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ACAPULCO. Al retroceder Guerrero al semáforo epidemiológico naranja, la desocupación laboral podría representar una debacle económica para el estado, consideró Jesús Rivera Rojas, presidente de la Asociación de Bares, Discotecas y Restaurantes de la Costera Miguel Alemán, quien pronosticó la pérdida de 6 mil empleos directos y 20 mil indirectos en lo inmediato, lo que se cuadruplicaría si el semáforo se mantiene después del 8 de agosto.
El dirigente empresarial aseguró que propietarios de establecimientos nocturnos en Acapulco han cerrado ante la disposición oficial de cierre a las 23 horas en virtud de que “la gente mejor se queda en sus hoteles o en sus casas pues ¿quién va a querer venir a Acapulco para quedarse en los hoteles o en los condominios?”.
Rivera Rojas indicó que el haber pasado al semáforo verde fue una invitación a la gente “para salir a la calle porque la gente pensó que la pandemia ya se había acabado; mejor lo hubieran dejado en naranja permitiéndose la actividad económica. Así, lo que hicieron fue erróneo”, aunque entrevió que también fue una estrategia para que la gente saliera a votar en la elección del pasado 6 de junio pese al riesgo de que la pandemia de Covid-19 aún no había sido controlada.
“Ni se puede ni se debe jugar con el semáforo epidemiológico”, aseguró.
El dirigente empresarial reprochó que, una vez más, el sector económico formal ha sido golpeado por estas decisiones de retroceder al naranja, mientras que “el transporte público y los mercados siguen concentrando mucha gente y no hay quien controle los aforos; tal pareciera que (las autoridades) quieren dar la impresión de que los negocios nocturnos provocan el contagio, cuando también durante el día la gente anda en la calle sin tomar las medidas (sanitarias) obligadas”.
Respecto de la pérdida de empleos, Rivera Rojas indicó que “a los empresarios no les conviene mantener la misma plantilla de trabajadores cuando tienes que cerrar a las 11 de la noche y pagarles a todos como si fuera día normal; (las autoridades) al tomar esa decisión, no tomaron en cuenta que además de vivir al día, esos empleados sostienen la economía de las taquerías, del transporte público y de otras actividades que dependen de lo que gasta el trabajador”.
Vaticinó que de traspasar el 8 de agosto con el mismo color (naranja), “el desplome se va a cuadruplicar y ningún gobierno ha lanzado un programa emergente económico para los trabajadores. La situación se va a poner fea”, finalizó. (NOTYMAS)