Ruth Tamayo Hernández
Contaminación por causa de incendios, otra calamidad
“Se puede vivir dos meses sin comida y dos semanas sin agua, pero sólo se puede vivir unos minutos sin aire”. Reflexionemos. El calentamiento global es algo con lo que tendremos que luchar la humanidad en su conjunto.
Mis estimados, sin duda toda actividad humana produce en nuestro planeta un impacto ambiental que hace inviable la vida en la tierra. Esto ha ido creciendo en los últimos años debido al fenómeno del calentamiento global, y la cada vez más alarmante escasez del agua.
Por eso, activistas, organizaciones sociales e incluso empresarios, entre otros, promueven el cuidado de la tierra como recordatorio de la importancia de proteger el medio ambiente.
Cada vez son más personas que se pronuncian públicamente a favor de la sustentabilidad. La finalidad es disminuir el impacto ambiental, pues nos cayó como una bomba cuando la Organización de las Naciones Unidas (UNO), alertó que la humanidad tenía hasta 2030 para poder soportar los rayos del sol, debido al calentamiento global.
Los sociólogos también exponen que la humanidad se encuentra en peligro de extinción, y que después de esta pandemia nada será igual en la tierra.
Y vaya que tienen razón los expertos; sin embargo, a los gobernantes no parece ocuparles el tema del calentamiento global, y como dice el refrán, cada quien habla como le va en la feria.
Hablaremos del estado de Guerrero, donde -para no variar-, los incendios que año con año se repiten, este año parece que serán incontrolables.
Las consecuencias de un incendio son demoledoras en términos ambientales, sociales y climáticos, pues se aumenta la temperatura global. Y en Guerrero ya es costumbre que los campesinos quemen los tlacololes o residuos de sus cosechas, para preparar la tierra para sus siembras, pero provocando con ello infinidad de incendios forestales a lo largo y ancho de la entidad.
Simplemente las autoridades no han podido controlar esta costumbre, ni hacer que los núcleos campesinos acaten las instrucciones de quema.
Mis estimados, tómennos en serio el cambio climático. Al menos en lo que a usted le corresponde, tome un tiempo para revisar la temperatura del planeta, pues en la Tierra Caliente rebasa los 50 grados y en la Costa Grande hemos llegado a los 40 grados, es insoportable el calor.
Estamos viviendo una situación peligrosa porque la gente está encerrada en casa y hay varios incendios en las zonas agrícolas y serranas, que están llegando a las ciudades de la costa, con los consiguientes estragos en la salud pública, y en plena Fase 3 del Covid-19.
El humo en Acapulco y otros pueblos es ya evidente, y eso desatará enfermedades respiratorias, y hará que la gente que padece asma y otros padecimientos pulmonares, se enfermen y vayan a los hospitales, donde en este momento deben estar enfocando todos sus esfuerzos a la contención del Covid-19.
La gente no puede enfermarse ahora, porque no asisten a las clínicas por temor al contagio del Civid-19. El humo afecta las vías respiratorias, hay muchas personas con gripa y otras sufren de asma; además, en el centro de Zihuatanejo el domingo el olor humo era insoportable y el aire esparció ceniza hasta las casas.
El problema es que ninguna autoridad pone un alto a las personas que provocan los incendios, sean por trabajo o de manera intencional.
Si bien es cierto que queman para sembrar, también deben asesorarse y organizarse para evitar esos infiernos que dañan el medio ambiente, destruyendo bosques. Y la neta no está las cosas como para seguir echándole fuego a la tierra. Miren porqué se los digo: No soy ave de mal agüero ni tampoco quiero decir con esto que salgan de sus casas, sólo voy a compartir el punto de vista de un sociólogo: El coronavirus existe, es peligroso que usted juegue al valiente, quédese en casa, hagamos caso a las autoridades.
Su servidora, pensó siempre que el plan del Covid-19 era para reducir el cambio climático que ya había subido demasiado y arruinó el medio ambiente; incluso para la sociedad ya es insoportable el calentamiento, quedan pocos años para achicharrarnos y algo tenían que hacer las grandes potencias mundiales para disminuirlo. Y por eso creo en la hipótesis del sociólogo Jeremy Rifkin: Expone que todo lo que está ocurriendo al mundo en relación al Covid-19, se deriva del cambio climático. Él asegura que a ningún gobernante del mundo lo agarró por sorpresa el Covid-19, que todo lo que está ocurriendo se deriva de una estrategia global para detener el cambio climático, pues estamos ante un problema gravísimo de extinción humana, y que la gente no lo sabe.
Les comparto un texto de la entrevista. A la pregunta ¿cuál cree que será el impacto de la pandemia del Covid-19 en el camino hacia la tercera revolución industrial?, respondió: “No podemos decir que esto nos haya cogido por sorpresa. Todo los que nos está ocurriendo se deriva del cambio climático, del que han venido advirtiendo los investigadores y yo mismo desde hace tiempo. Hemos tenido otras pandemias en los últimos años, y lanzamos advertencias que algo grave podría ocurrir. la activad humana ha generado estas pandemias porque hemos alterado el siglo del agua y el ecosistema que mantiene el equilibrio en el planeta. Los desastres naturales, pandemias, incendios, huracanes, inundaciones, van a continuar porque las temperaturas en la tierra siguen subiendo porque hemos arruinado el suelo. Hay dos factores que no podemos dejar de considerar: el cambio climático provoca movimientos de población humana y de otras especies; el segundo es que la vida animal y la humana se acercan cada día más como consecuencia de la emergencia climática y, por ello sus virus viajan juntos. añade el sociólogo, es esta una buena oportunidad para extraer lecciones y actuar en consecuencia, después de esto ya nada volverá a ser normal. Esta es una llamada de alarma en todo el planeta, lo que toca ahora es construir las infraestructuras que nos permite vivir de una manera distinta, debemos entender que estamos en una nueva era. Si no lo hacemos, habrá más pandemias y desastres naturales, estamos pues ante la amenaza de una extinción”.
Siguió diciendo Jeremy Rifkin: “Hemos creado una civilización entera basada en el uso de fósiles. Hemos utilizado tanto recurso que ahora estamos recurriendo al capital de la tierra en vez de obtener beneficios de ella. estamos usando una tierra y media cuando solo tenemos una. Hemos perdido el 60 por ciento de la superficie del suelo del planeta; ha desaparecido y se tardará miles de años en recuperarlo. Estamos realmente ante un cambio climático, pero también a tiempo de cambiarlo”.
El sociólogo alerta que las consecuencias del cambio climático se irán agravando con el tiempo. Expone también que somos el planeta del agua, nuestro ecosistema ha emergido y evolucionado a lo largo de millones de años gracias al agua. El ciclo del agua permite vivir y desarrollarse.
“Y aquí está el problema: por cada grado de temperatura que aumenta como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero, la atmósfera absorbe un 7 por ciento más de precipitaciones del suelo y este calentamiento las fuerza a caer más rápido, más concentradas y provocando más catástrofes naturales relacionadas con el agua. Por ejemplo, grandes nevadas en invierno, inundaciones en primavera por todas partes del mundo, sequías e incendios en todas las temporadas de verano y huracanes y tifones en otoño, barriendo nuestras costas. Las consecuencias se irán agravando con el tiempo. Nos enfrentamos a la sexta extinción y la gente no lo sabe. Los Científicos dicen que van a desaparecer la mitad de todos los habitantes y animales de la tierra en ocho décadas. Ese es el marco en el que estamos, nos encontramos cara a cara con una extinción en potencia de la naturaleza para la que no estamos preparados”, advirtió.
Al escuchar la entrevista recorrí mi mente a los años 70, cuando no había luz en mi rancho. Eres feliz sin electricidad; sin embargo, era indispensable contar con ese recurso. Con la llegada de la electricidad cambió el ritmo de vida de la sociedad, cambió todo el entorno, incluso la misma humanidad, pues de ahí se genera todo lo demás.
Pues ahora con el tema de las redes sociales estamos viviendo una nueva era, casi una vida loca, inimaginable, incomprensible para muchos, pero existe y tenemos que entrarle a esa era.
Incluso la forma de hacer negocios también será distinta en este tiempo, por eso dicen varios expertos que después del coronavirus nada será igual para nadie, para ningún empresario ni chico ni grande, menos para los hogares, porque se acabó el empleo, no hay nada que pueda asegurar un empleo, pues hay más de 2 millones de desempleados.
Entonces, un pronóstico aterrador espera a las familias mexicanas, pues también para los destinos de playa el presagio es aterrador. Los puertos lucen desérticos, por eso desde ahora el gobierno en sus tres niveles debe preparar un plan para rescatar a los destinos turísticos del estado de Guerrero. Tienen que enfocarse en lo que van a hacer para levantar los destinos de playa, porque son como una empresa: si se dejan caer tres meses, será muy difícil levantarlos. Deben comenzar con estrategias para que cuando termine la cuarentena, ellos echen a andar ese plan que ya deben tener casi listo, para los destinos de la entidad, pues no son un secreto las pérdidas económicas del sector en el municipio, estado y país.
En sí, la crisis económica es mundial, sólo que en México la sentimos más feo por nuestra condición de pobreza.
¡Feliz lunes para todos!