fbpx

Incursionó en el arbitraje por error y fue el fundador de la liga municipal de volibol

ALDO VALDEZ SEGURA

No cabe duda que la vida da muchas sorpresas, en cualquier momento te puede cambiar los planes que tenías, cuando no tenías pensado, es más ni por la cabeza pasaba dedicarte a algo, el destino te pone, tal es el caso de este conocido personaje en el volibol costeño, fue a ver un partido, acompaño a su esposa y ahí comenzó la travesía, lo que ahora es un estilo de vida.

Vicente Arriaga, nació en San Luis Potosí, por cuestiones familiares tuvieron que dejar la tierra de nacimiento y partieron hacia Durango, para un futuro mejor, ahí, solo estuvo hasta los 21 años de edad, no veía claro, no crecía como persona ni en lo académico, así que un buen día, suena su teléfono, su hermano le hace la invitación para venirse a trabajar a Zihuatanejo, acepto, en ese autobús que se hizo muchas horas venía lo que hoy en día es toda una leyenda del arbitraje porteño.

Piso tierras Azuetenses, aquí su primer trabajo fue electricista, muy lejos andaba de lo que sería su forma de vida, cuenta este personaje, que fue en el año de 1980 que un día asistió a ver jugar a su esposa, pero, el iba solo a ver y cuidar su hijo, así que todo era normal, en eso, no llegó el árbitro, todo pareció indicar que ese cotejo se suspendería, pero muchas eran las ganas de jugar de las féminas que le pidieron de favor que el pitara, se negó al principio ya que no sabía nada y no quería echarle a perder su encuentro, al fin aceptó y desde ese momento se convirtió en el árbitro de planta, cada semana asistía, ya no como aficionado, ya era el árbitro, pero, para ello, tuvo que leer las reglas básicas del volibol, ya tenía lo práctico, ahora a echarlo andar.

Así fueron sus inicios, pero, Vicente Arriaga quería más, quería que este deporte creciera, cuando comenzó eran solo cuatro escuadras, fue creciendo, cuando ya eran 12 equipos fue que le nació la idea de que esos encuentros tuvieron un lugar digno en donde desarrollarse, así que la afilio al municipio, le hizo saber al edil de aquel entonces que existía una liga ya, querían su aprobación un lugar donde jugar, le asignaron en donde ahora es la alberca olímpica, desde ese momento, todo subió como la espuma, más equipos se sumaron, iba creciendo, no solo jugaban los fines de semana, ya lo hacían entre semana por la cantidad de equipos que se inscribieron.

No quedó conforme con solo estar constituida en el municipio, quería que las mujeres compitieran con otros estados, así fue como se afiliaron al estado y a la postre ante la federación mexicana de volibol, duró 20 años a frente de la liga, pitaba se hacia cargo de los roles de juego, de las estadísticas y de todo, era mucha carga, así que se formó un comité que tomaron las riendas, ya con funciones específicas.

Por sus conocimientos, se convirtió también en promotor deportivo del municipio, pulía los nuevos talentos y cuando ya estaban listas, las cedía a las personas que las llevarían a competir, llegó a juntar en una sesión a 50 niñas, no se daba abasto, así que tuvo que dividir los días, esto con la intención de darles un mejor entrenamiento, tuvo que dejar el puesto por cuestiones políticas, lo que provoco que ese semillero desapareciera, pero, el siguió, continuo arbitrad y preparándose a tomado un sinfín de cursos en diferentes puntos del estado inclusive fuera.

Hoy en día, a Vicente Arriaga lo podemos encontrar en la unidad deportiva, donde sigue fungiendo como árbitro, el más veterano, el que tienen más conocimiento y sin duda toda una institución, es un hombre sencillo, respetable, todo un caballero del arbitraje, el que se atrevió a crear una liga y que esta sea reconocida por la federación, sin duda alguna, Vicente Arriaga es una leyenda viviente del deporte, así que toda mi admiración y respeto para él.

About Author

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *