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Ayotzinapa se cae la verdad la otra verdad, no hay justicia ni reparación del daño, impunidad total

Trinidad Zamacona López

“Otra vedad que se cae por su propio peso, no convenció desde un principio, no existe una prueba científica que demuestre que están muertos como aseveran”

No tengo una bola de cristal, para predecir lo que va a suceder, menos lo haría por el respeto al lector, solo observo el fenómeno, trato de ser certero en lo que escribo; analizo el fenómeno, luego pienso y escribo, es lo que siempre he cuidado, los seguiré haciendo para que Usted me haga el honor de leer, lo que observo, pienso y luego escribo.

Recuerdo que cuando Alejandro Encinas Rodríguez, Subsecretario de Gobernación en materia de derechos humanos, y Presidente de la “Comisión de la Verdad” leí con mucho cuidado el informe, como abogado que soy, me di cuenta de que esa otra verdad, primero dijo que el gobierno reconocía que había sido “crimen de Estado” entonces escribí en este prestigiado diario, y titulé mi participación de la siguiente manera “Ayotzinapa verdad a medias, se asoma un poco de justicia pero no convence, y el infiltrado del Ejército” bueno eso fue ne agosto, a dos meses de esa declaración otra vez el tiempo nos da la razón, esa verdad no convenció a los familiares de los 43 desaparecidos en Iguala, y esto es así, ya que no existe ninguna prueba científica de que estén privados de la vida como lo aseguró Encinas Rodríguez, son verdades a medias, se basó solo en pantallazos, es decir en capturas de pantallas de teléfonos celulares decomisados a los presuntos responsables de  los grupos delincuenciales que participaron en ese día, no se cuidó la cadena de custodia, ni mucho menos se hizo de forma científica o pericial para corroborar que efectivamente esos indicios que él les llamó pruebas, no fueran contaminadas, y que su adquisición fue de buena fe, esto no fue así, así que toda prueba adquirida contraria a derecho, o con violación a los derechos humanos es ilícita, el juez de la causa la va desestimar, error del funcionario, además de que con el jaqueo al Ejército Mexicano, con Guacamaya Leaks, se describió que si había infiltrados en el movimiento de los 43, su  nombre Julio César López Patolzin, de 26 años de edad, que las fuerzas castrenses lo abandonaron a su suerte sin hacer absolutamente nada, el día que sucedieron los hechos, el Ejercito estaba infiltrado en las acciones de protesta que realizaban los alumnos de esa normal, esa es otra versión de que están infiltrados los grupos que realizan protestas sociales en Guerrero y en México.

Con eso acertamos en lo que escribimos, y me regocija el que analicemos bien, para que Usted, tenga una visión más amplia de los que dicen los funcionarios con tal de que apaciguar la agitación social por falta de resultados en el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. No basta reconocer que fue un “crimen de Estado” que están muertos, que fueron distribuidos en varios grupos para después asesinarlos.

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, (GIEI) dijeron que no se pueden comprobar la autenticidad de los “pantallazos” presentados por Alejandro Encinas en el caso Ayotzinapa, para ellos no es posible verificar la autenticidad de 181 de las 367 capturas de pantalla, presentados por la Comisión de la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, (Covaj) y dijeron que no se conoce el origen de dichas capturas, y aunque se supiera de donde las sacó dicha comisión, su obtención es ilícita. Por lo tanto judicialmente o procedimentalmente no sirven para enjuiciar a los presuntos implicados en la desaparición de los 43 jóvenes de la Norma Rural “Raúl Isidro Burgos” lo que también es injusticia para los familiares.

Entonces el informe que presentó Encinas Rodríguez, el día 18 de agosto, ni es científico, ni muestra avances reales, su información provocó la renuncia del Fiscal designado para el caso Omar Gómez; además de la cancelación de varias órdenes de aprensión, lo único que les da un poco de oxígeno, es que el ex secretario de Seguridad Pública de Guerrero, Leonardo Vázquez, fue detenido en Nayarit, se le acusa de delincuencia organizada y de tener nexos con un grupo criminal vinculado al caso Ayotzinapa; y pasa igual que José Luis Abarca, de que se les acusa de tener nexos con los grupos criminales, pero no por la desaparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa.

Todo esto se desencadenó porque el pasado miércoles pasado The New York Times, publicó un artículo sobre el caso Ayotzinapa, en esa entrevista Alejandro Encinas Rodríguez, aseguro que un porcentaje “muy importante” de las pruebas que se presentaron en el informe de la Comisión de la Verdad sobre la desaparición de los 43 jóvenes de la escuela norma “Raúl Isidro Burgos”, carece de validez.

Eso es precisamente lo que publicanos con anticipación en este prestigiado diario, si desde que se presentaron los pantallazos, resultaron más dudas que certeza, la Comisión de la Verdad y el Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa, (Covaj) no hizo nada para que científicamente se corroborarán con expertos en tecnologías para dar crédito a los que estaban por dar a conocer.

Para los del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, (GIEI) ese no es in informe, no es otra verdad, es una simulación de resultados, que lesionan a los famulares porque no tiene acceso a la justicia ni mucho menos a la verdad.

Ellos, los expertos descubrieron que en esos pantallazos, en aquel entonces (26 y 27 de septiembre de 2014) no existan los mensajes de WhatsApp, además de que existen un icono de videollamada, característica que no existía en la versión del citado software de mensajería instantánea al momentos de los hechos de aquel año, lo que tira abajo la versión de Encinas Rodríguez, con ello no se garantiza la originalidad de los mensajes que fueron capturados en imágenes”.

También descubrieron con esos mensajes, que no se sabe qué tipo de dispositivo celular se utilizó, y que la Covaj, tampoco informó en su presentación del informe de avances de la investigación, ellos dijeron en la conferencia de que esos mensajes no los conocían, que no sabían de su existencia, por lo que solicitaran al nuevo fiscal que investigue de donde se obtuvieron esas evidencias; el enojo de los padres con ese informe es justificado, es una burla, no hay justicia y lo que se había avanzado, ahora tienen más dudas sobre los avances de la investigación.

Otra vedad que se cae por su propio peso, no convenció desde un principio, no existe una prueba científica que demuestre que están muertos como aseveran, se cayó por la propia boca del investigador, no hay resultados fehacientes que demuestren que están muertos, ni una solo prueba científica que así lo demuestren, ahora los mensajes los pantallazos generan más dudas en quienes son los familiares de esas personas que están desaparecidas a manos de grupos de la delincuencia organizada y del Ejercito Mexicano.

Si no se encuentran los cuerpos, si no existe la certeza de que ya no están vivos, no se puede iniciar la reparación del daño.

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