No

Alejandro Páez Varela

La otra pregunta no estaba en la boleta, aunque sí estaba en la Consulta Ciudadana: ¿quieres que las actuales autoridades electorales lleven a cabo, en marzo de 2022, la consulta sobre la revocación o ratificación del mandato de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México?

Escribo esto cuando apenas regreso de votar. Leo opiniones de todo tipo: quejas contra el INE, fotos de casillas vacías y muchas burlas por la que parece ser una muy baja afluencia. A 1.5 cuadras de mi casa había una mesa receptora abierta cuando salí. Pero tuve que pasarla, cruzar otras mesas receptoras en mi camino y caminar nueve cuadras más para emitir mi sufragio. Allá me tocó. No importa, que nueve cuadras son nada, sobre todo con un sol extraordinario.

Pero me pregunto si alguien se vio obligado a decidir entre tomar un camión en medio de la pandemia o quedarse a ver la repetición de los Juegos Olímpicos y tomarse una cerveza. Si no sienten obligación moral o ética, lo segundo le habrá ganado. Quizás. No sé. Apenas supongo. En algunas horas lo sabremos pero se notaba cuando fui a votar: había pocos, o nadie, en la mesa. Y las calles estaban llenas de familias porque es domingo y ya.

Intento ponerme en los zapatos de Lorenzo Córdova. Qué complicado. Sus afines, como José Woldenberg, fueron opositores de la Consulta Ciudadana. A su vez, él tiene que garantizarla porque, creyera o no en ella o le gustara o no la pregunta, es su promotor y organizador. Y si fue poca gente es un fracaso del INE porque tuvo el encargo. Y a su vez, si va poca gente le confirma dos cosas, a él, a Córdova: una, que tenía razón (dirá) cuando pidió más dinero para organización y, dos, que quizás la gente que le es más afín tenía razón (esto no lo dirá).

Lorenzo Córdova está parado en medio de la vía donde dos trenes aceleran hacia la colisión. La burla de los opositores por la poca afluencia alimenta el odio de los que atribuyen la poca afluencia al INE. Dos corrientes que van en un mismo sentido, sin quererlo. Los que celebran el eventual “fracaso” calientan a los que ya tienen un culpable para un eventual fracaso: el INE de Lorenzo Córdova.

La otra pregunta que no estaba en la boleta –aunque sí estaba en la Consulta Ciudadana– tomará vuelo en el oficialismo, justificada y alimentada por la burla de los opositores: ¿quieres que el INE de Lorenzo Córdova lleve a cabo la consulta sobre la revocación o ratificación del mandato de López Obrador? Su respuesta, la del oficialismo (que es el que la tiene más fácil para sacar una reforma político-electoral) suena desde ahora a que es un categórico NO.

Hace minutos se escuchaban truenos de una tormenta rumbo al INE de Córdova. Ahora caen gotas gruesas sobre su tejado.

***

De todas maneras, la consulta podía arrojar cualquier dato, menos resultados. No mete a nadie a prisión. No exhibe a los corruptos (o presuntos corruptos) por su nombre. No ordena enjuiciar a nadie y no menciona ni siquiera la palabra “expresidentes”. Los que fuimos a votar fue por mucha voluntad personal. Los zapatistas, por ejemplo, hicieron su votación sin contar con autoridades electorales y ganó el SÍ. Creo que de todas maneras ganaría el sí: los que estaban motivados a votar lo estaban por la posibilidad de decir que sí a juzgar a los expresidentes de México aunque “juzgar” y “expresidentes” estuviera fuera de la boleta.

Pero, otra vez: la consulta no metía a nadie a prisión y apenas abría la posibilidad de realizar comisiones de la verdad que, a su vez, no necesitan consulta sino voluntad política. Tremendo entuerto. Y deje el entuerto: si había tan pocas casillas, ¿por qué no se bajó la vara a la consulta? Es decir, ¿por qué se mantuvo el mismo 40 por ciento obligado del padrón electoral? El INE de Lorenzo Córdova puede responder que porque no estaba en sus facultades hacerlo; que porque implicaba cambiar leyes. Y es un círculo vicioso que lleva a lo mismo: a este INE, al de Lorenzo Córdova: nunca habría logrado cambiar una sola Ley si es que se lo hubiera propuesto porque no lo consideran imparcial los que tienen los votos para cambiar una Ley.

Por eso de una vez digo que es NO, categórico, a la otra pregunta no estaba en la boleta: ¿quieres que este INE, el de Córdova, traiga como encargo la consulta de revocación o ratificación del mandato de López Obrador? Ni locos que estuvieran los que tienen mayoría. Ni locos permitirían que sí, que el INE de Lorenzo Córdova se encargue. Esta consulta fue un ensayo pero la otra los deja sin Presidente. ¿Se la van a dejar en sus manos?

Hace minutos se escuchaba la posibilidad de una reforma político-electoral que remueva a los actuales consejeros, empezando por Lorenzo Córdova. Ahora queda claro que el oficialismo no tiene dudas: hará todo por removerlo.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Estamos por retroceder al semáforo rojo. A más tardar la próxima semana, eso será inevitable porque estaremos cruzando o ascendiendo hacia el pico de la tercera oleada de Covid-19,algo que el gobernador Héctor Astudillo Flores reconoció como sin precedentes.

El asunto es ambivalente, porque mientras que a nivel nacional se acepta que esta tercera oleada es más escandalosa en cuanto a contagios, no lo es tanto en cuanto a defunciones.

En Guerrero, en cambio, ambas cifras corre en el mismo sentido y en paralelo, porque si se habla de un elevado número de hospitalizaciones, entre ellas están los casos más graves y, por lógica, los que menos posibilidades tienen de sanar.

Este domingo, el gobernador Héctor Astudillo Flores y el secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, alertaron que hay 490 personas internadas por Covid 19, cifra que ya rebasó los picos de hospitalizaciones más altos que se registraron en junio de 2020 y enero de 2021. 

Eso tiene saturados los 4 hospitales del puerto, incluyendo los del IMSS y el ISSSTE, dejando como única opción para la población abierta la medicina privada.

De la Peña Pintos informó que fueron confirmados 463 nuevos casos de Covid 19 en de sábado a domingo (24 horas), y que suman 52 mil siete casos acumulados. 

“En enero tuvimos nosotros un promedio de ingresos de 42 diarios, en febrero se bajó a 33, en marzo a 21, en abril a 18, mayo 7, junio 4, julio subió a 24 y del día de ayer a hoy 35”, puntualizó. 

En las defunciones, informó que julio cerró con 13.5 muertes diarias en promedio y suman 419 este mes, y añadió que en un día murieron 40 personas por Covid 19. 

Reportó que son 4 mil 150 personas con el virus activos, la mayoría localizados en Acapulco, la zona Centro y en la Costa Chica con las tasas más elevadas de actividad viral.

Pero si esto ocurrió durante el mes de julio, mes en que comenzó a acelerarse la pandemia, en agosto será lo peor, pues se estará en el máximo pico de contagios. Muchos lo lograrán, pero otros no. Todo dependerá de una oportuna detección de la enfermedad, así como de la adecuada atención médica.

Lamentablemente, la experiencia dicta que la adecuada atención médica depende de un galeno que con base en los síntomas pueda determinar o no si se trata de Covid. Y la experiencia dicta también que la mayoría de las veces se equivocan. El año pasado diagnosticaron larigintis, fiebre tifo, dengue, pero era Covid.

Hoy está sucediendo lo mismo. Pese a la experiencia que nos ha dejado la pandemia, los médicos no están diagnosticando Covid, y esos son los casos que se agravan, porque 7 días sin la atención adecuada, da paso a la neumonía, con todo lo que ello implica, sobre todo la desoxigenación. Y ni siquiera esto sería gran problema, si hubiera oxígeno disponible, si la producción de oxígeno en el país no fuese un monopolio de dos o tres empresas,como Infra, que en enero pasado tuvo que venderle toda su producción al gobierno, dejando a los particulares desprotegidos.

Estamos a punto de pasar la misma racha y es mejor que se preparen, estimados lectores. Para eso son las noticias, para que entendamos qué terreo estamos pisando y podamos ganarle tiempo al tiempo.

Si en este momento un tanque de oxígeno en este momento se los dejan por 10 mil pesos inicial, incluyendo un depósito de 6,500 pesos que les devuelven cuando regresan el tanque, no quiero asustarlos pero hace 6 meses en Tierra Caliente ese mismo tanque costaba 30 mil pesos, justamente lo que cuesta un generador casero de oxígeno.

Haga caso. Reviente el negocio de los que venden oxígeno, compren su propio generador, los hay de varios precios. Médicos locales opinan que uno de 25 a 30 mil pesos ya es aceptable porque puede dar 10 litros por hora. A este nivel de consumo, un tanque dura entre 12 y 15 horas si bien nos va. Hay más caros dependiendo las marcas, así como más baratos.

Y no me lo tome a comercial, de verdad, tómelo en serio. El Covid-19 llegó para quedarse entre nosotros. Ayer leía a una epidemiólogo de la OMS que hace precisamente esta advertencia de que si la variante Delta es más contagiosa que la cepa original del Covid-19, hay más y vienen peores. Así tal cual lo dice la mujer. Así que sobre aviso no hay engaño.

Por lo tanto, tener un generador de oxígeno será tan casual para las familias como tener un nebulizador. Será parte de nuestro botiquín.

Por lo demás, sigo insistiendo: el Covid-19 no es invencible. Nos estamos centrando en los contagios y muertes, pero no en los que se alivian, que son los más. Siguen siendo más las personas que vencen al Covid-19, que las que mueren. Y esa experiencia es la que debemos ir atesorando. 

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La vacunación universal avanza en todo el estado de Guerrero. La semana próxima, con el apoyo de elementos de la Marina y de  la Secretaría de la Defensa Nacional, comenzarán a vacunar en Acapulco y Costa Chica, y estarán terminando en Tierra Caliente y la Montaña.

La incorporación del personal militar y marinos permitirá ampliar los horarios de aplicación del biológico, y ayudar a un exhausto personal de salud que simplemente ya no puede con tanta carga.

Además, considerando también que la población juvenil y de adultos jóvenes constituyen el segmento más grande de la sociedad guerrerense y en general de todo México. De ahí que estemos viendo filas interminables de personas, tanto en los centros de vacunación como en los lugares donde se están tomando las pruebas rápidas.

Lo dicho ayer por Astudillo de verdad que impacta. El gobernador señaló que esta tercera ola de la pandemia será peor que las anteriores, al punto de él mismo estar sorprendido.

«La pandemia ha crecido de una forma que ni yo mismo me imaginé, ni seguramente ustedes que nos están viendo (…) El Covid-19 se ha vuelto a incrementar, estuvimos un buen tiempo en semáforo verde, lamentablemente esta tercera ola con una combinación con la variante Delta, ha venido a traer al país una situación de emergencia», indicó.

Señaló que jamás pensaron en que volverían a tener hospitales al borde del colapso, pero que ya están en ello, pese a que la oleada no ha alcanzado su pico mayor, que se espera en la primera quincena de agosto.

La vacunación es una alternativa, pero dado que el tiempo ya está encima y la pandemia acelerándose, lo real que tenemos a la mano como ciudadanos son las acciones de prevención: cubrebocas, lavado de manos y sana distancia. No hay de otra.

Porque aun cuando las personas se vacunen, no significa que tendrán anticuerpos de la noche a la mañana. El cuerpo humano debe pasar por un proceso para generar anticuerpos contra el Covid-19, por lo que la población juvenil seguirá vulnerable.

Por lo tanto, insistimos, que la población debe tomar conciencia del problema y actuar, ya, desde sus hogares, en el trabajo y en la vía pública.

Si no deben salir, no lo hagan. Pero si lo hacen, asuman todas las precauciones. 

El llamado es para la población que trabaja, pero también para hombres y mujeres que siguen en reuniones, tertulias y días de playa, sin precaución. 

No olvidemos que una persona contagiada es un peligro para los que le rodean, que desafortunadamente son sus familiares, desde niños hasta ancianos, padres, abuelos, tíos.

Es increíble como conociendo los estragos del Covid-19, la gente ya socializó la enfermedad y esta tercera oleada que pudo ser normal, está rebasando a las autoridades y a nosotros como sociedad, tan sólo por considerar que “finalmente todos nos vamos a morir”.

Es terrible ver las reacciones de los internautas en cada nota que se divulga de esta tercera oleada de la pandemia, sobre todo las noticias que exponen a personas en bailongos, fiestas patronales, bodas, quince años, o simples reuniones de petit comité, viviendo como si nada pasara. 

El secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos dio a conocer que ayer se registraron 732 nuevos casos en las últimas 24 horas con 3 mil 844 casos activos, concentrados en Acapulco y las zonas Centro y Costa Chica.

En cuanto a las defunciones, se registra un promedio de 11.5 decesos por día. Se tiene una ocupación de camas generales del 63 por ciento y de camas con ventilador es del 43 por ciento, cifras por arriba de la media nacional en ambos rubros.

Es tan serio el problema, que a partir de este viernes el gobernador retomará las transmisiones diarias, para mantener informada a la población de manera puntual.

Anunció que el gobierno del estado descansará al personal que no es indispensable,  y los ayuntamientos deben hacer lo mismo.

Creo que en la iniciativa privada se deben buscar maneras de que, igualmente, se trabaje con una rotación de personal, de manera que se eviten aglomeraciones. Conozco casos de compañías hoteleras que hicieron eso en la pasada oleada, y les funcionó bastante bien.

Sea lo que sea, estemos preparados ante cualquier síntoma de la enfermedad, no esperar a agravarse para acudir al médico. 

Prudencia, es lo que se impone en los siguiente 40 días. 

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La pandemia sube de tono y se acelera. El gobierno del estado, afortunadamente, a través de los centros de salud y de las jurisdicciones sanitarias, colocó módulos de pruebas rápidas para aquellas personas con sintomatología, que pueda ser sospechosa de Covid-19.

Con todo, de acuerdo con la experiencia que la pandemia nos ha dejado, amable lector, lectora, es que guardemos la calma. Primero, ya sabemos que no te harán una prueba rápida si hoy mismo comenzaste con los síntomas, se tiene que tener para ello una evolución de 3 a 7 días. ¿Por qué? Porque hay un periodo de ventana que va desde el momento del contagio hasta pasados 3 días o más de la aparición de los síntomas. Si la prueba se hace en esa ventana, saldrá negativa. Entonces la gente se va a su casa tranquila, pensando que tiene una simple gripe y entonces viene el catorrazo, pues la infección continúa su curso.

Las pruebas rápidas también pueden dar falsos positivos. Debido a ello, cuando una prueba rápida da un positivo, se tiene que ratificar con una prueba PCR, de las que practican en los centros de salud tomando muestras de nariz y garganta.

Una tercera prueba es en sangre, y ésta mide los anticuerpos generados ante el ataque del virus (no la realiza el sector salud, es privada). Por lógica, la persona debe tener ciertos días con la infección para que estos anticuerpos aparezcan, de ahí que solamente los médicos conocen los protocolos.

Por todo esto, como ciudadanos debemos guardar todas las medidas de prevención. Si a pesar de ello aparecemos con alguno o más síntomas de la infección, la recomendación es no caer en pánico, sino asilarse del resto de los familiares para evitar que se masifique el contagio, mientras se supervisa el desarrollo de la enfermedad.

Médicos con los que hemos platicado indican que la infección se debe atender máximo al tercer día de que aparezcan los síntomas, pues hasta ese momento todavía puede ser atajado el virus con medicamentos, reposo, buena alimentación y vitaminas adicionales, sobre todo Vitamina C y Zinc.

Generalmente una gripe a los 3 días cede. Recordemos que nuestros padres y abuelos decían que la gripe se debe dejar fluir 3 días, luego de lo cual ya podemos comenzar a medicarnos. Pero si en lugar de ceder, se van agregando síntomas, entonces la recomendación es acudir a realizarse la prueba rápida y, sobre todo, acudir al médico, porque las indicaciones de esta prueba claramente señalan que puede dar negativo, aunque se tenga la sintomatología, razón por la cual los médicos deben estar entrenados clínicamente para recetar lo conducente al paciente.

Es decir, que dependemos más de la experiencia clínica de un médico, que de una prueba, salvo si es la PCR. Aunque el año pasado decían que estas pruebas tampoco eran confiables, vamos a partir de lo que tenemos y, sobre todo, buscar ayuda médica.

Si un médico es improvisado y si a pesar de la experiencia que nos ha dejado a todos el Covid, falla en el diagnóstico, siempre tendrá la oportunidad de corregir.

Por ejemplo, conozco el caso de una chica a la que un día lunes, ya luego de todo el fin de semana sintiéndose mal, fue al doctor y le dijo que lo suyo era una alergia y que no se le debían suministrar ni antibióticos.

Su acierto fue, sin embargo, mandarla al día siguiente a pedir su prueba PCR a un centro de salud. El resultado de la prueba llegó hasta el día viernes, y para esa fecha, 7 días después de que aparecieron los síntomas, a la joven no se le había dado el tratamiento correcto para Covid-19.

Ya con la prueba en mano, el médico corrigió el tratamiento y no hubo mayores consecuencias, salvo que la chica no se aisló y contagió a sus familiares, los cuales afortunadamente ya estaban en alerta y comenzaron a ser tratados. Esta es una historia de final feliz.

La experiencia dicta que se agravan las personas que se confían. También las personas tercas, que aunque tengan los síntomas, desoyen consejos y siguen diciendo que no tienen Covid. Si todos estuviéramos alertas, realmente la pandemia no estaría haciendo los estragos que ha hecho, los decesos serían mínimos, únicamente de aquellos que no respondieron al tratamiento.

Por lo tanto, mientras son peras o son manzanas, la primera medida de prevención, una vez que aparezcan los síntomas, es aislarse. Si viven en un lugar pequeño, lo ideal es usar todo el tiempo cubrebocas y sanitizar. Y posteriormente tomar decisiones a tiempo.

Sirva este espacio de opinión para ayudar a que cambiemos de mentalidad. Primero, lo más importante es prevenir un posible contagio. Pero si pese a ello, no nos es posible evitarlo, entonces actuar con responsabilidad.

Y es que no vale decir que no pasa nada o que no importa lo que pase. Si fuera algo que afecta solamente al que se contagia, está perfecto, que decida lo que quiera. Lo malo es que cada persona infectada puede afectar a 8 u 12 más, e iniciar un foco de contagio que puede ser interminable.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Estamos a 5 días de la primera consulta ciudadana de México, avalada tanto por el Congreso de la Unión como por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Pero mal comienza el viaje para el que se le poncha la llanta. La consulta llega a la par del aceleramiento de la tercera ola de Covid-19 en el país, pero sobre todo en Guerrero, donde el coronavirus nos hizo retroceder tres colores en el semáforo epidemiológico por la cantidad de contagios, hospitalizaciones y muertes.

Ayer, las autoridades estaban aceptando la saturación de áreas Covid en varias zonas, y obviamente ya se resienten los problemas por el abasto de oxígeno.

Muchas familias están recurriendo a la compra de generadores de oxígeno caseros que se ofrecen en Internet, donde los hay de varios precios y capacidades.

En verdad que conviene que por lo menos cada familia tenga un generador de oxígeno, para en caso de que les sea necesario. Incluso lo pueden rentar cambiando solamente las cánulas o mascarillas de oxigenación.

Este aparato produce oxígeno purificado, a base de un simple mecanismo, que le permite tomar el oxígeno de la atmósfera, algunos en combinación con una carga de agua.

Los hay sencillos y sofisticados, pero accesibles, de hasta 25 o 30 mil pesos, que es lo que estuvo costando un tanque de oxígeno en Tierra Caliente durante la emergencia de enero pasado, cuando pasó la segunda oleada del Covid-19.

Hoy, los concesionarios de Infra están haciendo el agosto de su vida, pues ya no cobran solamente la carga de oxígeno, sino que cobran un depósito de 6,500 pesos (el cual es devuelto a la entrega del tanque), así como les aplican a los clientes una cuota de mantenimiento del tanque de 1,500 pesos, y obviamente la carga de 2,000 pesos, carga que dura entre 12 y 24 horas, dependiendo la necesidad de oxigenación de cada paciente.

En total, los enfermos necesitan tener a la mano 10 mil pesos cash para tener el primer tanque de oxígeno y de ahí pagar 2 mil pesos por cada carga.

¿Y el que no tiene para pagarlos, qué pasa? Diríamos que hasta la pregunta es necia: o se chuta la etapa de desoxinegación que causa la neumonía atípica del Covid-19 a puro pulmón, literal, con las consecuencias que ello conlleva, llegando incluso a la insuficiencia pulmonar, o se muere. Una de dos.

De verdad esto es un abuso, y creo que con la compra y masificación de los generadores de oxígeno se le podría quitar el negocio a estos vivales que está lucrando con la desgracia de pueblos enteros.

Habrá gente que aún con oxígeno se muera, pero sus familiares habrán hecho algo por él y no lo verán morir asfixiado.

De verdad que si hay algo terrible en estos escenarios no sólo es la muerte, que en sí misma significa un momento duro para todos los que se enfrentan a ella, sino que eso suceda sin opciones. Al menos cuando la familia tiene acceso a medios para paliar el sufrimiento del enfermo, queda en ellos la resignación de que no fue por falta de lucha que la persona falleció. En cambio, cuando la resignación llega a fuerzas, por falta de dinero, eso sí que es doloroso.

Hemos visto a gente endeudarse, vender sus propiedades, vehículos para curar a sus pacientes.

Así, en medio de este ambiente de enfermedad, temor y dolor, es que el domingo 1 de agosto próximo se realizará la consulta para que los ciudadanos demos anuencia o exijamos al gobierno federal que revise las decisiones que tomaron los funcionarios públicos anteriores y que derivaron en daños para la nación.

La pregunta no dice expresamente que se trata de enjuiciar a gente como Carlos Salinas de Gortari, Enrique Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto. Eso lo prohíbe la ley, pues se estaría juzgando a la persona sin ser oída y vencida en juicio. De ahí que la pregunta sea tan vaga, para que pudiera pasar el filtro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Pero desde hoy podemos augurar que la consulta será un mero ejercicio que, sin embargo, no alcanzará los 37 millones de votos requeridos para que sea vinculante. Es decir, para que valga de algo, pues constitucionalmente hablando el gobierno no estará obligado a tomar en cuenta sus resultados, aunque sea el mismo gobierno el que la está promoviendo.

Qué cosas ¿no? Y así habremos tirado 500 millones de pesos, justo que en esta época de vacas flacas, luego que un país como México no puede darse.

Y esto se debió a una razón fundamental: que el INE y los partidos políticos se negaron a empatar la consulta con las elecciones del 6 de junio, e incluso le pusieron fecha, de que no podía ser antes de los 60 días siguientes. No querían darle una razón adicional a la gente para acudir a votar, por eso la apartaron, aunque gastaran más.

Puede ser que nos equivoquemos, puede ser que la gente realmente esté entusiasmada con la propuesta de ir contra los ex presidentes, pero sinceramente no vemos ese entusiasmo.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La muerte de René Juárez Cisneros fue sorpresiva y conmocionó a la clase política nacional. Se sabía que había enfermado de Covid 19 desde el mes de abril, y que en mayo había empeorado su situación. Trascendió su muerte en aquellos días, pero fue desmentida.

Se supo que lo llevaron a Estados Unidos para ser atendido de secuelas del Covid, pero básicamente nunca se informó de qué tan grave estaba.

Hace unos días, en el marco del día internacional del perro, René Juárez Cisneros publicó fotografías con sus mascotas, las que solía llevar mientras hacía ejercicio, especialmente caminatas.

Nadie esperaba la noticia de su deceso, la madrugada de este lunes 26 de julio, justo en el marco de las fiestas de Santiago Apóstol en su tierra de origen, la Costa Chica de Guerrero, pues su madre sería originaria de Juchitán y su padre de San Luis Acatlán.

El Brody, una de las 3 falanges principales del PRI en Guerrero, y considerado uno de los sobrevivientes de la vieja guardia del PRI nacional, no sobrevivió a la peste de este siglo.

Es, ¿por qué no decirlo?, uno más de los saldos negativos de la campaña por la gubernatura de Guerrero, pues en su intento por impulsar la candidatura del candidato de la alianza PRI-PRD, Mario Moreno Arcos, acudió a varios de sus mítines, y ahí se contagió incluso previo al arranque de la campaña constitucional.

Recordemos que en ausencia del gobernador Héctor Astudillo Flores, quien decidió mantener una marcada distancia de la campaña de su partido, y ante el claro distanciamiento del senador Manuel Añorve Baños, quien fue uno de los que jugó la interna, René Juárez fue el único de los líderes priístas que acompañó a Mario Moreno Arcos a su investidura como precandidato único del PRI en Guerrero, para luego competir al interior de la alianza, ganándole al perredista Evodio Velázquez Aguirre.

Mañana miércoles, los restos de René Juárez Cisneros serán traídos  a Guerrero, luego de que hoy martes se le despedirá de la Cámara de Diputados, donde actualmente fungía como coordinador de la bancada del tricolor, que hoy juega como oposición.

René gobernó Guerrero de 1999 a 2005. Se interpuso en el proyecto del Grupo Aguirre, que en aquel tiempo buscó la candidatura con su primo Manuel Añorve Baños. René se impuso y durante su mandato tuvo varios claroscuros.

Por ejemplo, en su mandato, Juárez Cisneros impulsó el desarrollo inmobiliario, en particular en la conocida Zona Diamante del puerto de Acapulco. Sin embargo, también enfrentó problemas y tuvo que encarar diversas polémicas.

Una de esas problemáticas fueron los constantes conflictos ejidales que frenaron proyectos de infraestructura, como el de la hidroeléctrica La Parota, en el área rural de Acapulco, el cual hasta ahora no ha podido concretarse, problema que heredaría a su sucesor, el perredista Zeferino Torreblanca Galindo.

Otro problema fue el de la inseguridad, aunque durante sus años esta no alcanzó los niveles de tiempos posteriores. Por ejemplo, la cifra de denuncias por homicidio doloso en su primer año de gobierno (1999) fue de 1,242, y la del último (2005), de 755. Esas eran las cifras más agresivas de la etapa anterior a la masificación de la violencia en Guerrero.

En cuanto a sus polémicas, Juárez hizo ruido por declaraciones como decir que “Guerrero no es Disneylandia” —tras ser cuestionado sobre las complicaciones de gobernar la entidad.

Un caso que atrajo los reflectores ocurrió en abril de 2003, cuando la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) emitió un reporte que señaló que las playas de Acapulco estaban entre las más contaminadas por bacterias fecales.

El enojo de René Juárez llegó al grado de que, días después de que se dio a conocer esa información, acudió con miembros de su gabinete a la playa de Tlacopanocha y se metió a nadar ahí, con tal de demostrar que el agua estaba libre de contaminación.

El cierre del mandato de Juárez estuvo eclipsado por la derrota de su partido en la elección de 2005. Ese año, el PRI perdió el Poder Ejecutivo de Guerrero en una contienda frente al candidato del PRD, Zeferino Torreblanca.

Para 2011, la situación se repitió y el PRD refrendó su control del estado con Ángel Aguirre —exmilitante tricolor— como su abanderado.

Ese periodo de mandatos perredistas representaron los peores años del PRI en Guerrero, pero luego de 2014 y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, se abrió la puerta a que los priistas volvieran al poder en 2015.

Durante esa contienda, los renejuaristas y los añorvistas cerraron filas con el grupo de Héctor Astudillo, quien terminó ganando la elección.

En tanto, a nivel nacional, Juárez mantuvo una carrera política que se dividió entre el Senado y la Secretaría de Gobernación (Segob), donde en octubre de 2016 fue nombrado subsecretario de Gobierno . Ahí permaneció hasta enero pasado, cuando renunció al cargo tras la salida del secretario Miguel Ángel Osorio Chong.

Durante las últimas semanas, fue incorporado a la campaña de Meade como coordinador regional. Y desde ahí fue nombrado dirigente nacional del PRI, siendo el único guerrerense que ha logrado ese nivel en el tricolor, por encima de su antecesor José Francisco Ruiz Massieu, quien llegó a ser secretario general del partido, cargo que ocupaba cuando fue asesinado.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

A partir de este lunes, Guerrero retrocede al semáforo naranja, que implica en términos de salud un alto riesgo de contagio para la población, y en términos económicos un retroceso que nadie esperaba ni quería, pero como dice el dicho: uno pone y Dios dispone.

Se nos había dicho que estaríamos en semáforo amarillo hasta el 1 de agosto, es decir, durante dos semanas. Luego de esto se evaluaría la situación para ver si nos manteníamos o retrocedíamos.

Lamentablemente el aceleramiento de la pandemia, contada a partir de los nuevos contagios, es mayor a la previsión de las autoridades y  estuvimos en semáforo amarillo apenas una semana.

Hoy comienzan nuevas reglas para tratar de controlar la pandemia, dictadas por las autoridades, pero que se contraponen con la actitud de la gente, que a diferencia del año pasado esta vez ya no está en actitud de obedecer, pues las playas están abarrotadas con gente sin cubrebocas y en los pueblos las fiestas patronales a todo lo que dan, con la participación incluso de autoridades vigentes y electas.

Todo es un maremágnum en la base social, mientras que el gobierno que ya se va, apenas atina a anunciar nuevas reglas, pero es como una voz en el desierto.

Los municipios de plano ya doblaron las manos, con honrosas excepciones, como los alcaldes de Acapulco, Zihuatanejo y Chilpancingo, que están haciendo algunas actividades.

Obviamente, eso es insuficiente para frenar la pandemia y la experiencia que nos dejaron las dos oleadas anteriores es que el pico máximo se alcanzará en agosto, y será hasta septiembre cuando comience a despejarse.

¿Qué se puede hacer? Sólo prevenir el contagio. Y una vez contagiado, curarse. Acudir al médico, no esperar a que sea demasiado tarde. A los 7 días de los primeros síntomas, comienza a gestarse la neumonía. Es hora de suministrar anti inflamatorios. Si el oxígeno está bajo, decidir si se necesita terapia de oxigenación.

Este camino ya lo conocemos, lo hemos vivido y sólo nos queda seguir las indicaciones.

El problema es que si toca contagiarse en la etapa del pico de la pandemia, en la que seguramente habrá un 100 por ciento de ocupación hospitalaria y escasez de oxígeno, como sucedió en enero, cuando después de las vacaciones decembrinas se desató la segunda oleada.

Aunque, sin ánimo de asustarlos, algunos médicos están señalando que esta tercera oleada viene mucho más agresiva, pues se está involucrando una nueva cepa del virus original del Covid, que es mucho más contagiosa, y que está enfermando a jóvenes y niños. Si la cepa original era muy benévola con la población juvenil e infantil,  pues la Delta no los está perdonando, y ya hay casos de niños hospitalizados, sin contar que por sí mismo el Covid en infantes con esta nueva cepa está causando daños severos a los infantes, donde la falta de oxígeno se demuestra en sus uñas amoratadas. 

Desafortunadamente, esta tercera oleada se presenta cuando los que ganaron la elección aún no llegan al gobierno, y los que están por irse ya se cansaron de lidiar. Pueblos enteros están a su suerte. Los alcaldes están en sus casonas, viajando en sus camionetas de lujo, mientras la población metida en sus tradiciones religiosas, en sus actividades cotidianas, sin uso de cubrebocas, sin nada que sugiera que puede haber un mayor control de la pandemia que en sus versiones anteriores.

Desde el Congreso ya solicitaron los diputados que se tomen medidas preventivas urgentes contra el Covid-19. El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González, pidió también que se apliquen los protocolos sanitarios, pero se lo pide al gobierno, no a sus feligreses, que esta vez ya no quisieron suspender sus fiestas, y además de rezos y misas están realizando cabalgatas, comilonas y bailes. ¿Qué tal?

Como autoridad religiosa, el arzobispo debe llamar la atención de los sacerdotes a cargo de parroquias e iglesias, para que se cancele todo lo relacionado con la tradición de los festejos, dejando quizás la parte eclesiástica, que es la misa y san se acabó.

Por el otro lado está el turismo, que está siendo bastante difícil de controlar.

Y no es por meterles miedo, amable lector, lectora, pero cuente 2 semanas a partir de hoy, ya en la primera semana de agosto escucharemos la lloradera de enfermos graves.

Lamentablemente, como les decía, la gente ya se resignó a que si alguien se muere, “ya le tocaba”. El muerto al pozo, y el vivo al gozo.

La tercera ola

María Rivera

Pues ahí vamos, querido lector, o ya andamos por ahí, en la pendiente de la ola que parece tsunami, la verdad. Era previsible, la variante Delta del coronavirus es mucho más contagiosa y se advirtió desde hace meses que se volvería predominante en el mundo, además de que afectaba más a poblaciones pediátricas. Por eso, muchos países aceleraron la vacunación e incluyeron rápidamente a adolescente mayores de 12 años, en cuanto se aprobó de emergencia la vacuna de Pfizer. Otros, como México, sencillamente la subestimaron, como el gobierno ha venido haciendo desde que empezó la pandemia. De incluir a los adolescentes de manera urgente en el plan nacional de vacunación, nada. Sencillamente no los contemplan, como si la Cofepris no hubiese ya autorizado la vacuna para ellos y como si no fueran una población prioritaria (si es que se privilegia que regresen a las clases presenciales) y completamente desprotegida. Estas decisiones solo se explican porque nos gobierna un presidente incapaz e indolente, que designó a un político charlatán e irresponsable, en lugar de un médico con ética, como encargado de la estrategia contra el covid.

Esto, sin embargo, no es tan grave como la actitud que el presidente López Obrador ha tomado frente a los resultados catastróficos producidos por la ineptitud del subsecretario López Gatell. Los cientos de miles de muertos no han sido una evidencia, irrefutable y trágica, del fracaso de su estrategia, suficiente para que rectificara. No, el presidente está ciego y sordo ante la mayor catástrofe de salud en el país. Parece creer, como una buena parte de los mexicanos, engañados por López Gatell, que esta catástrofe era inevitable y ha demostrado ser incapaz de escuchar a los expertos y a los críticos que reiteradamente le señalan lo contrario. Así, iluminado por la ceguera y la terquedad, ahora cree que puede reabrir el sector escolar en un mes, en el punto álgido del tercer repunte, y con toda la población escolar desprotegida. Como confiaba en sus estampitas, ahora confía, nuevamente, en que su obstinación logrará cambiar la indomable realidad, aunque le haya demostrado, una y otra vez, en la pandemia, que se equivoca. En su obcecación no le importa, obviamente, que niños y adolescentes puedan enfermar gravemente, desarrollar secuelas incapacitantes o morir. O que se aceleren los contagios y el virus pueda sufrir una mutación aún peor que ponga en riesgo la efectividad –ya disminuida por la variante Delta- de las vacunas, afectando no solo a México, sino al mundo entero.

Así, asistimos ya al tercer capítulo de la desgracia que nos tocó vivir: la locura de un gobierno que nos va dejando cada vez más solos, instaurando la ley del más fuerte, más apto, mejor vacunado, más rico, para sobrevivir. Baste ver las medidas que la Secretaría de Salud ha estado tomando en las últimas semanas, para darse cuenta de que decidieron dar por terminada la epidemia como una medida demagógica, irresponsable y criminal. Y es que, en la antesala del repunte y de que la variante Delta se volviera predominante, la Secretaría de Salud decidió cancelar las conferencias vespertinas, enviando el mensaje a la gente de que la epidemia había terminado, por efecto de la vacunación, que es aún insuficiente del todo para controlarla. Luego, ante el innegable repunte decidió ya no publicar el semáforo de riesgo, ni las gráficas que muestran el vertiginoso ascenso en el que nos encontramos, con los contagios aumentando exponencialmente.

No, lo que el gobierno decidió fue, mejor, modificar la percepción de la gente, antes que modificar las acciones para contener lo que, a todas luces, es no solo un serio repunte, sino una faceta agravada de la epidemia. Así, anunció que modificaría el semáforo de riesgo, dándole prioridad a las muertes y hospitalizaciones como parámetro, en lugar de los contagios, y anunciando que las medidas necesarias para contener la expansión de la epidemia, como son cierres económicos y del sector escolar, no se aplicarían aun estando en el grado máximo de riesgo. O sea, se modificó el semáforo para darle gusto a la orden del presidente de reabrir el sector escolar, y mantener abierto el sector económico, aunque esto signifique el aumento exponencial de los contagios y con ello la pérdida de vidas o que millones de personas desarrollen graves secuelas. Es una locura fascista que privilegia las ganancias políticas o económicas sobre la vida y la salud de las personas.

Nos encontramos, pues, y nuevamente, solos ante el horror, pero ante un horror distinto y escalofriante: un horror que no tiene consciencia de serlo, y por ello se multiplica. Un horror que ninguna autoridad va a detener hasta que sea demasiado tarde, nuevamente, y haya cobrado miles de vidas.

Lo único que nos queda, querido lector, es oponernos activamente a la locura por venir, tajantemente, y proteger lo mejor que tenemos y donde reside nuestro único futuro: los niños, las niñas, los adolescentes de este país completamente vulnerables al covid y a sus terribles secuelas.

Es una obligación ética no sucumbir a la locura de políticos irresponsables y proteger la salud y la vida de niños y adolescentes. No hay, en medio de una ola de covid, ninguna medida escolar capaz de protegerlos del contagio, salvo la vacunación. Exijamos pues, lo sensato y lo puramente humano; que antes de reabrir las escuelas el presidente López Obrador, al menos se encargue de que cada mexicano, mayor de 12 años, esté vacunado.

Ningún niño o adolescente merece morir o llevar una vida de discapacidades por la monstruosa, criminal incapacidad de los políticos, de ninguno.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Hay todo un escándalo derivado de la investigación acerca de la red de espionaje que mantuvieron por lo menos los dos últimos gobiernos de la República: El de Felipe Calderón Hinojosa que fue el primero en comprar el software de fabricación Israelí para intervenir teléfonos celulares, y obviamente el de Enrique Peña Nieto, en el que se dieron vuelo de espinar no sólo a los personajes públicos tradicionales, sino a gente de todos los estratos sociales, incluidos a los padres de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. 

Esto no es algo nuevo, claro, pero impacta la degradación del gobierno federal, que se dedicó a espiar a todo mundo, incluidos periodistas.

Desde 2017, la entonces PGR abrió una carpeta de investigación tras los reportes periodísticos que afirmaron que el gobierno de Peña Nieto había gastado al menos 32 millones de pesos en el uso de esta tecnología que accede a los dispositivos móviles, una vez que el blanco da clic a un link que recibe vía SMS.

Pero una nueva investigación reveló que hay al menos 50 mil números celulares de activistas, funcionarios y periodistas de todo el mundo vinculados al espionaje a través del programa Pegasus. Al menos 15 mil de ellos son de México.

La investigación se lanzó en varios medios internacionales simultáneamente, autorizados por Forbidden Stories, una organización sin fines de lucro con sede en París. Lo divulgaron el domingo medios como The Guardian, The Washington Post y Le Monde.

El gobernador Héctor Astudillo Flores aparece entre los espiados por el régimen de Enrique Peña Nieto, lo mismo que Manlio Fabio Beltrones y, desde luego, Andrés Manuel López Obrador, todos los miembros de su familia, sus colaboradores y hasta su cardiólogo.

Coincidimos con la esposa de AMLO, Beatriz Gutiérrez Müller, en que el asunto se debe investigar hasta sus últimas consecuencias, pues hay graves violaciones a la ley, a los derechos humanos y además se usó dinero público para semejante cosa.

No estamos hablando del trabajo ordinario del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), ese organismo creado en 1989 durante el Salinato, que viene a ser cosa de juego frente al alcance de Pegasus, pues ya en la era de la tecnología digital ese programa de origen israelí está diseñado para infiltrar a una persona hasta en su intimidad, ya que una vez infectados los teléfonos celulares con algún tipo de mensaje “malware”, se pueden activar hasta los micrófonos de los aparatos y escucharlo todo a control remoto.

Mensajes, chats, correos electrónicos, galería de imágenes, contactos, ubicación, prácticamente todo queda vulnerado de las personas sujetas a espionaje.

Y les comentaba que esto no es de parte del gobierno, algo institucional como lo era el Cisen, organismo que dependía de la Secretaría de Gobernación, sino que estaba (¿o está?) siendo operado por particulares, gente extranjera incluso, que actuaba a pedido del gobierno de Peña Nieto y de Calderón. Desde 2007, Manlio Fabio Beltrones denunció el asunto, pero señaló que el titular de Gobernación, el español Juan Camilo Mouriño, lo visitó para explicarle que no era el gobierno sino “otra gente” la que hacía eso.

Bajo este método se espió a activistas, periodistas y políticos.

La Fiscalía General de la República ya está investigando e informó ayer que el Ministerio Público realizó una investigación de contratos suscritos por Tomás Zerón,en  la entonces Procuraduría General de la República (PGR), durante la administración anterior.

Se realizaron cateos periciales en la empresa KBH TRACK, administrada por Víctor “R” y cuyo propietario ciudadano israelita Uri Emmanuel “A”, huyó del país hace más de dos años

Quedó demostrado plenamente que la empresa israelí NSO Group, propietaria del software Pegasus, utilizaba a la empresa operadora mexicana, que realizaba el espionaje telefónico “para diversos solicitantes no identificados plenamente para efectos judiciales”, detalló la dependencia.

En el caso de Tomás Zerón, quien se encuentra en Israel sujeto a un proceso de extracción, la información correspondiente a este caso se le hará llegar al Gobierno de dicho país, por los canales procedentes, señaló la FGR.

Otra mancha más la tigre del creador de la “verdad histórica” del Caso Ayotzinapa, y la posterior infiltración de los teléfonos de los padres de los normalistas desaparecidos.

De verdad que da miedo considerar que esa maquinaria esté aún en marcha y que este gobierno no haya podido desmantelarlo.

Tenemos un motivo más, amable lector, para acudir este 1 de agosto a las urnas, para votar por la investigación de hechos como estos de parte de los ex presidentes de la República y de todo ex funcionario. 

Consulta, usos y malusos

Jorge Zepeda Patterson

Dice un refrán anglosajón que si no te va a gustar la respuesta mejor no hacer la pregunta. El Presidente Andrés Manuel López Obrador está convencido de que las respuestas a las dos consultas que está impulsando le serán favorables y, consecuentemente, no ha ocultado su impaciencia para llevarlas a cabo. En la primera de ellas este 1 de agosto se someterá a plebiscito la posibilidad de llevar a juicio los presumibles actos de corrupción cometidos por los expresidentes. O bueno, esa era la intención original, antes de que la Suprema Corte interviniera para evitar una incongruencia absurda, porque la justicia no puede ser sometida a una votación en una sociedad que pretende regirse por leyes. Pero como la Suprema Corte no quería contradecir al Presidente, los ministros terminaron por redactar una pregunta cantinflesca que los sacara del apuro: ¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender acciones de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminada a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?”

Como los mexicanos estamos acostumbrados al galimatías de los abogados y a sus cláusulas deliberadamente esotéricas, la opacidad de la pregunta tendrá poca importancia, más allá de lo anecdótico. Para efectos políticos el resultado será interpretado como un dictamen para investigar a Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

No se necesita echar mano de la cábala para anticipar el resultado. Los pocos que acudan a las urnas se inclinarán abrumadoramente por el sí, pero ni de lejos se alcanzará el 40 por ciento que la Constitución establece para que la decisión sea “vinculante” y obligue a las autoridades a iniciar un proceso judicial. Recordemos que las elecciones intermedias apenas consiguen rebasar esa cifra de participación y eso pone en juego la elección de la Cámara y entrañan meses de campaña en todo el territorio.

Por consiguiente, el resultado de esta consulta será meramente político y se prestará a cualquier tipo de interpretación que quiera darle el Presidente. Por otro lado, no está claro para qué pueda servir más allá de lo discursivo. López Obrador seguramente va a considerar el resultado de la consulta como un mandato del pueblo para someter a juicio a los exmandatarios. Lo que siga sólo puede especularse. Se supone que las pruebas no las pueden fabricar y se entiende que si las hubiera la autoridad tendría que haber actuado por oficio.

Una posibilidad es que tras el resultado se decida organizar una especie de Tribunal de la Verdad para juzgar crímenes del pasado, particularmente sobre derechos de las víctimas y lesiones al patrimonio. No está claro que eso concluya en averiguaciones penales, considerando que incluso un caso tan visible como el del exdirector de Pemex y su involucramiento en el caso Odebrecht se le ha hecho engrudo a la Fiscalía. Pero ciertamente será un activo político para AMLO, porque le permitirá mantener en el escenario el morboso y llamativo espectáculo de un supuesto cobro de cuentas con los mandamases del pasado. Algo nada despreciable para una 4T que generó grandes expectativas con sus promesas de combate a la corrupción y ofrece pocos resultados a mitad de camino.

Tema aparte será la siguiente consulta, impulsada también desde la Presidencia: la revocación de mandato, referéndum que tendrá lugar el próximo año. La iniciativa no parece mala, al menos en papel. Originalmente López Obrador la propuso como un mecanismo que permita a los ciudadanos echar de la silla presidencial a mitad de sexenio a un Presidente ostensiblemente repudiado. Una salida que le vendría muy bien a los brasileños en este momento, considerando el rechazo que genera Bolsonaro.

Pero la consulta debió recorrerse un año más para que no coincidiera con las elecciones intermedias y contaminara las preferencias electorales. Tampoco hay dudas del resultado que arrojará. Por más que la oposición quiera considerarlo como una oportunidad constitucional para deshacerse de López Obrador, es obvio que sus niveles de aprobación lo galvanizan contra cualquier riesgo. Difícilmente esto cambiará en un año. Por lo demás muchos ciudadanos se lo pensarán dos veces antes de votar por sacar de Palacio a un Presidente en funciones, incluso si no aprueban su gestión, más aún cuando solo faltarían dos años para concluir su período.

Las consecuencias serán más bien políticas que jurídicas o constitucionales. López Obrador interpretará el resultado como un espaldarazo del pueblo a su gestión personal y lo convertirá en combustible para su confrontación con los adversarios de la 4T.

En ambos casos, pues, se trata de consultas que muy seguramente ayudarán a apuntalar la imagen del Ejecutivo de cara a la tribuna; un activo político muy conveniente para ayudar a compensar el desgaste que sufre todo Gobierno en el último tramo del sexenio.

Las consultas y referéndums pueden ser una herramienta para tomar decisiones democráticas en una comunidad. Pero como todo en la política, son recursos que los protagonistas utilizarán en su beneficio y nadie con mayor capacidad de hacerlo que el Ejecutivo, habida cuenta del carácter presidencialista de nuestro régimen.

En ocasiones da la impresión de que el obradorismo opera como si nunca más pensara dejar el poder. Tendrían que comenzar a asumir que el empoderamiento que le están facilitando al Ejército o recursos institucionales, tales como los referéndums, lo tendrán a su disposición futuros mandatarios. Y lo que ahora es un recurso mañana podría parecerles una maldición.

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