Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Cinco Ayuntamientos sin Consejo Municipal de Protección Civil

Para América Patricia Zamacona Hernández

Promedio de diez en la especialidad en Estomatología Pediátrica. ¡Felicidades! 

“Los cambios son para los valientes, los cobardes siempre preferirán quedarse donde están aunque no sean felices allí.” Elizabeth Camacho

Mis estimados, antes de la entrega, voy a contarles brevemente que viaje de Zihuatanejo a Chilpancingo en coche, y de ahí a la Ciudad de México en autobús. El recorrido lo hice a propósito, ya que algunos viajeros se quejan de la inseguridad en la vía, como también de malas condiciones de la misma, y quería corroborar con mis propios ojos si es cierto lo dicho por los paseantes.

El tours que me aventé fue genial, me encantó el viaje. El servicio de los autobuses es cómodo y bueno, las carreteras sin novedad, nada de asaltos ni de presencia de escorpiones venenosos en el camino; a pesar de los paisajes verdes y hermosos de los cerros, no se divisó a ninguno. Ya ven que la madre naturaleza es buena con los malagradecidos humanos, pues a las primeras lluvias reverdece todo el campo, por eso el paisaje en las carreteras es muy bonito. Además de que lucen reparadas y sin baches. Súper bien la carretera, al grado de que regresé encantada y vuelvo a repetir el viaje aunque acabe cansada, pues tiene bonita vista toda la vía.

Sin embargo, lo mejor del recorrido fue ver el desplazamiento de turistas con rumbo hacia los destinos del estado de Guerrero. ¡Impresionante!
Automóviles de distintas entidades viajaban con rumbo al puerto de Acapulco, y ya en el trayecto hacia Zihuatanejo, pude ver automóviles con placas de Puebla, Ciudad de México, Aguascalientes y Querétaro.

Seguro los turistas disfrutarán los destinos de la Costa Grande, que por cierto también se agradece la buena condicione de la carretera. Asimismo sin novedad en cuanto a seguridad, el camino tranquilo; después de varios días enmarañados, hoy lucen tranquilos.

Esperamos que siga así hasta el final de las vacaciones de verano, por el bien de los destinos de playa y la gente.

Es estupendo ver con cuánta alegría el turismo viene a disfrutar las playas guerrerenses; por eso, tanto los prestadores turísticos, comerciantes y empresarios, tienen la obligación de cuidar y atender bien al turista nacional, pues son centenares de vacacionistas los que arribaron a los puertos desde el pasado fin de semana, según la Secretaría de Turismo de Guerrero.

De manera general, los destinos turísticos de la entidad registraron una ocupación hotelera de 80.9 por ciento este fin de semana. Acapulco obtuvo un 79.7 por ciento, Zona Dorada un 90.4 por ciento, seguido de las zonas Tradicional y Diamante con 67 y 65 por ciento.

En cambio, Ixtapa-Zihuatanejo, el fin de semana reportó 82.3 por ciento de ocupación hotelera. Ixtapa alcanzó 85.8 y Zihuatanejo 56.8 por ciento.

Según hoteleros de Ixtapa, no hay habitaciones libres, están al tope.

Y volvemos a corroborar que digan lo que digan de las playas y de los puertos del estado de Guerrero, los vacacionistas eligen los destinos guerrerenses para vacacionar, ellos son fieles a las playas.

Incluso visitaron las playas del puerto de Acapulco que fueron bombardeadas por medios impresos, electrónicos y hasta las redes, señaladas de ser las playas más contaminadas del país.

Sin embargo, con todo eso, el turismo llegó al puerto acapulqueño, pues como Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo no hay dos. Jejeje.

Por cierto, el gobernador Héctor Astudillo Flores, en el marco de la puesta en marcha del operativo conjunto de seguridad de la temporada de vacaciones de verano, así como en la sesión extraordinaria del Consejo Estatal de Protección Civil, aceptó la contaminación de las playas, pero tampoco lo aprobó.

Al contrario, recomendó que si hay observaciones por parte de Cofepris, que todos se pongan a trabajar, tanto las autoridades como la sociedad para la limpieza de las playas.

Por su parte, la alcaldesa Adela Román Ocampo reconoció que dos de las playas mencionadas por Cofepris, la Suave y Manzanillo, no son aptas para uso recreativo, y que avisarían a los vacacionistas que no entraran a bañarse a esas playas, pero los prestadores de servicios turísticos que se vieron amenazados no los dejaron a los empleados del municipio colocar el aviso; enfurecidos, dijeron que si colocaban la manta habría problemas para los empleados municipales, y se enojaron con la presidenta porteña.

La alcaldesa optó porque no se colocaran las mantas para cuidar la integridad de los servidores públicos.

¿Pero qué necesidad, para qué tanto problema? Diálogo antes del marrazo; acuérdense, señores funcionarios, no confronten al pueblo con el pueblo.

También el gobernador Héctor Astudillo Flores dijo que las playas de Guerrero son un gran atractivo para el turismo nacional e internacional, por sus aguas tibias ideales para uso recreativo y de descanso. “El turismo es de las cosas positivas del estado y no podemos abandonarlo, ni distraernos, ésta es una actividad que nos genera bienestar, genera empleo, movimiento económico, y cuando cuidamos el turismo se generan buenos comentarios de los puertos Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo. Esperamos en Guerrero 1 millón 350 de turistas que viajan a Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo, Taxco, la Costa Chica y sus municipios, por su puesto Costa Grande”, expuso el mandatario.

Astudillo Flores mencionó que en los 500 kilómetros de playas que tiene el estado, habría resguardo policial para los turistas, con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina y Policía Federal, así como 702 elementos de la Policía Estatal desplegados todos en distintos puntos turísticos de Guerrero.

Esperamos que no sucedan tragedias y que las vacaciones de verano trascurran en santa paz, porque las lluvias y los pronósticos de éstas no son muy alentadoras para el estado de Guerrero, y como con la naturaleza no se juega, es mejor prevenir que lamentar.

Durante la reunión del Consejo Estatal de Protección Civil, el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, echó hartas flores al gobernador Héctor Astudillo Flores. Dijo que Guerrero era ejemplo en materia de Protección Civil para otras entidades, por fomentar la cultura de la autoprotección de los guerrerenses y entre los mexicanos.

Ha sido una labor de los tres órdenes de gobierno, dijo.

También Leonardo González Neri, reconoció la labor en mataría de Protección Civil del mandatario estatal. “Lo más importante es salvaguardar el derecho de la humanidad que es la vida del ser humano, por eso nuestro reconocimiento al gobernador Héctor Astudillo Flores, por mantener este tipo de sesiones, ya que los brazos operativos en materia de Protección Civil son la Secretaría de la Defensa Nacional y la Policía Federal. Por cualquier evento meteorológico hay que estar prevenidos, por lo que la Protección Civil no debe detenerse”, recalcó.

Exhortó el funcionario a los 81 municipios a constituir sus consejos municipales de Protección Civil, a fin de estar alertas ante cualquier eventualidad.

Por su parte, Astudillo Flores instó a los presidentes municipales a no subestimar los efectos de los fenómenos meteorológicos en las zonas costeras y del interior del territorio guerrerense. Y es que, aunque ustedes no lo crean, el secretario de Protección, Marcos César Mayares Salvador, apuntó que son cinco los alcaldes que no han instalado sus consejos municipales de Protección Civil. Lo malo no dijo los nombres de esos alcaldes para tan siquiera mencionarlos. Por eso mejor digo: Cabritos, no se confíen del temporal de lluvias, apúrense a instalar el consejo de Protección Civil, pues ya un representante de la dependencia a nivel federal les envió misiva a los alcaldes indolentes: O instalan los consejos municipales de Protección Civil a la brevedad o les mando una nota roja. Jojojo. Digo, es una recomendación, no les vaya a tocar la de malas y caiga una tromba en sus municipios y sólo van a soñar que eran presidentes municipales, porque los van a destronar, ya ven que con la naturaleza no se juega, y si ocurre una tragedia por contingencia meteorológica, ahí no van a poder justificarse diciendo que les dejaron una larga herencia de males. ¡Sobre aviso no hay engaño!

La Guardia Nacional y la militarización de las fronteras

Oswaldo Zavala

El pasado 21 de junio, la fotoperiodista Hérika Martínez capturó en Ciudad Juárez una escena inconcebible en los inicios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador: soldados de la Guardia Nacional –el nuevo cuerpo de seguridad creado el 28 de febrero con el objetivo de desmilitarizar gradualmente el país– detenían a dos mujeres y a una niña que intentaban cruzar el río Bravo hacia Estados Unidos. Según la agencia de noticias AFP, se trataba de una familia nicaragüense que fue separada al momento del cruce. Los hombres de la familia lograron atravesar la frontera, pero también fueron detenidos al norte del río.

No se trataba de indocumentados entrando a México por la frontera sur, sino de migrantes intentando salir del país en la frontera norte. En la imagen, los efectivos de la Guardia Nacional igualaban las funciones propias de la Border Patrol estadunidense. En más de un modo, los militares mexicanos suplementaban de facto la política antinmigrante del presidente Donald Trump desde México. Operaban, en efecto, al servicio del gobierno de Estados Unidos.

La actual instrumentalización de la Guardia Nacional para establecer un muro virtual en las fronteras mexicanas, tanto en el sur como en el norte, corre el riesgo de desarticular uno de los pilares del proyecto presidencial de López Obrador –la pacificación del país– y escalar hasta convertirse en la nueva “guerra” en nombre de la “seguridad nacional” de México y Estados Unidos. Propongo, en lo que sigue, analizar las terribles implicaciones que podría tener este nuevo conflicto militarizado en nuestro país.

Como sabemos, la movilización de la Guardia Nacional es el resultado del acuerdo migratorio entre México y Estados Unidos convenido el pasado 7 de junio tras la crisis política que el presidente Trump desató cuando amenazó, mediante un post desde su cuenta personal de Twitter, con la imposición de 5% de aranceles a las exportaciones de México si la actual ola de refugiados centroamericanos no era atendida por el gobierno de AMLO en términos satisfactorios para Washington. Tras varios días de negociación, la delegación mexicana, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, anunció en un comunicado conjunto con el gobierno de Estados Unidos que “México incrementará significativamente su esfuerzo de aplicación de la ley mexicana a fin de reducir la migración irregular, incluyendo el despliegue de la Guardia Nacional en todo el territorio nacional, dando prioridad a la frontera sur”. El acuerdo también especifica que los migrantes que soliciten asilo en Estados Unidos “serán retornados sin demora a México, donde podrán esperar la resolución de sus solicitudes”. Finalmente, México se comprometió a ofrecer “oportunidades laborales y acceso a la salud y educación de los migrantes y sus familias”, además de “protección a sus derechos humanos”.

La concesión de este endurecimiento en la política migratoria mexicana significa más que una derrota diplomática para el gobierno de AMLO, como fue entendido entre los principales medios de comunicación del país. Las fotografías de las detenciones de migrantes en la frontera norte son la ilustración más elocuente de un complejo proceso de transformación de la política de seguridad del gobierno de AMLO que, lejos de avanzar hacia la pacificación del país, parece dirigirse ahora en sentido contrario.

Recordemos que la campaña presidencial de AMLO se distinguió precisamente por un mensaje de pacificación que, entre otros temas, se enfocó en la retirada del Ejército de las tareas de seguridad asignadas desde el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) durante el supuesto combate a los “cárteles de la droga”.

Con el anuncio de su Plan Nacional de Paz y Seguridad, AMLO y su equipo de transición dejaron claro que se alejarían de la política antidrogas estadunidense y que en cambio se enfocarían en atender el problema del consumo de drogas como una cuestión de salud pública y no como una emergencia que debiera ser combatida militarmente. La propuesta de campaña se formalizó durante la rueda de prensa matutina del 31 de enero de 2019, cuando AMLO declaró el fin de la “guerra contra el narco”: “Oficialmente ya no hay guerra. Nosotros queremos la paz y vamos a conseguirla”, dijo entonces. En consecuencia, menos de un mes más tarde, la creación de la Guardia Nacional marcó un plazo de cinco años para el regreso del Ejército a los cuarteles y se estructuró con un mando civil a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Cuando comenzó a agravarse la crisis migratoria de centroamericanos que masivamente comenzaron a cruzar el país hacia la frontera norte en las llamadas “caravanas”, el gobierno de AMLO una vez más se mostró decidido a un cambio radical de las políticas neoliberales de los gobiernos anteriores. El 17 de enero decidió abrir la frontera para los refugiados y agilizar los trámites para recibir a los migrantes indocumentados. Para principios de febrero, su gobierno ya había otorgado 12 mil 500 visas humanitarias en lo que fue considerado como un “gesto histórico”.

Dos meses después, el panorama era otro. Según datos oficiales, el gobierno de AMLO deportó a más de 37 mil 450 migrantes centroamericanos en los primeros cinco meses de su gobierno. Entre marzo y abril, la política de deportaciones ya había superado en 67% las cifras del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) durante el mismo periodo. Según una nota de The New York Times, la bienvenida inicial que el gobierno mexicano ofreció a los migrantes pudo haber contribuido a aumentar el desplazamiento de centroamericanos a la frontera sur. Las cifras oficiales en la frontera norte también se dispararon: las autoridades estadunidenses dijeron haber detenido a 109 mil indocumentados sólo en abril, la cifra más alta desde 2007.

Con el acuerdo migratorio del 7 de junio, AMLO decidió abandonar su discurso de pacificación y se comprometió a desplegar a 6 mil elementos de la Guardia Nacional para reforzar la detención y deportación de migrantes. Presionado, el gobierno mexicano ha adoptado el lenguaje de la “crisis fronteriza” que el presidente Trump ha estado repitiendo como parte de su estrategia para la reelección en los comicios de 2020.

Pero en el panorama mexicano el acuerdo tiene un peso simbólico muy distinto: obligó al gobierno de AMLO a la aceptación pública de un nuevo conflicto de “seguridad nacional” que amerita el uso de su Guardia Nacional ya no para la pacificación del país, sino para echar a andar un continuo y violento mecanismo de militarización de las fronteras en contra de un flujo migrante que, siguiendo la crisis política, económica y ambiental de Centroamérica, lejos de agotarse, con toda certeza repuntará en los siguientes años. Entre 2014 y 2018, según un estudio hecho por especialistas de la Universidad de Texas en Austin, la migración de los países del llamado “triángulo norte” (El Salvador, Guatemala y Honduras) se incrementó y se estabilizó en alrededor de 300 mil refugiados que anualmente abandonan sus países para intentar migrar a Estados Unidos. Para 2019, sin embargo, se estima que esa cifra rebase los 700 mil refugiados.

A la problemática militarización de las fronteras se suma el hecho de que México admitirá en su territorio a los migrantes que consigan solicitar asilo en Estados Unidos. Y aunque el gobierno mexicano celebró haber rechazado que México sea designado como “tercer país seguro” –una de las propuestas del gobierno de Trump más insistentes–, el acuerdo migratorio orilla a México prácticamente a realizar esa función, pero sin los beneficios de un acuerdo formal que conllevaría una compensación financiera por los servicios necesarios para recibir a los refugiados.

En este punto no podemos exagerar la dramática alteración de la política migratoria de AMLO, que ha sido reconfigurada esencialmente como una nueva política de seguridad nacional que da continuidad a la sistemática violación de derechos humanos de los refugiados en Estados Unidos. Sin objetar la separación de familias y la detención de niños en “campos de concentración” carentes de las más básicas condiciones sanitarias, como sí lo ha denunciado la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, el gobierno de México está renunciando por igual a la protección de los derechos humanos de los migrantes en su propio territorio nacional.

La militarización de las fronteras mexicanas funciona, entonces, como una extensión dire150

Editorial…

Legítima defensa

La “mafia del poder” desapareció del vocabulario presidencial. Los nuevos villanos son la prensa “conservadora” y en especial Reforma.

A medida que el sexenio le arranca hojas al calendario, crecen las críticas presidenciales a diversos medios. Entre los señalados están Proceso, The Wall Street Journal, El Financiero, Uno TV y El Universal. A ninguno ha distinguido tanto como a Reforma, el diario capitalino ungido como ejemplo de la prensa “conservadora”, “hipócrita”, “fifí”. Señalamientos graves pero endebles, por carecer de sustento fáctico. Es decir, si Grupo Reforma viola los códigos de ética periodística, el Presidente tiene que demostrarlo, utilizando para ello el derecho de réplica. Lo otro son diatribas para la galería.

El encono hacia el Grupo Reforma tiene años incubándose, porque medio y político han tenido carreras paralelas. Reforma empezó a circular en noviembre de 1993, cuando López Obrador estaba dando el brinco de la política tabasqueña a la nacional. La beligerancia e independencia del diario provocaron una reacción ambivalente en López Obrador. Se alegraba con las encuestas que lo mostraban de puntero y se enojaba cuando publicaba información “imprudente”. Jamás habíamos llegado a la hostilidad actual. ¿Cómo explicarla?

Una de las razones es que AMLO hace política con enemigos que sirven de referente a sus seguidores. A Carlos Salinas lo calificó como el “innombrable”, luego vino la “mafia del poder”, un grupo de poderosos ya descontinuado porque algunos de ellos se incorporaron a las filas de los nuevos amigos del Presidente. Hubiera sido lógico que la sustituyera con los partidos opositores o con Donald Trump; opciones inviables, porque los primeros son ánimas que vagan por el purgatorio y el segundo es demasiado poderoso. Quedaban los medios críticos.

¿Cuál es el peso que tienen las descalificaciones o, parafraseando al Presidente, “qué sucede” a los periodistas que “se pasan” y rebasan los límites de la “prudencia” con preguntas o afirmaciones incómodas? Por ahora, solo hay que soportar las tundas de adjetivos e insultos vertidas por sus partidarios en las redes sociales; palizas legitimadas y aprobadas por el Presidente con silencios y elogios a la sabiduría popular. También importa que las cúpulas de Morena se abstengan de lanzarse contra los periodistas “imprudentes” y “conservadores”.

Si la realidad no se ajusta a las expectativas, la hostilidad podría transformarse en agresiones que empeorarían la precaria existencia de un gremio acosado por criminales y poderosos. Es decir, aun aceptando la imposibilidad de cambiar al país en cuatro meses, el tiempo pasa y seguimos con denuncias sin castigo y promesas sin resultados. Sólo vemos que a Elba Esther Gordillo le regresaron bienes, que el crimen organizado masacra con impunidad a trece personas en Veracruz (territorio totalmente Morena) y que el Presidente coquetea con “La tentación autoritaria” (tomo la frase de Proceso).

De mantenerse esta situación, crecerá la campaña para presentar a los medios “imprudentes” y a Reforma como cómplices de una conspiración urdida en las sombras contra el gobierno de la Cuarta Transformación. En otras palabras, los adversarios ya están convertidos en enemigos.

El relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Edison Lanza, advirtió sobre las consecuencias en una entrevista para Leonardo Curzio: “Cuando un Presidente, un ministro, un legislador se dedican a desacreditar a la prensa” llamándola “corrupta, enemiga del pueblo, deshonesta, etcétera” se debilita una “institución fundamental de la democracia” y “se la expone a más violencia”.

¿Qué pasará? Lo deseable sería que el Presidente sustituyera los exabruptos mañaneros con críticas fundamentadas sobre los errores periodísticos. Difícilmente lo hará; necesita un enemigo que justifique sus errores o limitaciones. Al periodismo independiente solo le queda recoger el guante para responder con informaciones y opiniones bien fundamentadas, mientras busca apoyo en algunas instituciones nacionales y en la comunidad internacional. En síntesis, ante las descalificaciones, razones y acciones que contengan la agresiva retórica presidencial: la legítima defensa.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

El sector salud de México tiene un déficit de 123 mil médicos, heredado por gobiernos anteriores, aseguró este sábado el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Durante decenios se suprimió la formación de médicos para el sector público, y más bien se privilegió la medicina privada.

El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, reveló esto en su visita al Hospital Rural de Villamar, en Michoacán, en el marco de su gira por el país, visitando clínicas y hospitales públicos, como ya lo hizo en Chiapas.

El presidente dijo: “Hay 270 mil 600 médicos generales en el país y debemos tener, de acuerdo con la norma internacional, 393 mil 600 médicos; es decir, nos faltan 123 mil médicos en el país”, dijo

Y es que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un país debe tener tres médicos por cada mil habitantes, es decir, uno por cada 333 personas.

¿Qué sucedió para tener este déficit? Algo tenebroso se tramó desde las universidades públicas, que comenzaron a limitar el acceso a las aulas a los aspirantes a estudiar medicina.

Entonces el presidente hizo un anuncio alentador: Que se estimulará a las facultades de medicina, para la formación de médicos generales y de especialidades, a fin de cubrir la demanda del sector público.

Pero aclaró que el recurso ya no se les entregará a las universidades en paquete, sino que etiquetado específicamente para la carrera de Medicina, porque amparándose en la autonomía universitaria, los rectores y su cuerpo administrativo han hecho y deshecho al interior de las casas de estudio públicas.

Acusó de que hay cacicazgos muy poderosos dentro de las universidades que les impiden crecer, por lo cual estos centros de estudio han incumplido sus propias metas.

Reprochó que existan tan pocos médicos habiendo tantas universidades que se financian con recursos públicos.

El anuncio de López Obrador es alentador. En nuestro medio, sabemos que tener un lugar en la UAGro para estudiar medicina es casi imposible, a menos que se pague por ello jugosas cantidades. Es decir, que es vox populli que el ingreso está controlado y son para los recomendados.

Si alguien quiere estudiar esta carrera, entonces tiene que emigrar al estado de Puebla, de Michoacán, de Morelos, con todo lo que eso representa en gastos para las familias.

Es debido a la escasez de médicos que las clínicas y hospitales están operando con médicos con doble plaza, y que también se dan el lujo de atender sus despachos privados. Esto es, que tienen plaza en una o dos instituciones del sector público, y asimismo atienden la medicina privada, lo cual se refleja forzosamente en la calidad de la atención y en el tiempo disponible por los galenos.

Y conste que estamos hablando únicamente de los médicos generales, porque si revisamos el déficit de los médicos de especialidades, nos damos de topes.

El ex gobernador Zeferino Torreblanca siempre expuso este problema, y dijo que los hospitales generales de Guerrero estaban operando de una manera caótica, por falta de médicos especialistas. Se dieron apoyos para la formación de especialistas, pero estos una vez que obtuvieron su título, se movieron a la medicina privada, o se negaron a volver a las regiones y municipios, para quedarse en las ciudades.

Se sintió este déficit tremendamente en el caso de ginecólogos, por lo cual Guerrero llegó a ocupar el deshonroso primer lugar en el número de muertes materno-infantil.

Pero viene un cambio. El presidente dijo: “Vamos a hacer acuerdos con las universidades públicas y con las escuelas o facultades de medicina, pero no será de ‘a ver, te vamos a dar presupuesto a la universidad y tú ve cómo le aumentas la matrícula’. No (será así)”.

El presupuesto para la formación de médicos, dijo, será específico: “Lo que te vamos a dar va a ser para eso, o sea muy dirigido, porque si no, no avanzamos. Yo voy a ser respetuoso de la autonomía de las universidades, pero ya se acabó eso de ‘dame y dame y dame, y no rendir cuentas”.

Esperemos que AMLO visite los hospitales de Guerrero, donde las carencias de personal, medicinas y material de curación, están a la orden del día.

Magnánimo

Oiga usted, amigo lector, qué magnánimo se puso el tal Mr. Trump que le concedió a México un plazo de un año para parar el tráfico de drogas y de migrantes hacia Estados Unidos.

México, por su parte, debería extenderle a Mr. Trump un plazo de 12 meses para que en Estados Unidos dejen de consumir drogas, dejen de mandarnos armas y para que implemente un plan de ayuda para estimular las economías en los países centroamericanos (que no “mexicanos”) de donde provienen las caravanas que tanto molestan a este señor.

Que sea parejo el trato, ¿no? Plazo contra plazo, condiciones contra condiciones. Se la quiere poner muy fácil a sí mismo este señor: basta transferir a otros la culpa de los problemas y ¡listo! Bajo su distorsionada óptica basta con encontrar un chivo expiatorio para todo y ¡problema resuelto! Todo con este señor es lío o embuste.

Nadie conoce aún el contenido detallado del “Informe Mueller” y él y sus achichincles ya dan por hecho que lo exonera y se declara triunfador.

Mientras, el Procurador que Trump escogió a modo, con la ayuda de sus compinches legisladores republicanos, no quiere soltar el informe completo. Pretende entregarle al Congreso una versión REDACTADA por él mismo, con “información sensible” eliminada del reporte por “razones de seguridad”.

¡Ah, cómo se parecen los pretextos encubridores a ambos lados de la frontera! Obvio es que este empleado incondicional de Trump que pasa por Procurador es el que decide cuál es el “material sensible” y cuál no. Se infiere que todo lo que sea dañino para Trump nunca verá la luz del día, o por lo menos tendrá que ser decidido por las Cortes, ya que todo indica que este tema se dirimirá por la vía legal, quizás incluso con una inconformidad constitucional de por medio interpuesta por la Cámara de Representantes.

¡Viva la transparencia! Inventada por los norteamericanos como parte esencial de los procesos democráticos y ahora desdeñada y yonqueada por ellos mismos. Vaya ejemplo que le dan al mundo.

Pero volviendo al tema del plazo: Mr. Trump no engaña a nadie con sus infantiles jugarretas. Este plazo de un año son puras patrañas: tuvo que meter reversa a su “cierre” cuando los líderes empresariales norteamericanos le hicieron ver a este cabeza de alcornoque el daño tan enorme que le estaba causando a la economía norteamericana.

Ahí fue cuando se dio cuenta de lo garrafal de su error, de lo simplista y desinformada de su decisión de amenazar con una medida que, de aplicarse, hubiese sido sumamente dañina para la economía norteamericana. ¡Justo cuando se quiere posicionar para su reelección del 2020! El que haya rectificado y se haya sacado de la manga este plazo de un año que, como Emperador repartiendo su gracia, nos ha concedido no borra para nada el tamaño de su ego de “bully”.

Es un racista, despreciativo, xenofóbico y embustero: por ejemplo, acaba de afirmar que su padre, el Sr. Fred Trump, de quien heredó todo, había nacido en Alemania, siendo que esto es totalmente FALSO: Fred Trump nació en Estados Unidos, en Nueva York, los que nacieron en Alemania fueron sus ABUELOS.

Sólo un total narcisista desorbitado, que ya no puede distinguir entre la realidad y la fantasía, se atreve a aventarse un embuste de este tamaño cuando todo mundo conoce los hechos y puede detectar inmediatamente que el Presidente de los Estados Unidos MIENTE descaradamente.

Mal reflejo éste en la vida pública norteamericana. Pero así es este tal Trump. La verdad y él nomás no se conocen, ni en su vida personal ni en sus actos de Gobierno como Presidente (en mala hora). De manera que le podemos decir a Trump lo que dicen que Don Juan Tenorio le dijo al Comendador: “Los muertos que vos matáis gozan de cabal salud”. En pocas palabras, de lengua me como 100 tacos.

El pez por la boca muere y un hocicón como este señor, por ese mismo conducto acabará pereciendo: si no en el 2020, seguro en el 2024. Si no fuese por el daño real que causa hasta podría pasar como “El Mussolini de Queens” (nomás véanlo, hasta hace las mismas caras hiperlactantes).

SOS COSTA GRANDE

SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Carlos Reyes Torres, líder de una de las tribus del PRD, y aspirante al gobierno del estado, considera difícil que su partido logre una alianza con Morena para la elección de 2021.

El costagrandeño, por cierto, ya está en plena precampaña electoral, visitando ciudades y municipios, como se demuestra en sus redes sociales mediante videos y noticias.

En el mismo sentido se mueve el ex alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, quien está incluso entregando apoyos a diversos grupos sociales, pese a que la legislación electoral es muy estricta en esta materia.

Ambos se autodestaparon como aspirantes al gobierno del estado de Guerrero, en junio pasado. Reyes Torres lanzó la estrategia “Guerrero Necesita un Plan”, arropado por los miembros de la tribu que dirige junto con el diputado local Celestino Cesáreo Guzmán, y otras al interior del PRD.

Esta estrategia se basa, precisamente, en recorridos intensivos por la geografía guerrerense, para que la gente exponga sus necesidades.

“He tomado la decisión de iniciar el camino para enfrentar el reto más grande de mi vida y así poder escuchar a todos los guerrerenses. Este, será un camino por Guerrero y los guerrerenses que se tratará, siempre, de la reconciliación de Guerrero y nunca de la confrontación o de lucha política sin sentido. El único enemigo que tiene este proyecto, son los problemas de los guerrerenses, los cuáles he analizado con detenimiento y he podido concluir, que el reto más grande que enfrenta”, dijo en su mensaje de aquel 3 de junio.

Tanto en el destape de Reyes Torres como en el destape de Evodio Velázquez, el gran ausente fue el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien en ese momento se movía por su parte, lo cual destanteó al ex mandatario, pues éste no esperaba una movilización tan temprana en el PRD, partido que más bien piensa entregar a una gran coalición con el PRI y otros partidos, para hace frente a Morena, en la elección para gobernador de 2021.

Reyes Torres, Evodio y otros líderes, están en total desacuerdo con esa intención, pero también reconocen que será difícil un acercamiento con Morena, luego de que en 2018 fue imposible conciliar posiciones. Incluso fue imposible que se concretara cualquier alianza, no sólo porque desde el nivel nacional así se determinó, sino porque en el nivel estatal la dirigencia de Morena puso una barrera impenetrable para contener el arribo de cientos de perredistas, y sólo aceptaron a los del grupo Pro-AMLO, que dirigió el ahora senador de la República, Félix Salgado Macedonio.

¿Qué impediría ahora una alianza PRD-Morena? La ambición de los que ya están posicionados en el partido lópezobradorista, y que no están dispuestos a compartir espacios con los del partido amarillo.

Y lamentamos advertir que de reeditarse la estrategia que impuso Pablo Amílcar Sandoval en 2018, ni siquiera una alianza con Movimiento Ciudadano será posible, aunque el líder en Guerrero, Luis Walton Aburto, esté ya trabajando en este sentido y cuente con el visto bueno del presidente de la República.

Para sanear Morena, de hecho, se tendrían que eliminar desde ahora las aspiraciones de los que ya ocupan cargos de elección popular, y partir de cero, considerando incluso a algún miembro de la sociedad civil.

Y es que, siendo sinceros, en Morena no hay aspirante que tenga piernas de jinete. La caballada está flaca de activos políticos, pero muy obesa en pretensiones.

Resultará muy lamentable si Morena se mete a su búnker de nuevo, mientras que sus posibles aliados se suman a fuerzas políticas contrarias.

Editorial…

El acoso real

         Toda mujer tiene una historia de acoso, ninguna queda realmente exenta. Desde que tenemos registros históricos los hombres han usado la violencia y el hostigamiento para imponer su voluntad sobre las mujeres. Las han reducido a presas de cacería sexual o a propiedad privada.

         Son innumerables los relatos de manoseos en el Metro, autobuses y calles, o de acosos sexuales en centros de trabajo. Una escritora cuenta cómo un periodista le pidió sexo a cambio de una entrevista. Me muestra también cientos de mensajes anónimos de odio y acoso; presentó denuncia ante el Ministerio Público, pero la policía federal cibernética le dijo que no podía hacer nada. Están también las mujeres que duermen con el enemigo y son insultadas y vejadas de manera cotidiana por sus propias parejas.

         Todos los días nos enteramos de historias de mujeres golpeadas, violadas y asesinadas. Lydia Cacho, quien ha escrito ampliamente sobre el tema y ha impulsado refugios para mujeres, escribe en Twitter: “He documentado miles de actos de violencia brutal a lo largo de 30 años de carrera. Todos los días seis mujeres son asesinadas en México por un hombre que quiere impedir que ejerzan sus libertades.”

         El acoso es muy serio, no se puede minimizar. Por eso mismo es importante combatirlo. pero combatir el acoso real y no la torpeza o la coquetería.

“El acoso sexual es repugnante, pero no todas las denuncias que se hacen pueden considerarse acoso”, escribe Marta Lamas en Nexos. “El discurso del feminismo radical sobre el ‘acoso sexual’ ha generado prácticas injustas y ha erosionado el debido proceso.” Eliminar la presunción de inocencia, con el argumento de que toda acusación de una mujer es válida por el hecho de proceder de una mujer, o avalar las acusaciones falsas o exageradas, solo debilita el combate contra el acoso real.

         Las empresas y las instituciones deben establecer criterios y protocolos justos de actuación ante las acusaciones de acoso. Despedir a alguien porque se le acusa sin pruebas o con una historia con inconsistencias solo incentiva las acusaciones falsas y las venganzas. Una acusación de acoso es demasiado importante para aceptarla o rechazarla sin un análisis serio. Es indispensable conducir investigaciones profesionales, de preferencia con especialistas externos que no estén sometidos a las cadenas de mando de la institución. Debe impedirse cualquier acto de represalia contra quien presente la acusación, pero no se puede sancionar al acusado sin darle derecho de audiencia.

         En las redes sociales estamos viendo hoy verdaderos linchamientos. Hay que aprender a distinguir entre las acusaciones de acoso y las de simple interés sexual o amoroso. No es lo mismo un manoseo que una mirada lasciva, una agresión que un piropo. Hay que aprender también a ser escépticos. Nadie tiene el monopolio de la verdad simplemente por su género. El lema #yolescreoaellas no es más que la confesión de un ánimo de linchamiento.

         Al final, el éxito en esta lucha debe venir del castigo al acoso real, pero también del fortalecimiento de la confianza de las mujeres en sí mismas, eso que algunos llaman empoderamiento. Mónica Soto Icaza escribe en Twitter: “Entré muy joven al ámbito literario y periodístico. Cuando he vivido acoso, los susodichos terminan con la cola ente las patas. Si los encaras sin miedo y en vez de llorar reaccionas y hablas a los ojos, neutralizas la violencia y manifiestas tu poder.

Salir de la versión móvil