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SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

A propósito de los censos del Bienestar que desde hace varios meses realiza el gobierno federal, usando para ello cuadrillas de los llamados “Siervos de la Nación”, conviene que en la Costa Grande se haga lo que se hará en la Costa Chica: que estos siervos sean presentados ante los Cabildos municipales, y ante la sociedad en general, para que se les identifique y se conozca sus modos de trabajar.

Todos hemos visto a estos muchachos –muchos de ellos voluntarios- que portan el chaleco guinda del gobierno federal, aplicando los censos del Bienestar, que servirán de base para orientar los programas sociales del régimen lópezobradorista.

Sin embargo, también se sabe que esos “siervos” trabajan por grupos, y que algunos responden a los jefes políticos de Morena en el estado, quienes a su vez están empeñados en ganar terreno uno al otro, de cara a la elección local y de gobernador en 2021.

Así las cosas, los grupos se han acusado mutuamente de trabajar mal y a favor de sus jefes, siguiendo criterios políticos, como sucedió en la Tierra Caliente, previo a la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, el pasado 8 de febrero.

A petición del presidente municipal de Ometepec, Efrén Adame Montalván, se anunció ayer que los servidores de la nación, encargados de realizar censos para implementar programas sociales, serán presentados ante los cabildos municipales de la región de la Costa Chica, para evitar cualquier sesgo político que se le pueda dar a esta actividad.

El alcalde priísta hizo esta solicitud ante el delegado de gobierno federal en el estado, Pablo Sandoval Ballesteros, quien le dio cauce a la petición y ordenó al delegado regional, que haga lo propio.

Los siervos de la nación serán presentados en los municipios costachiquenses, a partir del próximo jueves 28 de febrero, por el coordinador regional de dicho programa en la zona, Alberto Salgado, quien hará un recorrido en cada ayuntamiento.

De verdad que esto es algo que debió hacerse desde un inicio, sobre todo desde la llegada al poder del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque se presta a confusión la forma en la que están trabajando los “siervos”, ya que algunos están siendo regenteados por ex candidatos a las presidencias municipales, y se entiende que estos –aunque estén censando parejo a todos los ciudadanos-, su sola presencia ayuda a que capitalicen políticamente ese trabajo.

Otro problema que enfrentan los “siervos”, es que les prometieron a algunos un sueldo fijo, y a otros, los voluntarios, darles apoyos durante el proceso, pero en varias regiones persiste la queja de que a seis meses de que comenzaron sus actividades, no les han cumplido.

El conflicto en Tierra Caliente surgió porque un grupo acusó al delegado federal de estar privilegiando a su grupo, mientras que a los demás les dijo que no hay dinero y que, por lo tanto, no habría pago.

Pablo Sandoval desmintió la nota, por supuesto. Alegó que se trataba de un golpeteo político en su contra. Pero eso no obsta para desmentir que, en efecto, los “siervos de la nación” son un ejército de voluntarios –asalariados o no- que bien pueden ser utilizados desde el punto de vista político-electoral.

La recomendación es que estos hombres y mujeres, jóvenes en su mayoría, sean presentados ante los Cabildos, donde están los representantes del pueblo, pero también ante la sociedad en general, para que los miembros de los diversos sectores los conozcan y sepan a qué equipo pertenecen.

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