Editorial

Reforma en materia de residuos

Las modificaciones a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR) están entrando en su etapa de discusión más álgida.

Se trata de un tema que genera mucho interés en diversos sectores de la sociedad y, por ende, muchas posturas alrededor del tema, ya que la problemática de los plásticos de un sólo uso llegó para quedarse en la opinión pública y es el objeto de debate de estas modificaciones a la ley.

Por un lado están los que les conviene la generación de residuos, quienes se benefician de que cada vez se produzca más y más residuos, de los que luego los ciudadanos deben hacerse cargo y que los municipios deben de gestionar. Ellos, con la promesa del reciclaje eterno, son quienes están bien con las cosas como están y solo reparan en que se necesita más educación de la población porque nosotros somos los culpables, no los materiales con los que trabajan.

Con su campaña dejan muy claro que “no es el plástico, eres tú”, que ellos son las víctimas de esta historia.

Sin embargo a este sector les preocupan las prohibiciones que han surgido en los diferentes estados, les preocupa porque no pueden uniformar su producción y para ello presionan con su arma más fuerte: la amenaza de pérdida de empleos y de frenos a la economía que tanto se teme en estos días. Su interés: el bien propio y de sus inversiones.

Por otro lado tenemos las demandas de la sociedad civil, esa que se ve afectada por la contaminación de plásticos en sus playas, en los peces que consume, que respira y come plástico sin que la autoridad pueda darle certezas sobre si esto es dañino o no para su salud. Aquella sociedad organizada que pide prohibiciones para lo que puede ser sustituido por materiales que alarguen su vida, evitando los desechables de cualquier material porque entiende que el cambio no es de material sino un cambio profundo en el modelo de producción y consumo. Su interés: el bien común y el cuidado del medio ambiente.

Muy probablemente en esta dicotomía arbitraria se entendería que a quienes deben atender nuestros legisladores es a las demandas de la sociedad civil. Pero se entiende que en un parlamento, que representa todos los sectores, ambas partes deben ser escuchadas. Sin embargo, como fruto del ejercicio de parlamento abierto realizado por el Senado entre febrero y mayo de este año, solo había una iniciativa presentada a modo de “conclusión”, una que reunía todas, absolutamente todas, las demandas de la industria y que fue presentada por el Senador Jorge Carlos Ramírez Marín (PRI) hace un par de semanas.

Contrario a lo que se plantea en este texto, la iniciativa de la ciudadanía civil organizada no había tenido cabida en una propuesta legislativa.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

En su lucha por mayores recursos, los presidentes municipales aglutinados en la Asociación de Autoridades Locales de México AC., (AALMAC), de la que forma parte la alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, lograron mucho más mediante el diálogo con los diputados federales que aquellos que fueron a tronar cohetones al Palacio Nacional.

Y no estábamos hablando de más dinero, aunque sí consiguieron una bolsa de alrededor de 35 mil millones de pesos, en diversos rubros; sino que estamos hablando de un momento histórico en el que por primera vez los presidentes municipales se hacen oír, sin necesitar de ningún “líder político” disfrazado de representante social.

En la reunión vimos, por ejemplo, al ex gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, que está acotado por las nuevas formas de gobernar, y su papel fue el de escuchar a los alcaldes y respaldar finalmente el acuerdo de 10 puntos que alcanzaron, para derivar más dinero a los municipios.

Por primera vez, decíamos, los alcaldes se organizaron para ir por más apoyos, exigiendo que se le dé mayor importancia a los municipios, que son la célula del federalismo, y que se revise la crítica situación económica que enfrentan, merced a numerosos adeudos heredados.

Entre los logros que se plasmaron en un acuerdo de 10 puntos, destacan la reasignación de recursos en materia de seguridad a través del Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg), y para el fondo de infraestructura social, así como la atención a los pueblos mágicos, comunidades indígenas y fondo migrante.

El Fortaseg, por ejemplo, en este 2019, tuvo un monto de 4 mil millones de pesos y para el 2020 se proponían 3 mil millones de pesos. Los alcaldes lograron que se mantenga el presupuesto de 2019; esto es, 4 mil millones.

En cuanto al fondo migrante venía en ceros en la propuesta, estaba prácticamente desmantelado; ahora se destinarán alrededor de 300 millones para atender la crisis migratoria que viven varios municipios del país, merced a las políticas impuestas por el gobierno de Estados Unidos, que desde hace años ha venido acelerando los procesos de deportación de connacionales.

En términos reales, se van a mantener las participaciones y aportaciones federales para el 2020 a estados y municipios. Es decir, que no van a perder recursos, no se les harán descuentos.

Lo que sí, es que se revisará el Fondo de Aportaciones a Infraestructura Social (FAIS), lo cual viene siendo una exigencia de los ayuntamientos, para que se flexibilicen las reglas de operación, ya que actualmente se constriñen muchas obras; es decir, no se contemplan un sinnúmero de obras, pues el fondo está diseñado únicamente para obras básicas.

Pero eso no es todo: Los alcaldes también lograron que se revisen los adeudos que los municipios tienen con la Comisión Federal de Electricidad, el ISSSTE y el IMSS; así como la revisión en el PEF de los pasivos con Conagua y Hacienda en materia de retención de ISR de los trabajadores, lo cual, como todos sabemos, ha provocado una severa crisis económica en la mayoría de los municipios, que junto con los laudos los tienen al borde de la quiebra.

Incluso, los diputados le pedirán al gobierno federal que revise las obras inconclusas en los municipios, para que se asignen recursos y se concluyan.

Adicionalmente, a los municipios de Jojutla, para atender la reconstrucción por los sismos de 2017, y Tlahuelilpan, que sufrió los estragos del huachicol.

Como podemos ver, se trata de logros históricos, porque por primera vez los gobiernos municipales se hicieron escuchar por quienes parten y recomparten el pastel en el país.

En dos o tres horas de diálogo no se puede arreglar el mundo, máxime cuando no hay recursos contantes y sonantes. No olvidar, por ejemplo, que el presupuesto de egresos siempre es hipotético, pues dependerá para su cumplimiento de los ingresos que el gobierno federal reciba.

De lo contrario, simplemente se harán recortes donde sea necesario. Luego entonces, los alcaldes deberán cuidar los aspectos de recaudación, y también el asunto de la transparencia y honestidad. Porque ciertamente les están dando un poco más de lo que ya tenían, y al menos no les están recortando (como era el temor) pero todo estará supeditado al despeño que demuestren; de lo contrario, los diputados no dudarán en dar marcha atrás a su apertura.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

México, en el lugar 5 con mayor desigualdad: FMI

“La pobreza no la crea la gente pobre; ésta es producto del sistema que hemos creado, por ende hay que cambiar los modelos y conceptos rígidos de nuestra sociedad”: Muhammad Yunus.

Mis estimados, un estudio elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), ubica a nuestro México lindo y querido en el lugar cinco en cuanto a la brecha de desigualdad territorial; es decir, el estudio enfoca la pobreza y desigualdad desde un aspecto que impacta con especial fuerza los sectores rurales del país.

Esto no es nuevo para los mexicanos. Hace años que los ingresos y gastos de los hogares nada tienen que ver con el salario de un empleado de oficina que percibe 5 mil pesos mensuales, apenas para lo básico frijoles y tortillas. Imposible adquirir la canasta básica con ese salario, pues de plano los salarios quedaron lejos de esos lujos.

La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los hogares (ENIGH), refiere que en los países con altas tasas de desempleo, las personas tienen la probabilidad de mantenerse en esa condición, de hasta un 70 por ciento; o sea desempleados, sin posibilidades de avanzar.

Lo triste del cuadro es que es cierto lo que revela el estudio. Es realmente preocupante. Y según el FMI esto se debe a los cambios tecnológicos en el comercio mundial que han provocado un desplazamiento geográfico de desempleo e industrias.

El estudio revela que hay una disparidad 1.4 veces más del producto Interno Bruto (PIB) per cápita entre regiones más pobres y más ricas; pero según el estudio, por ejemplo Alemania, India, Irlanda y Brasil, se encuentra por arriba de México con mayor desigualdad entre sus regiones, aunque en este caso las condicionantes son otras, porque por ser zonas con mejores condiciones, también son más costosas para vivir y carecen de oferta laboral.

Y esto mismo ocurre aplicándolo en estados como Nuevo León y la Ciudad de México, incluso Guadalajara, las cuales presentaron el mayor ingreso corriente promedio trimestral por hogar; por ejemplo, en Nuevo León cada familia ganó en promedio 79 mil 85 pesos. Pero en esa entidad la vida es carísima, sobre todo la renta y la comida. Inclusive entre la Ciudad de México y Guadalajara, el ingreso familiar se reduce bastante, a 68 mil 959, pero donde es menos caro vivir.

Así sucesivamente, disminuyen los ingresos y aumentan los gastos.

Pero para que se den una idea de la grave situación de los guerrerenses (porque para no variar el estudio ubica al estado de Guerrero y Chiapas en una situación paupérrima), el promedio trimestral en localidades urbanas fue de 29 mil 334 para Guerrero; y para Chiapas de 26 mil 510 pesos. Esto es, tres veces menos que en territorios con mayores ingresos.

Preocupa el tema del desempleo en México. Hay millares de desempleados. Leía, por ejemplo, que se tienen 9 millones de egresados de licenciaturas y maestrías sin empleo. Gente que ya invirtió muchos años de su vida, tiempo, dinero y esfuerzo preparándose, para salir a un desierto laboral.

Sin embargo, lo que más alarma es que el gobierno no está aplicando políticas públicas para incentivar la economía en las regiones, para poder generar empleos. Deben incentivar a la pequeña y mediana empresa, pues ellas son las que crean empleos en las ciudades. Y también deben estimular al empresario, para que los salarios sean remunerados.

Es una burla para un empleado recibir de salario 120 pesos, trabajando ocho horas diarias y sin ninguna prestación.

No obstante esto ocurre, porque no hay ingresos suficientes y es aquí donde entra el gobierno, porque las autoridades tienen bien ubicadas las áreas de mayor pobreza y desigualdad; sin embargo, no están enfocadas en erradicar la pobreza y desigualdad, pues siguen con las mismas ideas de etiquetar la mayor cantidad de recursos a programas sociales.

Así lo expuso el presidente de la Junta de Coordinación Política de San Lázaro, Mario Delgado, al recordar que esta semana comienza la discusión formal del Presupuesto de Egresos 2020.

Expresó que Morena en la Cámara de Diputados va a aprobar el proyecto de Presupuesto de Egresos 2020 enviado por el gobierno federal, el cual no contempla aumento al precio de los energéticos, no se endeuda el país y tampoco se dan aumentos de impuestos.

Sin embargo, dijo el diputado que se destinan mayores recursos a los programas sociales, “recursos que van destinados a las personas con mayor necesidad”.

No obstante, el legislador también reconoció que esta decisión traerá mucho descontento social con algunos sectores, que incluso se iban a manifestar, pero que eso no era problema, que ellos iban a buscar el diálogo y escuchar a todos.

No había terminado el diputado de dar su entrevista cuando al menos mil 500 integrantes de organizaciones campesinas como por ejemplo el Frente Auténtico del Campo (FAC), y del Movimiento Antorchista, así como otras asociaciones, rodearon los accesos al recinto oficial e incluso cerraron la entrada al estacionamiento del Congreso, pues comenzaron a colocar casas de campaña, ya que se piensan quedar ahí pues demandan recursos al Presupuesto 2020.

Ya ven que desde un principio del gobierno de Morena se dijo que no habría dinero para esas organizaciones y que el billete será directos con los campesinos y ganaderos.

Pero hoy San Lázaro está rodeado de personas y los diputados tienen que ver dónde ir a sesionar, porque tienen que aprobar el Presupuesto de Egresos esta misma semana, a más tardar el viernes, pues así lo marca la Ley.

El legislador Mario Delgado también explicó que destinarán más recursos para la seguridad del país. Reveló que ese recurso va etiquetado para fortalecer a la Guardia Nacional; además de atender a los jóvenes, niños y adultos mayores que tienen pensión, personas con discapacidad, así como el sistema de salud, el campo y la educación.

Sin duda, mis estimados, debemos esperar en qué para todo esto, pues repetir la cantaleta de no regalar dinero a diestra y siniestra porque eso no funciona es tedioso.

El proyecto de presupuesto está ahí y lo van a aprobar tal cual fue enviado por el Poder Ejecutivo. Entonces, ya ni llorar es bueno.

Lo triste del cuadro es que hay mucha gente que en verdad necesita una ayuda: personas con una discapacidad que nadie los ha visitado en sus hogares, además de vivir como animalitos en casitas de cartón y palos. Eso es real, pues aquí en Zihuatanejo, en las colonias irregulares vive mucha gente bien necesitada, que nadie los ha visitado para darles un apoyo económico; ellos cuentan con tristeza que antes había un comedor comunitario cerca de su colonia y ellos bajaban con su familiar que tiene una discapacidad, a comer bien por diez pesos; “pero lo quitaron y ahora a veces comemos y a veces no”, dicen.

Estas son de las cosas que me da sentir, que los gobernantes digan que están ayudando a la gente necesitada. No es cierto, se ayudan entre ellos, todo es lo mismo, sólo que ahora los beneficiarios son los que tuvieron la dicha de pasarse a Morena y los amigos de ellos son los afortunados.

Por cierto, también el gobernador Héctor Astudillo Flores les envió misiva a los alcaldes de los 81 municipios del estado de Guerrero; les mando decir que no tiene dinero, ni para dar ni para prestar, que con trabajos tiene chelines para cumplir con su obligación de pagar salarios, aguinaldos y demás prestaciones a todos los trabajadores del gobierno estatal.

Es decir, el Gober no tiene ni el alma completa para apoyar a presidentes municipales, y lo que sigue es que cada edil se rasque con sus uñas. Jojojo (estas son palabras mías).

El mandatario, dijo que no tiene dinero, que no le pidan préstamos para saldar prestaciones de fin de año a sus empleados, que es el recurso más fuerte que desembolsan los alcaldes; que no hay recursos en las arcas del gobierno estatal, que están casi vacías. ¡Me lleva el Tren Maya!

Les digo que las cosas están color de hormiga roja, todos estamos en crisis económica y esta situación no pinta nada bien, mis estimados; con todo, la vida sigue y tenemos que torear los toros, aunque algunos son peligrosos y bravos; pero en fin, como vengan hay que sacar la capa y torearlos, al cabo ya tenemos práctica por estos rumbos.

¿Y qué creen? sigue llegando el turismo estadunidense y canadiense al puerto Ixtapa-Zihuatanejo. Aunque el gobierno de los Estados Unidos se desgaste el gaznate gritándole a sus connacionales que no viajen a nuestros destinos de playa por la inseguridad y violencia que los azota, pero los güeros ojo azul y los canadienses, ni caso le hicieron a su gobierno, ellos más rápido se vinieron al puerto. Jojojo. Y eso se llama bendición. Cuidemos al turismo.

Editorial

Miedo contra esperanza

El triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las urnas hace más de un año despertó en muchos la esperanza de tener un país mejor y más justo. Sin embargo, el brutal asesinato de niños y mujeres de la familia LeBarón, que escandalizó a la opinión pública y constituye una expresión más de que la inseguridad y la violencia no disminuyen, podría minar la luna de miel de la que ha gozado el Presidente. Justo con esta idea, con este temor, publiqué un artículo esta semana en el diario El País. Desearía matizar y profundizar esta reflexión.

Tiene razón López Obrador cuando afirma que las condiciones que provocan esta barbarie son producto de la corrupción en el sistema de justicia, de la falta de oportunidades, de la negligencia y los errores de los gobiernos anteriores. “Dejaron un cochinero” ha dicho con su acostumbrada contundencia. El problema para él es que aun siendo válido su diagnóstico, a medida que pase el tiempo la factura política de la violencia será cobrada a su gobierno. Ahora mismo, alrededor de 60 por ciento de la población considera que la estrategia de seguridad pública de la 4T no es la mejor o está equivocada. La aprehensión fallida del hijo de El Chapo, sucesos como el de la familia LeBarón y la terrible estadística mensual de asesinatos que no hace sino aumentar, van erosionando poco a poco la confianza en el criterio y la capacidad del Presidente en esta materia.

El miedo no sabe de razones. Es impecable la lógica de AMLO cuando afirma que doce años de guerra en contra del narco dejaron en claro que la violencia no solo no resuelve el problema sino lo profundiza. Antes había media docena de grandes cárteles, ahora se estima que existen 200 bandas, muchas de ellas en lucha entre sí con métodos crecientemente brutales. ¿Qué grado de bestialidad y enajenación se requieren para quemar vivos a mujeres y menores de edad dentro de un auto?

Pero saber que tiene razón en el diagnóstico resulta de poco consuelo ante la sensación de que el fuego comienza a llegarnos a los aparejos, que las regiones se siguen perdiendo a manos del narco, que los ciudadanos estamos indefensos ante la violencia impune. Decirle a los delincuentes que lo que hacen está mal y que esto ya cambió, tampoco parece estar funcionando.

Con López Obrador, resolver el problema de fondo requiere un cambio de valores, la restitución del tejido familiar, la creación de oportunidades. Pero me temo que ninguna de estas verdades alcanzan a germinar en el lapso de un sexenio. Lo cual nos regresa al tema inicial: el miedo y la frustración seguirán creciendo y con él la desesperación y la búsqueda de otras alternativas así sean las más desesperadas. En estos días, incluso, he escuchado a más de un necio decir que la situación es tan agobiante que deberíamos aceptar la ayuda de Estados Unidos y permitir que ellos nos resuelvan el problema. Como si las intervenciones de los marines no hubieran dejado atrás un país hecho trizas allá por donde han pasado. Y por si fuera poco, ¡estamos hablando del Estados Unidos de Donald Trump!, por favor.

Y no obstante estas posiciones extremas comienzan a jalonear la conversación pública; constituyen las versiones más absurdas pero de un sentimiento real que ha empezado a extenderse: una mezcla de miedo, frustración y exasperación.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

A Evo Morales le dicen dictador, porque estuvo siendo reelecto desde 2006 a la fecha, y había sido elegido por un periodo más. La derecha se desgarró sus vestiduras, alegó fraude y provocó paros en todo el país, hasta que el Ejército se insubordinó y pidió la dimisión del presidente, este domingo. La Organización de Estados Americanos (OEA), analizó las elecciones y determinó que hubo irregularidades.

Evo leyó correctamente los escenarios. Si se oponía, si insistía en mantenerse en el poder, lo que venía para Bolivia era un baño de sangre, pues es obvio que tal como sucede en Venezuela y en Brasil, así como en todos los países del mundo al sur del Río Bravo, hay una mano que mece la cuna, y que le sirve a los poderes fácticos que dirigen este planeta, a través de la simbiosis gobierno-dinero, y cuyas formas de operación son la política corrupta, la guerra y la delincuencia organizada.

Por cierto, a Evo Morales lo acusan de ser narcotraficante, como a Ignacio Lula da Silva en Brasil lo señalaron de ser corrupto por el caso de los contratos de Odebretch.

Evo decidió el domingo presentar su renuncia, pues ya no contaba con la protección de las fuerzas armadas y de la policía nacional de su país.

Pero retomo lo que dijo Claudia Sheimbaum, la gobernadora de la Ciudad de México, al señalar que hay un doble rasero de la oposición sobre aquellos gobiernos que se prolongan más de lo prudente en los países tercermundistas, aunque sea que ganen en urnas, y trajo a colación a la canciller alemana Angela Merkel, quien es la mujer más poderosas del planeta, y quien por cierto estuvo en México en 2017, siendo recibida por Enrique Peña Nieto.

La Merkel, por cierto, vino a México a mostrar músculo y a poner una especie de línea invisible para Donald Trump, quien había recién tomado la presidencia de los Estados Unidos, con una agenda nacionalista para Estados Unidos, y quien había estado golpeando una y otra vez a nuestro país y a nuestros corruptos gobernantes.

Entonces, la Merkel, quien lleva en el poder de Alemania ¡casi 15 años!, tres años más que Evo en Bolivia, visitó México para mandar mensajes subliminales a su homólogo de Estados Unidos, con el pretexto de “estrechar lazos” de amistad con México.

Esto de la geopolítica es muy complejo, pero no tarda y se ven los hilos más gruesos que la dirigen, y termina uno por entender que los gobiernos de los países pobres no son autónomos, que aunque los elija la gente, dependen del visto bueno de países del hemisferio norte, donde está el dinero y el poder. Y que cuando algo o alguien no les conviene, entonces provocan caos, o simplemente se meten a las naciones por la fuerza, como sucedió en Panamá; o presionan con imponen sanciones comerciales, como lo acaba de hacer Trmp con México. O fuerzan guerras internas, como la que Bush y Obama le obligaron a hacer a Felipe Calderón, a cambio de hacerlo ganar en las elecciones de 2006.

Pero veamos el legado de Evo Morales en Bolivia. Éste era el país con mayor atraso y pobreza en América Latina. De 2006 a la fecha, mientras México se hundía en la peor de las miserias humanas, con la muerte masiva de mexicanos, Evo bajó más de 30 por ciento los índices de pobreza y nacionalizó el petróleo.

Y bajo su mandato, Bolivia fue la economía latinoamericana de mayor crecimiento: un 4 por ciento. Esto lo logró el líder de los jornaleros de coca; amante del futbol y sin estudios universitarios. Tras su salida, Bolivia queda a la deriva, como está ahora Brasil con Bolsonaro, un ultraderechista y racista, entreguista además, a quien le importó un bledo los incendios en la Amazonia, incendios que fueron provocados por quienes quieren apoderarse del pulmón del mundo.

Como decimos en México: Pobre de la América Latina; tan lejos de Dios, y tan cerca de Estados Unidos. Esta región es la carne de cañón de las potencias del hemisferio Norte.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Congreso de Guerrero, niega empréstitos a alcaldías

 “En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”: Albert Einstein.

Mis estimados, muy a pesar de las incidencias ocurridas en la vía federal Acapulco-Zihuatanejo, con todos esos desafortunados acontecimientos el turismo llegó al puerto de Ixtapa-Zihuatanejo. Según la Secretaría de Turismo estatal, la ocupación hotelera en este destino de playa fue de 80.6 por ciento.

Y la fortuna parece estar de lado del estado de Guerrero, pues también el Pueblo Mágico de Taxco registró un 94.9 por ciento de ocupación hotelera; asimismo el puerto de Acapulco alcanzó un 93 por ciento en la zona Dorada. También la zona Diamante logró un 52 por ciento, aunque el Acapulco Tradicional sólo obtuvo un 64 por ciento.

Como podemos ver, los destinos del estado suriano, a pesar de las grandes desdichas, se mantienen de pie, vivitos y toreando al enemigo.

Porque han de saber que hay arañas venenosas deseando destruir los destinos de playa; lo bueno, sin embargo, es que en este bello estado de Guerrero son más las personas que deseamos que la entidad suriana avance, y no importa que sea lento, pero que avance.

A Ixtapa-Zihuatanejo, la fortuna continúa favoreciéndole, pues están llegando turismo estadunidense y canadiense al puerto. Esta es una grandiosa noticia, pues ellos mismos dicen que de ir a otro país donde la gente no es cálida y también corren riesgos, porque también hay violencia, mejor vienen a Ixtapa, que es muy bonito y tranquilo, que disfrutan las playas, la comida y la gente es noble y atenta.

Qué bonito es escuchar estos comentarios, mis estimados; ahí tienen la clave. Quise decirles esto para animarnos a seguir luchando por el destino, no bajen la guardia, recuerden que todos de aquí comemos y debemos cuidar y defender el puerto con uñas y dientes, de personas que lo quieran dañar. Todos unamos cadenas de afecto y sigamos siendo amables y atentos con los turistas, y ellos van a volver vez tras vez al destino; no olviden, que este puerto, es herencia de sus hijos y nietos, y si usted agacha la cabeza, permitiendo que manos peludas letales que ni son del puerto lo destruyan, entonces prepare un discurso para dar a sus hijos, porque si a ustedes y a mí nos toca vivir ahora tiempos terríficos, imagine lo que sus hijos y nietos van vivir: algo peor.

Ponga manos a la obra, defienda la herencia de sus hijos.

Les decía que continúa llegando turismo a la Costa Grande, pues también los turistas canadienses eligen los destinos de La Unión de Isidoro Montes de Oca y Troncones-Saladita, que son los destinos que más prefieren los visitantes canadienses, porque varios de ellos practican deportes acuáticos en esas playas. Incluso, muchos turistas vienen a estas playas y se quedan hasta seis meses por estos rumbos, y obvio es buena la derrama económica que esos extranjeros dejan en los municipios.

¡Qué maravilla! Por eso les digo que cuiden al turismo. Lo que debemos encomendar al visitante es cuidarse. Díganle qué lugares no debe frecuentar ya muy noche. Coméntele de los riesgos, sin crear pánico en el turismo, esto para evitar incidentes. Digo, pues vale más prevenir que lamentar, ya que hasta en Cancún, siendo el destino de los ricos, sucede lo mismo; y al entrar al hotel como turista te recomiendan que te transportes con cuidado y que no salgas de noche, pues la delincuencia está muy fuerte en la zona. Entonces, no duden en hacer lo mismo con el turismo aquí, tanto nacional como extranjero.

En otro tema mis estimados, hace meses se agudiza la crisis económica para varios presidentes municipales del estado de Guerrero. Algunos alcaldes, ya recurrieron a préstamos bancarios para poder saldar cuentas de las alcaldías. Los presidentes alegan que son deudas heredadas de sus antecesores, sobre todos laudos, pero que tienen que pagarlas pues las deudas del gobierno municipal no son de un ex presidente, sino que son deudas institucionales.

Ante esta petición de los ediles guerrerenses, el Congreso local rechazó otorgar partidas especiales, ampliaciones presupuestales y adelantos de participaciones federales y contratación de empréstitos a los ayuntamientos.

La Comisiones Unidas de Presupuesto y Cuenta Pública y de Hacienda, dictaminaron la no procedencia a la petición de nueve ayuntamientos del estado de Guerrero que solicitaron recursos para saldar laudos.

Los diputados locales se pusieron el zapato antes de cortarse; incluso, aparte de decir que no les darán dinero, ni una esperanza, más bien les recomendaron a los alcaldes recaudar más impuestos en sus municipios. Que cobren el predial, por ejemplo, porque el dinero está muy escaso  ellos no tienen. ¡Me lleva la que me trajo!

Entre esos nueve alcaldes que pidieron recursos al Congreso local para saldar laudos, son dos de la Costa Grande: Tecpan de Galena, que solicitó 78 millones 209 mil 723 pesos; y Coyuca de Benítez, 35 millones 677 mil 257 pesos, recurso que les negaron. A pesar de solicitarlo por segunda vez, les dijeron que no.

En serio, mis estimados, es mucho dinero el que deben pagar los ayuntamientos por laudos. La neta da mucha rabia esa situación, porque el dinero no es del gobierno, es dinero del pueblo que se obtienen vía impuestos, y eso no deberían pagarlo. Debe haber una forma para no pagar tanto dinero. Ellos, los diputados, en vez de hacer leyes para joder al pueblo, que aprueben una iniciativa para no pagar este dinero. Es una burla al pueblo y le revelaré algunas cantidades nada más para que se den cuanta del tamaño de la deuda de los gobiernos municipales, que finalmente viene siendo deuda del pueblo porque el dinero que paga es recurso que sale de la población. Lean para que hagan entripados igual que su servidora: el ayuntamiento de Xalpatlahuac, 2 millones 925 mil 388 pesos de laudos; Cocula,1 millón; Alcozuaca, 4 millones; Atlixtac, 10 millones.

Pero quien se voló la barda es Tecpan, municipio que debe pagar 78 millones.

Por favor, que alguien me explique esta grosería infame.

Pero los preciosos diputados bien monos dijeron que no prestarán dinero, ni darán adelantos a los alcaldes, ni tampoco los presidentes pueden pedir préstamos para pagar laudos; es decir que se hagan de la vista gorda y sigan arrastrando los ayuntamientos esa deuda, y que si quieren dinero recauden más, que cobren impuestos, por ejemplo, el predial, propusieron los diputados.

Sin embargo, el cobrar más impuestos tampoco es una solución, sobre todo para ayuntamientos pequeños, donde casi todo es ejido y además no hay servicios de drenaje ni agua potable. Entonces, ¿qué canijos van cobrar los presidentes?

Estos diputados viven en otro Guerrero. No la chiflen pues, señores legisladores, porque es cantada.

Es cierto que hay municipios que son de vocación turística y tienen forma de recaudar recursos, pero no tienen infraestructura; ¿cómo fregados reciben turismo? Ni modo que en casas de campaña. No pues jodan.

Y a los ciudadanos tampoco los pueden sangrar más de la cuenta, cobrando impuestos, pues no hay de donde sacar dinero. Estamos como la tamalera, comiendo y vendiendo. Entonces es una cadena. Si los alcaldes no reciben pagos de los contribuyentes, ellos tampoco tienen dinero; y entonces ¿de dónde canijos pagan? Esto puede agrandar el conflicto entre gobierno y pueblo. Si le imponen mayores impuestos a la gente, van a agitar a la población, y entonces se va poner peor el asunto.

Son los diputados los que deben decir esta boca es mía, porque ellos son los que proponen y aprueban las iniciativas, y queremos que propongan un decreto en relación a los laudos. Que se fajen los pantalones los diputados, y las enaguas las diputadas, y propongan una ley para que sean suspendidos los laudos, y que se pague una cantidad que no pase de 20 mil pesos por persona. Ellos pueden hacerlo, al cabo que en México y en Guerrero todo se vale, ¿por qué los laudos no? También que entren al convenio de no corrupción, ¿o eso no se llama corrupción?

Bien pronto pueden arreglar ese tema los diputados con una iniciativa que apruebe el Congreso local. Y si quieren les ayudamos, pues como están de moda las consultas públicas, simplemente sometan este caso al escrutinio público y verán cómo todos votamos para que no paguen los ayuntamientos ningún peso de laudos. Todo se puede.

Ya ven que la dirigente de Morena de plano mostro su ambición al poder. Resulta que la dirigente Yeidckol Polevnsky convocó a un Congreso nacional para cambiar los estatutos e incluir encuestas como método de selección de sus cuadros, con el fin de extender su mandato indefinidamente.

Yeidckol usa a morena como de su propiedad. ¿Ya ven?, les dije. Es el mismo problema que en el PRD, pero este conflicto en la dirigencia de Morena viene alargando el proceso interno y al final van a salir con su domingo siete, de que se relige la Yeidckol por muchos años más.

Tal como les comenté hace algunos meses en este espacio.

No tardó nada la dirigente de Morena en mostrar la ambición al poder. Qué pena que no sea congruente con lo que tanto pregonan. ¡Feliz semana, mis estimados!

Editorial

Si AMLO hubiera sido presidente…

En términos anímicos, AMLO habría podido ser un mejor presidente entre 2006 y 2012. Habría ejercido el poder sin la acritud que hoy destila, incubada justamente en la guerra sucia de que fue víctima, en la turbiedad de un proceso electoral que en sus conferencias mañaneras evoca con enojo y repudia con razón. Su rencor es comprensible, pero el efecto que provoca socava su capacidad de gobernar para todos. Al final de su periodo como jefe de gobierno del DF, cuyo saldo fue más que positivo, había logrado apaciguar su antiguo instinto de luchador. Meses después, sin embargo, tras de la contienda presidencial, experimentó una regresión temperamental que ahora propicia la polarización del país. El revanchismo es mal consejero.

Por ejemplo, a menudo da la impresión de que, si bien se investiga y enjuicia a corruptos, la lista de prioridades se elabora en función de afrentas o respaldos.

Tres consideraciones más. 1) En 2006 AMLO habría iniciado su administración sin la aplastante mayoría de su partido en el Congreso que actualmente goza, que merma la división de poderes y agudiza sus pulsiones autoritarias. 2) El hecho de haber tenido que llegar a un tercer intento que los suyos vieron como su última oportunidad, y de que alguien le haya aconsejado hacer todo lo necesario para ganar, lo llevó a aceptar aliados tan indefendibles como innecesarios. 3) El PRI no habría triunfado en 2012. Dudo que AMLO hubiera logrado imponer sucesor con un PRD en el que no las tenía todas consigo y, aun si hubiera fundado Morena entonces, probablemente se habría fracturado por el mismo canibalismo que enfrenta ahora; ni los partidos se institucionalizan bajo liderazgos caudillistas ni el carisma se hereda o se transfiere. Pero la idea-fuerza subrepticia que impulsó al priñanietismo hace siete años –corruptos como todos pero eficaces como nadie– no habría capturado el imaginario colectivo. Tal vez algún candidato independiente o panista habría capitalizado el natural desgaste de AMLO.

En suma, habría sido muy benéfico para México que AMLO hubiera sido presidente de la República en el segundo sexenio de este siglo. Quienes coincidan sobre el talante de AMLO antes y después de 2006, y además acepten que no habría la vorágine violenta que desgarra y que no habríamos tenido la cleptocracia que se padeció de 2012 a 2018, arribarán a la misma conclusión: de haber llegado al poder AMLO hace trece años habría hecho un gran trabajo, y en estos momentos estaríamos mejor sin López Obrador, quien seguramente sería un expresidente popular.

Los ejercicios contrafactuales no son estériles. Sirven para profundizar la comprensión del pasado y, sobre todo, para normar el criterio de cara al futuro. No se trata de evadir la realidad; las cosas son como son y lo que no fue no será, como diría José José. AMLO alcanzó la Presidencia en 2018 y no en 2006 y sin duda habrá opiniones en el sentido de que eso fue lo mejor o de que así tenía que ser. Lo importante, pienso yo, es agregar al lugar común de que quienes no conocen la historia están condenados a repetirla un addendum: aquellos que no se plantean cursos históricos alternativos están destinados a tomar decisiones equivocadas en momentos decisivos.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Si el objetivo de la masacre de la familia LeBaron era darle una especie de golpe de Estado blando al presidente Andrés Manuel López Obrador, en parte lo logaron. El pasado viernes, 5 días después de esa tragedia que sucedió en los límites de Sonora y Chihuahua, el periódico El Economista publicó el sondeo que hace diariamente para medir la popularidad del presidente.

Y sucedió lo que tenía que suceder. Aunque AMLO todavía está por encima del 50 por ciento de popularidad, la merma es importante y prende los ojos rojos para el partido y  para sus asesores. Pero alegra a sus detractores.

En febrero, López Obrador registró su mayor porcentaje de aprobación, con 83%. Pero desde ese entonces ha ido a la baja De acuerdo con una encuesta que organiza el diario El Economista, este 8 de noviembre, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, alcanzó su popularidad más baja en 11 meses de gobierno.

El sondeo, hecho por Consulta Mitofsky, revela que López Obrador registró 59.8 por ciento de aprobación, cifra drásticamente baja, si la comparamos con la de febrero, donde acotó su pico más alto con 83 por ciento (según El Financiero).

Ni siquiera la rebelión del Narco en Culiacán, cuando detuvieron al hijo del Chapo Guzmán, le causó tan tremendo costo político al presidente, pese a que se trató de un operativo fallido –que presenta muchas inconsistencias de las cuales la Fiscalía General de la República estará informando-, y pese a que el presidente tuvo que dar la orden de dar marcha atrás, pues estaban en riesgo vidas inocentes.

En ese entonces, después del 17 de octubre, al contrario la figura del presidente se fortaleció, pues se mostró como un hombre justo, que no está dispuesto a seguir peleando esta guerra fraticida con las mismas armas que sus antecesores, y mucho menos sacrificar a inocentes a costa de la detención de un hombre que es reclamado por los Estados Unidos.

Y en esto hay mucho fondo, sólo falta que los lectores y el pueblo en general, aprenda a discernir.

Sin embargo, la matanza de mujeres y niños de la familia de mormones en el norte del país, junto con la revelación de cómo sucedieron los hechos, pues se trató de dos ataques, con casi hora y media de diferencia uno del otro, así con la saña con que los ejecutaron, pegó duro y a la cabeza en el gobierno federal, justo cuando nos entregaban cuentas alegres.

Todo ha sido tan sincronizado, desde Culiacán hasta la tragedia de los LeBaron, pasando por algunos episodios que se han registrado en Michoacán, Jalisco, Guanajuato y Guerrero, que no podrían ser causalidad.

En realidad, se está generando la idea de que el gobierno está acorralado, que los grupos delincuenciales tienen el control del país, y que tarde o temprano se necesitará la intervención extranjera, curiosamente del país de donde provienen las armas con las que se armó en este caso el Cartel de Sinaloa, hasta convertirse en un ejército irregular, junto con sus diversas falanges, una más agresiva que la otra.

Análisis todavía no muy populares, de expertos en la materia, así lo exponen. Lo de Culiacán, dijo Alfredo Jalife, fue un intento disfrazado de golpe de Estado para AMLO, pues de haber caído en la trampa, y de haber persistido en la detención de Ovidio Guzmán, se hubiese incendiado prácticamente todo México.

¿Pero quiénes podrían estar detrás de todo esto? ¡Uff! Son muchos. Por menos de lo que está haciendo López Obrador mataron a Luis Donaldo Colosio, y se puede adivinar un sector rancio del Ejército Mexicano participando en todo esto. Así lo vimos cuando salieron algunos Generales a protestar contra el presidente. Fue sorprendente verlos, porque el código militar tipifica eso como rebelión, y lo que procede es aplicarles la justicia militar.

También podríamos ubicar a la ultraderecha, al conservadurismo religioso, y a los empresarios y políticos que se han cebado en la corrupción del régimen por años, hasta construir imperios empresariales, inmobiliarios, financieros y de infraestructura.

La Auditoría, por ejemplo, reveló que desde la era panista, pasando por Enrique Peña Nieto, hasta AMLO, 10 empresas han sido favorecidas con el mayor número de contratos de construcción y servicios, incluso sin licitación.

Bueno, estemos atentos. La estrategia de los barones del dinero mundial ha sido exitosa a lo largo de los siglos, y en México sobre todo.

El Estado en ruinas

El Estado mexicano se encuentra al borde del colapso. Sus cimientos están carcomidos y las oquedades se notan por todas partes. Un edificio que nunca fue muy sólido, pero que se sostenía en pie, ahora amenaza ruina inminente, ante la inepcia de quienes hoy lo administran y el pasmo irresponsable de quienes contribuyeron a la carcoma de la estructura. Mientras tanto, los residentes estamos a punto de ser aplastados por los cascotes, y muchos ya han sucumbido entre escombros. Construido desde su origen en terreno pantanoso, las necesarias obras de recimentación nunca se hicieron, mientras se pretendía eliminar el material putrefacto de su basamento.

La metáfora ilustra el proceso de deterioro paralizante que vive la organización estatal mexicana, en el origen producto del triunfo de una coalición militar en la guerra civil que llamamos revolución, incapaz desde su nacimiento de sustentarse en una eficaz aplicación obligatoria de la ley, debido a que su dominio nunca gozó de aceptación plena. Heredero de una trayectoria institucional basada en los privilegios y las excepciones, de matriz hispánica, y de una manera de hacer las cosas arraigada por su antecesor inmediato –el Estado porfiriano–, el cual ejercía su dominio a través de una tupida red de intermediarios que usaban sus parcelas de poder en beneficio personal, el régimen posrevolucionario operó siempre con ingentes problemas de agencia y llevó a cabo su tarea sustantiva, la reducción de la violencia, por medio de la venta de protecciones particulares y la negociación permanente de la desobediencia de la ley.

Cuando el PRI fue relevado de la Presidencia, en 2000, los nuevos administradores del ruinoso edificio desaprovecharon la oportunidad para cambiar los cimientos. Era una tarea compleja pero posible: había que invertir en profesionalización de los cuerpos fundamentales del Estado, empezando por su función primordial, la seguridad. El desastre, sin embargo, llegó con Calderón y su intención de desmontar la estructura de venta de protecciones particulares que, mal que bien, aún funcionaba para reducir la violencia. Comenzó a eliminar tabiques en la base y pretendió apuntalar lo socavado con las fuerzas armadas. Los boquetes comenzaron a proliferar. Peña siguió agujereando la base estatal sin sustituirla con cuerpos profesionales especializados, que poco a poco sustituyeran a las redes tradicionales. El mismo recurso, el ejército y la marina, para contener la presión de quienes, al ver las ruinas, tratan de ocupar el vacío también con la fuerza de las armas.

Al actual Gobierno los escombros le están cayendo en la cabeza. Sin el talento ni el proyecto para una reconstrucción seria, que requeriría de un nuevo pacto de gran base política y social, en lugar de parar el derrumbe, contribuye al socavamiento con su bravuconería y su cantaleta de que las cosas ya cambiaron, aunque todo vaya a peor. Si la ventaja comparativa sustancial de los Estados es la capacidad de usar la violencia de manera regulada, pero con mayor eficacia que sus adversarios, lo que hemos visto en los últimos días es que el Estado mexicano ha perdido ese atributo sustancial. Es el momento de un nuevo pacto constitutivo, pero quién podría convocarlo se ha atrincherado en su pretendida popularidad, se bate diariamente con enemigos imaginarios y carece de la visión y el talento para lograrlo. Así, el derrumbe continuará, a ver si el colapso no es total.

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