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SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Lo que nos faltaba. Luego de un largo proceso electoral muy accidentado, en la que la constante fue primero la diatriba entre los aspirantes al interior de los partidos políticos pero también hacia afuera, y luego de 90 días de campaña también bastante llena de excremento político de propios y extraños, lo que nos faltaba, repito, es el recuento de voto por voto casilla por casilla (AMLO 2006 dixit).

La decisión la tomaron argumentando que el Programa de Resultados Preliminares (PREP), se le cayó al IEPC, de modo que no se pudieron conocer a tiempo las tendencias.

Esto es verdad. El costoso sistema de 38 millones de pesos falló desde antes de comenzar, pero eso ya lo sabían priístas, perredistas y de todos los partidos. Sin embargo, eso no implica ni es motivo para que se abran los paquetes electorales, que están en este momento ya resguardados en las sedes distritales, y que fueron contabilizados el día de la jornada con oportunidad.

Es decir, que aunque el PREP falló hacia el exterior, no falló hacia el interior, porque según explicaron los del IPEC desde antes de la elección, es que sí se recibían los reportes, pero que había el problema de que no se reflejaban en la pantalla hacia el público.

Los que saben de informática podrán decir si eso es posible o fue un mero pretexto para darnos a conocer a cuenta gotas la información, o si lo que ocurrió fue que contrataron a bisoños para realizar ese programa, para ahorrarse algunos centavos.

Quién sabe, pero lo que provocaron fue algo que esta cansada entidad ya no toleraría más, porque lo que sigue es ponernos a trabajar con lo que cada quien tenga. En el caso del puerto de Zihuatanejo, ya tenemos el resultado. Jorge Sánchez Allec logró la reelección y ahora toca enfocarnos a recibir la temporada vacacional de verano a todo lo que da, con nuestro semáforo verde recién estrenado, porque estamos apenas en la tercera semana de esta bendición.

El IEPC y el INE causaron zozobra entre los partidos, que no entre los ciudadanos, porque acá abajo sabemos cómo estuvo la elección. Simplemente hubo un voto muy razonado y se cumplieron los pronósticos que teníamos: que a nivel estatal el triunfo sería de Morena, y que la diferencia estaría en distritos y municipios.

¿Por qué entonces meternos a todos en la indefinición de una elección que ya de por sí fue dramática?

Según el diputado Rubén Cayetano García, a la hora del recuento de votos en los distritos, se abren solamente los paquetes que muestren inconsistencias. Es decir, que el acta de la carátula no coincida con el acta que tienen los representantes de los partidos. Es en ese momento cuando el representante del PRI-PRD podrá pedir que se abra el paquete y se recuenten los sufragios.

Eso está estipulado en la ley.

En cuanto a una apertura general de paquetes, sólo se puede hacer si la diferencia entre los contendientes es de 1 por ciento o menos, cosa que no creo que sea el caso.

En aquel 2006, cuando AMLO pidió el voto por voto casilla por casilla, es porque había evidencias de inconsistencias. Pero, sobre todo, porque la diferencia entre él y Felipe Calderón Hinojosa era muy raquítica.

No se vale, entonces, que para enderezar al jorobado que ellos mismos provocaron, Héctor Apreza Patrón y Alberto Catalán Bastida, dirigentes del PRI y del PRD, respectivamente, ahora estén montando al candidato de la coalición en puercos pintos, diciéndole que es posible que los números se reviertan.

En este momento cada partido tiene ya las actas distritales en mano, y con eso fue que Ángel Aguirre Rivero dijo que perdieron y que debían aceptar los resultados con decoro.

Obviamente, eso le fue tomado a mal y ayer el ex gobernador reculó, diciendo que apoya a Mario en su exigencia del recuento de votos.

Claro que lo dicho por Aguirre en sus redes sociales fue de mal gusto, pero si lo dijo es porque tenía la certeza de que así fue. De otro modo, jamás se habría atrevido a escribir semejante cosa, sino todo lo contrario, porque al fin y al cabo si Mario gana, ganan sobre todo los que lo apoyaron.

Esto también contrasta con la versión del gobernador, Héctor Astudillo Flores, en el sentido de que la elección fue limpia y que se presentaron problemas menores. Y así fue.

Salvo el robo de 4 paquetes en Tlapa, lo demás fue en orden. Esos paquetes, además, fueron debidamente contados y los partidos tienen las actas, por los que basta con sujetarse a lo que las actas digan, como dicta la ley, para tomarlos en cuenta.

Todo en este momento es un albur. Este miércoles comienza el cómputo oficial. Veremos si el IEPC cede a la exigencia del PRI-PRD, o se apega a la ley.

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