Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Empresarios de Acapulco apuestan al C-5

Para Nere Rumbo:

Feliz cumpleaños amiga

“Los tiempos de los gobiernos son muy cortos y los de la delincuencia largos y azarosos”: Álvaro Uribe Vélez.

Es cierto, mis estimados, que los destinos del estado de Guerrero alcanzaron el fin de semana hasta 90 por ciento de ocupación hotelera; sin embargo, continúan los problemas pues en las carreteras no de la inseguridad y por falta de mantenimiento las vías son inseguras, hay mucha arena suelta y no hay señalamientos. Es bueno que le den mantenimientos a la carretera, eso es genial; no obstante, mi lamento es que no ponen letreros en la vía avisando que hay tramos en reparación y que hay arena suelta, para que los automovilistas disminuyan la velocidad. Estos letreros deben colocarlos a varios metros de distancia de la zona de trabajo, informando a los automovilistas, pues por la mañana no se ve nada y me tocó un tremendo aguacero. Es muy peligroso manejar en esos tramos con lluvia y a alta velocidad. El tramo más peligroso es el de las curvas de Papanoa, es largo el tramo y muy peligroso, hay mucha arena suelta. El otro tramo es de Miguelito hasta casi la entrada de Los Achotes, hay mucha arena suelta y también ahí hay lugares donde el agua se encharca y vuelve el tramo de la vía en un verdadero peligro para los automovilistas, más para los turistas que no conocen la carretera y que la mera verdad corren a altas velocidades.

¿Y saben qué es más lamentable, mis estimados? Que los pobladores llenaron de topes la carretera; en cada poblado a cada diez pasos hay un tope que parece barda; incluso, a la ampliación de la nueva carretera le están colocando topes. ¡Increíble! Por piedad, no permitan semejante grosería. ¡Uuuufff!y al menos saqué mi frustración y coraje, pues un camión de doble rodada aventó una piedra y dio en el parabrisas del automóvil que conducía su servidora y lo estrelló; por eso me enojé más de la cuanta, pues son carísimos.

Sin embargo, esta queja es con la intención de que las autoridades correspondientes, CAPUFE o la Secretaría de Comunicaciones y Trasportes (SCT), tomen cartas en este asunto y coloquen anuncios no sólo de las obras en proceso, sino también de los tramos peligrosos. Y que también regulen el asunto de los topes, pues además de que son muchos, pues se deja al arbitrio de los vecinos, no reúnen las características de los verdaderos reductores de velocidad, sino que son bardas que ponen en riesgo la vida de los automovilistas. Un tope debe ser bajo y ancho, de modo que si alguien lo atraviesa sin ver, no le sirva de catapulta, sino que logre pasarlo. Además debe estar debidamente anunciado y pintado de amarillo, para que los choferes vean de lejos esas bardas y no dañen la suspensión a sus carros o, lo que es peor, que se vuelquen.

Digo, actúen antes de que sucedan accidentes lamentables y pérdidas humanas.

Seguimos con la entrega, mis estimados. Les comento que los empresarios de las Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de Acapulco, continúan exigiendo seguridad a las autoridades; ellos aseguran que han buscado la forma de coadyuvar con las autoridades municipales en el tema de la inseguridad y violencia que azota al municipio de Acapulco, y que es tema que tiene a sus negocios al borde de la quiebra.

Empresarios, hoteleros, dueños de bares, discotequeros y restauranteros, perdieron clientela por los recientes sucesos en el Mr Bar de La Condesa, pues ya no van los clientes a sus negocios ante el temor de que ocurra otra balacera. Y lo más grave del asunto, es que los empresarios están siendo amenazados por extorsionadores; por eso en los hoteles, advierten al turismo del peligro que corren al salir muy noche del hotel. Hasta les dicen: “No vayan a ningún centro nocturno, no son seguros; si pueden evitar salir del hotel, evítenlo, aquí en las instalaciones pueden divertirse, ya que la inseguridad rebasó a las autoridades en el puerto”.

Y para acabarla de amolar, durante la madrugada del domingo en el fraccionamiento Club Deportivo, cerca de la Costera Miguel Alemán, dos turistas provenientes de la Ciudad de México fueron interceptados por supuestos ladrones que pretendían quietarles el auto. Los turistas se opusieron al asalto y los malhechores los golpearon varias veces con las cachas de la pistola en la cabeza, hasta dejarlos inconscientes. ¡Caray! ¿No entienden los vacacionistas que no salgan de noche, menos de madrugada y que anden deambulando en las calles? Ya no existe el acapulco de noche, se acabó, entiendan señores turistas.

Las advertencias sin duda son buenas; sin embargo, también dañan la economía de los empresarios de esos giros, y por eso la preocupación de quienes piden la construcción inmediata del C-5 en Acapulco para prevenir y resolver los delitos en el puerto.

Planean los empresarios colocar cámaras en sus negocios y que los aparatos puedan conectarse al C-5. De esa manera, anhelan proteger de balaceras sus negocios.

La propuesta del presidente de esa asociación es para el empresario que desee tomarla, es decisión de cada empresario si acepta la medida propuesta por la Cámara Nacional de Comercio, o no la aceptan.

La neta, señores empresarios, no creo que esa sea la solución para sus negocios; más bien, es arma de doble filo. Lo digo por la contaminación que hay en todas las instituciones de gobierno. Hace muchos años que no hay confianza en ninguna de ellas y los perversos, cuando quieren hacer perversidades, les valen un comino los C-5, o cualquier elemento de seguridad que sea. Para las fechorías son invisibles los muchachos, nadie logra verlos, aunque haya cámaras.

Lo cierto, mis estimados, es que en el puerto de Acapulco no cesa la violencia; inclusive, le comentó que la asociación civil Construyendo Ciudadanía, tiene como vocero a Isaías Arellano Maldonado; este dirigente es el ex director de Reglamentos y Espectáculos del Municipio de Acapulco, que despidió la alcaldesa Adela Román Ocampo, tras el ataque armado al Mr Bar, y que dejó cinco muertos y seis heridos. Entonces la presidenta despidió al funcionario por no reglamentar el bar, que según debió cerrar a las 4 de la mañana; sin embargo, el ataque ocurrió las 7:30 de la mañana. Entonces acusan que el bar debió ser clausurado antes del ataque, pero no fue así y pagó los platos rotos el funcionario, lo mandó la presidenta a freír espárragos. Esto molestó tanto al funcionario, que ahora sale a las calles a exhibir el desgobierno de la alcaldesa Adela Román, a la que exige se responsabilice por la grave crisis de inseguridad que vive el puerto. Y le pide que no desvíe la atención del problema culpando a otras áreas a las que no les compete ese rubro. Se le fueron encima a la alcaldesa por el despido del director de Reglamentos; sin embargo, tiene razón la presidenta, el director debió clausurar el bar si estaba violando la ley.

Aunque se paren de cabeza, Arellano Maldonado debió evitar esa tragedia, clausurando el Bar.

Es cierto que los encargados de la seguridad del puerto tienen parte de culpa, pero como dicen los empresarios, todos debemos coadyuvar para que llegue la calma al destino de playa. Pero en Acapulco están contra la alcaldesa, ninguno le ayuda, ni sus propios funcionarios, todos la quieren pero fuera del ayuntamiento.

Ahora está más crítico el asunto, pues se dice en los corrillos del puerto, que la presidenta acapulqueña, Adela Román, será la candidata a gobernadora por Morena, para las elecciones de 2021. Y ese tema trae alterados a los políticos. Algunos por poco se infartan de la congoja. Por eso no hallan qué tanto decir de la presidenta porteña.

Pero para lo que le hace a la alcaldesa, ella tiene la vara alta con el presidente Andrés Manuel López Obrador y hasta con el gobernador Héctor Astudillo Flores tiene buena relación. Qué le importa que los políticos de su municipio le den puñaladas traperas.

Los integrantes de la asociación civil de Isaías Arellano, revelaron temas de inseguridad que no son de hace un mes. Por ejemplo, las matazones, extorsiones y secuestros en el puerto tienen más de 10 años, concretamente desde tiempos de Zeferino Torreblanca, cuando el puerto era gobernado por Félix Salgado Macedonio, ahora senador por Morena.

El mismo ex director de Reglamentos, quien tenía casi siete meses en el cargo, se hizo de la vista gorda y mientras fue funcionario municipal no se dio tiempo para ver la tragedia que vive el puerto. Hasta que lo corrieron del cargo se dio cuenta de la inseguridad y violencia que azota al destino de playa acapulqueño. Bien dice el dicho, que pelándose las comadres, salen a la luz las verdades. Son sinvergüenzadas. ¡Feliz semana, mis estimados!      

Editorial

Mercados de energía

         En Texas los productores no pueden ya siquiera regalar el gas natural. Los precios en el Waha Hub, el centro de distribución del condado de Pecos, han sido negativos desde el 22 de marzo. Este 3 de abril se registró un precio de -3.38 dólares por millón de BTUs (British termal units, Oilprice.com); en otras palabras, los productores tienen que pagar a los dueños de los gasoductos para llevarse el gas. Esta es la cotización más baja desde que se tienen registros.

         El Waha Hub ha arrastrado otros precios de gas en Estados Unidos. El 1 de abril la cotización del Henry Hub de Louisiana estaba en 2.74 dólares (eia.gov). En cambio, Rusia vendió gas a Europa a un promedio de 6.01 dólares en febrero (Index Mundi).

         Lo que ocurre en el Waha Hub es producto en parte de un problema temporal de mantenimiento de un gasoducto y de planes de reparación de otro. Más de fondo es el hecho que la producción de petróleo y gas natural de la cuenca Pérmica del oeste de Texas y Nuevo México ha aumentado 120 por ciento desde 2016. El uso del fracking, o fractura hidráulica, ha impulsado este auge.

         Los precios bajos de Norteamérica nos benefician. Nuestro país ha venido realizando una transformación de su sistema de generación de electricidad al poner en operación nuevas plantas de ciclo combinado de gas que producen energía de manera más eficiente, limpia y barata.

         Un especialista mexicano me comenta, sin embargo, que en este nuevo gobierno, en lugar de acelerar la construcción de ductos, “los tienen parados y deciden utilizar combustóleo y carbón, cuyo costo está entre 10 y 12 dólares por unidad equivalente. Y luego nos preguntamos por qué somos un país pobre”.

         Los mercados de energía se mueven con gran rapidez. Tomar decisiones ideológicas y mantenerlas durante décadas, como se hizo en los tiempos del viejo PRI, ya no funciona. México hizo el cambio a las plantas de gas en un momento adecuado y esto ha redituado en un ambiente más limpio y en menores costos de generación.

         El problema es que la Cuarta Transformación quiere borrar todo lo que se hizo en el “período neoliberal”. Varios ductos están detenidos por grupos políticos, en algunos casos cercanos a Morena. Esto tiene un costo enorme para la Comisión Federal de Electricidad o para las empresas constructoras y operadoras. La decisión de reactivar las viejas plantas de la CFE de carbón o combustóleo implica no solo un aumento en los costos sino una agresión enorme al ambiente.

         Ayer el presidente afirmó que estaba “muy contento” de que el Senado no hubiese aprobado a los candidatos a la Comisión Reguladora de Energía. El rechazo era de esperarse, después de que López Obrador envió los mismos nombres rechazados la primera vez. El mandatario dijo que esto es señal de que México vive por primera vez una verdadera democracia.

         La verdad, sin embargo, es que el rechazo del Senado le permitió nombrar directamente a los cuatro nuevos comisionados, incluyendo a José Alberto Celestino, de 90 años de edad, a quien él considera el mejor “refinero” de México. El presidente ha logrado así el objetivo de imponer un control absoluto sobre la CRE sin necesidad de eliminarla. Los nuevos comisionados ya no serán un contrapeso para las decisiones del ejecutivo y de la CFE. Su función será acatar las instrucciones de Palacio Nacional, en un momento en que el cambiante mercado de energía necesita más inteligencia y flexibilidad que nunca.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Una muy pobre autocrítica vemos en los aspirantes a dirigir el PRI, salvo la opción de volver al pasado, saboreando las glorias del poder perdido, que es tan inmediato pero a la vez tan lejano, que la añoranza es más un desaliento que un acicate. Pero obviamente en política nada está escrito, y el poder se reconquista paso a paso, aprovechando errores del adversario, provocándole otros, quitándole gente, y así hasta minarlo como sucedió con el PAN.

Los priístas ya vivieron este proceso en el año 2000, cuando perdieron la Presidencia de la República con Vicente Fox, una vez que el país en su mayoría optó por un gobierno de derecha.

Al margen de si a México le salió más caro el caldo que las albóndigas con los panistas, y aunque debemos de reconocer que la terrible corrupción a gran escala que padecemos se la debemos a los blanquiazules, lo que importa es determinar cuánto le tomó al PRI volver al poder. Solamente tuvo que esperar 2 sexenios (12 años) para recuperarse de su caída, que aunque no fue tan espectacular como la que sufrió en 2018, tampoco significa que no pueda hacerlo de nuevo.

Los que piensan que el PRI está acabado, debieran de pensarlo dos veces. El dinosaurio siempre nos sorprenderá.

Alejandro Moreno, Alito, gobernador con licencia de Campeche, estuvo en Guerrero en el marco de su campaña por la dirigencia del tricolor a escala nacional, cargo que se disputa con dos mujeres, pero sobre todo con la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, misma que representa –además de sus propios intereses-, los del ala dura del partido, que aunque enarbola la bandera de la democracia, dista mucho de serlo.

Comandados por el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, el ala opositora del priísmo nacional tiene muy poco que ofrecer, que no sea más de lo mismo. Es la vuelta al PRI dinosáurico, mientras que Alito encarna la esperanza de volver al PRI de los mirreyes y de los “Golden boys”, que resultaron más cañones que bonitos, pues a diferencia de sus antecesores, ya nacieron en pañales de seda, sus carreras políticas fueron meteóricas y por recomendación, y representan a la política inescrupulosa.

Con estas dos opciones enfrente, el priísmo nacional –y lo mismo sucede en los estados-, no tiene mucho que hacer y tampoco mucho que decir.

A sabiendas de que la vida interna de su partido se decide desde las cúpulas nacionales, que se mueven como espectros, fantasmas, entes invisibles, los priístas guerrerenses ven, oyen y callan. ¿Qué más se puede hacer ante una realidad tan descarada? No mucho. Por eso el PRI en Guerrero se abstiene de meterse a este juego y más bien prepara su propio escenario.

Recordemos que el priísmo nacional estaba entusiasmado con la elección interna, porque por primera vez sería abierta a las bases, y organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE). Pero “aiga sido como aiga sido”, de última hora se determinó que el partido mismo organizaría el proceso, lo cual impide que se tenga la certeza e imparcialidad necesaria.

En el camino, de hecho, se salió el ex rector de la UNAM y ex secretario de Salud, Jorge Narro, por considerar que el PRI iba al despeñadero. Expuso que los grupos de poder al interior del partido maniobraron para evitar una verdadera renovación, que le permitiera al tricolor transformarse. Por ende, la elección de Alito será sólo un trámite, aplicando la máxima de cambiar para seguir igual.

La transformación del PRI será una mera simulación, aunque Alito diga que será real.

También prometió que el priísmo retendrá la gubernatura de Guerrero. Puede ser que así sea, pero no será por él, ni por nadie del ámbito nacional. Será por las circunstancias mismas de  la entidad, y porque –como decíamos-, los tricolores no se entretienen, están trabajando a todo vapor para que Héctor Astudillo le entregue la estafeta a uno de los suyos. Siendo el priísta que recuperó Guerrero, el gobernador no querría ser también el último de esta nueva era del tricolor. ¿Cierto?

Editorial…

Mentira reaccionaria

         Una de las frases favoritas del presidente es: “No miento, no robo, no traiciono”. En el áspero intercambio con Jorge Ramos en la mañanera del 12 de abril recalcó: “No me gusta decir mentiras”. El 8 de abril afirmó, en una paráfrasis del Che Guevara: “La mentira es reaccionaria y es del demonio. La verdad es revolucionaria y es cristiana”.

         La verdad, sin embargo, es otra. Tal vez algunas de las mentiras del presidente son inadvertidas, producto de la repetición de respuestas convencionales en prolongadas conferencias de prensa todos los días, pero otras parecen producto de cálculos políticos.

         Cuando Ramos lo cuestionó sobre la violencia, el presidente respondió: “Hemos controlado la situación, según nuestros datos”. El periodista insistió: “Las cifras indican que sigue aumentando el número de asesinatos, 8,524 en los tres meses primeros”, a lo que el mandatario reviró: “No han aumentado. Yo tengo otra información”. López Obrador procedió a mostrarle una gráfica de promedios diarios con 79 homicidios en diciembre, 75 en enero, 83 en febrero y 77 en marzo, pero reconoció que no tenía las cifras totales.

         La información que encuentro en el portal del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública es un poco distinta a la que cita Ramos, pero el resultado es un alza. De diciembre de 2018 a febrero de 2019, los tres primeros meses del gobierno, se registraron 7,299 homicidios dolosos. En el período correspondiente de un año antes, diciembre de 2017 a febrero de 2018, fueron 6,456. El aumento es muy alto, de 13 por ciento.

         Si se contrastan las cifras de los tres primeros meses de López Obrador no con las del año anterior sino con los tres meses previos, septiembre a noviembre de 2018, cuando hubo 7,346 homicidios dolosos, podría decirse que la violencia se ha contenido, pero no es la forma en que tradicionalmente se comparan estos datos. Ahora bien, todos sabemos que la violencia no puede acabarse de un día para otro.

         El presidente miente, por otra parte, cuando arremete, como lo hace casi todos los días, contra Reforma (aclaro interés: soy colaborador). Este 12 de abril repitió su aserto de que el periódico “protegió a Salinas, [.] protegió a Zedillo y a todos, incluso tengo pruebas de que ayudó a legitimar el fraude electoral del 2006 y apoyó mi desafuero”. La verdad es que el caudal de cobertura crítica a Salinas y Zedillo está disponible para quien quiera revisarlo. Las posiciones expresadas sobre la elección del 2006 y el desafuero fueron muy diversas y están también registradas.

“Ellos no dijeron nada -insistió el presidente– cuando un gobierno de derecha, conservador, expulsó a José Gutiérrez Vivó, lo desterró, o lo que pasó en el sexenio pasado con Carmen Aristegui”. Una vez más la información es incorrecta. Reforma le dio una cobertura puntual al conflicto de Gutiérrez Vivó con Radio Centro (empresa con la que también colaboro). Aristegui no solo es colaboradora del periódico, y de Radio Centro, sino que su sitio AristeguiNoticias tuvo un respaldo decidido del Reforma.

Creo que López Obrador es un hombre honesto y bien intencionado, pero debe ser más cuidadoso con la verdad. Algunas de sus medidas son correctas, otras objetables; en el campo de la violencia, en el que apenas está conjuntando su estrategia con la Guardia Nacional, los resultados todavía no se ven. Esa es la verdad hasta el momento.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los diputados federales avalaron este jueves en lo general, la Ley Nacional de Extinción de Dominio, con la oposición del PRD. Resulta increíble que México no contara con una ley de esta naturaleza que le impidió durante decenios confiscar sin más trámites los bienes que son resultado de actos delictivos. De ahí que, por ejemplo, cuando Estados Unidos pedía la extradición de algún delincuente, también se tomaba la libertad de incautar sus bienes, como lo pretende hacer con la fortuna de Joaquín Guzmán Lorea.

Desafortunadamente, nuestro país no tenía un instrumento legal de esta talla, para confiscar los bienes de los jefes de los grupos delincuenciales, así como tampoco los de funcionarios públicos y gobernantes cuya riqueza proviene de actos de corrupción, saqueos y malversación de fondos.

A diferencia de países como España y los Estados Unidos, el gobierno mexicano se metía en vericuetos a la hora de hacer confiscaciones, y el resultado es muy pobre hasta ahora. Si revisamos el caso de Guzmán Loera, por ejemplo, es irrisorio el número de propiedades, bienes muebles, y efectivo que le han quitado. Su fortuna prácticamente está intacta.

Con ésta nueva legislación, citó el diputado federal Rubén Cayetano García, “la autoridad podrá retener y enajenar bienes provenientes de actos delictivos, para fines de políticas públicas para, por ejemplo, disminuir la pobreza como ocurrió recientemente con la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de otorgar a municipios pobres de Guerrero, Cochoapa el Grande y Metlatonoc, de la Montaña de su Estado”.

Ayer, con críticas de la bancada del PRD, en el sentido de que esta ley se prestará para arrebatar los bienes de gente inocente, los diputados federales aprobaron la legislación mencionada en lo general, y pasará a una revisión artículo por artículo.

Votaron a favor Morena, PRI, PAN, PT, PES, MC y Verde Ecologista, pero no se consiguió el voto del partido amarillo, sí como un voto en contra del PES y una abstención de parte de este mismo partido.

Hay reservas y abstenciones, claro, pero estas se van a discutir en lo particular, lo cual debieron hacer también los perredistas, pero no votar en contra.

Concretamente, la ley habla de bienes que son susceptibles de ser confiscados, y señala que son todos aquellos bienes muebles e inmuebles, así como en moneda corriente y extranjera, que sean producto o instrumento de un hecho ilícito, o que estén destinados para usarse en delitos.

Para los perredistas, esto último es una presunción, y de ahí su voto en contra. Aquí entrarían, por ejemplo, las casas que son rentadas a delincuentes para usarse como mazmorras a donde llevan a la gente secuestrada, o que usan como sus fortines. Con la citada ley, estos bienes aunque estén en calidad de arrendamiento, serán susceptibles de ser enajenados por el Estado, venderse y reintegrarse al pueblo en obras y programas sociales.

¿Qué es la extinción de dominio? Es la pérdida de derechos que tiene una persona en relación a bienes de todo tipo. Si estos bienes son usados para actividades ilícitas, automáticamente la persona pierde el derecho sobre ellos y pasan al poder del Estado.

Esto ya lo viene haciendo, de hecho, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y lo intentó hacer el gobierno de Felipe Calderón, pero sólo en el caso del dinero decomisado al chino Zhenli Ye Gong, que presuntamente se usó en la construcción de clínicas de rehabilitación para adictos.

Pero se trata de hechos aislados y lo que se necesita es que sea una norma. Un juez en España se mostró sorprendido porque México no tiene una vía rápida para incautar bienes. Allá, dijo, se investiga, se detiene a la persona, se somete a juicio, automáticamente quedan incautadas sus propiedades y cuentas bancarias, y una vez que se le comprueba su responsabilidad, va a prisión y sus bienes pasan a ser propiedad del Estado (que no del gobierno, ojo).

La ley que se analiza en la Cámara de Diputados le da al presidente de la República la facultad de decidir el fin de los bienes incautados, pero definitivamente deberán ser para programas sociales, servicios públicos y otras políticas prioritarias.

Editorial

Culpas y disculpas

         Lo relevante no es saber si habrá disculpas sobre la conquista de México, sino quién las pedirá y quién las ofrecerá. Los españoles que se quedaron en España, ninguna responsabilidad tienen sobre lo sucedido aquí hace 500 años. Fueron españoles que vinieron a México y permanecieron entre nosotros los que realizaron la conquista y, en todo caso, los que cometieron atrocidades.

         “Que se disculpe él, que tiene apellidos españoles”, respondió el escritor español Arturo Pérez-Reverte al presidente Andrés Manuel López Obrador después de que este exigió disculpas al gobierno de España por los abusos de la conquista. No le falta razón. Los conquistadores, con muy pocas excepciones, aunque Cortés fue una de ellas, no regresaron a España sino que permanecieron en estas tierras y aquí fundaron familias que se multiplicaron. Sus descendientes están mezclados en ese 93 por ciento mestizo de la población de México. La disculpa habría que pedirla, si acaso, a estos millones de mexicanos.

         No olvidemos, por otra parte, que la mayor parte del ejército comandado por Hernán Cortés estaba compuesto de indígenas, muchos de ellos tlaxcaltecas, cansados del yugo sangriento de los mexicas. ¿Deberá hoy la jefa de gobierno de la Ciudad de México exigir una disculpa al actual gobernador de Tlaxcala por el apoyo a los conquistadores? ¿O deberá el gobernador de Tlaxcala demandar una disculpa al gobierno capitalino por las guerras que los mexicas realizaban para capturar tlaxcaltecas y sacrificarlos a los dioses.

         El juego de las culpas y las disculpas puede volverse incómodo para todos. López Obrador exige disculpas al Vaticano, pero no por las labores que realizaron en México los evangelizadores o los religiosos como fray Bartolomé de Las Casas, ya que el propio presidente ha confesado su fe cristiana (una fe, por cierto, impuesta por los conquistadores), sino por la excomunión de dos líderes de la guerra de independencia, Miguel Hidalgo y José María Morelos, dos siglos después. Pero ¿habrá que pedir disculpas a los descendientes de Hidalgo por las matanzas de peninsulares y criollos civiles en la Alhóndiga de Granaditas o en Guadalajara?

         La historia hay que entenderla más que juzgarla. Cuando Hernán Cortés llega a tierras mexicanas en 1519, lo común en cada encuentro de naciones o civilizaciones era la conquista. Así lo hicieron los griegos y los romanos con sus vecinos, pero también los árabes en España, hasta que la reconquista los expulsó de una tierra que después de ocho siglos ya era suya. Lo mismo hicieron los mexicas que desde su capital, Tenochtitlan, avasallaron a todos los pueblos vecinos.

         Los españoles conquistaron Mesoamérica, pero al contrario de los ingleses y los escoceses en las colonias de Norteamérica no aniquilaron a la población local, sino que se asentaron en su seno y construyeron una nueva nación a través del mestizaje. La unión de Cortés y Malintzin es el símbolo del surgimiento de la verdadera nación mexicana, la cual no es ni indígena ni española sino mestiza. Tiene razón el gobierno de España cuando señala: “Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres con una herencia común y una proyección extraordinaria.”

Es la comprensión de esta historia, y no la búsqueda de disculpas donde no hay culpas, lo que debemos buscar en estos momentos

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los mexicanos no estamos enterados de los asuntos económico-financieros. Ignoramos mucho de esta materia, y por eso cuando vienen y nos dicen que el Producto Interno Bruto del país crecerá menos de 1 por ciento este año, nos apanicamos y pensamos que estamos al borde de una recesión.

De hecho, esta palabra “recesión”, está siendo usada muy recurrentemente por los analistas políticos, y están logrando el objetivo que se plantearon, de provocar pánico entre la población.

Y eso es precisamente lo que quieren, sin ver aspectos como que el peso está fuerte, se tienen inversiones sin precedentes en muchas áreas, como el sector energético que estaba abandonado a propósito, y sobre todo se está combatiendo la corrupción de alto nivel que caracterizó a los gobiernos anteriores.

Sí, la Bolsa Mexicana de Valores está teniendo una mala racha, pero eso es en cuanto al mercado bursátil, el mercado de los capitales, algo que yo llamo el terreno de los apostadores de la economía, los que medran con un mundo económico ficticio, jugando con acciones, pagarés, deudas, etcétera.

¿Por qué decimos que el Producto Interno Bruto de una nación, no significa realmente desarrollo? El presidente lo dijo, al responderle al Fondo Monetario Internacional, que junto con otros organismos calificadores están colocando a México como un foco rojo: “No es lo mismo desarrollo que crecimiento”.

Y tiene razón. Los conceptos de desarrollo son muy distintos a los de crecimiento. Por ejemplo, arrasar un bosque que se traduce en madera para comerciar se llama “crecimiento”, pero sin importar la ruina que esa actividad dejó a su paso, lo cual anula el desarrollo de las personas.

Explotar una mina, sacar toneladas de oro para exportación, al grado de que el país se coloque como el productor número uno de ciertos metales preciosos, es “crecimiento”. Pero no se toma en cuenta que el agua fue contaminada, los bosques devastados, y que la gente que vive alrededor de estos dichos centros de explotación minera queda empobrecida, sin empleos y enferma de muerte.

Como podemos ver, no es lo mismo crecimiento que desarrollo. Y en este punto tiene razón el presidente, que ha dicho que su gobierno buscará el desarrollo sustentable, aunque el nivel de crecimiento sea lento, sobre todo para los capitales extranjeros, que sólo vienen a medrar, explotar, saquear y llevarse la riqueza nacional a sus países de origen.

¿Estamos comprendiendo?

Leamos algo que dijo planteó el líder de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Comparmex): “Está muy claro que el gobierno de AMLO lleva al país por el camino del fracaso y de mayor pobreza para toda la gente”, y advierte que el PIB de México podría crecer sólo el 0.5% en 2019.

“Si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no toma las decisiones importantes, sobre todo en materia energética, que generen certidumbre jurídica a los inversionistas, el crecimiento económico de México podría ubicarse entre 0.50 y 0.75% al finalizar el 2019, alertó Gustavo de Hoyos.

“Las decisiones de esta administración han generado inseguridad jurídica y falta de crecimiento económico, en la antesala de una recesión”, afirmó.

¿Qué tal? Aquí está lo que les platico: están tratando por todos los medios frenar el rescate de Pemex, que debe hacerse a toda costa, para abatir la súper dependencia energética que tenemos del exterior. Pero sobre todo conviene desmentirlos, porque nos están asustando con eso del petate del muerto. El PIB no sirve para evaluar el desarrollo de una nación.

El PIB tiene límites claros, cuando se trata de evaluar el bienestar. El bienestar depende de factores como salud, educación, lazos y relaciones sociales, calidad del medio ambiente y seguridad. Hay que medir todo esto, no porque lo pida AMLO, sino para saber mejor cómo somos y a dónde vamos.

Y para que estemos tranquilos, sepa usted amable lector, que el mismo Simon Kuznets, inventor del indicador del PIB y ganador del Premio Nobel de Economía 1971, dijo que “es muy difícil deducir el bienestar de una nación a partir de su PIB per cápita”, porque “hay que tener en cuenta las diferencias entre cantidad y calidad del crecimiento”.

Pero pese a que el inventor del PIB advirtió que la prosperidad no debía equipararse con el crecimiento del PIB per cápita, los economistas y políticos han seguido utilizando esta medición para tratar de convencernos de que las cosas van bien cuando evidentemente van mal. No es sólo ver cuánto tenemos, sino cómo lo obtuvimos, y en qué lo estamos gastando.

Hay otros indicadores que México puede adoptar, como el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que sintetiza en un solo número el progreso humano, al combinar información sobre la salud, la educación y los ingresos de las personas. De acuerdo con el IDH, México ocupa el lugar 74 de entre 189 países. Podría también desarrollar una versión mexicana del Índice Nacional de Felicidad Bruta (INFB), que desde hace años utiliza Bután y que es un índice de un solo número, desarrollado a partir de los 33 indicadores categorizados bajo nueve rubros: 1. Bienestar psicológico; 2. Educación para la salud; 3. Uso del tiempo; 4. Diversidad y resiliencia cultural; 5. Buen gobierno; 6. Vitalidad de la comunidad; 8. Diversidad y resiliencia ecológicas; 9. Estándares de vida.

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