Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

El turismo aumentó 3.8 por ciento respecto al verano pasado

“El racismo es la mayor amenaza para el hombre, lo máximo del odio por el mínimo de razón”: Abraham J. Heschel.

Las masacres en Estados Unidos, mis estimados, pusieron al descubierto lo vulnerable que a los problemas el país más poderoso del mundo. Aunque el gobierno estadunidense lo niegue, les repitieron la subversión sus acérrimos enemigos; y aunque ellos lo nieguen y traten de ocultarlo, los dos tiroteos fueron actos terroristas y de racismo también.

Sin embargo, lo que quiero subrayar con esta entrega, es que en México también estamos pagando facturas por el problema del racismo y discriminación, pues varios mexicanos, si no es que la mayoría, somos racistas y discriminatorios. Y más lo son los funcionarios gubernamentales; por eso no nos les conviene decir nada del tiroteo de los Estados Unidos, menos rasgarse las vestiduras y juzgar a la ligera, porque estamos igual o peor que los vecinos del Norte en ese tema del racismo.

Aunque lo nieguen los funcionarios mexicanos, son racistas y discriminatorios, y para muestras un botón: hace algunos meses el destino puso a prueba a los gobernantes mexicanos con el arribo de miles de migrantes centroamericanos a nuestro país, sin contar a los centenares de migrantes asesinados en su tránsito hacia Estados Unidos.

Vimos un cuadro deprimente hace algunos meses, cuando centenares de migrantes suplicaban ayuda y el gobierno se mantuvo ciego, sordo y mudo. Trataron mal a esas personas; todo por quedar bien con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. El gobierno mexicano no pasó la prueba del servicio al prójimo que tanto cacaraquean en los foros políticos.

Y esto apenas comienza. Lo malo es que los mexicanos seguiremos sufriendo por nuestros propios errores; por eso el país está teñido en sangre por el racismo y discriminación entre los propios connacionales.

Los mexicanos negamos que seamos racistas, pero sí lo somos. El país tiene problemas añejos de racismo y discriminación, que a pesar de los varios programas para erradicarlo no se ha logrado eliminar.

Y lean por qué se los digo: Según el Consejo Nacional para prevenir la discriminación (Conapred), seis de cada diez personas reconocen que se les insulta por el color de su piel, por su forma de hablar o por la región de donde proviene. Además, un 40 por ciento cree que es excluido de empleos, incluso de clínicas al solicitar un servicio, por su color de piel o por ser pobres.

El organismo indica que los más afectados son los pueblos indígenas que se encuentran también en las zonas de mayor pobreza en el país.

¿Y saben de dónde proviene tanto crimina? Precisamente de las regiones indígenas y serranas.

¿Y saben por qué se vuelven delincuentes esas personas?

 Porque son excluidos y rechazados de muchas cosas y también abandonados por los gobernantes.

 Ahí tienen una prueba, mis estimados, de cuan racistas y discriminatorios somos en México.

Y es en serio. Además, varios somos burlones y hasta del dolor ajeno nos burlamos; pero no olviden que estamos todos en la tabla del jabonero, donde el que no cae, resbala.

Por favor, no se esponjen, no es nada personal, pero si a alguien le viene el saco, pues pónganselo, tal vez es de su medida.

En estos tiempos críticos no es bueno juzgar a la ligera a ninguno y menos señalar con el dedo a las personas de lo que sucede en nuestro municipio, estado o país. No tienen buen fin las calumnias. Mejor que cada cual se haga responsable de la parte que le corresponde como ciudadano, porque todos somos responsables de la casa que tenemos y somos también responsables de la tierra que pisamos. Por eso en este espacio les he dicho que todos somos responsables de cuidar el puerto turístico, y cuando digo “todos”, entramos parejos al costal.

Ser responsable es ser solidario y disciplinado. Insisto: de este puerto comemos todos y lloraremos cuando acaben de matar a la gallina de los huevos de oro, porque con las fiestas que protagonizan bien rápido van finiquitar al destino de playa y nos cargará el payaso a todos, incluidos los creativos de las pachangas sin refresco ni dulce.

Aumenta turismo

Pese a todas las circunstancias negativas que hemos vivido en el estado de Guerrero, los puertos turísticos, sobre todo los del Triángulo del sol (Acapulco- Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco de Alarcón), son los preferidos del turismo nacional, al grado de que este verano aumentó el turismo  3.8 por ciento en relación al verano del año pasado.

Según datos de la Secretaria de Turismo estatal, a casi tres semanas que termine el periodo vacacional de verano, los índices de ocupación hotelera reflejan un importante crecimientos de 3.8 por ciento, con respecto al mismo periodo del 2018, en los tres destinos turísticos del estado de Guerrero.

Sin duda, esto es un aliciente para los guerrerenses, pues también se fortalece la economía local y en general de los guerrerenses, pues no sólo se beneficia el empresario hotelero, restaurantero y discotequero, sino que también son beneficiadas centenares de familias de los prestadores de servicios turísticos, esas personas que atienden a los turistas que nos visitan.

Entonces ya vieron que debemos cuidar a la gallina de los huevos de oro, al precio que sea.

Por cierto, la semana pasada una familia de turistas de al menos 15 personas provenientes de Querétaro, dieron una queja a este diario. Denunciaron que en Playa La Ropa, en un conocido restaurante los meseros los habían humillado. “Nos trataron mal, fueron agresivos y groseros, no son modos de decirnos que no podemos entrar a su restaurante con una hielera, discriminan al turismo, pensaron que no llevábamos dinero, por el simple hecho de llevar una hielera, donde llevamos leche y comida de los niños porque son pequeños y ellos no comen mariscos, pero estos señores fueron muy groseros con nosotros, no nos dejaron entrar. Muy mala onda porque dinero sí traemos, y todos somos familia; se supone que consumiríamos comida para todos y platillos fuertes, pero nos echaron como si fuéramos pordioseros. No queremos dañar a nadie, venimos con ustedes para que valoren si publican o no lo que decimos, pues eso daña al destino, porque nosotros no volveremos a Zihuatanejo. Nos vamos tristes porque han cambiado mucho este puerto, ya no vendremos aquí, nos vamos a otros destinos donde nos traten bien y valga nuestro dinero”.

¡Uuufff! En serio que esas palabras avergüenzan.  No la chiflen, señores, es poco el amor y ustedes desperdiciándolo en celos. ¿Qué les cuestas tratar bien al turista? El dinero de todos vale igual; incluso los dólares porque los tienen que convertir a pesos.

Traten bien al turismo, nada les cuesta explicarles por qué no deben entrar con hieleras a su negocio, pero no nieguen el servicio. ¡Caramba!

Siempre repetimos “cuidemos al turismo”, pero seguimos cometiendo los mismos errores temporada tras temporada. No olviden que la mejor promoción del destino es la que se hace de boca en boca. De plano somos testarudos. Ya estamos como el titular de la SECTUR, Miguel Torruco Marqués, quien sigue cantando como loro de abril que México y sus destinos de playa están en las grandes ligas en cuanto al arribo de turistas americanos, canadienses y europeos.

Para el funcionario federal, la derrama económica por actividades turísticas es extraordinaria. Lo cierto es que los destinos del caribe, Cancún y su Riviera Maya, reflejan cifras diferentes a las que presume Torruco Marqués.

En Guerrero, como les decía, al menos creció el turismo en 3.8 por ciento y esperamos seguir avanzando en materia turística en la entidad suriana. Y, claro, deseamos que Ixtapa-Zihuatanejo avance con el Nuevo Muelle que tentativamente estará listo en diciembre.      

Editorial

Gato por liebre

López Obrador prometió un gobierno de izquierda. Sus seguidores se dicen progresistas. Uno esperaría que quien ofrezca eso fortalecería al Estado, no lo vejaría; se rodearía de funcionarios públicos capaces, que garanticen que éste funcione; querría fortalecer programas sociales públicos, no eliminarlos; jamás les daría un mando militar a las funciones policiacas del Estado; protegería al medio ambiente, no revertiría el avance de energías renovables en aras de energéticos contaminantes; apoyaría con firmeza la función de agencias reguladoras que mantienen a empresas privadas fuera de prácticas oligopólicas que afectan más a quienes menos tienen; apoyaría el derecho de las mujeres a elegir sobre sus cuerpos; no se aliaría con el PES casi fascista.

Las acciones de López Obrador en sus primeros 100 días lo ubican lejos de un proyecto “de izquierda”, pero sigue gozando del apoyo inquebrantable de intelectuales y votantes “progresistas”.

López Obrador tiene una sola prioridad: hacerse de tanto poder, tan rápido como pueda. Tiene dos enemigos poderosos: su necedad y su ignorancia. Éstas se manifestaron a gritos en dos decisiones carentes de lógica económica y política. Primero, la cancelación del aeropuerto. Estimemos que el costo de esa decisión fue al menos de 270 mil millones de pesos. Eso excede en 40% al total asignado en el Presupuesto de Egresos de 2019 a los siete programas prioritarios de AMLO. Si en vez de cancelarlo hubiera continuado con la obra, manifestándose contrariado por el proyecto, enajenando los terrenos cuestionables que la rodean, auditando y levantando cargos contra casos de corrupción evidentes, habría ganado credibilidad, tiempo valioso y tendría muchos más recursos para su proyecto político.

Segundo, su insistencia en continuar la obra de la refinería de Dos Bocas, contradiciendo las razones expuestas por el subsecretario Arturo Herrera en su entrevista con el Financial Times; tenía sentido cancelar (o al menos posponer) la obra porque sabe que Rocío Nahle lo engañó. La refinería costará el doble de lo previsto y no estará lista este sexenio. Como dijo Cuauhtémoc Cárdenas, lo sensato sería utilizar sus escasos recursos para recuperar producción, apuntalándola con “farm-outs” a empresas privadas. Pero por terquedad tirará a la basura 15 mil millones de dólares, el doble del presupuesto de sus programas sociales, sólo para regalarles esa obra a los tabasqueños. Cree que puede presionar para que las condiciones originales prevalezcan, a pesar de que jamás tuvieron sentido. Su necedad romperá a Pemex, el eslabón más débil de su enclenque programa económico.

López Obrador no ve que fortalecerse a costa de debilitar al Estado hará su proyecto insostenible, y le pasará factura pronto. Sus Siervos de la Nación levantan un censo para él, no para Morena, con fines puramente electoreros, y financiados con recursos que son todo menos transparentes. Eso debería preocupar a quien crea que la democracia importa, como debería inquietar su tramposa “revocación de mandato”. Su confirmación de haber “presionado” a la Suprema Corte para interferir en un fallo debería importarle a quien le atañe la separación de poderes. Su uso de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda para atacar a sus críticos debería quitarle el sueño a quien crea que la libertad de expresión es vital para llamar a cuentas a quienes tienen el privilegio de un cargo público.

López Obrador no es de izquierda ni demócrata. Cree tener el derecho de amordazar a sus críticos. Habla contra la corrupción, pero sus dos caprichos costarán 555 mil millones de pesos (sin contar el Tren Maya), más que los 500 mil millones que dice costó la corrupción anualmente el sexenio pasado. Todo por necedad.

Entiendo el voto de castigo. Políticos y oligarcas impresentables nos dañaron. No entiendo el silencio cuando los reemplazamos con otros peores. No entiendo que gente inteligente siga apoyándolo y que los liberales no vean que les está dando gato por liebre.

Quienes decían que no podíamos estar peor, finalmente confirman que se podía.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

En abril de este año, el presidente de la República anunció la cancelación definitiva de las zonas económicas especiales, que había lanzado el ex presidente Enrique Peña Nieto en 7 puntos de la región Sur-Sureste del país, entre ellas la frontera de Michoacán y Guerrero, denominada Puerto Unión-Lázaro Cárdenas, zona en la que presumiblemente se desarrollarían proyectos de gran calado empresarial, nacionales e internacionales.

Es el caso que hasta ahora no sabemos qué avances se tienen en esta ZEE que trajo grandes esperanzas para Guerrero y para la Costa Grande en General, como ayer lo citó el diputado Zeferino Gómez Valdovinos, quien anunció que está organizándose un grupo de legisladores de Guerrero y Michoacán para reunirse con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con la intención de solicitarle que retome el proyecto.

Pero poco se supo, decíamos, del impacto de la cancelación, porque sencillamente no ha habido información relativa a los proyectos de inversión ya “amarrados”. Convendría, por lo tanto, que el diputado Zeferino Gómez informe primero qué avances se tenían hasta abril de este año, tanto en lo que toca a las cartas de intención de inversión de los empresarios y consorcios nacionales e internacionales, como en lo que toca al gobierno, sobre todo la compra de terrenos –que no olvidemos que son ejidales en su mayoría y se les tendría que dar total seguridad de la tenencia de la tierra-, la adecuación de las vías de comunicación y, algo importante, la seguridad.

Los gobiernos estatales involucrados en este plan, de hecho, muy poco dijeron, y le permitieron al presidente de la República tomar una decisión quasi unilateral. Vamos, ni la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), dijo gran cosa al respecto, y más bien los gobernadores dejaron hacer y dejaron pasar, como si nada se hubiese perdido, y eso es algo que llama mucho la atención, sobre todo conociendo que lo belicosos que se tornan cuando algo les afecta o no les parece bien.

Lo que sí trascendió por diversos medios fue que estas ZEE fueron ocasión para que los gobernadores desviaran recursos en la compra-venta de terrenos en los que se desarrollarían los proyectos, y nada más. El caso más sonado fue el de Tabasco.

Las promesas

Veamos qué nos prometieron con las ZEE. Un informe del diario El Economista del 26 de abril de este año, se especifica que el potencial de inversión de las 7 zonas económicas especiales programadas por el gobierno anterior, tenía un potencial de inversión a largo plazo de 42 mil millones de dólares, generando alrededor de 368 mil empleos formales.

El monto que se dejaría de captar por la cancelación de las ZEE equivale a la inversión extranjera directa que han captado en los últimos 20 años los 8 estados involucrados en el plan de las ZEE.

Pero ¿qué tanto avance se tenía de este plan tan ambicioso? Según otras fuentes, apenas se identificaron 86 actas de intención de inversión de igual número de empresas, que habían comprometido inversiones por 8,200 millones de dólares, lo cual permitiría la creación de 31 mil empleos formales en las siete ZEE. Es decir, que se tenía un avance de la sétima parte de lo programado. Y estamos hablando únicamente de “cartas de intención” de inversión; es decir, nada concreto todavía.

Estas zonas son Lázaro Cárdenas-Puerto Unión en Michoacán y Guerrero; Coatzacoalcos, Veracruz; Puerto Chiapas, en Chiapas; Salina Cruz, Oaxaca; Tabasco: Campeche; y Progreso, Yucatán.

De la zona que nos involucra, no tenemos –decíamos-, grandes datos. Sólo se sabe que tenía un potencial de inversión de 9 mil 741 millones de dólares, y 75 mil empleos. Pero ignoramos qué tanto se avanzó, cuántos inversionistas estaban ya apalabrados para venir a manejar sus empresas desde nuestras tierras, en las que gozarían de grandes ventajas, pues automáticamente estarían libres del pago de impuestos.

Pero López Obrador fue muy tajante al señalar la realidad de este plan: Que estas zonas incumplieron con sus metas y propósitos. “Era para supuestamente ayudar, pero nunca hicieron nada por ayudar; hicieron negocios, compraron terrenos y derrocharon recursos. No se benefició en nada”, dijo escuetamente.

Ojalá que en el caso de Puerto Unión-Lázaro Cárdenas se consiguiera algo, pero lo dudo. Zeferino Gómez tendría que tener números reales que convenzan al presidente para conseguir su propósito. De lo contrario, que le vaya diciendo adiós a la que dice fue su gestión.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Mientras los morenos se encrespan, otros lloran

“Nuestra ciencia, nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y faltos de sentimientos”: Sir Charles Chaplin.

Mis estimados, en menos de 24 horas en Estados Unidos ocurrieron dos tiroteos con varias personas muertas y heridos. El primero se registró el sábado en El Paso, Texas; el segundo en Dayton, Ohio. Se desconocen la nacionalidad de todos los asesinados, pero en Texas cayeron 6 mexicanos y 7 más resultaron heridos, según lo confirmó el presidente, Andrés Manuel López Obrador.

Sin duda, son sucesos horrorosos, pues nadie tiene derecho a matar a una persona de esa forma, como si fueran venados. El maniático siguió el mismo patrón de los anteriores supremacistas que matan por odio de raza, sintiéndose superiores étnicamente hablando.

Pero los culpables de todos estos crímenes, son las autoridades norteamericanas; ellos nunca han tenido el valor de regular las armas, por eso les tocó poner otra vez los muertos. Así paga sus propios pecados la nación más poderosa del mundo, ya que ellos no han querido, porque sí pueden, regular el uso de las armas, que en este momento se les vende a cualquiera; y esa ilegalidad tiene teñido de sangre a México, porque aprovechando la guerra del narcotráfico, las compañías que producen armas hicieron su agosto, vendiendo armamento a tirios y troyanos, a uno y otro bando.

Esto no es un secreto; sin embargo, preocupa lo que expuso el presidente AMLO en Huetamo, Michoacán, en relación a las matanzas en la Unión Americana. El mandatario lamentó las muertes sobre todo de los mexicanos e instruyó al canciller Marcelo Ebrard, dar todo el apoyo a los deudos de los paisanos asesinados.

Durante su discurso en tierras michoacanas, el mandatario volvió a repetir su postura en relación a la inseguridad y violencia, entre que le recomendaba al canciller no confrontarse con el gobierno de Estados Unidos, que se conduzca con responsabilidad, ya que en esa nación hay un proceso electoral “y no queremos inmiscuimos en asuntos políticos de otros países”.

Siguió hablando el mandatario: “Lamentamos los hechos y esto reafirma nuestra convicción de que no deben enfrentarse los problemas con el uso de la fuerza y la incitación al odio. Tenemos que resolver en todas partes nuestros problemas con la fraternidad. Es necesario regirnos con el principio bíblico del amor al prójimo, nada por la fuerza, nada con la violencia. Tenemos que serenar al mundo. Nada de uso de armas de fuego, nada de uso de armas destructivas. Amarnos, querernos, no odiarnos, hacer a un lado la discordia. Abrazos, no balazos, esa es la postura.”

Pero, mis estimados, en verdad, estoy angustiada, porque estamos viviendo momentos graves de inseguridad y violencia a escala mundial, donde incluso el fantasma de la guerra fría volvió con el distanciamiento de Estados Unidos y Rusia, y los analistas están pronosticando que viene una tercera guerra mundial.

En nuestro país, los criminales al escuchar los discursos del presidente AMLO, seguro están muertos de risa, porque ellos en lo menos que piensan es en tratar con amor a las personas que matan, secuestran, levantan y desaparecen de mil maneras. Esos criminales no investigan si dejan niños huérfanos, sin padre y madre.

Mi ansiedad es cada vez más grande. Y más triste cuando vemos grupos de personas enfurecidas desarmando al Ejército, la Marina y a la misma Guardia Nacional. Esos hechos provocan miedo a la población, pues si le pueden hacer eso a los elementos que cargan fierros, cuanto más a un pobre ciudadano de a pie.

Al menos que ese sea el plan del gobierno, tener a un pueblo sometido con la cabeza entre las piernas, muerto de miedo. Porque de que está de cabeza el mundo, lo está, y difícilmente con abrazos podrán controlar la violencia que azota al país. O soy demasiado negativa, pues, pero con abrazos y besos veo imposible que sometan a tanto escorpión venenoso.

Lo cierto es que nos están matando, señor presidente. Mujeres, niños, periodistas, doctores, enfermeras y un largo etcétera, están cayendo. ¿Cómo podemos sentir amor al prójimo? ¿Cómo explicarles a dos niñas la muerte de su padre, cómo superar semejante dolor para poder amarnos, sin odiarnos? Si usted tiene la receta, dígala, porque el crimen está creando odio en México, pues si siguen las matazones como van, dudo que tenga su nación amorosa.

El terror crece entre la ciudadanía, pues cada que vemos esos episodios de terror en las redes sociales o medios electrónicos, el miedo crece, y también el rencor y el odio hacia las autoridades, sean culpables o no, porque la gente culpa de sus desgracias a lo más cercano que tiene, que son sus gobernantes.

Por cierto, por el mismo tema de inseguridad y violencia, en el municipio de Acapulco, la presidenta Adela Román Ocampo ha bajado varios puntos de popularidad, pues la alcaldesa insiste que bajaron los homicidios en el puerto, y le revelan en redes que tan sólo el miércoles y jueves mataron a cuatros taxistas, y este fin de semana una mujer fue asesinada a golpes.

La presidenta hizo un lado el asesinato de los taxistas y se lamentó por la muerte violenta como asesinaron a la dama. “Fue muy lamentable la muerte de la mujer en el poblado de La Venta, estoy trabajando mucho con el Instituto de la Mujer para tratar de evitar esos asesinatos contra la mujer; por lo regular ocurren por el machismo de los hombres, que creen que la mujer es de su propiedad”, dijo.

Sin embargo, la presidenta, por más que dio vueltas al tema para no hablar de los taxistas, no salió librada, pues al decir que ella personalmente haría recorridos a bares y centros nocturnos para vigilar que cumplan con el horario establecido los negocios que no respetan la hora de las 4 de la madrugada, serán clausurados.

Dijo también que no caerá en la petición de los empresarios, “pues ellos piensan en sus negocios, en sus bolsillos, pero yo no voy arriesgar la seguridad del puerto por ellos”.

Y les advirtió que en los recorridos van a participar autoridades que conforman el Grupo de Coordinación para la Pacificación de Acapulco, integrado por autoridades, navales militares y estatal.

Entonces se le ocurrió a la presidenta repetir que habían bajado los asesinatos dolosos, “bajaron los homicidios dolosos en julio”, dijo y que si hay hechos violentos es por otras circunstancias. Los reporteros insistieron por el asesinato de cuatro taxistas, y respondió la alcaldesa: “Cuando se dan esas circunstancias y persecución es porque hay alguna actividad delictiva de alguno de los actores de ese evento”. Y eso molestó a varios ciudadanos que han sufrido los embates de criminales y traen en salsa a la presidenta porque también se fue contra comerciantes ambulantes que fueron desalojados del espacio donde vendían sus productos. Y la gente le hablaba y le decía: “Presidenta, votamos por ti, nos prometiste que nos ayudarías; votamos por Morena porque nos prometiste mucho y mira lo que nos haces ahora”.

Y ella molesta les contesto: “Les prometió Morena, el partido, yo no. Tienen que respetar la línea provisional y no invadir la avenida Lázaro Cárdenas, yo no prometo anarquía; prometí orden en La Sabana y eso se está haciendo”, remató.

Y para cerrar con broche de oro, la alcaldesa les dijo a sus gobernantes de La Sabana, que en su informe del primer año de gobierno se darán a conocer varias acciones que ha hecho en favor de los acapulqueños.

Sin embargo, en las redes le dicen muchas cosas a la presidenta, sobre todo que ellos también la van a ignorar cuando vaya a pedirles votos para otro cargo, que saben ya anda buscando.

¡A que caray! Qué rápido se le subió el poder a la presidenta porteña. Todos son iguales. Qué manera de contestar ante los embates de la violencia, pues lastiman más el corazón de los deudos cuando inventan cosas, ya que sus familiares no pueden defenderse, pues ya están muertos.

A los funcionarios se les hace fácil inventar cosas, al cabo los muertos ya no se defienden. Todo esto, mis estimados, tiene en problemas al país y no augura nada bueno. Aunque no le gusten al mandatario federal las publicaciones de la prensa escrita, las redes sociales ponen de inmediato al descubierto todo lo que ocurre en el país y más para exhibir a los gobernantes corruptos. De esas redes nadie se escapa y de los memes menos. Las benditas redes sociales van a frenar un poco las corruptelas oficiales de los tres órdenes de gobierno, que siguen siendo muchas; pero lo peor es que continúan siendo iguales con los otros, no hay distinción de entre ellos.

En Guerrero, seguimos como la tamalera, comiendo y vendiendo. Sólo resta que la madre naturaleza nos regale lluvia para que siga creciendo la milpa; de lo contrario, van a valer sombrero las siembras y sufriremos los guerrerenses. ¡Feliz inicio de semana, mis estimados!

Editorial

Los bienes de Elba

         La Fiscalía General de la República ha devuelto a Elba Esther Gordillo los bienes que le fueron asegurados tras su detención en 2013. El anuncio ha generado protestas airadas. La escritora y activista Lydia Cacho escribió en Twitter: “Es bestial que se premie a alguien que hizo tanto daño al país. Componendas políticas y judiciales con tufo a pasado. Regresan bienes a quien solo dejó males. Corruptocracia”.

         En la conferencia de prensa de este 22 de abril un reportero le preguntó al presidente Andrés Manuel López Obrador sobre “la percepción de partidos de oposición respecto [a] que hay un acuerdo del gobierno federal con un juzgado para regresar bienes a Esther Gordillo y que eso es parte de una corrupción”. La respuesta fue: “Esa es una volada del Reforma, de la prensa fifí. Nosotros actuamos a partir de principios, tenemos ideales, tenemos autoridad moral. No hacemos acuerdos en lo oscurito”.

         La realidad es que Reforma publicó la primicia de la devolución de bienes a Elba Esther, cosa que nadie ha negado, por lo que no hay “volada” o difusión de información falsa. Posteriormente dio a conocer opiniones de líderes de la oposición, entre ellos Fernando Rodríguez Doval del PAN y Ángel Ávila del PRD, que cuestionaron la presunta “alianza entre López Obrador y Elba Esther”. Tampoco hay en ello volada, sino la simple expresión de posiciones críticas de líderes de la oposición, lo que la prensa libre difunde en cualquier país democrático. Tan generalizada es la crítica sobre una supuesta componenda que la ha denunciado también Lydia Cacho.

         La devolución de los bienes a la maestra, sin embargo, es jurídicamente inevitable. Cuando los tribunales exoneraron a Gordillo de las acusaciones presentadas por la Procuraduría de Peña Nieto, la nueva Fiscalía General no tenía más opción que devolver los bienes asegurados.

         Lo peor es que no se requería mucha sapiencia jurídica para entender que la maestra iba a ser exonerada y que los bienes asegurados tendrían que ser devueltos. La PGR demostró que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación le había entregado a Elba Esther cerca de 2 mil millones de pesos que ella usó para gastos personales. Pero ante la negativa del SNTE de presentar una denuncia por fraude o malversación, el gobierno de Peña Nieto optó por recurrir a las acusaciones que se usaban para todo: operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada. Mala idea. Los jueces las descartaron.

Hubiera sido mejor acusar a la maestra por defraudación fiscal, ya que recibió 2 mil millones de pesos para uso personal sin pagar impuestos. Pero la PGR solo presentó una acusación por defraudación fiscal por 4.3 millones de pesos y aun en ese caso los tribunales exoneraron a la maestra, por una situación de forma, ya que el SAT no le notificó la omisión antes de proceder jurídicamente contra ella.

         Por supuesto que es “bestial” que se le devuelvan a Elba Esther los bienes asegurados, pero no hay indicios de componenda. Lo que es claro es que el gobierno de Peña Nieto tomó malas decisiones al acusar a Gordillo. Si el SNTE se negaba a presentar una denuncia, entonces no había operaciones con recursos de procedencia ilícita, pero sí ingresos multimillonarios por los que ella nunca pagó impuesto sobre la renta. El que hoy se le devuelvan los bienes que se le aseguraron por una acusación falsa no es componenda sino la simple aplicación de la ley.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La matanza en un centro comercian de El Paso, Texas, en la que cayeron 6 mexicanos y 6 más resultaron heridos, de un total de 20 asesinados y 26 heridos, así como la posterior matanza en Ohio, también en la Unión Americana, donde cayeron 9 muertos y 26 heridos, pone por enésima ocasión bajo la lupa la política armamentista de los Estados Unidos, tanto hacia fuera de sus fronteras como hacia dentro.

Es hora de que los congresistas y senadores del vecino país respondan por esa política tan abierta en cuanto a la producción y venta de armas a civiles, y que tomen el ejemplo que desde 1996 adoptó Australia, tras un hecho similar, restringiendo la compra-venta de armas única y exclusivamente para asuntos militares, de defensa nacional y seguridad pública.

Ahora les tocó poner los muertos a los americanos que cayeron víctimas de un joven supremacista que viajó desde Atlanta, Georgia, hacia El Paso, Texas, para perpetrar la masacre en un centro comercial de la ciudad fronteriza, donde hay una amplia comunidad latina.

Esta masacre, por cierto, es considerada la peor en la historia de los Estados Unidos, en su tipo.

En Ohio el homicida es un joven de 24 años, que habría tenido también motivos racistas para masacrar a la gente que esperaba entrar a un bar.

Ante las masacres y la detención del joven criminal de Texas (el de Ohio fue abatido por policías), políticos de Estados Unidos hicieron un llamado a no quedarse como espectadores, pero ninguno tocó puntualmente la regulación de las armas a la sociedad estadounidense, que prácticamente no tiene restricciones para comprarlas y usarlas.

En Australia, tras una masacre similar registrada en 1996, comenzó un duro proceso para prohibir la venta de armas semmiautomáticas y de asalto, y regular aquellas que se venden para deportes.

El 28 de abril de 1996 fue un día triste para los australianos: 35 personas vieron la muerte y otras 20 resultaron heridas. Un hombre de 28 años llamado Martin Bryant, con un rifle semiautomático en la localidad histórica de Port Arthur, en Tasmania, abrió fuego sin mediar provocación en contra de las personas ahí presentes. Minutos antes realizó la misma acción en el café donde almorzó tranquilamente, dando muerte a 18 personas.

Esta tragedia no solo causó conmoción entre los australianos sino en todo el mundo. Por eso, los líderes políticos del país oceánico comenzaron un proceso de reflexión donde el centro de la discusión fue el extendido uso de las armas y la facilidad para adquirirlas en el mercado local.

En consecuencia, a pocas semanas de este hecho, las autoridades regionales presionadas por los jefes de policía local, instaron al Primer Ministro a que prohibiera el uso de armas, principalmente las semiautomáticas y aquellas fabricadas para la guerra.

La primera medida adoptada por el entonces primer ministro, John Howard, fue suspender la importación de armas. A esto se sumó que el Parlamento australiano acordó un generoso programa para la devolución de las armas, así también revisar la legislación existente en la materia.

Sin embargo, con el correr de los meses, la medida adoptada por el gobierno liberal fue la creación del Acuerdo Nacional de Armas de Fuego orientado a regular la portación y uso de armamento en todo el territorio y brindar un marco legal adecuado para prohibir cualquier tipo de importación de armas semiautomáticas.

Pero al contrario, en Estados Unidos ninguna medida de éstas ha prosperado porque hay una asociación que es tan poderosa, que siempre logran cancelar cualquier acción encaminada a legalizar la venta de armas a ciudadanos.

Esta asociación, la National Rifle Association, defiende el derecho de todo ciudadano estadounidense de poseer armas, tanto para la defensa personal como para actividades recreativas. Se fundó en Nueva York en 1871, por lo que se considera la organización de derechos civiles más antigua de los Estados Unidos. El club posee 5 millones de socios.

A este club se enfrentan los políticos cuando piensan siquiera en una regulación como la que se tiene en Australia, y como la que se adoptó en México durante el gobierno de José López Portillo, como parte de su política de pacificación del país luego del periodo de la Guerra Sucia y de la persecución de la izquierda política y la guerrilla. El derecho a poseer armas en Estados Unidos es parte de la segunda enmienda a la Constitución, y desde entonces se vigila celosamente. Gracias a este derecho, los dos jóvenes homicidas de este fin de semana tuvieron acceso a rifles automáticos que usaron contra la población civil indefensa.

Pero estos no son los únicos tiroteos que se han registrado en Estados Unidos. Son más comunes, de hecho, en escuelas, como en la secundaria de Columbine, Colorado, en abril de 1999, cuando 12 estudiantes y profesores fueron asesinados por dos alumnos, y lesionaron a 24 personas.

Digamos que ese fue el primer caso que pudo propiciar la regulación de las armas para civiles en Estados Unidos. Y ayer, Donald Trump únicamente ordenó luto nacional y puso las banderas a media asta. Pero hasta ahí.

Editorial

Sepultar la reforma

         “El tema educativo no aguanta más”, pronunció el senador morenista Eduardo Ramírez en la sesión de la Comisión Permanente de este 6 de mayo que convocó a un período extraordinario del Congreso a partir de hoy. Los dirigentes de Morena, efectivamente, quedaron frustrados porque por un solo voto en el Senado no pudieron aprobar la contrarreforma educativa ordenada desde Palacio Nacional.

         Esta vez no habrá excusas. Ningún accidente familiar podrá alejar a un legislador de Morena de las cámaras, como ocurrió con Salvador Jara el 30 de abril. Para el presidente López Obrador sepultar la “mal llamada” es una prioridad política. Por eso tuvo en su conferencia de prensa del 30 de abril a unos niños que terminaron durmiéndose por la desmañanada y el aburrimiento. “¿Ustedes qué opinan de las maestras y de los maestros? ¿Son buenos?”, les preguntó con afán inductor. Como los niños no respondieron con el entusiasmo que él quería insistió: “A ver, a ver, a ver, esto es muy importante. ¿Sí les enseñan?” Por fin obtuvo un sí más o menos satisfactorio y concluyó: “Bueno, un aplauso para las maestras y los maestros”.

         La verdad es que hay maestros buenos, mediocres y malos. Es normal. Ninguna profesión tiene solo a integrantes de gran calidad. Solo que en el caso de la educación la influencia de los maestros en el resultado final es más importante que en otras profesiones. “El maestro típico es trabajador y eficaz -escribe Terry M. Moe en Special Interest: Teachers’ Unions and America’s Public Schools, Brookings Institution Press, 2011–. Pero si pudiéramos reemplazar el 5 al 10 por ciento de los peores maestros con docentes promedio, no extraordinarios, podríamos mejorar de manera dramática el desempeño de los estudiantes”.

         Cuando los alumnos están en el centro de la atención de un sistema educativo, contratar y mantener en las aulas a los mejores maestros es un proceso constante. El problema surge cuando lo importante es el sindicato. Moe señala cómo a partir de la década de 1960 los sindicatos de maestros han pasado a dominar la educación en los Estados Unidos. Lo mismo ha ocurrido en México.

         La educación en la Unión Americana es un gran fracaso, dice Moe, porque tiene niveles de desempeño muy bajos en las pruebas comparativas internacionales, como PISA, a pesar de que es el país que más invierte en educación. La culpa es en buena medida del poder que tienen los sindicatos de maestros. El problema es peor en México, donde no solamente los recursos son más escasos sino los sindicatos más poderosos e intransigentes.

         Para mí es imposible celebrar la contrarreforma educativa, que no solamente entrega de nuevo el control de la educación a los sindicatos, sino que los envalentona al confirmarles que son los dueños de la educación pública. Si hemos tenido abusos en el pasado, si los alumnos de Oaxaca no han tenido un ciclo lectivo completo en décadas, si se contrata a maestros mal preparados y los ascensos se determinan no por la calidad en el aula sino por la asistencia a movilizaciones, es culpa de los sindicatos.

         Lo peor es que la contrarreforma ampliará las diferencias entre la educación pública y la privada, donde los sindicatos no están presentes y se busca contratar y mantener a los mejores maestros. El resultado será una mayor desigualdad social. Nuestros políticos seguirán cuestionando la inequidad, mientras ellos mismos la promueven. Parecería que el objetivo de la contrarreforma es impulsar la privatización de la educación en México.

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