Ruth Tamayo Hernández
Municipios, carentes de
recursos y medios para el desarrollo
“Las
aves, por ejemplo, limitan el número de huevos, o incluso dejan de aparearse,
en épocas de escasez. Concentran todos sus esfuerzos en mantenerse vivas hasta
que los tiempos mejoran. En cambio los seres humanos tiene la esperanza de
meter su alma en otro, de crear una nueva versión de sí mismos y vivir así
eternamente.” Margaret Atwood
Mis
estimados, en estudios o encuestas que revelan organismos especializados, casi
nunca dejar ver los números por municipio para conocer las cifras reales de
pobreza y precariedad en la que viven millones de mexicanos, y sobre todo
carentes de seguridad, pues para nadie es un secreto la negligencia oficial que
afecta a las municipalidades, donde la población está carente hasta de los
servicios públicos más básicos.
En
pleno Siglo XXI, en nuestro México lindo y querido existe pobreza urbana y
rural que da vergüenza; y en efecto cada presidente municipal juega un papel importante
en la provisión de servicios públicos a la población de los territorios bajo su
jurisdicción pero por falta de recursos hay rezagos ancestrales que se vienen
arrastrando y heredando, mientras la población crece y los problemas se
multiplican.
Pero,
¿cómo resolver esto? Con políticas públicas bien trazadas por el gobierno
federal, y en general por los 3 órdenes de gobierno, para la superación de la
pobreza en cada municipalidad, y no otorgando dinero a cada persona, porque de
esa manera no se acaba con la pobreza.
Y
es que es preocupante lo que presume el presidente Andrés Manuel López Obrador,
ya que insiste en mezclar su gobierno con cristiandad. Claro que es libre el
mandatario de decir lo que quiera en sus discursos, pero él es presidente de la
República, y es el presidente de todos los mexicanos, no sólo de los pobres. Insiste
el mandatario compararse con Nuestro Señor Jesucristo y eso no está bien, porque
no hay ninguna comparación. El Señor Jesús vino a salvar lo que se había
perdido, no vino a dar dádivas a los pobres; entonces, debe haber respeto. Su
gobierno es terrenal, el de Dios es celestial. Punto. Al César lo del César a
Dios lo de Dios.
Es
cierto que debemos amarnos y respetarnos y ser solidarios y fraternos con los
necesitados. Por eso aplaudo el apoyo a los ancianitos y discapacitados, nada
más. Los otros somos iguales todos y debemos trabajar para ganar el sustento,
de ahí no tiene por qué el gobierno mantener a las personas, a nadie. Señores,
la verdad es que no producimos ni lo que nos comemos. Despierten porque al rato
nos estaremos comiendo unos a otros.
El
gobierno no es generador de recursos, no es empresa, y el dinero no cae del
cielo, el recurso que reparte el gobierno es producto de los impuestos que
pagan los contribuyentes; y soy contribuyente y no estoy de acuerdo con las
políticas públicas instituidas por el mandatario federal. El punto es, mis
estimados que han crecido la inseguridad y violencia en los municipios por la
miserable pobreza en la que viven millares de personas. Así lo han manifestado
presidentes municipales.
Ahora
bien, aclaro que no es del gobierno del presidente AMLO el olvido oficial a los
municipalidades; esto tiene épocas. Pero el mandatario conoce los 2 mil 458
municipios que integran el país; tal vez las comunidades de cada municipalidad
no las conoce el presidente AMLO, pero sí sabe en las condiciones de pobreza,
precariedad y abandono que se vive en los municipios. Sobre todo sabe de la inseguridad,
además de las carencias de los servicios de luz, agua, alcantarillado y drenaje.
Estos rubros están bien rezagados; incluso carecen de ello hasta los municipios
con vocación turística, imagínense las otras municipalidades en qué condiciones
viven.
En
serio, señores, varios amigos -incluida su servidora- pensamos que el
presidente AMLO destinaría los recursos directo a los municipios para combatir
desde las municipalidades la pobreza y la precariedad en la que vive la gente,
pues el mandatario conoce bien los municipios y sabe de las carencias; incluso llegó
a conocer las tragedias que han vivido miles de personas, y también sabe que la
recaudación del país se concentra en el gobierno federal. Según datos oficiales,
casi el 95 por ciento del producto interno bruto es para la Federación. A los
estados distribuyen apenas un 4 por ciento, y lo triste del cuadro es que a los
municipios o gobiernos locales apenas les alcanzan 1 por ciento.
Esto
lo supimos ahora que los presidentes municipales exigen mayor distribución de
los recursos, pues según estados y municipios perciben en promedio sólo un peso
de cada 10 de sus ingresos por la vía de impuestos locales; el resto del
recurso llega a ellos por trasferencias federales, principalmente participaciones
y aportaciones.
Sin
embargo, deben saber que hay estados como Guerrero, Michoacán y Morelos (por cierto,
estos dos últimos son colindantes con nuestra entidad y hasta padecemos los
mismos pánicos), donde apenas llegan a recaudar 50 centavos por cada 10 pesos
de sus ingresos.
Y
cabe destacar que para cada gobierno local, la mayor recaudación proviene del
Impuesto Predial, y en menor medida recolección de basura, servicio de agua,
entre otros. Pero en realidad poco recaudan las alcaldías, pues además son
pésimos los servicios.
El
caso es que la mitad de las entidades federativas recaudan muy poco, y las
entidades que sí cobran impuestos, ya no quieren que les trasfieran
participaciones iguales, sino que se les premie por su trabajo. Y esa es la
tendencia del gobierno, de darle más a quien más recaude.
¿Ya
ven? Es lo mismo. No estamos de acuerdo que le den recursos a quienes no
generan; sin embargo, todos los municipios reciben aportaciones y
participaciones.
El
plan en cualquier momento queda fuera. Van a condicionar las participaciones,
aunque varios alcaldes piden el cambio de reglas en la distribución de los
recursos, sobre todo para infraestructura social.
Los
munícipes que finalmente fueron recibidos en la Secretaría de Gobernación,
externaron sus peticiones, se adelantaron y dejaron su carta a los Santos Reyes.
Aunque falta para esa fecha, ellos ya hicieron su petición; pidieron que se
entreguen sin candados los recuso a sus municipios, e insisten que en el caso
del Ramo 23, que ante la desaparición de ese ramo, se cree otro para el
desarrollo de la infraestructura local con ministración directa a los
municipios, y con la vigilancia y supervisión de la Secretaría de Hacienda.
Asimismo,
pidieron más recursos directos para seguridad. Y pues como el pedir no
empobrece, los presidentes pidieron, aunque no estuvo ninguno funcionario de la
SHCP, a ver si le pegan al gordo. Pero ya ganaron con que los hayan recibido,
esa es ventaja.
Los
alcaldes revelaron lo mismo que propongo y hemos dicho siempre en este espacio:
que el recurso debe llegar etiquetado a los municipios, y que sean vigilados
por la Secretaría de la Función Pública. Si ellos piden que ya no llegue al
estado su dinero, porque de ahí les mochan orejas, pues háganlo, caramba, que
cada quien sea responsable de los chelines que recibe.
Esperamos
que recapacite la Federación y cambie su forma de distribuir los centavos, y
que los canalice a los municipios. Y que desde cada municipalidad responsabilice
a los alcaldes de combatir la pobreza y la precariedad en sus jurisdicciones.
Me
temo que vamos a ver a varios tras las rejas, pero también muchos alcaldes van
a dar otra cara a sus municipios.
Aunque
hay varias quejas de presidentes municipales que señalan haber recibido menos
recursos por la mala administración de sus antecesores, pero ya ustedes ven
cómo se distribuye el recurso.
Al
menos en los municipios de Guerrero, se pueden dar cuenta del poco dinero que
se recauda. Según datos, los municipios dieron mal uso al Ramo 23, lo
destinaron a otras actividades. Fue el fondo que más dieron mal uso los
presidentes municipales, y de ahí el Congreso de la Unión redujo una fuerte
cantidad a ese fondo. Y aunque varios municipios sí aplicaron bien el recurso, por
unos pagaron todos.
La
reducción al Fondo de Desarrollo Regional del Ramo 23, es grave. Entre 2018 y
2019, lo han reducido en más de 20 mil millones de pesos, y la propuesta al
Presupuesto de Egresos del 2020 es que ya no se le designe dinero y
desaparezca.
Con
esto antecedentes se pueden dar una idea de la distribución de los recursos y
conocer porqué la entidad suriana está muy rezagada en servicios públicos, y
porqué como municipios y estado vivimos problemas de inseguridad graves, al
grado que mucha gente hace meses que comenzó a emigrar fuera del país; inclusive,
las comunidades serranas están desoladas, abandonadas porque la gente salió
huyendo con rumbo desconocido para salvar su pellejo. Sin embargo, otros
continúan con la esperanza que el país retome el rumbo.
Siempre
es bueno intentar nuevas alternativas y los municipios pueden ser esa opción.
Desde “primero los pobres”, no solucionan nada; por el contrario, van a crear
más pobres. ¡Feliz semana, mis
estimados!