Lilia Arellano
*Para AMLO: “Alabanza en boca propia es vituperio”
*2020, el año más violento en la historia, o ¿hay más?
El gobierno federal con su maquinista estrella, con el hombre que se autoreconoce y se autofelicita y se autocomplace por ser el segundo más avezado del mundo, transita sobre dos vías: lo que me gusta y lo que no me gusta. Nada más. Y ahí se va sin rumbo fijo, siguiendo sus corazonadas, presentimientos, ocurrencias, eso sí con la vista siempre fija y la voluntad por delante para hacer lo que le venga en gana, ayudado por aquellos cuya preparación académica sea mínima o inexistente siempre y cuando garanticen obediencia, lealtad y una honestidad cuyo significado encaje en el considerado por quien soñó durante 18 años ser desde el hombre de la horca y el cuchillo, el creador, el todopoderoso y, al mismo tiempo, el humilde pastor, el evangelizador, el poseedor de la verdad absoluta sustentada en las 30 mil mentiras dichas durante los 19 meses en los
cuales ha despachado desde una mañanera.
Cada día, en Palacio Nacional, se le hace frente a lo que se presenta y se camina por lo que se sueña. Celebran la quita del fuero presidencial, finalmente no es para este mandato, sino para los que sigan. De aplicarse en el presente, denuncias y demandas irían de una mesa a otra, incluyendo el área laboral ante el despido injustificado de miles de burócratas y las violaciones a cuanto contrato se les ha atravesado, como se ejemplifica en Notimex. Dentro del absurdo matutino todo se incluye hasta mantener la propaganda gubernamental en tiempos electorales, como sucederá en Hidalgo y Coahuila. Aunque también se ven cumplidas órdenes, ya está el PRI en la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y la bochita de cola noooo tan laaarga, empezó a pagar por la posición al entregar debidamente firmada la petición para la consulta popular dedicada a determinar si se debe o no enjuiciar a los expresidentes.
No hay duda, el país transita por una ruta totalmente distinta a la seguida para lograr conseguir ubicarse como la treceava economía mundial; diferente a aquella en la cual, con todo y los abusos, robos y malos manejos, se reactivaba la economía, se reponían patrimonios; alejada del trazo sobre el cual descansaba la confianza de inversionistas extranjeros con tantos miles de millones de dólares que fueron capaces de crear emporios turísticos con los cuales se logró, en 25 años, estar a la altura de países con Siglos de tradición en la captación de visitantes; ajena a los tiempos en los cuales aparecer en el mapamundi era la mejor forma de iniciar convenios y tratados comerciales. Habrían de subrayarse los despojos del presente porque ya son muchos, más que construir, la mentada cuarta transformación se ha dedicado a destruir, como si su llegada fuese la del conquistador, la de quien pretende hacerlo todo y una situación es suficientemente clara: el país no estaba en ruinas, ni siquiera transitaba por una etapa de pobreza dividida como la actual.
Es totalmente cierto el hartazgo de los ciudadanos ante la corrupción, los abusos, la formación de fortunas sin límite concentradas en unas cuantas manos, lo repetitivo de las camadas políticas, de la presencia de los cachorros de la Revolución, pero luego de los hijos de esos cachorros y después llegaron los nietos, tantos caciques con iguales explotaciones y engaños, etcétera, pero con todo lo malo el país no estaba en ruinas, la presencia de la clase media era garantía de futuro y de progreso, se presentaba la rebelión por la debacle en el campo, por la creación de miseria en sustitución de la pobreza. Se requería de reinstaurar el orden, de aplicación del Derecho para poder juzgar a tanto pillo, de mantener todo lo resultado tras años de lucha y darle la vuelta a la hoja a lo pretendido para perder libertades o desviar la ruta democrática. Sin embargo, lo visto ha sido solamente la destrucción y, si todo lo hecho durante Siglos hubiese requerido ser derrumbado López no sería “totalmente Palacio”, es más ni siquiera hubiese tenido pozos petroleros para ser tomados e iniciar su supuesta lucha social.
“Alabanza en boca propia, es vituperio”. Y, vituperio, es la acción o circunstancia que causa afrenta o deshonra. Así las cosas, haberse autoubicado como el segundo mejor mandatario del mundo ya tuvo su consecuencia. AMLO no quiere, no desea ver hasta donde fue, es y todo apunta seguirá siendo, su peor enemigo. Se pediría no extienda sus afanes autodestructivos a la República mexicana a sus más de 130 millones de habitantes.
Seguridad sólo
en la inseguridad
Como si se tratara de cifras económicas López se refiere a homicidios y extorsiones de manera por demás superficial con todo y la presunción de registrarse cerca de 41 mil asesinatos durante el 2020, con lo cual se convertirá su segundo año de mandato en el más violento de lo que va del Siglo y ojalá lo sea de la historia o ¿pensará superar este récord? La carta o el recurso de culpar a los gobiernos anteriores de la situación de violencia en el país es cada vez menos creíble para la ciudadanía mexicana, quien resiente esta situación. De acuerdo a las cifras presentadas en el anexo estadístico del Segundo Informe de Gobierno, con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las cuales se basan en los certificados de defunción por homicidio que se levantan en el país, se registrará un aumento de 9.5 por ciento de víctimas en este año en comparación con las 37 mil 315 defunciones ocurridas en 2019. De los más de 41 mil asesinatos pronosticados para antes de que acabe el año, el gobierno mexicano estima que 109 de las víctimas serán niñas y niños de uno a cuatro años; 313, menores de entre cinco y 14 años; 39 mil 702 víctimas serán de personas de 15 a 64 años, y 739 adultos mayores de 65 años.
Pese a todo, como es su costumbre, López Obrador se niega a cambiar la estrategia de seguridad, basada una vez más en la militarización y en el supuesto cambio de enfoque de “abrazos, no balazos”, la cual no ha servido de nada hasta el momento. Diversos especialistas han pedido al titular del Ejecutivo cambios para frenar la matanza en el territorio nacional. Elena Azaola Garrido, antropóloga del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), señaló: “Lo que no vemos es que ofrezca una alternativa frente a este problema. Él considera que su política de seguridad está dando resultado y la verdad no es así, y tampoco hay una gran diferencia en relación con las políticas de seguridad de sus antecesores, sobre todo por el uso de los militares”, por lo que consideró que sería bueno un cambio en su política contra la violencia.
“La seguridad sigue siendo la principal demanda ciudadana, y esto así lo dicen todas las encuestas”, recordó Juan Ibarrola, experto en fuerzas armadas, quien consideró es válida la estimación de asesinatos para 2020, porque tienen los medios para medir su desempeño y prever lo que viene. La tendencia en la ola de violencia se mantiene y todo parece indicar que el gobierno de AMLO ha olvidado una de sus principales promesas de campaña: la pacificación del país y la desmilitarización del combate al crimen organizado. En el pasado mes de agosto, de acuerdo a los datos del gabinete de seguridad, Guanajuato se mantuvo como la entidad con mayor número de asesinatos al contabilizar 348 víctimas. Las estadísticas elaboradas con la información de las fiscalías y procuradurías de los estados, refiere que las entidades con incidencia alta de homicidios dolosos son: Estado de México con 223, Michoacán con 185, Baja California con 173, Jalisco con 161 y Guerrero con 108, mientras que en la Ciudad de México se contabilizaron 68 asesinatos.
Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, admitió: “En el homicidio doloso debemos seguir fortaleciendo los esfuerzos. Las cifras de este informe nos permiten ratificar que vamos en la dirección correcta (¿¿??) y que la estrategia está dando resultados (¿¿??) y que tenemos que seguir avanzando”, expresó. En cuanto a la militarización, el funcionario corroboró que está ha seguido aumentando, a pesar de las promesas presidenciales, pues al inicio de este gobierno la Policía Federal tenía 36 mil elementos, la mitad de ellos de carácter administrativo, y ahora la Guardia Nacional no sólo ha superado esa cifra, sino que espera llegar a 150 mil elementos el próximo año.
Del conteo de 30 mil mentiras dichas por AMLO desde el día en el cual tomó protesta como titular del Ejecutivo federal, una buena parte están relacionadas con la seguridad y con la presentación de estrategias y la afirmación de reuniones diarias con el gabinete cuya responsabilidad se centra en este tema. Y ahí va, diariamente, con la ocurrencia o justificación o indicaciones del día, todo desde un mismo punto en donde no hay ni un solo papel, ni documento, ni sitio para llevar a cabo un diálogo. Si acaso se permite una pregunta ya debidamente autorizada, tamizada y con tarjeteo para respuesta o tal vez… un video.