*Se
cumplieron 8 años del asesinato de 2 estudiantes a la altura del Parador del
Marqués
IRZA
CHILPANCINGO. Unos 800
normalistas de Ayotzinapa y abogados del Centro de Derechos Humanos de la
Montaña Tlachinolan, han pedido formalmente al gobierno de Andrés Manuel López
Obrador y a la Fiscalía General de la República (FGR), que se reabran las
investigaciones por el desalojo violento en el bulevar Vicente Guerrero de
Chilpancingo del 12 de diciembre del 2011, en donde a la altura del parador del
Marqués, fueron asesinados a balazos los
estudiantes Gabriel Echeverría de Jesús y Alexis Herrera Pino.
Así lo dieron a conocer este jueves en el marco
del octavo aniversario del crimen de los dos normalistas en el bulevar de
Chilpancingo, entre las gasolineras Eva 1 y 2, donde murió Gonzalo Riva Cámara,
un despachador de combustible que intentó apagar las llamadas de una bomba que
fue incendiada.
A las 12:00 del día iniciaron una marcha desde el mercado Baltazar R. Leyva
Mancilla hasta el punto conocido como el Parador del Marqués, donde fueron
asesinados los dos estudiantes el 12 de diciembre del 2011.
En la marcha llevaban pancartas exigiendo
justicia, pues a ocho años de ese crimen no hay ninguna persona sujeta a
proceso penal y el caso sigue impune; en particular exigen que se aclare el
crimen de los dos estudiantes y se deslinden responsabilidades en los gobiernos
federal y estatal.
En el transcurso de la manifestación, los
normalistas realizaron pintas en paredes de edificios públicos, privados y en
la infraestructura urbana; el punto más álgido de esta manifestación fue cuando
pasaron por el edificio del PRD estatal, en donde pintaron la fachada del
inmueble y arrojaron petardos hacia el interior.
Después hicieron una parada y un mitin a la
altura del monumento a las Banderas, donde el vocero de los padres de los 43,
Felipe de la Cruz exigió al alcalde Antonio Gaspar Beltrán que repusiera el
pino navideño que colocaron en el antimonumento a los 43 y que aseguró que
personal de la administración municipal lo retiraron de ese lugar.
Advirtió que de no colocar el pino, van a
radicalizar sus protestas en los próximos días en contra de la administración
de Antonio Gaspar.
La manifestación siguió su trayectoria hasta el
Parador del Marqués y cuando ingresaron a lateral del bulevar con dirección al
sur, se registraron dos accidentes vehiculares por intentar ganarle el paso a la
marcha.
Los percances ocurrieron a la altura del puente
elevado del museo La Avispa; en el primero un automovilista impactó a un
motociclista y provocó que derrapara sobre el pavimento. El conductor de la
motociclista salió con lesiones menores y, en el segundo, una camioneta Jeep
Grand Cherokee, color vino, placas HCS-94-96 de Guerrero, impactó con la parte
trasera de la caja de un trailer, luego impactó con el muro de contención
lateral y se volcó, quedando su conductor entre los fierros retorcidos de la
unidad y severamente lesionado.
Durante el transcurso de la marcha dieron a
conocer que en el desalojo del 12 de diciembre de 2011, intervinieron 121
elementos de la Policía Federal y 11 de la división de Seguridad Regional; 73
elementos adscritos a la Policía Ministerial de la entonces Procuraduría
General de Justicia de Guerrero y 34 de la Policía Estatal.
Sostuvieron que el “uso desproporcionado de
la fuerza contra las protestas sociales es una práctica sistemática de los
gobiernos; en Guerrero hay una deuda histórica que no ha sido saldada desde la
Guerra Sucia, por eso, estos hechos infames deben de investigarse a fondo para
poder transitar a un Estado donde prevalezca el respeto a los Derechos Humanos
y el combate frontal a la impunidad, que garanticen verdad, justicia y
reparación integral del daño”.
Aseveraron que las familias de los dos normalistas “siguen buscando que se
cumpla su derecho a la verdad, es decir su derecho a saber quiénes ordenaron
reprimir con balas la manifestación, pero también quiénes tuvieron conocimiento
de los hechos y no hicieron nada para impedirlo, y finalmente quiénes
manipularon las pruebas para encubrir a los responsables”.
Indicaron que la Comisión Nacional de Derechos
Humanos (CDNH), emitió una recomendación, pero “las investigaciones se
encuentran estancadas y más bien se sigue encubriendo a los responsables
materiales e intelectuales. Por lo mismo, el clima de impunidad es lo que
impera en nuestra entidad, y es lo que sigue permitiendo la consumación de graves
violaciones a los derechos humanos”.
El abogado del Centro de Derechos Humanos de la
Montaña Tlachinollan, Vidulfo Rosales Sierra lamentó que el caso siga en la
impunidad, “no se ha logrado resolver, se encuentra en la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y en esa instancia es un trámite muy
lento”.
Detalló que en Guerrero “el caso está
cerrado, hay una posibilidad de reabrir el asunto, pero no se ha hecho y el
nuevo titular de la Fiscalía General de la República (Alejandro Gertz Manero)
tiene la posibilidad de abrir una investigación contra las autoridades
federales que participaron en la agresión, pero no lo han hecho”.
Anunció que han solicitado de manera formal al
subsecretario de Derechos Humanos del gobierno federal, Alejandro Encinas Rodríguez
“que se reabra la investigación contra todos los que resulten responsables,
incluido el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero; el ex procurador Alberto López
Rosas y el ex secretario de Seguridad Publica, Ramón Almonte Borja”.
La marcha concluyó en el Parador del Marqués a donde llegaron alrededor de las
15:00 horas, donde en un nicho con cruces de madera en memoria de los dos
normalistas asesinados, ubicado a un costado de los carriles de sur a norte del
bulevar, colocaron ofrendas florales y realizaron un mitin exigiendo justicia
bloqueando la vialidad sólo en ese sentido, mientras que la circulación hacia
Acapulco quedó completamente libre.
El bloqueo a los carriles de Acapulco a
Chilpancingo, tanto de la autopista del Sol como del bulevar Petaquillas-Chilpancingo,
provocó grandes filas de vehículos que se quedaron varados y muchos ciudadanos
optaron por bajarse de las unidades de servicio público y caminar con dirección
a la capital.
Al finalizar la manifestación, al lugar llegó el
obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien
encabezó una pequeña homilía y manifestó su solidaridad con las familias y
estudiantes de Ayotzinapa.
“Estamos
con ustedes, estaremos con las causas justas y particularmente con los caídos
de Ayotzinapa, incluidos con los padres de los 43 desaparecidos”, dijo.
Rangel Mendoza señaló que el asesinato Herrera
Pino y Echeverría de Jesús, aunado a la desaparición de los 43 normalistas en
Iguala, “es una llaga que sigue abierta en el corazón de México, de
Guerrero y de Ayotzinapa; es una llaga que se va a cerrar cuando sepamos la verdad
y se haga justicia por todo esto”.
Agregó que la iglesia católica “estará del
lado de los indefensos y estaremos en contra de quienes rompan las normas,
contra aquellos que no aprecian la vida, que no aprecian la dignidad de las
personas”.
Luego de la intervención del obispo, se concluyó
la manifestación y en el lugar quemaron unos monigotes que llevaban y que
representaban al ex gobernador Ángel Aguirre Rivero y otro de un elemento de la
Policía Federal, con el que simbolizaban la exigencia que se deslinden
responsabilidades a este doble crimen de los normalistas.
Poco después de las 17:00 horas, abordaron 20
autobuses y se retiraron con dirección a la normal rural de Ayotzinapa, en
Tixtla.