ELIUTH ESPINOZA
“Bacheo urgente” requiere la carretera de acceso a la comunidad turístico-arqueológica Soledad de Maciel, en el municipio de Petatlán.
Mejor conocida como La Chole, la localidad se ubica a unos 3.7 kilómetros de la carretera nacional Acapulco-Zihuatanejo, a la altura de Palos Blancos.
Desde el entronque se observan agujeros y fallas en la capa asfáltica. Adentrándose al acceso vecinal a la zona arqueológica, se vuelven más notorios los desgastes del material de construcción.
Datos recabados de manera extraoficial en La Soledad de Maciel, arrojan que un estimado de 20 turistas extranjeros acuden al lugar diariamente durante la vigente temporada.
La semana pasada hubo días en los que entraron grupos de hasta 40 excursionistas para recorrer tanto el museo como la pirámide y cancha deportiva ancestral.
En su gran mayoría, los paseantes internacionales conocen La Choque como parte de las actividades que les ofrecen las agencias de viaje. El turismo nacional y local también acude, aunque en menor medida.
El automovilista Maciel se quejó del estado y la imagen del acceso vial al sitio arqueológico: “el lugar es impresionante, pero la carretera se debería mejorar”.
La Chole se sitúa a 8 kilómetro hacia al oeste de Petatlán y a 25 kilómetro al oriente de Zihuatanejo. Se accede por la Carretera Federal 200 Acapulco-Zihuatanejo.
En el tramo Petatlán-San Jeronimito se toma el camino vecinal a Soledad de Maciel, en la margen sur del tramo carretero. El Museo de Sitio y Zona arqueológica se ubican a 3 kilómetros del acceso.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) define en la última actualización de la página gob.mx que el nombre del sitio fue develado en el año 2009 por las excavaciones sistemáticas en el Juego de Pelota donde se localizó un grabado identificado en las fuentes del siglo XVI como el topónimo “Xihuacan”, vocablo náhuatl que significa “los que poseen la turquesa” o “los que poseen los años”.
La antigua ciudad de Xihuacan fue
el principal centro religioso Cuitlateca, su territorio cubrió la actual Costa
Grande de Guerrero y la Sierra Madre del Sur, comprendida entre los actuales
municipios de Petatlán y Zihuatanejo. El área fue conocida como el
Cuitlatecapan, “señorío de los cuitlatecas”, grupo que habitó este lugar desde
el año 2500 a.C. y que al siglo XVI abarcaba una gran extensión territorial,
desde la Costa hasta Tierra Caliente.