Ruth Tamayo Hernández
Mando civil a la Guardia
Nacional
Mis
estimados, el martes fueron aprobadas por el Senado de la República, las cuatro
leyes reglamentarias de la Guardia Nacional, en las que se pacta el mando civil
de los uniformados de esta corporación. Así mismo, se fijan los protocolos para
su atención, además de establecer los derechos de antigüedad y prestaciones de
los militares en tareas de seguridad pública.
También
se garantizan los derechos de quienes ingresan a la Guardia Nacional
provenientes de las Fuerzas Armadas.
Pero
amárrense el cinto para que no les duela la barriga, porque viene lo mejor del
tema de la Guardia Nacional. Apenas en el pasado mes de abril, medios
nacionales revelaron que estados y municipios, junto con la Federación,
tendrían la responsabilidad de pagar por las actividades de la corporación; sin
embargo, al otro día, en su entrevista mañanera, el presidente Andrés Manuel
López Obrador dijo que esa parte sí estaba contemplada, pero que él pediría que
fuera eliminada, a fin de que ni los estados ni los municipios tuvieran que
desembolsar nada cuando los guardias nacionales se movilizaran en sus
territorios.
Incluso,
en los primeros días de mayo, la jefatura de prensa del mandatario federal dijo
que ya tenían el dinero etiquetado para pagar a la Guardia Nacional, que recibirían
17 mil 200 millones de pesos para el arranque de operaciones de este año.
Hasta
el momento, dijo el presidente AMLO, se han liberado 4 mil millones de pesos
para pagar el sueldo de quienes serán reclutados.
En
esa misma entrevista expuso el presidente AMLO de dónde saldría el recurso para
la Guardia Nacional. Sin embargo, el pasado martes, día en que el Pleno del
Senado aprobó las cuatro leyes reglamentarias de la Guardia Nacional, el cuadro
económico para el pago de esta corporación se pintó diferente.
Cabe
hacer mención, mis estimados, que fueron modificadas casi un 70 por ciento de
las propuestas del Ejecutivo Federal, aprobándose así la Ley Orgánica de la
Guardia Nacional, la Ley para Uso de la Fuerza Pública, la Ley del Registro de Detenciones
y las modificaciones a la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad
Pública.
Con
esas modificaciones realizadas, resulta entonces que el financiamiento de la
Guardia Nacional quedó tal cual la propuesta original; es decir, que la
Federación, junto con las entidades federativas y los municipios, deberán
aportar para el sostenimiento de este cuerpo de seguridad.
Pues
ya valió chichi de iguana la Guardia en Guerrero. Y les hablo de la entidad
suriana porque cada quien sabe lo que carga en el morral; aquí hay regiones con
municipios jodidos, que no tienen recursos suficientes y apenas sobreviven con
los ingresos propios que llegan a esos ayuntamientos, pero luego los desvían
los alcaldes. Entonces, ¿de dónde canijos van a desembolsar la cantidad de
dinero que les toque para la Guardia esos presidentes? Y saldría lo mismo que
ahora, porque la mayoría de los ayuntamientos tienen una policía desnutrida,
con uniformes pajizos, mal pagados, mal comidos. Fea la cosa, pues, para que me
entienda. Y lo peor del cuadro es hay municipios que no tienen ni corporaciones
municipales, sea porque les inhabilitaron a los policías, sea porque de plano
son un puro membrete, con personas con uniforme pero sin certificación. Esto es
cierto y es muy grave.
¿Y
saben por qué no tienen dinero los ayuntamientos? Algunos, por razones obvias que ustedes ya
comprenden.
Además,
aprovecho para alertar a las autoridades estatales que en la víspera de las
lluvias, en varios municipios no cuentan con instalaciones de Protección Civil,
ni siquiera precarias; no hay, ni se tienen elementos capacitados. Lo que hay
son voluntarios y no tienen equipo para actuar en caso de desastres. Es bien
importante que tomen cartas en este asunto, sobre todo ahora que el gobernador Héctor
Astudillo Flores encendió el semáforo de alerta a todos los presidentes
municipales, pues en caso de desastres en sus municipios son los alcaldes los
principales responsables en caso de que se registre alguna tragedia.
Entonces,
señores presidentes municipales, manos a la obra y busquen recursos para
comprar equipo, al menos lo prioritario que se necesite en caso de una
contingencia y estar preparados. Es una recomendación, mis estimados, pues es
mejor prevenir que lamentar, y con estas altas temperaturas debemos estar
preparados para todo.
Seguimos
con la Guardia, ya que la zona centro del país que comprenden los estados de
Guerrero, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Veracruz, Edomex, CDMX y Morelos, está
catalogada la región con los índices delictivos más altos. Así lo reveló el
subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Leonel Cota.
El
funcionario aseguró que la Zona Centro del país se complicó en materia de
seguridad, por lo que es prioridad para la Guardia Nacional.
El
secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño, dijo por
su parte que los primeros estados que recibirán a la Guardia Nacional, entre
fines de junio y principio de julio, son los de la Zona Centro, a donde enviarán
450 y 600 guardias a cada región. Pues éxito a la Guardia y que venga lo mejor
para el México lindo y querido.
Una
de las leyes aprobadas por el Pleno del Senado es la que erradica el uso de la
fuerza letal contra manifestaciones y protestas, y se mantiene un irrestricto
respeto a los derechos humanos, habiendo un protocolo para combatir la
inseguridad en el país.
Ya
veremos, dijo un ciego.
Y
otro tema mis estimados, casi me desmayo de la emoción al ver los carrazos que exhibió
el presidente Andrés Manuel López Obrador, para la subasta que se realizará el
próximo domingo, y ese dinero se destinará a los municipios pobres para
invertirlo en obras.
Esos
autos “machuchones”, AMLO dixit, se los decomisó el gobierno federal a los
innombrables y a políticos corruptos. Entre ellos hay un Lamborghini Murciélago,
dos Porsches, dos Corvette, entre otros autos más de lujo.
Sin
embargo, viene la pregunta del millón: ¿Quiénes se animarán a comprar esos
autos?
Si
su servidora tuviera los chelines para adquirir un auto de esos, como decía
Manteco, un muchacho de mi rancho, ni loca los compro. Jojojo.
¿Y
que creen, mis estimados? Les hizo justicia la Revolución a los acapulqueños,
pues resulta que la Auditoría Superior del Estado (ASE), finalmente determinó
inhabilitar a tres ex funcionarios de la Comisión de Agua Potable y
Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA), del trienio del perredista Evodio
Velázquez Aguirre, entre los que están el ex director de la paramunicipal, Javier
Chona Gutiérrez, el cual tiene que reembolsar un total de 146 millones 922 mil
607 pesos, según revelo el auditor Alfonso Damián Peralta.
Los
otros ex funcionarios son el ex director de Finanzas y Administración,
Guillermo Adolfo Galeana Salas, y el ex director de Operación, Juan Antonio
Ramírez Valle.
Les
cayó la tartamuda a los ex funcionarios acapulqueños. Según datos, no se había
dado una resolución contra ningún funcionario. Es la primera vez que se mira
una situación de este tipo. Además que se exige a los ex funcionarios resarcir
el daño y deberán regresar lo robado.
El
director general como el de Finanzas, deberán resarcir 138 millones 2019 mil
607 y el ex director de Operaciones 8 millones 703 mil pesos. Igualmente los
tres quedan inhabilitados para ocupar cargos públicos en los que se maneja
dinero; el director por 10 años; el de finanzas por nueve años y seis meses; y
el ex director de Operaciones, por tres años, expuso el auditor Alfonso Damián.
En
las redes sociales se dijo que el ex presidente perredista, Evodio Velázquez
Aguirre, había sido inhabilitado para ocupar cargos públicos por la ASE, pero
no es cierto. La autoridad en ningún momento hizo mención del ex alcalde
porteño, no sean mala leche. Por eso Evodio de inmediato desmintió el rumor en
su perfil de Facebook. “Yo no he sido inhabilitado para continuar con mi vida
política y profesional, sigue la persecución y el revanchismo político contra
mi persona. ¡No me voy a dejar! Yo voy a seguir hablando de frente y con la
cara en alto a la ciudadanía de Acapulco”, señaló. ¿Qué tal?
Que
no olvide Evodio Velázquez que no hay quien escupa al cielo, que no le caiga en
la cara, eso reza un viejo pero bien viejo refrán.