*La emergencia sanitaria puso al descubierto que el sistema de salud en Guerrero y Acapulco estaba en ruinas, dice la alcaldesa
Edwin López
ACAPULCO. La pandemia de COVID-19 puso al descubierto que el sistema de salud en Guerrero y Acapulco estaba en ruinas, y fue necesaria la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador para la reorganización de hospitales y ampliar el número de camas con ventiladores para atender a los infectados por el virus SARS-CoV-2, sostuvo la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo.
“Guerrero estuvo brutalmente abandonado en materia de salud, la pandemia logró una respuesta inmediata del presidente, López Obrador ha destinado un apoyo en la materia sin precedente, como nunca se había tenido”, dijo la alcaldesa al participar en un encuentro virtual entre autoridades municipales de México y Brasil, para el intercambio de experiencias en el manejo de la crisis causada por la pandemia del nuevo Coronavirus.
Román Ocampo explicó que López Obrador designó a Rocío Bárcena como representante del Gobierno Federal en Guerrero para encabezar las acciones contra la pandemia y, ante la saturación hospitalaria, se hizo una reorganización de los nosocomios públicos, envió camas y ventiladores, además incorporó la hospitalización del Plan Marina.
Luego de exponer que la marginación en la entidad guerrerense nunca importó a los gobiernos neoliberales, mucho menos el tema de la salud, Román Ocampo enlistó acciones urgentes que decidió poner en práctica desde el 16 de marzo para contener los contagios entre la población, como el cierre de playas, bares, cines, gimnasios y establecimientos no esenciales, previo a la temporada turística de Semana Santa.
Adela Román lamentó que, a pesar de la emergencia, hay gente que no ha entendido y sigue realizando fiestas, pese a los esfuerzos de las instituciones de los tres niveles de gobierno y una intensa campaña de perifoneo para decirle a la gente que no estamos de vacaciones, acciones que compartió con las alcaldesas Claudia Rivera, de Puebla y Armida Castro, de Los Cabos; así también con los alcaldes brasileños Rui Palmeira, de Maceió y Elvis Cezar, de Santana de Parnaíba.
Resaltó la reducción de personal en oficinas públicas para proteger a los trabajadores acapulqueños, pagándoles su salario íntegro; acciones de limpieza y sanitización en espacios públicos; operativos de seguridad y vigilancia para dispersar aglomeraciones de ciudadanos, con apoyo del Ejército, Marina, Guardia Nacional y corporaciones de seguridad estatales y municipales. También el cierre de parques y plazas públicas, la puesta en marcha del programa de control vehicular sanitario Hoy No Circula, para reducir la movilidad de las personas en autos particulares y del servicio público.
En el aspecto social, Adela Román resaltó la instalación de cocinas comunitarias que suman hasta hoy 35; en cada una se reparten 600 porciones de alimentos preparados diariamente. Y la entrega de 50 mil despensas casa por casa y centros laborales. Así como el pago de programas a discapacitados, pescadores, la entrega de semillas e insumos a campesinos, y la próxima puesta en marcha de un programa de empleo temporal para el bacheo de calles.