Ruth Tamayo Hernández
Se reúne Durazo con
gobernadores por inseguridad
“La
violencia crea más problemas sociales que los que resuelve; y, por tanto, no
conduce nunca a una paz permanente”: Martin Luther King.
Mis
estimados, volvió a reunirse el secretario Alfonso Durazo Montaño con
gobernadores, por el tema de la seguridad, asunto que deja mucho que desear para
el pueblo, pues no se ven resultados. Las autoridades no logran calmar el
avispero que tiene al México lindo y querido teñido de rojo y tirado al suelo.
Sin duda, es benéfico que se reúnan los
gobernadores con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso
Durazo Montaño; sin embargo, no parecen ocupados en el tema de la seguridad
algunos gobernadores, ya que le reclamaron a Durazo Montaño por la decisión del
presidente Andrés Manuel López Obrador, de exhibir públicamente a quienes no asisten
a las reuniones diarias de seguridad en los estados.
“Estamos
inconformes de que sigan exhibiendo a los mandatarios faltistas”, le dijeron.
¿Qué
tal? Dijera el gobernador bajacaliforniano, Jaime Bonilla, “lloran como puercos
atorados en un cerco”.
El
encuentro en la capital fue entre Durazo y los miembros de la comisión
Ejecutiva de Seguridad y Justicia de la Conferencia Nacional de Gobernadores
(Conago), quienes le presentaron al titular de la SSPC propuestas de
funcionamiento de mesas estatales para la construcción de la paz.
Nada
nuevo presentó la Conago, ni compromiso, ni resultados. Siguen con la misma canción
vieja de siempre. Mientras la violencia azota sus estados con furia, ellos se deslumbran
presumiendo planes que se quedan escritos en agendas caras.
Los
gobernadores pretenden la construcción de una agenda de colaboración entre la
Fiscalía General de la República (FGR), y los gobiernos estatales, para el
fortalecimiento de las fiscalías y procuradurías locales.
Esto
es un chiste de risa loca, nadie se traga ese cuento, es muy viejo y acedo,
además.
Las
instituciones federales y estatales, son donde se anida la peor corrupción que
tiene hundido al país en ríos de sangre. Los gobernadores también dijeron que
propondrán revisar los criterios de distribución de los recursos federales
destinados a seguridad pública en estados y municipios, mediante los fondos FISM,
Fortaseg y Fortamun.
El
Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP), y el Programa de
Fortalecimientos para la Seguridad (Fortaseg) estos dos son fondos federales
que se destinan a los estados y municipios, para apoyar a las distintas
dependencias de seguridad pública, para la prevención social de la violencia y
la delincuencia con participación ciudadana. Aquí entra el equipamiento, la
construcción de la estructura física, etcétera.
Sin
embargo, en su mayoría las dependencias de seguridad pública dan pena ajena,
son un cuchitril. Los rubros para la seguridad son jugosos, como el Fondo para
la Infraestructura Social Municipal (FAS)P, junto con el Fondo de Aportaciones
para el Fortalecimiento de los Municipios y las Demarcaciones de la Ciudad de
México (Fortamun), son los únicos del Ramo 33 que son ejercidos por los
municipios.
No
hay excusas, señores alcaldes, para meter el cuerpo entero a resolver el tema
espinoso de la inseguridad. Que por cierto, sigue siendo el talón de Aquiles de
los gobernantes, pues han hecho mucho ruido y pocas nueces. No hay resultados
en materia de seguridad; por el contrario, vemos los ciudadanos que el flagelo
avanza peligrosamente por el país, y sólo notamos cómo ascienden las
estadísticas de homicidios y feminicidios, secuestros, levantones, robos y
extorciones, por toda la República.
Sin
dudarlo, la violencia que vivimos en México, mis estimados, es un reflejo de la
actitud violenta de muchos menores, como la que recientemente vivimos, cuando un
menor de 11 años mató a su maestra y dejó otros heridos, para luego quitarse la
vida en una escuela de Torreón, Coahuila, usando dos armas de su abuelo.
Qué
terrible episodio; sin embargo, no es la primera vez que ocurre, sucedió también
en la capital del país y en colegio privado de Monterrey. Son noticias que no
se borran de mi mente, pues son sucesos que duelen en lo profundo del corazón.
Nunca imaginamos los mexicanos ver y escuchar tales noticias, que sólo veíamos
en los Estados Unidos, una nación que vende armas como si vendiera Sabritas,
pero no en México, donde según su servidora es difícil conseguir un arma.
Entonces,
somos los adultos culpables de la conducta violenta de nuestros hijos.
Según
la Fiscalía de Torreón, el menor tomo las armas de su abuelo. ¿Cómo ocurrieron
las cosas? El chico pidió permiso para ir al baño, y según testimonios, pasaron
15 minutos y el niño no regresaba. Entonces la maestra salió a buscarlo. Al
salir del baño, el menor se topó con la maestra. Él vestía pantalón negro y una
playera blanca que llevaba la leyenda “Natural Selection”, según es el nombre
de un videojuego. El menor llevaba en sus manos dos armas, una de alto calibre
y otra de bajo calibre, las cuales accionó afuera del baño sobre la humanidad
de la profesora, matándola en el acto.
También
dejó seis heridos: cinco alumnos y otro maestro, y después el menor se quitó la
vida.
Es
horrible recordar este triste episodio, me da escalofrío saber cómo un menor de
11 años pudo accionar las armas de la forma que lo hizo, pues no es fácil
disparar un arma y menos matar a personas, para eso se necesita mucho producto
de gallina y mucho tino.
Este
caso tiene que ser investigado a fondo, aunque haya muerto el menor, para que
no vuelva a suceder, pues algo grave ocurre en la mente de las nuevas
generaciones que viven violencia en la calle, en la casa y también en la
escuela. Y a eso agréguele la diversión de los menores, quienes pasan horas
frente al televisor y jugando videojuegos violentos, duermen poco por estar
jugando o frente al televisor, o navegando en redes sociales en su celular; y
los padres ni cuenta se dan de lo que hacen o viven sus hijos.
Según
expertos, eso videos juegos trastornan la mente de los jóvenes y con mayor
razón la de un niño.
No
quería recordar este incidente tan triste y doloroso, pero es necesario que
vuelvan los padres al cuidado de sus hijos. El gobierno que haga su parte y los
padres la suya. La Operación Mochila puede que no funcione tanto, pero en las
ciudades donde las escuelas son cerradas, deben implantarlo aunque digan que
violan los derechos de los niños. El nivel de violencia obliga a tomar medidas
extraordinarias.
Padres,
prohíban a sus hijos los videojuegos violentos pues enajenan la cabecita de sus
pequeños.
Lo
triste del cuadro es que hay un gran sector del país, en su mayoría niños
menores de edad, poseídos por estos malditos juegos. Quíteselos, quémelos, es
mejor verlo llorar cuando se lo quite, que llore usted cuando lo tenga en un
ataúd.
Este
hecho registrado en Torreón es una advertencia para las instituciones
educativas de todos los niveles en México, para que tomen medidas serias en
relación al tema de la inseguridad que ya llegó a los planteles, como reflejo
de lo que se vive en la sociedad y en las familias.
Los
maestros saben qué niños son violentos; entonces avisen a sus padres para que
los trate un especialista. Todos debemos tomar medidas de prevención para que
no sucedan nunca más esos sucesos en ningún lugar del país. ¡Feliz martes para
todos!