Unidos y organizados por un México Fuerte

Armando Ríos Piter

Comienza un nuevo año. Para el 2021 la gente tiene esperanzas renovadas. La encuesta dada a conocer por Reforma el pasado 1º de enero muestra que hay una importante expectativa en que el 2021 traerá una mejor situación económica (70%) y al mismo tiempo 53% de los encuestados cree que este año los salarios en el país mejorarán, frente a un 28% que piensa lo contrario. Por otro lado, respecto a la vacuna contra el Covid-19, la confianza esta dividida; un 48% confía mucho o algo, mientras que un 46% confía poco o nada.

El 2020 se caracterizó por la falta de acuerdos sobre como atender el tema económico y sanitario en nuestro país. ¿Podremos dejar a un lado las diferencias? En un año electoral se ve difícil, mas no imposible. Por lo pronto, la citada encuesta señala que la mayoría (53%) ve más fuerte al partido gobernante que a la alianza opositora PRI-PAN (24%). Al mismo tiempo creen que el presidente López Obrador debe centrarse en la recuperación económica y laboral (42%), por encima de frenar la propagación del coronavirus (36%).

Una vez más, se corre el riesgo de que la sociedad sea presa del torbellino de críticas y señalamientos entre candidatos, que sólo crispan y tensan los ánimos, pero que poco ofrecen para verdaderamente resolver los problemas de fondo. Es muy probable que la competencia entre partidos profundice las diferencias que hoy imperan en México. Sin embargo, no debemos perder de vista que 2021 será un año decisivo en la reconfiguración geopolítica mundial. La excesiva atención a la coyuntura local, puede hacernos perder de vista oportunidades y retos globales que se abren con el nuevo año.

Vale la pena revisar la reciente publicación de la revista The Economist, en la cual expone las diez cosas a las que hay que poner atención en el mundo en el 2021: 1) La lucha por las vacunas; 2) La recuperación mixta de la economía; 3) El remiendo del nuevo “desorden mundial”; 4) El incremento de tensiones entre los Estados Unidos y China; 5) Las compañías en la primera línea; 6) La post tec-celeración; 7) Un mundo menos “suelto”; 8) Una oportunidad alrededor del cambio climático; 9) Un año de déjà vu; 10) Una llamada preventiva para otros riesgos. 

El 2021 será un año en el que se redefinirán muchos roles. Por ello, las preguntas surgen: ¿Cómo aprovecharemos los espacios que abre la creciente tensión entre nuestro vecino del norte y el gigante asiático? ¿Cuál será el rol que jugaremos como país en el reacomodo global? O ¿Qué papel debemos tomar frente a los problemas ambientales del planeta? Para darles respuesta seria y con visión de largo plazo, México requerirá cohesión interna, liderazgo y organización. No debemos permitir que la dinámica electoral nos genere miopía.

Ante la grave polarización que vivimos diariamente, el reto es promover la convivencia entre grupos confrontados. Respetar al que piensa diferente, entender al que opina y actúa de manera distinta será indispensable para encontrar soluciones a problemas comunes. Ponernos por encima de las diferencias para construir un proyecto nacional que nos unifique.

De igual forma, debemos explorar nuevas rutas de organización social, especialmente aquellas que nos permitan enfrentar los problemas heredados por la pandemia y que aún continúan. La caída en el empleo y los salarios, junto con los problemas de acceso a alimentos que se viven en amplias zonas del país, implican una importante área de oportunidad para generar nuevas dinámicas de acción colectiva.

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