenzar a quejarse de los excesos de su jefe, el general Pedro Almazán Cervantes, quien sin mediar palabra los echó de la corporación, acusándolos de tener intereses oscuros.

Los policías estatales despedidos todavía andan navegando, peleando por sus liquidaciones, y otros pidiendo su reinstalación, que por ley no se les puede dar.

La meta es, por lo tanto, echar mano de los recursos que ya se tienen, reorientarlos y comenzar a favorecer a los que se fletan en las calles, carreteras y caminos para brindarnos seguridad.

AMLO seguramente ya se dio cuenta que mientras esto no cambie, los uniformados siempre serán la parte más delgada de su plan de seguridad.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Dan pena ajena los Fox, Vicente y Marta. Tras la desgracia de Felipe Calderón, al caer el hombre fuerte de su sexenio, y al trascender que Hacienda investiga a la “pareja presidencial” (así les gustaba a Vicente y a su Martuchis que les dijeran), por fraude fiscal, el guanajuatense se exhibió en toda su bajeza en estos días, cuando retomó sus habituales tuitazos, pero ahora ya no para confrontarse con el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino para elogiarlo y para aplaudirle.

¿Creerá Fox que “Lopitos –como a él le gusta decirle al presidente- cambiará de opinión sólo porque ahora le eche porras?

AMLO ya dijo claramente lo que hizo Fox en su sexenio, además de liberar a Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo Guzmán, de la cárcel de Puente Grande, Jalisco. Diría el presidente que lo único que hicieron Vicente y Marta Sahagún fue “salir de pobres”.

Y así fue. Una información presentada este día por el medio digital Sinembargo, con base en documentos de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, los Fox dejaron el poder, pero continuaron jalando recursos tanto del sector público, como del sector privado nacional e internacional, para sus organizaciones no gubernamentales, pero en la más completa opacidad administrativa y fiscal.

“Entre 2007 y 2018, percibieron 583 millones 876 mil 822, a un ritmo de 37 millones 671 mil 965 pesos por año”, cita el reportaje.

¿De dónde llegó ese dinero, y en qué se gastó? Todo eso tendrán que explicarlo ahora Fox y su Martuchis.

Del Estado tenían seguridad y la pensión vitalicia que se les asignaba a los expresidentes y luego a sus viudas, hasta su muerte, así como donativos.

Pero los Fox no actuaban solos. Para eso están los hijos de Martha Sahagún y también los adoptados de Vicente Fox, Vicentillo y Rodrigo Fox de la Concha, haciendo una verdadera pandilla de vivales.

De los primeros se dice que eran socios del chino Zhenly Ye Gong en el negocio del tráfico del precursor de las metanfetaminas, y que el dinero que se le confiscó a éste era en realidad de los hijos de Marta.

Y a Rodrigo Fox de la Concha se le investiga por presunto fraude fiscal, para lo cual 13 empresas de los Fox están en revisión.

No es pare menos que Vicente haya cambiado de la noche a la mañana, y que ahora sea puro amor hacia AMLO y su Cuarta Transformación, pues no había un día en que no le espetera y refutara sus iniciativas.

Pero esto no es nuevo. Algo similar hizo Fox cuando decidió apoyar a Enrique Peña Nieto en las elecciones de 2012, y no a la candidata de su partido, Josefina Vázquez Mota. El hombre que fue el primer gobernante de la derecha se alió con el PRI, y apenas hace unos días reapareció ante estudiantes universitarios, ante quienes aclaró que ya no forma parte del PAN, pero que está dispuesto a trabajar por su fortalecimiento.

¿De verdad? Habría que preguntarles ahora a los panistas si quieren seguir con este lastre o caminar solos, pues les sería más beneficioso deslindarse de estos dos gandallas, que llevaron a México a la peor de las pobrezas e inseguridad.

Los mexicanos nos preguntamos dónde está la justicia, y por qué estos sujetos siguen libres, todavía haciendo política de baja calaña.

Al menos Felipe tuvo la vergüenza de renunciar al PAN en el marco de la campaña de 2018, pero con la intención de posicionar a su mujer. Ambos, Felipe y Margarita –que se sabe ya no son esposos- están empeñados en crear un nuevo partido político denominado México Libre.

Tras la caída de Genaro García Luna, ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal en tiempos de Felipe Calderón, y la evidencia de que fue aliado del Cartel de Sinaloa, la gente está pidiendo que no se le entregue su registro a ese partido, pues en efecto sería una doble estocada al pueblo mexicano. Y de verdad lo sería. Tantas muertes, tantos desaparecidos, tanta impunidad, es la cauda que arrastrará México Libre, y hasta el nombrecito que eligieron ofende.

Ni Felipe ni Fox tendrán descanso en esta patria. Como a Caín, la tierra que un día gobernaron los vomita, y ellos tendrán que cargar con esa maldición.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

A diferencia de lo que sucedió a nivel nacional, cuando se aprobó en la Cámara de Diputados el presupuesto de 2020 para el país –momento que fue cardiaco para Morena por la toma del recinto legislativo y las quejas de la oposición- este fin de semana se aprobó el presupuesto de Guerrero para el próximo año, sin grandes espavientos.

Más bien, se trató de un proceso aterciopelado, demasiado si consideramos que la mayoría en el Congreso local la tiene Morena, partido que bien pudo hacer cambios y reasignaciones a su antojo.

Todo lo contrario, los morenistas se portaron muy decentes y solidarios con el gobernador Héctor Astudillo Flores, cuyo equipo de Finanzas hizo un presupuesto acorde a las necesidades de la administración, pues recordemos que el gobernador en sus giras por la entidad suele hacer compromisos, que bien pudieron cambiarle los legisladores, ya que les asiste ese derecho.

Se esperaba, por ejemplo, que los diputados detectaran aquellos compromisos que tienen una buena carga política –entiéndase “quedar bien”- para reorientarlos a áreas más sensibles.

Pero nada. Al contrario, este proceso fue mucho menos traumáticos que en la era perredista. Recuerdo, por ejemplo, que cuando Zeferino Torreblanca necesitó del voto de los diputados para la aprobación de su presupuesto en 2008, el finado Armando Chavarría encabezaba a la poderosa bancada amarilla, y de inmediato le puso precio a cada voto. Incluso pidió negociar directamente con el gobernador a nombre de todos sus representados. Y como también Zeferino era de pocas pulgas y de armas tomar, pues aquel encontronazo fue de antología.

Es decir, que a cambio de la aprobación del presupuesto anual en los términos que lo planteaba el gobernador, los diputados vendían su voto al mejor postor. Entonces, los enviados del mandatario tenían que hacer una intensiva labor de conven$imiento (así con signo de pesos), para conseguir su objetivo. Una vez lograda la mayoría de votos, los votos contrarios ya no importaban. Y los opositores a ultranza sabían que nada les tocaría, así que eran los primeros en apuntarse al “chayote político”, válgase la expresión. Así es, no sólo los periodistas cobran chayote, también los políticos son como la Aventurera, se venden al mejor postor.

Esto era tan grave, que se decía que cada voto le costaba al gobernador en turno 1 millón de pesos, o más cuando se trataba de jefes de bancada o políticos con influencia.

También se usaba que a cada diputado se le reservaban varios millones de pesos para sus “bestiones”, dinero que ejercían a su antojo, sin vigilancia de parte de la Auditoría.

¿O por qué cree usted, amable lector, que Morena entró en un proceso de degradación muy vergonzoso en el Congreso? Pues porque está de por medio no sólo el presupuesto que maneja el Poder Legislativo, sino precisamente este tipo de negociaciones, en torno a las leyes de ingresos y al presupuesto anual, que es de lo más jugoso, según se escucha decir en los corrillos políticos.

De hecho, tanto el secretario de Finanzas, Tulio Pérez Calvo, como el subsecretario, estuvieron muy activos en el Congreso, siguiendo de cerca este proceso de aprobación del presupuesto. Para ello celebraron reuniones a puerta cerrada con cada bancada, pues se trataba de adecuar el presupuesto para reasignar los 200 millones de pesos que le toca poner al estado en el programa La Escuela es Nuestra, y que viene a sustituir al programa Escuelas al 100.

El proceso de aprobación les salió “planchadito”, y eso le complació al gobernador Héctor Astudillo. No es que no haya habido cambios al plan original; sí los hubo, pero controlados desde el Poder Ejecutivo y a petición de éste.

La entidad a ejercer en 2020 será de 61 mil 806 millones 7 pesos, que serán distribuidos como sigue: Salud, 109 millones de pesos; Educación (infraestructura educativa) 572 millones, ya incluidos los 200 millones de “La Escuela es Nuestra”.

Para la infraestructura carretera se asignaron 590 millones de pesos, en infraestructura hidráulica 398 millones, en Desarrollo Social 321 millones y para el campo, con inversión estatal habrá 340 millones de pesos.

El gobernador se dijo complacido porque al no haber cambios severos, se podrá hacer obra en los 81 municipios de la entidad, lo cual era su preocupación.

Además, se mantienen los programas sociales de su gobierno, como Un Cuarto Más, Pensión Guerrero, Apoyos a Madres Solteras, Discapacitados, Alerta de Género y Combate a la Corrupción. Sin embargo, desaparecerán otros como el de Estufas ecológicas, que ya será eliminado.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Recordamos, amable lector, lectora, el numerito del extravío de armas de la Policía Preventiva del municipio de Acapulco? Aquel escandalillo, que desnudó al gobierno del perredista Evodio Velázquez Aguirre, destapó una cloaca en la corporación cuando fue intervenida por elementos de la Marina, pues resulta que 350 armas simplemente no aparecieron.

Ahora se dice que poco a poco se fueron recuperando, pero aún se tiene un faltante de 150 armas “perdidas”.

Un dato oficial revela que en 60 por ciento de los municipios de Guerrero, los uniformados y los jefes policiacos “pierden” las armas de cargo, registradas y avaladas por la licencia colectiva que les otorga la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y nadie se hace cargo de ello.

Hay informes también de que las armas no se extravían, ni se pierden, sino que son robadas o sustraídas de las corporaciones para su venta en el mercado negro; y en algunos casos son sustituidas por vejestorios sin valor.

La pérdida de armas fue revelada este año por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, David Portillo Menchaca, quien dijo que los municipios del estado tienen un grave faltante de armas y deben acreditar cada uno de los casos ante la Fiscalía General de la República (FGR).

“Son una cantidad tremenda de municipios que tienen armas perdidas y que no llevan la carpeta de investigación. Un aproximado del 60 por ciento tiene problemas con las armas, no una cantidad grande, pero son armas al final de cuentas”, dijo.

¿Qué sucede en estos casos? Que cada ayuntamiento debe hacer un reporte a la Fiscalía, denunciando la desaparición del arma, para que se investigue su destino final. De lo contrario, los gobiernos municipales se exponen a que se les finquen responsabilidades.

Pues bien, parece que estos líos están próximos a desaparecer, porque la noche del miércoles los senadores avalaron la creación de un padrón de uso o extravío de armamento dentro del territorio nacional.

El Pleno del Senado de la República aprobó adiciones a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos para establecer que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) elabore un registro nacional de armas.

En dicho registro se deben incluir armamento extraviado, robado, destruido, asegurado o decomisado.

Además, todo aquel que cuente con licencia de portación de armas, tendrá que reportar el robo o extravío de éstas; de lo contrario, será sancionado con penas de dos a cinco años de prisión.

Ahí les hablan señores alcaldes, señores directores de Seguridad Pública, jefes de grupo y policías. No más armas perdidas, ni robadas, ni sustraídas. Mucho menos “prestadas” a criminales, como se cree que sucedió en Acapulco, donde una parte de la plantilla de policías no eran propiamente policías, sino gente civil que portaba solamente el uniforme y, por supuesto, también el arma.

“La pena aumentará hasta en dos terceras partes cuando se trate de armas de uso exclusivo de la Fuerza Armada Permanente, y de los cuerpos de reserva”, dicta el dictamen de los senadores, y esto tiene que ver con el calibre de las armas, pues hay algunas que no son de exclusividad de las fuerzas armadas. Tengo entendido que pistolas del calibre .9 y .380 ya entran en esa categoría. De los rifles, solamente el .22 queda fuera, el resto es de uso exclusivo.

Resulta increíble que México apenas esté haciendo este registro de armas. Y que ni siquiera se hayan puesto exigentes en ese aspecto, a raíz de la grave violencia que se desató cuando el gobierno de Felipe Calderón declaró la guerra contra los grupos delincuenciales, guerra que ahora sabemos que fue una vil estafa al país y un vil engaño, pero que enlutó y sigue enlutando a la nación.

También es interesante ver que por fin habrá multas para los gobiernos y particulares que extravíen armas de uso exclusivo, aunque tengan permiso para portarlas, y que no reporten de esta pérdida con oportunidad, pues hasta ahorita sólo la portación era penalizada, pero ahora también lo será el extravío de ellas.

Y qué bueno, porque extraviar un arma no es como extraviar cualquier otro objeto, sino que pueden ser utilizadas para la comisión de delitos de toda índole.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Tenemos nuevo Tratado Comercial con los socios del norte, Estados Unidos y Canadá. La firma de los cambios en varios sectores comerciales y de servicios, se concretó ayer en el Palacio Nacional, en lo que fue un hecho histórico para nuestro país –que elevó la influencia del presidente Andrés Manuel López Obrador frente al mundo. Lo que sigue, entonces es un mero trámite en el Congreso federal estadounidense, actualmente bajo el dominio de los demócratas.

Una vez que los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y México, firmaron la disolución del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por exigencia de Donald Trump, quien alegaba que ese tratado ya estaba desfasado y representaba riesgos económicos para su país, diseñaron el T-MEC.

Sin embargo, tampoco fue algo automático, pues faltaba la ratificación por parte de las Cámaras de Senadores de los tres países, y donde se atoró el asunto fue en Estados Unidos, no sólo por las críticas de los demócratas, sino también por diversos sectores, principalmente el de los sindicatos, que se quejaron de la competencia desleal que representa la mano de obra barata en nuestro país, donde además las empresas operan en total impunidad, sin regulaciones de ningún tipo, ni industriales, ni de prevención de riesgos, ni salariales.

Durante meses, la central sindical más poderosa de Estados Unidos se mantuvo exigiendo cambios precisos. Primero, nuestro país tuvo que hacer cambios a la Ley Federal del Trabajo, y asimismo elevar el salario mínimo general.

Luego, nuestro país tuvo que aceptar sujetarse a un esquema de vigilancia e inspección permanente, aunque no en fábricas, como lo exigían los líderes sindicales del vecino país. Lo que aceptó el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue que se crearan mecanismos de inspección diferidos, mediante mesas de revisión, pero sin llegar a los centros de trabajo, lo cual habría sido un claro intervencionismo de parte de un gobierno ajeno, y que era lo que más preocupaba a los industriales mexicanos.

Pocos, por decir nadie, daba mérito al gobierno lópezobradorista, de que lograría zanjar las diferencias con Estados Unidos, ni mucho menos convencerlos con sus propuestas. Pero, para sorpresa de todos, este fin de semana se concretaron los acuerdos, y el canciller Marcelo Ebrard logró que la revisión de los cambios se hiciera ayer martes en la Ciudad de México, a donde viajaron los representantes comerciales de Estados Unidos y Canadá, junto con el yerno de Donald Trump, quienes además del presidente Andrés Manuel López Obrador testificaron este protocolo previo a la firma final del T-MEC.

El acto de Palacio Nacional fue de mero trámite. El presidente incluso modificó su agenda –algo que no suele hacer-, y canceló una reunión con los padres de los niños de la Guardería ABC, que perecieron quemados durante el gobierno de Felipe Calderón.

De esta manera, el presidente AMLO conjura un peligroso fantasma de recesión y estancamiento comercial, sobre todo porque 2020 sería un año electoral en Estados Unidos. Con la firma de este acuerdo, pese a que no se firme en definitiva el T-MEC, Trump no tendrá la tentación de tomar ese caso para hacerse campaña frente a sus electores.

Todo lo contrario, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, calificó este martes al presidente Andrés Manuel López Obrador como una figura histórica en las negociaciones sobre el tratado comercial entre México, EU y Canadá (T-MEC) por las decisiones tomadas y por concluir una negociación que no inició en su administración.

“Quiero decirle el honor que es para mí estar aquí con usted, señor presidente (López Obrador)”, inició Lighthizer su discurso. “En medio de esta negociación usted estaba en campaña y tomó el camino difícil, el de no involucrarse en este asunto. Fue algo interesante de ver”, añadió.

“Pero cuando resultó electo, seleccionó a mi amigo Jesús Seade y dijo ‘bueno, estamos aquí, tú vas a integrar esta negociación que ya empezó’. El hecho de que usted haya logrado todo esto es histórico y dice cosas enormes de usted”, destacó el líder negociador estadounidense.

Lighthizer puntualizó que había seguido la carrera de López Obrador, misma que le parece extraordinaria.

No, pues Wow, como dice la chaviza. El presidente le calló otra vez la boca a sus adversarios, que ya lo veían hincado frente a Washington, y negociando apresuradamente con China, llevando al país al peor de los escenarios económicos. ¡Ufff!

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El delegado del Instituto Nacional Electoral (INE), Dagoberto Santos Trigo, informó que no se ha presentado ninguna denuncia contra actores o partidos políticos por “destapes” rumbo a las elecciones del 2021 y aclaró a la clase política que aún no es tiempo.

Esto parece una broma de mal gusto del señor Santos Trigo, porque ya hay muchos haciendo labor proselitista, incluso abiertamente.

Y una cosa es que no se hayan presentado las denuncias correspondientes, y otra muy distinta que eso no esté sucediendo. Basta ver las redes sociales para entender que los caballos están desbocados por la carrera electoral de 2021, y que a ni siquiera se ruborizan cuando dicen que sí, que buscan ser gobernadores. Lo dicen apelando a sus derechos políticos, que en efecto están consagrados en la Constitución, pero pasando por alto las reglas del poder vigentes en las leyes electorales.

El delegado del INE anda atrasado de noticias, o se está haciendo de la vista gorda. Se entiende que estos asuntos sólo se atienden siempre y cuando medie una denuncia al respecto, pero la pregunta es ¿quién denunciará a quién? El que denuncie al contrincante, sabe que también puede ser denunciado en cualquier momento.

El caso es que las leyes electorales son laxas en general, y si a eso le agregamos que los funcionarios suelen decir que mientras no inicie legalmente el proceso electoral, todo lo que se haga fuera de ese periodo es lícito, entonces tenemos un mar de impunidad.

Se entiende por campaña anticipada justamente eso, lo que se anticipa a los tiempos señalados. Porque si un político se mueve en los tiempos previstos por la ley, eso no sería propiamente una ilegalidad, sino todo lo contrario.

Así las cosas en Guerrero, donde el mismo presidente de la República vino a advertir que varios ya andaban querreques, pensando en sus propias ambiciones, y les vaticinó que se irían “al carajo”.

Pero estos carajillos lo entendieron de otra manera, y continúan placeándose, pensando que las reglas han cambiado. Antes, el que se movía, no salía en la foto. Eran los tiempos de dura disciplina del PRI-Gobierno. Ahora es al contrario, el que no cacaraquea, es que no puso huevo.

Los escenarios preferidos de estos que están condenados a irse al “carajo”, son las redes sociales, donde sus amigos y compadres le hacen la cova y el wana wana, boleada de zapatos incluida.

Pero las redes sociales ya no les son suficientes, y ahora también los “adelantados”, están convocando a conferencias de prensa y se hacen entrevistar de temas de actualidad. También les gusta que los inviten a dar conferencias en los principales foros políticos del estado, donde se les da proyección.

Tan sólo en esta última semana, varios anduvieron movidos: Beatriz Mojica Morga y Luis Walton Aburto, ambos ya sin partido y aspirantes a gobernadores por Morena. El ex líder del MC, incluso, ya presumió el respaldo del doctor Lázaro Mazón Alonso, aún líder de MAS, una de las tribus del PRD; y del consejero estatal de Morena, Sergio Montes Carrillo, uno de los tantos que se ha peleado con Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, quien de mil amores también aspira a ser de nuevo candidato a gobernador, y para lo cual está jugando sus propias fichas y creando sus propios escenarios, aprovechando su cargo como delegado del gobierno federal para programas sociales.

También vimos al priísta senador Manuel Añorve Baños presente en informes de gobierno, ferias y reuniones de todo tipo, pero sobre todo de plácemes con su primo, Ángel Aguirre Rivero, pues juntos sueñan con una alianza PRI-PRD.

No podía faltar Evodio Velázquez Aguirre, ex alcalde de Acapulco, quien es uno de los más movidos en los últimos tiempos, desde que se autodestapó y aglutinó a su causa a por lo menos 9 de las 11 tribus del PRD en Guerrero.

Carlos Reyes se mueve también entre los perredistas, pero con un plan al que invita a todos los guerrerenses.

Algo anda mal cuando el escenario electoral se calienta antes de tiempo, mientras que las autoridades dicen: Aquí no pasa nada.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El gobernador Héctor Astudillo Flores dio ayer una importante recomendación a los dirigentes de su partido, el Revolucionario Institucional, durante la reunión del Consejo Político Estatal, a donde se congregaron todos los consejeros del tricolor en el estado.

Esta reunión realizada a tres semanas de concluir el 2019, marca de alguna manera la línea que deberá seguir el partido de cara al 2021, y para desarrollar a lo largo del 2020, año en que el gobernador llama a la reconstrucción “sin demora”.

“Tenemos que reconstruirnos con inteligencia, con puntualidad y sin demora”, les dijo.

Pidió también una mejor organización. Y además de pedir una examen de conciencia de cada priísta en esta entidad, advirtiendo que todos los aspirantes a cargos de elección popular, así sea el más modesto, como el suplente de regidor, debe estar dotados de una gran dosis de humildad.

Pero, ante todo, el gobernador recomendó que se busquen alianzas con otros partidos y organizaciones.

“No olvidemos algo elemental y estratégico en estos tiempos: busquemos alianzas, no subestimemos a nadie,  todos son importantes, todos por supuesto los necesitamos. Si Guerrero nos necesita a todos, el priísmo hoy necesita de muchos y de muchas, y esto sin duda es una tarea para todas y para todos, trabajar, reconstruirnos, reorganizarnos para ser capaces de llegar y enfrentar nuestros nuevo retos”, añadió.

Si la semana pasada los priístas se reunieron en torno a la fiesta por el cumpleaños del ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, donde también se dieron algunas pautas de la necesaria unidad de todos los grupos del partido, esta semana comienza con las recomendaciones del gobernador.

Y que conste, que una vez dadas, ya sabrán los priístas a lo que deben atenerse, pues llegado el momento no podrán alegar que no lo sabían.

Recuerden que son los gobernadores los que están siempre mediando en los asuntos político-electorales, aunque no sea parte de sus funciones, pero actúan como árbitros para evitar, precisamente, el divisionismo que es tan común hoy en día, y  que se multiplica en tiempos de lucha por el poder.

Lo mismo en 2018, desafortunadamente. Todos los priistas que no fueron nominados, se salieron por la tangente y fueron a engordar al Verde Ecologista, que tradicionalmente es aliado del PRI, pero no necesariamente, pues las nuevas reglas de las alianzas los obligan a actuar juntos pero no revueltos.

Y así fue que muchos priístas que ya han gobernado varias veces sus ayuntamientos, vieron la oportunidad en el Partido Verde para volver a hacerse del poder que ya administraron algunos harta por 3 ocasiones. Y sabido es que nunca segundas partes fueron buenas, mucho menos las terceras. Alguien que busca el poder con tanto anhelo, durante tantas veces, ya no busca servir a su pueblo, sino servirse de su pueblo. Conoce los entretelones de la política, y sabe cómo cuadrar los números.

Valga esta advertencia para todos, sobre todo los que buscan la reelección, porque antes los alcaldes aspiraban a ser diputados, y estos aspiraban a ser alcaldes, o bien diputados federales y hasta senadores. Había una movilidad natural en el partido. Pero con los cambios a las leyes electorales, la reelección ya es posible y podemos apostar, amable lector, que la mayoría de los alcaldes ya sueñan con volver a postularse, para gobernar un sexenio.

Eso no sería malo, si no se cometieran tantos errores en el ejercicio del poder, y sobre todo cuando la mística de servicio no existe.

Antes podían los partidos políticos conservar el poder en alguna jurisdicción determinada, pero no con los mismos personajes. Hoy, al contrario, será cosa difícil conciliar los intereses de los que quieren ser, y de los que ya son. Los nuevos querrán empujar para acceder al poder, pero los que ya lo tienen no lo querrán dejar.

En este nuevo escenario, la recomendación del gobernador es la humildad, partiendo de la reconstrucción del partido, para que sea útil para la sociedad, no sólo para los grupos de poder que pulular en municipios, distritos y en el estado.

Y en esto, los aspirantes al gobierno del estado debieran ser los más interesados, porque una casa dividida contra sí misma no prevalece. Eso lo sabe bien el senador Manuel Añorve Baños, quien en 2011 mordió el polvo en una elección en donde el partido se dividió.

Para 2015, ya aprendida la lección, se unieron por lo menos tres grupos políticos para reconquistar el poder con Héctor Astudillo. Y ahora parece que se añade el Grupo Figueroa –pero sin Rubencito Figueroa Smutny, claro-, con el objetivo de mantener Casa Guerrero, frente al partido lópezobradorista que por ahora tiene la mayoría de la preferencia electoral, y frente a un PRD que también está luchando por reinventarse a sí mismo, aunque con menos posibilidades que el PRI.

Las recomendaciones están dadas, y le corresponderá a la dirigencia estatal acatarlas: Trabajo, organización y alianzas. De lo contrario, Esteban Albarrán entregará cuentas mochas.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los partidos políticos están en un proceso de afiliación y reafiliación de militantes. La estructuración de su padrón político será algo crucial, pues es algo así como el cimiento del edificio electoral, de cara a la elección de 2021.

Lo que se recomienda es lo que ya hizo Morena, de ir casa por casa, pueblo por pueblo. De otro modo, será imposible que se cumplan sus propias metas.

Esto implica que los comités nacionales fortalezcan a los comités estatales, y estos a su vez a los comités municipales, y así hasta los seccionales. Es en estos últimos comités donde recae el trabajo partidista, que luego presumen los dirigentes.

El PRI anunció que busca más de 50 mil nuevo militantes, mientras que el PRD busca entre 250 y 300 mil.

No es para menos, pues la sangría que sufrieron el año pasado les dejó muchas sillas desocupadas, los padrones desfigurados y ya no se sabe quién es quién.

¿Pero de dónde van a agarrar a esos nuevos militantes? Es una verdad que los partidos se mueven con un mínimo de miembros, y un alto porcentaje de simpatizantes. 3 millones de inscritos a nivel nacional, por ejemplo, no es nada si comparamos la votación de más de 30 millones de personas que tuvo Morena en la elección presidencial.

Ellos hablaban de un padrón de 6 millones, pero lo cierto es que se les hizo bolas el engrudo y nadie supo a ciencia cierta si esto era verdad. Tan es así, que la elección interna de Morena, para renovar su dirigencia nacional, abortó precisamente porque no se tiene un padrón confiable.

En el caso del PRI, sucedió lo mismo, pues aunque reportaban un padrón de 5 millones de militantes, al final salieron con un listado de 2 millones, si caso, y con eso se fueron a la renovación de su dirigencia, en un proceso muy cuidado y del que tomaron el control los gobernadores, quienes dictaron línea por un candidato específico, Alejandro Moreno, alias Alito, para desgracia de los no agraciados, en este caso la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega.

¿Por qué es importante tener un padrón electoral? Primero, es un requisito para todos los partidos políticos. Sin él, el Instituto Nacional Electoral, y en el caso de los partidos locales, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, no permitirían a ningún partido su participación.

De hecho, en el caso de Morena, fue el INE el que exigió el padrón real al PRI, y por lo cual supimos que aunque presumían tener 5 millones de militantes, realmente tenían 2 millones.

Morena, por su parte, nunca supo demostrar cuántos militantes tenía. Quiso irse a su  elección interna con el padrón de 2015, cuando recién se constituyeron en partido político, dejando fuera a los que se afiliaron después de esa fecha, pero una querella en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, interpuesta por Alejandro Rojas, uno de los aspirantes a la dirigencia nacional, terminó por abortar el proceso, al grado de que será hasta 2020 cuando se defina. Por lo pronto, y porque así lo marcan los estatutos, la prórroga es para Yeidkcol Polevnsky, quien espera repetir en el cargo.

Estamos, pues, en la guerra por los militantes. Cada partido tendrá que ratificar a los que ya están en sus padrones o desecharlos e ir por otros.

¿Qué pasa con los simpatizantes? Estos son los sin partido, los que no militan propiamente en algún partido pero que siempre votan por determinado instituto político, tomando en cuenta varios aspectos. Ese es el llamado “voto duro”. Es fiel.

Hay otro tipo de simpatizantes, que son eventuales. Se mueven con base en un voto razonado. Hoy pueden votar por un partido, mañana por otro, si les conviene. A este tipo de simpatizantes se les gana de varias formas, pero sobre todo con un buen candidato, que sea popular y que tenga aceptación de los electores. Por eso los partidos deben cuidar siempre la selección de sus candidatos, porque con su voto duro no ganan, necesitan del voto eventual, que es más exigente y, por lo mismo, fácil de desencantar.

Pero hay una mala noticia para todos los partidos: que antes se ganaban a los militantes con “gestiones” de apoyos y programas sociales. Cancelado eso, y tomado el control de esa parte por el gobierno federal, sólo queda salir a la calle a convencer a los electores, sobre todo al sector juvenil, gente que va cumpliendo los 18 años y está en edad de votar, o bien a los desencantados, que se van sumando conforme pasa el tiempo y se dan cuenta que votaron mal.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El PRI se reagrupa. Conocedores de los tiempos políticos, ayer se reunieron todos, sin faltar uno solo (ni siquiera el que se fue), en torno al ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, padre de muchas generaciones políticas, quien hizo un llamado al trabajo para recuperar espacios, y enfocarse hacia el 2021.

Figueroa dijo que todos tienen una misión en Guerrero y que se debe lograr por las guías que les han enseñado en el PRI y el gobernador: trabajo, honestidad y lealtad, “que creo que son los caminos para llegar a triunfar en la vida política”.

Ahí está macada la apertura del proceso electoral que viene, y que le dará al año 2020 un significado especial, como año pre-electoral, en el que se acomodan todas las piezas del ajedrez político, tanto hacia dentro de los partidos como hacia afuera.

Se les ve nostálgicos a los priístas. Si antes el poder los desunió, ahora la derrota los está acercando una vez más. Y lo que tienen enfrente es un problemón marca llorarás, porque si bien ahora detentan la gubernatura, los números dicen que no les alcanza la cobija para mantenerla, frente a un Morena que aunque se desgarra por dentro, y aunque no tiene por el momento ningún prospecto fuerte, como partido simplemente arrasa.

Falta también que cuajen los programas del gobierno federal, y que la gente comience a saborear el cambio, para que la brecha política entre Morena y los partidos de oposición aumente, aunque actualmente es de 60-30 por ciento de preferencia electoral.

Si lograran los priístas remontar esa diferencia, habrán logrado una gran hazaña. Pero no lo harán solos, y por eso la reunión de ayer es emblemática.

Por eso no deja de intrigar la presencia del ex gobernador Ángel Aguirre en ese lugar, al que ya no pertenece, a menos que él nos diga lo contrario.

Sobre todo que no fue solo, sino acompañado de los líderes de la corriente política que él encabeza en el PRD, la Izquierda Progresista Guerrerense, con la cual ha dicho que fortalecerá al Sol Azteca en el estado, oponiéndose incluso al cambio de nombre del partido que fue sugerido por Los Chuchos, quienes como resultado de una amplia oposición sólo atinaron a crear una plataforma paralela, para atraer a personajes de la derecha, llamado Futuro 21, a donde finalmente pararán si no ven que el partido amarillo se levante.

El ex gobernador hizo algunas aclaraciones en sus redes sociales, indicando que estuvo ahí por cortesía con uno de los hombres que le ayudó en su carrera política, refiriéndose a Rubén Figueroa.

Recordemos que el ex gobernador lanzó hace precisamente un año la noticia de que el PRD iría en alianza con el PRI, porque sólo juntos podrían hacerle frente a Morena.

A quienes se escandalizaron por esa propuesta, simplemente les mostró los números que finalmente confirmaron las encuestas recientes. Si juegan por separado, aunque ganen en fortaleza ideológica e identidad, no tendrán acceso al poder, perderán Casa Guerrero y no hay para cuando regresen.

El PRI sabe de esto. Aguirre también. Cuando el tricolor perdió el poder en 2005, pasaron 10 años para recuperarlo, y eso porque las elecciones para gobernador se tuvieron que empatar con las federales, y el periodo de Aguirre fue de sólo 4 años.

También pudieron recuperar el poder por la tragedia de Iguala, lo que les dio la plataforma ideal para influir en el electorado y demostrar que el partido que decía resolvería todos los problemas de la entidad, realmente los aumentó.

Por lo tanto, el ex mandatario sabe que todos sabemos que en política no hay casualidades, y que lo de ayer fue algo más que una simple cortesía. Fue un reencuentro, la consumación de una reconciliación, y el inicio de un nuevo pacto, en el que se incluye al PRD. Al tiempo.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Morenistas, petistas, pesistas y verde ecologistas, se constituyeron el lunes en un frente nacional, ante las evidencias de reagrupación de la oposición, integrada por el PRI, PRD y PAN, sobre todo.

Diputados federales de Morena, PT, PES y PVEM, integraron formalmente la Asociación Nacional de Legisladores Constituyentes de la Cuarta Transformación.

A este organismo se integrarán también diputados en los estados y senadores, haciendo una red nacional que actúe de manera coordinada.

“Sabemos que la derecha está tratando de reagruparse; como dice el Presidente, están moralmente derrotados, y nosotros tenemos que aprovechar para seguir creciendo, para seguir desdoblando el movimiento, para ganar nuevos espacios, para convencer a más grupos, a más actores de la sociedad, abrigar más causas y que sigamos siendo el motor de la transformación”, aseguró Mario Delgado, coordinador de los diputados morenistas en San Lázaro.

Y, en efecto, es una respuesta al intento de reagrupación de la derecha, que en lo sucesivo actuará en conjunto, para remontar su propia derrota y tratar de recuperar el poder federal en 2024, algo que por el momento se antoja imposible, pues los números todavía no les dan para eso, y porque se tienen análisis serios en los que se afirma que el lópezobradorismo gobernará el país por lo menos dos sexenios, tal y como lo hizo el PAN, luego de lo cual la oposición –sea en conjunto o como partidos individuales-, tendrán la oportunidad de comenzar a crecer.

Y este crecimiento será paulatino, tal cual le sucedió al PRI con la llegada del PAN al poder, en el año 2000. Fue hasta las elecciones federales de 2009, cuando los priístas se despegaron del panismo –con el que se habían mantenido en alianza política para frenar al PRD-, y comenzaron a ganar posiciones en el ámbito legislativo, luego en gubernaturas, hasta que finalmente retomaron la Presidencia de la República en 2012.

Claro que eran otras circunstancias, pues cuando Fox, el PRI no quedó tan diezmado como ahora. Y para 2006, aunque quedó en tercer lugar –luego del presunto fraude contra AMLO que reposicionó al PRD como segunda fuerza-, el tricolor pudo mantener sus privilegios gracias a los acuerdos con el partido en el gobierno.

Actualmente, en cambio, a ningún partido le da para ir solo a la escena electoral, sin sufrir nuevas y estrepitosas derrotas. Por eso la recuperación de la oposición tendrá que ser en conjunto.

Los veremos, por ejemplo, ir juntos a las gubernaturas, incluso con el PRD, que es el partido más desdibujado de todos y al que no le conviene mantenerse en la pose de su dignidad ideológica.

Guerrero será una especie de experimento, en el que el PRI y el PRD ensayarán una alianza política, para evitar que la gubernatura caiga en poder de Morena.

No es de gratis que el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero ya haya limado asperezas con el ex alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, y pronto lo hará también con Carlos Reyes Torres.

Pero si se piensa que Aguirre depuso las armas y fumó la pipa de la paz con el representante de la mayoría de las tribus perredistas. Ese fue sólo un acercamiento para limar asperezas, pero el plan de una alianza PRI-PRD continúa. Aguirre les pondrá los números enfrente y tendrán que decidir entre una alianza, o una derrota anunciada. Al tiempo.

Salir de la versión móvil