Editorial

Alerta a la vista

Aquí, tras un año de Gobierno, las cifras de las cuales López Obrador no se ocupa en sus homilías mañaneras y que afectan ya a millones de mexicanos:

DESEMPLEO REPUNTA. Diciembre de 2019 fue el mes durante el cual se perdió el mayor número de empleos formales de la historia: ¡382 mil 210! El déficit en la creación de nuevas plazas es alarmante: en 2019 solamente se generaron 342 mil 77, lo que arroja un saldo desfavorable de 58 mil empleos menos desde el arranque del año pasado. Veamos las odiosas, aunque necesarias comparaciones: en 2017 se crearon 801 mil 831 nuevas plazas. 2018: 660 mil 910, es decir, los dos últimos años con Peña Nieto. (Fuente: IMSS). El desplome en este renglón con la mal llamada Cuarta Transformación, ha sido brutal.

EMPLEO INFERIOR. La administración de López Obrador se ubica en el último lugar en cuanto al crecimiento de empleos durante los primeros 13 meses de gestión, si lo comparamos con los tres últimos sexenios. En ese mismo lapso, con Vicente Fox hubo 289 mil 723 nuevas plazas. Con Felipe Calderón, 351 mil 330. Con Peña Nieto, 511 mil 876. Con AMLO, no solo no creció, sino que registra un déficit marcado: 36 mil 484 empleos menos. (Fuente: STPS. Estadística divulgada por el CEEF). Los cuatroteros nada más no saben generar empleos. Allí están las cifras irrebatibles.

CONSTRUCCIÓN ESTANCADA. La industria de la construcción – el parámetro más certero del comportamiento económico del país-, continúa en caída libre: en octubre pasado registró – 1.7 por ciento, con lo que ya se ubica en -8 por ciento por debajo del nivel del mismo mes del 2018. (Fuente: INEGI).

INVERSIÓN ESCASA. La inversión fija bruta sigue en franco desplome. Observó – 8.7 por ciento en el periodo comprendido de octubre 2018 a octubre 2019, es decir, una caída muy marcada durante los once meses de arranque del Gobierno de AMLO. Tan sólo en octubre pasado, la disminución fue del 1.5 por ciento. (Fuente: INEGI).

SALARIO PULVERIZADO. Mientras la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) reportó que el salario contractual aumentó 1.7 por ciento en términos reales en 2019, mientras que en términos nominales fue de 5.4 por ciento (el mayor desde 2002), los aumentos de precios fueron, en promedio, del 10 por ciento que repercutieron directo en los bolsillos de millones de mexicanos; quedarán lejanos, sin duda, de la inflación oficial que será difundida por el Banco de México. En la realidad, los precios siempre han aumentado en mayor proporción que la masa salarial.

La Canacintra alerta sobre un escenario de alto riesgo: la cancelación de rondas petroleras y el cambio de reglas en el sector energético, provocarán un desabasto de energía en la segunda mitad del sexenio. Es un llamado a tiempo que no se debe soslayar.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Por primera vez desde que comenzó el divisionismo en el Congreso local, entre los diputados de Morena que  se disputan la coordinación de la bancada, así como los principales órganos de gobierno del Poder Legislativo, el delegado del gobierno federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, habló al respecto.

Sin embargo, dijo muy poco del tema, sobre todo porque se le relaciona con la salida a la malagueña del ex coordinador Antonio Helguera Jiménez y la imposición del nuevo coordinador, el calentano Jesús Villanueva Vega.

Como si no fuera juez y parte en ese proceso de descomposición, no sólo de la bancada de Morena en el Congreso local, sino del partido mismo en el estado, Pablo Amílcar habló desde fuera, quejándose porque ese divisionismo en nada abona al partido lópezobradorista en Guerrero.

¡Bravo! Al menos ya se dio cuenta el delegado que le están haciendo el trabajo fuerte a los de la oposición, quienes están sentados en sus poltronas, divertidos por el circo morenista, donde los enanos crecen y la mujer barbona se queda calva.

Lo sentimos por Pablo, porque si él alentó la discordia en el Congreso, en su salud lo hallará. Es decir, que cuando quiera –porque va a querer-, ser candidato a gobernador, tendrá que cosechar lo que ha sembrado, que es división, encono, insidia y maltrato a sus propios compañeros de partido.

Si piensa el delegado que 2021 será igual que 2018, no es así. La pugna por la gubernatura será cruenta, no sólo entre partidos, sino al interior de cada instituto político. Se alzarán primero unos contra otros, porque el hueso más codiciado es precisamente el que dejará Héctor Astudillo. Sólo los políticos maduros entienden eso de que la política es de tiempos, y habrá algunos para los que ya pasó su tiempo. Otros, cuyo tiempo aún no ha llegado, entonces nadie puede adelantar nada ni torcer nada, sin sufrir las consecuencias.

El primer interesado en unificar a Morena debiera ser Pablo Sandoval, a menos claro, que ya haya renunciado a su aspiración a la gubernatura de Guerrero, proyecto por el cual viene trabajando desde que perdió la elección de 2015, precisamente frente a Héctor Astudillo, junto con la perredista Beatriz Mojica Morga.

Aquella candidatura le cayó del cielo a Pablo, porque en realidad era para el médico Lázaro Mazón. Pero sus cuerdas cayeron en lugares deleitosos, y el nieto del legendario Pablo Sandoval se convirtió en candidato a gobernador, quedándose como líder de Morena en Guerrero, desplazando a los fundadores de este partido en el estado.

Desde entonces se dedicó a tender su red y a construir un equipo de incondicionales, entre los que figuran varios diputados, los mismos que cuidan con celo el ejercicio del poder en el Congreso local, pero sin cuidar las formas.

Sin que esto suene a crítica, sino más bien a recomendación, en realidad la cosecha para Pablo y sus muchachos ya está a la puerta. Las encuestas lo colocan en segundo o tercer lugar de la preferencia electoral, y en todos los estudios demoscópicos le gana el senador Félix Salgado Macedonio.

Pese a los errores de éste, a su mala fama y a todos los indicadores negativos, Félix Salgado está por encima de todos los morenistas y de otros partidos. Ni siquiera el cargo de delegado federal, o súper delegado, le ha servido a Pablo Sandoval para crear una imagen sólida como aspirante a la gubernatura.

Que conste que no estamos en contra del nuevo coordinador del Congreso, el calentano Jesús Villanueva, pero ni siquiera él está a salvo de los que hoy le aplauden. Recordemos que hace un año, andaban de plácemes con Helguera, y hoy lo desechan de la manera más ruin. Tan ruin, que el mismo pablo Sandoval se escandalizó, y los llamó a la cordura y a la concordia.

Dijo que la división de la bancada de Morena en el Congreso del Estado “no abona en nada al trabajo que merece el partido”.

Y así es. Hoy Morena, gracias al lavadero público en que se convirtió el Congreso, da pruebas de que es más de lo mismo. Y aunque gracias a su fundador, Andrés Manuel López Obrador, sigue siendo el partido con más aceptación en Guerrero, eso no es por el trabajo de los morenistas locales, sino un efecto político natural que mana desde la Presidencia de la República.

Podríamos decir que tienen tiempo de recapacitar. Pero creo que han perdido la oportunidad de oro que les dio la salida de Helguera, quien sólo pedía que lo dejaran salir de manera digna, mediante una plenaria que se celebraría este viernes 17 de enero. Insensibles, se le fueron a la yugular. Y  reza un conocido refrán que cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pongas las tuyas a remojar. Jesús Villanueva debe mantenerse firme, sino desea correr la misma suerte que Helguera. Que conste.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Por la desintegración familiar y descuido oficial, prosperó la inseguridad

“La única medicina contra el sufrimiento, la delincuencia, y todos los demás males de la humanidad, es la sabiduría”: Thomas Henry.

Mis estimados, no cabe en el corazón y pecho las posibles consecuencias que orillaron al niño del colegio Cervantes de Torreón, a cometer el crimen de matar a su profesora, herir a otros, y luego suicidarse.

Los datos que revela la Fiscalía de esa entidad son horríficos. Aclaro que la entrega no es con la finalidad de satanizar a un menor muerto. Lo que pretendo compartir con ustedes es que estamos bien cerca de que estos sucesos se repitan en nuestro mutilado México, pues la inseguridad y violencia no cesa en el país; y siendo sinceros no va acabar nunca este flagelo, porque los gobernantes tocan el tema con pincitas, no se quieren fatigar.

Ya ven, los diputados andan en todo menos en crear políticas públicas para rescatar a los jóvenes, que por descuido oficial se fueron a engrosar las filas del crimen y matan sin piedad.

Pero el gobierno en sus tres niveles no ha querido corregir; son ellos los que conocen las cifras de menores y jóvenes cuyos padres fueron asesinados y quedaron huérfanos; otros padres están en la cárcel y esos niños están solos, abandonados, crecen con rencor y su propósito es crecer para matar a los que mataron a sus padres. Recurren a la droga, al cemento y thiner; ese es el alimento de esos pequeños.

El gobierno desatendió ese sector y en todo el país, no sólo en estados como Michoacán y Guerrero. Según estadísticas oficiales, más del 90 por ciento de los adolescentes que cometen actos ilegales son menores de edad, de entre 8 y los 14 años. Y lo grave, es que el gobierno sigue buscando culpables de semejante desdicha. No reconocen las autoridades que descuidaron a ese sector, al cual debieron darle atención directa y oportuna, para que no fueran material humano para los criminales, pero ningún orden de gobierno se puso el chaleco, dejaron en completo abandono a los niños y adolescentes.

Debieron preparar centros de atención especial para estos chicos, donde recibieran atención psicológica, educativa y cultura. Si bien es cierto que no todos los menores aceptan corrección, también es verdad que muchos jóvenes no quieren seguir cargando un rifle y matando gente, pero no les queda otra opción, la necesidad y otros problemas los orillan.

Aun no conocemos las consecuencias que podría haber en adelante, con tanto muchacho criminal en las calles, pues las cifras de ellos son altísimas.

Decíamos que las autoridades siempre buscan culpables de su ineptitud, ellos nunca van a aceptar su culpabilidad. En relación al crimen del colegio de Torreón, la autoridad muy mona culpó al entorno familiar del niño, pues sus abuelos y padres estaban involucrados en actividades ilícitas, y se presume que su madre fue asesinada.

De inmediato, organizaciones defensoras de los derechos humanos criticaron a la Fiscalía de Torreón por las revelaciones que hizo del entorno familiar del menor, pues expresaron que el niño fue víctima de la violencia que hace años azota al país, que fueran mas cautelosos al dar la información del caso porque eran duras las declaraciones.

Y es que el gobierno siempre trata de salir adelante sin mancharse. Aunque fuera verdad que los padres y abuelos del niño tenían historial criminal, el gobierno no tiene cara para criminalizar a un menor de la forma que lo hace. Porque la violencia en ese estado subió a niveles insospechados, dejando una estela de muertos por todos lados; entonces, aun no vemos el total resultado de la desidia oficial. Veremos mucho más.

Lo cierto es que nuestros niños están en riesgo en este país, por una guerra que nos envolvió a todos los mexicanos; y es necesario que cada quien tome la parte que le corresponde para defender a nuestros hijos, pues la desintegración familiar, pobreza, venganza e impunidad, entre otros factores, obligan a la juventud a reclutarse al crimen.

Para que entienda mejor lo que le digo, le cuento que en un reportaje presentado por un medio nacional hace al menos dos años, se reveló que la mayoría de los jóvenes reclutados en grupos criminales eran huérfanos, cuyos padres fueron asesinados cuándo ellos tenían 5 o 6 años, y crecieron con la idea vengarse.

El texto involucraba a niños violentados por el crimen y por violencia doméstica.

Los datos son escalofriantes y desgarradores, y hablaba únicamente de algunos municipios de Michoacán.

Ahora pueden entender cuánto nos falta por vivir a la sociedad; sin embargo, sigo creyendo que los padres podemos rescatar a los niños para evitar tragedias como éstas a futuro. Les voy a compartir un poquito del artículo de la psicóloga Esther Crissostmo, titulado “Violencia en los niños”. Le invito a leer el texto en la edición de este  miércoles. Ella da lecciones que todo padre debe conocer; por ejemplo, ¿qué podemos hacer como padres? Supervisar todo: habitación, teléfonos, tablet,  mochila y ropa. “Invadir intimidad es entrar al baño cuando hacen uso del sanitario, pero supervisar sus cosas no es invadir su privacidad, es prevenir situaciones de riesgo con los pequeños”.

En otro tema mis estimados, el director ejecutivo de la Organización Human Rights Watch (HRW) para América Latina, José Miguel Vivanco, se fue con todo a la yugular del presidente Andrés Manuel López Obrador, diciéndole que deje de escudarse en la herencia recibida en materia de seguridad, que reconozca que su gobierno no tiene compromiso de dar con los responsables de los crímenes en México.

Aludió que existe un cuadro dantesco de masivas violaciones a los derechos humanos, con más de 60 mil desapariciones y más de 5 mil casos en el último año, durante el gobierno del presidente AMLO. “No vemos refuerzos ni iniciativas serias”, repitió.

Agregó: “Es difícil constatar progresos cuando uno comprueba que, por ejemplo, las estadísticas de homicidios son de las mas altas registradas en México en la historia reciente”.

Y argumentó sobre los más de 32 mil asesinatos ocurridos en 2019. El ejecutivo de HRW en América Latina, señaló al gobierno del presidente AMLO como un empeoramiento en la “catástrofe humanitaria” que vive el país por la violencia y el crimen organizado, una situación que no mejora, insistió Miguel Vivanco.

Y presentó la exigencia de HRW para el mandatario federal con vistas a poner solución a este desastre humanitario: La construcción de un equipo de magistrados de “alta instancia”, dedicados exclusivamente a “investigar y fallar sobre personas desaparecidas”.

¡Chispas! ¿Y esto con qué se comerá? Se divisa candente la orden.

En otro tono, José Miguel Vivanco recordó al gobierno de mexicanos las estructura en estados como Chile o Argentina en materia de desapariciones, un espejo en el que podría mirarse México ahora que el gobierno reconoció que hay 61 mil 637 desaparecidos en el país.

Hago un paréntesis: Señor Vivanco, ninguna comparación con esos dos países, relativamente pequeños, que nada tienen que ver con México, país que cuenta 127 millones de habitantes.

Es muy complejo el panorama para cumplir con las metas de paz y seguridad, pues es cierto que el gobierno federal tiene una deuda con los mexicanos en ese rubro, y aunque ponen fecha y año para combatir la violencia e inseguridad en el país, el tema no es de fechas, más bien es de decisiones. Y cuando se decidan, bien pronto van a cumplir el objetivo, ¿qué no? ¡Feliz jueves para todos!

Editorial

Caminar por la verdad, la justicia y la paz

Muchos de los procesos de cambio han empezado con una larga caminata. De hecho, la caminata es una de las expresiones de la resistencia pacífica más efectivas que los movimientos sociales han aplicado porque convocan a la solidaridad más que a la confrontación.

Así lo hicieron Martin Luther King, Gandhi e incluso el propio Andrés Manuel López Obrador en el arranque de su papel como luchador social en 1991 con el Éxodo por la Democracia.

Esa expresión, aunque es pacífica, no siempre ha sido del agrado de la mayoría que menosprecian a quienes la realizan e incluso desestiman su eficacia.

Tampoco la ha sido del gobierno en turno como ahora lo hace López Obrador ante el anuncio de la Caminata por la Verdad, la Justicia y la Paz que tiene como objetivo que el gobierno retome la agenda de la atención a las moles de víctimas y se construyan y apliquen mecanismos de justicia transicional de manera integral y de la magnitud de la tragedia que se vive en el país.

Una de las marchas o caminatas más efectivas que se hayan realizado recientemente fue la del 2011 cuando el poeta Javier Sicilia caminó desde Cuernavaca, donde mataron a su hijo, a la Ciudad de México.

Luego de esa caminata y de un par de caravanas en todo el país, se hizo visible el grave problema de la desaparición de miles de ciudadanos a manos del crimen organizado.

Ese problema que ya sufrían varios estados del norte no se quería reconocer ni por el gobierno ni por la opinión pública. Hacerlo visible y que se registrara en todo el país fue el logro del Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad.

Nueve años después, con una espiral de violencia imparable y, al mismo tiempo normalizada, este movimiento de víctimas ha decidido volver a caminar para exigirle al ahora presidente López Obrador que cumpla con su palabra de dar justicia a las familias de los miles de asesinados, desaparecidos y desplazados por la guerra contra el narcotráfico declarada por Felipe Calderón en 2006.

La decisión de caminar una vez más los 80 kilómetros que separan la capital de Morelos con la Ciudad de México no ha sido del agrado de muchos seguidores del presidente. Califican de entrada a Sicilia de traidor de la democracia y hasta de instrumento de la derecha, sin tomar en cuenta que hay razones de sobra para demandar un alto a la violencia y la atención a los agraviados.

Durante estos nueve años Sicilia no ha parado en pedir que se privilegie en la agenda del gobierno dar justicia a las victimas de la violencia y cambiar la estrategia militar y policiaca de combate al crimen organizado.

La demanda esencial es que se ofrezca a las familias afectadas la justicia transicional, es decir que se investigue a fondo para conocer la verdad de los hechos, aplicar la ley, ofrecer una reparación del daño y al final el perdón o la amnistía. Esto es, en el sentido inverso a lo que propone López Obrador de dar el perdón a los victimarios y borrón y cuenta nueva.

Sin justicia y verdad no hay democracia, es lo que han manifestado Sicilia y un grupo de activistas preocupados ante la falta de interés del presidente López Obrador de atender la demanda de los familiares de miles de muertos y desaparecidos que representa una cuenta pendiente y una sombra que eclipsa cualquier intento de cambio como lo pretende este gobierno que se hace llamar la Cuarta Transformación.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

La nota roja desalienta la inversión en Acapulco, criticó ayer el titular de la Secretaría de Turismo, Miguel Torruco Marqués, durante su visita al puerto para inaugurar un nuevo hotel, que tuvo una inversión de 25 millones de dólares.

Dicho así de simple, el problema de la desaceleración económica en el puerto, y en cualquier otro destino turístico de México, se resolvería entonces de una manera muy fácil; esto es, limitando la nota roja en todos los medios de comunicación, tanto convencionales como digitales, y hasta en las redes sociales.

Nótese la postura facilona del secretario. No es que los muertos, secuestros, asaltos y robos, así como la trata de personas se aun problema. El problema es que se divulguen estas noticias.

Luego entonces, el remedio está en limitarlas y hasta prohibirlas.

Así, los gorilas de la delincuencia podrán seguir asesinando gente, secuestrándola, descuartizándola, quemándola viva…podrán seguir secuestrando mujeres, violándolas, matándolas, etcétera, etcétera, sin que eso sea realmente el problema a atender. Lo grave es la información de todos estos hechos que dañan y perjudican a la sociedad.

Como en las peores dictaduras, lo malo y lo feo se puede echar debajo de la alfombra, mientras solamente se exalta lo bueno, para tener contento a un gobierno que quiere resolver los problemas heredados, de manera fácil.

Así vivimos engañados durante decenios en las dictaduras comunistas. Los de occidente pensábamos que los rusos, los yugoslavos y los de Alemania Oriental, y todos los países que formaban parte de aquel gran y fallido experimento político-social y económico llamado Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), era mucho mejor de lo que nosotros estábamos viviendo con el capitalismo. Hasta las universidades públicas le entraron a esa mentira, exaltando figuras como la de Marx, Lenin, Fidel Castro y la del Ché Guevara, marcando a toda una generación que creía en la revolución armada como la vía de cambio para nuestros pueblos, y en el comunismo como la panacea para la desigualdad social.

A todos ellos –y a nosotros los crédulos- los puso la historia en su lugar. Sus países son cementerios, y podemos afirmar que Stalin mató a más rusos con su política de control interno, que los que murieron en guerras con occidente.

¿Luego entonces qué hacer en el caso de la inseguridad sin control en México? Enfrentarla y combatirla. Lo demás es demagogia. Basta reconocer que el problema existe, para avanzar 50 por ciento en ello.

Es una lástima que mientras el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, acepte que el país está tan degradado, y sus instituciones tan infiltradas, que ya no bastaba con llegar al poder y hacer más de lo mismo –cosa que le sucedió a Enrique Peña Nieto, quien se dedicó a imitar lo que hicieron los panistas en materia de seguridad-, sino que era necesario una transformación, comenzando por cambios constitucionales profundos.

Es una lástima, decíamos, que mientras la cabeza del gobierno federal reconoce que hay un problema que resolver, el secretario de Turismo se salga por la tangente y responsabilice a los medios de comunicación por divulgar lo que es una realidad.

Vamos, ni siquiera dijo que sean mentiras lo que se divulgan, sino sólo que se publican. Es decir, que difundir una verdad, algo que nos está afectando directamente como sociedad, es el problema y no la verdad en sí misma.

¿Quién entiende a los políticos? Parece como paridos en otro planeta. La mente les trabaja de manera distinta, porque en todo quehacer humano hay una lógica que seguir, pero parece que para los políticos todo es ilógico.

Ninguna vida vale menos que una millonaria inversión. Las cifras de homicidios actuales revelan que cada hora mueren 4 mexicanos en este país, producto de la violencia. Y lo seguiremos divulgando, aunque los millonarios se lleven sus millones a Andorra. Y de paso, se pueden llevar también a Torruco.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

En Morena se disputan con furia el poder

“La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía”: Ayn Rand.

Mis estimados aspirantes a la gubernatura y demás cargos de elección popular en Guerrero, les tengo una misiva: ni sueñen que los dejarán entrar al Movimiento Regeneración Nacional (Morena); los dueños de ese movimiento, hace meses que mostraron su ambición al poder y ni siquiera entre ellos logran acuerdos, cuanto menos lo van hacer con extraños, pues entre ellos se aplican la ley del más fuerte como los animales.

Bien claro dejaron los morenos de lo que son capaces, pues al propio diputado Antonio Helguera Jiménez lo mandaron a freír espárragos; y no sólo eso, sino que le pusieron una demanda penal.

¿Se pueden imaginar lo que en ese círculo morenista se cocina? No habrá entrada para ningún personaje que los morenos consideren extraños a su movimiento, así que los actores que gritan a los cuatro vientos amar a Morena y su dueño, ese mensaje enviado por los legisladores locales, deben analizarlo bien los arribistas a Morena.

Y no por lo que dijo Marcial Rodríguez Saldaña, acerca del empresario gasolinero y ex presidente de Acapulco, Luis Walton Aburto, quien les ganó el mandado a todos, incluso al mismo Pablo Sandoval, a quien en Morena ven como un dios de árbol que no da frutos, alguien que ni picha, ni cacha, ni deja batear. Al súper delegado de flojera verlo, de plano no tiene nada para representar a los guerrerense. Aunque digan muchos que Sandoval Ballesteros tiene segura la candidatura para el 2021 por Morena, ya que es el delfín del presidente AMLO. Tendrá muchos padrinos poderosos el súper delegado, pero nomás no convence, así tenga la mano llena de dinero del mandatario federal. De todos modos, dicho personaje no llama la atención ni de las güilotas de Tierra Caliente.

Les decía que Walton Aburto les ganó el mandado a todos los que se dicen dueños de Morena. Les comento que el pasado domingo en Acapulco hubo una reunión convocada por el diputado local y todavía coordinador de la fracción parlamentaria de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Antonio Helguera Jiménez (digo todavía porque los amilcaristas ya le declararon la guerra para expulsarlo).

A esa reunión, además de Walton, también asistieron otros dos aspirantes a ese cargo, como el ex gobernador interino Rogelio Ortega Martínez y la presidenta de Acapulco, Adela Román Ocampo.

Ahí se abrió de capa Walton Aburto y anunció sus aspiraciones a ser el candidato a gobernador en Guerrero por Morena en el 2021. Y para sellar con broche de oro su pronunciamiento, Walton llamó a la dirigencia estatal de Morena que convoquen a la unidad; y agregó -para que no quede duda- que desea afiliarse a dicho instituto político.

Jojojo. Este acto molesto mucho a Marcial Rodríguez Saldaña, y dijo a los aspirantes a la gubernatura por Morena que no se hagan ilusiones, que “pueden venir y apoyar la Cuarta trasformación que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero que lo hagan por convicción y no a cambio de candidaturas”.

Y también Rodríguez Saldaña se puso creativo e incitó a la militancia morenista, “a que nadie abra la puerta a externos para que se metan en asuntos internos, de Morena.”

Pero cuando reaccionó Marcial, los aspirantes ya estaban hasta dentro del cuartel de los morenos. Ahora ni cómo los saquen, pues no son sólo tres, son varios los que arribaron  buscando espacios en Morena, pues también se habla de por el costado de la paridad de género, se meterán las mujeres, entre ellas Beatriz Mojica Morga, ex candidata a gobernadora por el PRD.

Incluso dicen algunos morenos que a la gubernatura será una justa de dos carreras: una de mujeres y otra de hombres, ¿Será?

Todo puede suceder, pues hay mujeres perredistas, priístas y morenistas que pueden dar la sorpresa en la entidad suriana; sin embargo, y siendo sinceros, Guerrero es un estado machista cien por ciento y a la mujer sólo le dan espacios para que deje de molestarlos. Además, los partidos nunca se han ocupado en liderazgos femeninos, siempre primero ellos y al último ellos, por eso ahora andan pariendo cuates, buscando mujeres que los representen, porque ahora los institutos políticos están obligados a cumplir con la paridad, que implica que los cargos de elección popular se dividan 50 por ciento para mujeres y 50 por ciento para hombres.

Pero a bien poquitas mujeres las han dejado participar, no hay muchos liderazgos femeninos. No es que no puedan las damas, es que no las dejan.

La siguiente elección no será la excepción: los caballeros van a cerrar las puertas en Guerrero. No estoy hablando de otros estados. Inclusive se dice en los corrillos del estado que si llegase ser la candidata una mujer, Morena tendría a la alcaldesa porteña Adela Román Ocampo, y los otros partidos se quedaran como el chinito, nomás milano, pues no tienen material femenino para competir.

Y también se rumora que Pablo Sandoval busca hacer alianza con Beatriz Mojica Morga para que juntos busquen la candidatura, ya sea si es hombre o mujer, pero hasta en eso le herró Sandoval Ballestero, pues Bety, aunque se haya salido del PRD y se vaya a refugiar a Morena, jamás se va a quitar la marca “Chuchos y asociados” de la frente. Esa parejita que odia al presidente AMLO. Y para los que lo conocen, el mandatario no olvida lo que esos canallas de quinta le hicieron durante los tres procesos electorales en los que compitió. Jejeje.

Y por eso jamás va a dejar que Bety entre al grupo de los santos y pulcros Morenos.

Bueno es una suposición, en realidad todo puede pasar, la gente cambia, ¿qué no?

Así las cosas, en Morena, mis estimados, no hay cabida para ningún arribista. No se hagan eluciones, pues también en los municipios hay pleitos feroces por las presidencias y por las diputaciones locales y federales. En Petatlán principalmente, un municipio maltratado por sus gobernantes. Ese pueblo luce jodido, sin obras y abandonado porque ningún político es capaz de exigir resultados a los funcionarios en turno, todos son alcahuetes. El alcalde lleva tiempo nadando de a muertito, nada le importa.

Los diputados, local y federal, están peor; andan en campaña, añoran la presidencia de su municipio por Morena. Aunque no hay hecho nada por su municipio, siguen creyendo en los Santos Reyes, así como están de grandotes.

En Petatlán de a tiro hay siete personajes buscando la presidencia por Morena. Se encuentran Rosendo Pérez González, actualmente servidor de la nación y esposo de la regidora por Morena; Juan Román Bustos, actual regidor por Morena; Francisco Chavarría Valdeolívar, este personaje ha sido funcionario del PRI y del PRD, pero ahora busca la presidencia por Morena.

Además, Elva Sierra, ella fue candidata en la elección pasada por el Partido Verde Ecologista de México, actualmente funge como síndica procuradora del municipio de Petatlán, y también añora buscar la presidencia por Morena.

Jesús Gómez Pérez, este personaje busca la presidencia por Morena, también fue del PRD y PRI, y ahora añora que lo cobije Morena y lo nombre candidato a la presidencia.

Fedra, la profesora, también levanto la mano. Ella perdió la elección pasada por Morena y pide le den otra oportunidad.

También Leticia Rodríguez Armenta, presidenta interina en Petatlán, esposa del fenecido Arturo Gómez, a petición de amigos de Morena, participará para buscar la presidencia petatleca.

Y el mero gallo giro, el diputado Adalid Pérez Galeana. Este legislador por Morena ya casi se siente presidente municipal de Petatlán.

Algunos personajes vienen del PRD y otros del tricolor y del Verde, pero también son vistos como chapulines, pues brincaron a Morena, ya que sienten que por ese Movimiento tienen el 80 por ciento del triunfo.

Sin embargo, algunos de esos personajes cuentan con antecedentes muy oscuros, que de tan oscuros nadie los ve y menos los miran los organismos electorales; no obstante, vivimos la era de las redes sociales, que bien pronto descubren los datos, por más oscuros que estos sean. Por eso y por muchas cosas más, benditas redes sociales. ¡Feliz miércoles para todos!

Editorial

Hasta encontrarles

Las cifras se vuelven lejanas cuando no tienen comparación o cuando de tanto mencionarlas se vuelven abstractas. A veces los números no dicen gran cosa y aunque de entrada los veamos como algo “escandaloso” somos incapaces de traducirlos en razón cuando no tienen un contexto que les dé vida.

La semana pasada, el Subsecretario de Derechos Humanos, Alejando Encinas y la Titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana, informaron que desde los años sesenta a la fecha, en México existen más de 61 mil personas desaparecidas (40por ciento más de lo que se tenía registrado a finales del 2018) y que solo en el primer año de Gobierno se registraron 5 mil 184 desapariciones. La cifra es escalofriante. Recordemos que aún en los periodos más espeluznantes de la historia reciente de la región, ningún otro país ha sido testigo del terror que de manera continua ha vivido México. En Chile a partir del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 y durante la dictadura de Pinochet, desaparecieron a 2025 personas; y en Argentina, durante el terrorismo de Estado que trajo la última dictadura cívico militar de 1976 a 1983 se registraron 30 mil desapariciones. En México la cifra no se detiene y termina con puntos suspensivos; se perpetúa a través del tiempo de la mano con la impunidad casi total en estos casos, que ha significado un cheque en blanco para la comisión de más desapariciones.

Durante este año hemos tenido ante nosotros mensajes contradictorios por parte del Gobierno; por un lado, se ha dicho que es una prioridad del Gobierno conocer el paradero de las personas desaparecidas en nuestro país y se han creado espacios de memoria referentes al terrorismo de Estado; por otro, se cierra el acceso a los acervos históricos de la extinta Dirección Federal de Seguridad y de la Dirección General de Investigaciones Políticas y Sociales, que pueden dar información sobre el paradero de algunos de los que fueron sujetos de desaparición forzada en los años sesenta, setenta y ochenta del siglo pasado. En el mismo sentido, se reconocen miles de personas desaparecidas en el país y se habla de su búsqueda e identificación, pero no se habla sobre las acciones que se van a llevar a cabo para que este segundo año, la cifra de 5 mil 184 personas desaparecidas se reduzca a cero.

Es cierto, es importante sumar para saber de qué estamos hablando cuando decimos que la desaparición es un fenómeno sistemático y generalizado, pero ¿por qué quedarnos a medias? Ahora ¿a quién hacemos responsable de esas más de cinco mil desapariciones que ocurrieron ya en el marco de la llamada transformación?

Las cifras presentadas por el Subsecretario Encinas no son suficientes para que podamos entender el contexto en el que vivimos.

El horror que provoca la estadística nunca se va a comparar con el dolor de aquellxs que se encuentran detrás de la cifra. Miles de víctimas que buscan a sus padres, madres, abuelxs, hermanxs, hijxs. México se ha convertido en un país de buscadorxs, en el que cada región cuenta la historia de alguna persona que desapareció. Las cifras deben dejar de ser algo abstracto, para empezar a traducirse en miles de historias que debemos seguir nombrando y recordando. Hasta encontrarles.

SOS COSTA GRANDE

 (Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Los gobernadores se reunieron ayer con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Se sabe poco de este encuentro, pues fue privado. El presidente ofreció una comida para los mandatarios estatales, y solamente divulgó una fotografía de él con los gobernadores y algunos secretarios del gabinete federal, entre ellos Alfonso Durazo, titular de Seguridad Pública y Participación Ciudadana.

De acuerdo con lo que el presidente divulgó mediante un Tuit, los gobernadores se comprometieron a seguir trabajando juntos.

“Reafirmamos nuestro compromiso de seguir trabajando juntos, con democracia y respeto a la pluralidad, por el bien del pueblo y de nuestra gran nación”, escribió el mandatario en sus redes sociales.

Previamente, los gobernadores se reunieron con el titular de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, quien les hizo notar que el plan de seguridad nacional, centrado en las mesas de coordinación para la paz, no funcionará sin la presencia y acción decisiva de los liderazgos estatales…y yo añadiría también municipales.

Pero detrás de estos encuentros y desencuentros, sin duda está también –y sobre todo-, la puesta en marcha del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), plan de salud los gobernadores del PAN ya rechazaron, pues se niegan a la desaparición de Seguro Popular, aunque éste –como ya lo ha dicho el presidente-, ni era seguro, ni era popular, pues por un lado era selectivo en el registro; y por otro lado se había convertido en un oasis para empresas privadas que operaban mediante la subcontratación de servicios diversos.

Esto, de hecho, fue lo que más atraso infundió al sistema nacional de Salud desde que Vicente Fox creó el Seguro Popular, pues en lugar de que los gobernadores –que eran los que recibían los dineros- a través de sus secretarios de salud, se enfocaran en el mejoramiento de la infraestructura, el equipamiento y los servicios en general, usaron el dinero para subarrendar equipos, estudios clínicos, etcétera.

No en balde hay tanta voz en contra del Insabi, pues con este nuevo plan la atención debe ser directa en los hospitales y clínicas de salud, dejando fuera a las empresas privadas que a lo largo de tres sexenios estuvieron absorbiendo el dinero del Seguro Popular.

Lo que quedó de ello fue un sistema nacional de salud en bancarrota, con una infraestructura deteriorada, y con carencias graves en cuanto a personal especializado.

Esperábamos, de hecho, que tras el encuentro de ayer el presidente anunciara los acuerdos con los mandatarios, pero al parecer decidieron mantenerlos por ahora en reserva.

Previamente, en su conferencia matutina, el presidente dijo que mañana jueves presentará un plan general de salud en el que se informará qué gobernadores ya firmaron el convenio para el funcionamiento del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).

Es decir, que ventaneará a los gobernadores que no estén en la dinámica de apoyar al Insabi, y obviamente eso traerá repercusiones graves para la gente de esas entidades, pues sin la firma de los convenios no fluirán ni recursos humanos, económicos ni materiales.

En respuesta a estos encuentros y anuncios, los gobernadores del PAN que estaban renuentes a firmar los convenios para el Insabi, anunciaron anoche que tras el encuentro con el presidente, pelotearán entre ellos una propuesta alterna de financiamiento para este instituto, a fin de que se garantice la gratuidad en los tres niveles de atención a la salud, que es precisamente donde el nuevo plan está fallando.

El presidente les ofreció reunirse con los gobernadores de cada partido por separado, para escuchar sus propuestas.

Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Se reúne Durazo con gobernadores por inseguridad

“La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve; y, por tanto, no conduce nunca a una paz permanente”: Martin Luther King.

Mis estimados, volvió a reunirse el secretario Alfonso Durazo Montaño con gobernadores, por el tema de la seguridad, asunto que deja mucho que desear para el pueblo, pues no se ven resultados. Las autoridades no logran calmar el avispero que tiene al México lindo y querido teñido de rojo y tirado al suelo.

 Sin duda, es benéfico que se reúnan los gobernadores con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño; sin embargo, no parecen ocupados en el tema de la seguridad algunos gobernadores, ya que le reclamaron a Durazo Montaño por la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, de exhibir públicamente a quienes no asisten a las reuniones diarias de seguridad en los estados.

“Estamos inconformes de que sigan exhibiendo a los mandatarios faltistas”, le dijeron.

¿Qué tal? Dijera el gobernador bajacaliforniano, Jaime Bonilla, “lloran como puercos atorados en un cerco”.

El encuentro en la capital fue entre Durazo y los miembros de la comisión Ejecutiva de Seguridad y Justicia de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), quienes le presentaron al titular de la SSPC propuestas de funcionamiento de mesas estatales para la construcción de la paz.

Nada nuevo presentó la Conago, ni compromiso, ni resultados. Siguen con la misma canción vieja de siempre. Mientras la violencia azota sus estados con furia, ellos se deslumbran presumiendo planes que se quedan escritos en agendas caras.

Los gobernadores pretenden la construcción de una agenda de colaboración entre la Fiscalía General de la República (FGR), y los gobiernos estatales, para el fortalecimiento de las fiscalías y procuradurías locales.

Esto es un chiste de risa loca, nadie se traga ese cuento, es muy viejo y acedo, además.

Las instituciones federales y estatales, son donde se anida la peor corrupción que tiene hundido al país en ríos de sangre. Los gobernadores también dijeron que propondrán revisar los criterios de distribución de los recursos federales destinados a seguridad pública en estados y municipios, mediante los fondos FISM, Fortaseg y Fortamun.

El Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), y el Programa de Fortalecimientos para la Seguridad (Fortaseg) estos dos son fondos federales que se destinan a los estados y municipios, para apoyar a las distintas dependencias de seguridad pública, para la prevención social de la violencia y la delincuencia con participación ciudadana. Aquí entra el equipamiento, la construcción de la estructura física, etcétera.

Sin embargo, en su mayoría las dependencias de seguridad pública dan pena ajena, son un cuchitril. Los rubros para la seguridad son jugosos, como el Fondo para la Infraestructura Social Municipal (FAS)P, junto con el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones de la Ciudad de México (Fortamun), son los únicos del Ramo 33 que son ejercidos por los municipios.

No hay excusas, señores alcaldes, para meter el cuerpo entero a resolver el tema espinoso de la inseguridad. Que por cierto, sigue siendo el talón de Aquiles de los gobernantes, pues han hecho mucho ruido y pocas nueces. No hay resultados en materia de seguridad; por el contrario, vemos los ciudadanos que el flagelo avanza peligrosamente por el país, y sólo notamos cómo ascienden las estadísticas de homicidios y feminicidios, secuestros, levantones, robos y extorciones, por toda la República.

Sin dudarlo, la violencia que vivimos en México, mis estimados, es un reflejo de la actitud violenta de muchos menores, como la que recientemente vivimos, cuando un menor de 11 años mató a su maestra y dejó otros heridos, para luego quitarse la vida en una escuela de Torreón, Coahuila, usando dos armas de su abuelo.

Qué terrible episodio; sin embargo, no es la primera vez que ocurre, sucedió también en la capital del país y en colegio privado de Monterrey. Son noticias que no se borran de mi mente, pues son sucesos que duelen en lo profundo del corazón. Nunca imaginamos los mexicanos ver y escuchar tales noticias, que sólo veíamos en los Estados Unidos, una nación que vende armas como si vendiera Sabritas, pero no en México, donde según su servidora es difícil conseguir un arma.

Entonces, somos los adultos culpables de la conducta violenta de nuestros hijos.

Según la Fiscalía de Torreón, el menor tomo las armas de su abuelo. ¿Cómo ocurrieron las cosas? El chico pidió permiso para ir al baño, y según testimonios, pasaron 15 minutos y el niño no regresaba. Entonces la maestra salió a buscarlo. Al salir del baño, el menor se topó con la maestra. Él vestía pantalón negro y una playera blanca que llevaba la leyenda “Natural Selection”, según es el nombre de un videojuego. El menor llevaba en sus manos dos armas, una de alto calibre y otra de bajo calibre, las cuales accionó afuera del baño sobre la humanidad de la profesora, matándola en el acto.

También dejó seis heridos: cinco alumnos y otro maestro, y después el menor se quitó la vida.

Es horrible recordar este triste episodio, me da escalofrío saber cómo un menor de 11 años pudo accionar las armas de la forma que lo hizo, pues no es fácil disparar un arma y menos matar a personas, para eso se necesita mucho producto de gallina y mucho tino.

Este caso tiene que ser investigado a fondo, aunque haya muerto el menor, para que no vuelva a suceder, pues algo grave ocurre en la mente de las nuevas generaciones que viven violencia en la calle, en la casa y también en la escuela. Y a eso agréguele la diversión de los menores, quienes pasan horas frente al televisor y jugando videojuegos violentos, duermen poco por estar jugando o frente al televisor, o navegando en redes sociales en su celular; y los padres ni cuenta se dan de lo que hacen o viven sus hijos.

Según expertos, eso videos juegos trastornan la mente de los jóvenes y con mayor razón la de un niño.

No quería recordar este incidente tan triste y doloroso, pero es necesario que vuelvan los padres al cuidado de sus hijos. El gobierno que haga su parte y los padres la suya. La Operación Mochila puede que no funcione tanto, pero en las ciudades donde las escuelas son cerradas, deben implantarlo aunque digan que violan los derechos de los niños. El nivel de violencia obliga a tomar medidas extraordinarias.

Padres, prohíban a sus hijos los videojuegos violentos pues enajenan la cabecita de sus pequeños.

Lo triste del cuadro es que hay un gran sector del país, en su mayoría niños menores de edad, poseídos por estos malditos juegos. Quíteselos, quémelos, es mejor verlo llorar cuando se lo quite, que llore usted cuando lo tenga en un ataúd.

Este hecho registrado en Torreón es una advertencia para las instituciones educativas de todos los niveles en México, para que tomen medidas serias en relación al tema de la inseguridad que ya llegó a los planteles, como reflejo de lo que se vive en la sociedad y en las familias.

Los maestros saben qué niños son violentos; entonces avisen a sus padres para que los trate un especialista. Todos debemos tomar medidas de prevención para que no sucedan nunca más esos sucesos en ningún lugar del país. ¡Feliz martes para todos!

Editorial

Juicio a Calderón

Sería absurdo culpar a un gobernante en específico de la terrible tragedia ocurrida en Torreón, Coahuila, con un niño de once años disparando a sus compañeros y a su maestra para luego quitarse la vida, pero sin duda es corresponsable la clase política de este país que decidió una supuesta estrategia de combate al crimen organizado y que ha derivado en el periodo de mayor violencia en el México contemporáneo.

La guerra contra el narcotráfico ordenada al inicio del gobierno del panista Felipe Calderón Hinojosa, en un contexto de deslegitimación política por las denuncias de fraude electoral en la elección presidencial de 2006, es la muestra más clara del fracaso de para combatir la violencia.

Por el contrario, con cifras históricas, ahora se puede afirmar que la decisión de decretar esta supuesta guerra contra el crimen organizado es la variable principal que explica el aumento sistemático de la violencia en el país, tanto los homicidios intencionales, la desaparición de personas, como horrores como las fosas clandestinas y cuerpos mutilados.

El informe sobre fosas clandestinas y registro de personas desaparecidas presentado el lunes 6 de enero por el Subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas, y por la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda Karla Quintana, aportan datos contundentes al revisar las cifras históricas de las desapariciones en México.

El informe de la Comisión Nacional de Búsqueda confirma que el fenómeno actual de las desapariciones coincide totalmente con la decisión del Gobierno de Felipe Calderón de estallar la supuesta guerra contra el narcotráfico.

El reporta abarca 55 años de estadísticas: de 1964 a 2019. En total se han reportado 147,033 personas desaparecidas, de las cuales 85,396 han sido localizadas, pero siguen sin aparecer 61,637 personas.

De este total, 1,584 desapariciones ocurrieron entre 1964 y 2005, que representan 2.57 por ciento del total. El resto, 60,053 personas (97.43 por ciento del total) ocurrieron a partir de 2006, justo cuando Calderón declaró la guerra contra el crimen organizado.

El Estado mexicano no es responsable, evidentemente, de todas las desapariciones que ocurren en este periodo, pero sí del contexto que permitió que grupos armados privados asumieran soberanía territorial de facto e imponer la más cruda necropolítica: decidir quien vive y quien muere. Decidir, quien puede ser desaparecido o no.

Pero la estrategia contra el crimen organizado no solo fue fallida, pues ahora los cárteles de los negocios ilegales, son más poderosos que cuando se declaró la guerra contra ellos. Y este resultado podría ser calificado de una monumental incompetencia, sino conociéramos de las relaciones entre criminales y gobernantes.

Casos como el del ex Secretario de Seguridad de Felipe Calderón, Genaro García Luna revelan que en lugar de combatir a todo el crimen organizado, las fuerzas del Estado protegían a poderosos cárteles. Y así hacían sus grandes negocios, mientras se desataba el periodo de mayor violencia contra la sociedad mexicana.

Literalmente, las ganancias de los cárteles de la droga, de algunos políticos que lo permitieron y el pago de varias campañas a candidatos a puestos públicos se levantaron sobre pilas de cadáveres, desaparecidos y fosas clandestinas. Es algo que no debe quedar impune. Felipe Calderón es uno de los principales responsables de esta situación que tenemos en México. Debe ser juzgado por ello.

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