IRZA
CIUDAD DE MÉXICO. La concejal de Ayutla de los Libres, Obtilia Eugenio Manuel, quien fue
secuestrada el 12 de este mes, pero que “apareció” 4 días después en Tierra Colorada, aseveró
que fue puesta en libertad por sus captores a cambio de que no interpusiera
ninguna denuncia penal o de lo contrario le iban a “partir la madre, de
ésta no te vas a salvar”.
Dijo que le advirtieron
que si no era directo contra ella, tomarían represalias contra su familia, por
lo que pidió a las autoridades que protejan a sus hijos, a sus consanguíneos y
a los de su compañero Hilario Cornelio Castro, junto con quien habría sido
privada de su libertad cuando viajaban en un taxi colectivo de Tierra Colorada,
municipio de Juan R. Escudero a El Ocotito, municipio de Chilpancingo.
El sábado 17 de
este mes la dirigente de la Organización de los Pueblos Indígenas Me ‘paah
(OPIM), rindió declaración ante la Fiscalía General de la República (FGR) por
la privación ilegal de la libertad de ella e Hilario Cornelio Castro; para el
lunes en compañía de su esposo, Cuauhtémoc Ramírez, abandonó el estado por
considerar que no había condiciones para garantizarles seguridad.
Este jueves
poco antes del mediodía, la dirigente de la OPIM dio sus primeras declaraciones
públicas en las instalaciones del Senado de la República en una conferencia que
ofreció apoyada por legisladores de Morena, quienes le ofrecieron su respaldo.
“Nuestra familia está desprotegida les pido que
protejan a mis hijos, a mi familia, a la familia del compañero, están en
riesgo”, solicitó a las autoridades.
Eugenio Manuel
intervino durante casi 15 minutos y en varios momentos tuvo que interrumpir su
participación pues el llanto le impedía continuar, lo que provocó que los
senadores de Morena la animaran y le manifestaran su respaldo, “eres
fuerte, ánimo”, le decían.
La concejal de
Ayutla indicó que desde hace más de 20 años ha estado “defendiendo el
derecho de las mujeres, de ello organismos nacionales e internacionales han
reconocido nuestro trabajo en nuestra organización, son hechos y no
palabras”.
Recordó que
desde el 2005 ha presentado un centenar de denuncias públicas por acosos y
amenazas en su contra: “los atropellos por parte del gobierno y militares,
los hemos denunciado porque abusan, porque no conocemos los derechos de las
mujeres”.
Se asumió como
indígena y dirigente de la etnia Me ‘paah y reiteró que “he recibido
amenazas de militares por las denuncias que hemos hecho, mi pueblo me nombró
como representante en el Concejo Municipal de Ayutla que fue electo por usos y
costumbres en julio del año pasado, en donde fui electa para ser integrante del
gobierno del pueblo en una asamblea municipal”.
Descubrió
anomalías en construcciones
Explicó que
como integrante de ese Concejo en Ayutla fue nombrada como “enlace”
para la revisión de la obra pública que se estaba ejecutando en ese municipio
de la Costa Chica y que les dejó pendiente el gobierno municipal que concluyó
sus funciones el último día de septiembre del año pasado.
Narró que en
una construcción detectó varias anomalías en el expediente de la obra y en su
ejecución por lo que presentó las denuncias correspondientes y que a ello
atribuye las amenazas y la privación ilegal de su libertad: “lo digo
porque si nos van a matar, nos van a matar, por eso lo he denunciado”.
Dijo que el día
en el que los secuestraron los llevaron con rumbo desconocido y que la
condición para que los liberaran “es que no pusiera denuncia, que no
hablara con policías y que si hablaba sabían en donde estaba mi familia, mis
hermanos, mis hijos y que me iban a partir la madre, de eso no me iba a librar,
esa fue la condición y nos pidieron dinero”, pero no precisó si entregó a
sus captores una cantidad de efectivo monetario.
Abundó que
durante sus cuatro días de cautiverio temían porque fueran asesinados y que
escuchaban a sus captores discutir sobre lo que harían y en especial con
Hilario Cornelio Castro, “uno de ellos decía chíngalo y otro le decía no
lo chingues porque nos van a chingar a nosotros”.
Obtilia Eugenio
Manuel agregó que sus captores le exigieron que se regresara para Ayutla
“y se normalizara la actividad; lo que pido ahora, nuestra familia está
desprotegida les pido que protejan a mis hijos, a mi familia, a la familia del
compañero, están en riesgo”.
La dirigente de
la OPIM aseveró que se supone cuenta con medidas cautelares pero que “no
se han cumplido; pedimos a las organizaciones, a los periodistas, a las
autoridades, a los vecinos, a otros países que nos ayuden, nos ayudaron y doy
gracias por eso estoy aquí de milagro, nunca pensé que iba a salir viva de
ahí”.