Ruth Tamayo Hernández
Costa Grande, en la
cuerda floja por cambios en el sector turístico
“El
error es un arma que acaba siempre por dispararse contra el que la emplea”:
Concepción Arenal.
Mis
estimados, los centros turísticos del estado de Guerrero, han venido mostrando
buenos datos en relación a la afluencia turística cada fin de semana. La mejor
prueba la vimos este primer domingo de marzo, cuando de manera general el
Triángulo del Sol -que integra a Acapulco, Ixtapa-Zihuatanejo y Taxco-, comenzó
el mes de marzo con el pie derecho, ya que esos destinos rebasaron el 80 por
ciento de ocupación hotelera.
Pero
con todo esto, en derrama económica, no es suficiente para que el sector eche las
campanas al aire. El turismo que visita los puertos turísticos de Guerrero, corresponde
a vacacionistas nacionales que traen poco dinero y no consume en restaurantes
ni bares.
Y
para cerrar el cuadro, en Ixtapa-Zihuatanejo el turismo canadiense, que es el
de mayor número que arribó al destino en esta temporada y que se quedan hasta
seis meses vacacionando en el puerto, tampoco está gastando dinero en lugares
públicos; es decir, los turistas no visitan bares, restaurantes o cafeterías,
como lo hacían en temporadas pasadas. Y no es porque no traigan dinero, sino
que los turisteros señalan que es por seguridad. Es decir, que sí están aquí,
pero no salen. Están adoptando medidas de prevención para mantenerse seguros.
¡Me
lleva la que me trajo! Si no es Juana es Chana; la cosa es que el destino sigue
bailando en la cuerda floja, pues es poca la derrama económica que se refleja en
el sector.
Y
lo grave del cuadro es que el sector turístico no podrá guardar recursos para los
tiempos de vacas flacas que se avecinan al puerto Ixtapa-Zihuatanejo, porque no
es un secreto que los destinos turísticos de la Costa Grande son temporaleros, no
han dejado de serlo porque aunque estamos en el siglo XXI y con tecnología de
punta, la zona sigue siendo provinciana, lejos de la civilización y lejos del
gobierno federal.
Y
lo más triste, como tildan a la Costa Granda, es una zona violenta, con esos
antecedentes que hacen que pocos turistas de buen nivel económico visiten los
puertos costagrandeños por carretera. Seamos sinceros.
Además,
hace falta mucha infraestructura, sobre todo a los destinos cercanos a Ixtapa-Zihuatanejo.
Volar al puerto es carísimo y los destinos de la Costa Grande no tienen
herramientas para competir con otros destinos que lo tienen todo: belleza,
infraestructura y atractivos turísticos.
Aunque
Ixtapa-Zihuatanejo y destinos contiguos son hermosos, les falta lo más
importante: infraestructura, incluso de la más básica. Asimismo, medios de
trasportación, líneas aéreas con promociones como las que tienen en el Sureste.
Es baratísimo volar a esos destinos turísticos.
Sin
embargo, el historial de los destinos turísticos de esta región va a empeorar y
a sufrir, por la idea oficial macabra del gobierno federal de quitar los
puentes largos. El presidente Andrés Manuel López Obrador, considera correcto
eliminar los fines de semana largos, pero en realidad es una opinión
desacertada, que operará en perjuicio del sector turístico.
Es
un hecho que se eliminen los puentes largos después del mes de julio, y quienes
van a sufrir esas ideas gubernamentales son los que viven del sector turístico
y la misma sociedad, porque todos nos beneficiamos del turismo de una o de otra
manera.
Según
empresarios turisteros, la derrama que dejen los turistas de puentes largos y
vacacionistas de Semana Santa, les permiten sobrevivir hasta la temporada de
invierno, cuando regresa el turismo extranjero.
El
dato es, mis estimados, para que vean que sí afectará la decisión presidencial de
eliminar los puentes largos.
Sin
embargo, no es el único golpe bajo que recibe la Costa Grande por parte del
mandatario federal. El primer trancazo fue la eliminación de la Zona Económica
Especial Lázaro La Unión, sin dar alguna otra opción de desarrollo para
nosotros.
Pero
lo preocupante del cuadro, es que ninguno de los diputados, ni locales ni
federales, se han manifestado a favor de sus representados.
Los
legisladores, cuando eliminaron la ZEE de Michoacán y Guerrero, enmudecieron
totalmente. Ni los diputados gallos de Morena, que son mayoría en el Congreso
local y Federal, y que se decían muy giros, dijeron algo. Se plegaron a las
decisiones del presidente.
Nada
dijeron los legisladores guindas de la Costa Grande, ninguno dijo esta boca es
mía.
Y
ahora, con la eliminación de los puentes largos ocurrió lo mismo: un silencio
total por parte de los diputados de la Costa Grande, y eso huele a corrupción, a
encubrimiento, porque aunque los de Morena digan que están combatiendo la
corrupción, son los que más se abrazan de la podredumbre.
Los
diputados locales y federales, cargan un silencio total acerca de los males que
padecen sus representados, y eso no sólo es en la Costa Grande, sucede en todo
el estado de Guerrero. Los diputados están tan callados, que hasta da temor,
porque si los miembros de la Legislatura pasada el periodo les pasó de noche, estos
canijos meros están retintos. No están representando a los ciudadanos y eso sí
es preocupante, porque no se había visto tanto abandono por parte de los legisladores,
ante tanta injusticia en contra del sector turístico, pues al eliminar los
puentes largos le pegan al bolsillo a los más necesitados.
Pero
ya merito vuelven al pueblo los diputados para pedir el voto para otro cargo. No
tardan en regresar, aunque algunos ya andan en franca campaña, dando
entrevistas y contando cuentos guajiros; y otros hasta se sienten con medio
cuerpo en las presidencias sólo por ser de Morena, porque sienten que volverán
a lograr la hazaña de ganar sin gastar un peso en publicitarse; y hasta se
mofan diciendo que no necesitan los medios para darse a conocer, que Morena es
la moda y sólo por eso van a ganarlo todo otra vez.
Aunque
parece que falta mucho para el 2021, mis estimados, el tiempo vuela y en
política todo puede pasar, pues no hay nada escrito.
Lo
único que no cabe en mi cabeza es que un político diga que Morena es la moda, y
que sólo por eso van a aganar los cargos, sin importar quién sea el que vaya a competir
por el partido guinda.
No
sé si el político fanfarrón lo dijo en serio o lo dijo de broma. Lo cierto, es
que los aspirantes por Morena a los cargos de elección popular en Guerrero,
andan ensoberbecidos, ni entre ellos se soportan, están como los perros
disputando un hueso que todavía no tienen en sus manos. Y son muchos los que se
enlistaron para disputar la presidencia en cada municipio de la Costa Grande; el
listado de pretendientes es largo. Lo raro de los aspirantes es que todos
pretenden disputar la presidencia de sus lugares de origen, y no desean las
diputaciones, ni local ni federal, porque a decir de los aspirantes, en las
cámaras ya no hay dinero como antes.
Sin
embargo, eso es cuento de los diputados para no apoyar a sus representados. En
los congresos todo sigue igual, ahí fluye la lana de borrego por montones; pero
los diputados dicen lo contrario para no compartir los chelines con sus
representados, porque para que vuelvan a llegar al Congreso va estar en ruso.
Sin
duda que cada acción tiene una reacción y el pueblo es sabio. Los cargos se
ganan en las urnas y no porque un partido esté de la moda, ya no falta mucho
para saber cuánto le cobrará la población a los diputados y alcaldes que
ostentan cargos y que aspiran a otro puesto. Los legisladores, sobre todo, son
a los que más les va a cobrar la sociedad su abandono, pues nunca sacaron la
cara por sus gobernados, pese al gran sufrimiento de la población ante una
espantosa inseguridad y violencia que azota a municipios y comunidades sin
piedad; a pesar de que hay cientos de familias desplazadas ante terribles
sucesos violentos. Siguen los matados, levantados y un largo etcétera.
La
gente, angustiada y atemorizada ante tanta violencia, depositó su voto y le dio
todo a Morena, para que no tuvieran impedimento alguno de ayudarlos; sin
embargo, resultaron peores que todas las Legislaturas pasadas. Nada han hecho a
favor de sus representados, los dejaron solos y seguirán solos el resto del año,
porque la mayoría de los legisladores pretenden buscar nuevos cargos. De ese
nivel es su ambición de poder.
Igual
sucederá con los alcaldes que sueñan reelegirse en las presidencias; esos
presidentes tienen menos suerte para conseguir la reelección porque la gente de
provincia no está acostumbrada a esos trotes de reelecciones-
Sin
embargo, todo puede pasar, pues en política no hay nada escrito, repito.
Hay
alcaldes que están trabajando bien y tienen contentos a sus gobernados, pero
los que no han hecho ni una obra y aparte se están dejando todo el dinero, -y ustedes
saben quiénes son esos alcaldes en la Costa Grande-, estos pagarán un alto
precio en las urnas.
Hay
varios alcaldes con cola larga y puntiaguda, que no digo sus nombres porque
tiene la piel muy sensible y los muy sinvergüenzas luego buscan demandar por
daño moral, diciendo que ofendemos su nombre. Y pues ahí tuerce la puerca el
rabo, no tengo quien me defienda, el Chapulín Colorado, ya no vive. Mejor no me
meto en camisa de once varas. ¡Feliz lunes para todos!