Editorial

El nuevo presidente de la Corte y la advertencia de López Obrador

El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el ministro Arturo Zaldívar, tiene ya su primera prueba frente al presidente Andrés Manuel López Obrador.

El jefe del Ejecutivo hizo el lunes un serio señalamiento en contra del Poder Judicial que el presidente de la Corte no puede pasar por alto, aun cuando su intención sea “evitar un choque de trenes”.

A propósito de la intervención de su gobierno en la Suprema Corte para impedir la devolución de impuestos a exaccionistas del Grupo Modelo, López Obrador arremetió en contra de los juzgadores que “protegen a delincuentes de cuello blanco” y advirtió que por lo menos los exhibirá.

“Una cosa es el respeto a otro poder y otra es que, sabiendo que hubo una transa me quede callado, porque no voy a ser cómplice”. Y remató: “El pueblo se cansa de tanta pinche transa, para quede claro”.

Los destinatarios fueron los ministros que votaron a favor de la devolución de impuestos a los exaccionistas de la cervecera y que según el presidente habría significado un pago de 35 mil millones de pesos.

La devolución de impuestos, en efecto, ha sido una práctica de los grandes consorcios durante décadas y que han representado grandes mermas al erario.

Uno de los más conocidos fue el que gestionó en 2002 el despacho del entonces senador del PAN, Diego Fernández. En un litigio contra el Estado mexicano, el entonces legislador logró que Hacienda le pagara mil 800 millones de pesos a la empresa Jugos del Valle, por concepto de devolución de IVA.

Han sido numerosas las grandes empresas que han litigado en contra de las disposiciones fiscales o que se han beneficiado de perdones de la Secretaría de Hacienda. Entre ellas, Televisión Azteca, de Ricardo Salinas, ahora uno de los aliados del presidente.

López Obrador cambió de humor en unos cuantos días o decidió explotar el tema. La semana pasada, cuando dio a conocer que su gobierno había intervenido en la Corte para que se cambiara el proyecto de resolución que proponía devolver los impuestos por la venta de acciones del Grupo Modelo, dijo que hubo ministros que votaron en contra, pero que los respetaba porque “tienen derecho a hacerlo… son libres y cada quien actúa de acuerdo a la interpretación que le da a las leyes”.

Fue una victoria ante lo que definió como “huachicoleo de cuello blanco”. Pero en momentos en que el Senado está por decidir quién será la nueva ministra de la Suprema Corte a partir del 19 de febrero, en sustitución de la ministra Margarita Luna Ramos, López Obrador se fue en contra del Poder Judicial y advirtió que no se quedará callado y por lo menos denunciará a “cualquier juez, magistrado (o) ministro que proteja a un delincuente de cuello blanco (y) solape actos de corrupción”.

Lo dijo también cuando la Corte tiene que resolver los juicios constitucionales en contra de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, según la cual nadie en México puede ganar más de los 108 mil pesos mensuales que el presidente de la República se fijó.

Aunque se requiere de una mayoría calificada de 8 de los 11 ministros, un escenario es que la ley sea desechada por los vicios cometidos por el Senado en su aprobación.

Con los señalamientos del jefe del Ejecutivo, el ministro Arturo Zaldívar quedó en una posición incómoda.

Cuando asumió la presidencia de la Corte propuso “un diálogo constructivo y fructífero con los otros Poderes” y en un ánimo de tender puentes dijo que la independencia del Poder Judicial “no es aislamiento, intolerancia o romper el diálogo”.

Con el apoyo que tuvo de Juan Luis González Alcántara Carrancá, el primer ministro de López Obrador, para ganar la presidencia de la Corte, el ministro Zaldívar está viendo cómo se derrumban los puentes que ofreció.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

René Bejarano Martínez, ex líder de la corriente perredista Izquierda Democrática Nacional (IDN), y actual líder del Movimiento Nacional de la Esperanza, que en la pasada elección apoyó el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, anunció ayer la adhesión a este grupo político de unos 110 mil militantes de diversos partidos políticos, que dejarán su militancia actual para incluirse en una organización que si bien tiene intereses políticos, opera desde el ámbito civil.

Esto significa que el proceso electoral de julio del año pasado, no ha terminado de modificar el mapa político del país, ni tampoco de hacer mella en los partidos políticos mayores, que definitivamente perdieron tanto que ahora buscan sumarse en una gran coalición opositora. En Guerrero, por ejemplo, esa iniciativa proviene del PRD, que busca una alianza con el PRI, para competir por la gubernatura en 2021.

Ahora bien, el líder del PRD en Guerrero, Ricardo Barrientos Ríos, justifica que la alianza que están trabando ser hará con el ala izquierda del PRI, que eventualmente estará en desacuerdo con la postulación que haga el partido como tal en la siguiente elección para gobernador.

Esto es grave porque entonces significa que el PRD está promoviendo una desbandada del PRI hacia la coalición que pretende encabezar el mismo partido amarillo.

Eso un poco arriesgado y complicado pero no difícil de lograr, sobre todo cuando va de por medio la promesa de mantener el poder, aunque sea compartido apoyando a un perredista, que por ahora no se vislumbra quién pudiera abanderar esta gran coalición.

Porque siempre está la opción de que sea un priísta, que se meta por el PRD como “externo”, al fin que ya es común que eso suceda, que se arreglen los escenarios políticos, y se perviertan de tanto manipularlos. Cuando no hay buen pan, buena es la semita, dicen los calentanos.

Cruzando información, haciendo trenzas informativas –como solía decir un gran maestro del periodismo-, leyendo entre líneas, nos damos cuenta que lo que anuncia Bejarano es una realidad: el PRD se está derechizando, y la gente que aún conserva los ideales de izquierda se irá desplazando. Esto significa que en los próximos meses y todavía acercándose la siguiente elección estatal –que se empatarán con la elección legislativa federal-, veremos una sangría mayor y tal vez más agresiva en las filas perredistas.

¿Se van a Morena entonces? No. La opción que les ofrece Bejarano es hacer actividad política desde su organización, que es apartidista y aglutina a gente de varios institutos políticos, una extraña mezcla de militancias, que coinciden en un solo punto: evitar la contaminación de los escenarios políticos y la manipulación del electorado.

Pues bien, decíamos que cada militante del MNE decidirá de manera personal si hace vida partidista, y solicitará por su cuenta propia su adhesión a algún partido, pero sin dejar de pertenecer al grupo de Bejarano.

Recordemos que en Morena no hay corrientes ni grupos políticos, están prohibidos expresamente en sus estatutos. Por lo tanto, la jugada consistirá en crear organismos civiles que en su momento puedan meter personas a los partidos, para ir ganando espacios de elección popular, sobre todo en apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lo que busca Bejarano es que para 2021, la Cámara de Diputados no caiga en manos de la oposición, ya que eso debilitaría al gobierno federal de AMLO, dificultando la actividad legislativa, que es la base de movilidad para el poder ejecutivo.

Una red de organizaciones sociales, que a su vez representen una opción para los desencantados de otros partidos, parece ser la opción.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

El problema del turismo es la inseguridad

Desde hace poco más de un mes, mis estimados, distintas organizaciones civiles, empresarios, cámaras de comercio y prestadores turísticos, vienen haciendo comentarios fuerte en relación al verdadero problema con el turismo en México. Ellos indican que debido a los altos índice de violencia que se han disparado en exceso en casi toda la República, es que el turismo se desplomó en el país hasta 37 puntos.

Es decir, que la caída del turismo no es por falta de publicidad en el extranjero. El vicepresidente de Asuntos Legislativos del Consejo Mexicano de la Industria de Reuniones (Comir), Erick Álvarez, señaló que la cancelación del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), no es el fin del mundo, pues sin los subsidios que se daban a través del órgano, los empresarios del sector ya trabajan en promocionar la actividad en el extranjero con sus propios medios. Reveló que el verdadero problema del turismo en México, es la inseguridad que azota a todo el país y sigue siendo un pendiente.

Por otro lado, los integrantes del sector expusieron también que el verdadero problema para el turismo mexicano es la percepción de inseguridad que hay sobre el país. Sin embargo, mis estimados, los integrantes del sector se fueron por la tangente y culparon de los altos índices de inseguridad a los docentes disidentes de la CETEG, por las dos semanas de bloqueos en Michoacán.

Pero la inseguridad que cunde en el país no es provocada por los docentes disidentes. Aclaro, no apruebo lo que hacen los maestros; sin embargo, tampoco se vale que le carguen todos los muertos a la CETEG. Los empresarios siempre se van por lo más fácil y culpan a la CETEG  de todos los males. Bien dice el dicho: Cría fama y échate a dormir.

Mientras los gobernantes no acepten que tienen un grave problema de inseguridad en todo el país, en algunos estados y municipios más que otros, bien pronto se va al carajo el México lindo y querido, con todo y sus bellezas naturales.

No se trata de culpar a los docentes disidentes de los problemas que acosan al país. Se trata de aceptar que tienen un grave problema de inseguridad y buscar cómo resolverlo, porque tampoco de la manera en que pretenden solucionarlo van a lograr controlar a tanto escorpión venenoso.

Si bien es cierto que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha puesto sobre la mesa distintas tácticas para combatir la inseguridad en el país, también es verdad que aún no se logra concretar ninguna de ellas. El mandatario federal le apuesta al empleo y educación; no obstante, el tema de inseguridad rebasó todos los límites, no hay forma de lograr ese propósito con personas asalariadas y un libro bajo el brazo. Y que se entienda, no soy negativa. Ante tanto derramamiento de sangre, toda propuesta es bienvenida y vale la pena experimentar; sin embargo, los criminales que ya se dedican a ese negocio y que les deja buen dinero, difícilmente van a dejarlo por un salario de 3 mil 600 pesos quincenales. Aunque arriesgan su vida y anden a salto de mata, siguen ahí, no dejarán el negocio.

Por ejemplo, los delincuentes que secuestran, por eso matan a su víctima porque ellos ya contaban con ese dinero y no lo pudieron conseguir. Según relatan psicólogos, es lo mismo que hace un asaltante, que si no le das el dinero te mata, porque ya lo siente suyo. Y jamás un delincuente va a dejar su actividad delictiva que le deja mucho dinero, aunque ande a salto de mata, para irse a un empleo a encerrarse ocho o diez horas por 4 mil pesos quincenales, y me estoy yendo muy alto.

Todo esto es preocupante y lucha se hace. Recordemos que el presidente López Obrador lanzó cuatro alternativas a las personas que delinquen, para que se alejen del crimen y se conviertan en empresarios. La primera de ellas es la esperanza de una larga vida; la segunda la posibilidad de llevar una vida tranquila y sin sobresaltos; la tercera, que emprendan negocios legales y regulares. Y la cuarta, alcanzar la respetabilidad social.

La Estrategia Nacional de Seguridad Publica, donde se incluye la creación de la Guardia Nacional, la analiza el Senado, para su posible aprobación, ya que plantea el gobierno federal que los delincuentes puedan convertirse en hombres y mujeres de negocios legales y regulares. Esto es como un borrón y cuenta nueva, como una amnistía de facto.

El documento señala que una estrategia como ésta fue la que se utilizó hace nueve décadas en Estados Unidos para combatir el tráfico de alcohol. No obstante, mis estimados, el problema de inseguridad que vive el país, insisto, rebasó todos los límites y esas estrategias y alternativas que pretenden ofrecer a los criminales no motiva ni cumple sus intereses.

Y no quiero ser negativa, insisto, sino que soy realista. En materia de seguridad, el crimen se apoderó de una gran parte del país y es imposible que lo suelten ofertándoles empleos. Los criminales por actos delictivos -que por cierto son varios y no sólo las drogas-, tienen ganancias muy superiores a lo que ofrece el gobierno.

Son muy variadas las formas por las que ellos obtienen jugosas ganancias, y la forma de actuar de los criminales es terrible, no hay conciencia en ellos, imposible hacerlos razonar.

Como ejemplo tenemos el estado de Guerrero; ya ven lo que dice el dicho, que cada quien habla como le va le va en la feria.

El mismo gobernador Héctor Astudillo Flores se lamenta y dice que no es fácil gobernar Guerrero. En efecto, la descomposición en la entidad es un gran pozo imposible de cubrir con propuestas de buenos deseos.

En sus sierras, Acapulco, Zona Norte y Montaña, Tierra Caliente, Costa Grande y Costa Chica, así como la capital Chilpancingo, vive la sociedad con traumas terribles por el crimen.

Si de buenos deseos se trata, también anhelamos que este pánico se acabe; sin embargo, así como lo puntean no se acabará; por el contrario, van alborotar el avispero más de lo que ya está inquieto.

Puedo mencionar muchos ejemplos, pero mejor nos quedamos con uno: el campo. Los campesinos y los hijos de ellos no quieren trabajar las tierras porque no les deja el dinero que les dan otros servicios. Y lo que les da dinero a eso se dedican, aunque pongan en riesgo su vida y la de su familia.

¡Feliz día, mis estimados!

Editorial

La delincuencia de cuello blanco

El robo de combustibles que ha ocupado primeras planas durante semanas es uno de los aspectos del Estado corrupto. Durante los próximos meses y años tendremos más y más primeras planas en donde se reflejará la profundidad de la corrupción como sistema.

Ya estamos viendo que el huachicol se estructura en amplias organizaciones donde aparecen servidores públicos. Dentro de poco eso irá quedando mucho más claro.

La corrupción, como parte del sistema político y mecanismo de la organización estatal, se desparramó sobre la sociedad. La forma más desgarradora en que el Estado corrupto tuvo impacto social fue el colapso del modelo de seguridad pública ante el surgimiento de la llamada delincuencia organizada, principalmente la vinculada al narcotráfico, el secuestro y la extorsión.

A partir de esto se desenvolvió la crisis de violencia, los enfrentamientos armados y las ejecuciones cotidianas en amplias regiones del país.

La delincuencia organizada fue definida en la Constitución como la “organización de hecho de tres o más personas, para cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los términos de la ley de la materia” (art. 16). La última parte de este párrafo confiere al Congreso, al expedir la legislación secundaria, la facultad de escoger cuáles delitos pueden ser vinculados al concepto de delincuencia organizada y, por tanto, cuáles no.

Al analizar la ley específica resulta asombroso, aunque del todo explicable, que no se encuentren los delitos que suelen cometer directamente los poderosos. Las transgresiones a la democracia, como son la compra de votos, la utilización indebida de bienes públicos, el enriquecimiento ilícito, el soborno, el tráfico de influencias, entre otras muchas, no están en la lista de aquellas vinculadas al delito de delincuencia organizada, el cual opera como una especie de delito de delitos.

La inmensa mayoría de actos punibles cometidos por servidores públicos en el ejercicio o con motivo de sus funciones se llevan a cabo en grupo. Es casi imposible robar y robar, enriquecerse a partir de fondos públicos, vender concesiones, simular operaciones, cobrar sobornos, etcétera, sin contar con una organización.

Resulta demostrativo que la ley de delincuencia organizada incluya al huachicol pero exceptúe a los servidores públicos involucrados y sus conectes, los franquiciatarios, los almacenadores, los transportadores.

Puede llegar la hora en que, por necesidades del combate al Estado corrupto, se deban incorporar los delitos que por su mecánica requieren una organización delictiva, aquellos de cuello blanco.

Si la figura de “delincuencia organizada” fue promovida con la idea de combatir a las mafias de narcos como los peores delincuentes, lo cual ha fracasado hasta ahora, podría usarse, sólo durante algún tiempo, para perseguir a los corruptos, ya que permite mayor holgura en los métodos legales de investigación, con la otra gran ventaja de que los funcionarios ladrones no viven en la clandestinidad.

Lo más difícil de la persecución de criminales se encuentra en el campo del combate a la corrupción, pues los poderosos son expertos en crear redes de complicidad. Por esto, podría no bastar la decisión política de desarticular al Estado corrupto. Podrían necesitarse también algunas reformas legales que favorecieran tan elevado propósito.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El ex gobernador Ángel Aguirre viene marcando la agenda política en el estado desde la semana pasada, cuando anunció en la Ciudad de México una probable alianza del PRD con el PRI, de cara a los comicios de 2021.

Claro que en el ámbito estatal, el líder del partido matizó el tema y dijo que, en efecto, el PRD va por la construcción de una gran alianza electoral, pero que primero buscarán la adhesión de la izquierda. Y que de no ser posible concretarla con Morena, pues luego entonces buscarían al PRI.

Se sospechaba que la búsqueda de diálogo con Morena era un mero pretexto para descartar a los lópezobradoristas y justificar la alianza con el PRI. El fin de semana, el ex gobernador se reunió con diputados y alcaldes, entre ellos Adela Román, de Acapulco, a la cual exhibió en sus redes sociales. Fue la alcaldesa la que dijo que no se trató de un encuentro privado con Aguirre, sino colectivo, y que asistió en su calidad de mujer política; aunque, claro, sin compromisos porque simplemente Adela no tiene capacidad para definir la ruta que su partido, el Morena, habrá de tomar en 2021.

Pues bien, ayer, el ex gobernador se reunió con el alcalde de Chilpancingo, Antonio Gaspar (quien por cierto salió del grupo político del gobernador Héctor Astudillo Flores). Fue un encuentro privado, pero obviamente se propició la presencia de la prensa –como suele suceder en estos casos-, y la entrevista fue inevitable.

En ésta, Aguirre fue contundente al indicar que la ruta más factible para el PRD es su alianza con el PRI, algo que no debe escandalizar a nadie, porque ya el partido ha hecho alianzas con partidos de derecha, como sucedió en efecto el año pasado, pero sobre todo en su propia campaña de 2010-2011, cuando a la gran coalición que lo llevó al poder se sumó el PAN, pues ambos partidos ya venían desde 2009 de una ruta de alianzas denominadas “estratégicas” e impulsadas por Los Chuchos, con Beatriz Mojica Morga como encargada de ellas.

Pero lo más sorprendente es que Aguirre no se descartó para competir por tercera vez a la gubernatura del estado de Guerrero. Y esto es ahora el tema de discusión. ¿De verdad el ex gobernador se lanzaría a otra batalla de este calibre? ¿O el que recibirá su respaldo será Toño Gaspar?

Primero, no es de extrañar que dos partidos que quedaron tan disminuidos en la elección reciente, busquen una alianza para presentar una candidatura común, con el ánimo de contener el avance de cualquier morenista –que a decir verdad con varios, pero hasta ahora ninguno con piernas de jinete para alcanzar la máxima magistratura del estado. Decir que el candidato a gobernador de Morena que resulte, podría competir impulsado solamente por lo que se logre de aquí a 2021 por el gobierno de López Obrador, es un sinsentido, pues si no sucedió cuando éste era candidato, menos sucederá ahora que ya está en el ejercicio del poder; simple y sencillamente porque el poder desgasta a cualquiera. Y si no, habría que preguntarle, por ejemplo, a Adela Román si es lo mismo ser candidata que alcaldesa. O a Pablo Sandoval Ballesteros, sobre quien están recayendo todas las quejas de Morena, por su plan avasallador.

Volviendo al tema, consideramos que de verdad una alianza PRD-PRI acabaría con cualquier intento de Morena por tomar el gobierno de Guerrero, partiendo de que en este partido no hay tela de donde cortar.

Pero hay una duda en este escenario, que dará mucho de qué hablar en los próximos meses y años: ¿El plan de Aguirre es también el plan del PRI? ¿Trabajarán los priístas para traspasar al PRD el poder? ¿Y, más aún, trabajarán para que Aguirre retorne al gobierno estatal? Lo dudo, de verdad.

Hasta ahora, el PRI nacional no se ha pronunciado al respecto. Al contrario, se observa más bien una alianza estratégica con Morena, como en su momento lo hicieron con el PAN, de lo cual depende su supervivencia.

Tampoco la dirigencia del PRD en el país ha dicho nada sobre el plan de Aguirre. Y en lo local, varios líderes perredistas ya mostraron su inconformidad, entre ellos el diputado Celestino Cesáreo Guzmán.

Estemos atentos al desenlace de este novelón, estimado lector, porque pensamos que ya todo está dicho en política, pero la verdad es que ese mundillo está lleno de grandes sorpresas.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Políticos y hasta religiosos buscan crear nuevos partidos políticos

Mis estimados, les tengo dos noticias, una buena y otra mala. Comenzaré con la buena: Para el puerto Ixtapa-Zihuatanejo, siguen medios nacionales aplaudiendo el reconocimiento del puerto por estar dentro de los 10 destinos turísticos más populares para vacacionar. Según TripAdvisor, el sitio más grande del mundo, nuestro puerto está ubicado entre los más populares del mundo para el turismo internacional y nacional. Y para muestras un botón: En este puente largo por el 5 de febrero, está a reventar. Por ejemplo, ayer Ixtapa alcanzó un 91.2 por ciento de ocupación hotelera y pues, aunque reparen otros, los hechos dicen más que mil palabras.

Las buenas noticias hay que cacaraquearlas.

Pero como hay de todo en la Viña del Señor, les cuento la mala: Hay políticos que andan en busca de crear un nuevo partido político; y lo triste del cuento es que son muchos los personajes que enviaron solicitud al Instituto Nacional Electoral (INE), desde aquellos que fueron involucrados en actos de corrupción, dirigentes sindicales, locutores, empresarios, periodistas y hasta religiosos, para que se les permita constituirse en un partido político. Y no están ustedes para saberlo ni yo para contarlo, pero según datos revelados por diarios nacionales, son más de 100 personajes los que buscan meterse al jugoso reparto de recursos que obtienen los partidos políticos, pues del rubro electoral, al menos 4 mil millones pesos se dividen entre todos los partidos constituidos y los nuevos que vienen, dado que el recorte al presupuesto aplicó para los partidos ya existentes.

Sin embargo, sigue siendo mucho dinero el que se utiliza para estos institutos políticos que no trasforman la demanda política. Ningún personaje político que ha vivido de este negocio se quiere quedar sin su billetito, por eso andan en busca del registro de nuevos partidos políticos, que en su mayoría no representan una opción al pueblo, sino que son más de lo mismo.

No obstante, lo desagradable del contubernio es que hasta los religiosos buscan crear su partido político, violando y pasándose por arco del triunfo la Constitución, que mandata que la religión no participa en política. De hecho, para ser postulado a algún cargo de elección popular, uno de los requisitos es no ser ministro de algún culto religioso.

La iglesia de La Luz de Mundo, y la expresión religiosa de Jalisco “Convicción Mexicano por la Democracia”, pretenden registrarse ante el INE como partido político, para aprovechar su amplia membresía y acceder al poder por medio de las ovejas que tienen cautivas en sus rediles, con el pretexto de predicarles la Palabra de Dios.

El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdoba, debe hacer valer la ley separación Estado-Iglesia, porque si bien es cierto que se abrieron puertas a grupos religiosos para opinar en relación a problemas del país, sobre todo en asuntos como la violencia y el aborto, también es cierto que las denominaciones religiosas como tales no habían pretendido un partido político, como lo solicitan ahora para incursionar en la política nacional, agrandando sus redes de poder. Con esto, la delgada línea que separa los asuntos del Estado y de la iglesia se romperá en el momento que les den el registro a grupos religiosos específicos. Porque hasta ahora sólo el PES (partido ya sin registro), tenía membresía entre los evangélicos, pero sus postulantes no eran ministros de culto, sólo pretendían representar a los fieles seguidores de Cristo. Hoy es distinto, porque la iglesia La Luz del Mundo, que en sí misma representa un culto aparte, pretende también ser un partido político. Pero la historia cuenta que se desatan tragedias cuando se mezclan los asuntos eclesiásticos con la religión. Sobre aviso no hay engaño, señores consejeros del INE. De por sí no nos aguantamos a tanto pájaro nalgón, vividor, como para que ahora se apunten religiosos, cuyo trabajo es muy muy distinto y hasta opuesto al de hacer política. Que Dios nos agarre confesados.

No crean, mis estimados, que son desconocidos los que pretenden registrar ante INE su nuevo partido político, son la misma gata nomás que revolcada. Por ejemplo, Margarita Zavala y su marido el ex presidente Felipe Calderón solicitaron el registro para que su asociación civil denominada México Libre logre primero cumplir con los requisitos y después los angelitos van a recorrer el país para lograr las firmas y crear su propio partido político. Sin embargo, es hora que los mexicanos cruzamos los dedos para que nos haga justicia la Revolución y para que estos mequetrefes no logren su cometido, de verás no se vale. Hasta reza el dicho popular, “hay que ser marranos, pero no trompudos”.

Sin embargo, no sólo la pareja Calderón Zavala se embriagó de poder, también la ex lideresa del Sindicato de Trabajadores de la Educación, Elba Ester Gordillo, quiere instituir un partido político el cual dirigirá su familia.

Asimismo, perredistas y priistas pretenden aliarse de cara a los próximos comicios que se avecinan; es decir, el 2021. Al menos en el estado de Guerrero ya anunciaron los dirigentes del PRD para buscan una alianza con el PRI. Los dirigentes pusieron la propuesta sobre la mesa, y pues los priistas abrieron los brazos, no se cerraron ante la petición de los amarillos; para ellos, mejor que vengan a hacerles el caldo gordo.

No obstante, los militantes y cabecillas de grupo al interior del Sol Azteca en la entidad suriana, pegaron el grito al cielo y dijeron que naranjas dulces, que ellos no aceptan ese amasiato entre PRI-PRD, que primero derrotados que aliarse con los tricolores. Jojojo. Y esto me pone muy feliz, mis estimados, porque quiere decir que la polaca se pondrá buenísima para el próximo 2021; que le cuelga mucho todavía, pero ya se calentó la gallera, pues algunos dicen que así como hizo campaña el presidente López Obrador, y ganó millones de seguidores ellos también quiere comenzar a recorrer los municipios, tanto los que sueñan con presidencias municipales, así como los que buscan alguna diputación federal o local.

Sin embargo, a nivel nacional, los dueños de estos partidos, PRI-PRD, andan en busca de la oportunidad de construir nuevas opciones políticas, a sabiendas de que ya están muy desgastados. Y porque estos nuevos partidos en realidad terminan siendo pequeñas sucursales de los grandes, a donde se mueven los liderazgos que operan como caballos de Troya o como zapas. En los corrillos del país se dice fuerte que el tricolor busca recuperarse como partido, después de la gran derrota de julio de 2018; pero si no logran la renovación de las dirigencias, van a buscar como segunda opción obtener el registro de un nuevo partido.

Se pueden imaginar, mis estimados, hasta dónde llega la ambición del poder de la clase política de México.

En el caso del PRD, por otra parte, ya vimos que fueron los primeros en declarar su amor al PRI; no obstante, tres de los personajes que dirigen las tribus en el PRD, Los Galileos, Nuevo Sol y ADN, están decididos en ir juntos a abanderar la izquierda y pretenden dejar despojos a Los Chuchos.

Este plan en el PRD aún no se pone en marcha, debido a los dirigentes, pues Vanguardia Progresista, que dirige Héctor Serrano, anda enamorando a Morena para convertirse en otro brazo ejecutor de López Obrador.

No obstante, Morena no le va a abrir la puerta a perredistas a quien en su momento el ahora presidente AMLO les llamó y les abrió los brazos, y les dijo “Véngase el que quiera a Morena”, pero no se fueron, se quedaron a ser su competencia, a diferencia de otros como el profesor René Bejarano y su esposa Dolores Padierna, entre otros muchos que sí se fueron a Morena antes que se ganaran las alecciones. Y estos personajes también están tras el registro de un nuevo partido para sumarse a Morena; pues ellos sí tendrán la puerta abierta y no los perredistas.

Digo, para que no se hagan ilusiones. Además, el presidente López Obrador dijo no querer nada con el PRD, pues en su momento los invitó y no quisieron irse, entonces ahora ya no los quiere. Qué pena.

Sin embargo, en los municipios son muchos los seguidores del PRD que ya buscan cobijo en Morena, pues a decir de ellos el PRD no aprende: “Primero se aliaron con PAN y miren cómo estamos por esa mezcla y ahora pretenden irse con el PRI, es para morirse de plano como partido político”, dicen.

A varios perredistas les cayó como balde de agua fría la noticia de que la dirigencia del PRD en Guerrero, pretende una alianza con el PRI, y hasta a Luis Walton Aburto, dueño del partido Movimiento Ciudadano, lo movió la ambición y dijo que aunque era prematuro para hablar de alianzas, no descarta una alianza también entre esos partidos; es decir PRI-PRD-MC. ¡Ajúa! Qué bonita familia la de la política a la mexicana.

¿Y saben qué es lo grandioso? Que algunos dirigentes de estos partidos, se dijeron emocionados con la mezcolanza, pues dicen que sólo así le ganarán a Morena. ¿Qué tal?

Otros de plano ya se van a Morena para comenzar a hacer cola en ese partido, pues a decir de ellos, si cuando el PRD era solo nunca les dieron oportunidad, menos ahora que se van a aliar con el PRI, donde los dedazos están peor que en el PRD; “y mejor nos vamos a buscar un lugar a Morena, allá hay más oportunidad”, consideran.

Que lo dudo, mis estimados, pues también los morenistas ya sacaron las uñas y no dejan que nadie se meta al cuadro a contender por los lugares que dan poder y que sienten son de ellos. Se cierran paso entre ellos, cuanto más a otros. Por eso les digo que se calentó pronto la gallera en el ámbito político municipal y estatal. ¡Linda semana, mis estimados!     

Editorial

Silvano y sus promesas incumplidas

En junio del 2015 Silvano Aureoles celebró su triunfo electoral en Michoacán a pesar de las acusaciones de que había gastado ocho veces más del tope de 47 millones de pesos establecido por la ley. Entrevistado por Proceso aseguró en esa ocasión que eso era falso y que procuraría un gobierno transparente, luchar de manera frontal contra el crimen organizado, que solventaría una deuda estimada en 32 mil millones de pesos y entregaría un estado en paz, con tranquilidad y estabilidad.

Cuatro años después, esas promesas están muy lejos de ser una realidad, del octavo lugar con el que arrancó su gobierno ahora es el quinto estado con el mayor número de homicidios a nivel nacional, los carteles de la droga siguen controlando una buena parte del territorio, las autodefensas se mantienen en la costa y, más aún, el perredista ha sumido a la entidad en una crisis de gobernabilidad que se refleja en el reciente conflicto magisterial que desdeño pues prefirió viajar a España para vender el turismo michoacano mientras los maestros tomaban las vías ferroviarias causando un grave daño económico que ya no se va a poder reparar.

Silvano Aureoles llegó al gobierno de Michoacán con una estela de denuncias desde que fue presidente municipal de Zitácuaro (2002-2003), las cuales lo acusaban de haberse aprovechado del puesto para hacer negocios en la compra de terrenos, edificios y el desvío de 60 millones de pesos para la construcción del teatro municipal y que fueron usados para su campaña.

Las acusaciones rechazadas por el propio Aureoles en esa ocasión (Proceso 2016) quedaron plasmadas y con el tiempo forman parte de su biografía política que ahora vuelve a emerger con las sospechas de desvío de los recursos federales destinados a responder a las demandas de los maestros que decidieron realizar una serie de manifestaciones y bloqueos desde el pasado 14 de enero.

En cada una de las crisis que ha tenido en estos cuatro años de gobierno Aureoles ha resbalado su responsabilidad. En el caso de la inseguridad a sostenido que le corresponde al gobierno federal combatir el crimen organizado, sin tomar en cuenta que muchos de los delitos cometidos son del orden estatal; mientras que de la crisis generada por las protestas magisteriales sostiene que la tiene que resolver el gobierno de López Obrador, a quien le pidió usar la fuerza para desalojar a los maestros acampados en las vías férreas.

Silvano Aureoles ha destacado más por los escándalos o por decisiones contradictorias que por un buen gobierno. Habría que recordar que en aquella visita del Papa Francisco a Michoacán, trajo en helicóptero como invitada especial a la cantante Belinda y en la pasada campaña presidencial dio su respaldo y su voto al candidato del PRI, José Antonio Meade, en lugar de apoyar al panista Ricardo Anaya quien tenía el apoyo del perredismo.

En algún momento de la pasada elección Silvano Aureoles quiso ser candidato presidencial pero no recibió el apoyo de su partido que optó por el panista Anaya. Hoy su carrera política fenece dejando tras de sí una cauda de pasajes oscuros que habrán de salir una vez que su gobierno ya se acerca a su final.

Por cierto…Silvano Aureoles celebró que el exgobernador Jesús Reyna saldrá de la cárcel donde ha estado bajo los cargos de vínculos con los Caballeros Templarios, organización criminal de la que formó parte Rodrigo Vallejo, hijo del exgobernador Fausto Vallejo, hoy preso por colaborar con dicho cartel.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El PRI a nivel nacional acaba de darle un vuelco a su estrategia de renovación. Mejor dicho, acaba de cancelarla y lo que están promoviendo es la “unidad”, pase lo que pase.

Lo que comenzó como algo justo y necesario, y algo que las bases estaban demandando, ya no es posible. Arriesgarse a una purga en el marco del blanqueo de dinero por robo de combustible desde las entrañas mismas de Pemex, los dejaría tan diezmados, que difícilmente podrían llenar la membresía.

Sin embargo, seguimos pensando que la única opción que le queda al PRI es deslindarse de los ladrones y saqueadores. De los corruptos. De la mafia del poder, como la llamó el presidente Andrés Manuel López Obrador durante su campaña, y que finalmente resultó que era verdad, que esa mafia existía, y que no sólo se amafiaron políticos y empresarios para dividirse el poder en el país, sino para, literalmente, saquearlo, para apoderarse de los recursos nacionales y servir de monigotes a intereses extranjeros.

Para el pueblo, nada, sólo el hambre, la miseria, la muerte y la migración.

Es tan terrible todo esto, que una calificadora internacional que se encarga de catalogar la competitividad de las empresas, redujo al mínimo la posibilidad de Pemex de hacer negocios, justo ahora en que el presidente de la República está limpiando la casa. Por eso AMLO los llamó “hipócritas”, pues a sabiendas de que la reforma energética fue un vil fraude –ninguno de los contratos de inversión solicitados por empresarios extranjeros se ha concretado en el país, y por eso tanta hambre y falta de oportunidades-, y pese a que estaban enterados del vil saqueo de hidrocarburos en México, aun así los organismos internacionales toleraron esas prácticas y mantuvieron a Pemex como empresa solvente para hacer negocios dentro y fuera del país, cuando realmente estaba siendo desmantelada.

En este contexto, el PRI se ha ido plegando a los nuevos tiempos e incluso en el asunto de la Guardia Nacional se tornó aliado de Morena, el partido lópezobradorista.

Pero, por otro lado, el PRI está pasmado ante la exposición de abusos y corrupción. Les descubrieron el pastel y no saben qué hacer. Este problema también lo tiene el PAN. Simplemente jamás podrán justificar el tamaño de la corrupción que fueron capaces de crear y de tolerar, mientras el pueblo se empobrecía, al grado de que si al final del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en 1994, México sumaba 20 millones de pobres, para 2018, al término del gobierno de Enrique Peña Nieto, esa cifra había crecido 3 veces, hasta 60 millones de personas empobrecidas al máximo, con millones de jóvenes sin opciones de empleo, y con un sector empresarial también empequeñecido por el bajo consumo y la multiplicación de impuestos, así como el encarecimiento de insumos como gasolina, luz, teléfono y gas.

Pero si pensábamos que lo que sucedió en los estados, donde los gobernadores se cebaron sobre el dinero público, era lo más grave, pues nos equivocamos; había algo más, y esto se daba en el seno mismo del gobierno de la República. Por eso nunca se actuó realmente en contra de la corrupción de gobernadores, pese a escándalos tan graves como el de Javier Duarte, gobernador de Veracruz, que llegó al grado de inyectar agua a niños con cáncer, para robarse el recurso destinado a ese programa de Salud. Es decir, que  la corrupción llegó a tal nivel, que el gobierno federal y los gobiernos estatales incurrieron en casos graves de violaciones a los derechos humanos, que son también crímenes de lesa humanidad, pues dejar morir a niños enfermos de cáncer no puede catalogarse de otra manera.

Pero en el marco del huachicolazo, el partido ha sido incapaz de expulsar a los sátrapas, como el jefe del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, que se dio el lujo de ampararse en cuanto comenzaron las investigaciones. Sin embargo, nada de lo que sucede en Pemex hubiera sido posible sin el visto bueno de Romero Deschamps, el hombre fuerte de por lo menos 5 sexenios, y quien el PRI siempre aseguró una poltrona sea en el Senado, sea en la Cámara de Diputados.

Ayer, por fin, el ex gobernador René Juárez Cisneros, llamó desde la Cámara de Diputados a la unidad del país, y a evitar que la nación se divida entre buenos y malos. Refrendó que PRI está a favor de la lucha que está dando el presidente de la República contra el robo de combustible. “Nos parece que es una determinación correcta, atacar un mal que nos ha dañado y nos afecta como nación. No importa que no coincidamos en la forma o en el cómo, me parece que la decisión es correcta”, agregó el efímero presidente nacional del PRI. Pero la de René Juárez es una voz aislada. No representa en realidad la postura de su partido. Al contrario, el PRI le está apostando a la amnesia social, y a que el gobierno federal asuma solo las consecuencias de esta guerra que puede resultar fatal, pues el presidente López Obrador no está exento de un atentado, dada la magnitud de los intereses económicos y políticos que está tocando. El PRI puede cambiar su historia ante los electores del país, llevando su discurso a la práctica. La purga es urgente.

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