CHILPANCINGO. Agremiados
a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG),
realizaron una marcha y lanzaron huevos contra la fachada del Congreso del
Estado, para manifestar su rechazo a la reforma educativa que promovió Andrés
Manuel López Obrador.
Los
maestros disidentes quemaron dos cajas que simbolizaban la reforma educativa de
Enrique Peña Nieto y la de Andrés Manuel López Obrador, y criticaron que los
diputados locales hayan aprobado “fast track y por consigna esa reforma
constitucional”.
La
marcha partió de sus oficinas ubicadas a un costado del ex Ineban; marcharon
por la avenida Rufo Figueroa, Lázaro Cárdenas y bajaron a la avenida Trébol Sur
donde se ubica la sede del Congreso.
Durante
el mitin, un grupo de manifestantes con el rostro cubierto bajó de un vehículo
una decena de casilleros de huevo y dos cajas forradas con papel blanco.
El
dirigente de la CETEG, Arcángel Ramírez Perulero, explicó que esa marcha se
enmarca en el segundo día de su jornada de lucha del paro de 72 horas aprobada
en el Congreso Nacional de su organización.
Reprobó
la nueva reforma educativa que promovió López Obrador a través de una
iniciativa que presentó en la Cámara Federal de diputados: “Manifestamos
nuestro desacuerdo en ver cómo se estaba aprobando, se dieron varias mesas de
trabajo, de interlocución con la SEP, con diputados federales, e hicimos
observaciones de que estábamos en desacuerdo”.
Aseveró
que no están de acuerdo porque con esa reforma educativa “nos están
manteniendo en un régimen de excepción laboral, acomodaron los diputados la
reforma laboral a la que desde el sexenio pasado se impuso y lo rechazamos en
la Asamblea Nacional”.
Agregó
que seguirán “dando esta lucha en todos los rincones del país donde
existan maestros dignos, porque esa reforma busca la intención de abrir las
puertas a la privatización de la Educación, y en eso estamos en contra”.
Luego
arremetió contra los diputados locales, quienes -dijo- deberían de haber hecho
un análisis de esa reforma aprobada por los diputados federales, y “aquí
no revisaron la ley, no la analizaron, no la debatieron, por consigna y de
manera rápida la avalaron”.
Condenó
también que los legisladores suspendieran labores en el Congreso por esa
manifestación, cuando “debieron habernos recibido si se dicen abiertos al
diálogo, (pero) están cerradas las puertas, y vamos a seguir exigiendo que se
haga lo posible por defender la educación pública”.
Adelantó
que ahora viene la construcción de las leyes secundarias de esa reforma
educativa, “en donde se definirá lo operativo de la reforma, y vamos a dar
la lucha en todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador; si lo hicimos con
Peña Nieto ahora lo vamos a seguir haciendo”.
Informó
que analizarán en sus asambleas regionales y la estatal, si al concluir este
paro de 72 horas inician un paro de labores indefinido, aunque señaló que por
las clausuras de fin del ciclo escolar lo considera complicado, pero que se
deja abierta la posibilidad de iniciar ese paro al inicio del próximo ciclo, en
agosto.
En
cuanto concluyó la intervención de Ramírez Perulero, otro maestro tomó la
palabra: “aquí les dejamos una muestra a los diputados de lo que les
faltaron”, y enseguida otros maestros tomaron los huevos y los lanzaron
hacia la fachada del Congreso del Estado.
Otros
acercaron las dos cajas forradas con papel blanco, que explicaron representaban
las reformas de Peña Nieto y López Obrador, y les prendieron fuego en señal de
rechazo.
En
el mitin intervinieron las trabajadoras despedidas del Conafe, quienes dieron a
conocer que a una semana de haber tomado sus oficinas no hay ningún diálogo
para atenderlas, y denunciaron una “política laboral criminal del gobierno
de López Obrador”, y anunciaron que este viernes volverán a marchar en
esta capital.
A
unos 300 metros del Congreso, sobre la lateral del bulevar, en el parque La
Avispa, estaban al menos elementos antimotines en 13 camionetas de la Policía
del Estado, para intervenir en caso de que así se requiriera.