Dr. Trinidad Zamacona López.
A unos días de que las y los trabajadores del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG) acudan a las urnas para renovar su dirigencia este próximo viernes 28 de noviembre de 2026 el clima sindical parece haber dejado de lado las dudas: los vientos de progreso soplan con fuerza, y llevan escrito un nombre que resuena en aulas, oficinas y pasillos gubernamentales: el profe Javier Pat como todo mundo le llama.
La contienda, marcada por la presencia de dos planillas, la Verde y la Roja, no ha sido una disputa equilibrada. Mientras la Planilla Verde ha logrado articular un proyecto con propuestas claras, sustentadas legalmente y enfocadas en las necesidades reales de la base trabajadora, la Planilla Roja se ha perdido en una estrategia que, lejos de construir, ha intentado erosionar al rival mediante ataques personales, descalificaciones y un discurso que la propia base ha juzgado como desgastado y carente de contenido.
El ascenso de una propuesta con rumbo, lo que distingue a Javier Pat no es únicamente su presencia como figura sindical, sino la coherencia que ha mostrado en su campaña, sus propuestas, dirigidas a fortalecer los derechos laborales, mejorar las condiciones de trabajo y establecer mecanismos transparentes de gestión sindical para todos los agremiados,han sido bien recibidas por una base que desde hace años apoya la una dirigencia con propuestas sólidas.
El profesor Pat, con su lema “Un SUSPEG con justicia para todos”, ha logrado sintetizar un sentimiento colectivo, el deseo de un sindicalismo que deje atrás prácticas de simulación y que abrace una gestión moderna, técnica y sobre todo humana, su campaña no ha apostado por el populismo fácil, sino por compromisos verificables, respaldados por la normatividad vigente y por el consenso de trabajadores que reconocen en él a un dirigente cercano y serio.
Una Planilla Roja que se vio rebasada, en contraste, la Planilla Roja optó por un camino que la opinión pública sindical ha juzgado como estéril, sus discursos centrados en la descalificación y las acusaciones sin sustento no lograron permear en una base trabajadora cansada de la confrontación sin resultados, la falta de propuestas concretas terminó por convertirse en el punto más débil de su campaña, generando una distancia irreparable con los trabajadores, en esta ocasión, la base fue contundente, “quien aspira a representarlos debe ofrecer soluciones, no pleito”, y esa lectura política ha inclinado la balanza de manera anticipada.
Un triunfo Verde que muchos ya consideran inminente, si bien la última palabra la tendrán los votos del próximo viernes, en prácticamente todas las regiones del estado la tendencia es clara, la Planilla Verde no sólo se perfila para ganar, sino para hacerlo con un margen amplio y categórico.
La jornada electoral será la confirmación de un fenómeno que se ha venido construyendo desde abajo, desde la voz de los servidores públicos que han encontrado en Javier Pat a un interlocutor y en la Planilla Verde, un proyecto de dignificación sindical.
Este viernes, el SUSPEG no sólo elegirá a su nueva dirigencia, sino que también el inicio de una etapa donde la justicia laboral es para todos, el panorama apuntapara la base trabajadora, ratifique en las urnas lo que se ha mostrado en campaña, esa decisión ya está tomada y la planilla verde está muy cerca del triunfo, el futuro inmediato del SUSPEG bajo el liderazgo del profesor Javier Pat y su Planilla Verde puede describirse en tres palabras, orden, legitimidad y cercanía.