SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Cinco largos años de investigaciones, millones y millones de pesos gastados del erario público, más de 200 detenidos y hasta torturados, y casi 2 mil días de un tortuoso peregrinar de los padres cuyos hijos fueron apresados y desaparecidos en los hechos de “La negra noche de Iguala”, no han servido de gran cosa.

Los errores de la Fiscalía Estatal, la PGR, los fiscales del Caso Ayotzinapa, la tortura ejercida sobre los detenidos para resolver rápido -presionados por el entorno político y social- un caso tan complejo como la desaparición de 43 estudiantes normalistas en Guerrero, derivó en que los tribunales mexicanos prácticamente lo tienen perdido, y da el caso que la Fiscalía General de la República decidió comenzar de cero, para subsanar los errores que se cometieron por muchos frentes.

Primero, como señala uno de los investigadores independientes, desde el inicio se evitó seguir la línea de narcotráfico para buscar a los muchachos. Eso evitó que se desestimaran varias líneas de investigación, como es el caso de la línea que habla de que los muchachos fueron llevados a Huitzuco (al menos parte de ellos), pese a que se tuvo por lo menos con dos testimonios que involucran a policías de Iguala, de Cocula y de este último municipio.

La PGR se concretó a la línea de Cocula, donde también la CNDH confirmó que se encontraron cientos de restos óseos minúsculos, triturados y carbonizados, de los cuales por lo menos 19 pueden corresponder a los de los estudiantes.

¿Qué falta en todo esto? Primero, que se despolitice el caso. Esto permitirá retomarlo sin tintes políticos de ningún tipo, como se hizo hace 5 años, pues se aprovechó el momento para, entre otras cosas, hundir al gobernador Ángel Aguirre Rivero, y para quitarle al PRD el gobierno estatal.

De hecho, todo debió comenzar a enderezarse hace dos años, cuando la DEA entregó las conversaciones que líderes de Guerreros Unidos hicieron desde Chicago, y las cuales revelan que los muchachos fueron confundidos con gente de Los Rojos, que entonces operaban en la Zona Centro de la entidad.

Entonces, partiendo de ahí, se dio la orden de matarlos, algo de lo que se lamentaban los cabecillas desde Chicago, pues temían que se les desmantelara el cártel, como ocurrió.

Siendo sinceros, en esto ni siquiera el alcalde José Luis Abarca Velázquez, ni su esposa, María de los Ángeles Pineda, tienen responsabilidad directa. Si acaso se les puede acusar de vínculos con el cartel que se apoderó de Iguala de manera absoluta, al grado de que operaban desde dentro de la policía municipal, pero no de haber planificado la masacre de estudiantes.

En otro sentido operó la presión social y política sobre el régimen de Enrique Peña Nieto, cuyo procurador, Jesús Murillo Karam, tenía que dar resultados inmediatos, pues recordemos que la tragedia propició manifestaciones de repudio a lo largo y ancho del planeta. Hasta en los lugares más recónditos había reclamos por los 43.

Y aunque Murillo dice que logró unas 300 pruebas y testimonios que solidifican su investigación, todo eso se cae ahora que el fiscal Alejandro Gertz Manero determinó comenzar de cero, junto con el fiscal especial del caso, durante una reunión con los padres de los muchachos, y teniendo como testigo de honor al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Tres compromisos se hicieron en esa reunión, una de ellas es recomponer el caso, la segunda frenar las liberaciones de los implicados, y la tercera hacer evaluaciones periódicas.

Aparte, la investigación sobre los funcionarios que han llevado la causa también continuará. “La Fiscalía General de la República presentará los recursos y diligencias para responsabilizar a los funcionarios que incumplieron con sus responsabilidades en el desarrollo de la investigación, en particular contra los señores Jesús Murillo Karam, Tomás Zerón de Lucio y José Aarón Pérez Carro, quien era el titular de la Unidad Especial para el Caso Ayotzinapa…”, adelantó el Subsecretario de Derechos Humanos de Gobernación, Alejandro Encinas.

Y paralelamente a la indagatoria oficial de la Fiscalía, prosigue la investigación independiente de la Comisión Especial que dirige Alejandro Encinas. Por lo tanto, podríamos afirmar que “ahora sí”, el caso será resuelto, tras 5 años perdidos en el marasmo de la política.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El proyecto de Luis Walton Aburto va viento en popa. Sobrio como él es –aunque en la campaña de 2015 cometió algunos errores que él sabe le pesarán en su momento-, el ex alcalde acapulqueño está tomando decisiones si se quiere extremas, pero que van encaminadas a ir quitando piedras en su camino, obstáculos que en su momento le podrían estorbar.

De confirmarse la noticia de estos días patrios, Walton acaba de dar un “salto de la muerte”, usando palabras de la jerga de los charros, al decidirse a dejar su partido, el Movimiento Ciudadano, para ir en busca de uno de sus sueños más preciados.

Y aunque no sabemos aún si se integrará a Morena, seguramente ese es el camino que seguirá, porque dado la competencia que hay al interior de este partido, ninguno de los aspirantes externos puede darse el lujo de dejar todo de última hora, como en 2018 hicieron muchos que jugaron a las escondidillas, y que dejaron a sus partidos cuando ya no tenían esperanzas, pero ya no fueron admitidos en Morena.

Es el caso de Sebastián de la Rosa Peláez, quien se quedó en el PRD, donde le prometieron la segunda candidatura a Senador, pero finalmente lo chamaquearon. A diferencia de Félix Salgado Macedonio, quien no tuvo empacho en dejar el PRD de manera definitiva, e integrarse al proyecto lópezobradorista como una organización paralela denominada ProAMLO, logrando la candidatura a senador, que compartió con Nestora Salgado.

Teniendo estos ejemplos por delante, Walton está siguiendo una ruta distinta, y justo cuando quedan escasos dos años para las elecciones de 2021, pero ya con el proceso preelectoral encima, está moviendo su proyecto político por una ruta de arenas movedizas, obviamente con el aval de su partido; es decir, que todo es a valores entendidos.

Y aunque se trata de un movimiento que pudiera parecer en falso, en realidad es el camino más corto y seguro hacia la candidatura a gobernador.

Porque aunque los estatutos de Morena garantizan espacios para candidatos externos, la pugna por la gubernatura en este partido será marca criminal, y tomando en cuenta que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, está actuando de manera muy prudente y que difícilmente se comportará como sus antecesores, dando línea de manera descarada o imponiendo candidatos al más puro estilo caciquil, entonces todos los aspirantes tendrán que jugar con las reglas del juego ya establecidas, sin esperar a que los padrinazgos de que gozan los palomeen.

Por lo tanto, decíamos que Walton no quiere dejar nada al azar, y está moviéndose para que el día de mañana nada le sea echado en cara, o que lo vean como apestado. Sobre todo porque los morenistas se han vuelto muy puritanos, y no reconocen a nadie que no haya nacido con este partido, aunque a decir verdad, son pocos los que pueden presumir esto, porque hay que recordar que AMLO luchó 18 años por llegar a la presidencia de la República, y muy pocos lo acompañaron en ese largo trayecto.

Traigo a colación esto, porque incluso nosotros como medios regionales, le apostamos mucho más a ese proyecto que cualquier otro ilustro morenista que ahora nos ven como viles “chayoteros”, por decir lo menos, sobre todo los que por muchos años fueron ciudadanos comunes, y que ahora de la noche a la mañana se convirtieron en ilustres políticos.

Basta ver las páginas de estos diarios, que sin dinero de por medio, sin contratos, sin acceso a publicidad del partido (entonces del PRD, y el año pasado de Morena), cubrimos las giras y noticias principales de AMLO en 2006, en 2012 y en 2018.

En aquellos tiempos no existía Facebook, ni redes sociales, ni blogueros, ni nada por el estilo. Todo se hacía a puro riñón, como decía mi padre, trabajando 24 horas al día para enterar al pueblo de estas noticias. Y aunque los morenistas no quieran reconocerlo, el presidente sí lo sabe, porque recorrió varias veces todo el país, y sabe que los medios regionales sostienen proyectos alternativos de información, generan empleos y son de algún modo el contrapeso ante la desinformación y confusión que en este momento generan las redes sociales.

Volviendo al tema, Walton no se está moviendo al azar, decíamos. Todo está fríamente calculado. Al tiempo.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Sin los principales perpetradores de la cacería y desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, será casi imposible que el caso se desahogue normalmente y pueda llegarse a la verdad histórica, como fue la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador en su campaña, y para lo cual creó la Comisión Especial recién llegado al poder.

La mayoría de los jefes de Guerreros Unidos está libre. Varios de hechos ya fueron asesinados, como sucedió con el pasado 2 de septiembre en la terminal de autobuses de Cuernavaca, Morelos, donde fueron acribillados 5 hombres.

Entre ellos, se encontraba Gabriel León Villa, líder regional del grupo delictivo conocido como Gente Nueva, originario de Guerrero y vinculado al caso Ayotzinapa,

Gabriel León Villa, de 37 años, era del municipio de Iguala y era jefe de zona del grupo Gente Nueva, que tiene presencia en Guerrero y Morelos. El Gaby fue uno de los detenidos en Iguala en 2016 por el caso Ayotzinapa, y en ese entonces era jefe de plaza, al suplir a Gildardo López Astudillo, El Gil o Cabo Gil, quien ya está libre también desde hace dos semanas.

El Gabi fue liberado en 2018, y es sospechoso que lo hayan asesinado a unos días de que El Gil, su ex jefe, también salió libre. Y es que El Gabi fue uno de los que más detalles dio de la forma en que persiguieron y atacaron a los estudiantes, así como también dijo quién ordenó que los quemaran y los echaran al río San Juan, en Cocula, mencionando a El Cabo Gil como el autor intelectual de ese múltiple crimen.

Pero ya fue acribillado junto con su lugarteniente, David N, alias el Chango, quien también vivía en Iguala. Este último era un delincuente menor, pues únicamente cayó a la cárcel el año pasado por conducir una motocicleta con reporte de robo.

Los asesinos de El Gaby estuvieron una hora esperándolos afuera de la central camionera de Cuernavaca, cuando se disponían a esperar a una persona proveniente precisamente de Guerrero. Cuando los vieron inmediatamente abrieron fuego contra ellos.

Este es tan sólo un ejemplo de lo mucho que se ha empantanado el Caso Ayotzinapa. Por si fuera poco, este fin de semana el juez que lleva la causa dejó libres a 24 ex policías, incluido Felipe Flores, el jefe policial del gobierno de José Luis Abarca, y sólo 3 de ellos quedaron presos por otros delitos. El resto ya está en la calle exigiendo el pago de sus salarios caídos como ex trabajadores municipales.

De otro modo, no se entiende cómo hasta ahora se desatan las liberaciones, aprovechando que la Fiscalía no promovió nada desde el año pasado, cuando se dio a conocer que se violó flagrantemente el Tratado de Estambul, el cual nulifica toda declaración arrancada mediante tortura.

En este caso, según el titular de la Comisión Especial por el Caso Ayotzinapa, Alejandro Encinas, lo que procedía es reponer el proceso, pero no dejarlos en libertad.

La verdad es que como si se tratara de un pacto, la Fiscalía General de la República dejó ir el Caso Ayotzinapa. ¿Cómo? Simplemente no promovió nada, a pesar de que tenía encima la posibilidad de libertad de la mayoría de los presos.

Por eso hay pocas esperanzas de que el caso se resuelva totalmente, pese a la existencia de la Comisión de la Verdad. En verdad que los avances de este organismo son buenos, si nos atenemos a lo que antes se tenía. Por lo menos ya sabemos que los 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa, nunca salieron de Guerrero, sino que sus captores los mantuvieron siempre dentro de las fronteras estatales.

Pero nada más. El dónde está cada uno de ellos, o qué fue de ellos, sigue siendo un dilema al menos ante la sociedad, aunque el Ejército, la Policía Federal y ahora también al comisión especial sí lo sepa.

Ayer, el ex procurador Jesús Murilllo Karam, afirmó que la “verdad histórica” que él presentó, y que indicaba que los jóvenes fueron quemados en el basurero de Cocula, es la más firme, pese a que los miembros del grupo internacional que retomó el caso por intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la deslegitimó y orquestó una campaña en contra del gobierno federal y del Ejército.

Ha sido hasta recientemente que esta hipótesis se ha corroborado, y Murillo Karam se ofrece para colaborar con las autoridades, y resolver el caso.

Pero mientras eso ocurre, el juez federal que lleva la causa se está negando a recibir más elementos de prueba; lo que es más, está desestimando muchos elementos, y está decretando la libertad de los detenidos. ¿Por qué? ¿Para qué? Como periodistas sabemos que preguntando se van descartando las posibilidades. ¿Qué busca el juez Samuel Ventura Ramos? ¿Por qué en lugar de reponer el proceso, como lo dicta la ley, en caso de que las declaraciones de los detenidos hayan sido arrancadas bajo tortura, los está liberando? Y, sobre todo, ¿por qué no hizo estas liberaciones antes?

A alguien, sin duda, le urge que el Caso Ayotzinapa se diluya.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los mexicanos, como ningún otro país en el mundo, gozan de sus fiestas patrias. Eso me lo comentaba siempre un amigo chileno, quien decía que si algo le tenía que admirar a este pueblo, es su alegría a pesar de los tiempos difíciles y la amargura de su diario vivir.

Y así es. Los mexicanos somos alegres al grado de que somos capaces de burlarnos de nuestras propias desgracias. De hecho, hoy en día hacemos memes hasta de la muerte. Tal vez eso nos ha salvado hasta el día de hoy, y nos mantiene de pie a pesar de que el país cumple 13 años de mortandad constante, una guerra sin cuartel que no es nuestra, como sí lo fue aquella de 1810.

En las muertes de hoy, no hay nada heroico. Es la muerte por la muerte. No se pelea por la patria, ni contra la injusticia, ni contra el opresor. Se pelea por dinero, poder, y se mata por nada. Como decía José Alfredo Jiménez, “la vida no vale nada”.

Tal vez hoy como nunca el país está rodeado de tinieblas, pero acá abajo, los mexicanos de a pie seguimos buscando motivos de alegría, y las noches mexicanas de cada 15 de septiembre, día en que se conmemora el inicio de la gesta de independencia de México, es uno de ellos, pues nos recuerda que eso del amor por la patria, el terruño, el sueño que nos vio nacer, el que es herencia de nuestros hijos, etcétera.

Aquellos debieron ser años muy oscuros también, pues tras 300 años de opresión imperial (Santa Inquisición incluida), las ideas de libertad venidas del viejo continente, dispersadas por el fenómeno de la ilustración e introducidas a América por masones –también llamados liberales-, quienes se oponían a los gobiernos católicos de la Nueva España usando el nacionalismo como herramienta, enraizaron entre criollos y mestizos –incluido entre los miembros del Clero-, y lograron por fin crear un sentimiento de pertenencia como pueblo.

Fue así que en aquella noche del 15 de septiembre de 1810, el cura Miguel Hidalgo y Costilla llamó a la guerra al pueblo de México, que entonces no existía como tal, sino como un conjunto de castas que se identificaban como un Virreinato de la Nueva España, tierras imperiales que abarcaban hasta Centro y Sudamérica.

Pero realmente, la gesta independentista fue posible porque España como cabeza del imperio, cayó en manos de Napoleón. Dos de sus reyes habían abdicado a favor de Bonaparte: Carlos IV y Fernando VII. Y entonces se puso como cabeza de la corona a José Bonaparte, hermano del emperador.

En México, eso tuvo grandes consecuencias, pues el virrey José de Iturrigaray, aliado con algunos criollos, reclamaron la soberanía de la Nueva España.

Obviamente el movimiento de 1808 fracasó. El Golpe de Estado fue aplastado y sus cabecillas puestos en prisión, incluido el Virrey.

Luego vendrían otros alzamientos, como el de Valladolid (Morelia); y finalmente el de Querétaro, que se fraguó en silencio con el apoyo de los corregidores, y que fue finalmente el que tuvo éxito, encendiendo la guerra.

Todo esto fue el fermento de la guerra de Independencia que comenzó en México el 15 de septiembre de 1810, y culminó en 1821 (11 años después), con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México.

Mientras tanto, uno a uno, los países de Sudamérica se fueron también libertando del yugo español, cada cual bajo la directriz de un caudillo.

Cada año el 15 de Septiembre, por lo tanto, el pueblo entusiasta grita con gran pasión ¡Viva México!, como preámbulo al día 16, en que se celebra el desfile cívico-militar, y se recuerda a los padres de la patria.

Esta es la tradición más importante y pasional de México; nuestras Fiestas Patrias. En cada estado de la República Mexicana, el pueblo tiene su participación y manera de festejar.

El día que esta pasión por la patria se termine, entonces acabará toda esperanza. ¡Qué Viva México!

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El gobernador está preocupado por el presupuesto de egresos de la Federación 2020, que constriñe no el presupuesto federalizado para Guerrero, si no las inversiones directas que suele hacer la Federación en estados y municipios.

Y puso como ejemplo que si para 2016, Guerrero contó con un presupuesto de 1,600 millones para obras de agua potable y alcantarillado, directos de la Federación, que se sumaron a los que el gobierno estatal destinó, para el año siguiente solamente se tendrán 200 millones disponibles, y que en el marco de las carencias y rezagos en este sector son prácticamente nada.

Esto de los recortes, de hecho, no es nuevo. El primero en golpear a Guerrero de manera directa fue el gobierno de Enrique Peña Nieto, pues en un proceso de reingeniería administrativa redujo a la mínima expresión el programa de inversión para los estados del Sur-Sureste, mediante el cual las entidades más pobres del país recibían recursos extras para obras públicas.

Pero a su llegada al poder, y teniendo tantos planes por delante, Héctor Astudillo se topó con que ese programa se redujo en 70 por ciento, de modo que si Guerrero recibía 1500 millones para obras carreteras, sobre todo, para 2016 sólo pudo manejar 400 millones.

Ahí comenzó una dura pelea por los recursos, pero también una dura batalla por hacer que la cobija alcanzara.

La austeridad republicana de AMLO para los guerrerenses no es nueva, pues a fin de poner orden en el caos que heredó, el gobernador tuvo que decretar en por lo menos tres ocasiones, programas de austeridad.

Esto le ha permitido concluir las obras que heredó inconclusas del gobierno Aguirrista-Orteguista, así como abonar a la deuda de la entidad, y evitar un mayor endeudamiento.
Ha podido pagar también en tiempo y forma el sueldo de los maestros No Fone, a diferencia de lo que ocurre en el vecino estado de Michoacán, donde Silvano Aureoles ha dicho que ya no puede con ese problemón, y ha pedido que la Federación concilie la nómina educativa de una vez por todas.

En los primeros meses de la administración astudillista, las dependencias tenían insumos limitados, y Héctor Apreza Patrón –hoy diputado local- ejerció un férreo control de los dineros, de modo que al propio mandatario se le pidió que no diera apoyos más allá de lo estrictamente necesario.

A los funcionarios de primero, segundo y tercer nivel se les redujeron los sueldos, y por primera vez ser empleado del gobierno del estado no fue tan atractivo.

En resumen, nadie puede negar que este gobierno ha sido de austeridad, pero no porque la Federación haya recortado recursos en demasía, sino por los propios problemas internos, heredados del fallido gobierno Aguirrista, que luego recayó en manos del interino Rogelio Ortega. En ese ínter, quedó el tiradero de obras; las empresas constructoras se fueron y dejaron un cementerio de obras a lo largo y ancho del estado, así como la seguridad sumamente descuidada.

No ha sido fácil. El gobernador lo dice recurrentemente, que gobernar Guerrero es difícil ahora más que nunca.

Sin embargo, ahora se suma la política de austeridad del gobierno federal, que parece que no está haciendo excepciones, pues lo mismo recortan a los estados ricos, que a los estados pobres.

Sería prudente, por lo tanto, que el presidente de la República hiciera una especie de pacto federal, en el que todos los gobernadores y gobiernos municipales estuvieran de acuerdo en apretarse el cinturón por uno o dos años, en tanto se nivela el barco. De este modo, las expectativas de crecimiento se atemperarían un poco. De lo contrario, tanto estados como municipios deben ser muy claros en cuanto a los alcances de los proyectos de obras y servicios, para que la población conozca el origen del problema.

Lo cierto es que 2020 no será fácil para nadie. Los sectores empresariales viven su propio viacrucis, y ahora hasta los sectores de la economía informal se toparán con Lolita, el personaje de aquel viejo anuncio de Hacienda, que decía: “Cumples y te encuentras con Lolita. Fallas y te topas con Dolores”.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El dengue se propaga por todo el país, y Guerrero no es la excepción. Vale la pena revisar qué se está haciendo en esta materia. Los estados culpan a la Federación por desabasto del abate, insecticida que se necesita para combatir la proliferación del mosquito Aedes Aegipty, que es el transmisor de esta enfermedad y de otras que son transmisibles por vector, como la zika y la chikunguña, ya que el reservorio real de estas tres fiebres tropicales es el hombre mismo.

En cambio, la Federación afirma que por tratarse de un programa de estricto control epidemiológico, los recursos para el combate del dengue se entregaron con oportunidad a los estados, lo cuales deben comprar por su cuenta el insecticida, y desplegar la estrategia de control mediante el despliegue de los empleados del programa.

Este control debió comenzar desde mayo, precisamente desde el inicio de las lluvias, pero en Guerrero es común enterarnos que los empleados de Paludismo no ha visitado las casas ni tampoco se les ve fumigando, salvo en Acapulco y Chilpancingo, donde hace dos semanas se lanzó el plan de control de manera masiva.

De acuerdo con lo divulgado por el subsecretario de Salud federal, el programa tiene diversas fases, y que a la Federación le competería actuar cuando ya los estados hayan sido rebasados, llegando incluso a recurrir a fumigaciones vía aérea, pero todavía no es el caso.
Por lo tanto, la pelota está en este momento en manos de los gobiernos estatales, los cuales tienen que atender sus propios tiempos, de la mano de los gobiernos municipales.

Aclaremos, además, que el control del dengue no depende propiamente de ningún gobierno, sino que es algo que también involucra a la sociedad. Mientras que la gente siga acumulando cacharros en sus hogares, mientras siga sin lavar sus pilas de agua regularmente para eliminar las larvas, mientras que ni siquiera tengan cuidado de colocar mosquiteros en puertas y ventanas, o cuando menos poner una mojarrita dentro de los depósitos de agua para hacer un control larvario natural y ecológico, viviremos eternamente con esos picos de la enfermedad.

Y todo fuera con tener fiebre y dolores musculares. Todos sabemos que un dengue mal atendido, en el que además se recurre a la automedicación, rápidamente degenera en dengue hemorrágico por la baja de plaquetas, y puede provocar la muerte de las personas.

Sobre todo están en riesgo las personas ancianas, los enfermos con padecimientos crónico-degenerativos, los niños y las mujeres embarazadas, que constituyen los grupos de riesgo o grupos vulnerables.

¿Qué hacer? No vemos tampoco a los ayuntamientos organizando las jornadas de descacharrización que antes llevaban a cabo, y en las cuales se involucraban a estudiantes, beneficiarias del programa Prospera, pero usando camiones y herramientas del municipio.

En cuanto a las cifras, siempre hay un tremendo subregistro. Si se nos dice que hay 100 casos de la enfermedad, eso es únicamente los que se han registrado en el programa, y que provienen de dependencias del sector salud. Pero lo más probable es que no existan los que recurren a la medicina privada, o los que no se reportan como tal.

En Cuernavaca, por ejemplo, se tiene un registro de 400 casos, pero se investigan otros 4 mil. Se irán descartando conforme se hagan las prueba serológicas, y posiblemente nunca se hagan, porque para eso se necesitan reactivos e infraestructura de laboratorio. Así que lo más probable es que en casos como estos nunca sepamos realmente cuántas personas están siendo afectadas por la fiebre.

¿Qué nos queda hacer como ciudadanos? Hacer nuestra parte. Se trata de nuestra salud y la de nuestros hijos. La limpieza es suficiente para un buen control, así como la protección de las viviendas con mosquiteros, algo que es muy barato, porque las telas mosquiteras ahora son de plástico y sumamente baratas.

Debemos volver a los básicos: limpiar nuestro tramo de calle, y que las escuelas limpien sus entornos, como antes lo hacíamos, usando la fuerza de los mismos estudiantes, que sirve y se enseñan a hacer estos trabajos.

Insistimos: el control del dengue no es un asunto sólo del gobierno. De hecho, es un tema que nos involucra aún más a nosotros como sociedad.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Ahora que el PRD quedó dividido en 3 bloques, unos más fuertes que otros, hay uno que es el tercero en discordia, y ese es precisamente el grupo del ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, que con su corriente política, la Izquierda Progresista Guerrerense, inclinará la balanza para uno u otro lado.

¿A qué nos referimos? Que adelantándose a los tiempos electorales, tanto el unionense Carlos Reyes Torres, como el acapulqueño Evodio Velázquez Aguirre, están lanzando ya sus proyectos políticos rumbo al 2021. El primero, de ADG, aliado solamente con el grupo Democracia Social, del diputado Raymundo García. El segundo, presume un gran frente democrático constituido por 7 de las 10 tribus que coexisten en el partido, y que aglutina a alcaldes, ex alcaldes, regidores, síndicos y ex dirigentes del partido.

Por fortuna, el consejero presidente del IEPC, Nazarín Vargas, ya dijo que todo este ajetreo político no se puede considerar como campaña anticipada, porque los tiempos del proceso electoral aún no comienzan. Debiera ser precisamente por ello, porque aún los tiempos electorales no inician, que todo lo que quede fuera se considere campaña anticipada. Pero ya sabemos, pues, que para todo hay mañas, y una de ellas es leer la ley a conveniencia.

Continuamos.

Por donde se le vea, por ahora, el grupo de Evodio parece más consolidado hacia dentro del PRD, aunque hacia afuera el que parece más avanzado es el de Carlos Reyes Torres, quien descuidó la base partidista, para tratar de meterse en la base social en general, que es de donde saldrán los votos, pero olvidando que la primera batalla que tendría que lidiar sería la interna.

Y aquí es donde entra el fiel de la balanza, la IPG de Ángel Aguirre Rivero, quien tarde o temprano tendrá que decidir qué proyecto apoyar: si el de Evodio, o el de Carlos Reyes.

Y como dicen en mi tierra: Hasta la pregunta es necia.

La relación entre Evodio y Ángel Aguirre parece irreconciliable. Desde el momento en que Evodio se metió a chaleco a la candidatura por Acapulco en 2015, y luego cuando se trató de nominar candidato para 2018. Finalmente, en la derrota, no hubo más a quien acusar que a Evodio y claramente lo dijo Aguirre, que fue por su gobierno caótico y lleno de acusaciones de corrupción, que la elección se perdió.

La verdad es que el PRD no tenía nada que hacer en esa elección, pues el tsunami llamado AMLO no sólo arrasó en el puerto, sino que incluso se elevó la votación a tal grado, que aunque el priísta Ricardo Taja es el candidato que más votos ha sacado de entre los tricolores, le fueron insuficientes para contener la avalancha de sufragios que se alzaron a favor de López Obrador, y que de refilón le alcanzaron a la alcaldesa Adela Román Ocampo.

Cuando una vez se me explicó esto, no lo podía creer. De modo que si no hubiese existido el efecto AMLO, Ricardo Taja sería el presidente municipal de Acapulco, y no Adela Román.

Volviendo al tema que nos ocupa, el PRD se fragmenta peligrosamente, pero hay uno que ya puso un cuerpo adelante a los demás. Sin embargo, como estamos en tiempos de vacas flacas, todas las fichas son importantes. Ni Evodio con sus 7 escuderos, ni Carlos Reyes con sus tres gatos, ni mucho menos Aguirre y sus muchachos, podrá competir por sí solo, ni ganar nada, más que lástima, si no se ponen de acuerdo.

Y aquí viene el pero…Aguirre es el que no tiene nada que perder y sí mucho que ganar. Es un sobreviviente de la política, y eso es lo que está haciendo ahora, respirando para sobrevivir más tiempo. Los conflictos políticos le dan vida, lo nutren, porque al fin y al cabo, la decisión la tomará él y de manera salomónica. Sabe, como siempre lo ha dicho, que hay tiempo para todo: tiempo de tirar cuetes y tiempo de recoger las varas. Y parece que éste es un tiempo precisamente de tirar cuetes y de hacer mucho ruido. Él sabe, como dicen en su tierra, que santo que no es visto, no es venerado.

Veremos cómo se desenreda este novelón, y de qué cuero sale más correa.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La insuficiencia de lluvias y lo errático del temporal, está haciendo estragos en las parcelas de maíz y otros cultivos en la entidad, al grado de que los campesinos organizados ya están solicitando que se diseñe un programa especial de rescate para el campo de Guerrero.

En algunas partes, sobre todo en las cosas, la humedad residual de los terrenos está favoreciendo de algún modo el proceso de cultivo, pero ya advirtieron los campesinos que si la falta de lluvias se prolonga más allá del 15 de septiembre, entonces sí los maizales no van a dar elotes, y tampoco habrá maíz.

De nada sirvieron todas las manifestaciones de los campesinos para exigir su fertilizante a tiempo, convulsionado las carreteras, porque finalmente las lluvias son las que están determinando el destino de las cosechas, como siempre ocurre.

Se esperaba este año un abundante temporal, porque estamos en la fase del fenómeno climático conocido como “El Niño”, Al contrario, en nuestro medio las lluvias han sido escasas y la preocupación de productores y gobierno es real. Las milpas están a medio crecer, cuando ya deberían estar produciendo elote.

Quién dijera que ya es septiembre y no ha llovido. Quedan escaso mes y medio para que finalice el temporal, y tampoco han llegado los huracanes que se pronosticaron. No es que queramos que lleguen, pero ni siquiera una buena tormenta nos ha quitado el sueño.

Y esto es preocupante, porque de este temporal dependen no sólo las cosechas, sino también la disponibilidad de agua para el estiaje del año siguiente.

Si ya de por sí Zihuatanejo vive cotidianamente una crisis real por insuficiencia de agua, si no llueve los mantos freáticos no se estarán recargando y, por lo tanto, los pozos con que se abastece la ciudad, tampoco.

Recordemos las crisis de sequía en los pozos, que ha metido en aprietos al gobierno municipal, porque al fin y al cabo somos un destino turístico que no se puede dar el lujo de carecer de agua potable.

Cada día se acerca más la fecha en que se tendrá que optar por una fuente de agua alternativa para Zihuatanejo. Mejor dicho, por alguna obra de infraestructura que garantice agua de manera permanente para el puerto, como sucede en Monterrey, ciudad que para su subsistencia cuenta con una red de presas que, por cierto, gracias a la tormenta Fernand llegaron a su máximo nivel y están siendo desfogadas, para evitar su desbordamiento.

Aquí, en cambio, dependemos de pozos que a su vez dependen de la disponibilidad de agua en el subsuelo. Y la experiencia dicta que aunque se capte el vital líquido, es insuficiente para los requerimientos del puerto, que ha crecido mucho y sin planeación en muchas de sus colonias.

Y si no se tiene agua para el consumo humano, tampoco se tiene para las actividades agropecuarias.

De verdad que es preocupante la crisis de agua. Cada año le apostamos al temporal de lluvias, pero hay varias señales que nos indican que no podemos seguir así. Se tienen que impulsar otro tipo de formas de cultivo, tal vez adoptar el riego por goteo, o la hidroponía, que permite sacar cosechas con el mínimo de agua.

Pronto, los sistemas de riego tradicionales quedarán como monumentos a las épocas de desperdicio de agua, cuando no se sabía siquiera esto del cambio climático.

Y mientras más rápido se haga la conversión de los sistemas de cultivo, menos estragos sufriremos como país, pues mientras sigamos orondos sin tomar precauciones, el destino ya está a la puerta.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Este domingo el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, presentó al Congreso de la Unión del “Paquete Económico 2020”, que incluye los criterios económicos del gasto público que regirán el año siguiente, la iniciativa de Ley de Ingresos (que viene con amplias modificaciones), y el Presupuesto de Egresos.

Se supone que no hay una miscelánea fiscal nueva, pero sí que se apretará la pinza sobre los evasores de impuestos, así como también sobre los factureros, empresas que ayudan a empresas y gobiernos en el juego perverso de doble facturación y otros chunches, para evadir al fisco.

No habrá tampoco aumento de impuestos. De hecho, tanto diputados como senadores ya se preparan para dar la pelea en este tenor, y sobre todo que no se incremente le precio de las gasolinas.

Por lo tanto, y dado que continuarán las acciones para el rescate del sector energético (Pemex y CFE), se agudizará dos aspectos: el de la austeridad, y el del cobro de impuestos, algo que ya ha venido anunciando el personal de  Hacienda, sobre todo la Unidad de Inteligencia Financiera, que reportó pérdidas multimillonarias a causa de la evasión y la elusión fiscal.

Estas dos prácticas que son comunes en entre los personas físicas, morales e incluso gobiernos, representan entre 2.6 y 6.2 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional.

De ahí que el gobierno le ha puesto el ojo a las “Empresas Factureras o Fantasmas”, ya que “el uso de facturas apócrifas ha perjudicado las finanzas públicas y el bienestar económico, al reducir la disponibilidad de recursos públicos que el gobierno puede orientar a cumplir con sus funciones”.

En cuanto al presupuesto de egresos, hasta donde se sabe, habrá grandes recortes a la plataforma de gasto federal. Nuevos ajustes y recortes de programas no prioritarios, programas que se aplican de manera discrecional y aquellos que carecen de una justificación.

A estas alturas, el nuevo gobierno ya se dio cuenta que hay programas que sirven para la ordeña de recursos. Por ejemplo, hay uno que figura en todas las dependencias, sin excepción (incluso en la Oficina de la Presidencia), y que se refiere a “apoyo a la función pública y buen gobierno”. Visto así no dice prácticamente nada, y además carece de transparencia en su ejecución. Por lo tanto este programita pasará a ser historia.

En general, se habla de ahorros por 58 mil millones de pesos, que impactarán negativamente a 85 programas presupuestarios. Por ejemplo, para el año entrante ya no se gastará en el sostenimiento del Estado Mayor Presidencial, generándose un ahorro de 610 millones 892 mil 883 pesos.

La Secretaría del Bienestar y la Secretaría de la Defensa Nacional son las dos dependencias a las que más se les reducirá el presupuesto.

A la Secretaría de Bienestar se le cancelará en 2020 el fondo para el programa Prospera, que este año fue eliminado, y que equivalía a 20 mil 229 millones 561 mil 429 pesos.

Si este año fue difícil para los burócratas, 2020 lo será más. El presidente ha dicho que todavía el año entrante el país gastará más de la mitad de su ingreso per cápita nacional al pago de impuestos por deuda, mientras que trata de mantener el país a flote en medio de una sangrienta violencia que va en aumento, y además rescatar al sector energético.

Cuando AMLO tomó la decisión de rescatar Pemex, todo mundo lo llamó a loco. La empresa está tan caída y tan endeudada, que convendría mejor venderla como fierro viejo, que es lo que realmente habían venido haciendo los gobiernos anteriores.

Pero el presidente está empeñado en que el sector energético de México recupere su hegemonía mundial, aunque recientemente ya dio muestras de voluntad para que el rescate de Pemex se haga con la participación de la iniciativa privada. Esto nos dará un respiro y garantizará cierto nivel de éxito a este plan.

Entre tanto, aunque se busca un presupuesto de egresos más competitivo para 2020, también será más riguroso en cuanto al gasto para el sostenimiento del sector público. La SCT perderá 3 programas, a saber: Provisiones para el desarrollo de trenes de pasajeros y de Carga; Provisiones para la modernización y rehabilitación de la infraestructura aeroportuaria y de conectividad, y Provisiones para el desarrollo, modernización y rehabilitación de infraestructura de comunicaciones y transporte, todo por 6 mil millones 300 mil pesos

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, eliminará el Programa de Apoyos a Pequeños Productores, por 6 mil millones 131 mil 553 mil 872 pesos.

Esperaremos a conocer la opinión de los expertos, y las reacciones de diputados, gobernadores e iniciativa privada. Y, desde luego, la justificación del presupuesto que este lunes dará el presidente y el secretario de Hacienda, durante su conferencia mañanera.

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El gobernador comenzó la lucha por los recursos de 2020. El año pasado, aunque logró un incremento sustancial en el presupuesto general, la cancelación de programas sociales y de inversión, así como los descuentos recurrentes, pusieron a la administración pública estatal en aprietos. Fue un año difícil, dijo el mandatario, quien este jueves se reunió con el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez.

El planteamiento del gobernador fue explícito: los profesores que están fuera de la nómina federal, por ejemplo, siguen siendo una carga para el estado, que para pagar los sueldos quincenales de miles de profesores tiene que suspender pagos en otros rubros, como a proveedores de diversa índole, obras, cuotas de los trabajadores basificados, laudos y un largo etcétera.

Hasta ahora, los trámites de la Secretaría de Educación Pública para absorber a los profesores NO Fone ha sido demasiado lenta. Aunque hay que decir que desde la puesta en marcha de la pasada reforma educativa así se planteó, y el proceso abarcaría prácticamente todo el sexenio astudillista.

Pero con la llegada del nuevo régimen, se pensó que el trámite de incorporación se agilizaría, a fin de desahogar a las entidades federativas de esa carga laboral, que tiene que ver con el abuso en el otorgamiento de plazas sin techo presupuestal.

El gobernador le planteó a Herrera que ya no es posible continuar prestando el dinero para el pago de los profesores, y que a partir del 15 de septiembre se estaría en riesgo de suspensión de pagos.

Pero, además, a los profesores No Fone les afecta estar fuera de la nómina federal, ya que a pesar de que se les dice que sus derechos laborales están reservados, ellos saben que sus tiempos de jubilación y retiro se ampliarán. Es como si todo este tiempo fuera de la nómina formal hubieran estado de permiso sin goce de sueldo.

Entre otros aspecto, el gobernador planteó también la urgente necesidad de que se reactive la inversión en obras para Guerrero, donde la economía está estancada.

Eso es lo que pugnará porque se concrete en el presupuesto de 2020, como una medida para reactivar la economía en ciudades y regiones de la entidad.

Otro aspecto que preocupa al gobernador es la continuidad del programa Escuelas al 100, que se creó en 2015 como parte de la reforma educativa, y que involucra recursos de las 32 entidades federativas del país.

Es decir, que la cancelación de este programa sería en cierta medida ilegal, pues existe un convenio entre la Federación y los estados, para potenciar el fondo de construcción y rehabilitación de escuelas, con dinero prestado; es decir, recurso que no es de la Federación, pero que se les cobrará a los gobiernos estatales de sus partidas.

De ahí que si la Federación quisiera hacer un programa similar de inversión directa, puede hacerlo, pero respetando lo ya signado, o al menos consensándolo con los gobernadores, quienes ya tienen la programación de escuelas a rehabilitar.

Hay que decir también que  hay muchas quejas en torno a este programa. Como reporteros nos topamos constantemente con quejas de padres de familia, que refieren cómo las obras de Escuelas al 100 están tiradas y no hay a quien reclamarles. Otras tienen vicios de construcción severos.

¿Qué procede entonces? Ser rigurosos en la vigilancia, tanto para los funcionarios que están aplicando los recursos (en este caso el IGIFE), como para los constructores, que en la mayoría de los casos se van sin dejar rastro.

Hacemos votos porque Guerrero sea tomado en cuenta en el presupuesto del siguiente año. Recordemos que el presupuesto de 2019 fue diseñado por una comisión mixta del gobierno saliente con el gobierno entrante, y que por lo mismo carece de una visión integral.

Sin embargo, ya para el año entrante, los diputados federales tendrán que atender las necesidades de sus jurisdicciones, antes que plegarse a los designios del Ejecutivo, porque al fin y al cabo esa es la esencia de la representación social y la Cuarta Transformación no puede eliminar este principio.

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