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SOS COSTA GRANDE

(Misael Tamayo Hernández, in memóriam)

Por fin, el ex líder del partido Movimiento Ciudadano en Guerrero, Luis Walton Aburto, dejó atrás la guerra sucia y la confrontación que lo caracterizó en los últimos 3 meses, cuando se dijo ganador de la encuesta en el proceso interno de Morena para seleccionar al candidato a gobernador, llegando incluso a interponer un juicio ciudadano contra Morena, el partido que lo acogió como candidato externo tras su renuncia al partido naranja.

Tanto Walton como Pablo Amílcar han estado estresando a Morena y exponiendo al partido lópezobradorista a la ruptura, al grado de que los aliancistas están afirmando que ganarán esta contienda, pues “caballo que alcanza gana”, y en este caso la guerra sucia contra Félix Salgado Macedonio lo hizo retroceder algunos puntos porcentuales en su preferencia electoral, mientras que al candidato del PRI, Mario Moreno Arcos, aumentó en la misma proporción.

Esta semana, de hecho, el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, el principal cerebro de la alianza PRI-PRD, auguró que el triunfo para Moreno Arcos está asegurado y se dará de abajo para arriba, basándose en que ambos partidos tienen una muy aceitada estructura electoral, voto duro y, por supuesto, experiencia electoral.

Pero el movimiento de Walton no es casual, pues resulta que se da en medio del rumor de que este fin de semana Félix Salgado Macedonio estaría renunciando a su candidatura, para dar paso a otro de los precandidatos, que bien puede ser el ex emecista, o bien una mujer, de entre las que compitieron en la interna, como Adela Román Ocampo y Beatriz Mojica Morga.

Por supuesto, fue un rumor que ayer estuvo circulando durante todo el día, y que el delegado Salomón Jara potenció al decir que Félix Salgado Macedonio estaba enfermo, y que por ello no había aclarado la denuncia que está abierta en la Fiscalía General de Justicia del Estado, por el presunto delito de abuso sexual.

Para colmo, el gobernador Héctor Astudillo Flores hizo declaraciones en torno a la reyerta que se suscitó entre felixistas y feministas en Iguala, en el marco de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, señalando que está en contra de la violencia, y señaló que respaldaba a la líder feminista Yolitzin Jaimes Rendón, quien se llevó un golpe en la ceja derecha cuando se confrontó con una de las seguidoras de Salgado Macedonio, quienes se organizaron para opacar la manifestación en contra del precandidato morenista al gobierno del estado.

Pero lo que dijo el gobernador Astudillo y que fue de más peso, es que la Fiscalía ya debe informar de los avances que se tiene por el delito que se le imputa a Salgado Macedonio, para que se termine de una vez por todas con la incertidumbre y la desinformación.

Y así sucesivamente, desde ayer también el candidato priísta, Mario Moreno Arcos, y el propio PRD, deploraron la violencia contra las opositoras a la candidatura de Salgado Macedonio, señalando que ese será su estilo de gobernar.

El gobernador tiene razón y es lo que la sociedad ha venido pidiendo, que sea la Fiscalía la que ya no le dé más largas al asunto y determine si Félix es culpable de lo que se le acusa o, como dice su abogado, es víctima de un complot que comenzó en 2016 con un juicio laboral de parte de la mujer que fue presuntamente violada en 3 ocasiones, siendo empleada de La Jornada Guerrero, propiedad del candidato morenista, y quien pedía su reinstalación en el medio, algo que parece un sinsentido pues se trataría de volver a donde su agresor.

Éste es el único juicio abierto, cabe decir, pues el de Basilia Castañeda quedó desechado por la misma Fiscalía, organismo que prometió que estaría informando de las actuaciones del caso vigente, instalado en enero de 2017, pero que durante casi 4 años durmió el sueño de los justos, hasta que el ex fiscal Xavier Olea Peláez lo desempolvó justamente el día que comenzó el proceso electoral, el 10 de noviembre pasado.

Por eso se habla de una reunión entre Olea, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros y el senador Manuel Añorve, en casa de un pariente de la diputada Mariana Guillén, donde se habría tramado soltarle a Félix Salgado la denuncia que quedó abierta en aquellos años, y que no se judicializó porque dijo Olea que se le impidió hacerlo, refiriéndose al gobernador.

En resumen, es urgente que la Fiscalía informe de sus avances, para que las feministas sigan o se aplaquen, pues lo que veremos en la campaña será más de lo que ya vimos en Iguala: batallas campales entre mujeres, unas agrediendo al candidato morenistas, y otras defendiéndolo.

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