Jaime Ojendiz Realeño
En temporada baja, este fin de semana el Centro Integralmente Planeado Ixtapa alcanzó el 52 por ciento de ocupación hotelera y Zihuatanejo mantiene tendencia baja previo a la disminución de aforo por el regreso al semáforo naranja.
De acuerdo con la Secretaría de Turismo de Guerrero, el sábado el destino promedió el 45.5 por ciento de ocupación, Ixtapa llegó a 51.7 y Zihuatanejo apenas al 15 por ciento.
Para el domingo el global llegó a 45.6 por ciento, Ixtapa alcanzó el 52 por ciento y Zihuatanejo bajó a 14 puntos.
El restaurantero Antonio Rauda, expresó que al volver al semaforo naranja, a partir de este lunes los hoteles bajan al 50 por ciento su capacidad, “el hecho de que Ixtapa cierre a la mitad de su capacidad para el destino es algo bueno porque denota que a pesar de todos los problemas que se generan con la pandemia seguimos en la preferencia de las personas”.
Principalmente, añade, porque ya estamos en la temporada baja y el turismo se aleja, “vemos que la zona hotelera de Ixtapa casi alcanzó el límite establecido mientras que Zihuatanejo no alcanzó el 20 por ciento, y ya no lo alcanzará hasta diciembre si bien nos va, o posiblemente para el Día de Muertos en noviembre si las cosas mejoran”.
En tiempos compartidos, el binomio de la Costa Grande también registró mejor cifra y con 20 por ciento dobló lo conseguido en Acapulco.
El restaurantero manifestó que las zonas turísticas volverán a acumular bañistas hasta la temporada de invierno y será frecuente ver en las playas a las familias locales.
“Realmente el regreso al semáforo naranja no se notará porque estos meses son bajos y el destino ya no alcanza a rentar ni el 40 por ciento de sus cuartos, solo queda esperar que cuando acabe la temporada baja ya estemos en semáforo verde” confía Rauda.