Los datos reales de López Obrador
Raymundo Riva Palacio
Desde hace varios días las mañaneras
se han convertido en un reguilete de distracción. El espionaje en el comedor de Palacio Nacional, con una cámara a la
vista de todos, sin sonido, que no transmite y para la cual hay que sacarle la
memoria para ver que grabó. El tema de su salud, donde inventar una afirmación
inexistente en esta columna le regaló 48 horas de diversión a las redes
sociales. La suspensión del fiscal de Veracruz, Jorge Winkler, le ayudó en este
esfuerzo distractor, como también el indeseado agandalle de Morena en la Cámara de Diputados para retroceder la
ley electoral -que finalmente logró a partir de 2021- más de 22 años. López
Obrador, es un maestro en comunicación política y con un posgrado en plantar temas en la opinión pública para
que se entretenga y no voltee a ver los asuntos que sí importan. El circo
mediático ocultó la realidad de la economía nacional en vísperas de la entrega
del presupuesto este domingo, que para describirlo gráficamente, es como un
motociclista atropellado que llega a la sala de emergencias donde se apuran a
evitar que entre en shock.
El presupuesto que llevará el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, a la
Cámara de Diputados el domingo por la tarde, está siendo altamente esperado por
los inversionistas, los analistas y todos los que tomarán decisiones
estratégicas a partir de los números que presente. De cómo establezca la tasa
de crecimiento, el ingreso por recaudación, la plataforma petrolera, el
superávit fiscal, el gasto y la deuda, por citar algunos de los datos más
relevantes, dependerá si la misma noche de ese día los mercados se vuelven
locos porque no le creen al planteamiento del gobierno, o le dan el beneficio
de la duda porque la información en el presupuesto les parece razonable. Esto
es lo que anticipa Herrera será el paquete que entregará; otra cosa es lo que,
en esta última etapa, decida el presidente López Obrador.
Los analistas se muestran ligeramente escépticos sobre lo que pueda
suceder. Un análisis de la consultora Eurasia a sus clientes, señala que
Hacienda tiene poco margen de maniobra ante la caída de las finanzas públicas para
mantener el superávit fiscal -ofrecido por el presidente en su informe el
domingo pasado- de 1.3% del PIB al tiempo de disponer de los recursos para sus
programas sociales. Varios bancos y calificadores internacionales están
advirtiendo a sus clientes de la probabilidad de que se baje el grado de
calificación de Pemex -porque no convenza su plan financiero-, con lo cual
arrastraría la deuda soberana de México. Si esto se diera, probablemente
comenzarían a irse inversiones del país, con una creciente pérdida de
confianza. Los análisis técnicos tienen fundamento en los indicadores de la
economía durante los primeros siete meses de este año:
- Los ingresos petroleros
cayeron 18.2%, de 567 mil 700 millones de pesos a 483 millones 300 mil.
- El impuesto sobre la
renta creció 0.0%, de mil 10 millones, a mil 51.
- El IVA se redujo 1.7%,
de 558 millones 200 mil pesos, a 571.
- La deuda interna creció
de siete mil millones 36 mil pesos, a siete mil millones 227 mil.
- La deuda externa se
elevó 9.5%, de 202 mil 400 millones de dólares, a 211 millones 100 mil.
- El indicador Global de
la Actividad Económica, que muestra la evolución del sector real de la
economía, ha crecido en el año 0.2%, que significa una caída de 1.4% de cómo
recibió la economía del gobierno anterior.
- Las ventas al menudeo
dejaron de crecer y cayeron de 2.2% a 1.7%.
- El desempleo creció de
3.4% a 3.5%.
- El impuesto a las
gasolinas, que es un impuesto indirecto que se cobra a los clientes, creció de 98 millones a 170 millones de pesos.
Estos son los datos reales de la economía de los primeros siete meses de
gobierno de López Obrador, aunque el presidente afirme tener otros datos. La
información no surge de las mañaneras,
como él mismo ya califica su comunicación circular de todas las mañanas en
Palacio Nacional, sino de los reportes de la Secretaría de Hacienda, el Banco
de México y el INEGI. Los acentos en el presupuesto estarán en la recaudación
de ingresos. El presupuesto deberá contener cifras de ingreso conservadora en
petróleo y gas, contra lo que sugiere el gabinete energético, si se busca que
el presupuesto sea creíble. La recaudación por la vía fiscal es lo que viene
reforzado.
El gobierno está trabajando con el Congreso para generar ingresos. Morena
presentó una iniciativa para cobrar el IVA a las plataformas digitales que dan
servicios de alojamiento, transporte, y comida, que no será suficiente. También
estará la elevación del delito de defraudación fiscal a delincuencia organizada
y seguridad nacional, y el combate contra las facturas falsas, por donde se
evaden 300 mil millones de pesos anuales. En la cocina, sin saberse aún si se
presentará, es un cambio de régimen en la venta de medicinas, para que pasen
del sistema del IVA a exención de impuestos. Para el consumidor no significa nada,
porque de cualquier forma no pagaría impuestos, pero ese cambio de régimen
significaría alrededor de 80 mil millones de pesos anuales menos, que se
entregan anualmente a las empresas farmacéuticas.
Nuevas medidas de austeridad, señaló Eurasia, son probables y “mostrarán
desesperación” del gobierno para encontrar recursos adicionales. Tampoco
considera, pese a las señales de la semana pasada, que el presidente modifique
su oposición a inversión privada en el sector energético, que le daría recursos
frescos. Su pronóstico es pesimista y ve que los riesgos políticos hacen
probable un mayor deterioro económico de las finanzas públicas en 2020.
rrivapalacio@ejecentral.com.mx
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