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Palabra de Mujer

Ruth Tamayo Hernández

Todo incluido amenaza economía local en Ixtapa-Zihuatanejo

“Quienes más sufren en una crisis son quienes no jugaron ningún rol en crearla”: Joseph Stiglitz.

Todo incluido en paquetes turísticos, mis estimados, es una estrategia comercial que amenaza con la economía local. No sólo está en contra de la industria restaurantera, sino que va en contra de la economía local en general, ya que las tiendas departamentales, mercados de artesanías, bares, discotecas y minisúpers quedan en medio de los paquetes que ofrece el sector hotelero, mediante el cual acaparan todos los servicios.

El todo incluido tiene al borde de la quiebra la economía de estos pequeños empresarios turísticos, y también se suma la pérdida de empleos, pues el plan todo incluido incluye alimentos y bebidas, además de hospedaje.

Incluso hay hoteles que tienen uno o dos restaurantes, así como cuentan con bares, discotecas y mini bares, que la gente puede disfrutar sin salir del complejo turístico.

Adjuntan, además, otros servicios como actividades deportivas y de animación.

Para que me entienda mejor, es una ciudad dentro del complejo turístico que paga el turista mediante un paquete denominado “Viaje Todo Incluido”, mejor conocido como VTP.

Entonces, al contratar estos paquetes, los visitantes ya no consumen nada fuera del hotel, aunque salgan a conocer los puertos.

El todo incluido es un proyecto europeo que en su tiempo resultó exitoso en esas naciones; y lo crearon para dar realce a los destinos turísticos europeos que estaban lejanos de las ciudades, para que fueran de vacaciones turistas de todo el mundo, pues eran pocos los que visitaban esos destinos.

Para eso se organizó ese plan turístico de todo incluido, de modo que los vacacionistas compraban su paquete que incluía todo, ya no gastaban dinero en su trayecto, pues ya incluía todo su paquete, incluso transporte y hasta visitas guiadas a los lugares más importantes.

Aunque es digno de reconocer que el plan tuvo mucho éxito en aquellos destinos turísticos, al grado que lo copiaron otras naciones, entre ellas México, el VTP no deja de tener sus puntos oscuros y un marcado lado negativo.

El primer destino que adoptó el todo incluido fue Cancún; le siguió la Riviera Maya e Islas Mujeres, entre otros. Y finalmente lo adoptaron los destinos tradicionales, como Acapulco e Ixtapa-Zihuatanejo.

También hay que decir que el todo incluido llevó a la quiebra al comercio local en el puerto de Cancún. Esa es la queja de las cámaras, aunque expertos en la materia señalan que lo que quebró a aquel destino turístico fue la inseguridad y violencia que azota hasta ahora a ese destino del Caribe mexicano.

No obstante, los empresarios y las cámaras de ese puerto culpan al plan todo incluido de convertir al destino de Cancún en un puerto turístico de autocaravanas y baratero, un turismo social que no deja dinero, sólo basura.

Por eso el presidente de la Asociación Civil de Colonos y prestadores de Servicios Turísticos de Playa Las Gatas, Roberto Bustos Olea, así como la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) de Zihuatanejo, Rebeca Farías Salazar, ya pegaron el grito al cielo.

El primero dijo que el todo incluido los obliga a cobrar consumo mínimo al turista, pues llegan a la playa los vacacionistas y no consumen, pues tienen comida y bebida en el hotel.

Por su parte, Rebeca Farías comenta que llegan a su restaurante turistas que consumen un par de bebidas para estar todo el día en el lugar.

Los dos empresarios, de la Isla y las Gatas, Dos Playas, bellísimas ambas y que todo turista quiere visitar, se quejan de que los visitantes no consumen los platillos fuertes, y que sólo compran un par de refrescos y con eso quieren quedarse en las instalaciones del restaurante todo el día y usar los baños.

Sin embargo, para regular el VTP, antes que quiebre la economía local, la CANARIC principalmente, las Asociaciones de Servicios Turístico y civiles, y hoteleros del centro, tienen que hacer algo.

Incluso los regidores pueden asesorar a los dirigentes de las cámaras para llevar la propuesta a los diputados locales o a la Comisión de Turismo, para que ésta lo plantee al pleno Congreso mediante una iniciativa en la que pidan regular el todo incluido.

Y es que donde se debe regular este plan es el Congreso local. Los diputados locales, a petición de las cámaras, deben actuar. Aquí no tiene que ser el presidente municipal ni el director turismo, sino que se debe organizar toda la industria turística, los presidentes de las cámaras junto con sus agremiados, debe juntarse y actuar unidos para defender su chuleta.

En Ixtapa puede que no sea difícil pues son pocos hoteles y pueden regularlos, de manera que queden ajustados con un porcentaje que no pase, por ejemplo, de un 35 por ciento de la oferta hotelera total del destino turístico, bajo la modalidad de VTP.

Esto en Ixtapa, porque es chico. Pero no se puede pedir lo mismo al destino turístico de Acapulco, donde ya no es secreto que ese plan de todo incluido, junto con la inseguridad y violencia, acabaron con el puerto acapulqueño tradicional. Y hoy mantiene a Acapulco el otro destino turístico denominado Punta Diamante.

Por cierto, el secretario de Gobierno, Floreció Salazar Adame, se dio una agarrada en redes sociales con el ex candidato presidencial por Nueva Alianza, Gabriel Quadri de la Torre, quien se puso a decir que los guerrerenses acabaron con Acapulco, como principal polo turístico de Guerrero.

Quadri de la Torre público también a través de su cuenta de Twitter una crítica al gobierno de Oaxaca por el corredor turístico de Puerto Ángel-Zipolite-Mazunte y se refirió de mala manera a Guerrero.

En su publicación, Gabriel Quadri sostuvo que si Oaxaca “no cuida, invierte, y ofrece infraestructura, servicios públicos, regulación e imagen urbana, matarán a una potencialmente muy productiva gallina de los huevos de oro en el corredor Puerto Ángel- Zipolite-Mazunte, igual que los guerrerenses acabaron con Acapulco”.

Por esa publicación, Salazar Adame le contestó a quien fuera candidato presidencial de Nueva Alianza en las elecciones de 2006: “Acapulco (como puerto turístico) cumplió su ciclo. Por eso el gobernador (José Francisco) Ruiz Massieu impulsó el desarrollo de Punta Diamante y la (construcción de la) Autopista del Sol”. Para ponerlo al día y atraer turismo por carretera del centro de país.

Y el Quadri se rajó, ya no contestó el hijo la guayaba podrida. Si no ayudan a Guerrero, que no afecten.

Seguimos con el tema; decíamos que por el turismo como principal fuente la economía del estado de Guerrero, se mantiene a flote; y la entidad se encuentra entre los estados que registran mayor crecimiento económico. Es precisamente el sector turístico y la minería, así como otras pequeñas industrias, lo que está impulsando y apoyando al crecimiento económico del estado de Guerrero.

No obstante, el gobierno estatal también debe cuidar la productividad primaria, como la agricultura, ganadería, pesca y apicultura, que son actividades que también le dan identidad al estado suriano.

Es cierto que el mayor crecimiento económico al estado de Guerrero proviene del área turística de Ixtapa-Zihuatanejo, Acapulco y Taxco, y se debe a la disposición del gobernador Héctor Astudillo Flores, pues invirtió en infraestructura en estos destinos para que se lograra el acenso económico en esa materia.

Incluso Ixtapa-Zihuatanejo ha recibido apoyos económicos del mandatario estatal, por conducto del presidente Jorge Sánchez, como nunca otro gobernador había otorgado.

Sin embargo, falta mucho al estado, sobre todo porque falta vestir de atractivos turísticos a Ixtapa y éste es un reto que tiene la autoridad municipal. Y no solo ellos, sino que deben unir esfuerzos tanto los dirigentes de las cámaras, regidores y diputados para que en materia turística Ixtapa-Zihuatanejo siga registrando un crecimiento sostenido.

Difiero, sin embargo, en lo dicho por la presidenta de la Canirac, Rebeca Farías, cuando dice que las campañas de promoción turística no están atrayendo turismo de alto poder adquisitivo, “que llegan turistas que en lugar de dejar derrama económica, dejan basura; ahora ya ni siquiera consumen en los establecimientos”. 

Sin embargo, nadie puede negar la entrada a los turistas a la playa.Tienen razón los empresarios al quejarse de que el turista deja basura regada en la playa, eso es verdad; y en ese punto, es el municipio el que debe tomar medidas enérgicas para seguir prohibiendo el ingreso a las playas de material contaminante como el unicel y plásticos.    

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