Guerrero pasó del tercero al sexto lugar en materia de muertes maternas: MNG

IRZA

Chilpancingo, Gro (IRZA).- El estado de Guerrero se ubicó en el sexto lugar nacional, apenas el año pasado, con una incidencia de muertes maternas de 33 casos, cuyas causas son “multifactoriales”.

Maribel Nicasio González, la investigadora de la Escuela Superior de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Guerrero, consideró que el citado problema de salud pública se complica también por los efectos de la violencia.

Esto, porque la incidencia delictiva en algunas regiones del estado pone en riesgo la oportuna atención de una mujer embarazada, porque en ciertas regiones no pueden salir a que las atiendan, así como hay comunidades en conflictos de violencia, donde no hay las medidas de seguridad para el traslado e ingreso del personal de salud.

En todo el país se registraron 644 casos en el 2022, según las estadísticas de la propia Secretaría de Salud, y las principales causas fueron: hemorragia obstétrica, enfermedades hipertensivas, aborto.

Así lo dijo durante la presentación del diagnóstico de la Salud Reproductiva en el municipio de Chilapa, sobre la labor de las parteras tradicionales a través de la Casa de la Mujer Indígena (Cami) “Zihuachikahua, Mujer Sana, Fuerte y Valiente”.

Durante el evento efectuado en las instalaciones del Instituto de Estudios Parlamentarios “Eduardo Neri”, al que asistieron las diputadas Nora Yanek Velázquez Martínez, Jessica Alejo Rayo y Gabriela Bernal Reséndiz, la investigadora celebró, sin embargo, que Guerrero se haya alejado de los tres primeros sitios de incidencia de muertes maternas.

“Me da mucho gusto, que pasamos de los primeros tres lugares al sexto, en muertes maternas”, dijo, sin embargo, consideró que toda mujer debe tener las garantías de atención, en caso de alguna complicación durante su proceso de embarazo.

“Pero supongo que la reducción de las cifras se debe a algunas medidas tomadas por el sistema de Salud. El porcentaje puede ser relativo, considerando, desde las acciones, la ejecución de recursos financieros o la implementación de políticas públicas”, abundó.

Señaló que la Secretaría de Salud, posterior a la pandemia por COVID-19, retiró a los mediadores culturales que brindaban acompañamiento y traducción a las mujeres indígenas para recibir una atención médica adecuada, mismos que brindaban su servicio en el hospital general de Chilapa.

“El que ya no esté, es sin duda un paso hacia atrás, era una ganancia”, señaló la investigadora, y precisó que la Casa de la Mujer Indígena de Chilapa abarca a los municipios de Ahuacuotzingo, Zitlala y Atlixtac.

El diagnóstico presentado este martes refleja las condiciones en las que trabajan las parteras tradicionales para la asistencia de las mujeres embarazadas, un mecanismo de atención que debe aplicarse en la mayoría de las poblaciones rurales del estado. 

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