SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los policías federales que se fueron al paro laboral, en contra de su integración a la Guardia Nacional, quieren en su mayoría ser indemnizados. No quieren ser liquidados, lo cual los echaría a la calle como cualquier hizo de vecino, sino permanecer en el servicio policial nacional, para emplearse en corporaciones estatales o municipales. Lo que quieren es retirarse de manera digna, con recursos y, sobre todo, con la libertad de emplearse por su cuenta en otros niveles de gobierno.

Indican que al acceder a una indemnización y tener sus papeles en regla, les permitirá continuar laborando en otras instituciones de seguridad. Al contrario, si se quedan en la Guardia Nacional o alguna otra dependencia del gobierno federal, perderán sus beneficios laborales.

Sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aprieta la tuerca. En el marco de las negociaciones -que este lunes serán reanudadas-, las autoridades señalan que en caso de que algún policía federal opte por retirarse, sólo les toca un finiquito conforme a la ley, pues “nadie los está corriendo”, se están corriendo solos.

Y es que los policías federales habían optado por su liquidación, pero las autoridades no les presentaron los tabuladores al plazo límite que habían dado, el sábado a las 10:00 de la noche. Entonces ahora exigen una indemnización, asesorados por su abogado.

Sin embargo, el gobierno alega que no los está corriendo; al contrario, ha dicho que los necesita en otras áreas y les propone su traslado, respetándoles sueldos, prestaciones y antigüedad. Vamos, ni siquiera los está obligando a que entren a la Guardia Nacional, sino que libremente elegirán dónde quieren trabajar. Ellos, en cambio, tienen otros planes.

La Policía Federal será desmantelada en un plazo de 18 meses. Eso es inevitable, pues no se pueden mantener dos corporaciones de seguridad pública. Y por lo mismo, los agentes federales deben optar por incrustarse en la Guardia Nacional o en cualquier otro sistema de seguridad del país, como Aduanas, Migración y el Servicio de Protección Federal.

Pero por el rigor de los nuevos requisitos, y porque algunos ya están llegando o superando la edad de 50 años, los policías en paro no quieren continuar en el servicio público federal, ya que alegan que quedarán en desventaja.

Sobre todo recalcan que no quieren pertenecer a un esquema militarizado, ni depender de militares en su desempeño, mucho menos ser evaluados por ellos.

Están emplazando a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que les presenten y firmen los tabuladores, a fin de que puedan ser indemnizados.

En parte, los policías federales tienen razón, pues los exámenes de control para pertenecer a la Guardia Nacional son muy rigurosos. Por ejemplo, hay muchos que califican, pero por la edad ya no pueden ser aceptados. Otros que están obesos y aunque pasaron los exámenes de control, los mantendrán bajo régimen dietético por mucho tiempo.

Pero quizá lo que más les afecta es que ya no dependerán de un mando civil, sino militar. Y eso los someterá a un constante escrutinio y sobre todo terminarán los beneficios de que gozaban al ser comisionados a lugares fuera de su lugar de adscripción, como el pago de hoteles y comidas, pues los militares tienen un modo de vida mucho más riguroso.

La gente ya comienza a preocuparse, y señala que quedarán en el desempleo miles de policías federales, acusando al presidente Andrés Manuel López Obrador de estarlos empujando a la criminalidad.

Pero remato, como lo que al respecto escribió ayer un internauta: “La mayor pendejada del mundo, ya están como el imbécil de Lozano que argumentaba que si no les pagaban más entonces podían volverse corruptos. Y ahí tienes a Lozoya que ganaba una millonada estando en Pemex y es corrupto hasta el tuétano. Entiendan una cosa, si es corrupto o es un criminal, no los vas a corregir ni dándoles más dinero ni manteniéndoles el trabajo. Igualmente será corrupto, igualmente se volverá un criminal. ¿Cuántos policías no pertenecían a bandas de secuestradores y se aprovechaban de información privilegiada al interior de dichas instituciones?”

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Policía Federal, fuera del presupuesto

“Si no tenemos policías, jueces, abogados, fiscales, honestos, valerosos y eficientes; si se rinden al crimen y a la corrupción, están condenando al país a la ignominia más desesperante y atroz”: Javier Sicilia

Mis estimados, en tiempo que lleva el presidente Andrés Manuel López Obrador en el cargo, no se había visto tan enojado como se vio en la entrevista mañera, por el paro de los Policías Federales. En serio se enojó el mandatario federal, pues los rumores crecen en el sentido de que en ese paro de los PFs hay gente infiltrada que no es de la corporación; incluso, que son manipulados por el expresidente Felipe Caldearon.

Y eso calentó al presidente de la República, quien ahora sí mostró su otra cara. Y  agárrense los políticos corruptos que le buscan tres pies al gato sabiendo que tiene cuatro.

No olviden que quien tiene la sartén por el mango es el presidente AMLO, y el mandatario sólo espera que se suban al ring los traidores para poderlos tirar al suelo de un solo manotazo.

Si quieren probar, sigan picándole la cresta al presidente AMLO.

El mandatario le dio la orden a Alfonso Durazo, para que esculque hasta el último rincón a la corporación y exhiba las corruptelas de estos muchachos mal portados.

Y el obediente funcionario de inmediato encontró los prietitos en el arroz, pues no olvidemos que en el mundo político conocen todos de que pie cojea cada cual, pero todos se callan y se cubren con la misma picha.

El secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, de inmediato localizó a los agitadores del movimiento y los exhibió como ratas de alcantarilla de la Ciudad México, y hasta se quedó corto el funcionario de lo que dijo de eso infames corruptos, pues los paristas mostraron rápido su colmillo puntiagudo, ya que proponen como su representante sindical al cínico del ex presidente Felipe Calderón.

¡No puede ser tanta sinvergüenzada del ex presidente!

Bien dice el dicho, cría cuervos y te sacarán los ojos.

Hombre baquetón, que se ponga a trabajar, porque no nos tiene tan contentos a los mexicanos.

También Alfonso Durazo dijo en entrevista que las protestas de la Policía Federal no tienen razón de ser; y les envió misiva a los elementos que abandonaron sus puestos de trabajo para que regresen las armas y vehículos que se llevaron. Y se fue a la yugular del presunto líder del movimiento, Ignacio Benavente Torres, originario de Tijuana y presunto agitador del movimiento, pues resulta que este angelito negro es un ex agente que ha estado preso por secuestro y corrupción. ¿Qué tal?

Y no acaba ahí el asunto. El funcionario anunció que realizan una auditoría a la corporación y preparan denuncias por la adquisición de un sistema de inteligencia sumamente potente y conocido como “Rafael”, el cual contrataron en diciembre de 2015 a un sobreprecio. Alfonso Durazo dijo que se adquirió por 2 mil 458 millones de pesos, cuando su valor en el mercado no pasa los 800 millones.

Este producto de inteligencia se pagó a través de la partida 33701 de gasto de seguridad pública y nacional, pero de dicha compra hay todavía un adeudo por mil 300 millones de pesos.

¡Caracoles bien refritos!

El gobierno federal tiene bien asegurada a la corporación pues según el secretario, el 7 de febrero ellos presentaron una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública por la supuesta irregularidad en la contratación y adquisición del aparato llamado “Rafael”, y el tamal de cuche que se comieron les va a salir caro a los de la Policía Federal, ya que también presentarán denuncia penal por esos hechos contra quien resulte responsable, dijo Alfonso Durazo.

¿Ya ven que cuando el gobierno quiere rápido encuentra a los delincuentes? Les dije que iban a volar pepitas doradas a diestra y siniestra. Jojojo.

Estos hijos de la guayaba se pasaron por arco del triunfo los procedimientos establecidos para adquisiciones en seguridad pública y van a pagar las consecuencias por andar moviendo tanto el excremento, como si no supieran que ese desecho entre más lo mueves, más apesta.

Y la neta me gustaría que le sigan escarbando a la PF, van a ver cuántas linduras descubren en esa corporación que esconde horrores. Y eso lo descubren mejor en las redes los cibernautas; ahí mencionan que por estos infames y sus compinches, México está atiborrado de criminales, pues ellos hicieron mal uso de sus funciones.

Lo bueno de todo esto no hay mal que dura cien años, ni pentonto que lo resista.

Tal vez, no todos, sean responsables; pero dice un dicho bien popular que tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata.

Bien poco falta para que les salga a los policías federales paristas el tiro por la culata. Pues también en un video dijo el mandatario federal que no habrá ni un paso atrás, y que el decreto está firmado: La Policía Federal desaparece.

Son 10 mil los elementos de la PF que fueron trasladados a la Guardia Nacional; y según el mandatario, la sección de la Policía Federal la integraban 13 mil 722 elementos; luego entonces, son 3 mil 700 los inconformes que andan en paro.

No son muchos, apliquen la ley y liquiden a esos pajaritos negros que no hacen mucha falta, pues desde que buscan formar un sindicato, dan muestra del cinismo que los caracteriza. Esas personas valen para pura fregada, como decía mi madre, no sirven, son huevones. Entonces, hagan un favor a la patria: No más policía Federal.

También es cierto que todos los políticos rancios y agrios aprovechan cualquier movimiento en contra de la autoridad para sacar raja política. Esto siempre ha existido, no es nuevo, pero pasa ahora en nuestro México lindo y querido.

Sin embargo, creo que con el tabasqueño se van a chuchar un ojo esos políticos, pues el mandatario para esos juegos se pinta solito. Y en serio estaba muy enojado el presidente AMLO. Va a haber palomazos para varios de los que andan ahí y veremos bien pronto cuántos de esos pajaritos aguantan vara hasta el final.

En otro tema, mis estimados, ¿recuerdan que en este espacio les comenté que la Secretaría de Educación Pública (SEP), en acuerdo con SECTUR, incluyeron 3 nuevos fines de semana largos en el calendario escolar 2019? El secretario de Turismo, Miguel Torruco, muy alegre presumió que había logrado el acuerdo con el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, para instituir tres nuevos periodos de descanso, para impulsar la actividad turística en todo el país.

Explicó que los tres fines de semana largos tienen como objetivo contribuir al fomento del turismo interno, el cual representa un 67 por ciento de la ocupación hotelera nacional.

Sin embargo, mientras el funcionario de Turismo federal, da cifras del turismo nacional por demás alegres, la Alianza Nacional del Pequeños Comerciantes (ANPEC), los desmiente y alertan a la población de una crisis severa que se avecina a nuestro país, y por eso el organismo advierte a la población para que no pida préstamos bancarios para solventar gastos, pues sus ingresos podrían quedar comprometidos en más de 60 por ciento.

Indica ANPEC, que durante el fin del ciclo escolar, las familias mexicanas gastarán en promedio 2 mil pesos adicionales por cada niño que se quede en casa; y si hay familias que se aventuren a salir de vacaciones, desembolsarán en promedio 15 mil pesos por persona para viajar a destinos nacionales; y si de casualidad quieren ir de viaje al extranjero, gastarán 35 mil pesos por persona. ¡Chispas de chocolate!

No pidan dinero prestado, mis estimados, y menos para salir de vacaciones o para hacer fiestas. Según ANPEC, el monitoreo que realizan reveló que se incrementaron los precios de los productos, incluso los que compran los viajeros de turismo social, y revelaron precios de productos como la salchicha, pan blanco, jamón y queso amarillo. ¡Carísimos!

Por eso recomienda la ANPEC que tengamos mesura financiera, pues el país atraviesa por un momento económico complejo, mismo que podrá afectar el gasto familiar. En pocas palabras, sus vacaciones de verano valieron chichi de iguana.

Y bien comento un amigo dice: “Oye, ¿soy yo el que no tengo dinero, o no hay dinero en Zihuatanejo? Amiga, en mis 50 años que tengo, nunca había andado de méndigo, sin ningún peso en mi bolsa; poco, pero traía antes, hora no traigo ni un piche peso en la bolsa”, se quejó. Jejeje.

Iguanas verdes, le contesté. Está canijo, como dijo el curita del chiste. Entonces, hagan caso al ANPEC no gaste lo que no tiene. ¡Feliz fin de semana!    

Editorial


Los gazapos de Bartlett

En medio del diferendo con las trasnacionales energéticas contratadas para construir y operar siete gasoductos para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el Poder Judicial dio un revés a esa empresa productiva del Estado en su pretensión de obligar la entrada en operación del Gasoducto Morelos –el octavo conflictuado—y con eso la termoeléctrica en Huexca.

Parte vital del Proyecto Integral Morelos (PIM), el gasoducto mencionado seguirá inoperante y con ello, mantendrá la parálisis de todo el conflictivo megaproyecto que, herencia de pasadas administraciones, desnuda la negligencia en la gestión de Manuel Bartlett como ocurre también con los siete gasoductos que intenta, a fuerza de declaraciones, renegociar.

Los siete gasoductos de la polémica de esta semana, tienen en común con el Gasoducto Morelos (que atraviesa municipios de Tlaxcala, Puebla y Morelos), la arbitrariedad de origen, la imposición de las obras planeadas sobre comunidades que, siendo sujetas a derechos, no fueron tomadas en cuenta para su invasión y, cuando se atrevieron a protestar, se enfrentaron a un proceso represivo brutal.

El caso del PIM, como el de los siete gasoductos, tiene cierta complejidad, pero en cualquier caso las dificultades que los mantienen fuera de operación son imputables al Estado.

Fue el pasado fin de semana cuando el juez noveno de distrito en Morelos, otorgó la suspensión sobre el Gasoducto Morelos al ejido Amilcingo que, siendo una de las comunidades más activas en la oposición al megaproyecto desde 2012, se volvió emblemática tras el asesinato del dirigente indígena Samir Flores Soberanes, perpetrado el 20 de febrero pasado.

Como muchos asuntos en el arranque de la administración, el PIM se colocó en la agenda presidencial con la información surgida de la CFE de Bartlett, funcionario que ha insistido en justificar toda acción en la idea de “soberanía energética”, expresión esta que sonaría muy bien, excepto porque el proyecto está concesionado a puras trasnacionales como lo son Abengoa, Bonatti, Elecnor y Enagás.

Con prisa, de manera atropellada, Bartlett y Rocío Nahle,  pusieron las condiciones para que la naciente administración obradorista quedara en entredicho, primero con la declaración del presidente en su arenga contra los opositores el 10 de febrero, cuando los calificó “radicales de izquierda” ergo “conservadores”, provocando que inclusive dentro de su base de apoyo, así como de los izquierdistas que le son cercanos desde los tempranos dosmiles, quedaran en un predicamento.

El momento político empeoró por las consideraciones que apenas días antes le había dispensado a la familia Zapata, descendiente del caudillo, que terminaría distanciándose acusando al mandatario de violar acuerdos, particularmente, en relación con la consulta sin asideros legales que impuso.

Tras el asesinato de Samir el momento político se complicó más con la torpe intervención de Hugo Eric Flores Cervantes, el virrey de Morelos, que terminó por distanciar al movimiento opositor al PIM de la llamada “Cuarta Transformación”.

Quizás la peor parte de todo es que López Obrador y sus colaboradores no tenían responsabilidad política ni legal respecto al PIM, que fue planeado durante la gestión de Alfredo Elías Ayub, e iniciado por Antonio Vivanco, en su respectivo paso por la CFE en tiempos de Felipe Calderón. Por lo tanto, ellos, sus equipos y quienes les sucedieron, tendrían que responder por la falta de deber de cuidado, la negligencia y el daño patrimonial a la hacienda pública derivado de no haber considerado litigios ni conciliaciones necesarias antes de arrancar la obra lo mismo que ocurre con los otros siete gasoductos conflictuados.

Hasta donde se sabe, la secretaría de la Función Pública no tiene abiertos expedientes, ninguno de los involucrados ha sido expuesto por López Obrador ni sus colaboradores que, en su afán de agilizarlo todo, terminaron asumiendo los costos políticos propiciando lo que simple y llanamente es impunidad para “el antiguo régimen”.

López Obrador fue más cuidadoso el 1 de julio al referirse al asunto cuando prometió no imponer el PIM en su mensaje en el Zócalo. La declaración expresa en general la idea de respetar los 15 amparos existentes contra la obra, la mayoría obtenidos el sexenio pasado. Se trata pues de una aparente rectificación, dado el rumbo de tomó el asunto, después de ser arrastrado por los gazapos bartlianos.

La dupla Nahle-Bartlett va de mal en peor, en el caso de ella por la impericia, de él por sus formas en desuso frente a nuevas realidades. En ambos, un talante autoritario que para concretar decisiones dejan muchas lesiones al paso.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

¿Qué sucedió en la Policía Federal, que devino en ruptura con el régimen lópezobradorista?

La pregunta pesa porque no es posible que al presidente y sus colaboradores, comenzando por el Secretario de Seguridad Pública federal, Alfonso Durazo Montaño, se les haya pasado ese pequeño gran detalle de sujetar a los elementos de la Policía Federal a los nuevos lineamientos.

Lo que podemos deducir, es que los policías federales pensaron que su pase a la Guardia Nacional sería automático, y cuando se enteraron que tendrían que pasar por las pruebas del polígrafo, entre otros exámenes de control y confianza, se fueron a encabezar un movimiento nacional alegando violaciones a sus derechos laborales, que son aspectos meramente administrativos.

Lo peor, es que se llevaron patrullas y armas de cargo. Luego entonces, tenemos en las calles del país a un ejército de policías federales armados y con capacidad de movilización, y en caso de que no lleguen a algún acuerdo con el gobierno federal –toda vez que ayer reventaron la mesa de negociación que encabezó el subsecretario Ricardo Mejía Berdeja-, el riesgo es que se queden por ahí dispersos, en calidad de desertores.

Con sus movilizaciones y paros, los policías federales pusieron sobre la mesa un pliego petitorio de 15 exigencias, pero mezclando lo laboral, que tiene que ver con sueldos, prestaciones y antigüedades. Pero el mismo presidente de la República dijo que no se les conculcarían esos derechos, sino que todo a aquel que pase a la Guardia Nacional, le serán respetados todos sus logros laborales.

Luego entonces, ¿por qué los policías federales continúan con su protesta?

Aquí viene el “pero”. Es que no quieren, de entrada, tener un mando militar, mucho menos ser evaluados por militares, con el argumento de que estos no conocen la función policial.

“No seremos evaluados y pasaremos en automático a la Guardia Nacional y el mando saldrá de las filas de la Policía Federal sin parentesco con la escala de mandos”, expusieron.

Con la pena pero esto es un descaro. Como policías, están sujetos a un régimen de obediencia; y por ley, todo aquel que repruebe los exámenes de control y vigilancia pueden ser despedidos sin cargo para la parte patronal. Porque éste es el requisito primordial para formar parte de todo cuerpo de seguridad, desde el nivel municipal hasta nivel federal y simplemente no pueden borrarlo de un plumazo, porque es una disposición legal incluso para las policías civiles, mucho más para la Guardia Nacional, que nace como un cuerpo de seguridad debidamente acreditado y saneado.

Ricardo Mejía Berdeja ha atendido las mesas de diálogo con los representantes de la Policía y dijo que se sigue estando la disposición de atender todas las quejas, pero obviamente una cosa son quejas y otra cosa son caprichos.

Ellos piden:

1.- Respeto a la dignidad de todos los que conforman la Policía Federal.

2.- Respeto a la antigüedad laboral.

3.- Respeto a las prestaciones laborales.

4.- Devolución de la operatividad de 9 mil 800 pesos, cada 25 días laborados.

5.- Rechazo a la evaluación por parte de personal militar porque desconocen la función policial.

6.- Rechazo a ser trasladados administrativamente a la Secretaría de la Defensa Nacional.

7.- Rechazo a vivir en cuarteles militares.

8.- Exigen sueldo quincenal mínimo de 15 mil 000 pesos libre de impuesto, a partir de la segunda quincena de julio de 2019.

9.- Exigen la desaparición del sueldo base de 2 mil 300 pesos.

10.- Exigen la desaparición de la prueba del polígrafo.

11.- Exigen respeto a los horarios establecidos en la Ley Federal del Trabajo.

12.- Exigen la renuncia de los mandos medios, desde comandantes hasta directores, que estén relacionados con actos de corrupción y con el crimen organizado.

13.- Instalación de una oficina de derechos humanos para los policías en el Centro de Mando.

14.- Los policías federales quien conformar un sindicato.

15.- Entrega de uniformes dos veces por año.

Como podemos observar, hay por lo menos 2 exigencias que pueden ser la verdadera causa de la revuelta de policías federales; a saber: Eliminación de la prueba del polígrafo y rechazo a la evaluación policial.

Se suman otras descabelladas como el cubrir horarios regulares, previstos en la Ley Federal del Trabajo (de 8 horas), pues ellos están bajo un régimen distinto; y la libertad para constituirse en un sindicato.

Veremos en qué para todo este desaguisado. Lo cierto es que el plan es la desaparición de la Policía Federal para 2020, dando 18 meses a sus integrantes para que se agreguen a la Guardia Nacional –sólo 10 mil ya lo hicieron-, o bien optar por la policía aduanal o la policía migratoria.

Estado de los ESTADOS

Lilia Arellano

*Baja expectativa de crecimiento en 2019 a 1.10%

*EU regresó 16 mil 714 migrantes de CA a México

*Política anti inmigrante impulsa remesas al récord

A pesar de los esfuerzos y las buenas intenciones del presidente Andrés Manuel López Obrador la economía no crece al ritmo deseado. Analistas del sector privado nacional y extranjero, consultados por el Banco de México, disminuyeron nuevamente la expectativa de crecimiento económico para este año de 1.3 a 1.1 por ciento. La “buena noticia” es sobre Donald Trump, quien “aprecia mucho” a AMLO y lo califica como “inteligente”, al servir a sus intereses reeleccionistas, evadir aranceles y movilizar la Guardia Nacional para contener la migración de centroamericanos hacia EU. La política anti inmigrante del magnate impulsó el envío de remesas a México, las cuales registraron nuevo récord. Y en el terreno judicial la rueda de la fortuna giró y ahora Santiago Nieto es quien indaga a Alberto Elías por lavado de dinero.

Analistas del sector privado nacional y extranjero, consultados por el Banco de México, disminuyeron su expectativa de crecimiento económico para este año de 1.3 a 1.10 por ciento, y señalaron a la incertidumbre política interna, los problemas relacionados con la seguridad y la producción de petróleo como los tres principales factores de riesgo para la economía. En julio de 2018, cuando Andrés Manuel López Obrador ganó los comicios, el mismo sondeo arrojó una previsión de crecimiento de 2 por ciento para 2019. La reducción de las expectativas de crecimiento es ya de 0.9 puntos porcentuales del PIB en tan solo un semestre, no obstante los esfuerzos de la actual administración federal en rubros como el combate a la corrupción y la impunidad. Sigue fallando la inversión pública y privada en los grandes proyectos de infraestructura nacional.

De acuerdo a los resultados de la encuesta revelados ayer, los analistas consideran existe la posibilidad de registrarse una contracción del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el tercero y cuarto trimestre del año. También redujeron la expectativa de crecimiento para el 2020 de 1.71 a 1.70 por ciento. En cuanto a las expectativas para la inflación, pasaron de 3.75 por ciento a 3.70 por ciento para finales de este año. Para el siguiente se prevé se ubicará en 3.60 por ciento. Al menos esta variable económica está bien controlada, no sólo por los bajos salarios de los trabajadores sino por la reducción del efectivo circulante, restringido por el propio Banco de México.

Según la encuesta, los especialistas consideran las condiciones económicas no son mejores que el año pasado, cuando se registró el cierre del sexenio de Enrique Peña Nieto y la clase política y empresarial nadaban en la abundancia. Únicamente el 8 por ciento de los encuestados considera es buen momento para invertir, mientras 72 por ciento estima no son los mejores tiempos. Diecinueve por ciento no está seguro si existen las condiciones necesarias para la inversión. Los inversionistas siguen a la expectativa sobre el manejo global del país por parte de AMLO y su escondido gabinete.

Los principales factores por los cuales se deteriora el crecimiento se asocian con gobernanza y condiciones económicas internas. A escala particular, precisa, éstos son, en orden de importancia, incertidumbre política interna, problemas de inseguridad pública, plataforma de producción petrolera, política de gasto público y desasosiego sobre la situación económica interna. También se le dio un mayor porcentaje de preocupación a la impunidad, corrupción, problemas de falta de estado de derecho, debilidad del mercado interno, economía mundial, decaimiento del mercado interno y política sobre comercio exterior. 

Migrantes  

Tras la firma del acuerdo para el control de los flujos migratorios ente México y Estados Unidos –el pasado 7 de junio- ha crecido el número de centroamericanos enviados por las autoridades de EU a territorio de México para esperar aquí la respuesta a sus procesos de asilo. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Migración (INM), del 29 de enero al 30 de junio de este año, EU ha enviado a México 16 mil 614 migrantes, procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, quienes desean obtener asilo en el vecino país del norte.

Así se muestra claramente los resultados exitosos de la política anti inmigratoria impulsada por la administración de Trump y sus cada vez más numerosos seguidores, quienes hoy más que nunca habrán de estar ciertos de la influencia del magnate en las decisiones anteriormente responsabilidad única del gobierno mexicano, de ahí califiquen también la buena conducta del gobierno federal y los buenos oficios del canciller Marcelo Ebrard.

Tras la firma del acuerdo para el control de los flujos migratorios ente México y Estados Unidos –el pasado 7 de junio- ha crecido el número de centroamericanos enviados por las autoridades de EU a territorio mexicano para esperar aquí la respuesta a sus procesos de asilo. De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Migración (INM), del 29 de enero al 30 de junio de este año, EU ha enviado a México 16 mil 614 migrantes, procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, quienes desean obtener asilo en el vecino país del norte.

De ese total, el 37.8 por ciento (6 mil 321) fueron remitidos en los últimos 23 días de junio, tras los acuerdos en materia migratoria entre ambas naciones. Los puntos fronterizos por los cuales son devueltos los migrantes del Triángulo Norte de Centroamérica son: El Chaparral, en Tijuana, Baja California; Garita en Mexicali; y Reforma en Ciudad Juárez, Chihuahua, puntos en los cuales la saturación de las estaciones migratorias es evidente, así como el desplazamiento de extranjeros centroamericanos en esas ciudades.

Remesas

Los lineamientos en materia de migración en territorio estadounidense en la actual administración republicana han generado una gran incertidumbre entre los trabajadores mexicanos residentes en Estados Unidos, quienes se han preocupado por enviar remesas a sus familiares en México. Esta retórica antiinmigrante impulsó el ingreso de divisas producto del envío de dólares y alcanzó en mayo un nuevo registro histórico.

Datos del Banco de México precisan: en mayo las remesas fueron de 3 mil 203 millones de dólares, 1.5 por ciento superiores a las del mismo periodo de 2018, y una cantidad récord para un mes desde que existe registro. Entre enero y mayo de este año, el monto acumulado de remesas fue de 13 mil 724.33 millones de dólares, es decir, un incremento de 4.74 por ciento en comparación con el mismo lapso del año pasado, cuando la cifra fue de 13 mil 103.78 millones de dólares.

“Esta dinámica podría estar influida, al menos en parte, por una mayor incertidumbre entre los migrantes acerca de su situación legal, induciendo un mayor número de operaciones… La retórica anti inmigratoria en Estados Unidos está cambiando radicalmente la dinámica del flujo de remesas”, comentó el Grupo Financiero Banorte. Aunque también tuvo efecto el hecho de que el 10 de mayo es la celebración del día de las madres en nuestro país.

El número de transacciones en el quinto mes del año fue de 9 mil 956, crecimiento de 1.9 por ciento en comparación con el total de las realizadas en el mes previo. En promedio, entre enero y mayo los mexicanos enviaron remesas por un monto de 318 dólares, un 1.4 por ciento superior en comparación con el mismo lapso de 2018, cuando la cifra era de 314 dólares por operación.

Editorial

Lo bueno de AMLO

¿Nada de lo que hace López Obrador te gusta? La pregunta me la plantean con frecuencia lectores y radioescuchas que consideran que soy demasiado crítico del actual gobierno, aunque lo curioso es que nadie me hacía esta pregunta cuando cuestionaba las políticas de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón o sus otros predecesores.

         La verdad es que sí encuentro cosas positivas en el actual presidente. La primera, y más notable, es que me parece un hombre honesto. Lo más notable de la controversia en redes sociales sobre sus zapatos sin bolear es que nunca habríamos tenido esta discusión acerca de otros mandatarios. La Presidencia de la República tenía un presupuesto generoso para proveer las necesidades de vestuario del primer mandatario y también, por supuesto, de la primera dama.

         El presidente ha mejorado mucho la forma en que se viste. Ya no repite trajes ni corbatas, mientras que sus guayaberas son mucho más finas que antes, pero siempre me da la impresión de que los sacos le quedan un poco grandes y que sí, a veces, trae los zapatos sin bolear. Quizá está demasiado ocupado en otras cosas y no le gusta pedir a alguien más que los bolee para él.

         En un país en el que muchos políticos llenan los restaurantes de lujo y piden los platillos y los vinos más caros, y en el que adquieren residencias en los barrios más exclusivos o en Houston, López Obrador siempre me ha parecido un hombre moderado en sus gustos y adquisiciones. En ese sentido es una bocanada de aire fresco.

         Es muy claro que López Obrador, a quien he entrevistado desde los tiempos del “cerco informativo”, y yo pensamos de formas muy distintas. Yo soy un liberal en el sentido clásico de la palabra. Creo en “la libertad y la tolerancia en la vida de una sociedad” y suscribo la “doctrina política que postula la libertad individual y social en lo político y la iniciativa privada en lo económico y cultural, limitando en estos terrenos la intervención del Estado y de los poderes públicos”. Son las definiciones del Diccionario de la Real Academia Española. El presidente se dice liberal, pero es más bien estatista, ya que defiende la intervención del Estado en la economía, y conservador, pues considera que el liberalismo ha promovido la desintegración de las familias y que el Estado debe promover una constitución moral para la sociedad.

         Pero López Obrador fue electo presidente en un proceso democrático y le toca, por lo tanto, impulsar un programa político y económico que refleja el sentir de los mexicanos, que como los ciudadanos de tantos otros países del mundo se han mostrado cansados de las políticas liberales. Mucho me gustaría que López Obrador entendiera que ha sido electo presidente de todos los mexicanos, y no de un grupo político en particular, pero es su prerrogativa gobernar como él quiere y la de un periodista de opinión expresar sus puntos de vista con libertad.

         Durante mucho tiempo sufrí presiones en los medios en que trabajo para justificar las entrevistas que le hacía a López Obrador. Hoy él ya no me concede entrevistas y quizá lo entiendo, no es el primer político que reacciona así al llegar al poder. Pero al contrario de lo que muchos suponen, le deseo el mejor de los éxitos. No coincido con muchas de sus políticas, pero el trabajo de un periodista de opinión es cuestionar lo que considera como errores en las estrategias públicas.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Por fin, después de tanto estira y afloja, y a pesar de tantos desaguisados, marchas, protestas y hartas declaraciones en contra del programa de fertilizante que ahora maneja el gobierno federal; por fin, decíamos, vinieron a Guerrero tanto el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, como el responsable del programa, Jorge Gage Francois, para reunirse con el gobernador y los 81 presidentes municipales de Guerrero, para revisar junto con estos los nudos gordianos del plan de distribución del insumo.

En pocas palabras, ambos funcionarios federales terminaron por reconocer que falló la logística, la coordinación, el abasto y en general todo lo relativo al programa.

Por ejemplo, Villalobos reconoció que no se tiene un padrón como tal, porque en efecto nunca lo construyeron; sólo hay listados que nadie quiere dar a conocer, que no se han transparentado, y que los manejan con celo los servidores de la nación, quienes ante los reclamos le echan la bolita a los de la Sader o a los de la empresa Segalmex, la comercializadora del fertilizante.

Villalobos Arámbula dijo que el padrón real del fertilizante comenzará a construirse en cuanto cierre la fase 2019, y estará vigente para 2020. Es decir, que en esta fase se aventaron como El Borras, aunque tuvieron suficiente tiempo para construir un padrón real y confiable.

También es cierto que hubo un grave intervencionismo de gobiernos y partidos, así como de organizaciones de productores con vocación política, que obligaron al gobierno federal a frenar la creación de un padrón real, y al contrario, pidieron que se abrieran las ventanillas para todos, que se ampliara además el tiempo de entrega de documentos, y que se le diera fertilizante aún a aquellos que no podían acreditar la posesión de las parcelas, argumentando que muchos rentan los predios.

Afortunadamente ya hubo este acercamiento y el secretario pidió ayuda del gobierno estatal y los gobiernos municipales –como desde un inicio debió hacerlo-, para conseguir la meta de distribuir todo el fertilizante que falta al 15 de julio.

En parte, Villalobos Arámbula tiene razón: se necesita resolver el problema, no prolongarlo ni mucho menos echarle más leña al fuego. Y sin duda, con una efectiva coordinación, en la que se involucren los ayuntamientos, todo será más rápido.

Pero hay una pequeñísima observación: ¿Quién les dirá a los servidores de la nación que se dejen ayudar? Y es que si no lo saben –o se hacen-, en ellos precisamente se atoró el programa, porque ni siquiera a los empleados de los CADER les entregaron los listados, mucho menos a los alcaldes o a los directores de Desarrollo Rural.

Tampoco permiten ningún tipo de diálogo con nadie. Incluso en algunos municipios exigieron que la policía municipal dejara de cuidar las bodegas, y hay reclamos a lo largo y ancho de la geografía estatal en el sentido de que les recortaron la dotación, mientras que a otros se las aumentaron, pero sobre todo que les están dando fertilizante a campesinos fake, falsos, gente que más bien trabajó como promotores en la campaña de candidatos de Morena en 2018.

Lo cierto es que los servidores trabajan para el delegado de programas de Bienestar en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, a través de las delegaciones regionales, y están siguiendo la instrucción de acaparar el programa. ¿Por qué razón? La respuesta es obvia. Los servidores se están convirtiendo en un ejército electoral, como en su momento lo fue la estructura del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, con el cual éste logró quitarle todo su poder a los grupos de poder del PRI, creando precisamente una estructura paralela, que sólo le rendía cuentas a él.

Recordemos que Pronasol se dedicó a hacer obras en pueblos y comunidades, pero también manejaba otros programas de desarrollo social.

De este programa se crearon después los fondos de inversión para obras sociales en estados y municipios, que ya en tiempos de Fox fueron descentralizados.

Y si el cálculo no nos falla, los servidores de la nación van por este mismo camino y en pos del mismo objetivo. Perdón por la comparación, pero ya se les conoce como “los perros bravos de la nación”, por aquello que hasta los de casa muerden.

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