SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los aspirantes de Morena están este viernes en el inicio de lo que determinará sus carreras políticas. Hoy es el día del registro de sus aspiraciones. Tienen solamente este día para inscribirse, presentando la documentación prevista en la convocatoria que, según algunos quejosos, es un tanto rígida en cuanto al perfil que cada aspirante debe reunir, y en donde se toma en cuenta la militancia, la residencia, el trabajo y su compromiso con la Cuarta Transformación.

El registro se hará en la Ciudad de México, en las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional, en la Comisión Nacional de Elecciones, instancia que se encargará de revisar si los aspirantes cumplen los requisitos. Es decir, que el registro no es pase automático a la encuesta, sino que habrá una especie de filtro para ello, ya que la convocatoria así lo especifica.

Con esto, depurarán la lista para meter en la encuesta a 4 aspirantes o tal vez más, pudiendo incluso ser uno solo de ellos, pues la convocatoria deja esa libertad.

Cabe aclarar que este 4 de diciembre se registran los aspirantes a la gubernatura de los estados de Baja California, Baja California Sur, Colima, Guerrero, Nuevo León, San Luis Potosí y Sonora; mañana sábado 5 de diciembre, lo harán los de Chihuahua, Campeche, Michoacán, Nayarit, Querétaro, Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas.  

Claro, el caso de Guerrero es especial, pues habiendo tantos aspirantes de por medio, se entiende que el partido tratará de ser lo menos rígido posible, pues de lo contrario se corre el riesgo de una asonada a destiempo.

De por sí ya es muy peligroso para Morena el caso del senador Félix Salgado Macedonio, quien sólo asistió al primer encuentro de aspirantes que presidió el delegado Salomón Jara; pero evitó estar en la reunión celebrada en la Ciudad de México, con el presidente del partido, Mario Delgado, donde supuestamente se pactaría la unidad.

En su ausencia, los asistentes -incluido el externo Luis Walton Aburto y la petista Beatriz Mojica Morga- firmaron compromisos indispensables para llevar este barco a buen puerto.

Por ejemplo, se comprometieron a no dejar el partido en caso de que la encuesta no les favorezca, algo que no creo se cumpla en el caso de Félix Salgado Macedonio, pues -como decíamos- no está participando en el proceso y, al contrario, han trascendido sus reuniones con Evodio Velázquez Aguirre, candidato del PRD al gobierno del estado, y otro rumor es que tiene la plataforma del PES a su disposición.

Bueno, hasta no ver no creer. Como viejo lobo de mar, Félix sabe que en una elección como ésta, no podrá ir como Quijote de la Mancha, solo con su Sancho Panza a combatir molinos de viento. Sí, el senador es la figura más conocida en Guerrero, pero eso no es suficiente para alcanzar el triunfo, sobre todo con un partido sin estructura como el PES.

La otra opción que tiene Félix, un poco descabellada, es que lo metan con calzador a la alianza PRI-PRD, pero eso significaría acabar en la ignominia de la historia, siendo él uno de los personajes más constructivos de la izquierda en Guerrero.

El dilema es jugar y aceptar el resultado de la encuesta, método que todos avalaron pidiendo “piso parejo”, o dar el rebozazo y largarse a otro corral.

Quien busque participar en el proceso electoral como candidato de Morena, deberá cumplir con estos requisitos: tener la ciudadanía mexicana; ser nativo o tener ciudadanía del estado por el cual compiten; tener treinta años cumplidos el día de la elección; estar inscrito en el Registro Federal de Electores y tener credencial para votar vigente, entre otros de acuerdo a la convocatoria.   

Aunque la encuesta concluye el 10 de diciembre (serán 5 días de sondeos), no se darán los resultados de inmediatos. La convocatoria señala que la Comisión Nacional de Elecciones tiene como plazo entre el 7 de enero y el 15 de febrero de 2021 para dar a conocer los nombres de los aspirantes registrados y encuestados, y enseguida dar a conocer el nombre del candidato.

Por lo tanto, sería hasta febrero cuando se conozca el resultado de la encuesta en Morena, lo cual hará más cardiaco el proceso, y le agregará presión. Hasta entonces, los aspirantes podrán tomar decisiones.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Quién dice que Morena está unido entorno al proceso electoral de 2021? Hay que asistir a una de sus reuniones (las únicas que se han hecho desde el también convulso proceso electoral de 2018), para entender que el partido lópezobradorista está peligrosamente fragmentado.

Sobre todo, no hay consenso en torno a la candidatura para gobernador. Unos son de una facción y otros de otra. Y son precisamente los líderes del partido en distritos y municipios, así como algunas facciones que se han tomado atribuciones ejecutivas, junto con personajes con cargos de elección popular, quienes están alentando abiertamente esa división.

Bien dice Victoriano Wences Real, líder del PT, que Morena tiene muchos problemas internos. Claro, más lo que él mismo está creando como aliado.
Lamentablemente, a lo largo de los últimos dos años, Morena no tuvo un dirigente estatal que se encargara de hacer la famosa “operación cicatriz”, de las heridas que dejó el proceso de 2018 y que de no haber sido por el efecto AMLO, los morenistas hubieran mordido el polvo también en las elecciones legislativas locales y federales, como sucedió con los ayuntamientos. 

Y todo por la imposición de candidatos sin respetar las convocatorias y los acuerdos de coalición.

Bueno, lo que comenzaron esta guerra tienen nombre y apellido, y si como dice el dicho que no hay quien escupa al cielo, que a la cara no le caiga, entonces estaríamos a punto de ver un efecto bumerang de acciones pasadas. O como otros dicen, aquellos que dividieron el partido, tendrán su karma irremediablemente, pues todo lo que sembrare el hombre, eso también cosechará, advirtió Saulo de Tarso, conocido como Pablo en la Biblia, en su carta a los Gálatas.

Al contrario, la dirigencia nacional (tanto en tiempos de Yeidkcol Polevsnky como en tiempos de Alfonso Ramírez Cuéllar), dejaron la iglesia en manos de Lutero, con un dirigente que nunca supo entender su papel, y que prolongó su pleito con otros lídres, sobre todo con Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, algo a lo que también le abonaron la gente del finado César Núñez. Y, por supuesto, los amilcaristas hicieron lo propio, avanzando y defendiéndose de sus adversarios, sin importarles que el partido llegara a esta fecha fatídica peor que como comenzó.

La guerra dentro de Morena es a muerte. No hay quien ceda. Parece que los esfuerzos de Salomón Jara por unificar al partido son infructuosos, y todavía le falta conciliar los intereses en distritos y municipios, donde seguramente los grupos ya mencionados también irán mano y pelearán con uñas y dientes estos espacios, pues de ellos depende, en parte, el triunfo en la gubernatura.

Imposible no ver esta terrible realidad.

Imposible tampoco que la dirigencia nacional del partido no tenga opciones y se vea incapaz de poner orden, colocando a cada cual en su lugar, quitando al que no sirva, ubicando al desubicado y simplemente aplicando sus estatutos internos. No es gran ciencia esto. Habría que aprender un poco del viejo PRI, aquel que decía que el que se mueve no sale en la foto, y todos tenían que esperar para conocer al “tapado”. Conviene aprender esas viejas mañas, decíamos, sobre todo porque los grupos morenistas están aplicando el adagio favorito del nuevo PRI, que dice que “niño que no chilla, no mama”.

Y por eso están todos moviéndose, porque saben que sin importar quién resulte candidato a la gubernatura, lo obligarán a repartir el pastel, no sea que les ocurra lo que a los perredistas con Zeferino Torreblanca, quien terminó llamándolos “cerdos come heces”, o lo que les pasó con Ángel Aguirre Rivero, quien les dio cargos porque ya tenía al chamaco atravesado, pero a los que poco a poco fue corriendo de su gabinete.

Pero, claro, eso no sucede en el partido más democrático de México. Aquí no se puede venir a callar a nadie, ni siquiera al que no le asiste la razón y que habla por hablar.

Concluimos que el viejito Porfirio Muñoz Ledo tiene harta razón cuando dice que Morena está lejos de ser un partido. Es apenas un movimiento social, con categoría de partido, cuyas facciones que se juntaron en torno a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, ahora pelean entres sí por el gran pastel del poder.

Eso no es nuevo, de hecho. Es lo más natural en los movimientos sociales y armados. Nos sucedió cuando la Revolución Mexicana, cuando los grupos que pelearon contra Porfirio Díaz, se traicionaron y comenzaron a matarse entre sí, llevando al país a una gran desgracia, en la que niños menores de 15 años fueron la carne de cañón (en 1910 México tenía una población infantil mayoritaria), así como las mujeres.

¿Veremos algo parecido en Morena? Al paso que van, así parece. Si nadie lo evita, claro.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

A dos años del inicio de la era de la Cuarta Transformación, proyecto centrado sobre todo en el combate a la corrupción, bajo la teoría que a partir de que esto se cumpla comenzará la recuperación del país, el balance es negativo en muchos aspectos, aunque nadie puede negar que estamos viendo cosas impensables en otras épocas, como el llamado a cuentas a ex funcionarios de alto nivel, ex gobernadores y hasta gobernadores en activo.

Pero una cosa no compensa lo otra. Es decir, el que metan a la cárcel a Luis Videgaray Caso, ex titular de Hacienda, o que condenen a Rosario Robles Berlanga, o que enjuicien al mismísimo Enrique Peña Nieto, no resuelve la tremenda crisis económica del país, que se recrudeció por la pandemia del Covid-19, pero que en realidad ya venía gestándose desde el primer año de la administración, por la desconfianza del sector empresarial en las políticas públicas del presidente, la cancelación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá y la necesaria negociación de uno nuevo.

Claro, la pandemia vino a tirar los últimos alfileres de un esquema de gobierno en ciernes, bastante verde aún para dar frutos. Y aunque en su momento el presidente dijo que la peste de Covid-19 les había venido “como anillo al dedo” (aún no acabamos de comprender por qué o para qué), al paso de los meses tuvo que reconocer que México estaba atravesando momentos críticos. 

El presidente dio ayer un informe al cumplirse dos años de su asunción al poder, aunque ya había informado del estado que guarda la administración el día que marca la Constitución, el 1 de septiembre. Además, dio otro informe el 1 de julio, al cumplirse los dos años de la elección que, mediante voto históricamente mayoritario de los mexicanos, le allanó el acceso al poder.

Lo de ayer fue una especie de recuento muy general de hacia dónde va el país, en el escenario de la postpandemia. De entrada, tuvo que reconocer que su gobierno tomó decisiones “poco convencionales” para enfrentar el problema, pero eso no significa que hayan funcionado, pues más de 100 mil muertos dicen lo contrario.

Nos dice el presidente que todo pudo ser peor. Pero es que sí nos fue peor. No olvidemos que los muertos oficiales no son los únicos que se ha cobrado la pandemia en este país. Al contrario, el subregistro es tan alto como la cifra que nos informan todas las noches. 

En Guerrero, por cierto, circula como chascarillo una historia de la vida real, cuando un alcalde le dijo al secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, que lo que estaban informando de su municipio era mentira. El secretario dijo: 

-¿Cómo?, pero nosotros tenemos al día las cifras de casos positivos, sospechosos, defunciones y los negativos.

-Sí -respondió el alcalde- pero yo tengo las llaves del panteón.

Y si la cifra de muertos que no se están contando ya es impactante, imaginemos los casos de contagios que ni siquiera se están reportando.

En lo económico, además, la Secretaría de Hacienda nos informa de algunos logros de corte macroeconómico, pero que no se están reflejando en la micro economía; es decir, nuestro bolsillo. 

Los organismos económicos internacionales sí han mejorado sus pronósticos sobre México, pero aclaran que eso se deberá a factores externos, no internos.

Por ejemplo, uno de los grandes pilares de la economía nacional, paradógicamente hablando, son las remesas de migrantes en Estados Unidos, que para 2020 sumarán 40 mil millones de dólares. Esto es, que los dólares envían los migrantes a las familias mexicanas crecieron 14.1% durante octubre, sumando 3,598.3 millones más que el año pasado a esta misma fecha.

Y de hecho, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), expuso ayer que México crecerá en 2021 hasta un 3.6 por ciento (partiendo de la caída por la pandemia), gracias al incremento de las exportaciones del sector manufacturero nacional, que está ligado a cadenas de producción internacionales, y, por supuesto, a las remesas.

Si nada extraordinario sucede, ese crecimiento se sostendrá en 2022.

Podemos resumir el informe de ayer, en cuanto a logros:

1.- Combate a la corrupción e imponer como una norma moral del gobierno la honestidad.

2.- Sostenimiento de precios de combustibles.

3.- Nuevas y grandes obras con el apoyo del sector privado

4.- Recuperación de Pémex y el sistema eléctrico nacional

5.- Cero endeudamiento.

6.- Uso de recursos públicos para sostener a los más vulnerables, evitando una hambruna generalizada en el país.

Pero también hay rezagos, sobre todo en materia de salud, seguridad, desarrollo económico en los niveles micro y medianos. Y el combate a la corrupción aún no baja a los niveles más bajos de gobierno.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Respecto a las recientes deserciones de perredistas, los líderes de tribus en el PRD, los que siempre han venido acaparando cargos y candidaturas, e imponiendo a la gente de sus grupos, están que respiran por la herida.

Ayer, el diputado local Bernardo Ortega Jiménez defendió la alianza con el PRI y criticó a los que por esta razón se van. ¡Bárbaro! Si nunca los tomaron en cuenta, si nunca les preguntaron, si decidieron allá arriba en lo oscurito, ¿entonces los de abajo están obligados a aguantar vara para que ellos, los negociadores, no se sientan aludidos? Al menos hubieran hecho un simulacro de consulta. Pero como saben que la gente de base del partido, así como los liderazgos intermedios, habrían dicho que no, pues esta alianza sólo les interesa a los apostadores de la política, por eso lanzaron el cuete y esperaban no escuchar gritos.

Recuerden que el sapo más apretado es el que más chilla; y que esta alianza dejará en el limbo muchos proyectos políticos de gente bien intencionada, que tiene años trabajando y esperando una oportunidad, pero a la que ahora le dirán que siempre no, que lo que sigue es ir agarrados del dedo chiquito con el PRI. Y suponiendo que sí les den la candidatura, pero eso no significa que los del tricolor van a trabajar a su favor, porque lo más seguro es que simulen ambos bandos, y le dejen toda la carga a quien resulte candidato.

Decíamos que hay líderes de tribus respirando por la herida. Bernardo Ortega Jiménez, diputado local y líder de una de las tribus que aún subsisten en el PRD, criticó a los que están buscando al único partido de izquierda que aún prevalece, toda vez que ellos han renunciado a su ideología y se hicieron pragmáticos. Dijo que esos que están saliendo y buscando cobijo en Morena y en el PRD, olvidaron el amor a su partido que cuando pudo les dio la oportunidad de representarlo política y profesionalmente.

Les augura que en Morena los van a ver por esa razón, con natural desconfianza. “Los perredistas que hoy emigran, serán vistos con desconfianza a donde llegan, por dejar al partido que los cobijó durante mucho tiempo y hoy que llega un proceso electoral lo abandonan”, sentenció.

También desestimó que la alianza electoral con el PRI sea la causa de las renuncias, toda vez que ambos institutos políticos registrarán ante el órgano electoral sus plataformas políticas y no habrá cruce de votos, cada militante votará por su partido, aclaró. ¿Qué tal? 

Bueno, nada es verdad, nada es mentira, todo depende del color con que se mira. Para Bernardo la alianza del PRD con el PRI no significa renunciar a nada. Pero él sabe que sí. Que de la noche a la mañana le están pidiendo a la gente que se adapte a las nuevas circunstancias, que a ellos les parecen algo natural, pero no lo es así para todo el mundo.

Por ejemplo, que Bernardo expliqué por qué su compañero de tribu, Lázaro Mazón Alonso, anda en el grupo de Luis Walton Aburto, y no apoyando a Evodio Velázquez.

¿En qué momento Lázaro se fue del PRD, para volver al MC? Eso nunca lo supimos. En 2015 Lázaro apoyo a Walton en su campaña por la gubernatura, dolido como estaba por la expulsión de Morena, ya que por su amistad con el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, tuvo que dejar la Secretaría de Salud y también tuvo que dejar su aspiración a gobernador por Morena, porque los jefes de ese entonces en el partido lópezobradorista lo mandaron a despedir por escrito, ni siquiera personalmente.

Entonces, Lázaro trabajó en 2015 por Walton. Pero al término de la campaña supo que no tenía futuro en el MC, porque al fin y al cabo siempre se supo que el ex alcalde acapulqueño sólo le daba oportunidad a sus allegados.

Pero ahora que Walton dejó el MC para competir como externo en Morena, Lázaro anda con él y le anda apoyando en su estrategia de precampaña, para sorpresa nuestra, porque se supone que había vuelto al PRD, para fundar junto con Bernardo Ortega el Movimiento Alternativa Social (MAS), dejando ambos la tribu de Nueva Izquierda, la de Los Chuchos.

Entonces, si hasta su socio político anda fuera del PRD, si el co-líder de su tribu está trabajando por un proyecto en la coalición liderada por Morena, ¿de qué traidores habla Bernardo?

Se entiende el pragmatismo perredista. Les urge garantizar votos para no perder el registro como partido político nacional. Ese es su objetivo primario.

Se sabe que buscan con el PRI repartirse las candidaturas federales al 50-50, como ya lo acordaron en Guerrero ayer, en las diputaciones locales.

Por cierto, ayer abrió el proceso de precandidaturas para diputados locales. No tarda y los partidos lanzan sus convocatorias, y conoceremos también cuáles legisladores buscarán la reelección.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Duras las declaraciones de Porfirio Muñoz Ledo en cuanto a la vida interna de Morena, y sobre las elecciones internas de Guerrero en particular. Palabras más, palabras menos, el decano de la izquierda anuncia que el partido lópezobradorista ya está podrido y que para nuestra entidad el “dedazo” está cantado.

Lo más terrible es que Muñoz Ledo llaman “innombrable” al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con quien dice que le debate político fue cancelado tras su triunfo, algo que no se esperaba.

Indicó que, contrario a lo que se piensa, que tras el triunfo de Morena la democracia se consolidó en México, en realidad esto no ha sucedió. Y, al contrario, señaló que “hay un renacimiento del dedazo, con más gastos y excesos de lo que se hizo en el pasado”.

Insistió que la candidatura en Guerrero ya está cantada, porque ya aparecieron “los espectaculares del dedazo”. Esto en clara referencia al ex delegado del gobierno federal para programas sociales, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, aunque no dijo su nombre, pero es el único que ha colocado anuncios espectaculares en el estado, hecho por lo cual fue denunciado.

Muñoz Ledo incluso es escéptico de lo que está haciendo el líder del partido, Mario Delgado, pues considera que hay un claro verticalismo en la toma de decisiones y que sólo se están cuidado las formas.

¿Pero qué piensan los aspirantes de Guerrero en torno a estas declaraciones, que parecen más bien salidas de un corazón resentido por la derrota del proceso interno de Morena para elegir al nuevo dirigente?

De entrada, los que se han pronunciado en torno a lo que dijo Muñoz Ledo este fin de semana son el diputado Antonio Helguera Jiménez y el ex procurador Alberto López Rosas. Ambos han sido críticos al interior del partido pero en esta ocasión no coinciden con el diputado federal, y avalan que la selección del candidato vaya a definirse por el método de encuesta, que es el que a falta de un proceso electoral interno, viene a garantizar la participación ciudadana, pues se harán sondeos en ciudades y pueblos para que la gente diga quién le parece mejor opción para que el partido lópezobradorista compita contra el que resulte electo de la alianza PRI-PRD.

También critican que Muñoz Ledo esté anunciando vísperas del candidato a gobernador en Guerrero, cuando el proceso interno todavía no concluye. De hecho, a pesar de que es haga la encuesta, no se elegirá a un candidato como tal, sino que primero será nombrado un coordinador de la Cuarta Transformación para Guerrero, de acuerdo con lo que reveló Félix Salgado Macedonio.

Ahora mal, habiendo tantos precandidatos, imposible que se pueda siquiera pensar en un consenso, para presentar un candidato de unidad, como lo hará el PRI. Además, aún falta ver la postura de los aliados, porque Morena está considerando en la encuesta a Beatriz Mojica Morga por parte del Partido del Trabajo, pero ignorando la postura del dirigente estatal del partido,  Victoriano Wences Real, quien se rebeló a la decisión del Comité Ejecutivo Nacional del partido  y presentó su propia propuesta, que lo incluye a él mismo y por equidad de género a la ex diputada Luisa Ayala Mondragón, ex perredista también al igual que Bety Mojica, ex integrante de la Coduc.

Visto así, huele a ruptura la alianza Juntos Haremos Historia en Guerrero, como ya sucedió en 2018, algo que muchos petistas de base no desean y han dicho que será un error gravísimo si eso sucede; y no para Morena, sino para el PT. Aunque hay que decir  que otros sí le están haciendo el caldo gordo a su líder y alegan que no hay derecho en proponer a Beatriz Mojica Morga, porque “viene llegando al partido” y en cambio avalan la rebelión de Wences y señalan que mejor perder con Luisa Ayala que aceptar a Bety, a la cual llenan de improperios.

De parte del Partido Verde, además, tampoco hay contentamiento. Nos parecía que los verdes se pondrían felices, porque sin buscarlo y sin pedirlo quedaron dentro de la coalición lópezobradorista. Pero, los que no están contentos son sus líderes, pues están acostumbrados, como Wences, a dirigir el partido como si fuera un negocio personal y más bien se entrenaron en negociar con el PRI, el cual venía concediéndoles muchas prebendas. Hoy, ese papel lo tendrá el PRD, por cierto, con el que el PRI tendrá que compartir el botín de la siguiente elección.

En este contexto, las declaraciones de Muñoz Ledo son dardos envenenados, sobre todo para quienes son sus fans, y están compitiendo en el proceso electoral. 

Afortunadamente, 11 de los 12 aspirantes ya alcanzaron acuerdos. Con excepción de Félix Salgado Macedonio, quien hizo vacío en la reunión de la semana pasada en la Ciudad de México, la mayoría ya se pronunció por la unidad y avaló la encuesta como método de selección del candidato morenista.

SOS COSTA GRANDE

Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Mario Delgado Carrillo, presidente nacional de Morena, enfrenta uno de los mayores retos de su carrera política, y tiene que ver con la conciliación entre los aspirantes a los miles de cargos de elección popular que se disputarán en 2021, y sobre todo para las gubernaturas. 

Eso no es poca cosa. Si algo tiene Morena es su falta de cohesión y su extrema división a lo largo y ancho del país. Y si a eso le añadimos que los dirigentes estatales nada más no dan una en su tarea, pues al contrario se han convertido en parte del problema en lugar de ser la solución, entonces comprenderemos que Delgado Carrillo

Ayer, se conminó a los aspirantes a dejar la diatriba, las diferencias, el pleito y caminar por la verdadera unidad. Pero dudamos que lo hagan. En realidad, salvo si se les amenaza con retirarles el registro, el atascadero continuará, sobre todo en redes sociales.

Aclaremos: los candidatos se cuidan de atacar a sus adversarios, pero para esta fecha ya tienen una red de incondicionales posicionados en las redes, para estar atentos a lo que se publica, y desde ahí desprestigiar, denostar, amedrentar y hasta acusar a los contrarios.

Este modus operandi ya es harto conocido y en esta campaña no será la excepción.

En la alianza PRI-PRD también se ve este fenómeno, pero de manera más moderada.

Y es normal. En este momento el partido con más posibilidades de triunfo es Morena, y de ahí que de la nada hayan surgido hasta 12 precandidatos, de los cuáles 11 estuvieron en la reunión con el líder nacional del partido, Mario Delgado Carrillo, siendo el gran ausente el senador con licencia Félix Salgado Macedonio.

Aunque la intención de Mario es sacar un candidato de unidad, para evitar precisamente los dimes y diretes, y las rebatingas, no será posible con tanto aspirante, pues cada uno cree tener méritos para ser el candidato y todos exigen “piso parejo”. Esto es, piden la oportunidad de medirse en una encuesta, y que sea precisamente mediante estos sondeos que se elija al mejor.

La convocatoria para la encuesta se emitió ayer, a petición de parte. A partir de este viernes, por lo tanto, comienzan los registros de precandidatos, pues aunque el periodo para las precandidaturas arrancó desde el 10 de noviembre, los aspirantes se tienen que sujetar a las reglas del partido, y lo primero es el lanzamiento de la convocatoria, sin la cual nada pueden hacer.

Decíamos que el gran ausente en este encuentro fue el senador Félix Salgado Macedonio. En la reunión trascendió que se disculpó porque tiene familiares con covid-19, pero en realidad fue visto en Chilpancingo en una reunión con empresarios.

Ahí fue abordado por periodistas a quienes les dijo que no son tiempos de definir nada, en tanto no se emita la convocatoria. Y, además, anunció que sí se registraría.
La novedad es que la encuesta que en estos días haga Morena, no será precisamente para elegir al candidato a gobernador, sino que le pondrá el nombre de Coordinador Estatal de la Cuarta Transformación, bandera con la cual se podrá mover durante el periodo de precampaña.

Esto es un tanto cuanto tedioso, pero el proceso para definir candidato es hasta el año que entra, y todavía falta por conciliar con los partidos aliados, aunque las reglas de la coalición citan que es Morena el partido que pondrá los candidatos a gobernador, por ser mayoritario.

Los avances de Morena hasta el día de hoy son, por lo tanto, insuficientes para plantear algún escenario; pero algo es algo. Peor estábamos antes de esta semana que culmina y que incluyó una reunión de aspirantes en el estado, convocada por el delegado Salomón Jara.

La ausencia de Félix Salgado Macedonio, este jueves, en la reunión convocada por Mario Delgado, generó especulaciones en Guerrero, algunas a favor y otras en contra. Unas en el sentido de que había impedido un acuerdo para lanzar un candidato de unidad; pero otras que decían que su ausencia significaba que ya estaba fuera de la jugada, y otras indicaban que ya había tenido acercamientos con el Partido Movimiento Ciudadano, para cambiarse de bando.

En efecto, no deja de ser interesante la ausencia de Félix Salgado, pues se supone que es el mejor calificado en la entidad, de acuerdo con lo que el empresario Luis Walton Aburto ha divulgado. Luego entonces, ¿por qué no acudió al lugar donde se toman decisiones y acuerdos? 

Ayer dijo que no fue porque la encuesta no elegirá al candidato, sino al coordinador de la 4T. Pero, en esencia es lo mismo. Es obvio que hay cosas que se quedaron en el nivel del secreto, y los que asistieron salieron a decir cosas generales, pero sabemos que Mario Delgado no dejará de insistir en una candidatura por consenso porque es la que menos conflictos genera.
Llegado el momento, cuando se tenga que registrar el candidato de la alianza, será solamente uno el que pueda hacerlo y los demás tendrá que aceptar y respaldar, o salirse por la tangente.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Tremendo, en verdad, lo que está sucediendo en torno a la alianza lópezobradorista en Guerrero. Mientras los dirigentes nacionales se esfuerzan por plantear una coalición que no tenga rival, y sobre todo que no sea una coalición pedaceada o parcial, sino total y para los 15  estados que tendrán comicios el año siguiente, en Guerrero el líder del Partido del Trabajo está haciendo de las suyas, como acostumbra, y ahora también ayudado por su mujer, Leticia Mosso Hernández, a quien empoderó en la elección de 2018, imponiéndola como candidata plurinominal, cargos que ya sabemos que no se votan en urnas, sino que se votan en una mesa de negociaciones.

Es una locura. Cualquier dirigente de partido estaría feliz ante la posibilidad de meter mano en la coalición lópezobradorista, con una precandidata que tiene altas probabilidades de conseguir la candidatura por género. En cambio, la denostan y le cierran el paso, amenazando incluso con desconocerla si insiste en mantener su aspiración, y sólo porque ella y Sebastián de la Rosa Peláez (el hombre que más votos le arrimó al PT en 2018), salieron a aclarar que definir la coalición y la candidatura a gobernador es atribución en todos los partidos del Comité Ejecutivo Nacional.

De inmediato, al día siguiente, Wences dijo que la coalición con Morena podría romperse en cualquier momento, mientras que su esposa, Leticia Mosso, lanzó amenazas contra Bety Mojica, acusándola de intentar crear tribus o corrientes, y de no doblegarse a la dirigencia estatal: esto es, a su esposo y ella.

Eso ocurrió precisamente el día antes en que México conmemora el Día Internacional Contra la Violencia de Género, uno de cuyos rostros es precisamente la violencia política. Resulta increíble cómo los partidos caen en este tipo de trampas, y que siempre habrá gente que le siga el juego a estos tiranos.

Wences y su mujer acusan a Bety Mojica de que todavía no es candidata y ya trae a todos los candidatos a alcaldes y diputados bajo el brazo, porque los va a imponer.

Esa es una mentira que están dispersando hacia dentro del PT y hacia afuera, algo que por supuesto no es creíble, porque para empezar las elecciones internas en distritos y ayuntamientos también tendrán que definirse en la mesa de la coalición, y mediante encuesta, como se definirá la candidatura a gobernador. En segundo lugar, Beatriz Mojica ya fue una vez candidata a gobernadora, y sabe que una sola persona o grupo político no se puede llevar todos los cargos. Esa es una regla política que todos conocemos. Se elije a un candidato ganador, y los candidatos menos afortunados lo apoyan, pero siempre a cambio del reparto de espacios.

Por cierto, la encuesta para definir al candidato a gobernador por Guerrero ya está en marcha, y se aplicará durante las próximas dos semanas. Una de las preguntas que tendrán que hacerse es si se considera que Guerrero está preparado para que lo gobierne una mujer, lo cual sería fundamental para definir si se lanza una candidatura femenina.

Y es que, aunque parezca mentira, no porque las mujeres constituyan el 52 por ciento del padrón electoral, eso no significa que haya condiciones para nominar a una mujer al cargo de gobernadora, porque la política es un mundo aún dominado por varones.

Y si lo duda, amable lector, revise el papelón que está haciendo Victoriano Wences Real, ahora apoyado por su esposita. 

Siempre he dicho que las mujeres de los políticos suelen ser más implacables y ambiciosas que ellos. Y aquí tenemos un claro ejemplo, de los muchos que hay a nuestro alrededor, de que es así.

Veamos algunos números: En la elección pasada, Morena a nivel estatal obtuvo en favor de AMLO 810 mil votos, 622 mil votos a favor de senadores, 616 mil votos a favor de diputados federales, 510 mil votos a diputados federales, y  solamente 372 mil votos a favor de alcaldes municipales.

Aquí se nota claramente la diferencia de votos y cómo votó la gente. No fue alto parejo. Si así hubiera sido, Guerrero estaría pintado de guinda, combinado con rojo y amarillo, los colores del PT.

Al contrario, los petistas no comieron ni dejaron comer. Acusaron a los morenistas de no tratarlos con dignidad y se fueron con candidatos propios, pero a hacer el ridículo.

En esta ocasión, Wences piensa repetir su capricho. Y ya tiene una buena aliada: nada más y nada menos que su mujer. ¿Qúe tal?

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Se desgrana la mazorca en el PRD Guerrero. Y los pocos que aún están pegados a esta ubre, chillan por las ruidosas renuncias y por los llamados a la base perredista a abandonar el partido, que a sus 32 años terminó por transitar de la izquierda a la derecha, en el espectro partidista.

“La traición no paga”, respondió Alberto Catalán Bastida a la convocatoria que el domingo lanzaron Beatriz Mojica Morga y Sebastián de la Rosa Peláez, personajes que ahora están en el PT y, por ende, dentro de la alianza morenista.

Claro, en el Partido del Trabajo enfrentan sus propios problemas porque Victoriano Wences Real, ahora junto con su mujer la diputada Leticia Mosso, vienen regenteando al partido como si fuera un negocio propio, y están oponiendo resistencia a la decisión que tommó el CEN del PT, para trabar una alianza político-electoral con Morena y el Verde. 

Incluso, ayer la esposa de Wences amenazó con desconocer a Bety Mojica si insiste en salirse del huacal y coordinarse con el Comité Ejecutivo Nacional y no con su marido.

Pero eso ya es harina de otro costal, y es un asunto que todavía dará mucho de qué hablar. Veremos si el CEN del PT se atreve a remover a Wences, y si éste se atreve a rebelarse y a mostrar su verdadero rostro, que no es de izquierda por cierto.

En cuanto al PRD, estamos en el culmen de una desgracia política nacional. De no ser por Morena, México no tendría en este momento un partido de izquierda, que fuera contrapeso de la derecha. Y entonces habríamos retrocedido 40 atrás, cuando los adversarios del régimen eran asesinados o encarcelados, y se reunían clandestinamente, dando lugar incluso a células guerrilleras de las que Guerrero fue uno de los escenarios favoritos, incluso hasta el decenio de los 90.

Este deterioro no es de hoy, de hecho, sino que se ha venido dando a lo largo de la breve historia del PRD, pues primero se domesticaron los liderazgos, pactando con el poder y dejando a las bases políticas con la mentira de que realmente combatían al PRI Gobierno.

Nada que ver. Siempre se supo que los dirigentes del PRD, tanto a nivel nacional como estatal, se vendieron bien pronto y recibían dinero como pago en favor de sus buenos oficios, para mantener controlada a la gente.

De hecho, se dice que el finado Armando Chavarría Barrera solía reunirse con los líderes del PRI, departir en fiestas, y desde luego enviaba a gente de sus confianzas a Casa Guerrero por sus sobres de billetes saqueados del erario público.

Igualito a los escándalos que hoy se están destapando con el Caso Odebretch y la Estafa Maestra.

Primero, el PRD hizo alianza con el PAN, allá por el año 2009. Se trataba, dijeron, de impedir el retorno del PRI. Pero no lo lograron por la cruel y fallida gestión de Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, y su guerra contra el narcotráfico que sembró de muertos este país.

En aquellas épocas PRD y PAN lograron algunas “hazañas” que se convirtieron en desgracias o por lo menos en vergüenza. Se aliaron en Puebla y revivieron al funesto Morenovallismo. Se aliaron en Oaxaca con Gabino Cué Monteagudo. Y por supuesto en Guerrero, con Ángel Aguirre. Finalmente, se aliaron en Sinaloa con Mario López Valverde, alias Malova.

En todos los casos, el PRD fue invitado de palo. Salvo Guerrero, donde el perredismo tuvo un poquito de más participación porque era el partido mayoritario, en el resto de las entidades en realidad no tuvo acceso al poder y, al contrario, cargó con todos los errores de los hombres que apoyaron, todos desertores del PRI, por cierto.

Aquella alianza “contra natura”, se decía, de nada sirvió. El “nuevo PRI” volvía al poder por sus fueros en 2012, ahora sabemos que con la complacencia de los líderes amarillos, pues en cuanto asumió el poder Enrique Peña Nieto, los perredistas se sumaron al Pacto por México (PRI-PAN-PRD), en cuyo seno se fraguaron las reformas estructurales que hoy López Obrador trata de revertir o de suavizar, pues algunas son funestas para la nación.

Podemos decir que la coalición que están urdiendo para 2021, será para estos partidos una nueva fase del Pacto por México. Aquella fue una alianza legislativa para sacar adelante las reformas y simplemente ahora está consumando una alianza político-electoral.

El llamado a renunciar masivamente lo están atajando con denostaciones y críticas, pero se olvidan que en la base perredista hay todavía gente intachable, que luchó por el partido, sufrió persecuciones y ahora ven cómo el Sol Azteca se pervierte  y se alía con su enemigo natural, el PRI-Gobierno, como ellos decían.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Rosario Robles Berlanga, ex titular de Sedesol y Sedatu durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, dobló las manos. Luego de un intento heroico por demostrar su inocencia, pese a las pruebas tan firmes de la Estafa Maestra en ambas dependencias, robo que perpetró con el apoyo de hombres y mujeres cercanos a ella -entre estos Emilio Zebadúa-, Chayo anunció ayer mediante su abogado que se acogería al beneficio de “testigo de oportunidad”, para colaborar con la Fiscalía General de la República.

Recordemos que hace meses, antes de que su ex colaborador Emilio Zebadúa se acogiera al beneficio de ser testigo protegido, y comenzara a aportar pruebas inequívocas del diseño, paternidad y operación de la Estafa Maestra, Chayo Robles denunció que el gobierno la estaba presionando para que delatara a su ex jefe político, Enrique Peña Nieto.

Pensó la ex perredista que el ex presidente le agradecería su sacrificio. O tal vez quiso mandar un mensaje de lealtad para que vinieran en su rescate. Pero es obvio que está abandonada a su suerte.

Sin embargo, con el paso que dio Zebadúa la ex titular de Sedesol quedó totalmente acorralada. La Estafa Maestra se fraguó en los más recónditos y altos niveles del gobierno federal, siguiendo un modelo de atención a los pobres, como la Cruzada Nacional contra el Hambre, de donde unos mil millones de pesos se tomaron para pagar las campañas de PRI en los estados.

Según el gobierno, los dichos de Zebadúa en realidad no aportan mucho, porque es una investigación que data desde antes de que finalizara el gobierno peñanietista, y que en realidad estuvo conteniédose vía cochupos y corrupción a funcionarios de la FGR. Al cambio de gobierno, vino una purga y eso permitió que el caso de la Estafa Maestra fuera retomado y ella encarcelada. 

Se dijo en su momento que Rosario no esperaba su encarcelamiento, cuando compareció ante el juez que lleva la causa, porque le mintieron; le dijeron que se presentara, que todo estaba arreglado, pero no era así. Ese mismo día, ella fue enviada al penal de Santa Marta Acatitla, y aunque ha estado solicitando la libertad condicional, para que su proceso.

La Fiscalía busca 21 años de cárcel para Rosario Robles Berlanga. 

¿De qué se le acusa? De entrada, por el delito de ejercicio indebido del servicio público, derivado de omisiones en las que habría incurrido y que permitieron que Sedesol y Sedatu firmaran convenios con universidades públicas por servicios que nunca se llevaron a cabo.

Además, Robles aún tiene pendiente una orden de aprehensión por los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero.

Ella tiene solamente dos opciones: declararse culpable, en la audiencia intermedia que tendrá el próximo 8 de diciembre, para obtener una condena menos severa, o bien acogerse al beneficio de ser testigo de oportunidad, como Zebadúa y como Emilio Lozoya en el caso de Pemex y los sobornos de Odebretch.

Bien por ella. Porque la verdad no valía la pena que se pudriera en la cárcel hasta su vejez o quizás hasta su muerte, mientras que los cerebros de la corrupción extrema en México gozan de cabal salud, teniendo vida de príncipes. Peña Nieto en España, donde trascendió que ya planea sus bodas con una modelo, y Luis Videgaray de profesor en una universidad extranjera.

Ese lunes por la tarde, el abogado de Rosario anunció el deseo de su clienta de colaborar con la PGR, con lo cual se cierra aún más la pinza sobre el ex presidente y su camarilla, de la que hora sabemos eran una vil caterva de ladrones, y que todo lo diseñaron para saquear al país, erigiéndose como los más grandes depredadores del erario público.

Veremos qué perlas nos cuenta Chayo Robles, pero seguramente dirá lo que ya exhibió Zebadúa, y dirá que Videgaray fue el cerebro de esa trama. Tal vez diga que fue obligada a hacerlo, a cambio de estar en un equipo al que no pertenecía, pues ella venía de la izquierda, del grupo de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, y fue a caer al peor grupo pro-salinista.

Lo que sí podemos decir es que Rosario hizo un buen trabajo en cuanto al robo de recursos, y por eso no fue desechada del gabinete tempranamente, sino que se mantuvo hasta el final, primero en la Sedesol y luego en Sedatu, a pesar de las denuncias por corrupción que hizo la organización Mexicanos contra la Corrupción.

Con todo, habrá tomado una buena decisión. Su sacrificio sólo significaría la protección de Peña, Videgaray y de todos los que se beneficiaron con los dineros robados. De paso, ayudará a esclarecer uno de los casos emblemáticos de la corrupción en México, en el que se usó dinero de los pobres para apuntalar campañas políticas.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Por fin las aguas comienzan a calmarse en Morena. La primera reunión encabezada por Salomón Jara, el senador delegado del Comité Ejecutivo Nacional del partido para Guerrero, se celebró ayer en Acapulco, a donde asistieron 7 de los 9 aspirantes, incluyendo a la alcaldesa Adela Román Ocampo, como propuesta femenina.

Faltaron el ex alcalde de Acapulco, Alberto López Rosas, y Ernesto Fidel Payán Cortinas, quienes también han expresado su intención de competir.

También faltó el ex alcalde acapulqueño y ex senador de la República, Luis Walton Aburto, a pesar de que él ha pedido que se le considere en la encuesta de Morena.

Por lo pronto, los acuerdos que tomaron son significativos y eran ya urgentes. Los aspirantes acordaron la unidad, parar los golpeteos y piso parejo para todos.

También, algo fundamental, acordaron sujetarse al método de selección del partido, que será la encuesta, para elegir al candidato de la alianza Morena-PT-Verde.

Bueno, es muy ojona para ser bonita, pero esperemos que estos caballeros dejen en verdad de meterse zancadillas y golpes bajos, y que permitan que el proceso interno se lleve a cabo en paz.

No es nada grato, visto desde la trinchera social, ver cómo los aspirantes de un partido que se dice “de izquierda”, y que pregona que no buscan el poder por el poder, se muerden entre sí como animales, precisamente por los espacios de gobierno y de representación social.

Ojalá entiendan que no se le pueden tirar patadas al pesebre y que todo lo que hagan le contará en contra a cualquiera que consiga la candidatura, sea hombre o mujer.

Bien por el senador Jara, que su primer trabajo como delegado fue reunir a aspirantes, hasta ahora irreconciliables como Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y Félix Salgado Macedonio, o entre estos y Marcial Rodríguez Saldaña quien, por cierto, necesita se le dé una moción de orden, porque siendo el líder del partido en el estado, anda compitiendo. Olvida que no se puede mamar y comer zacate, ni estar en misa y andar en la procesión.

Si algo necesita Morena es unidad, pero con el dirigente del partido en la competencia, eso genera mayor conflicto que unidad, porque en lugar de estar haciendo lo que ya logró Jara, Marcial Rodríguez Saldaña se dedicó a autopromoverse, lanzando además petardos a su más acérrimo adversario, léase Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros.

Pero, bueno, eso que no buscan el poder por el poder.

También se entiende que los aspirantes saben que las oportunidades son limitadas. Si acaso 2 de ellos tienen una verdadera oportunidad de triunfo o bien tendrían que apoyar a una mujer, si fuera el caso. El resto está de adorno pero ya sabemos que acostumbran registrarse para lograr algo más allá. ¿Qué cosa? Cargos en el gobierno, puestos de consolación y hasta la dirigencia de Morena en el estado, que se tendrá que renovar pasando los comicios de 2021.

Bien por los asistentes. Como decíamos, esperemos que cumplan su palabra. Veremos de qué están hechos y si son sinceros. No sólo se deben controlar ellos, claro, sino también sus equipos y “su” gente; porque hoy en día es muy fácil sembrar discordia aprovechando la apertura de las redes sociales.  Y enseguida se nota que hay cargada en contra de alguien -por ejemplo Luis Walton- porque en cuanto se publica alguna nota de él, de inmediato se plagan los comentarios de ofensas.

Se podrá decir en descargo que es la gente la que opina. Pero la experiencia dicta que eso es parte de una estrategia política, y que difícilmente un pueblo raso esté al pendiente de cada publicación para joder al prójimo.

Lograr que esto se modere implica que los aspirantes comiencen a incorporar en sus mensajes a la gente, el concepto de unidad y respeto. Que la gente sepa que esto es una competencia democrática, donde hay perdedores y ganadores, no una carnicería.

Y es que es tan simple: si alguien no tiene bonos para competir, solito se va a excluir, pues la encuesta demostrará los aciertos y debilidades de cada uno, y eso incluye su preferencia electoral.

No ha lugar a la denostación, las intrigas palaciegas y todo el borlote que se cargan los morenistas desde hace meses. De verdad que dan hueva.

Esto implica también que a los punteros se les dé la oportunidad de avanzar, pues del candidato que se elija dependerá el triunfo y la derrota. ¿Por qué? Porque aunque se diga que el partido pesa, no deja de pesar también la persona. Si la gente de la base ve que no se eligió al mejor candidato, simplemente buscará otras opciones. Eso es vital de comprender hoy en día, donde ningún partido garantiza nada sólo con su voto duro, hay que ir por el voto ciudadano.

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