Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Cáncer de mama, segunda causa de muerte entre mexicanas

Resurge el PRI en Coahuila e Hidalgo

“Mujer no permitas que alguien te prohíba revistarte. Elimina tus barreras y estigmas culturales y ¡tócate!”: Ruth Serecer.

Mis estimados, de acuerdo a la Organización Mundial de salud (OMS), el cáncer de mama afecta a una de cada ocho mujeres en el mundo. En México, esta enfermedad constituye la segunda causa de muerte entre la población femenina.

Es por eso que, en el país, año con año, en el mes de octubre, asociaciones civiles y oficiales realizan campañas que buscan aumentar la atención y apoyo para la sensibilización, detención temprana y tratamiento del cáncer de mama.

Inclusive, el mes de octubre fue denominado como el mes de la concientización sobre el cáncer de mama. Para esto, expertos en la materia han venido insistiendo en la importancia de hacer conciencia sobre esta enfermedad y motivar a las mujeres a realizarse la autoevaluación de sus senos, pues ellos aseguran que la mejor herramienta para evitar muertes por cáncer de mama es la prevención, que lleva al tratamiento oportuno mediante la detección temprana.

Aunque se ha dicho que el cáncer de mama es común en las mujeres, el doctor Martín Grijalva asegura que también los hombres pueden tenerlo; es decir, también existe el cáncer de mama en varones. Sin embargo, aun con tantas recomendaciones, en el estado de Guerrero va en aumento este flagelo entre las mujeres guerrerenses.

Según el Instituto Estatal de cancerología, el pasado año en la Costa Grande se registraron al menos 35 casos nuevos, siendo el municipio de Zihuatanejo, el que ocupó el primer lugar, con nueve casos.

Pero desafortunadamente esto no es algo que vaya a frenarse de la noche a la mañana, sino que siguen creciendo las cifras de mujeres con cáncer de mama, a pesar de las campañas de concientización que hay en el municipio de Azueta. Cada vez crece más la cifra de féminas con este padecimiento y es urgente reforzar la participación activa de cada mujer en el autocuidado de su salud, así como cuidar lo que comemos y quizás hacer cambios en nuestro estilo de vida.

Lo grave del asunto es que las cifras de féminas con cáncer de mama pueden dispararse en el municipio de Zihutanejo, debido a la falta de atención de esta enfermedad en los hospitales de cancerología, pues debido a la pandemia de Covid-19, cambiaron citas de varias de ellas y después no les respetaron el lugar, y algunas se agravaron; inclusive, hay datos que algunas féminas del municipio de Zihuatanejo ya fallecieron por falta de atención médica y medicamentos.

Lo cierto es que no es la misma atención para este sector que el que se tenía en otros años, pues todo está enfocado en la atención del Coid-19. La enfermedad continúa en aumento en la región Costa Grande, y se agravará, ya que no hay medicamentos. Algunas féminas tienen que atenderse con recursos propios, y si no tienen dinero para los tratamientos, sus expectativas de vida se acortan.

Esa es la triste realidad de este sector. Por eso los expertos invitan hacer uso de la mejor herramienta que es la prevención del cáncer de mama.  

En otro tema, mis estimados, luego de que por la pandemia del Covid-19 se retrasó el proceso electoral 2020 en Coahuila e Hidalgo, hasta por cuatro meses, este domingo 18 de octubre se realizaron los comicios en esas dos entidades. En el primero para renovar el congreso local, y en el segundo los ayuntamientos, con un resultado nada halagador para el partido en el poder federal, y como una advertencia para Morena, de cara a la elección de 2021, donde ya se siente que tiene por lo menos 13 de las 15 gubernaturas que estarán en disputa en junio próximo.

Por cierto, es la primera vez en la historia del Mexico lindo y querido que se realizan elecciones en medio de una pandemia, y por lo cual, según los expertos en materia electoral, la jornada del 18 de octubre es vista como una prueba para las elecciones del 2021.

Recordemos que las elecciones del año siguiente, serán las más grandes en la historia del país. Se elegirán 15 gubernaturas, la Cámara de Diputados, los congresos locales en 31 estados, así como presidentes municipales.

Según datos oficiales, tanto en Coahuila como Hidalgo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), se alzó como ganador de los comicios del domingo, pues obtuvo 16 distritos en Coahuila (contra 3 de Morena), y obtuvo el triunfo en 32 municipios de 84 en Hidalgo. Entre esas municipalidades ganó las más importantes de Pachuca y Mineral de la Reforma, en las que según el tricolor recuperó espacios en esa entidad en comparación con los comicios del 2016, en donde los priístas ganaron sólo 22 ayuntamientos, todos ellos rurales.

Sin embargo, en esta elección los resultados favorecieron al tricolor y aumentaron su presencia en otros 10 muncipios, entre ellos los más grandes.

Esto, pues, da vida al PRI, y los dirigentes tricolores presumen que la gente prefiere al PRI y que van a ganar en el 2021.

En cambio, el Partido Acción Nacional (PAN), que era segunda fuerza en esos estados, pasó al cuarto lugar. El PRD obtuvo siete alcaldías; no obstante, es un retroceso para el Partido de la Revolución Democrática, el cual en 2016 logró el triunfo en 15 ayuntamientos; lo mismo pasó con el PAN, que en 2016 logró ganar 17 alcaldías en Hidalgo, convirtiéndose en la segunda fuerza política; pero ahora se desplomó hasta el cuarto lugar, con sólo cinco alcaldías, por debajo del PRD, pese que presumían sus dirigentes que ganarían 20 ayuntamientos.

La coalición denominada Juntos Haremos Historia, conformada por Morena, PT, Verde y PESH, ganaron únicamente 6 municipios en Hidalgo, y pasaron a ser la tercera fuerza en ese estado, por debajo de PRI y del PRD.

Según autoridades electorales, la participación de electores fue del 48.66 por ciento. Nada mal, por cierto, para ser una elección realizada en medio de una pandemia, donde muchos apostaron que ganaría el abstencionismo. Lo cierto es que la votación fue buena.

¿Por qué les hago el recuento, mis estimados? Porque en 15 estados habría elecciones el 6 de junio de 2021, y con estos datos, se entiende que no habrá efecto Peje y que cualquier partido puede ganar las elecciones.

Inclusive, en Morena los dirigentes del Movimiento ya comenzaron a picarse los ojos y a echarse culpas por la derrota, tanto en Coahuila como en Hidalgo. El mismo aspirante a la dirigencia nacional de Morena, Porfirio Muñoz Ledo, expuso que ha sido un serio revés para Morena las elecciones en Coahuila e Hidalgo, que eso indicaba que se necesita un partido sólido y organizado.

Y se lamentó don Porfirio que el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador no haya podido ir a hacer campaña a esos lugares a favor de Morena, para que ganaran. ¿Qué tal?

Pues ahora dan razón los críticos que se han opuesto a que aparezca el presidente en las boletas en el proceso electoral del 2021. Ahí tienen la mejor prueba. En esos estados, los resultados son una medición de lo que puede ocurrir el año siguiente, y eso significa que nada está dicho aún. Que los escenarios políticos pueden cambiar en cualquier momento, máxime en el ámbito local, donde pesa más el candidato que el partido.

Aunque algunos analistas indican que esos estados nunca han sido de izquierda, que son del PRI o PAN, y que por lo tanto no hay mucho de qué preocuparse.

Otros analistas aseguran que el estado que más votos da a Morena y mantiene su lealtad al presidente AMLO, es Guerrero.

Con todo, nadie debe confiarse, pues en la política no hay enemigo pequeño, todo puede cambiar de un momento a otro. Esto lo deben tomar bien en cuenta los dirigentes de partidos como el PAN, que se sienten poderosos, y dijeron sus dirigentes que no irán en alianza con ningún otro partido en Guerrero, que van solos. Al igual el PRD, donde ya se dijeron libres y van solos, pero el sol azteca corre el riesgo hasta de perder el registro en Guerrero, pues quedaron muy disminuidos de militancia.

Sin embargo, son libres de elegir, ya ven lo que dice el dicho, que nadie escarmienta en cabeza ajena. Ahí tienen el mejor ensayo en la jornada electoral de Coahuila e Hidalgo.

En Coahuila, se colocaron 53 urnas electrónicas y en Hidalgo 40, las cuales -según las autoridades electorales- fueron para los votantes que no pueden desplazarse al centro que les corresponde ir a votar.

Con todo, hubo quejas de los votantes que no tomaron las medias sanitarías y no colocaron las urnas a tiempo. Estas quejas siempre existen en cada elección; lo bueno de todo es que fue una lección de peso para los de Morena, que vean que no es bueno cantar el triunfo de un partido antes que el árbitro toque el final. Pues hasta reza el refrán que, del plato a la boca, se cae la sopa.

Con los resultados en Coahuila e Hidalgo los tricolores volvieron a la vida; hasta el color les cambió, pues ya perecían al color del pan de muerto. Jejeje. Sonrían es una broma, los priistas aguantan guasas. ¡Feliz martes, mis estimados!

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Guerrero y la detención del General Cienfuegos

Coronavirus, principal muerte de guerrerenses

“Las tres cosas más difíciles en este mundo son: Guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo.” Benjamín Franklin.

Mis estimados, el fin de semana para su servidora fue triste y decepcionante, pues fue letal para mí conocer la detención en Los Ángeles, California, del ex secretario de la Defensa Nacional, General Salvador Cienfuegos Zepeda.

Sin duda que debe haber más personas con el mismo sentir que su servidora, pues he de confesarles que una de las instituciones que más merece mis respetos es el Ejército y la Marina. Siempre que escuché que había antecedentes oscuros de algunos Generales, me resistía a creerlo; incluso, discutía con personajes en el sentido de que eso no podía ser posible por las reglas estrictas que había en la milicia; sin embargo, durante la historia gris que arrastra el país y con la detención del ex secretario de la Defensa Nacional, a pedido de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, para ir a un juicio a la Corte de Nueva York, donde enfrentará 5 cargos por narcotráfico y lavado de dinero, poco a poco se ha descubierto lo negro y corrompido de las instituciones que creímos honestas. Y eso, por donde se le vea, es un duro golpe al ánimo de nuestro país, máxime ahora que la seguridad de todos está en manos precisamente de mandos militares.

Quiero que sepan que me duele la detención del General Cienfuegos, por lo que respecta al estado de Guerrero, donde dirigió la Novena Región Militar en los tiempos en donde nuestra entidad se sumió en la peor de las violencias. Y luego vino lo de Ayotzinapa, en Iguala, con elementos del Ejército involucrados en la protección del cartel que secuestró y desapareció a 43 estudiantes normalistas, hace ya 6 años.

En serio, mis estimados, nuestro estado no se merece ser tan desdichado. ¡Cuánto daño le han causado al estado suriano! ¿Qué pecado cometieron los guerrerenses para pagar tan semejantes crímenes? No hay palabras para interpretar estos actos, sobre todo los del General y sus alianzas oscuras con un cartel específico, que ni siquiera era el de mayor importancia en el país, ahora conocido como el Cartel H2, que es lo que fue quedando del cartel de los Beltrán Leyva.

Y estoy segura que no toda la institución está corrompida, pero tratarse de un ex secretario de la Defensa Nacional y sobre todo implicar a Guerrero en sus sucias negociaciones, convirtiendo esta tierra en una zona de guerra constante, es sumamente lamentable, es doloroso por lo que ha pasado la entidad desde hace diez años a la fecha, en relación al crimen organizado y a los miles de muertos y desaparecidos, por eso me siento moralmente decepcionada y engañada.

Pero también, recuerden lo que reza el refrán, que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Y eso es lo bueno que hay en esta vida, que nadie se va de este mundo sin pagar sus facturas. Aunque a veces vemos que el mal triunfa sobre el bien, pero ya vieron que no, tarde que temprano, todos pagamos las deudas que adquirimos.

Es cierto que la entidad suriana es un estuche de monerías, de eso usted no dude. Recuerde al Guerrero Bronco que ya no existe, sólo quedan los recuerdos.

Sin embargo, hoy vivimos tiempo distintos en los que cada ciudadano debe tomar su rol responsable y dejemos de ser indiferentes, pues debido al Covid-19, la vida de todos los guerrerenses está en riesgo. A ningún guerrerense le parece grandioso que el estado, o su municipio o región, retroceda al semáforo epidemiológico rojo, aunque esta semana del 19 de octubre al 25 del mismo, no habrá cambios ni avances del semáforo.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, hay 17 estados, entre ellos Guerrero, que se establecieron como color naranja; no obstante, debido a que han subido los contagios del virus en la entidad, existe el riesgo que el estado retroceda al semáforo rojo. Y sería muy lamentable que esto ocurriera, pues volveríamos al confinamiento general, incluidas las playas. Y no sería culpa del gobierno, más bien es el virus que está recobrando fuerzas, no sólo en México, también en Europa, donde está haciendo estragos.

De las entidades que están en color amarillo, figuran Michoacán y Morelos. En estas dos entidades vecinas con las que compartimos varias penas y desdichas, están siendo más responsables los ciudadanos para mantenerse en color amarillo y buscan el semáforo verde. En cambio, los guerrerenses hacemos todo por retroceder al semáforo rojo. En esos estados, la gente -sobre todo empresarios, restauranteros, hoteleros, comerciantes, transportistas y centros comerciales-, cuida su zona; ahí los clientes, así como los empleados, andan con su cubrebocas y no te permiten entrar a ningún negocio sin antes tomar las medidas sanitarias recomendadas por la Secretaría de Salud. Me impresionó el orden en el restaurante, pero no es nada que no se pueda aplicar en este destino de playa, donde han sido recurrentes las denuncias en relación a los bares, en donde no hay orden. Incluso las quejas en redes son que hasta menores de edad aceptan en esos establecimientos y los reportes alcanzan a varios restaurantes ubicados en la playa. Las quejas de algunos internautas son que no están guardando la sana distancia, pues están repletos de comensales, incluidos niños y ancianitos.

Pero lo que más reportes tienen son los bares, ahí no hay control de nada; inclusive, hay quejas directas contra misceláneas, las señalan de vender alcohol dentro del establecimiento sin ninguna protección ni medida sanitaria. Seguro que ya se relajaron los dueños de los negocios, pero no hay motivo para hacerlo, pues los rebrotes del virus parecen ser más fuertes que antes.

En marzo pasado no esperamos muchas recomendaciones, nos espantamos y nos aislamos y nos refugiamos en casa, no salíamos ni a que nos diera el aire, muchos en Zihuatanejo respetamos el confinamiento; desgraciadamente este virus es letal, y aun no se sabe todo de su comportamiento, pues ya se habla de reinfecciones en personas que pensaban que tenían inmunidad. Y por si algo faltara, el país está en alerta por la llegada también de la temporada de influenza AH1N1, y de cuadros gripales, que por sí mismos incrementan el riesgo de gravedad en caso de que se junten con el Covid-19.

Por eso debemos cuidarnos y tomar las medidas que dicen las autoridades de salud, y no poner en riesgo nuestra vida.

En el municipio de Zihuatanejo, para no decirles de la región Costa Grande, han crecido los contagios del virus en porcentajes alarmantes, y han fallecidos varias personas que no padecían enfermedades crónico-degenerativas; simplemente se contagiaron y fallecieron. Por lo tanto, nadie está exento de padecer la enfermedad y tampoco nadie está libre de un posible cuadro de gravedad.

Pero no sólo el municipio de Azueta puede retroceder a semáforo rojo, habrá de ser todo el estado de Guerrero, pues en la conferencia del domingo el gobernador, Héctor Astudillo Flores, reveló que había bastante turismo en Acapulco y la mayoría sin cubrebocas.

Es verdad, los turistas no usan cubrebocas. Es cierto que para entrar a la playa no deben usarlo, pero sí al salir de la playa y al andar en la calle y al ir de compras.

Les confieso que fui a una playa de Zihuatanejo con unos amigos a tomarse una foto, y había personal de una dependencia del ayuntamiento regalando gel y cubrebocas, explicaban que no podíamos entrar a la playa con alimentos. Mis amigos llevaban unas manzanas y regresamos al automóvil a dejarlas. No hay porqué molestarse por la recomendación, fueron amables los chavos, pero a algunos turistas no les gusta que les prohíban o les recomienden nada, pues había unos visitantes que no aceptaron el consejo, dijeron que ellos iban a pasar pues las playas eran libres y además sin cubrebocas; sin embargo, las autoridades no deben ceder, las reglas de sana distancia, uso de gel y cubrebocas, son para todos, no sólo para los locales.

Cuando vi la actitud negativa de estos vacacionistas que quieren hacer en el destino de playa lo que les viene en gana, entendí por qué se ahogan turistas que visitan el puerto, pues no escuchan ninguna recomendación, se meten al mar sin medir las consecuencias, no respetan los letreros ni las banderas.

Es cierto que los prestadores de servicios turísticos de cada playa deben cuidar de los visitantes, avisando que su lugar es mar abierto. No es culpa del gobierno que se ahoguen los turistas, como se han venido señalando en las redes, que el gobierno municipal es culpable de tanto ahogado, porque no ponen salvavidas. Esta actividad es compartida, es una labor de concientización de todos los prestadores de servicios turísticos de cuidar el área de la playa que les corresponde, porque los únicos afectados en caso de turistas ahogados en su zona, son ellos mismos, el turismo deja de ir a esa playa, ya que los turistas temen acercarse a ese lugar después que se ahoga una persona. Por eso deben trabajar juntos, autoridad y prestadores de servicios, para evitar que se sigan ahogando los visitantes, porque nunca será un error de los turistas, que entran a nadar sin ninguna precaución, la culpa siempre será de los prestadores de servicios y de las autoridades locales del puerto. ¡Feliz lunes mis estimados!

Las “nutricorps”, el yogurt y el planeta

Alejandro Calvillo

Existe un buen ejercito de nutricionistas, ingenieros/as de alimentos y otros profesionistas que han sido educados/as bajo la ideología de las grandes corporaciones. Hay muy buenas excepciones que confirman la regla. Durante años no levantaron la voz para, por ejemplo, señalar los riesgos a la salud y a los hábitos que provocan en los/as niños/as el consumo de productos que estas empresas ponen en el mercado y las madres llevan a las mesas para el desayuno de sus hijos pensando que son saludables: cereales, yogurts, néctares, barritas, etcétera. Tampoco dijeron nada contra el etiquetado frontal que nos decía que una Coca-Cola de 600 mililitros te aportaba el 70 por ciento de tus requerimientos diarios de azúcar, cuando en realidad no hay requerimientos de azúcares agregados, solamente existe un límite tolerable que es rebasado en un 120 por ciento en esa bebida.

Sin embargo, cuando se establece un etiquetado de advertencia que le permite a esa madre saber que ese cereal de caja que le da a su hijo, que ese yogurt bebible que le pone en su lonchera, tienen exceso de azúcares agregados, alzan la voz contra el nuevo etiquetado. Dicen que el problema está en la comida tradicional, en lo que se come en la calle, que hay que educar, que la publicidad no influye en las elecciones de los consumidores, que no hay que prohibir. Llama la atención que en diversos casos, cuando hablan del etiquetado de advertencia se refieren a él como una prohibición. Es decir, la información útil al consumidor la vuelven sinónimo de prohibición. ¿Cuál es la lógica detrás? ¿cuál es la naturaleza del producto que les lleva a esa confusión?

Y a la par de que las corporaciones que comercializan yogurts naturales con 5 cucharadas cafeteras de azúcar en un vaso de tan sólo 250 mililitros, más que en una Coca-Cola, contratan a los despachos más caros de abogados para inundar el sistema judicial de amparos para impedir que se les aplique el nuevo etiquetado de advertencia a sus productos, estos/as profesionales de la salud se agrupan convocados/as para criticar el nuevo etiquetado, desconocen la evidencia científica que lo respalda, repiten los argumentos de la industria para confundir a la población, todo para un solo propósito: “sembrar la duda”.

Convertidos en los mayores consumidores de comida chatarra y bebidas azucaradas en la región de América Latina y uno de los primeros en el mundo, los mexicanos no crecimos en sobrepeso, obesidad y diabetes por la comida tradicional, lo hicimos a la par de nuestro aumento acelerado en el consumo de los ultraprocesados y en la caída en nuestro consumo de frijoles, maíz, frutas y verduras. La caída en el consumo de estos nuestros alimentos fundamentales ha sido de alrededor de un 40 por ciento en un periodo de alrededor de 30 años. Pero no, el problema no está ahí, hay que repetir lo que nos dice la industria, lo que dice Coca-Cola: el problema solamente está en el balance energético, cuanta energía consumes y cuanta gastas, no hay alimentos buenos o malos.

Sabemos bien que la principal causa de enfermedad y muerte en el mundo ya no son las enfermedades transmisibles, a pesar de las pandemias como la COVID-19, lo son las llamadas enfermedades transmisibles. Posiblemente, en un futuro vuelvan a competir las enfermedades transmisibles con las llamadas no transmisibles a ser la principal causa de enfermedad y muerte a causa del cambio climático. Sin embargo, si tomamos la declaración de la doctora. Chan podemos deducir que las llamadas enfermedades no transmisibles si son transmisibles por las fuerzas económicas cada vez más concentradas. Si partimos del hecho de que aproximadamente 140 corporaciones globales concentran el 40 por ciento del PIB global y que 700 corporaciones son dueñas del 80 por ciento de este PIB, podemos entender el poder de determinación que ejercen sobre todos los aspectos de la vida estas empresas.

De hecho, no puede entenderse el proceso de destrucción de la vida en el planeta, la agudización de la desigualdad y el estado de la salud de la población global, sin el papel determinante de estas corporaciones en la toma del poder político nacional e internacional para inmovilizar las políticas necesarias para enfrentar estos flagelos que les permiten seguir adelante. Hay que recordar que una de las mayores desigualdades está en materia de salud, no sólo en prevención y atención, también en ser menor o mayor víctima de las empresas que introducen en el mercado los llamados determinantes comerciales de la salud: comida chatarra, bebidas azucaradas, tabaco y alcohol. Las mayores inversiones de los oligopolios en estos sectores de la producción están siendo dirigidas a las naciones de ingresos bajos y medios y, al interior de las naciones, a los sectores de más bajos ingresos.

Desde la esfera más inmediata hasta la global, la información y las decisiones individuales se han venido determinando por estos intereses. No podemos desligar el desayuno de los niños del estado del planeta. Los sistemas alimentaros en los que se basa la producción de las grandes corporaciones es un sistema que destruye la tierra, la hace perder su fertilidad, contamina con agrotóxicos, provoca la pérdida de ecosistemas y la biodiversidad, significa la destrucción de los últimos reductos de selvas y bosques. Hemos llegado a tal grado de destrucción que las corporaciones que antes criticaban y rechazaban la demanda de establecer la agroecología como forma dominante de producción, , ahora la retoman para maquillar sus prácticas y hacerle perder todo su sentido como una forma de regeneración de la tierra.

Y aquí nos encontramos con el nuevo etiquetado frontal de advertencia, un muy pequeño paso para avanzar en darle mayor información al consumidor sobre lo que se lleva a la boca, un consumidor inmerso en una población viviendo una sindemia de sobrepeso, obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, que se agudiza con la Covid 19. Una sindemia que tiene como principal causa de agudización nuestra mala alimentación.

Y se nos argumenta que la condición del deterioro de nuestra salud está causada por nuestras malas elecciones, que es un problema de educación, en fin, todo para decir que el problema radica en la persona, no en las corporaciones y en cómo han secuestrado las políticas de salud pública. Todo como si el entorno no existiera, todo como si no existiera evidencia sociológica, antropológica, muy clara de que las dietas se establecen por los paisajes alimentarios en que nos encontramos, por los gustos que se construyen. Pero nada de esto hay que decirlo cuando formamos parte de la ideología de las corporaciones, sea de manera abierta o encubierta, de manera consciente o inconsciente.

La rapiña

Martín Moreno

La rapiña. Así, tal cual, lo que sucede con la 4T: una rapiña con los dineros de todos los mexicanos. Rapiña, que significa saqueo ante la falta de defensa. Apoderándose de los recursos públicos. Desviándolos hacia los caprichos presidenciales. Matando a la salud en días de pandemia mortal. A la ciencia. A la tecnología. A la investigación. A la cultura. Al deporte. Al desarrollo. Aniquilando a la inteligencia nacional.

Rapiña operada desde San Lázaro, con la mayoría espuria de Morena en la Cámara de Diputados gracias a que “chapulines” de otros partidos brincaron a la bancada morenista para alcanzar mayoría absoluta (250 + 1).

Así, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha hecho rapiña – literal – con el presupuesto de todos los mexicanos. El daño patrimonial es incalculable. Se ha destrozado la estabilidad económica del país y condenado a una generación a la mediocridad y pobreza.

¿No?

Aquí, las pruebas irrefutables de la rapiña a las finanzas públicas por parte de la mal llamada Cuarta Transformación. Los números jamás mienten:

Primero, fue el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios. El Gobierno de Peña Nieto lo dejó en 279 mil millones de pesos. En sólo 22 meses, el régimen de López Obrador se lo acabó sin justificación presupuestal alguna. Ni se ha ayudado ni se apoyará directamente a hogares, empresas, comercios ni a familias mexicanas durante la pandemia. AMLO los dejó morir solos.

El desvío de recursos para maquillar esa vacilada llamada rifa del avión presidencial. Un botón de muestra: de manera pública, el Insabi gastó casi 8 millones de pesos en la donación de 15 mil 725 “cachitos” a la Secretaría de Salud en Tabasco. “La rifa constituye una simulación más del Presidente que involucra el desvío de recursos públicos que debe ser investigado”, advirtió la coordinadora parlamentaria del PRD, Verónica Juárez.

Petróleos Mexicanos (Pemex) ha perdido, durante el régimen de López Obrador… ¡908 mil millones de pesos!, debido a la obsesión enfermiza de AMLO por el petróleo. Se cree Lázaro Cárdenas. Su mente está estacionada en los años setentas. “Sostener a Pemex puede pasar de ser un dolor de cabeza, a un cáncer incurable”, alertó el subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath. Es un crimen financiero contra México que todos estamos pagando.

La Comisión Federal de Electricidad – bajo la dirección de Bartlett, amigo del Presidente, asesor en materia energética y artífice del fraude electoral de 1988-, ha perdido 122 mil millones de pesos.

De cada 10 pesos que el Gobierno de AMLO gastó en compras públicas durante 2019, 4 pesos fueron para contratos adjudicados de manera directa, reveló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Léase: los contratos son para los amigos de Palacio Nacional y de la 4T. Exactamente igual que durante el sexenio de Peña Nieto. Y eso se llama corrupción.

El presupuesto de la 4T reserva 103 mil 200 millones de pesos a los tres proyectos presidenciales: Santa Lucía, Dos Bocas y Tren Maya (equivalentes al 70 por ciento de lo que recibirá la Secretaría de Salud).

De los 38 mil 613 millones de pesos que el Gobierno propone dar a la secretaría de Turismo… ¡el 94 por ciento se destinará al Tren Maya! En una burla. Un abuso del poder político.

El Gobierno se ha apropiado de 109 fideicomisos de ciencia, tecnología, investigación científica, desastres naturales, campo, deporte, cine, protección a periodistas. Dispondrá así, de manera discrecional, de alrededor de 68 mil millones de pesos.

Hasta agosto pasado, el Gobierno no había ejercido 240 mil millones de pesos de lo que tenía presupuestado para el sector salud (Fuente: Hacienda). “Tan sólo para el IMSS y el ISSSTE, el subejercicio del gasto para este año fue de alrededor de 20 mil millones de pesos, lo que echa por tierra cualquier justificación del oficialismo de que la cancelación de los fideicomisos es necesaria para financiar las necesidades del sector salud… la administración de López Obrador no ha gastado el dinero que corresponde para hospitales del IMSS e ISSSTE”. (Código Magenta. 6/Octubre/2020).

Dice AMLO que los fideicomisos se expropian “porque había corrupción”. ¿Ah, sí? ¿Y dónde están las pruebas? ¿Dónde están los documentos que lo avalen? ¿Dónde están las investigaciones?

De los 32 proyectos anunciados el 5 de octubre junto con el sector privado, al menos 12 se tendrían que haber realizado a través de los fideicomisos extinguidos. Es decir: se desinfla la inversión aún antes de que inicie formalmente. La engañifa.

“Desde leucemia y hemofilia hasta tumores hepáticos, óseos y renales, son algunos tipos de cáncer que se presentan en niños y que cubría el fondo contra gastos catastróficos. Morena les arrebató ese fondo, y con él, la oportunidad de recibir un tratamiento correcto y constante”, denunció la Senadora Alejandra Reynoso en su cuenta de TW, el pasado 2 de octubre.

Y un dato para la vergüenza del régimen: mientras andan en rifas patito y presupuestos sin ejercer, por deficiencias en el sector salud han muerto mil 602 niños con cáncer de diciembre de 2019 a la fecha, denunció el pasado 5 de septiembre la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer.

(A final de cuentas, y ante la toma de tribuna de la oposición en San Lázaro, Morena aceptó retirar la polémica propuesta para que la Tesorería fuera quien manejara los 100 mil millones de pesos del Fondo de Salud del Insabi. Menos mal).

En esa madriguera llamada “Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado” (¿?) – su extitular, Jaime Cárdenas, un exconsejero electoral respetado, aliado de AMLO pero que, en cuanto denunció la corrupción en el Indep, fue crucificado desde Palacio Nacional por no mostrar “lealtad a ciegas”-, “se robaban joyas, manipulaban subastas, se quedaban con los premios y, de pilón, no han liberado dos mil millones de pesos que supuestamente se habían usado para pagar los premios de la “Rifa del Avión Presidencial”. (Reforma/ 23/Octubre/2020).

Y más:

“El Indep cuesta 30 por ciento más y destina menos dinero para combatir la pobreza. Lo peor es que pierde más de 400MDP porque los bienes que enajena se los roban, deterioran, devalúan o sufren amortización”, aseguró el jueves pasado el reportero Sergio Rincón en su cuenta de TW (@SerchRincon).

Y las mentiras, el sello de la casa:

“¡Los apoyos no se eliminan, se administran mejor! Con 242 votos aprobamos en lo general que no haya más fideicomisos”,  festinó la bancada de Morena.

“Tendremos que pensar cómo fondear emergencias”, urgió el Secretario de Hacienda tras la extinción del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).

¿Por fin? ¿Los apoyos económicos seguirán, como aseguran los diputados de Morena, o desaparecen, como adelanta Arturo Herrera?

“Ya no habrá más guardaditos para el próximo año…”, advirtió Herrera.

Pues no. Ya se los acabaron.

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“Regalar dinero a las bases electorales de la 4T, cancelar obras productivas, ahuyentar inversiones, no saber generar capitales, empecinarse en construir los 3 armatostes presidenciales, mutilar presupuestos, Pemex devorando la fortuna nacional y abandonar en el agujero de la muerte y del dolor a cientos de miles de mexicanos de rodillas ante la COVID-19, ha resultado letal para el presente y futuro de las mayorías”, escribimos el pasado 2 de septiembre en nuestra columna “AMLO-2º Informe: un país en ruina económica”.

No nos equivocamos.

Porque si esto no es rapiña, entonces dígame, lector, ¿qué diablos es?

Familia real

Alejandro Páez Varela

Contra lo que cualquier despistado pudiera pensar, dado que la reaparición mediática genera un espejismo, el futuro de Felipe Calderón es incierto y si lleva una ruta, no parece que sea hacia mejor. Durante seis años guardó silencio para permitir que Enrique Peña Nieto operara; la corrupción desmedida no llamó su atención –quizás es porque varios de los casos más emblemáticos tienen su huella– y ahora ha regresado a la prensa. Pareciera que está más colocado que nunca desde que hizo maletas y dejó Los Pinos. Pero, como digo, esa ilusión es mediática y se apoya en una cantidad importante de medios y periodistas que juegan su juego con él. Les sirve (se sirven) para plantear posiciones personales contra una administración con la que no simpatizan. Y avanzan con él hacia un camino sin salida.

¿Qué vende Felipe Calderón? No es el regreso al panismo, porque ni es panista ni plantea al PAN como opción. No es un nuevo liderazgo en la Presidencia para 2024 porque él no tiene nada de nuevo y tampoco puede aspirar a Palacio Nacional. ¿Acabar con la violencia? Él es el culpable de esta violencia. ¿Un cambio de rumbo para la economía y beneficiar a las mayorías? Él es la versión más depurada del regreso al capitalismo salvaje, conocido como neoliberalismo. ¿Acabar la corrupción? Sólo que él mismo se meta a la cárcel. ¿Libertad de expresión? Pregúntenle a Carmen Aristegui qué significó su sexenio; pregúntenle a varios.

¿Qué vende Calderón, entonces? Vende un solo producto. Vende a su esposa para la Presidencia en 2024. Y cualquiera que se afilie a su causa debe entender que esa candidatura está reservada. Como en una monarquía: la familia es la identidad de la marca y el poder no se discute: se delega, es una herencia. Qué ofrece Calderón, ¿democracia contra lo que llama “dictadura”? La respuesta da risa.

Cualquiera que se afilie a su causa debe entender, de entrada, que es menos que doña Margarita Ester Zavala Gómez del Campo. En ella recaen los planes de futuro. Si ganan en el Tribunal Electoral y queda México Libre como partido, es por ella y para ella. Si alguien reparte volantes o vende galletitas casa por casa y se gana unos pesos; o si el INE entrega al membrete miles de millones en prerrogativas, ese dinero es para trabajar en una sola causa: la causa de doña Margarita Ester Zavala Gómez del Campo. Su consorte, don Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, con apellidos menos rimbombantes pero con los mismos aires de grandeza, trabaja para ello. Y cualquier mexicolibrista o mexicolibrero o mexicolibrante debe aprenderse el código interno y en el código interno –para ir directo a la materia–, el artículo 1.1 dice:

“La candidatura presidencial está reservada para aquel o aquella (de preferencia aquella) cuyos apellidos sean Zavala Gómez del Campo y cuyos nombres sean Margarita Ester, éste último sin hache. Y cualquier diferendo con respecto a este artículo será resuelto por don Felipe de Jesús, de apellidos Calderón Hinojosa”.

***

Contra lo que cualquiera piense, dado que la reaparición mediática genera un espejismo, el futuro de Calderón es incierto. La ruta, su ruta, no parece encaminarlo hacia mejor.

Primero está el caso obvio: todo lo que viene desde una corte en Estados Unidos. Allá se juzga a la élite de su equipo de seguridad: a Genaro García Luna y a todos los que lo acompañaron en sus andanzas: Luis Cárdenas Palomino, Ramón Pequeño García, Maribel Cervantes Guerrero, etcétera. Pero el juez Brian Cogan juzga más, sin proponérselo: juzga un sexenio. Su veredicto confirmará –si es condenatorio– lo que muchos supusieron: que la guerra, la guerra de Calderón, no era contra el crimen organizado sino para dar poder hegemónico a un sólo cártel: el de Sinaloa. El Departamento de Justicia y sus fiscales creen tener evidencia que hunde a García Luna; miles y miles de hojas y grabaciones y audios que no conocemos, hasta ahora. Eso que viene, que parece un golpazo, no se lo quita Calderón ni con Pomada de la Campana. Y falta ver si en la evidencia no sale incriminado porque eso lo lleva a otro nivel. Hablo, simplemente, del juicio y el fallo sobre García Luna.

En segundo lugar, a Calderón se le atraviesa la aprobación o no de México Libre. Cada día más enterados me dicen que no lo logrará. El Tribunal Electoral no se atreverá a someterse a la presión pública si se inclina por favorecerlo. Desatará la furia. Habrá una exigencia durísima para que se apresure su renovación inmediata, dado a que existe un vínculo claro de varios de sus integrantes con los Calderón-Zavala. El caso Reyes Rodríguez Mondragón es el más obvio pero no el único. Si aprueban México Libre atraparán los ojos de todos y provocarán una furia que sólo Lorenzo Córdova tenía reservada para sí.

Y queda otra piedra en su camino. Y esa es Margarita. ¿Qué vende Calderón?, preguntaba. Vende a Margarita, que es quien puede garantizarle el regreso (incluso físicamente) a la Presidencia. México Libre es para ella, por ella, pero Margarita ya estuvo en el estante; ya la ofertó. Y no tuvo aceptación. No tiene aceptación popular. Y como México Libre será un partido (cuando sea, si es que lo es) sin más opción que Margarita, entonces es una apuesta dificilísima: irá con ella salga como salga en las encuestas.

Además, lo que está viviendo toda la oposición, que no es fácil. Con todo el desastre que trae Morena, Andrés Manuel López Obrador es un motor brutal. Sigue siendo un tsunami. Según El Financiero, ni todos los partidos juntos le ganan a Morena. Subió 20 puntos en medio de la pandemia y de la crisis económica. Qué cosa.

La ilusión, como digo, es mediática. Y se apoya en una cantidad importante de medios y periodistas que juegan el juego con él. Pero veo más piedras que adoquines en el camino real del consorte. Quizás nunca pueda acariciar esa corona que tanto anhela. Quizás deba conformarse con verla en fotos. Fotos del recuerdo. Aquellas de 2006 a 2012, cuando tuvieron la Presidencia. Qué pachangas, aquellas, para él. Y qué desastre para el resto de los mexicanos.

Mario Morena Cantinflas

Jorge Zepeda Patterson

Que un partido político tenga que recurrir a una autoridad externa para realizar sus elecciones internas dice mucho del encono reinante, de su precariedad institucional y de la escasa confianza que les merece a los participantes la honestidad de sus correligionarios. Más aún cuando uno de los candidatos, Porfirio Muñoz Ledo, clama que ha sido robado pese a haber intervenido un árbitro externo (encuestadoras profesionales contratadas por el INE). Algo así como los serbios quejándose de los cascos azules de la ONU porque no les dejan ganar su guerra.

Más allá de la molestia de Porfirio y las razones que le asistan o no, se trata del último de los incidentes de una larga crisis de Morena, un partido fundado para hacer ganar elecciones al lopezobradorismo pero no para gobernar. Y no podría ser de otra manera. Para empezar, debido a su reciente creación todos sus miembros son “chapulines” por definición, brincaron de otro lado. Eso en sí mismo no es un problema. Muchas organizaciones políticas evolucionan, se escinden, se desdoblan. Pero no es el caso de Morena, aunque algunos quieran encontrar en el PRD su versión original. No concuerdo.

Pese a que muchos de sus cuadros derivan del PRD y el propio AMLO fue presidente de este partido (1996-1999), en realidad el lopezobradorismo nunca estuvo cabalmente contenido en la organización política de los llamados Chuchos. López Obrador y el PRD con sus variadas tribus se usaron mutuamente a lo largo de los años, hasta que la fuerza del primero fue tal que pudo construir su propia organización. Pero nunca estuvieron integrados del todo. AMLO sostenía alianzas con otras organizaciones, tenía su propia agenda y construía sus candidaturas presidenciales de acuerdo a su buen entender, no al del PRD. Para efectos del asalto final, Morena se convirtió en una gran arca de Noé en la que tuvieron cabida todos los que pudieran ayudar a remar sin mayor requisito que subirse al barco. La proliferación de especies es, consecuentemente, enorme. Si revisamos el ADN político de los cien candidatos que se presentaron para competir por la dirigencia del partido encontraremos una sopa genética representativa de la clase política mexicana en su conjunto: activistas, empresarios, excomunistas, socialistas, académicos, líderes sindicales, burócratas, tecnócratas, líderes religiosos. En suma, centro, derecha e izquierda; exmiembros de todos los partidos políticos. ¿Por qué tendrían que tener confianza unos en otros?

Otra parte de la explicación es la propia ambigüedad doctrinaria del partido, fundada en torno a un líder, lo cual dificulta la construcción de consensos por parte de las distintas corrientes, como podría suceder en muchos partidos políticos en el mundo. No hay un corpus doctrinario sobre el cual ponerse de acuerdo, porque el pensamiento o la voluntad del fundador es mucho más importante que cualquier agenda institucional. Por supuesto, existen principios fundantes del partido, pero la manera en que se entienden, la intensidad con la que se aplican o la forma en que se relacionan con otros actores políticos depende más de las expresiones del Presidente y de la interpretación que cada grupo quiera hacer de ellas. De allí el cantifleo que se advierte en muchas de las declaraciones de los cuadros del partido: no quieren contravenir los deseos del líder, pero tampoco quieren quedarse fuera de la jugada.

Y justamente este sería otro problema. ¿Cómo interpretar al Presidente? En alguna otra columna lo describía como un hombre plagado de misterios y contradicciones. López Obrador es una suma de ambigüedades expresada siempre de manera categórica: desconfía de la iniciativa privada y es un estatista convencido, pero está dedicado a adelgazar al Estado; un nacionalista genuino pero convertido en amigo del enemigo de los mexicanos, Donald Trump; es un hombre progresista arraigado en el pasado; un luchador social que rechaza cualquier camino que no sea la democracia, empeñado en debilitar a los órganos democráticos; un fiero opositor de los neoliberales pero en materia de finanzas públicas más ortodoxo que los neoliberales; un permanente rijoso que pregona abrazos en lugar de balazos; un hombre inflexible en sus ideas que repudia todo acto de represión; un intransigente que nunca pierde la paciencia; un amante de la naturaleza obsesionado con las energías más contaminantes. En suma, una persona difícil de interpretar. Y además, un hombre que no gusta imponerse, pese a los que creen lo contrario.

Morena tiene muchos de los vicios que tenía el PRI, pero sin el freno que representaba el jefe máximo. Para la mayoría de sus militantes es una agencia de colocaciones y un trampolín de ascenso político, como lo fue el tricolor, pero con un agravante: a diferencia del PRI, en donde el presidente en turno se convertía en tlatoani, López Obrador ha preferido mantenerse al margen. Esto, que es un gesto democrático que se agradece, se convierte por desgracia en un vacío favorecedor del caos que estamos viendo. La tradición dictaba que el Presidente definía al líder del partido en el poder y fungía como árbitro último y definitivo de todas las disputas, ahora no es el caso. El exceso de ambiciones, el contraste de los grupos y la enorme ambigüedad han convertido la disputa en una rebatinga en la que muchas cosas huelen mal.

Ahora bien, lo que está en disputa no es algo menor. La presidencia del partido otorga una influencia que puede ser decisiva en la definición de candidaturas en las elecciones próximas y por lo mismo constituye una fuente de poder importante para la facción que la obtenga. Sin embargo, para nadie es un secreto que esta es la primera escaramuza de la madre de todas las batallas: la sucesión presidencial. Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, los dos finalistas para dirigir al partido, responden a proyectos políticos distintos en todos los sentidos, pero sobretodo para efectos de definir al sucesor de AMLO. Delgado forma parte del equipo de Marcelo Ebrard, un político moderado y experimentado, serio aspirante a la Presidencia del país; por su parte, Muñoz Ledo solo se representa a sí mismo, pero ha sido un furibundo enemigo de Ebrard, lo cual lo convierte en aliado tácito de los rivales del Canciller y de los grupos más radicales entre los que se encuentra Claudia Sheinbaum, a quien muchos consideran la preferida del Presidente. Pero las crecientes críticas de Muñoz Ledo al propio López Obrador pondrán a prueba el talante presidencial; una cosa es que no quiera dar manotazos a su partido, otra distinta que esté dispuesto a que se convierta en fuente de ataques a su persona y a su proyecto. Esta historia apenas comienza y, esa sí, no se parece nada a la priista. Veremos.

Izquierda y derecha

Jorge Javier Romero Vadillo

Las categorías izquierda y derecha en política siempre han sido denominaciones genéricas que han requerido de precisiones para explicar algo. ¿Quién es de izquierda y quién es de derecha? El diccionario de la lengua española define a la izquierda política por negación: “En las asambleas parlamentarias, conjunto de los representantes de los partidos no conservadores ni centristas” y añade: Conjunto de personas que profesan ideas reformistas o, en general, no conservadoras”. Nada más vago que esa definición, del la que solo se puede sacar en positivo eso de ideas reformistas, pero si vamos a la definición de reformismo, doctrina que profesan los reformistas, resulta que es la búsqueda del cambio gradual y pacífico de una situación política, social, religiosa, etcétera.

Bien se sabe que no se le debe pedir mucho al diccionario de la “Madre Academia”, como burlonamente la llamaba el agudo Nikito Nipongo, personaje de otros tiempos y otro periodismo. Sin embargo, en este caso la vaguedad de las definiciones se ajusta a la poca utilidad descriptiva de las palabras, pues en los jarritos de la izquierda o la derecha caben todos los acomodos. Cada quien se coloca en el que le gusta, aunque luego dentro no reconozca como sus iguales al resto de los ocupantes. Es más: con frecuencia a uno lo acomodan en el jarrito en el que no quiere estar. Suele suceder también que algunos no se quieran meter al jarrito en el que la mayoría considera que debiera estar.

Sin embargo, hubo una época en la que las fronteras entre un lado y el otro de la política parecían más claras: A la derecha estaban los defensores de los privilegios, del orden social tradicional y de la moral conservadora, la defensora del orden patriarcal y jerárquico, mientras que enfrente se encontraban los defensores de la igualdad ante la ley, la justicia, la democracia, la distribución de la riqueza, la equidad entre los sexos y la libertad sexual. Uno y otro bando tenían en su seno a quienes defendían distintas estrategias para lograr sus fines, ya fueran mantener el orden existente o transformarlo, pero en términos generales, los de la derecha defendían la tradición y las creencias ancestrales, mientras que los de la izquierda eran apasionados en la defensa de la razón, la ciencia y el combate a los dogmas religiosos y del progreso tecnológico.

Se trataba de un espectro con gradaciones, que iban desde el fundamentalismo religioso e inquisitorial y a defensa violenta de privilegios de casta o clase, hasta la violencia revolucionaria que pretendía hacer del pasado tabula rasa, pero más o menos eran comprensibles las señas de identidad. Hoy, sin embargo, es mucho más difícil definir los contornos de cada bando, no porque la derecha haya desaparecido –está vivita y coleando y más activa que nunca en la defensa de privilegios y valores acedos–, sino porque la izquierda se ha diluido en una mezcolanza confusa de propósitos, objetivos, valores y se ha instalado en un marasmo.

La izquierda defensora de valores universales ha cedido el lugar a la defensa de identidades particulares, buena parte de ellas fuertemente conservadoras. La idea de la justicia universal ha sido abandonada en favor del reconocimiento de nuevos privilegios –derechos privativos– de grupos específicos. Lo que fue la defensa de las minorías contra la opresión de la moral y la dominación tradicionales, ha terminado por convertirse en un embrollo de reivindicaciones particularistas, mientras el proyecto universalista en la que los derechos y las libertades fueren para toda la ciudadanía parece diluirse en el asistencialismo, heredero de la caridad cristiana.

Lo más grave que le ha ocurrido a la izquierda política mexicana, mucho más estrecha que la izquierda social e intelectual, ha sido quedar a la zaga de un caudillo conservador y religioso que no comparte la mayoría de sus causas históricas. Los políticos que tradicionalmente se han autoproclamado de izquierda y que hoy apoyan sin rechistar los dictados de López Obrador han claudicado en reivindicaciones fundamentales para acomodarse a las creencias y modos del demagogo con tirón popular. Es obvio que para muchos de ellos su rendición ideológica ha sido premiada con un cargo o que su disciplina es condición para tener la bendición del líder para buscar su reelección, pero en muchos casos resulta aberrante.

Hoy vemos cómo mujeres que han dedicado su vida a la reivindicación de sus derechos doblan la cerviz cuando el Presidente dice que no va a proponer la legalización del aborto porque es un tema que divide, mientras que todas las mañanas predica polarización sobre cualquier otro asunto. Es patético ver a antiguos defensores del Estado laico callar cuando el López Obrador lanza sus sermones religiosos. Me repugna ver cómo críticos del asistencialismo priista ahora son acólitos del neopobrismo, para usar el término acuñado por Felipe González, que predica el caudillo. Es desconcertante oír a quienes fueron reprimidos por el ejército en el 68 defender la militarización

Muchos de los seguidores de López Obrador, como suele ocurrir tras de los hombres providenciales, no son más que oportunistas acomodados por la dirección en la que soplan los vientos. En todos los tiempos de la política mexicana han existido fervorosos intérpretes de los sueños presidenciales que cuando cambia el aire defienden lo contrario a lo que antes consideraban iluminado. También ha habido opositores que cuando llegan al poder hace exactamente lo mismo que antes criticaban. La política siempre ha sido un trabajo en el que los cínicos tienen ventajas competitivas, pero da grima ver a quienes fuero honrados militantes de la izquierda defender al caudillo reaccionario, al impulsor de un autoritarismo apoyado en las fuerzas armadas, que desprecia al orden jurídico y a quien le repugnan los contrapesos a su poder o los reparos a sus delirios, que exige disciplina y lealtad ciegas.

No entiendo cómo alguien todavía hoy puede pensar en que López Obrador es un político de izquierda. Sé que fuera del Gobierno existe todavía, y puede crecer, un pensamiento de izquierda reformista y racional. Creo que es tiempo que salga del clóset y se oponga abiertamente al gesticulador que ha expropiado una identidad que no le corresponde.

Jessica y Diego: la historia detrás del crimen

Martín Moreno

La llamaremos Verónica, para proteger su verdadera identidad.  Se ha enamorado de Diego Urik Mañón Melgoza, de 18 años de edad, cumplidos el 2 de enero pasado. Los embrujos del amor juvenil la ciegan. Corazón de mujer. Pronto los abusos llegan. Y una tarde, la encierra por la fuerza dentro de la cajuela de su auto y le da vueltas por la ciudad para que ella sepa quién es el que manda.

La demostración de poder le gusta a Diego, nacido en Morelia. Repite violencia con otra chica. La somete, colocándole una navaja en el cuello. Fueron los vaticinios de la tragedia mayor.

Otra jovencita asegura que a Diego le gustaba tener relaciones violentas.

Así vivía Diego Urik. Alto –1.80 metros-, fuerte, jugador de futbol americano, bien parecido. Junior con dinero que vivía en Altozano, zona donde se asientan los fraccionamientos de los ricos de Morelia, en la parte alta y boscosa de la zona sur de la capital. Mirrey, les dicen.

Diego transitaba entre el futbol americano, el estudio, los amigos, la fiesta, y la violencia. Jugaba en los Borregos Salvajes del Tec de Monterrey. Joven de familia disfuncional. Sus padres divorciados. Su madre se volvió a casar con un hombre adinerado. Empresario. En lo económico, Diego no tenía ninguna carencia. En lo emocional, allí está su breve historia.

Hace un par de años -todavía menor de edad-, Diego Urik conoció en un baile –un toquín-, a Jessica González Villaseñor, entonces de 19 años. Futura profesora, hija de familia trabajadora que se dedica al negocio de venta de pollos. “Pollos estilo Sinaloa”, es el eslogan del negocio familiar. Y ambos se flecharon.

De acuerdo a información de la Carpeta de Investigación del caso, cuyos detalles fueron revelados por el Ministerio Público durante la audiencia celebrada el pasado jueves uno de octubre y que fueron conocidos por esta columna, Jessica le confesó a sus amigas que su primera relación íntima fue, precisamente, con Diego.

Con base en lo declarado por amigas cercanas a Jessica y que por razones de seguridad personal se omiten identidades, su historia fue así:

Tras conocerse, Jessica y Diego comenzaron a salir y a tener relaciones. Algunas ocasiones, según se los comentó Jessica, en casa del estudiante, y una más en un hotel.

Diego ocultaba a su madre la relación que mantenía con Jessica (tal vez por la desigualdad de clase social). Sin embargo, la chica también era reprendida por sus padres a quienes Diego no les inspiraba confianza. No lo querían para su hija.

Por eso, el día de su desaparición, Jessica dijo en su casa que iba a ir con una amiga cuando, en realidad, tenía otra cita con Diego Urik.

La relación de Jessica y Diego era consensuada, según relatan las amigas de la maestra.

Jessica estaba enamorada de Diego, a quien le pedía formalizar su relación. Él se resistía, lo cual causaba molestia en la chica.

*¡Tú eres mi puta!-, le llegó a espetar Diego, según narró una de las amigas y contado en su momento por la propia Jessica.

Llegó el lunes 21 de septiembre cuando, a las 5 de la tarde, Diego Urik, en su auto marca “Polo”, recogió a Jessica. “Voy con Renata”, dijo ella en casa.

Transcurrieron las horas y no aparecía, lo cual causó extrañeza entre su familia. Sus padres. Su hermano Cristo. Jessica no era una chica irresponsable ni acostumbraba faltar a su casa. Su celular enmudeció.

Entonces se le llamó a la amiga con la cual Jessica, supuestamente, había quedado de verse.

*No la he visto desde hace varios días-, fue la respuesta de Renata. La preocupación aumentó.

Otra amiga les dijo que Jessica había salido también con el dueño de un Uber, a quien se pudo localizar. Acompañado de un abogado y sin ninguna resistencia, declaró y pudo comprobar que la tarde del lunes 21 de septiembre estuvo trabajando y en ningún momento vio a Jessica.

Pero otra amiga confió a la familia que Jessica le había dicho que esa tarde de lunes, vería a Diego Urik. Lo llamaron.

*Sí, la vi, pero la dejé cerca de su casa a eso de las seis y media de la tarde…-, respondió.

Al discurrir las horas, se presentó la denuncia sobre la desaparición de Jessica González Villaseñor. Su hermano comenzó a mover las redes sociales para dar la alerta y asegurar, sin ninguna duda, que el último que había visto a Jessica había sido Diego Urik Mañón.

Cuatro días después de haber desaparecido, el cadáver de Jessica fue localizado en la zona boscosa de Altozano. No tenía pantalón y la blusa estaba arriba de sus pechos. Tenía semen en su zona vaginal, que está siendo analizado para determinar si le corresponde a Diego Urik.

El presunto asesino desapareció desde el viernes 25 de septiembre.

*Es que no sé lo que hice… No te quiero involucrar-, confesó Diego a su amiga Hanna, quien, de acuerdo a lo divulgado en la audiencia por el MP, fue testigo de cómo él se deshizo de algunas pertenencias de Jessica.

El miércoles 30 de septiembre, nueve días después de la desaparición de Jessica, Diego fue detenido en un hotel de tres estrellas en Cihuatlán, Jalisco. Al parecer, se encontraba solo. Según el Fiscal General de Michoacán, Adrián López Solís, la captura fue gracias a la labor policiaca realizada.

Empero, abogados cercanos al caso confiaron que, en realidad, Diego Erik Mañón se entregó de manera voluntaria, tras establecerse un acuerdo con su familia. La defensa busca que el delito se juzgue como homicidio, pero no como feminicidio.

Según relata uno de los amigos de Diego a quienes pidió ayuda para deshacerse del cadáver, él tenía rasguños en los brazos y en los hombros.

Diego fue vinculado a proceso.

El MP pidió al Juez un plazo de 4 meses para realizar la investigación.

El plazo fue concedido.

*****

En México, durante 2019, fueron asesinadas alrededor de 4 mil mujeres. En lo que va del 2020: 645. Las marchas y protestas públicas ante la pasividad del Gobierno federal, cada vez son más fuertes y enérgicas.

“Manipulan el tema (de feminicidios) para perjudicarnos… Que no nos pinten las puertas, ni las paredes… No estoy de acuerdo con lo que le hicieron a la fotografía de Madero…”, ha sido la respuesta timorata e insensible de López Obrador.

Morelia se incendió por el asesinato de Jessica. La presión pública ha ido en aumento. En este caso, sí cayó su verdugo.

Es Jessica. Y es Yesenia. Alondra. Isabel. Ingrid. Fátima. Carolina. Susana. Danna. Fernanda. Xitlali. Y así…

(Para escribir esta columna, colaboró el periodista Miguel García Tinoco, director de NotiVideo en Morelia).

Enfermo de soberbia

Dolia Estévez

Violó la sana distancia en eventos en la Casa Blanca y en mítines proselitistas que resultaron en la muerte de un cercano colaborador, celebró la convención partidista con montones de gente, ridiculizó a su contrincante, a colaboradores y periodistas por usar máscaras, y engañó al pueblo estadounidense sobre el peligro del coronavirus. La causa del contagio de Donald Trump tiene un nombre: soberbia. Enceguece al hombre y empodera el ego.

El viernes, Trump fue internado en el hospital militar Walter Reed tras dar positivo de COVID-19. Los médicos trataron de restarle importancia. Pese a dificultades para respirar y fatiga, ofrecieron un reporte color de rosa. Bajo presión de la prensa, admitieron que tuvo dos episodios alarmantes por falta de oxígeno. Lo pusieron en esteroides. Sin embargo, el lunes fue dado de alta a 72 horas de ser hospitalizado. Trump tuiteó que se siente mejor que hace 20 años, quizá por los esteroides y el torrente de medicamentos. Exhortó a la gente a no temer al virus. Es fácil para él decirlo cuando tiene a su servicio la atención médica más poderosa del mundo.

El virus no discrimina, pero el tratamiento médico sí. En la Casa Blanca, Trump seguirá bajo una agresiva mezcla de medicamentos, incluso experimentales, a los que los 7.2 millones de contagiados no tiene acceso. Estará rodeado de médicos, enfermeras y equipo de emergencia, un mini hospital personal, a diferencia de los miles que han caído muertos en los pasillos de sus casas.

En lo que podemos llamar la crónica de un contagio anunciado, el coronavirus asentó los reales en la mansión presidencial más famosa del mundo sin ser molestado. La Casa Blanca es ahora el semillero del contagio. Al cierre de la edición, había 19 contagiados de COVID, la mayoría republicanos que asistieron al evento en la Casa Blanca para dar a conocer la polémica nominación de una nueva jueza a la Suprema Corte de Justicia. Entre los infectados están Trump, la primera dama, asesores cercanos, legisladores, operadores de campaña, el presidente de una universidad, la secretaria de prensa y tres reporteros de la fuente. Casi nadie usó cubre bocas. Ningún demócrata ha dado positivo. No porque no fueran invitados, sino porque cumplen las recomendaciones de prevención.

Trump lleva meses peleado con la ciencia y la verdad. Ha mentido sobre remedios alucinantes como ingerir cloro, fustigado a funcionarios, médicos y epidemiólogos y retado el sentido común. En el primer (¿único?) debate presidencial el miércoles pasado, se mofó de Joe Biden por usar máscara. Lo tachó de débil. Pero la realidad es la realidad. La ciencia es la ciencia. El virus no vive en el universo alterno de Trump. Se propaga en el mundo real.

Tras el encuentro, en el que un iracundo Trump lanzó insultos, mentiras y gritos, las encuestas ampliaron la brecha a favor de Biden. El demócrata ahora goza de una ventaja de 14 puntos porcentuales, 53 por ciento contra 39 de Trump, de acuerdo con el nuevo sondeo de The Wall Street Journal y la cadena NBC. Debido a que Biden estuvo expuesto a los salivazos y jadeos de Trump durante 90 minutos-en la fase precisa de mayor riesgo–no se puede descartar que lo haya contagiado. Sin embargo, hasta ahora, Biden ha dado negativo.

A Trump le preocupa menos propagar la enfermedad que disipar la percepción de que el virus es un impedimento para gobernar y ganar la reelección. La Casa Blanca se esfuerza en proyectar la imagen de un presidente que, pese a padecer la mortal enfermedad, tiene el control del gobierno. Abandonar el hospital fue una decisión basada en consideraciones políticas no de salud. Hizo su entrada triunfal a una Casa Blanca desolada. Infestada. Alzó el puño y posó para las cámaras desenmascarado. Su médico reconoció que no está fuera de peligro.

El domingo sorpresivamente abandonó la cama de enfermo para saludar a un grupo de fanáticos postrado frente al hospital a bordo de una camioneta blindada. Los enfermos de COVID deben permanecer completamente aislados del mundo exterior. Más de 208 mil personas han muerto por la pandemia en Estados Unidos. Miles sin poder despedirse de sus seres queridos. Lo que hizo Trump fue una insolencia. Un acto de irresponsabilidad.

Trump puso en riesgo a los agentes del Servicio Secreto que lo custodiaron portando máscaras N95, escudos faciales y batas médicas. Los agentes del Servicio Secreto ahora están en cuarentena. El absurdo paseo sugiere que Trump tiene la última palabra, no sus médicos, lo que explicaría la salida prematura del hospital. Para Trump el COVID es una broma y su enfermedad un reality show político.

La negativa de los médicos, bajo órdenes de Trump, de no responder a preguntas sobre su verdadero estado de salud abona a la crisis de credibilidad y a un torrente de teorías de la conspiración y especulaciones en las redes sociales. La enfermedad de Trump ha inyectado más caos e incertidumbre a una temporada políticamente caótica e impredecible. Todo puede suceder. Uno de los escenarios más socorridos es la invocación de la Enmienda 25 constitucional sobre la transferencia de poderes al vicepresidente si se determina que Trump está incapacitado para seguir en la presidencia. Trump está en el grupo de más alto riesgo por su edad, obesidad y género.

Se desconoce cuál será el efecto de todo esto en los comicios del 3 de noviembre que, de acuerdo con casi todas las encuestas, Trump lleva la de perder. Lo único predecible es que las elecciones se celebrarán. La Constitución establece que el primer martes de cada noviembre, cada 4 años, debe haber elecciones y que un nuevo presidente debe asumir poderes el 21 de enero. Llueva o truene. Con coronavirus o no.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Elecciones 2021, alteradas por la pandemia

“La falta de identidad convierte a los partidos políticos en simples rejuntados de personas con las más diversas y variadas corrientes e intereses que se pueden imaginar”: Ing. Clinton Cruickshank S.

Mis estimados, la pandemia vino a alterar la normalidad de la vida de los mexicanos y para no variar la de los partidos políticos, pues debido este canijo Covid-19, las elecciones del próximo 6 de junio de 2021, se desarrollarán en el marco de esta peligrosa pandemia, que cambió los planes de las personas alrededor del mundo, no sólo en México. Es tan grave que España vuelve al encierro y Francia retrocede y cierra de nuevo ciertos tipos de negocios, dado el repunte de casos.

La verdad es que todos seguimos corriendo peligro de contagiarnos por el virus, nadie está exento y mientras no haya vacuna, la amenaza del Covid 19 seguirá latente.

Decíamos que la pandemia también afectó a partidos políticos y a los aspirantes a los cargos de elección popular, pues aún no sabemos el comportamiento del virus en lo que resta del año. Por ahora, dijo el gobernador que estamos estancados en cuanto al número de contagios y decesos, pero todavía sin posibilidades de avanzar al semáforo amarillo.

El mandatario pidió por lo tanto mucha prudencia a la clase política, para que eviten que con sus reuniones la pandemia se dispare o haya rebrotes en municipios donde ya más o menos está controlada la situación.

Estamos seguros que el comportamiento del virus podrá ser al alza cuando arranquen las campañas. Aun ahora, ya todos andan haciendo reuniones y de ahí que el desarrollo de la pandemia en cuanto contagios y muertes, no baje.

Luis Walton Aburto ya sufrió el contagio, y aunque salió avante, todo se debe a su actividad política. Los demás también deben cuidarse, cuidar a sus equipos y, desde luego, a sus seguidores.

Es mejor que entendamos, mis estimados, porque si viene un repunte y se vuelven a cerrar las playas y negocios, entonces el proceso electoral también quedará trunco, y posiblemente se obligue a la autoridad electoral a aplazarlo.

Recordemos que en Guerrero se elevaron las cifras de contagiados de forma exponencial, y es la entidad donde los partidos políticos y aspirantes deben poner especial cuidado, para evitar poner en riesgo la elección.  

El gobernador dijo, ante la pregunta de si cerrarán las playas, que llegado el momento se tendrá que hacer lo que se tenga que hacer. Es decir, que no andarán con miramientos.

Sin duda, deseamos que eso no ocurra, pues, aunque la pandemia sigue avanzando en diferentes estados de la República, incluyendo los estados donde habrá elecciones, también es cierto que los actores políticos tendrán que adaptarse a la nueva normalidad para hacer campaña en medio de la pandemia.

Pese a todo, en Guerrero, los actores políticos no han dejado de hacer campaña y alguien debe recordarles que la pandemia no se ha ido.

Esperamos se controlen los contagios y por supuesto queremos pensar que se avance en la vacuna, para no correr más riesgos, pues ya algunos expertos lanzaron la previsión de que la pandemia en México podría extenderse hasta dos años.

Recuerden que se elegirán 15 gubernaturas, se renovará la Cámaras de Diputados, y 30 Legislaturas y autoridades municipales al menos en 30 entidades federativas. Entre unos y otros se elegirán más de 21 mil cargos.

Sin embargo, las autoridades sanitarias alertaron que el Covid-19, estará en etapa crítica desde este mes de octubre hasta el mes de abril, pues se empata con la influenza, enfermedad con la que comparte síntomas.

Por eso decimos, mis estimados, que este proceso electoral será diferente, no sólo por la cantidad de nombramientos que se votarán al mismo tiempo, sino también por la peligrosidad de la pandemia, que requerirá que las autoridades electorales, los actores políticos y la ciudadanía, modifiquen sus estrategias de campaña, eviten aglomeraciones, cumpla con las reglas de sana distancia y uso de cubrebocas, así como lavado de manos o, en su defecto, uso de gel antibacterial. La pandemia nos obliga a todos a poner en práctica la nueva normalidad.

Les decía que, en Guerrero, la entidad no canta mal las rancheras, pues el coronavirus está haciendo ver su suerte a los guerrerenses, a tal grado que el estado puede retornar al semáforo rojo. Y si esto ocurre, los ciudadanos regresamos al confinamiento. Inclusive el mandatario estatal, expuso que hay probabilidades del cierre de las playas en la entidad. ¡Qué lamentable noticia!

Por cierto, la responsable del Plan de la Organización Nacional de Morena Guerrero, Esther Araceli Gómez Ramírez, puso un estate quieto a los aspirantes a las gubernaturas por el Movimiento Regeneración Nacional. Les dijo que de las 15 gubernaturas que se disputan en el próximo proceso electoral del 2021, la mitad serán para hombres y la mitad para mujeres, que no será el estado quien defina el género, que esto lo hará el comité nacional. También dijo que elegirán a la mujer u hombre que tenga posibilidades de ganar la elección en cada estado, sea hombre o sea mujer.

Lo único seguro que les puede confirmar es que la mitad de las gubernaturas en disputa será para damas y la mitad para caballero.

Y para Guerrero, no será precisamente mujer, como lo ha venido externando la alcaldesa porteña, Adela Román Ocampo. Ella está en todo su derecho de participar, pero no por eso será mujer la candidata de Morena para gobernador en Guerrero, no está en mis manos, eso viene del nacional, de allá van a elegir a las mejores mujeres y hombres que tengan arraigo y ganen la elección, “no vamos arriesgar ninguna candidatura por recomendación”.

Jojojo, esto es de mi cosecha.

Pero sí dijo Gómez Ramírez que elegirán a los mejores para garantizar el triunfo de Morena en los estados. Aunque dejó ver Esther Araceli, que el 10 y 11 de octubre tendrán una reunión a puerta cerrada donde van a tratar estos temas, pero recordó que los acuerdos ya están tomados, que los tomó la dirigencia, el presidente Alfonso Ramírez Cuellar y la secretaria Yeidckol Polevnski, y sobre esos acuerdos van a seguir trabajando.

Aunque también Areli Gómez contó que el Consejo Estatal de Morena puede sugerir y hacer una propuesta sobre el género de la candidatura en el estado; sin embargo, para ese propósito tienen que reunirse la élite del máximo órgano partidista estatal, pero dijo Gómez Ramírez que no hay plan de que eso suceda pronto.

Y ya ven los problemas internos que hay dentro de Morena, al grado que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pospuso hasta nuevo aviso la sucesión prevista para esta semana. Ahora piensan discutir un proyecto que plantea diferir el proceso interno de Morena hasta 2021, como lo solicitó en su momento Ramírez Cuéllar.

El magistrado presidente, Felipe Alfredo Fuentes Barrera, indicó que los lineamientos y convocatoria de la encuesta organizada por el Instituto Nacional Electoral (INE), que está en curso y con la que se definirá la presidencia de nacional de Morena, han tenido una serie de inconsistencias, errores y omisiones, y que por ello se pospone la realización de la encuesta abierta, hasta que concluya el proceso electoral que culmina con los comicios de 2021.

Eso automáticamente implica una prórroga a la vigencia de la actual dirigencia del partido; es decir, que se queda Ramírez Cuéllar hasta el 2021.

No cabe duda que tienen suerte los que no se bañan, jojojo. Bien dice el dicho, unos corretean la liebre y otros sin corren la alcanzan. Ni porque ya se relamían los bigotes los diputados Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo. Tanto, que se enojaron al conocer el dictamen que está por discutirse en el TEPJF. Primero, Muñoz Ledo se enojó por la consulta. Pero ahora que dicen que va ganando, se enojó porque siempre no se hará.

Ni hablar. Hay mucha ambición en los morenos, ni ellos logran ponerse de acuerdo.

Así mismo pasa en los muncipios con los aspirantes de Morena a las alcaldías, son muchos los que aspiran a los cargos y por eso entre ellos se dan con todo. En algunos casos se dice que, si resulta ser mujer la elegida para la alcaldía, varias ya están con las uñas listas para arañarse, pues no están dispuestas apoyarse entre sí. Incluso, hasta dicen que es preferible que gane otro a que gane esa vieja, en referencia a su compañera de Morena. “Vieja ambiciosa yo no la apoyaré, aunque soy de Morena”, se oye decir. Figúrense nada más, cómo se descalifican entre ellas. Bien dice el dicho que el peor enemigo de una mujer, es otra mujer. Qué pena, todo por el poder. ¡Feliz martes, mis estimados!    

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